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    “Orgullo Solar vs Poder Divino”

    Zeus vs Escanor – El combate que sacudirá los cielos

    Escenario: El Trono del Mediodía
    Una plataforma colosal suspendida en el aire sobre el corazón del sol, creada por los dioses para contener un poder que podría destruir continentes. El cielo arde, las nubes son llamas, y la gravedad misma tiembla. Cada segundo se vuelve más caliente... cada paso más pesado.

    Contendientes:
    Zeus – El Padre del Cosmos
    (Origen: Dios supremo del panteón griego.)

    ❀ Estilo: Boxeo divino, velocidad absoluta, fuerza explosiva.

    ⁕ Habilidades ⁕:

    ⚜ Meteor Jab: Golpes tan rápidos que distorsionan el aire.

    ⚜ Adamas: Músculo Supremo: Forma final donde comprime todo su poder divino en un cuerpo hipertrofiado y ultra resistente.

    ⚜ God Counter: Golpe de energía acumulada que libera una explosión cósmica.

    ⚜ Reflejos instantáneos: Puede esquivar ataques a nivel de la luz.

    Escanor – El León del Orgullo
    (Origen: Pecado del Orgullo, caballero sagrado de Liones.)

    ✺ Estilo: Fuerza abrumadora, ataques solares, presencia divina.

    ✺ Habilidades:

    ☀ Sunshine: Aumenta su poder con la posición del sol.

    ☀ Cruel Sun: Esferas solares que queman con el calor del núcleo de una estrella.

    ☀ Divine Sword Escanor: Hacha con el poder de partir montañas con un solo tajo.

    ☀ The One: Durante un minuto exacto al mediodía, se vuelve invencible, con poder comparable a un dios.

    ☀ The One: Ultimate: Una forma final que sacrifica su vida a cambio de poder absoluto.

    Final – Orgullo hasta la muerte
    ¿Quién ganará, solo el público tiene el voto para el ganador?
    ⚔️ 🔥“Orgullo Solar vs Poder Divino”⚡ Zeus vs Escanor – El combate que sacudirá los cielos 🌌 Escenario: El Trono del Mediodía Una plataforma colosal suspendida en el aire sobre el corazón del sol, creada por los dioses para contener un poder que podría destruir continentes. El cielo arde, las nubes son llamas, y la gravedad misma tiembla. Cada segundo se vuelve más caliente... cada paso más pesado. 👑 Contendientes: ⚡ Zeus – El Padre del Cosmos (Origen: Dios supremo del panteón griego.) ❀ Estilo: Boxeo divino, velocidad absoluta, fuerza explosiva. ⁕ Habilidades ⁕: ⚜ Meteor Jab: Golpes tan rápidos que distorsionan el aire. ⚜ Adamas: Músculo Supremo: Forma final donde comprime todo su poder divino en un cuerpo hipertrofiado y ultra resistente. ⚜ God Counter: Golpe de energía acumulada que libera una explosión cósmica. ⚜ Reflejos instantáneos: Puede esquivar ataques a nivel de la luz. 🔥 Escanor – El León del Orgullo (Origen: Pecado del Orgullo, caballero sagrado de Liones.) ✺ Estilo: Fuerza abrumadora, ataques solares, presencia divina. ✺ Habilidades: ☀ Sunshine: Aumenta su poder con la posición del sol. ☀ Cruel Sun: Esferas solares que queman con el calor del núcleo de una estrella. ☀ Divine Sword Escanor: Hacha con el poder de partir montañas con un solo tajo. ☀ The One: Durante un minuto exacto al mediodía, se vuelve invencible, con poder comparable a un dios. ☀ The One: Ultimate: Una forma final que sacrifica su vida a cambio de poder absoluto. 🩸 Final – Orgullo hasta la muerte ¿Quién ganará, solo el público tiene el voto para el ganador?
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  • Soy el enviado de Buda, el Emperador Celestial y de la Diosa en la búsqueda del Sutra. El Apuesto Rey Mono de la Cueva de la Cortina de Agua de la Montaña de las Flores y los Frutos, el Santo del Cielo, Sun Wukong.
    Soy el enviado de Buda, el Emperador Celestial y de la Diosa en la búsqueda del Sutra. El Apuesto Rey Mono de la Cueva de la Cortina de Agua de la Montaña de las Flores y los Frutos, el Santo del Cielo, Sun Wukong.
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    EPIC BATTLE: Kazuto Kirigaya vs Hajime Nagumo

    Título del encuentro: "Luz de Espada vs Furia de Alquimia"

    Campo de batalla:
    Un coliseo colosal suspendido en el vacío, donde la realidad fluctúa entre bits digitales y roca mágica. La atmósfera vibra con tensión mientras ambos guerreros se enfrentan con sus armas desenvainadas.

    Kazuto Kirigaya (Kirito) – El Espadachín Negro
    Maestro de las artes de espada en mundos virtuales, Kirito entra en combate con sus fieles espadas Elucidator y Dark Repulser. Su habilidad con el sistema de combate lo convierte en un guerrero casi invencible cuando alcanza su modo dual-wield.

    Movimientos clave:

    ‣ Starburst Stream – una ráfaga mortal de 16 cortes consecutivos.

    ‣ The Eclipse – ataque de velocidad máxima con precisión letal.

    ‣ Enhanced Reaction Speed – puede leer y reaccionar a velocidades sobrehumanas.

    ‣ Modo Dios (Underworld/SAO fusionado) – alcanza niveles de poder que rozan la divinidad.

    Hajime Nagumo – El Alquimista de la Venganza
    Transformado en un guerrero imparable tras caer al abismo, Hajime combina alquimia, armamento moderno y fuerza sobrehumana. Su brazo mecánico, armas demoníacas y conocimiento mágico lo convierten en una fuerza de destrucción total.

    Movimientos clave:

    𝆘 Transmutación instantánea – crea trampas, armas y defensas al instante.

    𝆘 Schlagen – un cañón de mano de poder abrumador que puede borrar montañas.

    𝆘 Cross Bits – drones armados con inteligencia letal.

    𝆘 Berserk Mode – cuando su ira se desata, su poder se multiplica.

    El Combate:
    Kirito ataca primero con una ráfaga de velocidad que corta el aire, pero Hajime bloquea con una muralla de roca transmutada. De inmediato responde con disparos de su cañón Schlagen, haciendo temblar el coliseo. Kirito activa su Dual Wield y lanza un Starburst Stream, pero Hajime se teletransporta con magia de espacio y contraataca con una lluvia de balas mágicas y explosiones.

