• Parte 1 ||• Confesión
    Fandom Crossover
    Categoría Fantasía
    Lúthien O Lórien

    No sabía con certeza cuánto tiempo llevaba atrapada entre aquellas cuatro paredes, pues apenas entraba algo de luz más allá de la necesaria para ver a más de tres palmos de distancia gracias a un candelabro .Bajo su luz cálida aunque tenue , que aún pugnaba por mantenerse en pie,la Madre Confesora andaba de un lado a otro de la estancia como un animal enjaulado en busca de cualquier indicio posible de una salida. Si la había, en ese momento fue incapaz de hallarla.
    Días atrás una de las cuadrillas de Rahl había logrado dar con ella además de Chase, Zedd y Brophy.
    No habían sido cuatro, como acostumbraban a ser , si no dos. Dos hombres de marcados rasgos Daharianos que no llevaban más armas que un puñal.
    Ambos habían intercambiado una mirada silente, más propia de un autómata que de una persona de carne y hueso. No hubo forcejeo, ni siquiera combate alguno. Sólo silencio, uno que bien hubiera podido cortarse con el filo de una espada , interrumpido por los aullidos lastimeros de Brophy. A ese silencio se le sumó una espesa neblina de un tono verdoso que reconoció y palabras pronunciadas en un idioma que desconocía.
    Después, todo fue confuso. Chase trató de encararse a aquellos hombres con su hacha, Zedd intentó en vano invocar el fuego de mago, y , en cuanto a ella, su cuerpo se negaba a responder, atrapado en algún tipo de red mágica antes de que el mundo empezara a girar, descontrolado, hasta sumirse en una profunda oscuridad.
    Cuando despertó y empezó a recobrar la conciencia, fue llevada ante su verdugo.
    -¿ Qué es lo que quieres de mí?- Consiguió preguntar finalmente, con una expresión carente de emoción y voz neutra cuando su mirada se topó con los ojos de Rahl el Oscuro.
    - A tí, en todos los sentidos.- Fue la respuesta de su captor mientras con un dedo humedecido se atusaba las pobladas cejas y un gesto que dejaba claro que estaba saboreando cada segundo de aquella pequeña victoria adornaba su rostro impoluto.
    - Me encontrarán. Tienes enemigos muy poderosos, tus días están contados. Tu reinado acabará pronto.
    - Tu Buscador y tu mago están muertos, Confesora. Yo que tú ni lo intentaría.- La voz de Rahl era calma, la clase de calma que siempre precede a la mayor de las tormentas. Dió un paso para quedar frente a ella, haciendo que la larga capa que portaba de un vivo color rojo y ricas sedas se arremolinara alrededor de los tobillos. Era la clase de imagen que aún después de mucho tiempo se te queda grabada en la retina. La imagen de un asesino , se dijo.
    - ¿ Por qué tendría que creer nada de lo que salga por tu boca?- Apuntó, haciendo acopio de un coraje que, por el momento, seguía intacto.
    - Porque ahora mismo sólo quedas tú para defender vuestra causa perdida, y cuando logre mi objetivo necesitaré a la Madre Confesora a mi lado.
    - No seré tu títere.
    - Piensa si de verdad merece la pena arriesgar tanto por algo que estaba destinado a fracasar.- En aquellas palabras Kahlan supo que había mucho más. Con Rahl nunca nada sucedía por casualidad.
    A pesar de no haber coincidido personalmente en un mismo espacio, además de su dominio de la magia del inframundo, la habilidad para las artes del engaño y la manipulación del Oscuro era algo que en la resistencia llevaba un tiempo resonando. Eso era lo más peligroso.
    - ¿ Dónde están?- Si bien en su rostro no se reflejaba nada en absoluto, su mandíbula estaba tensa, rígida.
    - Te creía más inteligente.- Había cierta sorna en la voz de Rahl.- Ya te lo he dicho ; están muertos, ya poco importa lo que haya podido pasarles. Cuanto antes lo aceptes ,más fácil será para tí. Igual que lo fue para ellos y para tu querida hermanita aceptar su destino.- Por segunda vez las palabras de su interlocutor despertaron algo en ella que no le era desconocido, pero que desde edad temprana se había asegurado de mantener a buen recaudo bajo capas y capas de contención, autocontrol y cortesía para que no saliera a flote salvo cuando era estrictamente necesario : rabia, ira, odio y el deseo de acabar de una vez por todas con la causa de aquel horror y sufrimiento.
    Primero habían sido Denee y el resto de confesoras, después el ataque a la Gente Barro que durante un tiempo había sido lo más cercano a un hogar,luego Richard y Zedd....." Sólo recordaré que lo amaba y que nunca pude decírselo",pensó. Todas aquellas perdidas habían sido motivadas y causadas por un único hombre al que había jurado destruir ante el cuerpo malherido de su querida Denee.

    - No caerá esa breva....- Primera Norma de un mago, se recordó. Un pequeño rayo de esperanza alumbraba la inminente bruma que amenazaba con engullirla.
    - ¿ Por qué no me miras a los ojos y lo compruebas tú misma?,¿ Acaso lo sucedido en el Molino de Horner no fue suficiente advertencia?

