• El viento helado de las montañas de Sangravah, un rincón remoto del continente, cortaba la piel como cuchillas. Azriel apenas lo sentía. Había perdido la noción del tiempo desde que había dejado Velaris. No quería mirar atrás, no podía. La vergüenza y el peso de sus decisiones lo habían arrastrado a este lugar, lejos de todo y de todos.

    Había traicionado a su familia, a sus hermanos. Aquellos con los que no compartía sangre, pero si el alma. El lazo que lo unía a Nesta era una cadena invisible que le recordaba cada día lo que había hecho. El lazo había sellado algo más profundo, algo que él no había pedido pero tampoco pudo resistir. Sin embargo, eso había convertido su traición en algo irreparable. Cassian tenía el corazón destrozado, y por sus acciones este casi se quita la vida con "La que dice la verdad" en un enajenamiento. La última vez que vió su amada Daga está estaba en las manos de su Alto Lord, ni siquiera fue capaz de acercarse para recuperarla. Rhysand lo había mirado con una decepción tan profunda que Azriel sentía que el peso de ese juicio lo hundiría para siempre.

    Sangravah era el único lugar que le parecía lo suficientemente lejano como para evitar enfrentarse a la realidad, una realidad que lo estaba consumiendo dentro de su mundo de sombras. Este remoto santuario estaba tan aislado que ni siquiera el lazo con Nesta lograba alcanzarlo. Sentía el eco de su conexión a lo lejos, desdibujandose hasta que era casi imperceptible. Nadie sabía que estaba allí, y esperaba que así fuera durante mucho tiempo.

    Pero incluso en su exilio, los demonios internos lo perseguían. Las noches eran lo peor. No podía dejar de pensar en Elain. Su rostro, su voz, su dulzura... Todo aquello que él nunca había merecido y que ahora era incapaz de enfrentar. ¿Cómo podría mirarla, sabiendo lo que había hecho?. No sería capaz de observar la decepción o el asco viniendo de sus ojos, prefiriendo la muerte incluso.

    A veces, en la soledad, Azriel pensaba en volver. Pensaba en enfrentar las consecuencias de sus acciones, en buscar el perdón que no creía merecer. Pero cada vez que esa idea cruzaba por su mente, el miedo lo paralizaba. ¿Y si Cassian nunca lo perdonaba? ¿Y si Nesta lo odiaba por haberla dejado sola con ese lazo que los unía? ¿Y si Elain jamás volvía a mirarlo con esos ojos llenos de esperanza?.

    Le había prometido a Nesta que jamás la dejaría sola. La primera vez que intentó faltar a esa promesa, la reina muerte lo maldijo con crueldad merecida. ¿Y ahora?, ¿Que haría?. Lo único que sabía es que él jamás había encajado en todo aquello. De por sí, Azriel era un ser que jamás había logrado encajar del todo en ningún lado, su tortuoso pasado lo convertían en alguien roto, alguien que nunca podría encontrar un auténtico lugar.

