• No necesito muchas cosas esta noche, solo un poco de calma… y esta copa.
    No la bebo para olvidar ni para celebrar nada, simplemente me gusta cómo calienta despacio y cómo me acompaña sin hacer preguntas.
    Hay días en los que una conversación sobra y un trago basta. No cambia nada, no arregla nada, pero por algún motivo… me hace bien.
    No necesito muchas cosas esta noche, solo un poco de calma… y esta copa. No la bebo para olvidar ni para celebrar nada, simplemente me gusta cómo calienta despacio y cómo me acompaña sin hacer preguntas. Hay días en los que una conversación sobra y un trago basta. No cambia nada, no arregla nada, pero por algún motivo… me hace bien.
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  • “— Aaay; mañana es mi cumpleaños y como cada puto año no tengo con quien compartirlo… Meh, da igual; es solo un acto estúpido que realizan los humanos.”

    *- Diría estando recostado al borde de un rascacielos. -*

    “— Aunque se ve divertido… Quizás podría celebrarlo con todas las partes de mi mismo… Nah, eso es patético, literalmente voy a estar celebrando mi cumpleaños conmigo mismo, ósea solo… Ay, mejor solo me conformo con cualquier estupidez que me envíe mi hermano como “regalo” y luego me voy a comer unos tacos de gato… Seh…”

    *- La soledad, era básicamente lo único que le quedaba a Zack; o al menos eso es lo que dice el. -*
    “— Aaay; mañana es mi cumpleaños y como cada puto año no tengo con quien compartirlo… Meh, da igual; es solo un acto estúpido que realizan los humanos.” *- Diría estando recostado al borde de un rascacielos. -* “— Aunque se ve divertido… Quizás podría celebrarlo con todas las partes de mi mismo… Nah, eso es patético, literalmente voy a estar celebrando mi cumpleaños conmigo mismo, ósea solo… Ay, mejor solo me conformo con cualquier estupidez que me envíe mi hermano como “regalo” y luego me voy a comer unos tacos de gato… Seh…” *- La soledad, era básicamente lo único que le quedaba a Zack; o al menos eso es lo que dice el. -*
    Me entristece
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  • El frío del suelo se cuela por mi vestido, pero no me importa. Estoy acurrucada, con mis rodillas contra mi pecho, observando el mundo desde mi propio rincón. Mis ojos, grandes y rojos como dos cerezas, captan cada detalle.
    Me gusta el sonido, es un recordatorio de que estoy aquí, de que soy yo. La gargantilla de encaje negro me oprime un poco, pero es parte de mi estilo, parte de quien soy. La tela de mi vestido, oscura y un poco pesada, me envuelve como una segunda piel. No soy de muchas palabras, prefiero observar, analizar. Mi mente siempre está activa, procesando cada matiz de la luz, cada sombra que se proyecta.

    “¿Qυᥱ ɋυιᥱɾᥱs hᥲᥴᥱɾ? ¿Qυιᥱɾᥱs ɋυᥱ tᥱ ᥴυᥱᥒtᥱ υᥒᥲ hιstoɾιᥲ ɋυᥱ hᥱ ιɱᥲɡιᥒᥲᏧo? ¿O ρɾᥱ𝖿ιᥱɾᥱs ɋυᥱ oᑲsᥱɾνᥱɱos ᥱᥣ ɱυᥒᏧo ȷυᥒtos?”
    El frío del suelo se cuela por mi vestido, pero no me importa. Estoy acurrucada, con mis rodillas contra mi pecho, observando el mundo desde mi propio rincón. Mis ojos, grandes y rojos como dos cerezas, captan cada detalle. Me gusta el sonido, es un recordatorio de que estoy aquí, de que soy yo. La gargantilla de encaje negro me oprime un poco, pero es parte de mi estilo, parte de quien soy. La tela de mi vestido, oscura y un poco pesada, me envuelve como una segunda piel. No soy de muchas palabras, prefiero observar, analizar. Mi mente siempre está activa, procesando cada matiz de la luz, cada sombra que se proyecta. “¿Qυᥱ ɋυιᥱɾᥱs hᥲᥴᥱɾ? ¿Qυιᥱɾᥱs ɋυᥱ tᥱ ᥴυᥱᥒtᥱ υᥒᥲ hιstoɾιᥲ ɋυᥱ hᥱ ιɱᥲɡιᥒᥲᏧo? ¿O ρɾᥱ𝖿ιᥱɾᥱs ɋυᥱ oᑲsᥱɾνᥱɱos ᥱᥣ ɱυᥒᏧo ȷυᥒtos?”
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  • 𝐒𝐔 𝐑𝐀𝐙Ó𝐍 - 𝐕𝐈𝐈
    𝐄𝐧 𝐥𝐚 𝐞𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐡é𝐫𝐨𝐞𝐬 𝐲 𝐦𝐨𝐧𝐬𝐭𝐫𝐮𝐨𝐬