    Ambos guerreros están heridos, sus armaduras dañadas, pero sus voluntades firmes. En un último choque, Kirito desata The Eclipse mientras Hajime activa su núcleo de energía alquímica para crear un cañón final...

    ¿Quién ganará?

    ⍢ Kirito tiene la velocidad, técnica y el corazón de un héroe que nunca se rinde.

    ⍢ Hajime posee la brutalidad, el ingenio y la rabia de un sobreviviente del abismo.

    "Un duelo de voluntad y poder… donde solo uno puede quedarse de pie."




    ⚔️ EPIC BATTLE: Kazuto Kirigaya vs Hajime Nagumo Título del encuentro: "Luz de Espada vs Furia de Alquimia" Campo de batalla: Un coliseo colosal suspendido en el vacío, donde la realidad fluctúa entre bits digitales y roca mágica. La atmósfera vibra con tensión mientras ambos guerreros se enfrentan con sus armas desenvainadas. 🗡️ Kazuto Kirigaya (Kirito) – El Espadachín Negro Maestro de las artes de espada en mundos virtuales, Kirito entra en combate con sus fieles espadas Elucidator y Dark Repulser. Su habilidad con el sistema de combate lo convierte en un guerrero casi invencible cuando alcanza su modo dual-wield. 💥 Movimientos clave: ‣ Starburst Stream – una ráfaga mortal de 16 cortes consecutivos. ‣ The Eclipse – ataque de velocidad máxima con precisión letal. ‣ Enhanced Reaction Speed – puede leer y reaccionar a velocidades sobrehumanas. ‣ Modo Dios (Underworld/SAO fusionado) – alcanza niveles de poder que rozan la divinidad. 🔩 Hajime Nagumo – El Alquimista de la Venganza Transformado en un guerrero imparable tras caer al abismo, Hajime combina alquimia, armamento moderno y fuerza sobrehumana. Su brazo mecánico, armas demoníacas y conocimiento mágico lo convierten en una fuerza de destrucción total. 🔥 Movimientos clave: 𝆘 Transmutación instantánea – crea trampas, armas y defensas al instante. 𝆘 Schlagen – un cañón de mano de poder abrumador que puede borrar montañas. 𝆘 Cross Bits – drones armados con inteligencia letal. 𝆘 Berserk Mode – cuando su ira se desata, su poder se multiplica. 💥 El Combate: Kirito ataca primero con una ráfaga de velocidad que corta el aire, pero Hajime bloquea con una muralla de roca transmutada. De inmediato responde con disparos de su cañón Schlagen, haciendo temblar el coliseo. Kirito activa su Dual Wield y lanza un Starburst Stream, pero Hajime se teletransporta con magia de espacio y contraataca con una lluvia de balas mágicas y explosiones. Ambos guerreros están heridos, sus armaduras dañadas, pero sus voluntades firmes. En un último choque, Kirito desata The Eclipse mientras Hajime activa su núcleo de energía alquímica para crear un cañón final... 👑 ¿Quién ganará? ⍢ Kirito tiene la velocidad, técnica y el corazón de un héroe que nunca se rinde. ⍢ Hajime posee la brutalidad, el ingenio y la rabia de un sobreviviente del abismo. "Un duelo de voluntad y poder… donde solo uno puede quedarse de pie."
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  • —Tras recorrer los bosques de Alagaësia y cazar, no ha dudado en volver a su cueva entre las montañas para descansar mientras hacía la digestión—
    —Tras recorrer los bosques de Alagaësia y cazar, no ha dudado en volver a su cueva entre las montañas para descansar mientras hacía la digestión—
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    ⸻ ❝Hijo de Loki y símbolo del caos, Fenrir es una de las criaturas más temidas en las tierras del norte. Tan poderoso que ni los dioses pudieron controlarlo, fue encadenado con un lazo mágico… pero incluso eso no pudo contener su destino.

    El lazo con el que los dioses ataron a Fenrir se llamaba Gleipnir y estaba hecho con ingredientes imposibles de conseguir: el sonido de los pasos de un gato, la barba de una mujer, las raíces de una montaña, los tendones de un oso, el aliento de un pez y la saliva de un pájaro.

    En el Ragnarök, el fin de los tiempos, Fenrir romperá sus ataduras, me devorará (a mí Odín) y sumirá al mundo en oscuridad. No es solo una bestia: es el recordatorio de que ni siquiera los dioses pueden escapar del destino. ❞ ⸻


    .
    #vikingos #vikings #norsemythology #mitologianordica #norsemyths #mitologia #vikinghistory #fenrir #curiosidades
    ⸻ ❝Hijo de Loki y símbolo del caos, Fenrir es una de las criaturas más temidas en las tierras del norte. Tan poderoso que ni los dioses pudieron controlarlo, fue encadenado con un lazo mágico… pero incluso eso no pudo contener su destino. El lazo con el que los dioses ataron a Fenrir se llamaba Gleipnir y estaba hecho con ingredientes imposibles de conseguir: el sonido de los pasos de un gato, la barba de una mujer, las raíces de una montaña, los tendones de un oso, el aliento de un pez y la saliva de un pájaro. En el Ragnarök, el fin de los tiempos, Fenrir romperá sus ataduras, me devorará (a mí Odín) y sumirá al mundo en oscuridad. No es solo una bestia: es el recordatorio de que ni siquiera los dioses pueden escapar del destino. ❞ ⸻ . #vikingos #vikings #norsemythology #mitologianordica #norsemyths #mitologia #vikinghistory #fenrir #curiosidades
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  • La mañana apenas despuntaba en la cima de aquella colina escondida, donde el viento traía consigo el murmullo de hojas y el cantar de aves lejanas. El maestro de Nen, un hombre de mirada aguda y sonrisa contenida, caminaba con paso rápido por el claro del bosque, donde solía encontrar al pequeño vagabundo cada amanecer… pero esta vez, habían pasado **dos días enteros** sin rastro de su alumno.

    —¿Dónde te metiste, mocoso? —murmuró entre dientes, aunque la preocupación se notaba en cada paso tenso que daba.

    Y entonces, como si el mundo hubiese esperado justo ese momento, escuchó una voz familiar:

    —¡¡Maestroooo!! —gritó el pequeño vagabundo mientras corría cuesta abajo, chapoteando en los charcos y agitando algo en su mano con total orgullo—. ¡¡Mireeeeeeee!!