    Antes de que pudiera reaccionar, antes de que tales emociones rasgaran siquiera la superficie, con un gesto alzando la mano,un soldado con una R grabada en el pecho cerró un collar sencillo , liso y frío al tacto alrededor de su cuello mientras otros dos trataban de sostenerla. El susodicho collar envió una pequeña descarga desde el cuello al resto de cuerpo haciendo que cayera de hinojos.
    - En estos momentos mis hombres podrían estar marchando en dirección a Aydindril. Será cuestión de tiempo que caiga en mis manos, pero todo depende de que tomes la decisión correcta.- Ambos brazos de Rahl reposaban con desesperante tranquilidad cruzados sobre su pecho. El hombretón a su espalda le alzó de las muñecas, y ella se mantuvo lo más erguida posible, los hombros rectos y la cabeza alzada, algo que pareció divertir al Oscuro.- Seré generoso. Voy a darte de plazo hasta el primer día de invierno para que puedas reflexionar. Porque entonces,lo quieras o no, tendrás que colaborar. Prefiero hacerlo en buenos términos.- Tres semanas, ese era todo el tiempo que disponía para poder pensar en una manera de salir con vida de allí ... Y de acabar con él.
    El soldado presionó su espalda con el mango de la daga para que empezara a caminar. Rahl la llamo.- Y no te preocupes, tendrás todas las comodidades a las que una confesora está acostumbrada. No te llevaré a mi alcoba ni te pondré un dedo encima a menos que tú me lo pidas.- No respondió. De tanto apretar los puños los nudillos se habían tornado blanquecinos.- Espero que tu estancia aquí sea placentera, tal vez se prolongue.
    Rahl hizo un gesto con la mano para que la sacaran de la sala de Peticionarios del Palacio del pueblo, y tanto ella como el soldado Dahariano desaparecieron en el complejo laberinto que era el enclave hasta la habitación en la que ahora se hallaba.
    De eso habían pasado cuatro días , o eso había calculado gracias a las idas y venidas de las sirvientas que le traían la bandeja con la comida,pero ella se negaba a probar bocado. Se negaba a aceptar nada que viniera de él.
    La habitación se encontraba en una de las esquinas más alejadas del palacio, sin ventanas, y,para más inri ,dos Mord-sith custodiaban la puerta día y noche, así que debía buscar otros métodos.
    Al cuarto día la oportunidad se le presentó cuando al caer la noche la sirvienta de turno ( que nunca era la misma para que no pudiera establecer ningún vínculo) vino a traerle algo de asado, un pedazo de pan de centeno y agua. El plato, aserradero ligeramente en el borde ,era de un material lo suficiente flexible para ,que al doblarlo, pudiera improvisar un arma lo suficiente filosa para poderla clavar en el cuello del próximo guardia que se cruzara en su camino o al propio Rahl.
    La idea,en su desesperación ,fue tomando forma de tal manera que volcó el asado , se quedó sólo con el plato y poco a poco comenzó a doblarlo hasta crear una especie de hoja, tarea que la mantuvo ocupada durante unas horas en el silencio del zulo, hasta que la puerta se abrió con un chirrido estridente. Por ella apareció una Mord-Sith ataviada con su traje de cuero rojo, lo que hizo que su cuerpo se tensara al saber lo que eso significaba, pero lejos de realizar cualquier movimiento que indicara ataque o amenaza, la mujer se limitó a observar, con la espalda recostada sobre el marco de la puerta, los intimidantes ojos azules fijos en ella.- Lord Rahl os ha hecho llamar.- Anunció con voz fría. A una señal, el hombretón encargado de transladarla hasta allí, la obligó a levantarse. Dió gracias a que había sido lo suficiente rápida como para guardar el arma bajo la almohada de la cama cochambrosa que le había sido asignada.
    Sin intercambiar palabra, los tres se adentraron en el laberinto de habitaciones y salas , y, esta vez, fue escoltada hasta el Jardín de la Vida, donde Rahl aguardaba. No llevaba su habitual traje de terciopelo rojo e hilos dorados, sino una túnica de un impecable tono blanco que resaltaba sus facciones . Una sonrisa ladina adornaba sus labios. Junto a él, de pie y con una expresión que no supo descifrar, se encontraba una mujer cuyos rasgos no se correspondían con los comunes de la Tierra Central, aunque a juzgar por los largos cabellos era más que evidente que se trataba de alguien importante.- Madre Confesora, os presento a la futura Lady Rahl.
    [LuthienOfLorien] No sabía con certeza cuánto tiempo llevaba atrapada entre aquellas cuatro paredes, pues apenas entraba algo de luz más allá de la necesaria para ver a más de tres palmos de distancia gracias a un candelabro .Bajo su luz cálida aunque tenue , que aún pugnaba por mantenerse en pie,la Madre Confesora andaba de un lado a otro de la estancia como un animal enjaulado en busca de cualquier indicio posible de una salida. Si la había, en ese momento fue incapaz de hallarla. Días atrás una de las cuadrillas de Rahl había logrado dar con ella además de Chase, Zedd y Brophy. No habían sido cuatro, como acostumbraban a ser , si no dos. Dos hombres de marcados rasgos Daharianos que no llevaban más armas que un puñal. Ambos habían intercambiado una mirada silente, más propia de un autómata que de una persona de carne y hueso. No hubo forcejeo, ni siquiera combate alguno. Sólo silencio, uno que bien hubiera podido cortarse con el filo de una espada , interrumpido por los aullidos lastimeros de Brophy. A ese silencio se le sumó una espesa neblina de un tono verdoso que reconoció y palabras pronunciadas en un idioma que desconocía. Después, todo fue confuso. Chase trató de encararse a aquellos hombres con su hacha, Zedd intentó en vano invocar el fuego de mago, y , en cuanto a ella, su cuerpo se negaba a responder, atrapado en algún tipo de red mágica antes de que el mundo empezara a girar, descontrolado, hasta sumirse en una profunda oscuridad. Cuando despertó y empezó a recobrar la conciencia, fue llevada ante su verdugo. -¿ Qué es lo que quieres de mí?- Consiguió preguntar finalmente, con una expresión carente de emoción y voz neutra cuando su mirada se topó con los ojos de Rahl el Oscuro. - A tí, en todos los sentidos.- Fue la respuesta de su captor mientras con un dedo humedecido se atusaba las pobladas cejas y un gesto que dejaba claro que estaba saboreando cada segundo de aquella pequeña victoria adornaba su rostro impoluto. - Me encontrarán. Tienes enemigos muy poderosos, tus días están contados. Tu reinado acabará pronto. - Tu Buscador y tu mago están muertos, Confesora. Yo que tú ni lo intentaría.- La voz de Rahl era calma, la clase de calma que siempre precede a la mayor de las tormentas. Dió un paso para quedar frente a ella, haciendo que la larga capa que portaba de un vivo color rojo y ricas sedas se arremolinara alrededor de los tobillos. Era la clase de imagen que aún después de mucho tiempo se te queda grabada en la retina. La imagen de un asesino , se dijo. - ¿ Por qué tendría que creer nada de lo que salga por tu boca?- Apuntó, haciendo acopio de un coraje que, por el momento, seguía intacto. - Porque ahora mismo sólo quedas tú para defender vuestra causa perdida, y cuando logre mi objetivo necesitaré a la Madre Confesora a mi lado. - No seré tu títere. - Piensa si de verdad merece la pena arriesgar tanto por algo que estaba destinado a fracasar.- En aquellas palabras Kahlan supo que había mucho más. Con Rahl nunca nada sucedía por casualidad. A pesar de no haber coincidido personalmente en un mismo espacio, además de su dominio de la magia del inframundo, la habilidad para las artes del engaño y la manipulación del Oscuro era algo que en la resistencia llevaba un tiempo resonando. Eso era lo más peligroso. - ¿ Dónde están?- Si bien en su rostro no se reflejaba nada en absoluto, su mandíbula estaba tensa, rígida. - Te creía más inteligente.- Había cierta sorna en la voz de Rahl.- Ya te lo he dicho ; están muertos, ya poco importa lo que haya podido pasarles. Cuanto antes lo aceptes ,más fácil será para tí. Igual que lo fue para ellos y para tu querida hermanita aceptar su destino.- Por segunda vez las palabras de su interlocutor despertaron algo en ella que no le era desconocido, pero que desde edad temprana se había asegurado de mantener a buen recaudo bajo capas y capas de contención, autocontrol y cortesía para que no saliera a flote salvo cuando era estrictamente necesario : rabia, ira, odio y el deseo de acabar de una vez por todas con la causa de aquel horror y sufrimiento. Primero habían sido Denee y el resto de confesoras, después el ataque a la Gente Barro que durante un tiempo había sido lo más cercano a un hogar,luego Richard y Zedd....." Sólo recordaré que lo amaba y que nunca pude decírselo",pensó. Todas aquellas perdidas habían sido motivadas y causadas por un único hombre al que había jurado destruir ante el cuerpo malherido de su querida Denee. - No caerá esa breva....- Primera Norma de un mago, se recordó. Un pequeño rayo de esperanza alumbraba la inminente bruma que amenazaba con engullirla. - ¿ Por qué no me miras a los ojos y lo compruebas tú misma?,¿ Acaso lo sucedido en el Molino de Horner no fue suficiente advertencia? Antes de que pudiera reaccionar, antes de que tales emociones rasgaran siquiera la superficie, con un gesto alzando la mano,un soldado con una R grabada en el pecho cerró un collar sencillo , liso y frío al tacto alrededor de su cuello mientras otros dos trataban de sostenerla. El susodicho collar envió una pequeña descarga desde el cuello al resto de cuerpo haciendo que cayera de hinojos. - En estos momentos mis hombres podrían estar marchando en dirección a Aydindril. Será cuestión de tiempo que caiga en mis manos, pero todo depende de que tomes la decisión correcta.- Ambos brazos de Rahl reposaban con desesperante tranquilidad cruzados sobre su pecho. El hombretón a su espalda le alzó de las muñecas, y ella se mantuvo lo más erguida posible, los hombros rectos y la cabeza alzada, algo que pareció divertir al Oscuro.- Seré generoso. Voy a darte de plazo hasta el primer día de invierno para que puedas reflexionar. Porque entonces,lo quieras o no, tendrás que colaborar. Prefiero hacerlo en buenos términos.- Tres semanas, ese era todo el tiempo que disponía para poder pensar en una manera de salir con vida de allí ... Y de acabar con él. El soldado presionó su espalda con el mango de la daga para que empezara a caminar. Rahl la llamo.- Y no te preocupes, tendrás todas las comodidades a las que una confesora está acostumbrada. No te llevaré a mi alcoba ni te pondré un dedo encima a menos que tú me lo pidas.- No respondió. De tanto apretar los puños los nudillos se habían tornado blanquecinos.- Espero que tu estancia aquí sea placentera, tal vez se prolongue. Rahl hizo un gesto con la mano para que la sacaran de la sala de Peticionarios del Palacio del pueblo, y tanto ella como el soldado Dahariano desaparecieron en el complejo laberinto que era el enclave hasta la habitación en la que ahora se hallaba. De eso habían pasado cuatro días , o eso había calculado gracias a las idas y venidas de las sirvientas que le traían la bandeja con la comida,pero ella se negaba a probar bocado. Se negaba a aceptar nada que viniera de él. La habitación se encontraba en una de las esquinas más alejadas del palacio, sin ventanas, y,para más inri ,dos Mord-sith custodiaban la puerta día y noche, así que debía buscar otros métodos. Al cuarto día la oportunidad se le presentó cuando al caer la noche la sirvienta de turno ( que nunca era la misma para que no pudiera establecer ningún vínculo) vino a traerle algo de asado, un pedazo de pan de centeno y agua. El plato, aserradero ligeramente en el borde ,era de un material lo suficiente flexible para ,que al doblarlo, pudiera improvisar un arma lo suficiente filosa para poderla clavar en el cuello del próximo guardia que se cruzara en su camino o al propio Rahl. La idea,en su desesperación ,fue tomando forma de tal manera que volcó el asado , se quedó sólo con el plato y poco a poco comenzó a doblarlo hasta crear una especie de hoja, tarea que la mantuvo ocupada durante unas horas en el silencio del zulo, hasta que la puerta se abrió con un chirrido estridente. Por ella apareció una Mord-Sith ataviada con su traje de cuero rojo, lo que hizo que su cuerpo se tensara al saber lo que eso significaba, pero lejos de realizar cualquier movimiento que indicara ataque o amenaza, la mujer se limitó a observar, con la espalda recostada sobre el marco de la puerta, los intimidantes ojos azules fijos en ella.- Lord Rahl os ha hecho llamar.- Anunció con voz fría. A una señal, el hombretón encargado de transladarla hasta allí, la obligó a levantarse. Dió gracias a que había sido lo suficiente rápida como para guardar el arma bajo la almohada de la cama cochambrosa que le había sido asignada. Sin intercambiar palabra, los tres se adentraron en el laberinto de habitaciones y salas , y, esta vez, fue escoltada hasta el Jardín de la Vida, donde Rahl aguardaba. No llevaba su habitual traje de terciopelo rojo e hilos dorados, sino una túnica de un impecable tono blanco que resaltaba sus facciones . Una sonrisa ladina adornaba sus labios. Junto a él, de pie y con una expresión que no supo descifrar, se encontraba una mujer cuyos rasgos no se correspondían con los comunes de la Tierra Central, aunque a juzgar por los largos cabellos era más que evidente que se trataba de alguien importante.- Madre Confesora, os presento a la futura Lady Rahl.
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    — Anda, no seas tímido, siéntate a mi lado... —