    Se dejó caer de espaldas sobre la cama y se pasó una mano por el rostro agotado. La larga llama dorada de la lámpara de aceite en el tocador parpadeó suavemente, ofreciéndole consuelo. La habitación estaba quieta, el pasillo en silencio; la tranquilidad reinaba en la noche. Soltó un suspiro. Eneas por fin había dejado de llorar.

    La maternidad fue una de las peores batallas que jamás enfrentó. Ni siquiera aquellos meses de diversión junto a Anquises, cuando se hacía pasar por princesa o campesina la habían preparado para los cuidados que exigía la vida mortal. Creía haber aprendido lo esencial: la importancia del descanso, las comidas a tiempo y la fragilidad humana. Le habría gustado decir que lo hizo de maravilla, que fue una nodriza ejemplar y que todo salió bien. Pero nada más lejos de la realidad.

    Con cada día que pasaba, se convencía de que lo hacía terriblemente peor. No tenía un minuto de descanso, el niño siempre necesitaba algo nuevo: cambiar de pañales, dormirlo, apaciguar sus llantos interminables mientras trataba de descifrar si lloraba de hambre o de frío. No era madre primeriza… pero la experiencia de cuidar un bebé mortal no se podía comparar con la de una deidad, era algo completamente distinto.

    A eso se sumaba el hecho de que, además, debía ser cautelosa y medir muy bien cada acción que hiciera para no levantar sospechas. Absolutamente nadie en el palacio debía descubrir que ella no era la nodriza experimentada que decía ser, y mucho menos, que era una diosa.

    A veces ese pensamiento la llenaba de frustración. En ocasiones, por más que meciera a su hijo en brazos, le cantara una canción, lo arropara o lo alimentara, la rabia de sus lagrimas no cesaba. En su interior se agitaba un mar tormentoso de aflicción al que ella no siempre podía oponerse. Su paciencia se evaporaba, y la tentación de encender su Aión, de acceder a su divinidad se volvía casi irresistible. Podría usar su aura sobre él, envolverlo con ella, un truco que llegó a hacer en su momento con sus gemelos divinos para calmarlos. Un atajo que le haría las cosas más fáciles y que, sin embargo, le obligaba a cuestionarse que tan dependiente se había vuelto de su poder.

    Las noches pasaban y aunque Afro había atravesado incontables eventos a lo largo de su vida, ni siquiera la eternidad le pareció tan larga como la infancia de Eneas.

    Eneas odiaba el interior del palacio. Detestaba el sol, pero tampoco soportaba pasar demasiado tiempo bajo la sombra. Protestaba con el aroma del incienso y gritaba cuando ella dejaba de moverse. No le permitía quedarse quieta demasiado tiempo, eso, lejos de ayudar, lo alteraba. Probó suerte con algunos de los consejos de la reina Temiste y de thithē Ligeia, la anciana nodriza de Anquises, pero ninguno dio resultado. Lo único que realmente parecía funcionar eran los paseos por el jardín del palacio, que más que jardín, más bien era un frondoso bosque de hojas verdes escondido entre las murallas y las visitas a la playa. Le encantaba cuando ella le sumergía los pies en la espuma marina que oscurecía la arena al romper las olas, eso lograba arrancarle una sonrisa.

