• Athena ama al mundo y a los humanos, es por esa razón que se enfrentó a los dioses quienes, constantemente desean exterminar a toda la humanidad.

    Quizás sean sus razones validas pero, mientras exista una sola persona de noble corazón es que Athena y nosotros seguiremos protegiendo al mundo.
    Athena ama al mundo y a los humanos, es por esa razón que se enfrentó a los dioses quienes, constantemente desean exterminar a toda la humanidad. Quizás sean sus razones validas pero, mientras exista una sola persona de noble corazón es que Athena y nosotros seguiremos protegiendo al mundo.
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  • El aire en la habitación era espeso, saturado de un calor sofocante que se mezclaba con el aroma a madera quemada. La única luz provenía del resplandor rojizo que emanaba de las antorchas y una lámpara de aceite en la esquina, llenando el espacio con un tenue brillo carmesí. Lyra estaba sentada en un rincón oscuro, sus piernas cruzadas y su capa negra cubriéndola casi por completo. Sus ojos rojos brillaban como carbones encendidos, perforando la penumbra, mientras su mente vagaba en una tormenta de pensamientos.

    El silencio en el ambiente no era completo; había un leve crujido de las paredes de madera y un susurro en el viento que se filtraba por las grietas, como si el mundo exterior intentara infiltrarse en su refugio. La elfa mantuvo una postura cerrada, con los brazos descansando sobre sus rodillas, sus dedos jugando distraídamente con los bordes de la capa. El rojo de sus ojos capturaba la luz de las llamas, otorgándoles una intensidad casi sobrenatural.

    Había algo profundamente inquietante en su quietud, como un depredador esperando en las sombras. Pero dentro de ella, la calma era una mentira; su mente era un torbellino, atrapada en recuerdos que no quería revivir por el momento. Pensaba en las cadenas que había roto, en los susurros de su conciencia, y en los rostros que habían desaparecido para siempre. Cada pensamiento la atormentaba como un aguijón punzante, pero su rostro no mostraba más que una expresión fría, una máscara bien ensayada que nadie, salvo quizá ella misma, podría desentrañar.

    La habitación era un lugar de refugio y aislamiento, un santuario que había elegido para huir de los gritos de un mundo que siempre exigía más de lo que estaba dispuesta a dar. Sus labios se curvaron en una mueca fugaz, un destello de desdén por la humanidad que parecía no dejarla en paz, incluso cuando la buscaba. Pero… ¿Era realmente el mundo el que la acosaba? ¿O era ella misma quien se condenaba a escuchar los ecos de sus propias decisiones?
    Se permitió un susurro apenas audible, un pensamiento que escapó de sus labios antes de que pudiera detenerlo.

    — Paz... —La palabra murió en el aire como una burla, un ideal que nunca había alcanzado y que quizás nunca lo haría.

    El peso de la noche recaía sobre sus hombros como una losa, y aunque la tormenta en su interior parecía crecer, no movió un solo músculo. Sus ojos continuaban ardiendo, observando el vacío, esperando... Algo. Un intruso que rompiera el silencio, una señal de que no estaba completamente sola en esa condena en la que ella misma había caído.

