• Suspiro molesto consigo mismo.—
    Me había olvidado del Mid Autumn Festival...

    — si no había regresado al templo a ver las ofrendas, lo había olvidado completamente.—

    Tendré que regresar el regalo...
    Suspiro molesto consigo mismo.— Me había olvidado del Mid Autumn Festival... — si no había regresado al templo a ver las ofrendas, lo había olvidado completamente.— Tendré que regresar el regalo...
    Me gusta
    1
    0 turnos 0 maullidos 239 vistas
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    Datos random sobre Gao:
    1- tiene pésima orientación aunque puede volar, a veces vuela o camina sin rumbo que se pierde.

    2- va a aceptar cualquier cosa que le ofrezcas ya sea comida o líquido, al estar acostumbrado a aceptar ofrendas del templo.

    3- aún quiere pelear contra su hermano, para demostrarle que es fuerte. [ También se quiere casar, solo para asegurarse que estarán juntos para siempre.]
    Datos random sobre Gao: 1- tiene pésima orientación 🧭 aunque puede volar, a veces vuela o camina sin rumbo que se pierde. 2- va a aceptar cualquier cosa que le ofrezcas ya sea comida o líquido, al estar acostumbrado a aceptar ofrendas del templo. 3- aún quiere pelear contra su hermano, para demostrarle que es fuerte. [ También se quiere casar, solo para asegurarse que estarán juntos para siempre.]
    Me gusta
    Me encocora
    4
    0 comentarios 0 compartidos 239 vistas
  • Kazuo entrenaba prácticamente a diario. Aunque en teoría no lo necesitaba , a pesar de aue aún no se había recuperado del todo de sus heridas, nunca faltaba a su rutina. Siempre quería superarse, descubrir hasta dónde llegaban sus fuerzas, cuál era su límite. Conocer cada palmo de su cuerpo y entender cómo reaccionaba ante cada movimiento era vital para él. Nunca sabía si su preparación era suficiente hasta que algún contratiempo se interponía en su camino; en esos momentos, el entrenamiento daba sus frutos, permitiendo que su cuerpo se moviera de forma automática.

    Aquella noche, tras uno de los jinja de su templo, llevaba sus fuerzas al límite. Entrenar lo serenaba, despejaba su mente y le permitía aislarse de sus preocupaciones y cargas, al menos por un rato.
    Kazuo entrenaba prácticamente a diario. Aunque en teoría no lo necesitaba , a pesar de aue aún no se había recuperado del todo de sus heridas, nunca faltaba a su rutina. Siempre quería superarse, descubrir hasta dónde llegaban sus fuerzas, cuál era su límite. Conocer cada palmo de su cuerpo y entender cómo reaccionaba ante cada movimiento era vital para él. Nunca sabía si su preparación era suficiente hasta que algún contratiempo se interponía en su camino; en esos momentos, el entrenamiento daba sus frutos, permitiendo que su cuerpo se moviera de forma automática. Aquella noche, tras uno de los jinja de su templo, llevaba sus fuerzas al límite. Entrenar lo serenaba, despejaba su mente y le permitía aislarse de sus preocupaciones y cargas, al menos por un rato.
    Me gusta
    Me encocora
    3
    0 turnos 0 maullidos 487 vistas
  • Cuando la aldea esté en paz, será el día que abandone este templo...
    Cuando la aldea esté en paz, será el día que abandone este templo...
    0 turnos 0 maullidos 248 vistas
  • Ya no llovía, pero seguía sintiendo ese pesar que apagaba su corazón. Se le notaba en el rostro el cansancio de una mala noche de descanso. En un intento de apaciguar su alma, dejó que su cuerpo se dejara llevar por el instinto, permitiendo que su forma semidemoniaca se manifestara. Su melena plateada caía en cascada por sus hombros, sus orejas coronaban su cabeza, sus garras, aparentemente delicadas pero afiladas como navajas, y sus nueve colas oscilaban, símbolo de que sobrepasaba los mil años de edad. En esa forma se sentía más conectado con la naturaleza, dejando que esta le transmitiera la paz que tanto necesitaba. Decidió intentar mantener su mente ocupada, dibujando en tinta una estampa de su propio templo.
    Ya no llovía, pero seguía sintiendo ese pesar que apagaba su corazón. Se le notaba en el rostro el cansancio de una mala noche de descanso. En un intento de apaciguar su alma, dejó que su cuerpo se dejara llevar por el instinto, permitiendo que su forma semidemoniaca se manifestara. Su melena plateada caía en cascada por sus hombros, sus orejas coronaban su cabeza, sus garras, aparentemente delicadas pero afiladas como navajas, y sus nueve colas oscilaban, símbolo de que sobrepasaba los mil años de edad. En esa forma se sentía más conectado con la naturaleza, dejando que esta le transmitiera la paz que tanto necesitaba. Decidió intentar mantener su mente ocupada, dibujando en tinta una estampa de su propio templo.
    Me gusta
    Me entristece
    3
    5 turnos 0 maullidos 463 vistas
  • ㅤㅤ
    — Más bestia que bella. — Con la mano sobre el espejo, se acercó y beso su reflejo dejando la tinta roja como marca de que aquella joven estuvo en el lugar. — Mi templo.—
    ㅤㅤ — Más bestia que bella. — Con la mano sobre el espejo, se acercó y beso su reflejo dejando la tinta roja como marca de que aquella joven estuvo en el lugar. — Mi templo.—
    Me gusta
    Me encocora
    3
    0 turnos 0 maullidos 360 vistas
  • -"Aquel día también estaba lloviendo"- Pensaba Kazuo mientras subía el monte Inari en dirección a su templo. Esa tarde había estado haciendo algunas compras en la ciudad de abajo, sobre todo algunas especias y plantas. A mitad de camino, la lluvia comenzó a caer de forma tímida, aunque, a medida que pasaban los minutos, esta caía con más fuerza. No le molestaba la lluvia en sí, ningún acto de la naturaleza podría importunarlo. Pero la lluvia le hacía sentir un denso pesar. -"Aquel día también estaba lloviendo"-, volvía a recitar en su cabeza, como si fuera un mantra. Aunque pasaran cientos de años, seguiría recordándolo. Jamás olvidaría aquel crepúsculo tintado de sangre, jamás los olvidaría.