    Sus parpados comenzaban a cerrarse cuando el llanto de Eneas la despertó de golpe. Su pecho se sacudió, se frotó los ojos con los dedos antes de deslizarse fuera de la cama y salir al solitario pasillo. A menudo pensaba en su antigua vida y en todo lo que había dejado atrás al renunciar temporalmente a su divinidad, como en ese instante en el que se acercó a la cuna de su hijo para tomarlo entre sus brazos. Si aún fuera una diosa y no una mortal, aquel cansancio que le pesaba en los hombros y parpados grises no existiría.

    ────Oh, mi dulce príncipe… ¿qué ocurre? Ven, deja que te cargue un poco ─y aun con todo ese agotamiento, no dejó de sonreírle. Jamás dejaría de hacerlo.

    Se aseguró de alimentarlo y permaneció un largo rato junto a él. Le cantó una canción mientras caminaba en la oscuridad, y al recostarlo nuevamente en su cuna, le hizo cosquillas en la pancita. Como respuesta, el pequeño balbuceó algo, le sonrió y rio. Era la risa más preciosa y melodiosa que había escuchado jamás. El cansancio se disipó de su cuerpo; soltó una risa entrecortada y permitió que el sonido de su voz la llenara de fuerza, haciendo brotar desde lo más profundo de su pecho un amor tan intenso que le costaba creer que su corazón pudiera contenerlo sin romperse.

    Entonces comprendió que el amor de una madre no conocía límites. Sería capaz de hacer sangrar a este mundo por su hijo, caminar entre las brasas del fuego con los pies desnudos y desafiar a cualquier monstruo o deidad. Los convertiría en polvo de estrellas y lo esparciría en la inmensidad de la bóveda celeste si eso aseguraba la felicidad y bienestar de su pequeño.

    No advirtió el momento en que se quedó dormida junto a la cuna de su hijo, rodeándola con los brazos. Su corazón mortal latía débilmente, pero en paz.

    El amor que corría por sus venas era de una clase que los dioses no comprendían. No pertenecía a su naturaleza inmortal, tan distante del corazón humano, y sin embargo era la devoción que codiciaban con tanta hambre y anhelo. Un amor que no pedía adoración, ni ofrendas de vino o miel, ni templos con altares humeantes. Era un sentimiento sin medida, sin pausa ni descanso. Le exigía entregarse por completo en cuerpo y alma; exponerla a una peligrosa mezcla entre la ternura y el miedo a no tener nada bajo control, una mezcla tan intensa que la desbordaba cada vez que Eneas la miraba con sus ojitos brillantes, asomando la cabecita curiosa mientras ella preparaba ungüentos, aceites, baños o pañales.

    Sí, añoraba su antigua vida. Era cierto. Y aún así, jamás cambiaría ese cansancio por la calma inmortal que una vez conoció. Haría ese y mil sacrificios más por él.

