• ━━━༻❁༺━━━━━━━━━━━━
    Cuánto tiempo. . . Aliada. . .

    [ A través de los míticos y largos años, los ancianos narraban con voces quebradas historias de una Reina Escarlata, historias de una Reina que conquistó, con el furor de su espada, un reino opresivo y esclavista. Lo irónico es que subyugó a quienes la habían subyugado. Según los relatos transmitidos de boca en boca por tiempo de dias y largura de noches, esta reina era la única llama de sangre, una raza sumamente poderosa que fue tachada de brujos y herejes, enseguida perseguída, esclavizada y casi aniquilada.

    Se decía que su poder era tan inmenso que podía doblegar a los más fuertes con solo una mirada, una mirada de llama, porque ese era su poder, la llama.

    Sin embargo, parecía que desde las profundidades de la oscuridad, se urdían planes meticulosos, cada movimiento de la pelirroja reina fue calculado con precisión por algo. La reina escarlata, aunque poderosa, no estaba sola en su lucha. Fuerzas invisibles guiaban su camino, asegurándose de que cada obstáculo fuera superado, cada enemigo derrotado. Era como si un maestro titiritero dirigiera una obra épica, o como si un celebre pintor ilustrara un cuadro, donde la reina era la protagonista, pero no la única arquitecta de su destino. En las sombras, el verdadero artífice del triunfo observaba, satisfecho con el desenlace de su manipulada trama.

    Al menos, estas eran las teorías de conspiración que se desplegaban por la población. Las calles murmullos, cada rincón albergaba una nueva versión de los eventos. Lo que comenzó como simples rumores, pronto se convirtió en una narrativa colectiva, donde cada persona añadía su propio toque, haciendo que la leyenda de la reina escarlata y su enigmático benefactor pareciera más tangible, más auténtica. En cada relato, la línea entre la realidad y la ficción se desdibujaba, alimentando la imaginación de todos aquellos que escuchaban.

    La reina escarlata ahora estaba asentada en su trono de gloria, rodeada por el resplandor de su victoria. Sin embargo, en lo más profundo de su ser, sabía que debía regresar a Gazú, su benefactor en las sombras. Ahora, con la corona sobre su cabeza y el reino a sus pies, sentía la necesidad de rendir homenaje a quien había sido su guía y protector. Gazú, Maestro de las sombras, Maestro titiritero y Pintor del Cuadro, había sido fundamental en su ascenso.

    ¿Cómo será ese reencuentro de Aliados? ¿El tiempo ha apañado su alianza? ¿Porque hubo un silencio entre ambos?

    La respuesta como siempre. . . . La dará el tiempo ]

    𝑬𝒍𝒊𝒛𝒂𝒃𝒆𝒕𝒉 ✴ 𝑩𝒍𝒐𝒐𝒅𝒇𝒍𝒂𝒎𝒆
    ━━━༻❁༺━━━━━━━━━━━━ 🌹 Cuánto tiempo. . . Aliada. . . [ A través de los míticos y largos años, los ancianos narraban con voces quebradas historias de una Reina Escarlata, historias de una Reina que conquistó, con el furor de su espada, un reino opresivo y esclavista. Lo irónico es que subyugó a quienes la habían subyugado. Según los relatos transmitidos de boca en boca por tiempo de dias y largura de noches, esta reina era la única llama de sangre, una raza sumamente poderosa que fue tachada de brujos y herejes, enseguida perseguída, esclavizada y casi aniquilada. Se decía que su poder era tan inmenso que podía doblegar a los más fuertes con solo una mirada, una mirada de llama, porque ese era su poder, la llama. Sin embargo, parecía que desde las profundidades de la oscuridad, se urdían planes meticulosos, cada movimiento de la pelirroja reina fue calculado con precisión por algo. La reina escarlata, aunque poderosa, no estaba sola en su lucha. Fuerzas invisibles guiaban su camino, asegurándose de que cada obstáculo fuera superado, cada enemigo derrotado. Era como si un maestro titiritero dirigiera una obra épica, o como si un celebre pintor ilustrara un cuadro, donde la reina era la protagonista, pero no la única arquitecta de su destino. En las sombras, el verdadero artífice del triunfo observaba, satisfecho con el desenlace de su manipulada trama. Al menos, estas eran las teorías de conspiración que se desplegaban por la población. Las calles murmullos, cada rincón albergaba una nueva versión de los eventos. Lo que comenzó como simples rumores, pronto se convirtió en una narrativa colectiva, donde cada persona añadía su propio toque, haciendo que la leyenda de la reina escarlata y su enigmático benefactor pareciera más tangible, más auténtica. En cada relato, la línea entre la realidad y la ficción se desdibujaba, alimentando la imaginación de todos aquellos que escuchaban. La reina escarlata ahora estaba asentada en su trono de gloria, rodeada por el resplandor de su victoria. Sin embargo, en lo más profundo de su ser, sabía que debía regresar a Gazú, su benefactor en las sombras. Ahora, con la corona sobre su cabeza y el reino a sus pies, sentía la necesidad de rendir homenaje a quien había sido su guía y protector. Gazú, Maestro de las sombras, Maestro titiritero y Pintor del Cuadro, había sido fundamental en su ascenso. ¿Cómo será ese reencuentro de Aliados? ¿El tiempo ha apañado su alianza? ¿Porque hubo un silencio entre ambos? La respuesta como siempre. . . . La dará el tiempo ] [Liz_bloodFlame] 🌹
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  • ≫ ──────── ≪•◦ ❈ ◦•≫──────── ≪
    En el sendero que serpentea hacia el corazón del pueblo, una figura mística y serena se encontraba a un costado, en la sombra suave de un grandioso árbol de tronco ancho. Liz como cada tarde disfrutaba recorriendo el bosque admirando su flora y fauna, registrando en su vieja bitácora cada nueva especie que se encontraba.

