• El bosque parecía haber olvidado respirar, siendo el viento el único sonido que arrastraba consigo el aroma a tierra húmeda y hojas marchitas. La niebla serpenteaba entre los troncos, engullendo cada sombra como si se tratara de un velo que intentara ocultar la verdad. Allí, en el corazón del claro, permanecía inmóvil, como una estatua viviente, envuelta en un silencio pesado. Sus cuernos, torcidos y marcados por grietas naturales, se alzaban como un recordatorio de lo que era y de aquello que los demás temían en ella. La luz de la luna acariciaba las partes escamadas de su piel, arrancando destellos plateados que hacían que su presencia pareciera aún más sobrenatural. Había quietud a su alrededor, si, pero no en su interior. Una tormenta de pensamientos rugía dentro de ella, como si las raíces de su ser estuvieran intentando desgarrar el suelo en busca de algo más profundo.

    No tenía alas para alzar el vuelo ni cola que la equilibrara, pero su porte seguía siendo imponente incluso para una mestiza. Su cuerpo contaba historias de un linaje tan antiguo como el tiempo, aunque incompleto. Las uñas, tan afiladas que podían partir hueso, rasgaban el aire de manera inconsciente mientras sus pensamientos la arrastraban hacia lugares que preferiría no explorar.

    Dejó escapar un suspiro que condensó la fría noche a su alrededor. Su aliento, cargado de una gelidez innatural, era un recordatorio de la extraña llama que llevaba dentro, una que había aprendido a ocultar, a domar. Pero esa noche, en la soledad del bosque, no había nadie a quien engañar, nadie ante quien pretender.

    Se arrodilló con lentitud, dejando que sus dedos tocaran la tierra húmeda. Había algo reconfortante en el tacto del suelo, en ese contacto directo con la naturaleza que le recordaba que, a pesar de todo, aún formaba parte del mundo. Pero incluso este pensamiento traía consigo un peso. ¿Formaba parte de algo, realmente? ¿O simplemente existía, aislada, como una pieza que no encajaba en ningún rompecabezas?

    —¿Cual se supone que es la razón de mi existencia? —Murmuró, dejando que sus palabras se perdieran en la inmensidad de la noche.

    Su voz sonaba más cansada de lo que esperaba, como si el eco de todas las batallas, tanto externas como internas, finalmente la hubiera alcanzado. Bajó la mirada y vio su reflejo en un charco cercano, las aguas temblorosas distorsionando su rostro, casi como si se negara a reconocerlo. Sus ojos turquesa brillaron con una intensidad inesperada, dos joyas resplandeciendo en un mundo de sombras.

    Había un poder indescriptible en esa mirada, un destello de algo más grande, más profundo, algo que incluso ella aún no comprendía del todo. Y, sin embargo, esa misma fuerza la aislaba, la mantenía apartada de todo lo que podría haber sido simple, de todo lo que podría haber sido humano.
    Lentamente, se puso de pie, su figura recortada contra la penumbra como la de una guerrera que aún no había encontrado ni su batalla, ni su victoria. Su cabeza se alzó hacia el cielo, hacia las estrellas que titilaban indiferentes, lejanas, como si fueran testigos silenciosos de su existencia.

    —Ni soy lo que otros esperan de mí, ni lo que ellos temen. Tampoco soy lo que yo soñé ser. Pero... Tampoco soy el vacío.