    Durmió plácidamente en un dulce sueño. Tenía una razón para levantarse y luchar un día más.
    𝐒𝐔 𝐑𝐀𝐙Ó𝐍 - 𝐕𝐈𝐈 🐚 𝐄𝐧 𝐥𝐚 𝐞𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐡é𝐫𝐨𝐞𝐬 𝐲 𝐦𝐨𝐧𝐬𝐭𝐫𝐮𝐨𝐬 Se dejó caer de espaldas sobre la cama y se pasó una mano por el rostro agotado. La larga llama dorada de la lámpara de aceite en el tocador parpadeó suavemente, ofreciéndole consuelo. La habitación estaba quieta, el pasillo en silencio; la tranquilidad reinaba en la noche. Soltó un suspiro. Eneas por fin había dejado de llorar. La maternidad fue una de las peores batallas que jamás enfrentó. Ni siquiera aquellos meses de diversión junto a Anquises, cuando se hacía pasar por princesa o campesina la habían preparado para los cuidados que exigía la vida mortal. Creía haber aprendido lo esencial: la importancia del descanso, las comidas a tiempo y la fragilidad humana. Le habría gustado decir que lo hizo de maravilla, que fue una nodriza ejemplar y que todo salió bien. Pero nada más lejos de la realidad. Con cada día que pasaba, se convencía de que lo hacía terriblemente peor. No tenía un minuto de descanso, el niño siempre necesitaba algo nuevo: cambiar de pañales, dormirlo, apaciguar sus llantos interminables mientras trataba de descifrar si lloraba de hambre o de frío. No era madre primeriza… pero la experiencia de cuidar un bebé mortal no se podía comparar con la de una deidad, era algo completamente distinto. A eso se sumaba el hecho de que, además, debía ser cautelosa y medir muy bien cada acción que hiciera para no levantar sospechas. Absolutamente nadie en el palacio debía descubrir que ella no era la nodriza experimentada que decía ser, y mucho menos, que era una diosa. A veces ese pensamiento la llenaba de frustración. En ocasiones, por más que meciera a su hijo en brazos, le cantara una canción, lo arropara o lo alimentara, la rabia de sus lagrimas no cesaba. En su interior se agitaba un mar tormentoso de aflicción al que ella no siempre podía oponerse. Su paciencia se evaporaba, y la tentación de encender su Aión, de acceder a su divinidad se volvía casi irresistible. Podría usar su aura sobre él, envolverlo con ella, un truco que llegó a hacer en su momento con sus gemelos divinos para calmarlos. Un atajo que le haría las cosas más fáciles y que, sin embargo, le obligaba a cuestionarse que tan dependiente se había vuelto de su poder. Las noches pasaban y aunque Afro había atravesado incontables eventos a lo largo de su vida, ni siquiera la eternidad le pareció tan larga como la infancia de Eneas. Eneas odiaba el interior del palacio. Detestaba el sol, pero tampoco soportaba pasar demasiado tiempo bajo la sombra. Protestaba con el aroma del incienso y gritaba cuando ella dejaba de moverse. No le permitía quedarse quieta demasiado tiempo, eso, lejos de ayudar, lo alteraba. Probó suerte con algunos de los consejos de la reina Temiste y de thithē Ligeia, la anciana nodriza de Anquises, pero ninguno dio resultado. Lo único que realmente parecía funcionar eran los paseos por el jardín del palacio, que más que jardín, más bien era un frondoso bosque de hojas verdes escondido entre las murallas y las visitas a la playa. Le encantaba cuando ella le sumergía los pies en la espuma marina que oscurecía la arena al romper las olas, eso lograba arrancarle una sonrisa. Sus parpados comenzaban a cerrarse cuando el llanto de Eneas la despertó de golpe. Su pecho se sacudió, se frotó los ojos con los dedos antes de deslizarse fuera de la cama y salir al solitario pasillo. A menudo pensaba en su antigua vida y en todo lo que había dejado atrás al renunciar temporalmente a su divinidad, como en ese instante en el que se acercó a la cuna de su hijo para tomarlo entre sus brazos. Si aún fuera una diosa y no una mortal, aquel cansancio que le pesaba en los hombros y parpados grises no existiría. ────Oh, mi dulce príncipe… ¿qué ocurre? Ven, deja que te cargue un poco ─y aun con todo ese agotamiento, no dejó de sonreírle. Jamás dejaría de hacerlo. Se aseguró de alimentarlo y permaneció un largo rato junto a él. Le cantó una canción mientras caminaba en la oscuridad, y al recostarlo nuevamente en su cuna, le hizo cosquillas en la pancita. Como respuesta, el pequeño balbuceó algo, le sonrió y rio. Era la risa más preciosa y melodiosa que había escuchado jamás. El cansancio se disipó de su cuerpo; soltó una risa entrecortada y permitió que el sonido de su voz la llenara de fuerza, haciendo brotar desde lo más profundo de su pecho un amor tan intenso que le costaba creer que su corazón pudiera contenerlo sin romperse. Entonces comprendió que el amor de una madre no conocía límites. Sería capaz de hacer sangrar a este mundo por su hijo, caminar entre las brasas del fuego con los pies desnudos y desafiar a cualquier monstruo o deidad. Los convertiría en polvo de estrellas y lo esparciría en la inmensidad de la bóveda celeste si eso aseguraba la felicidad y bienestar de su pequeño. No advirtió el momento en que se quedó dormida junto a la cuna de su hijo, rodeándola con los brazos. Su corazón mortal latía débilmente, pero en paz. El amor que corría por sus venas era de una clase que los dioses no comprendían. No pertenecía a su naturaleza inmortal, tan distante del corazón humano, y sin embargo era la devoción que codiciaban con tanta hambre y anhelo. Un amor que no pedía adoración, ni ofrendas de vino o miel, ni templos con altares humeantes. Era un sentimiento sin medida, sin pausa ni descanso. Le exigía entregarse por completo en cuerpo y alma; exponerla a una peligrosa mezcla entre la ternura y el miedo a no tener nada bajo control, una mezcla tan intensa que la desbordaba cada vez que Eneas la miraba con sus ojitos brillantes, asomando la cabecita curiosa mientras ella preparaba ungüentos, aceites, baños o pañales. Sí, añoraba su antigua vida. Era cierto. Y aún así, jamás cambiaría ese cansancio por la calma inmortal que una vez conoció. Haría ese y mil sacrificios más por él. Durmió plácidamente en un dulce sueño. Tenía una razón para levantarse y luchar un día más.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    Tenlo en cuenta al responder.
    Marlena estaba hasta arriba de exámenes y se había quedado hasta la madrugada estudiando, por lo que Owen intentó animarla llevándole un poco de chocolate. (Y no cualquiera, invocó a Willy Wonka)