    El ambiente quedó suspendido, un momento que podía ser interrumpido en cualquier instante.
    El aire en la habitación era espeso, saturado de un calor sofocante que se mezclaba con el aroma a madera quemada. La única luz provenía del resplandor rojizo que emanaba de las antorchas y una lámpara de aceite en la esquina, llenando el espacio con un tenue brillo carmesí. Lyra estaba sentada en un rincón oscuro, sus piernas cruzadas y su capa negra cubriéndola casi por completo. Sus ojos rojos brillaban como carbones encendidos, perforando la penumbra, mientras su mente vagaba en una tormenta de pensamientos. El silencio en el ambiente no era completo; había un leve crujido de las paredes de madera y un susurro en el viento que se filtraba por las grietas, como si el mundo exterior intentara infiltrarse en su refugio. La elfa mantuvo una postura cerrada, con los brazos descansando sobre sus rodillas, sus dedos jugando distraídamente con los bordes de la capa. El rojo de sus ojos capturaba la luz de las llamas, otorgándoles una intensidad casi sobrenatural. Había algo profundamente inquietante en su quietud, como un depredador esperando en las sombras. Pero dentro de ella, la calma era una mentira; su mente era un torbellino, atrapada en recuerdos que no quería revivir por el momento. Pensaba en las cadenas que había roto, en los susurros de su conciencia, y en los rostros que habían desaparecido para siempre. Cada pensamiento la atormentaba como un aguijón punzante, pero su rostro no mostraba más que una expresión fría, una máscara bien ensayada que nadie, salvo quizá ella misma, podría desentrañar. La habitación era un lugar de refugio y aislamiento, un santuario que había elegido para huir de los gritos de un mundo que siempre exigía más de lo que estaba dispuesta a dar. Sus labios se curvaron en una mueca fugaz, un destello de desdén por la humanidad que parecía no dejarla en paz, incluso cuando la buscaba. Pero… ¿Era realmente el mundo el que la acosaba? ¿O era ella misma quien se condenaba a escuchar los ecos de sus propias decisiones? Se permitió un susurro apenas audible, un pensamiento que escapó de sus labios antes de que pudiera detenerlo. — Paz... —La palabra murió en el aire como una burla, un ideal que nunca había alcanzado y que quizás nunca lo haría. El peso de la noche recaía sobre sus hombros como una losa, y aunque la tormenta en su interior parecía crecer, no movió un solo músculo. Sus ojos continuaban ardiendo, observando el vacío, esperando... Algo. Un intruso que rompiera el silencio, una señal de que no estaba completamente sola en esa condena en la que ella misma había caído. El ambiente quedó suspendido, un momento que podía ser interrumpido en cualquier instante.
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  • Los mutantes cómo mi padre Magneto y Apocalipsis desean eliminar a la Humanidad dejando sólo a los mutantes con la diferencia que el primero quiere erradicar la raza humana y el otro convertir a los humanos en mutantes. #PolarisXFactor
    Los mutantes cómo mi padre Magneto y Apocalipsis desean eliminar a la Humanidad dejando sólo a los mutantes con la diferencia que el primero quiere erradicar la raza humana y el otro convertir a los humanos en mutantes. #PolarisXFactor
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  • Hoy es lunes, así que toca odiar a la humanidad (??)
    Hoy es lunes, así que toca odiar a la humanidad (??)
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  • [ ᴍᴀꜱꜱɪᴠᴇ ᴛʀɪɢɢᴇʀ ᴡᴀʀɴɪɴɢ, ᴄᴀʀᴇꜰᴜʟ. ]

    —————————————〉 𝙏𝙝𝙚 𝙚𝙢𝙗𝙧𝙖𝙘𝙚 II〈—————————————

    La sangre sigue tibia en sus manos, pero el frío que lo recorre es más profundo que cualquier cosa que pueda sentir sobre su piel. Está quieto, como una estatua rota, con la mirada perdida en el rojo que tiñe el suelo y sus dedos. Las voces lo observan desde las sombras de su mente, satisfechas, burlonas.

    «¿Lo ves? Siempre fuiste esto. Una herramienta para el caos.»

    Sus labios tiemblan, y por un instante la sonrisa torcida que lleva marcada en el rostro amenaza con desaparecer. Pero no lo hace. Se queda ahí, congelada como una máscara, una burla de sí mismo. El cuchillo aún está en su mano, pesado y caliente. Lo siente vibrar con la memoria de lo que ha hecho. Pero no mira a la víctima. No todavía.

    Da un paso hacia atrás. El eco de su bota resonando en el suelo le parece ajeno, como si el sonido viniera de otra persona, de otro lugar. Algo le oprime el pecho, y el aire se le escapa en respiraciones entrecortadas. Las voces no lo dejan solo.

    «No te detengas ahora. Es lo único que haces bien. Sigue adelante.»

    Pero no se mueve. Algo más lo detiene, algo que las voces intentan sofocar, pero que lucha por abrirse paso entre el ruido.