    Había caminado varios kilómetros hasta que a lo lejos divisa una silueta femenina... espera, ¿Qué? ¿Está flotando? - decía para sí

    Impulsada por la curiosidad Elizabeth se acercó a ella, a su alrededor habían varios frascos y un pergamino con una lista gigante, a esa distancia no lograba divisar bien de qué se trataba.

    Nunchi Dávalos era una maga itinerante que vendía un sinfin de pociones y runas, dentro de todos sus valiosos objetos uno llamó la atención de la pelirroja: la Runa Nyxal ligada directamente a la luna, con sus tres diferentes conexiones le serían de gran utilidad.
    Ella al ser una "Llama de Sangre" había sido concebida bajo la luna sangrienta, parte de sus poderes nacían de ese antiguo rito de su pueblo extinto, una razón más por haber escogido ese poderoso amuleto.
    Elizabeth sabía que pronto se acercaba el solsticio de invierno, donde con Kazuo tendría que atravesar el mundo de los espíritus para presentarse ante Inari, los poderes y la conexión "Umbrae Passus" podrían ayudarla en su condición humana.
    No era algo que le haya contado al Kitsune aún, pero quizás pronto lo haría.

    El precio de la gema para la sorpresa de Liz equivalía a un abrazo por tres días seguidos. Incrédula el primer día abrazó a Nunchi, una completa desconocida, algo que para cualquiera que conociera a la pelirroja sería inconcebible.

    Feliz con su nueva adquisición se marchó prometiendo que al día siguiente volvería para saldar su deuda. Elizabeth era mujer de palabra, cumplía sus promesas, así que sin titubear emprendió nuevamente el viaje hacia el árbol donde había encontrado a la maga la primera vez