    Owen premio al mejor hermano
    (Nah, Marlena también es muy buena hermana)
    Marlena estaba hasta arriba de exámenes y se había quedado hasta la madrugada estudiando, por lo que Owen intentó animarla llevándole un poco de chocolate. (Y no cualquiera, invocó a Willy Wonka) Owen premio al mejor hermano 🏆🍫 (Nah, Marlena también es muy buena hermana)
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  • *A lo tonto,se ha quedado dormida en el sofá de la salita con el libro que anda investigando casi en la cara hasta que una notificación del móvil ha hecho que se sobresalte. Dos infartos le han dado.*
    *A lo tonto,se ha quedado dormida en el sofá de la salita con el libro que anda investigando casi en la cara hasta que una notificación del móvil ha hecho que se sobresalte. Dos infartos le han dado.*
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  • Por qué no conversamos está terrorifica historia, mis lectores .
    Por qué no conversamos está terrorifica historia, mis lectores .
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  • Se encontraba con su casi esposa ya terminando de planear los últimos detalles pero luego pasamos a los invitados, por lo cual hablé con mi mejor amiga y dama de honor Olivia Romero para saber si estaría disponible.


    — Hey linda, como estas? Te he visto en pasarelas pero como ahora noto que tienes otras "amigas" ya no me quieres


    Bromeé un poco y luego continúe la conversación.

    — En fin, adivina quién tiene su boda mañana?
    Se encontraba con su casi esposa ya terminando de planear los últimos detalles pero luego pasamos a los invitados, por lo cual hablé con mi mejor amiga y dama de honor [flash_brass_tiger_817] para saber si estaría disponible. — Hey linda, como estas? Te he visto en pasarelas pero como ahora noto que tienes otras "amigas" ya no me quieres Bromeé un poco y luego continúe la conversación. — En fin, adivina quién tiene su boda mañana?
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  • Merienda
    Fandom Los Bridgerton
    Categoría Drama
    Penélope Bridgerton