    { Lamento la ausencia, espero no se prolongue demasiado y pueda responder lo que debo a la brevedad ♡}
    — Anda, no seas tímido, siéntate a mi lado... — { Lamento la ausencia, espero no se prolongue demasiado y pueda responder lo que debo a la brevedad ♡🌸}
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  • https://youtu.be/qPVJuRzS8UM?si=wy9QM0NIYNKhoJ-Y




    Alastor dio una patada a la puerta del salón del trono dejando que el último guardia callera muerto a sus pies, la espada goteaba sangre y la giro en el aire para envainarla, a su frente estaba la reina Valisa que le miraba de manera altanera.

    —Alastor...tu...eres...eres...un ser despreciable... ¡Traidor!
    La mano de la reina fue hacia la cara de Alastor que estaba rígida, solo tenía una leve sonrisa. Paro la mano sujetando la muñeca que retorció. Arrancando un quejido a la reina.
    —Cuando estabais encamada conmigo, no os parecía tan…despreciable.
    La propino un puñetazo en el estómago y hubo un destello mandando a la noble contra una pared donde quedo encadenada con cadenas negras que atravesaron sus muñecas y tobillos.

    —Vamos a jugar mi señora...—Saco un cuchillo que parecía tener el filo al rojo. —Te voy a proponer algo si me agrada tu respuesta...no pasara nada, si no me agrada…te hare gritar y no de la manera que te gusta...

    Paso el filo cerca del ojo y de la cara no aplicando el hierro, pero si para que notara su calor, si ella se movía involuntariamente, podía incluso perder la vista.

    —Abdica y dame el control del reino. Tus Serafinas están siendo derrotadas, y no creo que te, entusiasme saber lo que harán mis huestes con las que sobrevivan.

    Paso el filo en el escote la armadura se deshacía a medida que pasada el candente hierro y la causaba alguna quemadura que obviamente hacia aposta, ya que su pulso era muy firme. Dejando sus pechos al descubierto.

    —Solo tú puedes detener esta locura—Dijo con un tono de fingida pena. —La reina que las salvo de las huestes del invasor
    —No puedo permitir entregarte este reino sería el caos...

    —Issss, respuesta equivocada. —Puso la hoja ígnea de plano en uno de sus pechos. —Esperaba que fueras más lista...

    Chasqueo los dedos y un orco trajo a una joven serafín apenas una adolescente.

    —Bueno podemos hacerlo a la antigua, la tomo a ella y el trono seria mío por derecho.

    El orco arranco toda la ropa de la serafín y la tiro a los pies de Alastor el cual la puso la bota en la espalda obligándola a estar tumbada.
    —¡Livia! —La soberana forcejeo con las cadenas—Si la tocas un solo pelo...monstruo...

    Alastor se llevó una mano al pecho ofendido.

    —¿Monstruo? Eres tú quien prolonga la guerra y la que hará que su dulce hijita pague las consecuencias.... tu eres el monstruo aquí. No yo...
    ——————————————————————————————————
    Alastor se sentó en el trono unos sirvientes limpiaban la sangre del suelo donde había estado encadenada la reina la princesa estaba en un profundo sueño preservada, por si la necesitaba.
    —Al fin termino el caos comienza la época de paz bajo mi mano.
    https://youtu.be/qPVJuRzS8UM?si=wy9QM0NIYNKhoJ-Y Alastor dio una patada a la puerta del salón del trono dejando que el último guardia callera muerto a sus pies, la espada goteaba sangre y la giro en el aire para envainarla, a su frente estaba la reina Valisa que le miraba de manera altanera. —Alastor...tu...eres...eres...un ser despreciable... ¡Traidor! La mano de la reina fue hacia la cara de Alastor que estaba rígida, solo tenía una leve sonrisa. Paro la mano sujetando la muñeca que retorció. Arrancando un quejido a la reina. —Cuando estabais encamada conmigo, no os parecía tan…despreciable. La propino un puñetazo en el estómago y hubo un destello mandando a la noble contra una pared donde quedo encadenada con cadenas negras que atravesaron sus muñecas y tobillos. —Vamos a jugar mi señora...—Saco un cuchillo que parecía tener el filo al rojo. —Te voy a proponer algo si me agrada tu respuesta...no pasara nada, si no me agrada…te hare gritar y no de la manera que te gusta... Paso el filo cerca del ojo y de la cara no aplicando el hierro, pero si para que notara su calor, si ella se movía involuntariamente, podía incluso perder la vista. —Abdica y dame el control del reino. Tus Serafinas están siendo derrotadas, y no creo que te, entusiasme saber lo que harán mis huestes con las que sobrevivan. Paso el filo en el escote la armadura se deshacía a medida que pasada el candente hierro y la causaba alguna quemadura que obviamente hacia aposta, ya que su pulso era muy firme. Dejando sus pechos al descubierto. —Solo tú puedes detener esta locura—Dijo con un tono de fingida pena. —La reina que las salvo de las huestes del invasor —No puedo permitir entregarte este reino sería el caos... —Issss, respuesta equivocada. —Puso la hoja ígnea de plano en uno de sus pechos. —Esperaba que fueras más lista... Chasqueo los dedos y un orco trajo a una joven serafín apenas una adolescente. —Bueno podemos hacerlo a la antigua, la tomo a ella y el trono seria mío por derecho. El orco arranco toda la ropa de la serafín y la tiro a los pies de Alastor el cual la puso la bota en la espalda obligándola a estar tumbada. —¡Livia! —La soberana forcejeo con las cadenas—Si la tocas un solo pelo...monstruo... Alastor se llevó una mano al pecho ofendido. —¿Monstruo? Eres tú quien prolonga la guerra y la que hará que su dulce hijita pague las consecuencias.... tu eres el monstruo aquí. No yo... —————————————————————————————————— Alastor se sentó en el trono unos sirvientes limpiaban la sangre del suelo donde había estado encadenada la reina la princesa estaba en un profundo sueño preservada, por si la necesitaba. —Al fin termino el caos comienza la época de paz bajo mi mano.
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  • ────𝐘𝐮𝐤𝐢───────────── ✦

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    ⏍ Aᴄʟᴀʀᴀᴄɪᴏɴᴇs: Monorrol

    ────── 𓉳 ──────

    ㅤ —𝑪𝒉𝒐𝒔𝒐... —su voz era un susurro que flotaba en la habitación, cargado de una mezcla de desesperación y ternura—. Dicen que te estás rindiendo, pero yo no lo creo... No quiero creerlo. —Su mano temblorosa se aferraba a la de él, fría y sin respuesta, pero aún llena de un calor invisible que ella se negaba a dejar ir—. Por favor, lucha… —sus ojos comenzaron a nublarse, pero ella parpadeó rápidamente, negándose a dejar caer las lágrimas. No quería sentirse débil, necesitaba ser fuerte—. Sé que quieres luchar, lo sé. No me obligues a decidir dejarte ir... aún te queda tanto por vivir... vivir como un humano… por favor, no te vayas a un lugar donde no pueda seguirte…

    ㅤ El silencio en la habitación del hospital era abrumador, roto solo por el suave pitido del monitor cardíaco que marcaba el pulso lento y constante de Choso, como un reloj que agonizaba en la cuenta regresiva hacia un final inevitable.