    —No quería… —Murmura, su voz apenas un hilo.

    Las palabras no significan nada para las sombras en su cabeza. Ellas ríen.

    «¿No querías? ¿Y qué importa eso? Lo hiciste. Las manos están manchadas, y no hay agua suficiente para limpiarlas. Mírate. Míralo. Esto es lo que eres.»

    Cierra los ojos con fuerza, tratando de bloquearlas, pero solo las siente más cerca, susurrando directamente en su oído. Su corazón late con fuerza, un tambor descontrolado que amenaza con romperse.

    Finalmente, abre los ojos. La máscara de la sonrisa cae, y en su lugar queda un rostro vacío, quebrado. Mira al suelo, al cuerpo frente a él. La sangre se extiende como un lago oscuro, reflejando fragmentos distorsionados de la luz tenue.

    Su pecho se hunde al verlo. El peso de lo que ha hecho lo golpea como una tormenta, y todo su ser se tambalea bajo el impacto. El cuchillo resbala de sus dedos y cae con un ruido seco, pero él no se mueve para recogerlo. No puede.

    Las voces se callan, por un momento. El silencio es peor.

    Cae de rodillas, sus manos temblorosas presionan contra el suelo, dejando marcas de sangre en cada movimiento. Siente el calor espeso del líquido, pero no puede apartarse. Su mente está atrapada en el caos de lo que ha hecho, en la mirada vacía de quien yace frente a él. No hay súplica, no hay juicio. Solo silencio.

    —No… No, no, no… —Repite, como si pudiera negar la realidad con esas palabras.

    Su cuerpo tiembla, y su respiración se quiebra, convirtiéndose en un sollozo áspero. Las lágrimas comienzan a mezclarse con el sudor que le corre por la frente. Cierra los ojos de nuevo, pero la imagen está grabada en su mente. No puede escapar.

    Por un momento, piensa en rendirse. En quedarse ahí, dejar que el frío lo consuma, dejar que las voces lo arrastren por completo.

    Con un esfuerzo titánico, se obliga a levantarse. Sus piernas tambalean, y casi cae de nuevo, pero aprieta los puños con fuerza, ignorando el dolor, ignorando el peso insoportable de la culpa acumulada por años. Se obliga a dar un paso hacia atrás, alejándose del charco, de la sangre, del cuerpo.

    No hay redención para él. Lo sabe. Pero si sigue cayendo, si sigue escuchando las voces, se convertirá por completo en lo que más teme ser.

    Mira sus manos ensangrentadas una última vez antes de limpiarlas torpemente contra su ropa. La mancha no desaparece, pero no importa. Ya no hay nada que pueda limpiar.

    Sale del lugar sin mirar atrás, cada paso más pesado que el anterior. Las voces comienzan a murmurar otra vez, pero esta vez no responden carcajadas. Ahora lo observan, silenciosas, mientras él camina con la carga de su humanidad hecha pedazos. No sabe a dónde va, ni si tiene un lugar al que pueda pertenecer.

    Solo sabe que no puede detenerse. Si lo hace, las sombras ganarán. Y aunque ya haya perdido casi todo, se niega a perder lo poco que le queda.