    El hombre se giró, preparado para reprenderlo… hasta que lo vio.

    El niño estaba cubierto de tierra, tenía una curita en la mejilla, y el dobladillo de su pantalón estaba roto. Pero aun así, **su sonrisa era más brillante que el sol filtrado entre los árboles**, y en su mano alzada… sostenía nada más y nada menos que **una licencia de cazador profesional**.

    El maestro se quedó inmóvil unos segundos, como si sus ojos no pudieran creerlo.

    —...¿Eso es… una...? —empezó a decir, pero el pequeño se le adelantó, levantándola aún más alto.

    —¡Sí! ¡Me la dieron después de pasar un montón de pruebas locas y un bosque raro que hablaba! ¡Ah! ¡Y una sala que me quería comer! Pero al final me dejaron quedármela… ¡dijeron que ahora soy un “cazador profesional”! —declaró con orgullo, inflando el pecho.

    El maestro soltó una risa entre incrédula y resignada, se acercó y le dio una leve palmada en la cabeza.

    —Entonces ahora eres un cazador profesional, ¿eh, Kyu? —dijo, llamándolo por su nombre real, algo que no hacía muy seguido.

    Kyu sonrió aún más, como si eso fuera un premio en sí mismo.

    —¡Sí! ¿Eso significa que ahora puedo entrar a ruinas secretas y cazar monstruos peligrosos?

    El maestro entrecerró los ojos y suspiró profundamente, cruzándose de brazos.

    —Eso significa que estuviste en uno de los exámenes más peligrosos que existen y que **podrías haber muerto al menos diez veces sin darte cuenta**.

    Kyu parpadeó.

    —¿Oh? ¡Pero no lo hice! ¡Así que eso fue suerte, ¿verdad?! —rió alegremente.

    El maestro bajó la cabeza y se cubrió la cara con una mano, entre frustración y orgullo.

    —No… eso fue Nen. Y probablemente, una montaña de milagros.

    Y mientras el pequeño bailaba en círculos celebrando su nueva profesión con total entusiasmo, el maestro no pudo evitar sonreír.

    Porque aunque el mundo era brutal y difícil, **ese niño ingenuo, valiente y brillante… lo enfrentaba con una chispa que ningún Peligro podía apagar**.
    La mañana apenas despuntaba en la cima de aquella colina escondida, donde el viento traía consigo el murmullo de hojas y el cantar de aves lejanas. El maestro de Nen, un hombre de mirada aguda y sonrisa contenida, caminaba con paso rápido por el claro del bosque, donde solía encontrar al pequeño vagabundo cada amanecer… pero esta vez, habían pasado **dos días enteros** sin rastro de su alumno. —¿Dónde te metiste, mocoso? —murmuró entre dientes, aunque la preocupación se notaba en cada paso tenso que daba. Y entonces, como si el mundo hubiese esperado justo ese momento, escuchó una voz familiar: —¡¡Maestroooo!! —gritó el pequeño vagabundo mientras corría cuesta abajo, chapoteando en los charcos y agitando algo en su mano con total orgullo—. ¡¡Mireeeeeeee!! El hombre se giró, preparado para reprenderlo… hasta que lo vio. El niño estaba cubierto de tierra, tenía una curita en la mejilla, y el dobladillo de su pantalón estaba roto. Pero aun así, **su sonrisa era más brillante que el sol filtrado entre los árboles**, y en su mano alzada… sostenía nada más y nada menos que **una licencia de cazador profesional**. El maestro se quedó inmóvil unos segundos, como si sus ojos no pudieran creerlo. —...¿Eso es… una...? —empezó a decir, pero el pequeño se le adelantó, levantándola aún más alto. —¡Sí! ¡Me la dieron después de pasar un montón de pruebas locas y un bosque raro que hablaba! ¡Ah! ¡Y una sala que me quería comer! Pero al final me dejaron quedármela… ¡dijeron que ahora soy un “cazador profesional”! —declaró con orgullo, inflando el pecho. El maestro soltó una risa entre incrédula y resignada, se acercó y le dio una leve palmada en la cabeza. —Entonces ahora eres un cazador profesional, ¿eh, Kyu? —dijo, llamándolo por su nombre real, algo que no hacía muy seguido. Kyu sonrió aún más, como si eso fuera un premio en sí mismo. —¡Sí! ¿Eso significa que ahora puedo entrar a ruinas secretas y cazar monstruos peligrosos? El maestro entrecerró los ojos y suspiró profundamente, cruzándose de brazos. —Eso significa que estuviste en uno de los exámenes más peligrosos que existen y que **podrías haber muerto al menos diez veces sin darte cuenta**. Kyu parpadeó. —¿Oh? ¡Pero no lo hice! ¡Así que eso fue suerte, ¿verdad?! —rió alegremente. El maestro bajó la cabeza y se cubrió la cara con una mano, entre frustración y orgullo. —No… eso fue Nen. Y probablemente, una montaña de milagros. Y mientras el pequeño bailaba en círculos celebrando su nueva profesión con total entusiasmo, el maestro no pudo evitar sonreír. Porque aunque el mundo era brutal y difícil, **ese niño ingenuo, valiente y brillante… lo enfrentaba con una chispa que ningún Peligro podía apagar**.
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  • En una tarde tibia y tranquila, el Pequeño Vagabundo se encontraba sentado sobre una roca, con las piernas colgando y un pedazo de pan en la mano. A su lado, Don Niebla permanecía de pie, inmóvil como una estatua elegante pero vigilante. Frente a él, un viajero curioso —de mirada aguda y con expresión desconcertada— lo observaba con intriga.

    —Oye, pequeño… —preguntó mientras se agachaba a su altura—. Esa cosa que hiciste… esas burbujas que salieron de tus manos. ¿Qué clase de poder es ese?

    El Pequeño Vagabundo se quedó quieto por un segundo. Parpadeó. Luego dio un gran mordisco al pan, masticó con entusiasmo y, al terminar, se limpió las migas con la manga. Entonces, con una expresión inusualmente seria para su edad, se acomodó en su lugar como si estuviera a punto de dar una clase importante.

    —¡Eso se llama Nen! —dijo alzando un dedo—. Es el arte de usar el aura que todos tenemos, pero poquitos saben cómo sacarla. No es magia ni truco, es como… como aprender a respirar de otra forma.