    ㅤ El aire estaba impregnado de ese olor aséptico característico, una mezcla de desinfectante y medicamentos, que apenas lograba ocultar la sensación de desesperanza que impregnaba cada rincón.

    ㅤ 𝑼𝒏𝒂 𝒉𝒐𝒓𝒂 𝒂𝒏𝒕𝒆𝒔...

    ㅤ El pasillo del hospital era un túnel sin fin, sus paredes blancas y frías parecían acercarse cada vez más, ahogándola con cada paso.

    ㅤ 𝒀𝒖𝒌𝒊 avanzaba con la cabeza baja, como si el peso de la conversación que acababa de tener la arrastrara hacia el suelo. Recordaba cada palabra del hechicero médico, cada una de ellas como una puñalada lenta y precisa.

    ㅤ —Lamento decirle que, por nuestra parte, está todo hecho, señorita Tsukumo. —La voz del médico había sido profesional, carente de emoción, pero no carente de empatía—. Los daños que sufrió Choso tras el ataque de Sukuna fueron de tal magnitud que su cuerpo es incapaz de recuperarse completamente. Durante todo el tiempo que lleva hospitalizado, podemos decir que su evolución se ha estancado. Eso significa que tan solo estamos prolongando su vida de una forma casi artificial y… quizá debería plantearse que lo mejor para él sería dejarle descansar en paz.

    ㅤ 𝒀𝒖𝒌𝒊 no había dicho nada en ese momento, simplemente asintió. Su garganta estaba cerrada por un nudo de angustia imposible de deshacer, y dentro de ella algo se rompía, se fragmentaba en mil pedazos irreparables.

    ㅤ —No tiene que tomar una decisión hoy, ni mañana… tómese el tiempo que necesite antes de tomar una decisión —añadió el doctor con formalidad—. Lamento no tener mejores noticias, señorita Tsukumo. Espero que tenga un buen día a pesar de las circunstancias.

    ㅤ «Buen día...»

    ㅤ Aquellas palabras resonaban en su cabeza con un tono hueco, casi absurdo en su banalidad. ¿Cómo podía alguien tener un buen día después de escuchar algo así? ¿Cómo podía siquiera pensar en otra cosa que no fuera el rostro de Choso, pálido y quieto, casi irreconocible, consumido por el dolor y el sufrimiento?

    ㅤ «Y en aquel momento sentí cómo todo se rompía dentro de mí. Mi alma, mí corazón, mi esperanza...»

    ㅤ Cada una de esas cosas que la mantenían en pie, que la empujaban hacia adelante, parecían ahora frágiles, como si una ráfaga de viento pudiera desvanecerlas para siempre.

    ㅤ Después de sobrevivir al ataque de Kenjaku, 𝒀𝒖𝒌𝒊 había pasado una larga temporada en el hospital. Había luchado, día tras día, para recuperarse, a pesar de que su cuerpo y su mente estaban al borde de la rendición. Pero entonces recibió la noticia: 𝑪𝒉𝒐𝒔𝒐 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒃𝒂 𝒈𝒓𝒂𝒗𝒆𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒉𝒆𝒓𝒊𝒅𝒐...

    ㅤ Herido de una forma que parecía imposible de sanar, sí, pero aún había vida en él.

    ㅤ La noticia fue un golpe para 𝒀𝒖𝒌𝒊 pero, al mismo tiempo, una fuente de fuerza inagotable.

    ㅤ No estaba dispuesta a quedarse postrada en una cama mientras él la necesitaba.

    ㅤ Contra todo pronóstico, contra las órdenes de los médicos, 𝒀𝒖𝒌𝒊 se levantó y salió del hospital antes de lo previsto. Choso la necesitaba, y eso era lo único que a ella le importaba.

    ㅤ Cuando llegó a su habitación, su corazón se detuvo por un momento. Lo encontró postrado en la cama, su cuerpo inerte y sin vida aparente. Parecía que dormía, pero el sueño en el que estaba sumido no era natural, no era uno del que pudiera despertar por su cuenta. Era un coma profundo, un abismo oscuro del cual no había garantías de retorno.

    ㅤ Su cuerpo estaba cubierto de heridas graves, algunas aún vendadas, otras visibles. Marcas crudas de una batalla que no había terminado para él. Pero mientras su corazón latiera, aunque fuera con la ayuda de máquinas, la esperanza de 𝒀𝒖𝒌𝒊 latiría con él.

    ㅤ Los días pasaban, cada uno más largo que el anterior. Las sombras se alargaban en la habitación, y ella permanecía a su lado, día y noche, esperando y rogando por lo que ya solo parecía un milagro.

    ㅤ Yuji y ella eran todo lo que le quedaba a Choso, y Yuji estaba demasiado ocupado enfrentándose a Sukuna.

    ㅤ Eso dejaba a 𝒀𝒖𝒌𝒊 sola, luchando no solo contra la desesperanza que crecía en su pecho, sino también contra el miedo paralizante de que quizás, tal vez, Choso no volviera a ver la luz de un nuevo día.

    ㅤ Aquella mañana, la noticia que más temía vino de la mano de ese mismo doctor. 𝒀𝒖𝒌𝒊 lo supo en el instante en que vio la expresión en su rostro, una mezcla de compasión y resignación, que hizo que el mundo se detuviera a su alrededor.

    ㅤ Sus palabras, aunque amables, eran un golpe implacable.

    ㅤ «—Quizás debería considerar… dejarlo descansar...»

    ㅤ ¿𝑸ué debería de hacer? La pregunta giraba en su mente como una tormenta, cada posible respuesta más dolorosa que la anterior. ¿𝑬ra egoísta por querer obligar a Choso a luchar un poco más? —se preguntaba—. ¿𝑶 era noble por no rendirse ni dejar que él se rindiera?

    ㅤ Ahora, mientras miraba el rostro pálido de Choso, la respuesta no era más clara que antes. Solo sabía que no estaba lista para decirle adiós para siempre.

    ㅤ —𝑪𝒉𝒐𝒔𝒐… —repitió con su voz en apenas un susurro—, por favor… lucha un poco más...

    ㅤ Las lágrimas, finalmente, rompieron el dique y comenzaron a correr libremente por sus mejillas. El dolor en su pecho era insoportable, como si su corazón se estuviera desgarrando. Y tal vez lo estaba haciendo.

    ㅤ Pero mientras la esperanza latiera en su corazón, aunque solo fuera un débil eco, no podía rendirse. No lo haría. 𝑳ucharía con él y por él hasta el final.

    ㅤ[choso]