    Quizás un día tendría la fuerza para regresar. Pero no hoy. Incluso faltaría al cumpleaños de Rhysand. Pero...¿Como iba a ser capaz de estar en una fiesta después de todo lo que había ocurrido?. Mientras tanto, el frío de Sangravah era el único que lo abrazaba, el único que podía soportar.
    El viento helado de las montañas de Sangravah, un rincón remoto del continente, cortaba la piel como cuchillas. Azriel apenas lo sentía. Había perdido la noción del tiempo desde que había dejado Velaris. No quería mirar atrás, no podía. La vergüenza y el peso de sus decisiones lo habían arrastrado a este lugar, lejos de todo y de todos. Había traicionado a su familia, a sus hermanos. Aquellos con los que no compartía sangre, pero si el alma. El lazo que lo unía a Nesta era una cadena invisible que le recordaba cada día lo que había hecho. El lazo había sellado algo más profundo, algo que él no había pedido pero tampoco pudo resistir. Sin embargo, eso había convertido su traición en algo irreparable. Cassian tenía el corazón destrozado, y por sus acciones este casi se quita la vida con "La que dice la verdad" en un enajenamiento. La última vez que vió su amada Daga está estaba en las manos de su Alto Lord, ni siquiera fue capaz de acercarse para recuperarla. Rhysand lo había mirado con una decepción tan profunda que Azriel sentía que el peso de ese juicio lo hundiría para siempre. Sangravah era el único lugar que le parecía lo suficientemente lejano como para evitar enfrentarse a la realidad, una realidad que lo estaba consumiendo dentro de su mundo de sombras. Este remoto santuario estaba tan aislado que ni siquiera el lazo con Nesta lograba alcanzarlo. Sentía el eco de su conexión a lo lejos, desdibujandose hasta que era casi imperceptible. Nadie sabía que estaba allí, y esperaba que así fuera durante mucho tiempo. Pero incluso en su exilio, los demonios internos lo perseguían. Las noches eran lo peor. No podía dejar de pensar en Elain. Su rostro, su voz, su dulzura... Todo aquello que él nunca había merecido y que ahora era incapaz de enfrentar. ¿Cómo podría mirarla, sabiendo lo que había hecho?. No sería capaz de observar la decepción o el asco viniendo de sus ojos, prefiriendo la muerte incluso. A veces, en la soledad, Azriel pensaba en volver. Pensaba en enfrentar las consecuencias de sus acciones, en buscar el perdón que no creía merecer. Pero cada vez que esa idea cruzaba por su mente, el miedo lo paralizaba. ¿Y si Cassian nunca lo perdonaba? ¿Y si Nesta lo odiaba por haberla dejado sola con ese lazo que los unía? ¿Y si Elain jamás volvía a mirarlo con esos ojos llenos de esperanza?. Le había prometido a Nesta que jamás la dejaría sola. La primera vez que intentó faltar a esa promesa, la reina muerte lo maldijo con crueldad merecida. ¿Y ahora?, ¿Que haría?. Lo único que sabía es que él jamás había encajado en todo aquello. De por sí, Azriel era un ser que jamás había logrado encajar del todo en ningún lado, su tortuoso pasado lo convertían en alguien roto, alguien que nunca podría encontrar un auténtico lugar. Quizás un día tendría la fuerza para regresar. Pero no hoy. Incluso faltaría al cumpleaños de Rhysand. Pero...¿Como iba a ser capaz de estar en una fiesta después de todo lo que había ocurrido?. Mientras tanto, el frío de Sangravah era el único que lo abrazaba, el único que podía soportar.
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  • Cumpleaños en la nieve (celebración para el Alto Lord)
    Fandom ACOTAR
    Categoría Fantasía
    𝐦𝐢𝐧𝐢𝐧𝐨𝐫𝐦𝐚𝐬

    - el rol es para pasarlo bien (dentro de lo que se pueda) y despejar a los personajes de todo lo que ha pasado, y celebrar el cumple del Alto Lord.
    - estaremos en las montañas, cerca del campamento ilyrio, todo está nevado y se trata de interactuar en ese entorno.
    - hay una cabaña con todo lo necesario: comida, bebida, sillones, sofás, mantas...
    - para responder a todos procurad mencionar para que salten los avisos.
    - si queréis interactuar solo con alguien concreto, mencionad a ese alguien en otro rol nuevo, siempre respondiendo este starter para no perder el hilo.


    𝐚𝐦𝐛𝐢𝐞𝐧𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧
    El inviernos había llegado a Velaris y sus montañas estaban totalmente nevadas. Las calles ya olían a los olores de la época, las tiendas empezaban a estar decoradas de forma festiva y la gente ya iba abrigada.

    Pero nuestros protagonistas tenían algo muy importante que celebrar: el cumpleaños del Alto Lord de la corte Noche.

    Entre unas cosas y otras, querían intentar olvidar todo lo que había pasado los meses anteriores e intentar relajarse un poco, y para eso ella aquel evento, para disfrutar de un día todos juntos.