    El viajero arqueó una ceja. El niño continuó:

    —Primero tienes que aprender las Cuatro Principales Técnicas:

    **Ten**, que es para rodearte de tu aura y protegerte;

    **Zetsu**, para apagarla y ocultarte;

    **Ren**, que es para expandirla y hacerte más fuerte; y ...

    **Hatsu**, que es tu habilidad personal, ¡la más importante! —explicó animadamente mientras dibujaba figuras en el aire con sus dedos—.

    —Luego están los tipos de aura. Existen seis:

    1. **Potenciadores**, que hacen más fuerte su cuerpo o sus golpes.
    2. **Emisores**, que lanzan su aura lejos, como una onda o bala.
    3. **Manipuladores**, que controlan cosas o seres con su aura.
    4. **Conjuradores**, como yo, que creamos cosas con nuestra aura.
    5. **Transmutadores**, que transforman su aura en algo diferente, como hilo elástico o electricidad.
    6. **Especialistas**, que tienen poderes únicos que no entran en los otros.

    El Pequeño Vagabundo estiró el brazo y de su palma empezó a formarse una burbuja en espiral con forma de disco flotante, que brillaba como una pompa de jabón con reflejos de arcoíris.

    —Yo soy un **Conjurador**, porque creé a Don Niebla y mis burbujas-disco. Pero también soy un poco **Transmutador**, porque mis burbujas pueden comportarse raro, ¡como si tuvieran emociones!

    El viajero no podía disimular su asombro.

    —¿Y cómo sabes eso tan bien? —preguntó.

    —Hisoka me lo enseñó —respondió con naturalidad—. Me dio libros, me entrenó, me arrojó cosas raras mientras dormía y me hacía esquivar patadas ¡con los ojos vendados!

    Entonces, el niño entrecerró los ojos, miró fijamente al viajero, y le sonrió con picardía. Estiró sus dos manos hacia los lados, girando los dedos lentamente.

    —Y tú… —dijo—. Por cómo te mueves cuando hablas, cómo miras rápido pero con desconfianza, y cómo tu voz cambia cuando mientes poquito… ¡diría que eres un Manipulador! O quizás un Emisor, pero sólo si eres bueno fingiendo calma cuando te enfadas.

    El viajero dio un paso atrás, sorprendido de sentirse tan "leído" por un niño tan pequeño.

    —¿Cómo lo…?

    —Hisoka también me enseñó eso. Me dijo que el aura y la personalidad a veces caminan de la manita. —Se encogió de hombros—. Aunque igual puedo fallar… ¡soy pequeño todavía!

    Luego alzó la burbuja con ambas manos y la dejó flotar. Esta se alejó suavemente, reflejando el sol poniente.

    —¡Pero es divertido aprender! El Nen no solo sirve para pelear. Es como una extensión de lo que uno siente. Y yo… yo siento muchas cosas. Por eso Don Niebla existe, ¿sabes?

    —¡Ajá! —exclamó el pequeño, apuntando con un dedo entusiasta al hombre—. Eres un Potenciador.

    El viajero arqueó una ceja, curioso.

    —¿Cómo lo sabes? —preguntó con voz rasposa, apenas audible.

    El niño hinchó el pecho con orgullo.

    –Las personas como tú no hacen mucho escándalo, ¡pero pueden derribar una montaña de un solo golpe si lo necesitan! ¡Y eres muy directo, incluso cuando callas!.

    Y así, el Pequeño Vagabundo siguió hablando, explicando con entusiasmo infantil algo tan complejo como el Nen, dejando claro que, aunque pequeño, su alma era grande y brillante como su aura.
    En una tarde tibia y tranquila, el Pequeño Vagabundo se encontraba sentado sobre una roca, con las piernas colgando y un pedazo de pan en la mano. A su lado, Don Niebla permanecía de pie, inmóvil como una estatua elegante pero vigilante. Frente a él, un viajero curioso —de mirada aguda y con expresión desconcertada— lo observaba con intriga. —Oye, pequeño… —preguntó mientras se agachaba a su altura—. Esa cosa que hiciste… esas burbujas que salieron de tus manos. ¿Qué clase de poder es ese? El Pequeño Vagabundo se quedó quieto por un segundo. Parpadeó. Luego dio un gran mordisco al pan, masticó con entusiasmo y, al terminar, se limpió las migas con la manga. Entonces, con una expresión inusualmente seria para su edad, se acomodó en su lugar como si estuviera a punto de dar una clase importante. —¡Eso se llama Nen! —dijo alzando un dedo—. Es el arte de usar el aura que todos tenemos, pero poquitos saben cómo sacarla. No es magia ni truco, es como… como aprender a respirar de otra forma. El viajero arqueó una ceja. El niño continuó: —Primero tienes que aprender las Cuatro Principales Técnicas: **Ten**, que es para rodearte de tu aura y protegerte; **Zetsu**, para apagarla y ocultarte; **Ren**, que es para expandirla y hacerte más fuerte; y ... **Hatsu**, que es tu habilidad personal, ¡la más importante! —explicó animadamente mientras dibujaba figuras en el aire con sus dedos—. —Luego están los tipos de aura. Existen seis: 1. **Potenciadores**, que hacen más fuerte su cuerpo o sus golpes. 2. **Emisores**, que lanzan su aura lejos, como una onda o bala. 3. **Manipuladores**, que controlan cosas o seres con su aura. 4. **Conjuradores**, como yo, que creamos cosas con nuestra aura. 5. **Transmutadores**, que transforman su aura en algo diferente, como hilo elástico o electricidad. 6. **Especialistas**, que tienen poderes únicos que no entran en los otros. El Pequeño Vagabundo estiró el brazo y de su palma empezó a formarse una burbuja en espiral con forma de disco flotante, que brillaba como una pompa de jabón con reflejos de arcoíris. —Yo soy un **Conjurador**, porque creé a Don Niebla y mis burbujas-disco. Pero también soy un poco **Transmutador**, porque mis burbujas pueden comportarse raro, ¡como si tuvieran emociones! El viajero no podía disimular su asombro. —¿Y cómo sabes eso tan bien? —preguntó. —Hisoka me lo enseñó —respondió con naturalidad—. Me dio libros, me entrenó, me arrojó cosas raras mientras dormía y me hacía esquivar patadas ¡con los ojos vendados! Entonces, el niño entrecerró los ojos, miró fijamente al viajero, y le sonrió con picardía. Estiró sus dos manos hacia los lados, girando los dedos lentamente. —Y tú… —dijo—. Por cómo te mueves cuando hablas, cómo miras rápido pero con desconfianza, y cómo tu voz cambia cuando mientes poquito… ¡diría que eres un Manipulador! O quizás un Emisor, pero sólo si eres bueno fingiendo calma cuando te enfadas. El viajero dio un paso atrás, sorprendido de sentirse tan "leído" por un niño tan pequeño. —¿Cómo lo…? —Hisoka también me enseñó eso. Me dijo que el aura y la personalidad a veces caminan de la manita. —Se encogió de hombros—. Aunque igual puedo fallar… ¡soy pequeño todavía! Luego alzó la burbuja con ambas manos y la dejó flotar. Esta se alejó suavemente, reflejando el sol poniente. —¡Pero es divertido aprender! El Nen no solo sirve para pelear. Es como una extensión de lo que uno siente. Y yo… yo siento muchas cosas. Por eso Don Niebla existe, ¿sabes? —¡Ajá! —exclamó el pequeño, apuntando con un dedo entusiasta al hombre—. Eres un Potenciador. El viajero arqueó una ceja, curioso. —¿Cómo lo sabes? —preguntó con voz rasposa, apenas audible. El niño hinchó el pecho con orgullo. –Las personas como tú no hacen mucho escándalo, ¡pero pueden derribar una montaña de un solo golpe si lo necesitan! ¡Y eres muy directo, incluso cuando callas!. Y así, el Pequeño Vagabundo siguió hablando, explicando con entusiasmo infantil algo tan complejo como el Nen, dejando claro que, aunque pequeño, su alma era grande y brillante como su aura.
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  • ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀𝖲͟𝖳͟𝖠͟𝖱͟𝖳͟𝖤͟𝖱 𝖢𝖠𝖫𝖫 ( COUNTY FAIR VERSE ).