    #YukiTsukumo
    ⏍ Fᥲᥒdom #JujutsuKaisen
    #2D #Personajes2D #Comunidad2D
    ────𝐘𝐮𝐤𝐢───────────── ✦ ┊ ┊ ┊ ┊ ┊ ┊ ┊ ┊ ┊ ┊ ˚✩ ⋆。˚ ✩ ┊ ┊ ┊ ✩ ┊ ┊ 🌙⋆ ┊ ⊹ ✧.⋆ ┊ . ˚ ˚✩ ⏍ Aᴄʟᴀʀᴀᴄɪᴏɴᴇs: Monorrol ────── 𓉳 ────── ㅤ —𝑪𝒉𝒐𝒔𝒐... —su voz era un susurro que flotaba en la habitación, cargado de una mezcla de desesperación y ternura—. Dicen que te estás rindiendo, pero yo no lo creo... No quiero creerlo. —Su mano temblorosa se aferraba a la de él, fría y sin respuesta, pero aún llena de un calor invisible que ella se negaba a dejar ir—. Por favor, lucha… —sus ojos comenzaron a nublarse, pero ella parpadeó rápidamente, negándose a dejar caer las lágrimas. No quería sentirse débil, necesitaba ser fuerte—. Sé que quieres luchar, lo sé. No me obligues a decidir dejarte ir... aún te queda tanto por vivir... vivir como un humano… por favor, no te vayas a un lugar donde no pueda seguirte… ㅤ El silencio en la habitación del hospital era abrumador, roto solo por el suave pitido del monitor cardíaco que marcaba el pulso lento y constante de Choso, como un reloj que agonizaba en la cuenta regresiva hacia un final inevitable. ㅤ El aire estaba impregnado de ese olor aséptico característico, una mezcla de desinfectante y medicamentos, que apenas lograba ocultar la sensación de desesperanza que impregnaba cada rincón. ㅤ 𝑼𝒏𝒂 𝒉𝒐𝒓𝒂 𝒂𝒏𝒕𝒆𝒔... ㅤ El pasillo del hospital era un túnel sin fin, sus paredes blancas y frías parecían acercarse cada vez más, ahogándola con cada paso. ㅤ 𝒀𝒖𝒌𝒊 avanzaba con la cabeza baja, como si el peso de la conversación que acababa de tener la arrastrara hacia el suelo. Recordaba cada palabra del hechicero médico, cada una de ellas como una puñalada lenta y precisa. ㅤ —Lamento decirle que, por nuestra parte, está todo hecho, señorita Tsukumo. —La voz del médico había sido profesional, carente de emoción, pero no carente de empatía—. Los daños que sufrió Choso tras el ataque de Sukuna fueron de tal magnitud que su cuerpo es incapaz de recuperarse completamente. Durante todo el tiempo que lleva hospitalizado, podemos decir que su evolución se ha estancado. Eso significa que tan solo estamos prolongando su vida de una forma casi artificial y… quizá debería plantearse que lo mejor para él sería dejarle descansar en paz. ㅤ 𝒀𝒖𝒌𝒊 no había dicho nada en ese momento, simplemente asintió. Su garganta estaba cerrada por un nudo de angustia imposible de deshacer, y dentro de ella algo se rompía, se fragmentaba en mil pedazos irreparables. ㅤ —No tiene que tomar una decisión hoy, ni mañana… tómese el tiempo que necesite antes de tomar una decisión —añadió el doctor con formalidad—. Lamento no tener mejores noticias, señorita Tsukumo. Espero que tenga un buen día a pesar de las circunstancias. ㅤ «Buen día...» ㅤ Aquellas palabras resonaban en su cabeza con un tono hueco, casi absurdo en su banalidad. ¿Cómo podía alguien tener un buen día después de escuchar algo así? ¿Cómo podía siquiera pensar en otra cosa que no fuera el rostro de Choso, pálido y quieto, casi irreconocible, consumido por el dolor y el sufrimiento? ㅤ «Y en aquel momento sentí cómo todo se rompía dentro de mí. Mi alma, mí corazón, mi esperanza...» ㅤ Cada una de esas cosas que la mantenían en pie, que la empujaban hacia adelante, parecían ahora frágiles, como si una ráfaga de viento pudiera desvanecerlas para siempre. ㅤ Después de sobrevivir al ataque de Kenjaku, 𝒀𝒖𝒌𝒊 había pasado una larga temporada en el hospital. Había luchado, día tras día, para recuperarse, a pesar de que su cuerpo y su mente estaban al borde de la rendición. Pero entonces recibió la noticia: 𝑪𝒉𝒐𝒔𝒐 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒃𝒂 𝒈𝒓𝒂𝒗𝒆𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒉𝒆𝒓𝒊𝒅𝒐... ㅤ Herido de una forma que parecía imposible de sanar, sí, pero aún había vida en él. ㅤ La noticia fue un golpe para 𝒀𝒖𝒌𝒊 pero, al mismo tiempo, una fuente de fuerza inagotable. ㅤ No estaba dispuesta a quedarse postrada en una cama mientras él la necesitaba. ㅤ Contra todo pronóstico, contra las órdenes de los médicos, 𝒀𝒖𝒌𝒊 se levantó y salió del hospital antes de lo previsto. Choso la necesitaba, y eso era lo único que a ella le importaba. ㅤ Cuando llegó a su habitación, su corazón se detuvo por un momento. Lo encontró postrado en la cama, su cuerpo inerte y sin vida aparente. Parecía que dormía, pero el sueño en el que estaba sumido no era natural, no era uno del que pudiera despertar por su cuenta. Era un coma profundo, un abismo oscuro del cual no había garantías de retorno. ㅤ Su cuerpo estaba cubierto de heridas graves, algunas aún vendadas, otras visibles. Marcas crudas de una batalla que no había terminado para él. Pero mientras su corazón latiera, aunque fuera con la ayuda de máquinas, la esperanza de 𝒀𝒖𝒌𝒊 latiría con él. ㅤ Los días pasaban, cada uno más largo que el anterior. Las sombras se alargaban en la habitación, y ella permanecía a su lado, día y noche, esperando y rogando por lo que ya solo parecía un milagro. ㅤ Yuji y ella eran todo lo que le quedaba a Choso, y Yuji estaba demasiado ocupado enfrentándose a Sukuna. ㅤ Eso dejaba a 𝒀𝒖𝒌𝒊 sola, luchando no solo contra la desesperanza que crecía en su pecho, sino también contra el miedo paralizante de que quizás, tal vez, Choso no volviera a ver la luz de un nuevo día. ㅤ Aquella mañana, la noticia que más temía vino de la mano de ese mismo doctor. 𝒀𝒖𝒌𝒊 lo supo en el instante en que vio la expresión en su rostro, una mezcla de compasión y resignación, que hizo que el mundo se detuviera a su alrededor. ㅤ Sus palabras, aunque amables, eran un golpe implacable. ㅤ «—Quizás debería considerar… dejarlo descansar...» ㅤ ¿𝑸ué debería de hacer? La pregunta giraba en su mente como una tormenta, cada posible respuesta más dolorosa que la anterior. ¿𝑬ra egoísta por querer obligar a Choso a luchar un poco más? —se preguntaba—. ¿𝑶 era noble por no rendirse ni dejar que él se rindiera? ㅤ Ahora, mientras miraba el rostro pálido de Choso, la respuesta no era más clara que antes. Solo sabía que no estaba lista para decirle adiós para siempre. ㅤ —𝑪𝒉𝒐𝒔𝒐… —repitió con su voz en apenas un susurro—, por favor… lucha un poco más... ㅤ Las lágrimas, finalmente, rompieron el dique y comenzaron a correr libremente por sus mejillas. El dolor en su pecho era insoportable, como si su corazón se estuviera desgarrando. Y tal vez lo estaba haciendo. ㅤ Pero mientras la esperanza latiera en su corazón, aunque solo fuera un débil eco, no podía rendirse. No lo haría. 𝑳ucharía con él y por él hasta el final. ㅤ ㅤ[choso] ⏍ #YukiTsukumo ⏍ Fᥲᥒdom #JujutsuKaisen ⏍ #2D #Personajes2D #Comunidad2D
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  • [ 𝗣𝗢𝗦𝗧 - 𝗗𝗔𝗬 - 𝗕𝗟𝗢𝗢𝗗 ]
    #Seth#Boy#RolOn

    - Salió a un parque público dónde estaba invadido de humanos. Se sentó en una banca que estaba cerca de un árbol que hacía poca sombra, bajo el sol, sabía que no le haría daño al ser un vampiro desde el nacimiento. -

    « Últimamente es difícil conseguir buenos suministros de sangre, no todas saben bien, así que debo ser selectivo, pero eso sólo desvía las posibilidades de obtener por cantidades. ¿Quizás debería capturar a un humano? Aunque, sería mucho problema, probablemente termine muerto en mis manos... »
    [ 𝗣𝗢𝗦𝗧 - 𝗗𝗔𝗬 - 𝗕𝗟𝗢𝗢𝗗 ] • #Seth • #Boy • #RolOn - Salió a un parque público dónde estaba invadido de humanos. Se sentó en una banca que estaba cerca de un árbol que hacía poca sombra, bajo el sol, sabía que no le haría daño al ser un vampiro desde el nacimiento. - « Últimamente es difícil conseguir buenos suministros de sangre, no todas saben bien, así que debo ser selectivo, pero eso sólo desvía las posibilidades de obtener por cantidades. ¿Quizás debería capturar a un humano? Aunque, sería mucho problema, probablemente termine muerto en mis manos... »
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  • No temáis pues éstas no son más que heridas pasajeras, un pequeño precio por un bien mayor... Uno que se prolongará en el tiempo hasta cuando éstas cicatrices se pierdan en el olvido y otras hayan tomado su lugar... El camino que yo elegí es así mismo, un océano de de sangre y dolor iluminado por un cielo de esperanza y felicidad. #AshrahMortalKombat
    No temáis pues éstas no son más que heridas pasajeras, un pequeño precio por un bien mayor... Uno que se prolongará en el tiempo hasta cuando éstas cicatrices se pierdan en el olvido y otras hayan tomado su lugar... El camino que yo elegí es así mismo, un océano de de sangre y dolor iluminado por un cielo de esperanza y felicidad. #AshrahMortalKombat
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  • #FicRolTips
    Comentario para nuevos FicRolers:
    Recordad que en FicRol los Maullidos (publicaciones RolON) o Compartir (publicaciones RolOFF) NO FUNCIONAN del mismo modo que lo hacen los RT de X (la antigua Twitter).