    Unas cálidas gotas se deslizaban por sus mejillas, haciendo contraste con las frías que caían de la lluvia sobre estas. -"¿Estaba llorando?"-. El zorro solo se permitía, en su soledad, desmontar su fachada de serenidad perpetua, dejándose arrollar por la culpa y la pena.

    Siempre que llovía, el bosque se entristecía. Se entristecía porque Kazuo lo hacía. El zorro era su guardián, aquel que mantenía el equilibrio entre lo divino y lo mundano, entre lo tangible y lo abstracto, entre el mundo de los vivos y el de los espíritus. Si el zorro lloraba, el bosque lo hacía con él.

    Kazuo apoyaba su diestra en la columna de uno de los Torii que guiaban la ruta, sintiendo sus hombros pesados, cargados por un ente invisible que lo apaleaba sin piedad. Es en esas ocasiones es cuando sentía el cansancio de la inmortalidad, el cansancio de ver morir a los que ama, el cansancio de ver cómo el mundo sigue su camino siendo él un mero espectador.

    Se dejó caer al suelo, apoyando su espalda en la columna de madera del viejo Torii, elevando su rostro para que la lluvia se llevase sus lágrimas y así poder borrar el llanto de sus ojos.

    -"Aquel día también estaba lloviendo."-
    -"Aquel día también estaba lloviendo"- Pensaba Kazuo mientras subía el monte Inari en dirección a su templo. Esa tarde había estado haciendo algunas compras en la ciudad de abajo, sobre todo algunas especias y plantas. A mitad de camino, la lluvia comenzó a caer de forma tímida, aunque, a medida que pasaban los minutos, esta caía con más fuerza. No le molestaba la lluvia en sí, ningún acto de la naturaleza podría importunarlo. Pero la lluvia le hacía sentir un denso pesar. -"Aquel día también estaba lloviendo"-, volvía a recitar en su cabeza, como si fuera un mantra. Aunque pasaran cientos de años, seguiría recordándolo. Jamás olvidaría aquel crepúsculo tintado de sangre, jamás los olvidaría. Unas cálidas gotas se deslizaban por sus mejillas, haciendo contraste con las frías que caían de la lluvia sobre estas. -"¿Estaba llorando?"-. El zorro solo se permitía, en su soledad, desmontar su fachada de serenidad perpetua, dejándose arrollar por la culpa y la pena. Siempre que llovía, el bosque se entristecía. Se entristecía porque Kazuo lo hacía. El zorro era su guardián, aquel que mantenía el equilibrio entre lo divino y lo mundano, entre lo tangible y lo abstracto, entre el mundo de los vivos y el de los espíritus. Si el zorro lloraba, el bosque lo hacía con él. Kazuo apoyaba su diestra en la columna de uno de los Torii que guiaban la ruta, sintiendo sus hombros pesados, cargados por un ente invisible que lo apaleaba sin piedad. Es en esas ocasiones es cuando sentía el cansancio de la inmortalidad, el cansancio de ver morir a los que ama, el cansancio de ver cómo el mundo sigue su camino siendo él un mero espectador. Se dejó caer al suelo, apoyando su espalda en la columna de madera del viejo Torii, elevando su rostro para que la lluvia se llevase sus lágrimas y así poder borrar el llanto de sus ojos. -"Aquel día también estaba lloviendo."-
    Me gusta
    Me shockea
    3
    0 turnos 0 maullidos 482 vistas
  • ●▬▬▬「 𝔗𝔥𝔢 𝔩𝔞𝔰𝔱 𝔅𝔩𝔬𝔬𝔡 」▬▬▬ ●