    𝕰𝑙𝑎𝑖𝑛 𝕬𝑟𝑐𝘩𝑒𝑟𝑜𝑛 𝕮assian  ︎ ︎ ︎ ︎ 𝕸orrigɑn  ︎ ︎ ︎ ︎ 𝐑𝐡𝐲𝐬𝐚𝐧𝐝 𝕬𝖟𝖗𝖎𝖊𝖑 𝐅𝐞𝐲𝐫𝐞 𝐀𝐫𝐜𝐡𝐞𝐫𝐨𝐧 𝕾𝖚𝖗𝖎𝖊𝖑 𝑇𝘢𝘮𝘭𝘪𝘯​ 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝐶𝘰𝘳𝘵𝘦 𝑃​𝘳𝘪𝘮𝘢𝘷𝘦𝘳𝘢 𝕷𝘂𝗰𝗶𝗲𝗻 𝗩𝗮𝗻𝘀𝗲𝗿𝗿𝗮 𝑨𝙢𝙧𝙚𝙣 𝕹𝐞𝐬𝐭𝐚 𝕬𝐫𝐜𝐡𝐞𝐫𝐨𝐧 Dámaris
    𝐦𝐢𝐧𝐢𝐧𝐨𝐫𝐦𝐚𝐬 - el rol es para pasarlo bien (dentro de lo que se pueda) y despejar a los personajes de todo lo que ha pasado, y celebrar el cumple del Alto Lord. - estaremos en las montañas, cerca del campamento ilyrio, todo está nevado y se trata de interactuar en ese entorno. - hay una cabaña con todo lo necesario: comida, bebida, sillones, sofás, mantas... - para responder a todos procurad mencionar para que salten los avisos. - si queréis interactuar solo con alguien concreto, mencionad a ese alguien en otro rol nuevo, siempre respondiendo este starter para no perder el hilo. 𝐚𝐦𝐛𝐢𝐞𝐧𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 El inviernos había llegado a Velaris y sus montañas estaban totalmente nevadas. Las calles ya olían a los olores de la época, las tiendas empezaban a estar decoradas de forma festiva y la gente ya iba abrigada. Pero nuestros protagonistas tenían algo muy importante que celebrar: el cumpleaños del Alto Lord de la corte Noche. Entre unas cosas y otras, querían intentar olvidar todo lo que había pasado los meses anteriores e intentar relajarse un poco, y para eso ella aquel evento, para disfrutar de un día todos juntos. [Seer.flower] [twilight_gold_mule_929] [Third.1n.Command] [High.Lord] [spirit_lime_fox_273] [high1ady] [The_Suriel] [Spring_HighLord] [glimmer_turquoise_monkey_752] [Second_in_Command] [THE_VALKYRIE] [glowing.night]
    Tipo
    Grupal
    Líneas
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    Estado
    Disponible
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  • Siempre estaba atento. Al contrario que él, nada pasaba desapercibido en su bosque. Los ojos del zorro eran capaces de ver más allá de la maleza de los árboles, sus oídos escuchar como cae una hoja en algún lugar, y su olfato capaz de percibir el olor de un alumbre montaña arriba .

    Por alguna razón aquella noche se sentía inquieto. Como si algo fuera a pasar en cualquier momento. No necesariamente malo ni bueno. Era una sensación que no percibía son sus sentidos, de momento, si no más bien en el alma.

    Subido a aquella rama, mientras comía una manzana, escudriñaba con sus ojos color zafiro la oscuridad. Lo único que podría delatar su presencia eran aquellas don cuencas azules, que a luz de la luna, tomaban brillo propio.
    Siempre estaba atento. Al contrario que él, nada pasaba desapercibido en su bosque. Los ojos del zorro eran capaces de ver más allá de la maleza de los árboles, sus oídos escuchar como cae una hoja en algún lugar, y su olfato capaz de percibir el olor de un alumbre montaña arriba . Por alguna razón aquella noche se sentía inquieto. Como si algo fuera a pasar en cualquier momento. No necesariamente malo ni bueno. Era una sensación que no percibía son sus sentidos, de momento, si no más bien en el alma. Subido a aquella rama, mientras comía una manzana, escudriñaba con sus ojos color zafiro la oscuridad. Lo único que podría delatar su presencia eran aquellas don cuencas azules, que a luz de la luna, tomaban brillo propio.
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  • -Tras un tiempo viajando , el ladrón decidiría tomar un breve descanso de su interminable viaje , se sentaría en la orilla del risco para poder contemplar el lago en un hermoso atardecer que bañaría su ser con una luz crepuscular , este se sacaría su mascara para dejar que el viento que desde las montañas bajaba , refrescara sus profundos pensamientos llenos de una tristeza por una decisión que tuvo que tomar , cuando a lo lejos vería la ilusión de una joven de pelo blanco bailar sobre el lago que en su mente parecía congelar , sonreiría con tristeza y murmullaría para sus adentros unas plegarias que el viento se llevaría lejos-