    ⋮||⋮ Escena completa aquí → https://ficrol.com/posts/208381
    ≫ ──────── ≪•◦ ❈ ◦•≫──────── ≪ En el sendero que serpentea hacia el corazón del pueblo, una figura mística y serena se encontraba a un costado, en la sombra suave de un grandioso árbol de tronco ancho. Liz como cada tarde disfrutaba recorriendo el bosque admirando su flora y fauna, registrando en su vieja bitácora cada nueva especie que se encontraba. Había caminado varios kilómetros hasta que a lo lejos divisa una silueta femenina... espera, ¿Qué? ¿Está flotando? - decía para sí Impulsada por la curiosidad Elizabeth se acercó a ella, a su alrededor habían varios frascos y un pergamino con una lista gigante, a esa distancia no lograba divisar bien de qué se trataba. [vortex_green_lion_252] era una maga itinerante que vendía un sinfin de pociones y runas, dentro de todos sus valiosos objetos uno llamó la atención de la pelirroja: la Runa Nyxal ligada directamente a la luna, con sus tres diferentes conexiones le serían de gran utilidad. Ella al ser una "Llama de Sangre" había sido concebida bajo la luna sangrienta, parte de sus poderes nacían de ese antiguo rito de su pueblo extinto, una razón más por haber escogido ese poderoso amuleto. Elizabeth sabía que pronto se acercaba el solsticio de invierno, donde con Kazuo tendría que atravesar el mundo de los espíritus para presentarse ante Inari, los poderes y la conexión "Umbrae Passus" podrían ayudarla en su condición humana. No era algo que le haya contado al Kitsune aún, pero quizás pronto lo haría. El precio de la gema para la sorpresa de Liz equivalía a un abrazo por tres días seguidos. Incrédula el primer día abrazó a Nunchi, una completa desconocida, algo que para cualquiera que conociera a la pelirroja sería inconcebible. Feliz con su nueva adquisición se marchó prometiendo que al día siguiente volvería para saldar su deuda. Elizabeth era mujer de palabra, cumplía sus promesas, así que sin titubear emprendió nuevamente el viaje hacia el árbol donde había encontrado a la maga la primera vez ⋮||⋮ Escena completa aquí → https://ficrol.com/posts/208381
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  • ── 𝑀𝑒𝑐𝑒𝑠 𝑚𝑖 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑡𝑢𝑑 𝑐𝑢𝑎𝑙 𝑏𝑟𝑖𝑠𝑎 𝑠𝑢𝑎𝑣𝑒 𝑎 𝑙𝑎 ℎ𝑜𝑗𝑎 𝑦 𝑡𝑖𝑒𝑚𝑏𝑙𝑎 𝑚𝑖 𝑐𝑜𝑟𝑎𝑧ó𝑛 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑡𝑢𝑠 𝑚𝑎𝑛𝑜𝑠.
    𝐵𝑒𝑠𝑎𝑠 𝑑𝑒𝑠𝑝𝑎𝑐𝑖𝑜 𝑚𝑖 𝑎𝑙𝑚𝑎, 𝑙𝑎 𝑑𝑒𝑠𝑛𝑢𝑑𝑎𝑠 𝑑𝑒 𝑝𝑟𝑒𝑗𝑢𝑖𝑐𝑖𝑜𝑠,
    𝑌 𝑙𝑖𝑏𝑟𝑒 𝑑𝑒 𝑖𝑛ℎ𝑖𝑏𝑖𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑚𝑒 𝑝𝑖𝑒𝑟𝑑𝑜 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑣𝑖𝑐𝑖𝑜 𝑒𝑥𝑞𝑢𝑖𝑠𝑖𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑝𝑒𝑟𝑡𝑒𝑛𝑒𝑐𝑒𝑟𝑡𝑒
    𝑁𝑜 ℎ𝑎𝑦 𝑒𝑠𝑝𝑎𝑐𝑖𝑜 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑠𝑖𝑙𝑒𝑛𝑐𝑖𝑜 𝑑𝑜𝑛𝑑𝑒 𝑛𝑜 𝑙𝑙𝑎𝑚𝑒 𝑡𝑢 𝑛𝑜𝑚𝑏𝑟𝑒.