    La confesión resonó en la quietud, como si los árboles mismos se inclinaran para escucharla. Una brisa helada acarició su rostro, llevando consigo el susurro de hojas secas. Cerró los ojos por un instante, dejando que el viento la rodeara, que le hablara en su lengua ancestral.
    El bosque parecía haber olvidado respirar, siendo el viento el único sonido que arrastraba consigo el aroma a tierra húmeda y hojas marchitas. La niebla serpenteaba entre los troncos, engullendo cada sombra como si se tratara de un velo que intentara ocultar la verdad. Allí, en el corazón del claro, permanecía inmóvil, como una estatua viviente, envuelta en un silencio pesado. Sus cuernos, torcidos y marcados por grietas naturales, se alzaban como un recordatorio de lo que era y de aquello que los demás temían en ella. La luz de la luna acariciaba las partes escamadas de su piel, arrancando destellos plateados que hacían que su presencia pareciera aún más sobrenatural. Había quietud a su alrededor, si, pero no en su interior. Una tormenta de pensamientos rugía dentro de ella, como si las raíces de su ser estuvieran intentando desgarrar el suelo en busca de algo más profundo. No tenía alas para alzar el vuelo ni cola que la equilibrara, pero su porte seguía siendo imponente incluso para una mestiza. Su cuerpo contaba historias de un linaje tan antiguo como el tiempo, aunque incompleto. Las uñas, tan afiladas que podían partir hueso, rasgaban el aire de manera inconsciente mientras sus pensamientos la arrastraban hacia lugares que preferiría no explorar. Dejó escapar un suspiro que condensó la fría noche a su alrededor. Su aliento, cargado de una gelidez innatural, era un recordatorio de la extraña llama que llevaba dentro, una que había aprendido a ocultar, a domar. Pero esa noche, en la soledad del bosque, no había nadie a quien engañar, nadie ante quien pretender. Se arrodilló con lentitud, dejando que sus dedos tocaran la tierra húmeda. Había algo reconfortante en el tacto del suelo, en ese contacto directo con la naturaleza que le recordaba que, a pesar de todo, aún formaba parte del mundo. Pero incluso este pensamiento traía consigo un peso. ¿Formaba parte de algo, realmente? ¿O simplemente existía, aislada, como una pieza que no encajaba en ningún rompecabezas? —¿Cual se supone que es la razón de mi existencia? —Murmuró, dejando que sus palabras se perdieran en la inmensidad de la noche. Su voz sonaba más cansada de lo que esperaba, como si el eco de todas las batallas, tanto externas como internas, finalmente la hubiera alcanzado. Bajó la mirada y vio su reflejo en un charco cercano, las aguas temblorosas distorsionando su rostro, casi como si se negara a reconocerlo. Sus ojos turquesa brillaron con una intensidad inesperada, dos joyas resplandeciendo en un mundo de sombras. Había un poder indescriptible en esa mirada, un destello de algo más grande, más profundo, algo que incluso ella aún no comprendía del todo. Y, sin embargo, esa misma fuerza la aislaba, la mantenía apartada de todo lo que podría haber sido simple, de todo lo que podría haber sido humano. Lentamente, se puso de pie, su figura recortada contra la penumbra como la de una guerrera que aún no había encontrado ni su batalla, ni su victoria. Su cabeza se alzó hacia el cielo, hacia las estrellas que titilaban indiferentes, lejanas, como si fueran testigos silenciosos de su existencia. —Ni soy lo que otros esperan de mí, ni lo que ellos temen. Tampoco soy lo que yo soñé ser. Pero... Tampoco soy el vacío. La confesión resonó en la quietud, como si los árboles mismos se inclinaran para escucharla. Una brisa helada acarició su rostro, llevando consigo el susurro de hojas secas. Cerró los ojos por un instante, dejando que el viento la rodeara, que le hablara en su lengua ancestral.
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  • Curiosidades de Mitsuru Kirijo
    Ice wonan

    1) nació el 9 de abril, su madre muere debido a una hemorragia grave.
    2) Fue criada y educada por su padre Takeharu. Este la enseñó a ser dominante en el ámbito profesional.
    3) Es mestiza mitad japonesa y mitad estadounidense.
    4) A simple vista puede ser fría, arrogante pero realmente es una chica dulce y amable.
    5) Su persona se llama Artenisa y controla el hielo. Y está ejerce de madre en Mitsuru.
    6) Lleva siendo novia de Akihiko Sanada desde los 17 años.
    7) Tiene fobia a las arañas.
    8) Su fortuna está valorada en 20.000.000 yenes aproximadamente.
    9) No oculta su fortuna ya sea con deportivos de lujo o ropa. Sus diseñadores favoritos son Vivienne Westwood y Versace.
    10 ) En su época de estudiante fue Presidenta Estudiantil y líder el club de Esgrima. Gracias a ella ganaron un mundial y un torneo nacional.
    11) Es ambidiestra, pero suele usar más su mano zurda.
    12) Cuando ataca las sombras usa un estoque.
    13) Cuando se cabrea puede ser lo peor que pueden presencial.
    14) Su color favorito es el negro
    15 ) En Japón la consideran la emperatriz del hielo.
    Curiosidades de Mitsuru Kirijo Ice wonan 1) nació el 9 de abril, su madre muere debido a una hemorragia grave. 2) Fue criada y educada por su padre Takeharu. Este la enseñó a ser dominante en el ámbito profesional. 3) Es mestiza mitad japonesa y mitad estadounidense. 4) A simple vista puede ser fría, arrogante pero realmente es una chica dulce y amable. 5) Su persona se llama Artenisa y controla el hielo. Y está ejerce de madre en Mitsuru. 6) Lleva siendo novia de Akihiko Sanada desde los 17 años. 7) Tiene fobia a las arañas. 8) Su fortuna está valorada en 20.000.000 yenes aproximadamente. 9) No oculta su fortuna ya sea con deportivos de lujo o ropa. Sus diseñadores favoritos son Vivienne Westwood y Versace. 10 ) En su época de estudiante fue Presidenta Estudiantil y líder el club de Esgrima. Gracias a ella ganaron un mundial y un torneo nacional. 11) Es ambidiestra, pero suele usar más su mano zurda. 12) Cuando ataca las sombras usa un estoque. 13) Cuando se cabrea puede ser lo peor que pueden presencial. 14) Su color favorito es el negro 15 ) En Japón la consideran la emperatriz del hielo.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    || Al haber vuelto hace más de un año al rol narrativo, creo que he recuperado una parte de mi que tenía reprimida por temas personales.