    Solo espero... que las llamas guíen tu camino querida mía....
    -Tras un tiempo viajando , el ladrón decidiría tomar un breve descanso de su interminable viaje , se sentaría en la orilla del risco para poder contemplar el lago en un hermoso atardecer que bañaría su ser con una luz crepuscular , este se sacaría su mascara para dejar que el viento que desde las montañas bajaba , refrescara sus profundos pensamientos llenos de una tristeza por una decisión que tuvo que tomar , cuando a lo lejos vería la ilusión de una joven de pelo blanco bailar sobre el lago que en su mente parecía congelar , sonreiría con tristeza y murmullaría para sus adentros unas plegarias que el viento se llevaría lejos- Solo espero... que las llamas guíen tu camino querida mía....
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  • Empieza a enfriar ya, es eso o la misión en las montañas lo descompuso.
    Empieza a enfriar ya, es eso o la misión en las montañas lo descompuso.
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  • - Un pequeño paseo por las montañas del mundo terrenal no se desperdicia de ninguna manera, aunque... Creo que de cierta forma extraño lo atormentante y sombrío que puede ser el infierno... ¿Que opinas?

    *Te mira fijamente a los ojos expectante, puedes notar una tranquilidad en su mirada y una relajación en su respirar*
    - Un pequeño paseo por las montañas del mundo terrenal no se desperdicia de ninguna manera, aunque... Creo que de cierta forma extraño lo atormentante y sombrío que puede ser el infierno... ¿Que opinas? *Te mira fijamente a los ojos expectante, puedes notar una tranquilidad en su mirada y una relajación en su respirar*
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  • Había una vez una canción
    Categoría Acción
    https://youtu.be/IKmPci5VXz0?si=IP8Eax0FvKbWQjEh

    -en medio del acantilado en dónde un nido estaba siendo construido alejados de todo lo que tuviera contacto humano. El demonio de ropas negras que contrastaba ante el humano de luz se inclino para cantarle de sorpresa a su pajarillo en el oído -

    Sigo cruzando ríos
    Andando selvas, amando el Sol
    Cada día sigo sacando espinas
    De lo profundo del corazón
    En la noche, sigo encendiendo sueños
    Para limpiar con el humo sagrado cada recuerdo

    Cuando escriba tu nombre
    En la arena blanca con fondo azul
    Cuando mire al cielo
    En la forma cruel de una nube gris, aparezcas tú
    Una tarde suba una alta loma
    Mire el pasado, sabrás que no te he olvidado

    -salto del acantilado usando sus alas para mantenerse a vuelo rodeando al ser humano -

    Yo te llevo dentro, hasta la raíz
    Y por más que crezca, vas a estar aquí
    Aunque yo me oculte tras la montaña
    Y encuentre un campo lleno de caña
    No habrá manera, mi rayo de Luna
    Que tú te vayas

    -lo tomo de las manos para sacarlo del nido bailando un vals en el aire -

    Ouh, oh, ouh, oh
    Ouh, ooh, oh
    Ouh, oh, ouh, oh
    Ouh, ooh, oh

    Pienso que cada instante sobrevivido al caminar
    Y cada segundo de incertidumbre
    Cada momento de no saber
    Son la clave exacta de ese tejido
    Que ando cargando bajo la piel
    Así te protejo
    Aquí sigues dentro

    Yo te llevo dentro, hasta la raíz
    Y por más que crezca, vas a estar aquí
    Aunque yo me oculte tras la montaña
    Y encuentre un campo lleno de caña
    No habrá manera, mi rayo de Luna
    Que tú te vayas, que tú te vayas

    Yo te llevo dentro, hasta la raíz
    Y por más que crezca, vas a estar aquí
    Aunque yo me oculte tras la montaña
    Y encuentre un campo lleno de caña
    No habrá manera, mi rayo de Luna
    Que tú te vayas, que tú te vayas