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    ¡Muchas gracias!

    #RolSage3D #AyudaRolSage #AyudaNuevosUsuarios
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  • Dinámica de sombra
    Fandom Kuroshitsuji/Black Butler
    Categoría Anime / Mangas
    Como si el clima estuviera coludido con su estado de ánimo, el cielo se veía despejado y soplaba un viento cálido. Incluso el aroma de las flores se colaba a través de las ventanas entreabiertas de la biblioteca. Junior lanzó una mirada contemplativa, imaginándose saliendo a disfrutar del día, sentado bajo un árbol y leyendo un libro de ficción, para variar un poco de su lectura netamente académica. Sin embargo, eso podría hacerlo más tarde, cuando su lección finalizara.
    Junior no podía evitar sentirse contento, y eso empezaba a ser un problema, ya que le resultaba difícil ocultarlo. Movía las piernas infantilmente en su asiento y, de vez en cuando, se le formaba una pequeña sonrisa en los labios. La alegría que sentía estaba justificada: hoy era uno de esos días en los que el conde Phantomhive estaba presente y había decidido darle una lección personalmente. Junior lo valoraba mucho. A pesar de su ocupada agenda, el conde encontraba tiempo para dedicárselo a él en una lección que cualquier otro profesor contratado podría darle, aunque tarde o temprano tendría que revelarle que esas lecciones ya no eran suficientes. Hacía tiempo que había superado ese nivel y había estado instruyéndose por su cuenta con los libros de la biblioteca. Pero pronto estos tampoco serían suficientes.
    Sin embargo, Junior deseaba prolongar estas lecciones personales. Disfrutaba sentándose a escuchar al conde, su experiencia en la administración de empresas y las tierras de la finca donde vivían eran fascinantes; su concentración fue tal que incluso el té se le había enfriado.
    No obstante, se permitió distraerse un poco, la voz de fondo lo relajaba, y lo hacia pensar en lo considerado que era. Si no fuera por él, Junior estaría desperdiciando su intelecto en algún pueblo del norte, de donde provenía su familia, mientras que su primo, quien servía a la reina en Buckingham, no podía hacerse cargo de él. Distrayéndose aún más, se encontró pensando en su primo y en cuándo vendría a visitarlo. Era su única familia cercana en Londres, y de vez en cuando se sentía solo.
    Como si el clima estuviera coludido con su estado de ánimo, el cielo se veía despejado y soplaba un viento cálido. Incluso el aroma de las flores se colaba a través de las ventanas entreabiertas de la biblioteca. Junior lanzó una mirada contemplativa, imaginándose saliendo a disfrutar del día, sentado bajo un árbol y leyendo un libro de ficción, para variar un poco de su lectura netamente académica. Sin embargo, eso podría hacerlo más tarde, cuando su lección finalizara. Junior no podía evitar sentirse contento, y eso empezaba a ser un problema, ya que le resultaba difícil ocultarlo. Movía las piernas infantilmente en su asiento y, de vez en cuando, se le formaba una pequeña sonrisa en los labios. La alegría que sentía estaba justificada: hoy era uno de esos días en los que el conde Phantomhive estaba presente y había decidido darle una lección personalmente. Junior lo valoraba mucho. A pesar de su ocupada agenda, el conde encontraba tiempo para dedicárselo a él en una lección que cualquier otro profesor contratado podría darle, aunque tarde o temprano tendría que revelarle que esas lecciones ya no eran suficientes. Hacía tiempo que había superado ese nivel y había estado instruyéndose por su cuenta con los libros de la biblioteca. Pero pronto estos tampoco serían suficientes. Sin embargo, Junior deseaba prolongar estas lecciones personales. Disfrutaba sentándose a escuchar al conde, su experiencia en la administración de empresas y las tierras de la finca donde vivían eran fascinantes; su concentración fue tal que incluso el té se le había enfriado. No obstante, se permitió distraerse un poco, la voz de fondo lo relajaba, y lo hacia pensar en lo considerado que era. Si no fuera por él, Junior estaría desperdiciando su intelecto en algún pueblo del norte, de donde provenía su familia, mientras que su primo, quien servía a la reina en Buckingham, no podía hacerse cargo de él. Distrayéndose aún más, se encontró pensando en su primo y en cuándo vendría a visitarlo. Era su única familia cercana en Londres, y de vez en cuando se sentía solo.
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  • Álex apareció en pantalla, caminando lentamente a lo largo de una playa desierta al atardecer. El sonido de las olas y el canto de las gaviotas se mezclaban con su voz tranquila y evocadora.

    — Hola a todos, exploradores del misterio. Hoy, dejamos atrás el asfalto y las luces de la ciudad para sumergirnos en las profundidades del océano, donde se ocultan secretos inimaginables. Bienvenidos a otro capítulo de nuestro viaje por el mundo de la Fundación SCP — dijo, deteniéndose y mirando al horizonte.

    — En el fondo del Golfo de Bengala, yace una criatura tan inmensa y antigua que desafía nuestra comprensión: SCP-3000. — Álex hizo una pausa, dejando que el peso de sus palabras cayera sobre sus oyentes. — Imaginemos una serpiente marina, pero no cualquier serpiente. SCP-3000 mide entre 600 y 900 kilómetros. Sí, kilómetros. Su mera existencia plantea más preguntas que respuestas. —

    Álex comenzó a caminar de nuevo, su tono se volvía más grave.

    — No es solo su tamaño lo que la hace especial. SCP-3000 es un enigma viviente. Las personas que se acercan a ella experimentan pérdida de memoria, confusión extrema e incluso psicosis. Esta criatura secreta una sustancia llamada Y-909 cuando se alimenta, una sustancia con propiedades amnésticas que la Fundación utiliza para borrar recuerdos. Pero, como siempre, estos descubrimientos vienen con un precio. —

    Se detuvo frente a un modelo a escala de SCP-3000, iluminado dramáticamente.

    — En un incidente particularmente perturbador, conocido como 3000-A, un equipo de la Fundación que exploraba las profundidades cercanas a SCP-3000 sufrió alucinaciones y pérdidas de identidad. Varios miembros del equipo desaparecieron. Esto nos muestra que SCP-3000 no solo afecta el cuerpo, sino también la mente, en formas que apenas comenzamos a comprender. —

    Álex se volvió hacia la cámara, su expresión más seria.

    — Este incidente nos obliga a considerar el poder y el peligro de SCP-3000. Imaginemos por un momento que pudiéramos controlar y utilizar la sustancia Y-909 de manera segura. Podríamos tratar trastornos de la memoria y enfermedades mentales de formas que nunca habíamos soñado. Pero con este potencial viene una responsabilidad inmensa. —

    Caminando hacia una pantalla que mostraba gráficos y datos, Álex continuó.

    — ¿Cómo podríamos garantizar que SCP-3000 y Y-909 se usen de manera segura y ética? Esta es una pregunta que la Fundación SCP debe enfrentar a diario. La capacidad de borrar recuerdos podría revolucionar la medicina, pero también podría ser peligrosa si se utiliza incorrectamente. —

    Álex se detuvo nuevamente, esta vez en un lugar iluminado con una luz cálida y tranquilizadora.

    — La historia de SCP-3000 es una de misterio y peligro. Según los registros de la Fundación, esta criatura ha existido desde tiempos inmemoriales, escondida en las oscuras profundidades del océano. Su naturaleza es casi incomprensible, un ser antiguo que ha visto el nacimiento y la caída de civilizaciones enteras. La Fundación la descubrió por primera vez durante una misión de exploración en el Golfo de Bengala, y desde entonces ha sido objeto de estudio y contención constantes. —

    Álex mostró imágenes de archivos antiguos, documentos con sellos de seguridad y fotos borrosas de la enorme serpiente marina.