    Ahora, y luego de tantos roles con personas geniales por acá estoy planteándome darle a Kite un parter/pareja pero no busco el lemon sino que una relación linda de apoyo y que le agregue algo de drama y situaciones cómicas al personaje.

    No sé bien a quien elegir, ni quien estaría dispuesto a entrar en la historia de la tiefling mestiza, pero cada vez descarto menos la idea.

    Sea como sea, seguiré conversándolo con mi michi-cologo un tiempo más.

    Gracias a las personas que han aportado momentos graciosos e interesantes a mi niña. Los quiero mucho~
    || Al haber vuelto hace más de un año al rol narrativo, creo que he recuperado una parte de mi que tenía reprimida por temas personales. Ahora, y luego de tantos roles con personas geniales por acá estoy planteándome darle a Kite un parter/pareja pero no busco el lemon sino que una relación linda de apoyo y que le agregue algo de drama y situaciones cómicas al personaje. No sé bien a quien elegir, ni quien estaría dispuesto a entrar en la historia de la tiefling mestiza, pero cada vez descarto menos la idea. Sea como sea, seguiré conversándolo con mi michi-cologo un tiempo más. Gracias a las personas que han aportado momentos graciosos e interesantes a mi niña. Los quiero mucho~
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    Fandom OC
    Categoría Slice of Life
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    El clima era soleado pero frío. Era el momento exacto para cobrar una invitación de hace mucho tiempo atrás.

    La tiefling pasaba por momentos complicados a nivel sentimental y sentía que continuar pasando sus días encerrada en la habitación no ayudaría mucho más.

    Se puso la ropa más cómoda que encontró y enfiló rumbo hacia el gimnasio del muchacho de las ensaladas.

    —Mmmh. . . supongo que no necesitaré mis cigarrillos allá— dijo antes de salir de la academia.

    Cerró la puerta tras de si esperando que el día de hoy le ayudara en algo.

    Al llegar al lugar, para su suerte, no se veían ningún alma más que la del joven a quien iba a visitar. Entró por la puerta principal y se quedó quieta mirándolo a la espera de que ᴛᴏᴍᴏᴋɪ sᴀᴋᴜʀᴀɪ notara la presencia de la mestiza.
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    Tipo
    Individual
    Líneas
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    Estado
    Disponible
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  • ¡Hola!, soy Irina. Soy una demonia mestiza hecha con el ADN de muchos demonios poderosos. Tengo... 16 años, pero puedo pegarte muy fuerte
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  • Media mañana y la tiefling recién abandona su cama, de mala gana y a penas con la intención de buscar un café y un cigarro para luego volver a su habitación y terminar los documentos de la semana.


    Delphos: ¡VAYA VAYA! ¡PERO SI ES EL RAYO MAS BRILLANTE DE SOL QUE ILUMINA NUESTRA ACADEMIA! ¡¡IRRADIAS ENERGIA QUERIDA!!

    La mestiza solo miró a su maestro hacer esta actuación forzada para molestarla, bebio un sorbo de cafe y se retiró.
    Media mañana y la tiefling recién abandona su cama, de mala gana y a penas con la intención de buscar un café y un cigarro para luego volver a su habitación y terminar los documentos de la semana. Delphos: ¡VAYA VAYA! ¡PERO SI ES EL RAYO MAS BRILLANTE DE SOL QUE ILUMINA NUESTRA ACADEMIA! ¡¡IRRADIAS ENERGIA QUERIDA!! La mestiza solo miró a su maestro hacer esta actuación forzada para molestarla, bebio un sorbo de cafe y se retiró.
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  • —Mocoso.—le dice a Aragorn mientras aviva la fogata en la que se han sentado a asar una liebre recién cazada.—Ve a por leña para avivar el fuego, por favor.