    Oh, oh, oh, oh
    Oh, oh, oh
    Oh, oh, oh, oh
    Oh, oh, oh

    Oh, oh, oh, oh
    Oh, oh, oh
    Oh, oh, oh, oh
    Oh, oh, oh

    -lanzo a Adán al cielo solo para recibirlo como si del cielo cayera un delicado pétalo de nieve que está a punto de ser derretido por el abrasador sol-

    Yo te llevo dentro, hasta la raíz
    Y por más que crezca, vas a estar aquí
    Aunque yo me oculte tras la montaña
    Y encuentre un campo lleno de caña
    No habrá manera, mi rayo de Luna
    Que tú te vayas

    -termino la canción juntando sus labios en aquella promesa "no importa donde sea que este, jamás lo olvidará "-
    https://youtu.be/IKmPci5VXz0?si=IP8Eax0FvKbWQjEh -en medio del acantilado en dónde un nido estaba siendo construido alejados de todo lo que tuviera contacto humano. El demonio de ropas negras que contrastaba ante el humano de luz se inclino para cantarle de sorpresa a su pajarillo en el oído - Sigo cruzando ríos Andando selvas, amando el Sol Cada día sigo sacando espinas De lo profundo del corazón En la noche, sigo encendiendo sueños Para limpiar con el humo sagrado cada recuerdo Cuando escriba tu nombre En la arena blanca con fondo azul Cuando mire al cielo En la forma cruel de una nube gris, aparezcas tú Una tarde suba una alta loma Mire el pasado, sabrás que no te he olvidado -salto del acantilado usando sus alas para mantenerse a vuelo rodeando al ser humano - Yo te llevo dentro, hasta la raíz Y por más que crezca, vas a estar aquí Aunque yo me oculte tras la montaña Y encuentre un campo lleno de caña No habrá manera, mi rayo de Luna Que tú te vayas -lo tomo de las manos para sacarlo del nido bailando un vals en el aire - Ouh, oh, ouh, oh Ouh, ooh, oh Ouh, oh, ouh, oh Ouh, ooh, oh Pienso que cada instante sobrevivido al caminar Y cada segundo de incertidumbre Cada momento de no saber Son la clave exacta de ese tejido Que ando cargando bajo la piel Así te protejo Aquí sigues dentro Yo te llevo dentro, hasta la raíz Y por más que crezca, vas a estar aquí Aunque yo me oculte tras la montaña Y encuentre un campo lleno de caña No habrá manera, mi rayo de Luna Que tú te vayas, que tú te vayas Yo te llevo dentro, hasta la raíz Y por más que crezca, vas a estar aquí Aunque yo me oculte tras la montaña Y encuentre un campo lleno de caña No habrá manera, mi rayo de Luna Que tú te vayas, que tú te vayas Oh, oh, oh, oh Oh, oh, oh Oh, oh, oh, oh Oh, oh, oh Oh, oh, oh, oh Oh, oh, oh Oh, oh, oh, oh Oh, oh, oh -lanzo a Adán al cielo solo para recibirlo como si del cielo cayera un delicado pétalo de nieve que está a punto de ser derretido por el abrasador sol- Yo te llevo dentro, hasta la raíz Y por más que crezca, vas a estar aquí Aunque yo me oculte tras la montaña Y encuentre un campo lleno de caña No habrá manera, mi rayo de Luna Que tú te vayas -termino la canción juntando sus labios en aquella promesa "no importa donde sea que este, jamás lo olvidará "-
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  • —Esta señalando en un mapa los lugares que considera más adecuados para hacer un nido. A ver si, cuando Sebastián Michaelis vuelva a la normalidad puede sorprenderlo con un sitio acogedor para vivir juntos.
    Por ahora ya ha marcado cuatro montañas, cinco acantilados y un par de árboles muy, muy altos —
    —Esta señalando en un mapa los lugares que considera más adecuados para hacer un nido. A ver si, cuando [Michaelis] vuelva a la normalidad puede sorprenderlo con un sitio acogedor para vivir juntos. Por ahora ya ha marcado cuatro montañas, cinco acantilados y un par de árboles muy, muy altos —
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  • 𝑼𝒏𝒂 𝒊𝒏𝒗𝒆𝒔𝒕𝒊𝒈𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏 𝒆𝒏 𝒄𝒖𝒓𝒔𝒐.
    Fandom Dungeons And Dragons
    Categoría Otros
    ㅤㅤㅤᅳ⧽ㅤ𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 𝐀𝐁𝐈𝐄𝐑𝐓𝐎.ㅤ━