    — Las primeras interacciones con SCP-3000 fueron desastrosas. Los buzos y científicos que se acercaron demasiado sufrieron severos trastornos mentales. Algunos nunca volvieron a ser los mismos. Los efectos de SCP-3000 en la mente humana son profundos y devastadores. Aquellos que miran directamente a sus ojos experimentan una sensación de vacío absoluto, perdiendo toda conexión con su identidad y recuerdos. Es como si SCP-3000 absorbiera sus almas. —

    La cámara se movió para mostrar un tanque de agua con una muestra de la sustancia Y-909, un líquido oscuro y viscoso.

    — La sustancia Y-909, extraída de SCP-3000, es uno de los descubrimientos más inquietantes de la Fundación. Esta sustancia tiene la capacidad de borrar recuerdos de manera precisa y efectiva. Se ha utilizado en innumerables ocasiones para mantener el secreto y la seguridad, pero su uso no está exento de controversias. ¿Es ético borrar los recuerdos de alguien sin su consentimiento? ¿Qué riesgos conlleva jugar con la mente humana de esta manera? —

    Álex caminó hacia un panel de control, donde se mostraban gráficos y datos sobre los efectos de Y-909.

    — La Fundación ha desarrollado protocolos estrictos para el uso de Y-909, pero siempre existe el riesgo de abuso. Además, la exposición prolongada a la sustancia puede tener efectos secundarios graves, incluyendo la pérdida permanente de identidad y la psicosis. Estamos lidiando con un poder increíble, y debemos ser extremadamente cuidadosos en su manejo. —

    Álex se detuvo frente a una ventana que daba al océano, su expresión se suavizó.

    — A pesar de los peligros, SCP-3000 también nos ofrece una oportunidad única para aprender. Nos recuerda lo poco que sabemos sobre nuestro propio planeta y las criaturas que lo habitan. Nos desafía a expandir nuestro conocimiento y a enfrentar nuestros miedos. Pero sobre todo, nos enseña que el verdadero misterio del océano no está solo en su vastedad, sino en las profundidades ocultas que aún no hemos explorado. —

    Álex sonrió suavemente, mirando hacia el horizonte.

    — Así que, mientras exploramos los misterios y los peligros de SCP-3000, recordemos que nuestro objetivo es siempre proteger y aprender. La Fundación SCP trabaja incansablemente para mantener el equilibrio entre el conocimiento y la seguridad. —

    Con una sonrisa suave, Álex concluyó.

    — Hasta nuestro próximo encuentro, mis valientes exploradores. Manténganse curiosos, pero también cautelosos. Nunca sabemos qué maravillas y peligros nos esperan en las profundidades de lo desconocido. Nos vemos pronto. —

    Álex se despidió con una inclinación de cabeza y se alejó caminando por la playa, mientras la cámara capturaba el cielo pintado de colores por el atardecer.






    Álex apareció en pantalla, caminando lentamente a lo largo de una playa desierta al atardecer. El sonido de las olas y el canto de las gaviotas se mezclaban con su voz tranquila y evocadora. — Hola a todos, exploradores del misterio. Hoy, dejamos atrás el asfalto y las luces de la ciudad para sumergirnos en las profundidades del océano, donde se ocultan secretos inimaginables. Bienvenidos a otro capítulo de nuestro viaje por el mundo de la Fundación SCP — dijo, deteniéndose y mirando al horizonte. — En el fondo del Golfo de Bengala, yace una criatura tan inmensa y antigua que desafía nuestra comprensión: SCP-3000. — Álex hizo una pausa, dejando que el peso de sus palabras cayera sobre sus oyentes. — Imaginemos una serpiente marina, pero no cualquier serpiente. SCP-3000 mide entre 600 y 900 kilómetros. Sí, kilómetros. Su mera existencia plantea más preguntas que respuestas. — Álex comenzó a caminar de nuevo, su tono se volvía más grave. — No es solo su tamaño lo que la hace especial. SCP-3000 es un enigma viviente. Las personas que se acercan a ella experimentan pérdida de memoria, confusión extrema e incluso psicosis. Esta criatura secreta una sustancia llamada Y-909 cuando se alimenta, una sustancia con propiedades amnésticas que la Fundación utiliza para borrar recuerdos. Pero, como siempre, estos descubrimientos vienen con un precio. — Se detuvo frente a un modelo a escala de SCP-3000, iluminado dramáticamente. — En un incidente particularmente perturbador, conocido como 3000-A, un equipo de la Fundación que exploraba las profundidades cercanas a SCP-3000 sufrió alucinaciones y pérdidas de identidad. Varios miembros del equipo desaparecieron. Esto nos muestra que SCP-3000 no solo afecta el cuerpo, sino también la mente, en formas que apenas comenzamos a comprender. — Álex se volvió hacia la cámara, su expresión más seria. — Este incidente nos obliga a considerar el poder y el peligro de SCP-3000. Imaginemos por un momento que pudiéramos controlar y utilizar la sustancia Y-909 de manera segura. Podríamos tratar trastornos de la memoria y enfermedades mentales de formas que nunca habíamos soñado. Pero con este potencial viene una responsabilidad inmensa. — Caminando hacia una pantalla que mostraba gráficos y datos, Álex continuó. — ¿Cómo podríamos garantizar que SCP-3000 y Y-909 se usen de manera segura y ética? Esta es una pregunta que la Fundación SCP debe enfrentar a diario. La capacidad de borrar recuerdos podría revolucionar la medicina, pero también podría ser peligrosa si se utiliza incorrectamente. — Álex se detuvo nuevamente, esta vez en un lugar iluminado con una luz cálida y tranquilizadora. — La historia de SCP-3000 es una de misterio y peligro. Según los registros de la Fundación, esta criatura ha existido desde tiempos inmemoriales, escondida en las oscuras profundidades del océano. Su naturaleza es casi incomprensible, un ser antiguo que ha visto el nacimiento y la caída de civilizaciones enteras. La Fundación la descubrió por primera vez durante una misión de exploración en el Golfo de Bengala, y desde entonces ha sido objeto de estudio y contención constantes. — Álex mostró imágenes de archivos antiguos, documentos con sellos de seguridad y fotos borrosas de la enorme serpiente marina. — Las primeras interacciones con SCP-3000 fueron desastrosas. Los buzos y científicos que se acercaron demasiado sufrieron severos trastornos mentales. Algunos nunca volvieron a ser los mismos. Los efectos de SCP-3000 en la mente humana son profundos y devastadores. Aquellos que miran directamente a sus ojos experimentan una sensación de vacío absoluto, perdiendo toda conexión con su identidad y recuerdos. Es como si SCP-3000 absorbiera sus almas. — La cámara se movió para mostrar un tanque de agua con una muestra de la sustancia Y-909, un líquido oscuro y viscoso. — La sustancia Y-909, extraída de SCP-3000, es uno de los descubrimientos más inquietantes de la Fundación. Esta sustancia tiene la capacidad de borrar recuerdos de manera precisa y efectiva. Se ha utilizado en innumerables ocasiones para mantener el secreto y la seguridad, pero su uso no está exento de controversias. ¿Es ético borrar los recuerdos de alguien sin su consentimiento? ¿Qué riesgos conlleva jugar con la mente humana de esta manera? — Álex caminó hacia un panel de control, donde se mostraban gráficos y datos sobre los efectos de Y-909. — La Fundación ha desarrollado protocolos estrictos para el uso de Y-909, pero siempre existe el riesgo de abuso. Además, la exposición prolongada a la sustancia puede tener efectos secundarios graves, incluyendo la pérdida permanente de identidad y la psicosis. Estamos lidiando con un poder increíble, y debemos ser extremadamente cuidadosos en su manejo. — Álex se detuvo frente a una ventana que daba al océano, su expresión se suavizó. — A pesar de los peligros, SCP-3000 también nos ofrece una oportunidad única para aprender. Nos recuerda lo poco que sabemos sobre nuestro propio planeta y las criaturas que lo habitan. Nos desafía a expandir nuestro conocimiento y a enfrentar nuestros miedos. Pero sobre todo, nos enseña que el verdadero misterio del océano no está solo en su vastedad, sino en las profundidades ocultas que aún no hemos explorado. — Álex sonrió suavemente, mirando hacia el horizonte. — Así que, mientras exploramos los misterios y los peligros de SCP-3000, recordemos que nuestro objetivo es siempre proteger y aprender. La Fundación SCP trabaja incansablemente para mantener el equilibrio entre el conocimiento y la seguridad. — Con una sonrisa suave, Álex concluyó. — Hasta nuestro próximo encuentro, mis valientes exploradores. Manténganse curiosos, pero también cautelosos. Nunca sabemos qué maravillas y peligros nos esperan en las profundidades de lo desconocido. Nos vemos pronto. — Álex se despidió con una inclinación de cabeza y se alejó caminando por la playa, mientras la cámara capturaba el cielo pintado de colores por el atardecer.
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  • — Recuerdo cuando conoci a Slendy...—


    Entonces empezó a recordar

    Jeff se movía entre los árboles con la agilidad de un depredador, buscando su próxima presa. Había escuchado rumores de una entidad en el bosque, algo que se decía era tan letal como él. La idea de un enfrentamiento le hacía sonreír con su eterna mueca.