    Bueno, pensando en una forma de tener roles, interactuar y tal, pensé traer a mi cuenta una temática que en tumblr funciona bastante bien, de hecho.

    Como veréis abajo, entre [] se encuentra alguna palabra ( en ocasiones dos ), y al ladito como definición una idea de rol relacionada con dicha palabra. ¿En qué consiste? Escoge la palabra que más te gusta, la idea que más te gusta, y envíamela. Te abriré un rol en base a ello. Obviamente lo hago versión ferias del condado, por no fallar al canon de mi personaje, vaya. Sí te gusta más de una idea y es viable combinarlas, se pueden combinar. :)

    [ NORIA ] para que mi musa se una a la tuya en la noria
    [ ALGODÓN DE AZÚCAR ] para que mi musa compre tu musa algodón de azúcar
    [PREMIO] para que mi musa gane a tu musa un premio en un juego
    [ PACA DE HENO ] para que nuestras musas se sienten juntas en una paca de heno
    [ CASA DE LA DIVERSIÓN ] para que mi musa encuentre la tuya perdida en la casa de la diversión
    [ PINTAR ] para que nuestras musas se pinten la cara juntas
    [LANZAMIENTO DE ANILLOS] para que mi musa se luzca (o fracase miserablemente) en el lanzamiento de anillos
    [ BAILA ] para que mi musa le pida a tu musa que baile con una banda folklórica local
    [ TICKET ] para que mi musa le regale a tu musa una de sus entradas
    [ ESCAPARSE ] para que nuestras musas abandonen a la multitud y encuentren un lugar tranquilo lejos de todos los demás
    [RIFA] para que mi musa gane una rifa de algo que tu musa quiera
    [GLOBO] para que mi musa le compre un globo a tu musa
    [ MONTAÑA RUSA ] para que nuestras musas acaben sentadas una al lado de la otra en la montaña rusa
    [ FOTOMATÓN ] para que mi musa le pida a la tuya que se tome fotos con ella
    [ TILT-A-WHIRL ] para que nuestras musas viajen juntas en el Tilt-A-Whirl
    [ MANZANA DE CARAMELO ] para que mi musa le permita a tu musa probar un bocado de su manzana de caramelo
    [ ESCENARIO ] para que nuestras musas suban al escenario durante un espectáculo
    [DERRAMAR] para que mi musa derrame su bebida sobre la tuya
    [PASTEL DE EMBUDO] para que nuestras musas compartan un pastel de embudo
    [TANQUE DE INMERSIÓN] para que mi musa termine en el tanque de inmersión mientras la tuya lanza la pelota
    [ CABINA DE BESOS ] para que mi musa esté a cargo de la cabina de besos
    [ MAÍZ KETTLE ] para que mi musa comparta su bolsa de maíz kettlecorn con la tuya
    [ ZOOLÓGICO DE MASCOTAS ] ​​para que nuestras musas pasen un rato en el zoológico de mascotas
    [TÚNEL DEL AMOR] para que nuestras musas acaben juntas en el túnel del amor.
    [ FORTUNA ] para que nuestras musas se lean la fortuna juntas
    [ STAND ] para que nuestras musas atiendan un stand juntas
    [ PASEO A CABALLO ] para que nuestras musas den un paseo a caballo juntas
    [ PERDIDO ] para que nuestras musas se pierdan juntas entre la multitud
    [LINTERNAS] para que nuestras musas lancen linternas al cielo nocturno juntas
    [ FUEGOS ARTIFICIALES ] para que nuestras musas vean juntas los fuegos artificiales de la noche

    ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀𝖲͟𝖳͟𝖠͟𝖱͟𝖳͟𝖤͟𝖱 𝖢𝖠𝖫𝖫 ( COUNTY FAIR VERSE ). Bueno, pensando en una forma de tener roles, interactuar y tal, pensé traer a mi cuenta una temática que en tumblr funciona bastante bien, de hecho. Como veréis abajo, entre [] se encuentra alguna palabra ( en ocasiones dos ), y al ladito como definición una idea de rol relacionada con dicha palabra. ¿En qué consiste? Escoge la palabra que más te gusta, la idea que más te gusta, y envíamela. Te abriré un rol en base a ello. Obviamente lo hago versión ferias del condado, por no fallar al canon de mi personaje, vaya. Sí te gusta más de una idea y es viable combinarlas, se pueden combinar. :) [ NORIA ] para que mi musa se una a la tuya en la noria [ ALGODÓN DE AZÚCAR ] para que mi musa compre tu musa algodón de azúcar [PREMIO] para que mi musa gane a tu musa un premio en un juego [ PACA DE HENO ] para que nuestras musas se sienten juntas en una paca de heno [ CASA DE LA DIVERSIÓN ] para que mi musa encuentre la tuya perdida en la casa de la diversión [ PINTAR ] para que nuestras musas se pinten la cara juntas [LANZAMIENTO DE ANILLOS] para que mi musa se luzca (o fracase miserablemente) en el lanzamiento de anillos [ BAILA ] para que mi musa le pida a tu musa que baile con una banda folklórica local [ TICKET ] para que mi musa le regale a tu musa una de sus entradas [ ESCAPARSE ] para que nuestras musas abandonen a la multitud y encuentren un lugar tranquilo lejos de todos los demás [RIFA] para que mi musa gane una rifa de algo que tu musa quiera [GLOBO] para que mi musa le compre un globo a tu musa [ MONTAÑA RUSA ] para que nuestras musas acaben sentadas una al lado de la otra en la montaña rusa [ FOTOMATÓN ] para que mi musa le pida a la tuya que se tome fotos con ella [ TILT-A-WHIRL ] para que nuestras musas viajen juntas en el Tilt-A-Whirl [ MANZANA DE CARAMELO ] para que mi musa le permita a tu musa probar un bocado de su manzana de caramelo [ ESCENARIO ] para que nuestras musas suban al escenario durante un espectáculo [DERRAMAR] para que mi musa derrame su bebida sobre la tuya [PASTEL DE EMBUDO] para que nuestras musas compartan un pastel de embudo [TANQUE DE INMERSIÓN] para que mi musa termine en el tanque de inmersión mientras la tuya lanza la pelota [ CABINA DE BESOS ] para que mi musa esté a cargo de la cabina de besos [ MAÍZ KETTLE ] para que mi musa comparta su bolsa de maíz kettlecorn con la tuya [ ZOOLÓGICO DE MASCOTAS ] ​​para que nuestras musas pasen un rato en el zoológico de mascotas [TÚNEL DEL AMOR] para que nuestras musas acaben juntas en el túnel del amor. [ FORTUNA ] para que nuestras musas se lean la fortuna juntas [ STAND ] para que nuestras musas atiendan un stand juntas [ PASEO A CABALLO ] para que nuestras musas den un paseo a caballo juntas [ PERDIDO ] para que nuestras musas se pierdan juntas entre la multitud [LINTERNAS] para que nuestras musas lancen linternas al cielo nocturno juntas [ FUEGOS ARTIFICIALES ] para que nuestras musas vean juntas los fuegos artificiales de la noche
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  • En cierta realidad, en la que no se aguantan la consciencia de las cosas, un pescador esbozó un trabalenguas con sus desglosados rezos, esos con forma de cordeles y carnadas, que ante mí exhibía, como si no fuera asunto de sus alevines. Retenía unos cuatro gusanos en su caja más preciada, con la que se anunció el reguero de sus besos sobre el lagomar de sus prudencias. El pescador me contemplaba convencido que era mi turno. Aventurarme en la pesca de espíritus corrosivos no endiosaba a ninguno. Demás que corrompían sus propios anhelos y se tornaban sombreados sus párpados, a medida que los más cautos, preparaban las redes.

    Mi barca, humilde y de estrechas lunas de dunas, fierros macizos de mansos génesis, se entreveía entre el ramaje de las aguas, en las que, para mi suerte, sometía el decorado de las sonrisas que en todos pastaban. ¿Era el alba o se decantaba el cantar de las estrellas entre nosotros? Conté una cantidad escasa de lunares sobre mi propio gen de eternidades. Tracé un dulce de albaricoque sobre la piedra más cercana y me hice el loco: no había más que decir.

    El pescador me estudió convencido; sorteó mis propios atavíos y coronó mi testa con una cuchilla de guadañas, que, ante la hechura de sus poderes de lirios de linajes, se atrevió a verme con otros ojos. Con más respeto que en el instante en el que forjé mis botas de lianas y bambúes. Me ajustó el gorrito. Ahí debía almacenar las presas. Junto a mis orejas, que tantas injurias han escuchado. Él me llama por mi nombre; “Qipaimnarr”, me dice. En nuestra lengua significa cachorro de luz que monta al higo de las montañas, en su brazal de seda.

    No lo hace por maldad. Él me hurtó de mi cuna; llegué a sus orillas y lo engañé con mi cola de pez de coloridas escamas.

    A sus noventa años aún es jovencito. Ríe pese a la escasez de sus dientes; es sabio y pasta ante mis turbios augurios; un umbral de cometas y tersas mañanas con aroma a eucalipto.

    “Qipaimnarr”, me llama. “Hoy habrá buena cosecha. En el amanecer de las cosechas se denota en la detonada de la esperanza de embelesos de tesura”.

    “Busca los ojos de los huracanes en el mar de hierba. El lagomar es a veces, ingrato y tozudo. Quieres ver la paz en él pero, en los siempre de los Para Siempre, siembra una lección a los más más cautos”.

    “¿Los más cautos saben de las lecciones que quiere impartir?”.

    “A veces aprehender a leerlo es como una desiderata. Siempre tiene algo que decir”.

    “¿Y quién llama a su puerta en cada momento? ¿No es la desiderata misma?”, pregunto con las uñas a flor de piel. Degusto una alhaja de lagomar.

    Él calla con la sabiduría pincelada en sus arrugas. Tensa el fuego de la fogata acuosa con la que nos protegemos. Un amuleto para la desiderata. Dos para los que somos nosotros los enclenques que la repasamos al despertar. Decir las erratas de la vida que nos gobierna es empíreo que nos gobierna, entre arroyos y arrullos, entre logística de números que contamos cada vez, y cada vez más, conforme desnudamos nuestras almas ante el terrario, comandan los barcos de escasez.

    Nuestra tersura de rostros alegra el tiempo de los tres tiempos.

    Un espíritu, muy parecido al mío, se alza a la deriva. Toca mis dedos y retrocedo; no temo.

    Mahenh, el pescador al que le debo más que las lecciones que me imparte, me anuncia que guarde silencio. Es abogado de la gracia de entre los seres que provienen de ese pasto acuoso que repta entre nosotros. Y como si se tratara de un objeto de inquisición, él escuda entre los arropes de lo solemne que se puede edificar. Tensa el sostén de sus mejillas contra la garra que le acaricia las entrañas. Se perfila sereno. No hay daño, tan sólo una aguarda la caricia que entre retienen el albor de sus estelas.