    La eladrin había sido enviada a tierras de Faeûn para encontrar un artefacto perdido, de hecho no era la única que había bajado al plano de los "mortales", tres compañeros más: Helyn del Valle de la Larga noche, Xanthas de la corte Verano y Eredan de la corte primavera.
    Los tres compañeros, como una cacería salvaje buscaban un artefacto robado a su monarca. Un objeto que era tan poderoso que podía quitar y dar la vida a placer, así como proporcionar la vida eterna a un mortal, aquel objeto era llamado 𝑬𝒍 𝒇𝒓𝒖𝒕𝒐.

    Anraste (De la Corte Otoño), había encontrado una pista, había oído hablar a unos lugareños que cerca de un templo de Lathander en las montañas, cuando el tardío atardecer acariciaba el cielo con sus rojizas tonalidades, alguien activaba un artefacto que hacía cruzar magia por todo el cielo hasta caer en el templo, aquello le pareció terriblemente sospechoso a la Eladrina que pidió indicaciones para llegar al Templo de aquel tal Lathander.

    Iba a ser un camino duro por las montañas de al menos tres días, pero tenía que ver con sus propios ojos si aquellos fenómenos mágicos eran debidos al 𝒇𝒓𝒖𝒕𝒐.
    ㅤㅤㅤᅳ⧽ㅤ𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 𝐀𝐁𝐈𝐄𝐑𝐓𝐎.ㅤ━ La eladrin había sido enviada a tierras de Faeûn para encontrar un artefacto perdido, de hecho no era la única que había bajado al plano de los "mortales", tres compañeros más: Helyn del Valle de la Larga noche, Xanthas de la corte Verano y Eredan de la corte primavera. Los tres compañeros, como una cacería salvaje buscaban un artefacto robado a su monarca. Un objeto que era tan poderoso que podía quitar y dar la vida a placer, así como proporcionar la vida eterna a un mortal, aquel objeto era llamado 𝑬𝒍 𝒇𝒓𝒖𝒕𝒐. Anraste (De la Corte Otoño), había encontrado una pista, había oído hablar a unos lugareños que cerca de un templo de Lathander en las montañas, cuando el tardío atardecer acariciaba el cielo con sus rojizas tonalidades, alguien activaba un artefacto que hacía cruzar magia por todo el cielo hasta caer en el templo, aquello le pareció terriblemente sospechoso a la Eladrina que pidió indicaciones para llegar al Templo de aquel tal Lathander. Iba a ser un camino duro por las montañas de al menos tres días, pero tenía que ver con sus propios ojos si aquellos fenómenos mágicos eran debidos al 𝒇𝒓𝒖𝒕𝒐.
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  • ——— PRESAGIO

    El sol comienza a descender tras las copas de los árboles y el bosque se llena de un frio húmedo que trae consigo el aromas de la tierra y la madera recién partida, resina de pino y sudor.

    Khan, con brazos firmes y curtidos, acomoda la última carga de leña en la parte trasera de su vieja camioneta. El vehículo, un modelo robusto pero desgastado por los años, es un fiel compañero que ha soportado las exigencias de su vida en la montaña.

    Se inclina para recoger unas ramas dispersas, cuando una vibración profunda en el aire lo hace detenerse. No es el sonido común de un animal ni el crujido habitual de las ramas al romperse. Es más bien un susurro grave, un eco que resuena en el suelo y le pone alerta.

    Al levantar la vista, lo ve.

    Un oso emerge de entre los árboles, de un tamaño que sobrepasa lo normal para los de la región. Su pelaje es espeso y oscuro, con un aspecto desordenado. Sus ojos, fijos y brillantes, destellan con una intensidad inusual. Khan ha compartido estos bosques con osos durante mucho tiempo y sabe que su sola presencia basta para ahuyentarlos. Los animales sienten que no es un humano cualquiera, que hay algo en él que pertenece a una naturaleza más antigua y peligrosa, pero este oso, sin embargo, no retrocede, su postura es desafiante y cada paso que da parece acercarlo con una intención que parece racional.