    ➤𝘾𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧: 1

    La civilización ha avanzado al punto de lograr grandes cosas gracias a su tecnología, sin embargo, existe la creencia de que está tecnología también es usada para el control mundial y beneficiar a aquellos que conforman las Elites mundiales.

    Cerca del año donde el sol aún no se ha movido de su sitio y las estrellas aún no han caído de su lugar, Gazú visito un templo abandonado y siniestro. Observó todo el lugar, recorriendo con la mirada de su único ojo infernal y reptil. Habían ciertas inscripciones talladas en las desgastadas paredes de piedra que simbolizaban la adoración a un Dios máquina.

    Gazú se acercó con cuidado a lo que parecía ser una tumba de piedra muy bien elaborada y embellecida con símbolos ocultistas.

    Se agachó, pues, la tumba se hallaba bajo tierra y solo se podía percibir la entrada en el suelo. Tocó con sus manos las inscripciones y logro comprender de que se trataba.

    La existencia de un Dios máquina...


    #Monorol
    ◢✥Gazú✥◣
    ●▬▬▬「 𝔗𝔥𝔢 𝔩𝔞𝔰𝔱 𝔅𝔩𝔬𝔬𝔡 」▬▬▬ ● ➤𝘾𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧: 1 La civilización ha avanzado al punto de lograr grandes cosas gracias a su tecnología, sin embargo, existe la creencia de que está tecnología también es usada para el control mundial y beneficiar a aquellos que conforman las Elites mundiales. Cerca del año donde el sol aún no se ha movido de su sitio y las estrellas aún no han caído de su lugar, Gazú visito un templo abandonado y siniestro. Observó todo el lugar, recorriendo con la mirada de su único ojo infernal y reptil. Habían ciertas inscripciones talladas en las desgastadas paredes de piedra que simbolizaban la adoración a un Dios máquina. Gazú se acercó con cuidado a lo que parecía ser una tumba de piedra muy bien elaborada y embellecida con símbolos ocultistas. Se agachó, pues, la tumba se hallaba bajo tierra y solo se podía percibir la entrada en el suelo. Tocó con sus manos las inscripciones y logro comprender de que se trataba. La existencia de un Dios máquina... #Monorol ◢✥Gazú✥◣
    Me encocora
    Me gusta
    Me shockea
    6
    0 turnos 0 maullidos 520 vistas
  • Me están comenzó a preocupar ¿Tan malo es eso de los cumpleaños ? ¿Voy a morir verdad?

    -aparte de creer que le están deseando la muerte ya decidió llevar al híbrido a su templo. Eso de copular en el bosque da paso a que todo el mundo vea lo que hace -
    Me están comenzó a preocupar ¿Tan malo es eso de los cumpleaños ? ¿Voy a morir verdad? -aparte de creer que le están deseando la muerte ya decidió llevar al híbrido a su templo. Eso de copular en el bosque da paso a que todo el mundo vea lo que hace -
    Me gusta
    1
    3 turnos 0 maullidos 315 vistas
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    Gao no es inocente, solo desconoce muchas cosas, solo ha vivido dentro de un templo.\\
    Gao no es inocente, solo desconoce muchas cosas, solo ha vivido dentro de un templo.\\
    Me gusta
    1
    0 comentarios 0 compartidos 161 vistas
Ver más resultados
Patrocinados