    Pocos saben que el montaraz le permite a la mestiza referirse a él de esa manera, pues durante la infancia del futuro rey de Gondor tuvieron más de un encontronazo; alguno fue casual, mientras que otros tantos fueron por el espíritu libre de los Hombres que sacaron a relucir el complicado carácter de la elfa. Casi es un apelativo cariñoso.
    —Mocoso.—le dice a Aragorn mientras aviva la fogata en la que se han sentado a asar una liebre recién cazada.—Ve a por leña para avivar el fuego, por favor. Pocos saben que el montaraz le permite a la mestiza referirse a él de esa manera, pues durante la infancia del futuro rey de Gondor tuvieron más de un encontronazo; alguno fue casual, mientras que otros tantos fueron por el espíritu libre de los Hombres que sacaron a relucir el complicado carácter de la elfa. Casi es un apelativo cariñoso.
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  • La conversacion fluyo mientras el dia pasaba demasiado rápido según decía ella.

    —Soy Aranthos, médico del bosque. Suerte que te encontré, ¿no?. ¿Quisieras aprender sobre lo básico de las pociones? Serán de gran ayuda por si vuelven a atacarte esos pequeños Jajajajajaja—

    —De verdad me enseñarias? MUCHAS GRACIAS!! — Dijo Kite con una sonrisa tan grande como sus cuernos.

    Aranthos tenía una paciencia increible para enseñar, a pesar de que la tiefling no lo hacia nada de mal, salvo en algunos momentos en que se concentraba tanto que el nerviosismo le fallaba.

    Pasaron todo el día entre ensayos y fallos de pociones mientras disfrutaban de la compañía del otro.

    La mestiza estaba feliz de poder aprender cosas nuevas.
    La conversacion fluyo mientras el dia pasaba demasiado rápido según decía ella. —Soy Aranthos, médico del bosque. Suerte que te encontré, ¿no?. ¿Quisieras aprender sobre lo básico de las pociones? Serán de gran ayuda por si vuelven a atacarte esos pequeños Jajajajajaja— —De verdad me enseñarias? MUCHAS GRACIAS!! — Dijo Kite con una sonrisa tan grande como sus cuernos. Aranthos tenía una paciencia increible para enseñar, a pesar de que la tiefling no lo hacia nada de mal, salvo en algunos momentos en que se concentraba tanto que el nerviosismo le fallaba. Pasaron todo el día entre ensayos y fallos de pociones mientras disfrutaban de la compañía del otro. La mestiza estaba feliz de poder aprender cosas nuevas.
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  • —Quizás... Tal vez... No siento nada por ahora. (...) Tu, ¿quién eres? — Preguntó Kite con mucha curiosidad y admiración. El desplante del joven a su lado la dejaba sin palabras.

    —Debemos asegurarnos de que tu pierna esté bien. Sigueme. —

    Ignorando la pregunta de la mestiza, el joven condujo a la muchacha a una pequeña cabaña en el bosque. Ahi dentro, hizo un gesto con la cabeza para que se siente en una silla de madera muy vieja, mientras el comenzó a preparar un brebaje que tras unos minutos terminó.

    —Ten, bebe. Con esto estaremos seguros de que ningún veneno te hará daño.—
    —Quizás... Tal vez... No siento nada por ahora. (...) Tu, ¿quién eres? — Preguntó Kite con mucha curiosidad y admiración. El desplante del joven a su lado la dejaba sin palabras. —Debemos asegurarnos de que tu pierna esté bien. Sigueme. — Ignorando la pregunta de la mestiza, el joven condujo a la muchacha a una pequeña cabaña en el bosque. Ahi dentro, hizo un gesto con la cabeza para que se siente en una silla de madera muy vieja, mientras el comenzó a preparar un brebaje que tras unos minutos terminó. —Ten, bebe. Con esto estaremos seguros de que ningún veneno te hará daño.—
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  • Pasados unos minutos sintió como ciertos bichitos subian por sus piernas.

    —Ah! Salgan! No se les ocurra picarme!— reclamó la mestiza mientras sacudia sus ropas aun sentada a la sombra de un árbol.

    No tomo mas que unos segundos lograr deshacerse de todos para retomar su momento para admirar al joven a lo lejos... Pero ya no estaba.

    Una voz grave suena tras de ella, desde un costado del arbol.

    —Y? Lograron su cometido y te mordieron? —

    Pasados unos minutos sintió como ciertos bichitos subian por sus piernas. —Ah! Salgan! No se les ocurra picarme!— reclamó la mestiza mientras sacudia sus ropas aun sentada a la sombra de un árbol. No tomo mas que unos segundos lograr deshacerse de todos para retomar su momento para admirar al joven a lo lejos... Pero ya no estaba. Una voz grave suena tras de ella, desde un costado del arbol. —Y? Lograron su cometido y te mordieron? —
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