    [ Pt 1 → https://ficrol.com/posts/216306 ← ]
    [ ᴍᴀꜱꜱɪᴠᴇ ᴛʀɪɢɢᴇʀ ᴡᴀʀɴɪɴɢ, ᴄᴀʀᴇꜰᴜʟ. ] —————————————〉 𝙏𝙝𝙚 𝙚𝙢𝙗𝙧𝙖𝙘𝙚 II〈————————————— La sangre sigue tibia en sus manos, pero el frío que lo recorre es más profundo que cualquier cosa que pueda sentir sobre su piel. Está quieto, como una estatua rota, con la mirada perdida en el rojo que tiñe el suelo y sus dedos. Las voces lo observan desde las sombras de su mente, satisfechas, burlonas. «¿Lo ves? Siempre fuiste esto. Una herramienta para el caos.» Sus labios tiemblan, y por un instante la sonrisa torcida que lleva marcada en el rostro amenaza con desaparecer. Pero no lo hace. Se queda ahí, congelada como una máscara, una burla de sí mismo. El cuchillo aún está en su mano, pesado y caliente. Lo siente vibrar con la memoria de lo que ha hecho. Pero no mira a la víctima. No todavía. Da un paso hacia atrás. El eco de su bota resonando en el suelo le parece ajeno, como si el sonido viniera de otra persona, de otro lugar. Algo le oprime el pecho, y el aire se le escapa en respiraciones entrecortadas. Las voces no lo dejan solo. «No te detengas ahora. Es lo único que haces bien. Sigue adelante.» Pero no se mueve. Algo más lo detiene, algo que las voces intentan sofocar, pero que lucha por abrirse paso entre el ruido. —No quería… —Murmura, su voz apenas un hilo. Las palabras no significan nada para las sombras en su cabeza. Ellas ríen. «¿No querías? ¿Y qué importa eso? Lo hiciste. Las manos están manchadas, y no hay agua suficiente para limpiarlas. Mírate. Míralo. Esto es lo que eres.» Cierra los ojos con fuerza, tratando de bloquearlas, pero solo las siente más cerca, susurrando directamente en su oído. Su corazón late con fuerza, un tambor descontrolado que amenaza con romperse. Finalmente, abre los ojos. La máscara de la sonrisa cae, y en su lugar queda un rostro vacío, quebrado. Mira al suelo, al cuerpo frente a él. La sangre se extiende como un lago oscuro, reflejando fragmentos distorsionados de la luz tenue. Su pecho se hunde al verlo. El peso de lo que ha hecho lo golpea como una tormenta, y todo su ser se tambalea bajo el impacto. El cuchillo resbala de sus dedos y cae con un ruido seco, pero él no se mueve para recogerlo. No puede. Las voces se callan, por un momento. El silencio es peor. Cae de rodillas, sus manos temblorosas presionan contra el suelo, dejando marcas de sangre en cada movimiento. Siente el calor espeso del líquido, pero no puede apartarse. Su mente está atrapada en el caos de lo que ha hecho, en la mirada vacía de quien yace frente a él. No hay súplica, no hay juicio. Solo silencio. —No… No, no, no… —Repite, como si pudiera negar la realidad con esas palabras. Su cuerpo tiembla, y su respiración se quiebra, convirtiéndose en un sollozo áspero. Las lágrimas comienzan a mezclarse con el sudor que le corre por la frente. Cierra los ojos de nuevo, pero la imagen está grabada en su mente. No puede escapar. Por un momento, piensa en rendirse. En quedarse ahí, dejar que el frío lo consuma, dejar que las voces lo arrastren por completo. Con un esfuerzo titánico, se obliga a levantarse. Sus piernas tambalean, y casi cae de nuevo, pero aprieta los puños con fuerza, ignorando el dolor, ignorando el peso insoportable de la culpa acumulada por años. Se obliga a dar un paso hacia atrás, alejándose del charco, de la sangre, del cuerpo. No hay redención para él. Lo sabe. Pero si sigue cayendo, si sigue escuchando las voces, se convertirá por completo en lo que más teme ser. Mira sus manos ensangrentadas una última vez antes de limpiarlas torpemente contra su ropa. La mancha no desaparece, pero no importa. Ya no hay nada que pueda limpiar. Sale del lugar sin mirar atrás, cada paso más pesado que el anterior. Las voces comienzan a murmurar otra vez, pero esta vez no responden carcajadas. Ahora lo observan, silenciosas, mientras él camina con la carga de su humanidad hecha pedazos. No sabe a dónde va, ni si tiene un lugar al que pueda pertenecer. Solo sabe que no puede detenerse. Si lo hace, las sombras ganarán. Y aunque ya haya perdido casi todo, se niega a perder lo poco que le queda. [ Pt 1 → https://ficrol.com/posts/216306 ← ]
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  • ¿Mi apariencia te atemoriza? No te confundas, pequeña criatura, miedo debería darte el corazón de los hombres, criaturas emocionales en demasía, seres que son capaces de apuñalar a un padre, a una madre o incluso a un hermano por un puñado de monedas. La oscuridad de la humanidad debería darte temor, no los alquimistas. ~