    Una noche, bajo la luna llena, mientras acechaba a un grupo de campistas, lo sintió. Una presencia fría y dominante. Jeff se detuvo, su instinto asesino agudizado. De las sombras emergió una figura alta y delgada, sin rostro, con tentáculos que se extendían detrás de él. Slenderman.

    —Así que eres tú...—, murmuró Jeff, sus ojos brillando con una mezcla de desafío y fascinación.

    Sin perder tiempo, Jeff atacó, lanzando uno de sus cuchillos hacia la entidad. Slenderman simplemente desvió el arma con uno de sus tentáculos, sin esfuerzo. Jeff no se dejó intimidar; al contrario, esto solo aumentó su deseo de enfrentarse a esta criatura.

    —Interesante...—, dijo Jeff, con una sonrisa torcida.

    Saltó hacia adelante, sus movimientos rápidos y letales. Pero cada ataque fue bloqueado o evadido por Slenderman. Los tentáculos de Slenderman se movían con una velocidad y precisión inhumanas, golpeando a Jeff repetidamente. La lucha se prolongó, con Jeff dando lo mejor de sí, pero siempre siendo superado.

    Finalmente, Slenderman atrapó a Jeff con sus tentáculos, inmovilizándolo. Jeff, a pesar del dolor, soltó una carcajada.

    —Vas a matarme, ¿no es así?—, dijo, desafiante, mirando a la entidad sin rostro.

    Slenderman permaneció en silencio por un momento, luego lo soltó suavemente al suelo.

    —No—, dijo slenderman —. Eres interesante, Jeff. Tienes un potencial que no se debe desperdiciar.

    Jeff, sorprendido, se levantó lentamente, limpiando la sangre de su boca.

    —¿Qué quieres de mí?—, preguntó, aún desafiante pero con una chispa de curiosidad.

    —Únete a mí—, respondió Slenderman—. Hay otros como tú, seres que el mundo teme y rechaza. Vivimos juntos, en una casa donde podemos ser lo que somos, sin esconder nada.

    Jeff lo miró, considerando la oferta. La idea de un lugar donde podría ser libre de su odio y locura, rodeado de otros como él, era tentadora.

    —Está bien—, dijo finalmente, una sonrisa oscura curvando sus labios—. Muéstrame este lugar.

    Desde entonces, Jeff y Slenderman se volvieron una especie de compañeros de caos, siempre retándose, pero también confiando en la habilidad del otro. Jeff encontró en Slenderman un desafío constante, alguien que lo mantenía al límite, y aunque no lo admitiera abiertamente, disfrutaba de esa relación. Juntos, formaban una dupla temida por cualquiera que se atreviera a cruzarse en su camino.

    Aunque bueno eso antes ....



    actualmente:

    Slenderman, en su habitación oscura y cavernosa, sentía la presencia de Jeff incluso antes de que este se acercara. La constante molestia que representaba Jeff le causaba un estrés interminable, pero de alguna manera, también encontraba la dinámica entretenida. Siempre había algún nuevo truco, alguna nueva travesura que Jeff inventaba para desafiarlo

    —¿Qué es ahora, Jeff?—, preguntó Slenderman con su voz profunda y resonante mientras Jeff se adentraba en la habitación.

    Jeff sonrió, su eterna mueca haciendo que la sonrisa pareciera más siniestra.

    —Oh, nada importante, solo pensé en ver si aún tienes ese toque para esquivar mis cuchillos—, dijo Jeff, sacando un cuchillo y lanzándolo en un movimiento rápido.

    Slenderman desvió el cuchillo con uno de sus tentáculos, sin siquiera moverse de su lugar preguntandole porque siempre era igual

    Jeff soltó una carcajada.

    —Bueno, alguien tiene que mantener las cosas interesantes por aquí—, respondió, su tono lleno de burla.

    Slenderman
    — Recuerdo cuando conoci a Slendy...— Entonces empezó a recordar Jeff se movía entre los árboles con la agilidad de un depredador, buscando su próxima presa. Había escuchado rumores de una entidad en el bosque, algo que se decía era tan letal como él. La idea de un enfrentamiento le hacía sonreír con su eterna mueca. Una noche, bajo la luna llena, mientras acechaba a un grupo de campistas, lo sintió. Una presencia fría y dominante. Jeff se detuvo, su instinto asesino agudizado. De las sombras emergió una figura alta y delgada, sin rostro, con tentáculos que se extendían detrás de él. Slenderman. —Así que eres tú...—, murmuró Jeff, sus ojos brillando con una mezcla de desafío y fascinación. Sin perder tiempo, Jeff atacó, lanzando uno de sus cuchillos hacia la entidad. Slenderman simplemente desvió el arma con uno de sus tentáculos, sin esfuerzo. Jeff no se dejó intimidar; al contrario, esto solo aumentó su deseo de enfrentarse a esta criatura. —Interesante...—, dijo Jeff, con una sonrisa torcida. Saltó hacia adelante, sus movimientos rápidos y letales. Pero cada ataque fue bloqueado o evadido por Slenderman. Los tentáculos de Slenderman se movían con una velocidad y precisión inhumanas, golpeando a Jeff repetidamente. La lucha se prolongó, con Jeff dando lo mejor de sí, pero siempre siendo superado. Finalmente, Slenderman atrapó a Jeff con sus tentáculos, inmovilizándolo. Jeff, a pesar del dolor, soltó una carcajada. —Vas a matarme, ¿no es así?—, dijo, desafiante, mirando a la entidad sin rostro. Slenderman permaneció en silencio por un momento, luego lo soltó suavemente al suelo. —No—, dijo slenderman —. Eres interesante, Jeff. Tienes un potencial que no se debe desperdiciar. Jeff, sorprendido, se levantó lentamente, limpiando la sangre de su boca. —¿Qué quieres de mí?—, preguntó, aún desafiante pero con una chispa de curiosidad. —Únete a mí—, respondió Slenderman—. Hay otros como tú, seres que el mundo teme y rechaza. Vivimos juntos, en una casa donde podemos ser lo que somos, sin esconder nada. Jeff lo miró, considerando la oferta. La idea de un lugar donde podría ser libre de su odio y locura, rodeado de otros como él, era tentadora. —Está bien—, dijo finalmente, una sonrisa oscura curvando sus labios—. Muéstrame este lugar. Desde entonces, Jeff y Slenderman se volvieron una especie de compañeros de caos, siempre retándose, pero también confiando en la habilidad del otro. Jeff encontró en Slenderman un desafío constante, alguien que lo mantenía al límite, y aunque no lo admitiera abiertamente, disfrutaba de esa relación. Juntos, formaban una dupla temida por cualquiera que se atreviera a cruzarse en su camino. Aunque bueno eso antes .... actualmente: Slenderman, en su habitación oscura y cavernosa, sentía la presencia de Jeff incluso antes de que este se acercara. La constante molestia que representaba Jeff le causaba un estrés interminable, pero de alguna manera, también encontraba la dinámica entretenida. Siempre había algún nuevo truco, alguna nueva travesura que Jeff inventaba para desafiarlo —¿Qué es ahora, Jeff?—, preguntó Slenderman con su voz profunda y resonante mientras Jeff se adentraba en la habitación. Jeff sonrió, su eterna mueca haciendo que la sonrisa pareciera más siniestra. —Oh, nada importante, solo pensé en ver si aún tienes ese toque para esquivar mis cuchillos—, dijo Jeff, sacando un cuchillo y lanzándolo en un movimiento rápido. Slenderman desvió el cuchillo con uno de sus tentáculos, sin siquiera moverse de su lugar preguntandole porque siempre era igual Jeff soltó una carcajada. —Bueno, alguien tiene que mantener las cosas interesantes por aquí—, respondió, su tono lleno de burla. [Slender.Man_Cp]
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