    Intriga la emoción. Lo corrosivo atrae; el cambio que eso conmueve. Aprieto los parpados hasta ver las luces que desprende cada uno, que se acerca, sin recato, desnudos con sus propias luminarias.

    Su inocencia me conmueve.

    Entreabro mis pupilas y, allí y sólo allí, deslizan en mis siluetas su fantasmal música. Doy brincos, me perfilo en este solemne sueño que me hechiza. Mi compañero de aventuras retiene el centro de mis núcleos. La inconsciencia reluce entre sus rasgos pero no ha sido derrotado: el pescador sostiene mis manazas, como león de añiles trigales; y no me deja marchar.

    Compone para mí un arrullo de cordialidad. La fineza de su vozarrón delineado como un arrullo entre los puentes de lo que es rito en esa realidad fantástica, no me concierne porque no es para mí el decoro de lo enunciado. Lo corroe un rastro de brea de eso que nos embruja y, pese a su gentil sonrisa en esos momentos de tensión, logro pescar lo que pronuncia con forma corpórea. Deslizo mi carcaj entre los hilos de la tierra y las carcajadas me atraen. Los espíritus revelan sus rostros. Macilento, quizá rebelde. Atraen mi atención y los seis que cuento con el alma en vilo, ante mis carencias, me penetran y rescatan.

    Y sobrevivo ante las afrentas de los más justos.

    El pescador, sometido al perpetuo en júbilo, me zarandea de entre los aparecidos.

    Observo un gris arbóreo en sus pupilas, en las que se asoma una sonrisa que decomisa mi miedo a perderme entre las brumas de los cuatro puntos cardinales. Él me abraza y gobierna mi silencio con una felicidad que viene a mí en forma de relicario. Lo cuelga entre uno de mis dedos; entreveo que es uno de los huesos que él mismo se ha retirado para darme protección. Está bañado con ocre. Adornado por perlas de luz. Ahí entreveo el pastizal del obsequio, que me demuestra con mi orgullo envalentonado, que he golpeado a mi propio proceder en el fértil terreno.

    El mar de hierba decora el rastro de la espera; habrá que esperar a las siguientes lecciones, y, en el instante en que me restriega una carantoña en la cabeza; me anuncia que pasé la prueba en la que todos recuperan la inocencia y el ser criaturas de bien, es el dominio que debo demostrar ahora, de todas mis tonadas musicales.

    Me doy cuenta, que estoy completo.
    En cierta realidad, en la que no se aguantan la consciencia de las cosas, un pescador esbozó un trabalenguas con sus desglosados rezos, esos con forma de cordeles y carnadas, que ante mí exhibía, como si no fuera asunto de sus alevines. Retenía unos cuatro gusanos en su caja más preciada, con la que se anunció el reguero de sus besos sobre el lagomar de sus prudencias. El pescador me contemplaba convencido que era mi turno. Aventurarme en la pesca de espíritus corrosivos no endiosaba a ninguno. Demás que corrompían sus propios anhelos y se tornaban sombreados sus párpados, a medida que los más cautos, preparaban las redes. Mi barca, humilde y de estrechas lunas de dunas, fierros macizos de mansos génesis, se entreveía entre el ramaje de las aguas, en las que, para mi suerte, sometía el decorado de las sonrisas que en todos pastaban. ¿Era el alba o se decantaba el cantar de las estrellas entre nosotros? Conté una cantidad escasa de lunares sobre mi propio gen de eternidades. Tracé un dulce de albaricoque sobre la piedra más cercana y me hice el loco: no había más que decir. El pescador me estudió convencido; sorteó mis propios atavíos y coronó mi testa con una cuchilla de guadañas, que, ante la hechura de sus poderes de lirios de linajes, se atrevió a verme con otros ojos. Con más respeto que en el instante en el que forjé mis botas de lianas y bambúes. Me ajustó el gorrito. Ahí debía almacenar las presas. Junto a mis orejas, que tantas injurias han escuchado. Él me llama por mi nombre; “Qipaimnarr”, me dice. En nuestra lengua significa cachorro de luz que monta al higo de las montañas, en su brazal de seda. No lo hace por maldad. Él me hurtó de mi cuna; llegué a sus orillas y lo engañé con mi cola de pez de coloridas escamas. A sus noventa años aún es jovencito. Ríe pese a la escasez de sus dientes; es sabio y pasta ante mis turbios augurios; un umbral de cometas y tersas mañanas con aroma a eucalipto. “Qipaimnarr”, me llama. “Hoy habrá buena cosecha. En el amanecer de las cosechas se denota en la detonada de la esperanza de embelesos de tesura”. “Busca los ojos de los huracanes en el mar de hierba. El lagomar es a veces, ingrato y tozudo. Quieres ver la paz en él pero, en los siempre de los Para Siempre, siembra una lección a los más más cautos”. “¿Los más cautos saben de las lecciones que quiere impartir?”. “A veces aprehender a leerlo es como una desiderata. Siempre tiene algo que decir”. “¿Y quién llama a su puerta en cada momento? ¿No es la desiderata misma?”, pregunto con las uñas a flor de piel. Degusto una alhaja de lagomar. Él calla con la sabiduría pincelada en sus arrugas. Tensa el fuego de la fogata acuosa con la que nos protegemos. Un amuleto para la desiderata. Dos para los que somos nosotros los enclenques que la repasamos al despertar. Decir las erratas de la vida que nos gobierna es empíreo que nos gobierna, entre arroyos y arrullos, entre logística de números que contamos cada vez, y cada vez más, conforme desnudamos nuestras almas ante el terrario, comandan los barcos de escasez. Nuestra tersura de rostros alegra el tiempo de los tres tiempos. Un espíritu, muy parecido al mío, se alza a la deriva. Toca mis dedos y retrocedo; no temo. Mahenh, el pescador al que le debo más que las lecciones que me imparte, me anuncia que guarde silencio. Es abogado de la gracia de entre los seres que provienen de ese pasto acuoso que repta entre nosotros. Y como si se tratara de un objeto de inquisición, él escuda entre los arropes de lo solemne que se puede edificar. Tensa el sostén de sus mejillas contra la garra que le acaricia las entrañas. Se perfila sereno. No hay daño, tan sólo una aguarda la caricia que entre retienen el albor de sus estelas. Intriga la emoción. Lo corrosivo atrae; el cambio que eso conmueve. Aprieto los parpados hasta ver las luces que desprende cada uno, que se acerca, sin recato, desnudos con sus propias luminarias. Su inocencia me conmueve. Entreabro mis pupilas y, allí y sólo allí, deslizan en mis siluetas su fantasmal música. Doy brincos, me perfilo en este solemne sueño que me hechiza. Mi compañero de aventuras retiene el centro de mis núcleos. La inconsciencia reluce entre sus rasgos pero no ha sido derrotado: el pescador sostiene mis manazas, como león de añiles trigales; y no me deja marchar. Compone para mí un arrullo de cordialidad. La fineza de su vozarrón delineado como un arrullo entre los puentes de lo que es rito en esa realidad fantástica, no me concierne porque no es para mí el decoro de lo enunciado. Lo corroe un rastro de brea de eso que nos embruja y, pese a su gentil sonrisa en esos momentos de tensión, logro pescar lo que pronuncia con forma corpórea. Deslizo mi carcaj entre los hilos de la tierra y las carcajadas me atraen. Los espíritus revelan sus rostros. Macilento, quizá rebelde. Atraen mi atención y los seis que cuento con el alma en vilo, ante mis carencias, me penetran y rescatan. Y sobrevivo ante las afrentas de los más justos. El pescador, sometido al perpetuo en júbilo, me zarandea de entre los aparecidos. Observo un gris arbóreo en sus pupilas, en las que se asoma una sonrisa que decomisa mi miedo a perderme entre las brumas de los cuatro puntos cardinales. Él me abraza y gobierna mi silencio con una felicidad que viene a mí en forma de relicario. Lo cuelga entre uno de mis dedos; entreveo que es uno de los huesos que él mismo se ha retirado para darme protección. Está bañado con ocre. Adornado por perlas de luz. Ahí entreveo el pastizal del obsequio, que me demuestra con mi orgullo envalentonado, que he golpeado a mi propio proceder en el fértil terreno. El mar de hierba decora el rastro de la espera; habrá que esperar a las siguientes lecciones, y, en el instante en que me restriega una carantoña en la cabeza; me anuncia que pasé la prueba en la que todos recuperan la inocencia y el ser criaturas de bien, es el dominio que debo demostrar ahora, de todas mis tonadas musicales. Me doy cuenta, que estoy completo.
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  • He visto muchas cosas desde que partí con mi viaje, armado solo con mi espada, he dormido bñen lugares hinospitos, caminado entre bosques donde nadie quisiera poner un pie, y enfrentado criaturas nacidas del eco de antiguas guerras. Pero hoy crucé algo que escapa a las palabras comunes. Ante mí se alzó una estructura imposible, suspendida entre dos mundos. Un puente de piedra gris que desafía la voluntad de la montaña. No una simple construcción, esto era un grito de desafío contra la muerte misma. Se lo conoce entre los viajeros como El Puente de los Ecos.