    — Los largos cabellos que se movían a trompicones por la brisa, la profunda mirada serpentina con esas pupilas amarillas juzgando con atisbos claros de autoridad, el ceño fruncido cual señor de la guerra frente a sus tropas; todo en Alex era ominoso cuando no se encontraba reposando de sus actividades como Alquimista. El guerrero poseía un porte único junto a una postura de batalla como reflejo natural; su silueta atlética y desproporcionadamente musculosa —Producto de haber sido sometido a incontables experimentos mutágenos y mágicos en su infancia — le otorgaba un aspecto que rozaba lo monstruoso y a la vez lo divino. El susodicho era una máquina de matar y al mismo tiempo un científico, una poderosa combinación de diferentes artes y especialidades dentro de un mismo ser.

    Con su aura amenazante por naturaleza, el mutante se quedó observando a la espera de escuchar a la persona frente a él, no sin antes aclarar algunas cuestiones.-

    Solo para recordarlo, mis servicios no son baratos, así que dime, ¿para qué buscas a un alquimista como yo? ~
    ¿Mi apariencia te atemoriza? No te confundas, pequeña criatura, miedo debería darte el corazón de los hombres, criaturas emocionales en demasía, seres que son capaces de apuñalar a un padre, a una madre o incluso a un hermano por un puñado de monedas. La oscuridad de la humanidad debería darte temor, no los alquimistas. ~ — Los largos cabellos que se movían a trompicones por la brisa, la profunda mirada serpentina con esas pupilas amarillas juzgando con atisbos claros de autoridad, el ceño fruncido cual señor de la guerra frente a sus tropas; todo en Alex era ominoso cuando no se encontraba reposando de sus actividades como Alquimista. El guerrero poseía un porte único junto a una postura de batalla como reflejo natural; su silueta atlética y desproporcionadamente musculosa —Producto de haber sido sometido a incontables experimentos mutágenos y mágicos en su infancia — le otorgaba un aspecto que rozaba lo monstruoso y a la vez lo divino. El susodicho era una máquina de matar y al mismo tiempo un científico, una poderosa combinación de diferentes artes y especialidades dentro de un mismo ser. Con su aura amenazante por naturaleza, el mutante se quedó observando a la espera de escuchar a la persona frente a él, no sin antes aclarar algunas cuestiones.- Solo para recordarlo, mis servicios no son baratos, así que dime, ¿para qué buscas a un alquimista como yo? ~
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  • ʿ𝅄❀؏°.  𝗚𝖺𝖻𝗋𝗂𝖾𝗅  ૮ ˕ʿ⊹࠭


    " Castiga a los traidores y de fé falsa, pues no son útiles ante la presencia del Dios omnipotente. "

    - Hace poco estuvo frente un hombre, cuya vida tenía un buen plan de Dios, sin embargo, éste no lo creyó posible y dudó en pasar las pruebas que sobre él caerían, negándose al plan celestial. Por lo tanto, fue castigado con la falta de visión, ya que no tuvo creencia en las palabras del señor. Gabriel al ser el ángel de las revelaciones y portador de la voluntad de Dios, sintió en carne propia el sentimiento de horror y desesperación del hombre al quedarse ciego repentinamente, más no tuvo expresión de arrepentimiento. Gabriel fue maldecido por el hombre al haberlo castigado, por lo tanto, le otorgó vida corta y desdichada y luego desapareció.

    Los humanos que creían que su vida era de ellos, eran los más débiles, ya que se dejaban consumir por sus emociones y ambiciones, sin prestarle atención a su destino luego de la muerte.