    Fui invitada al hogar de Penélope y Colin para merendar las dos juntas y ponernos al día cada una de nuestras vidas, cuando me escribió en su día dándome la
    noticia de que esta embaraza me alegre mucho por la feliz pareja.
    Ahora por fin podré darla mi enhorabuena en persona y no como lo hice en su momento que fue a tráves de una carta.
    [Pluma_CX] Fui invitada al hogar de Penélope y Colin para merendar las dos juntas y ponernos al día cada una de nuestras vidas, cuando me escribió en su día dándome la noticia de que esta embaraza me alegre mucho por la feliz pareja. Ahora por fin podré darla mi enhorabuena en persona y no como lo hice en su momento que fue a tráves de una carta.
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    Individual
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    Cualquier línea
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    Disponible
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  • 🥀 ᴅᴀɴᴄɪɴɢ ᴡɪᴛʜ ᴛʜᴇ ᴅᴇᴠɪʟ: ᴜɴ ʙᴀɪʟᴇ ɪɴᴏʟᴠɪᴅᴀʙʟᴇ.
    Fandom Sin Fandom en específico.
    Categoría Slice of Life
    ╭────── · · · · ──────╮
    Invitación Oficial de Big Brother House – Halloween 2025

    Las puertas de Big Brother House se abrirán una vez más la noche del 31 de octubre, cuando el reloj marque las 23:00 y la línea entre placer y condena se vuelva delgada como un hilo de sangre.

    Este año, el tema es “Dancing With the Devil.”
    Una noche para perder el alma con estilo, para tentar al destino, para dejar que el infierno te tome de la mano y te enseñe a bailar.

    Las reglas son simples, pero sagradas:

    1. 𝗗𝗜𝗦𝗙𝗥𝗔𝗭 𝗢𝗕𝗟𝗜𝗚𝗔𝗧𝗢𝗥𝗜𝗢: No se admiten mortales sin máscara, maquillaje o atuendo. Ven como tu tentación, tu pecado o tu versión más demoníaca. Eso no importa, lo importante es que todos cuenten con un disfraz.


    2. 𝗡𝗔𝗗𝗜𝗘 𝗕𝗔𝗜𝗟𝗔 𝗦𝗢𝗟𝗢: Si el diablo te elige como pareja, no puedes decir que no.


    3. El sótano permanecerá abierto solo para los valientes. Lo que entregues ahí, no lo recuperarás.


    4. 𝗡𝗢 rompas el círculo de fuego. Si lo haces… Que Dios te ampare.


    Entre luces rojas, música prohibida y cuerpos que se mueven al compás del peligro, sólo los que sepan entregarse disfrutarán de la noche hasta el amanecer.

    Lugar: Big Brother House, ala este del campus.
    Fecha: Viernes 31 de octubre – 23:00 hrs.
    Código de vestimenta: Disfraces obligatorios.

    Firmado:
    Big Brother House
    “Todos bailan con el diablo, tarde o temprano.”
    ╰────── · · · · ──────╯

    Katherine sonrió apenas terminó de leer la invitación. La tipografía gótica, el sello negro con el emblema de Big Brother House y aquella frase final —“Todos bailan con el diablo, tarde o temprano”— le provocaron una mezcla de curiosidad y entusiasmo. Sabía que los muchachos se esmeraban cuando querían impresionar, y por alguna razón, intuía que esta vez lo harían mejor que nunca.

    Desde que God Is a Woman había dejado de organizar la tradicional fiesta de Halloween, todo había perdido su brillo. Las noches se habían vuelto predecibles, los temas repetitivos, y la esencia —esa chispa de misterio y provocación— se había esfumado entre disfraces improvisados y tragos baratos. Pero algo en esta invitación le devolvía la fe. Quizás era el nombre del evento, “Dancing With the Devil”, o tal vez el simple hecho de sentir que esta vez tendría un escenario digno para presentarse al mundo junto a Rachel.

    La idea de llegar con ella, de ser vistas, de marcar presencia… Le dibujó una sonrisa distinta, más íntima. Una que duró unos segundos más de lo normal.

    Dejó la invitación sobre la mesa, cuidando que el papel no se manchara con el café que aún humeaba al lado, y estiró la mano hacia su móvil.
    Definitivamente, necesitaba buscar un disfraz. Algo que estuviera a la altura de la noche… Y de la tentación.









    ִֶָ𓂃 ࣪˖𓉸ִֶָྀི ִֶָ་༘࿐

    Pequeñas aclaraciones:

    1. Las cartas fueron enviadas de manera individual a cada personaje, no importa si tu OC está en la universidad o no. Puede ir de todas formas.