    La arquitectura humana nunca me ha parecido particularmente gloriosa. Muchas veces está pensada con urgencia, para el presente, rara vez para resistir la mirada del tiempo. Pero esto fue construido por hombres que sabían que no volverían jamás, pero que querían dejar huella en las montañas. El puente no conecta pueblos, conecta dos enormes picos. Sus arcos, siete en total, emergen de la roca misma, parecía que hubieran sido tallados por gigantes de otra era. La nieve lo cubre como un sudario blanco, y el viento lo atraviesa emitiendo susurros como si las piedras guardaran los nombres de todos los que lo cruzaron y no llegaron al otro lado. Quizá cuantos batallones enteros marcharon hacia su final en estw lugar.

    Solo estaba el abismo a ambos lados y sin embargo, allí estaban, figuras solitarias envueltas en capas negras, como guardianes silenciosos. No me hablaron, solo me observaron pasar, quiza mi destino no les incumbia o ya lo conocían.
    Y allá arriba, sobre el filo de la montaña, vi formas que por primera vez habia visto voladores, alas de cuero y ojos de brasa. Dragones, o lo que queda de ellos, me pregunté si eran los últimos testigos de una época donde los puentes se construían con fe y no con lógica.
    Quizás esto es lo que hace grande al ser humano, no su magia ni su acero, sino su testarudez de poner piedra sobre piedra en los lugares donde la muerte reina.
    He visto muchas cosas desde que partí con mi viaje, armado solo con mi espada, he dormido bñen lugares hinospitos, caminado entre bosques donde nadie quisiera poner un pie, y enfrentado criaturas nacidas del eco de antiguas guerras. Pero hoy crucé algo que escapa a las palabras comunes. Ante mí se alzó una estructura imposible, suspendida entre dos mundos. Un puente de piedra gris que desafía la voluntad de la montaña. No una simple construcción, esto era un grito de desafío contra la muerte misma. Se lo conoce entre los viajeros como El Puente de los Ecos. La arquitectura humana nunca me ha parecido particularmente gloriosa. Muchas veces está pensada con urgencia, para el presente, rara vez para resistir la mirada del tiempo. Pero esto fue construido por hombres que sabían que no volverían jamás, pero que querían dejar huella en las montañas. El puente no conecta pueblos, conecta dos enormes picos. Sus arcos, siete en total, emergen de la roca misma, parecía que hubieran sido tallados por gigantes de otra era. La nieve lo cubre como un sudario blanco, y el viento lo atraviesa emitiendo susurros como si las piedras guardaran los nombres de todos los que lo cruzaron y no llegaron al otro lado. Quizá cuantos batallones enteros marcharon hacia su final en estw lugar. Solo estaba el abismo a ambos lados y sin embargo, allí estaban, figuras solitarias envueltas en capas negras, como guardianes silenciosos. No me hablaron, solo me observaron pasar, quiza mi destino no les incumbia o ya lo conocían. Y allá arriba, sobre el filo de la montaña, vi formas que por primera vez habia visto voladores, alas de cuero y ojos de brasa. Dragones, o lo que queda de ellos, me pregunté si eran los últimos testigos de una época donde los puentes se construían con fe y no con lógica. Quizás esto es lo que hace grande al ser humano, no su magia ni su acero, sino su testarudez de poner piedra sobre piedra en los lugares donde la muerte reina.
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