    Era un poco lamentable como la humanidad abandonaba a los humanos poco a poco. -

    #angel #oc
    ʿ𝅄❀؏°.  𝗚𝖺𝖻𝗋𝗂𝖾𝗅  ૮ ˕ʿ⊹࠭ " Castiga a los traidores y de fé falsa, pues no son útiles ante la presencia del Dios omnipotente. " - Hace poco estuvo frente un hombre, cuya vida tenía un buen plan de Dios, sin embargo, éste no lo creyó posible y dudó en pasar las pruebas que sobre él caerían, negándose al plan celestial. Por lo tanto, fue castigado con la falta de visión, ya que no tuvo creencia en las palabras del señor. Gabriel al ser el ángel de las revelaciones y portador de la voluntad de Dios, sintió en carne propia el sentimiento de horror y desesperación del hombre al quedarse ciego repentinamente, más no tuvo expresión de arrepentimiento. Gabriel fue maldecido por el hombre al haberlo castigado, por lo tanto, le otorgó vida corta y desdichada y luego desapareció. Los humanos que creían que su vida era de ellos, eran los más débiles, ya que se dejaban consumir por sus emociones y ambiciones, sin prestarle atención a su destino luego de la muerte. Era un poco lamentable como la humanidad abandonaba a los humanos poco a poco. - #angel #oc
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  • Quien soy yo si no un simple siervo de los deseos de mi Padre, Una herramienta creada para gobernar y dirigir tropas hacia el mañana perfecto para la Humanidad ¿Estoy simplemente limitado a ser eso? ¿Por que es tan complicado tomar una decisión mas allá de la impuesta por El Emperador? Es mas que eso, Mi vida por la Humanidad, mi alma por conseguir ese futuro prospero que necesitamos, si mi sangre tiene que ser el agua de la vida y mi carne los cimientos de dicho mañana, que así sea, Amo a la humanidad y al igual que mi Padre lo daré todo por ella.
    Quien soy yo si no un simple siervo de los deseos de mi Padre, Una herramienta creada para gobernar y dirigir tropas hacia el mañana perfecto para la Humanidad ¿Estoy simplemente limitado a ser eso? ¿Por que es tan complicado tomar una decisión mas allá de la impuesta por El Emperador? Es mas que eso, Mi vida por la Humanidad, mi alma por conseguir ese futuro prospero que necesitamos, si mi sangre tiene que ser el agua de la vida y mi carne los cimientos de dicho mañana, que así sea, Amo a la humanidad y al igual que mi Padre lo daré todo por ella.
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  • ¿Por qué sigo vivo Padre? ¿Qué más esperas de mi? LES DI CADA PEDAZO DE MI A TI, A ELLOS, LES ENTREGUE TODO Y MIRA LO QUE HAN HECHO. Este horrendo cadáver hinchado, podrido y en decadencia no es guiado por la razón y la esperanza, es guiado por el horror, el odio y la ignorancia. Deberíamos haber ardido en las llamas de la ambición de Horus antes que vivir para ver esto.

    -Guilliman tomo asiento en su trono de mármol blanco mientras pensaba en sus palabras las cuales no eran más que un cascarón vacío ya que, el no podía creerlas, el sabe que tiene la llama de la esperanza ardiendo a pesar de la adversidad. El hijo más leal del maestro de la humanidad, la herramienta perfecta para repartir dicha llama por el Imperio y devolverle así la gloria que su Padre se encargo de encender en algún momento.-
    ¿Por qué sigo vivo Padre? ¿Qué más esperas de mi? LES DI CADA PEDAZO DE MI A TI, A ELLOS, LES ENTREGUE TODO Y MIRA LO QUE HAN HECHO. Este horrendo cadáver hinchado, podrido y en decadencia no es guiado por la razón y la esperanza, es guiado por el horror, el odio y la ignorancia. Deberíamos haber ardido en las llamas de la ambición de Horus antes que vivir para ver esto. -Guilliman tomo asiento en su trono de mármol blanco mientras pensaba en sus palabras las cuales no eran más que un cascarón vacío ya que, el no podía creerlas, el sabe que tiene la llama de la esperanza ardiendo a pesar de la adversidad. El hijo más leal del maestro de la humanidad, la herramienta perfecta para repartir dicha llama por el Imperio y devolverle así la gloria que su Padre se encargo de encender en algún momento.-
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  • Las mujeres somos el mal de la humanidad!!!!!!!!!!!
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