    Khan frunce el ceño, sin retroceder, manteniéndose firme frente a la criatura.

    — ¿Qué te trae aquí, oso?

    Adelanta un pesado paso que hace temblar el suelo ligeramente, pero el oso apenas se inmuta. En lugar de retroceder, gruñe, mostrando los colmillos y avanzando con una mirada penetrante, como si lo estudiara, como si buscara algo dentro de él. Khan sabe que este encuentro no es casual, los osos no actúan así. Percibe en el animal una conciencia que no pertenece al reino común de las bestias.

    La inquietud aparece y crece en su interior. La naturaleza de Khan lo hace especialmente sensible a las anomalías, y cada fibra de su ser le advierte que este oso es una señal de algo, un presagio. Pero, por más que intenta descifrarlo, el mensaje se le escapa, como un murmullo en la penumbra.

    Avanza un paso más, su voz grave y baja resonando en el silencio del bosque.

    — No eres uno de los míos, ni uno de los tuyos —dice, sintiendo cómo la situación escapa de su entendimiento. Entonces gruñe, un gruñido bajo, un sonido casi imperceptible para el oído humano, que lleva una carga de poder que vibra en el aire. Es el lenguaje antiguo de su verdadera esencia, un eco del fuego ancestral que habita en él.

    Por un instante, el oso parece dudar, sus ojos mostrando algo que podría ser reconocimiento. Pero la duda desaparece tan pronto como aparece, y el animal sigue avanzando, decidido.
    ——— PRESAGIO El sol comienza a descender tras las copas de los árboles y el bosque se llena de un frio húmedo que trae consigo el aromas de la tierra y la madera recién partida, resina de pino y sudor. Khan, con brazos firmes y curtidos, acomoda la última carga de leña en la parte trasera de su vieja camioneta. El vehículo, un modelo robusto pero desgastado por los años, es un fiel compañero que ha soportado las exigencias de su vida en la montaña. Se inclina para recoger unas ramas dispersas, cuando una vibración profunda en el aire lo hace detenerse. No es el sonido común de un animal ni el crujido habitual de las ramas al romperse. Es más bien un susurro grave, un eco que resuena en el suelo y le pone alerta. Al levantar la vista, lo ve. Un oso emerge de entre los árboles, de un tamaño que sobrepasa lo normal para los de la región. Su pelaje es espeso y oscuro, con un aspecto desordenado. Sus ojos, fijos y brillantes, destellan con una intensidad inusual. Khan ha compartido estos bosques con osos durante mucho tiempo y sabe que su sola presencia basta para ahuyentarlos. Los animales sienten que no es un humano cualquiera, que hay algo en él que pertenece a una naturaleza más antigua y peligrosa, pero este oso, sin embargo, no retrocede, su postura es desafiante y cada paso que da parece acercarlo con una intención que parece racional. Khan frunce el ceño, sin retroceder, manteniéndose firme frente a la criatura. — ¿Qué te trae aquí, oso? Adelanta un pesado paso que hace temblar el suelo ligeramente, pero el oso apenas se inmuta. En lugar de retroceder, gruñe, mostrando los colmillos y avanzando con una mirada penetrante, como si lo estudiara, como si buscara algo dentro de él. Khan sabe que este encuentro no es casual, los osos no actúan así. Percibe en el animal una conciencia que no pertenece al reino común de las bestias. La inquietud aparece y crece en su interior. La naturaleza de Khan lo hace especialmente sensible a las anomalías, y cada fibra de su ser le advierte que este oso es una señal de algo, un presagio. Pero, por más que intenta descifrarlo, el mensaje se le escapa, como un murmullo en la penumbra. Avanza un paso más, su voz grave y baja resonando en el silencio del bosque. — No eres uno de los míos, ni uno de los tuyos —dice, sintiendo cómo la situación escapa de su entendimiento. Entonces gruñe, un gruñido bajo, un sonido casi imperceptible para el oído humano, que lleva una carga de poder que vibra en el aire. Es el lenguaje antiguo de su verdadera esencia, un eco del fuego ancestral que habita en él. Por un instante, el oso parece dudar, sus ojos mostrando algo que podría ser reconocimiento. Pero la duda desaparece tan pronto como aparece, y el animal sigue avanzando, decidido.
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