    2. El evento va a estar disponible hasta el día 02/11.

    3. El evento no está pensado para afectar el canon de los personajes, sino más bien como un "Especial de Halloween".

    4. Cualquier duda pueden consultarme al privado y voy a estar encantada de responderles .
    ╭────── · · ⚰️· · ──────╮ Invitación Oficial de Big Brother House – Halloween 2025 Las puertas de Big Brother House se abrirán una vez más la noche del 31 de octubre, cuando el reloj marque las 23:00 y la línea entre placer y condena se vuelva delgada como un hilo de sangre. Este año, el tema es “Dancing With the Devil.” Una noche para perder el alma con estilo, para tentar al destino, para dejar que el infierno te tome de la mano y te enseñe a bailar. Las reglas son simples, pero sagradas: 1. 𝗗𝗜𝗦𝗙𝗥𝗔𝗭 𝗢𝗕𝗟𝗜𝗚𝗔𝗧𝗢𝗥𝗜𝗢: No se admiten mortales sin máscara, maquillaje o atuendo. Ven como tu tentación, tu pecado o tu versión más demoníaca. Eso no importa, lo importante es que todos cuenten con un disfraz. 2. 𝗡𝗔𝗗𝗜𝗘 𝗕𝗔𝗜𝗟𝗔 𝗦𝗢𝗟𝗢: Si el diablo te elige como pareja, no puedes decir que no. 3. El sótano permanecerá abierto solo para los valientes. Lo que entregues ahí, no lo recuperarás. 4. 𝗡𝗢 rompas el círculo de fuego. Si lo haces… Que Dios te ampare. Entre luces rojas, música prohibida y cuerpos que se mueven al compás del peligro, sólo los que sepan entregarse disfrutarán de la noche hasta el amanecer. 📍 Lugar: Big Brother House, ala este del campus. 🕛 Fecha: Viernes 31 de octubre – 23:00 hrs. 😈 Código de vestimenta: Disfraces obligatorios. Firmado: Big Brother House “Todos bailan con el diablo, tarde o temprano.” ╰────── · · ⚰️· · ──────╯ Katherine sonrió apenas terminó de leer la invitación. La tipografía gótica, el sello negro con el emblema de Big Brother House y aquella frase final —“Todos bailan con el diablo, tarde o temprano”— le provocaron una mezcla de curiosidad y entusiasmo. Sabía que los muchachos se esmeraban cuando querían impresionar, y por alguna razón, intuía que esta vez lo harían mejor que nunca. Desde que God Is a Woman había dejado de organizar la tradicional fiesta de Halloween, todo había perdido su brillo. Las noches se habían vuelto predecibles, los temas repetitivos, y la esencia —esa chispa de misterio y provocación— se había esfumado entre disfraces improvisados y tragos baratos. Pero algo en esta invitación le devolvía la fe. Quizás era el nombre del evento, “Dancing With the Devil”, o tal vez el simple hecho de sentir que esta vez tendría un escenario digno para presentarse al mundo junto a Rachel. La idea de llegar con ella, de ser vistas, de marcar presencia… Le dibujó una sonrisa distinta, más íntima. Una que duró unos segundos más de lo normal. Dejó la invitación sobre la mesa, cuidando que el papel no se manchara con el café que aún humeaba al lado, y estiró la mano hacia su móvil. Definitivamente, necesitaba buscar un disfraz. Algo que estuviera a la altura de la noche… Y de la tentación. ִֶָ𓂃 ࣪˖𓉸ִֶָྀི ִֶָ་༘࿐🎃 Pequeñas aclaraciones: 1. Las cartas fueron enviadas de manera individual a cada personaje, no importa si tu OC está en la universidad o no. Puede ir de todas formas. 2. El evento va a estar disponible hasta el día 02/11. 3. El evento no está pensado para afectar el canon de los personajes, sino más bien como un "Especial de Halloween". 4. Cualquier duda pueden consultarme al privado y voy a estar encantada de responderles 🫂🤍.
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