    𝑁𝑎𝑐𝑒 𝑑𝑒 𝑡𝑢𝑠 𝑙𝑎𝑏𝑖𝑜𝑠 𝑒𝑙 𝑑𝑢𝑙𝑐𝑒 𝑠𝑎𝑏𝑜𝑟 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝑎𝑑𝑖𝑐𝑐𝑖ó𝑛
    𝑦 𝑣𝑎𝑛 𝑙𝑒𝑛𝑡𝑜𝑠 𝑙𝑜𝑠 𝑚𝑖𝑛𝑢𝑡𝑜𝑠
    𝑠𝑖 𝑙𝑜𝑠 𝑚𝑎𝑟𝑐𝑎𝑛 𝑡𝑢𝑠 𝑑𝑒𝑑𝑜𝑠.
    𝑁𝑜 ℎ𝑎𝑦 𝑡𝑖𝑒𝑚𝑝𝑜 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑟𝑒𝑙𝑜𝑗 𝑑𝑜𝑛𝑑𝑒 𝑡𝑢 𝑣𝑜𝑧 𝑛𝑜 𝑟𝑒𝑠𝑢𝑒𝑛𝑒.
    𝑌 𝑒𝑠𝑡𝑜𝑦 𝑖𝑛𝑚ó𝑣𝑖𝑙 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑐𝑢𝑒𝑟𝑑𝑎 𝑐𝑎𝑙𝑙𝑎𝑑𝑎 ℎ𝑎𝑠𝑡𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑎 𝑑ó𝑐𝑖𝑙 𝑐𝑎𝑟𝑖𝑐𝑖𝑎 𝑑𝑒 𝑡𝑢𝑠 𝑑𝑒𝑑𝑜𝑠 𝑚𝑒 𝑑𝑒𝑠𝑝𝑖𝑒𝑟𝑡𝑎 𝑒𝑙 𝑖𝑛𝑠𝑡𝑖𝑛𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑣𝑖𝑏𝑟𝑎𝑟, 𝑦 𝑚𝑒 ℎ𝑎𝑐𝑒𝑠 𝑚ú𝑠𝑖𝑐𝑎, 𝑦 𝑒𝑥𝑖𝑠𝑡𝑜.

    𝑁𝑜 ℎ𝑎𝑦 𝑢𝑛𝑎 𝑠𝑜𝑙𝑎 𝑛𝑜𝑡𝑎 𝑒𝑛 𝑡𝑢 𝑐𝑎𝑛𝑐𝑖ó𝑛 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜 𝑎𝑐𝑜𝑚𝑝𝑎ñ𝑒𝑛 𝑚𝑖𝑠 𝑙𝑎𝑡𝑖𝑑𝑜𝑠
    𝑌 𝑙𝑙𝑒𝑔𝑎𝑠 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝑎𝑙 𝑝𝑢𝑛𝑡𝑜 𝑒𝑥𝑎𝑐𝑡𝑜 𝑦 𝑠ó𝑙𝑜 𝑡𝑢𝑦𝑜, 𝑑𝑜𝑛𝑑𝑒 𝑝𝑟𝑜𝑣𝑜𝑐𝑎𝑠 𝑒𝑙 𝑖𝑛𝑐𝑒𝑛𝑑𝑖𝑜, 𝑑𝑜𝑛𝑑𝑒 𝑏𝑖𝑒𝑛 𝑠𝑎𝑏𝑒𝑠 𝑎𝑝𝑎𝑔𝑎𝑟𝑙𝑜 𝑦 𝑡𝑒 𝑑𝑖𝑣𝑖𝑒𝑟𝑡𝑒 𝑠𝑎𝑏𝑒𝑟,𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑛 𝑓𝑟𝑎𝑐𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑢𝑛 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑛𝑑𝑜, 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑒𝑠 ℎ𝑎𝑐𝑒𝑟𝑚𝑒 𝑎𝑟𝑑𝑒𝑟 𝑑𝑒 𝑛𝑢𝑒𝑣𝑜.

    𝑇𝑢𝑠 𝑙𝑎𝑏𝑖𝑜𝑠 𝑝𝑟𝑜𝑛𝑢𝑛𝑐𝑖𝑎𝑛 𝑚𝑖 𝑛𝑜𝑚𝑏𝑟𝑒, 𝑜𝑟𝑑𝑒𝑛𝑎𝑛 𝑑𝑒𝑠𝑒𝑜𝑠 𝑦 𝑒𝑠 𝑚𝑖 𝑝𝑙𝑎𝑐𝑒𝑟 𝑜𝑏𝑒𝑑𝑒𝑐𝑒𝑟, 𝑐𝑜𝑚𝑝𝑙𝑎𝑐𝑒𝑟 𝑎 𝑡𝑢 𝑓𝑢𝑒𝑔𝑜 𝑦 𝑎𝑏𝑟𝑎𝑠𝑎𝑟𝑚𝑒 𝑒𝑛 𝑡𝑖;𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑟𝑎𝑠 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑒𝑚𝑝𝑙𝑜 𝑚𝑖 𝑝𝑒𝑟𝑑𝑖𝑐𝑖ó𝑛 𝑒𝑛 𝑡𝑢𝑠 𝑝𝑢𝑝𝑖𝑙𝑎𝑠 𝑚𝑒 𝑎𝑏𝑎𝑛𝑑𝑜𝑛𝑜 𝑎𝑙 𝑝𝑙𝑎𝑐𝑒𝑟 𝑑𝑒 𝑠𝑎𝑏𝑒𝑟𝑚𝑒 𝑠ó𝑙𝑜 𝑡𝑢𝑦𝑎, 𝑦 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒𝑔𝑎𝑟𝑚𝑒 𝑚á𝑠 𝑎𝑙𝑙á 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑝𝑖𝑒𝑙.

    ⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀ ⠀
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    Kazuo , el único capaz de hacer que una Llama de sangre se enamore ◇

    ⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀ ⠀

    ⋮||⋮ y si... #SeductiveSunday
    🌹── 𝑀𝑒𝑐𝑒𝑠 𝑚𝑖 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑡𝑢𝑑 𝑐𝑢𝑎𝑙 𝑏𝑟𝑖𝑠𝑎 𝑠𝑢𝑎𝑣𝑒 𝑎 𝑙𝑎 ℎ𝑜𝑗𝑎 𝑦 𝑡𝑖𝑒𝑚𝑏𝑙𝑎 𝑚𝑖 𝑐𝑜𝑟𝑎𝑧ó𝑛 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑡𝑢𝑠 𝑚𝑎𝑛𝑜𝑠. 𝐵𝑒𝑠𝑎𝑠 𝑑𝑒𝑠𝑝𝑎𝑐𝑖𝑜 𝑚𝑖 𝑎𝑙𝑚𝑎, 𝑙𝑎 𝑑𝑒𝑠𝑛𝑢𝑑𝑎𝑠 𝑑𝑒 𝑝𝑟𝑒𝑗𝑢𝑖𝑐𝑖𝑜𝑠, 𝑌 𝑙𝑖𝑏𝑟𝑒 𝑑𝑒 𝑖𝑛ℎ𝑖𝑏𝑖𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑚𝑒 𝑝𝑖𝑒𝑟𝑑𝑜 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑣𝑖𝑐𝑖𝑜 𝑒𝑥𝑞𝑢𝑖𝑠𝑖𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑝𝑒𝑟𝑡𝑒𝑛𝑒𝑐𝑒𝑟𝑡𝑒 𝑁𝑜 ℎ𝑎𝑦 𝑒𝑠𝑝𝑎𝑐𝑖𝑜 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑠𝑖𝑙𝑒𝑛𝑐𝑖𝑜 𝑑𝑜𝑛𝑑𝑒 𝑛𝑜 𝑙𝑙𝑎𝑚𝑒 𝑡𝑢 𝑛𝑜𝑚𝑏𝑟𝑒. 𝑁𝑎𝑐𝑒 𝑑𝑒 𝑡𝑢𝑠 𝑙𝑎𝑏𝑖𝑜𝑠 𝑒𝑙 𝑑𝑢𝑙𝑐𝑒 𝑠𝑎𝑏𝑜𝑟 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝑎𝑑𝑖𝑐𝑐𝑖ó𝑛 𝑦 𝑣𝑎𝑛 𝑙𝑒𝑛𝑡𝑜𝑠 𝑙𝑜𝑠 𝑚𝑖𝑛𝑢𝑡𝑜𝑠 𝑠𝑖 𝑙𝑜𝑠 𝑚𝑎𝑟𝑐𝑎𝑛 𝑡𝑢𝑠 𝑑𝑒𝑑𝑜𝑠. 𝑁𝑜 ℎ𝑎𝑦 𝑡𝑖𝑒𝑚𝑝𝑜 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑟𝑒𝑙𝑜𝑗 𝑑𝑜𝑛𝑑𝑒 𝑡𝑢 𝑣𝑜𝑧 𝑛𝑜 𝑟𝑒𝑠𝑢𝑒𝑛𝑒. 𝑌 𝑒𝑠𝑡𝑜𝑦 𝑖𝑛𝑚ó𝑣𝑖𝑙 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑐𝑢𝑒𝑟𝑑𝑎 𝑐𝑎𝑙𝑙𝑎𝑑𝑎 ℎ𝑎𝑠𝑡𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑎 𝑑ó𝑐𝑖𝑙 𝑐𝑎𝑟𝑖𝑐𝑖𝑎 𝑑𝑒 𝑡𝑢𝑠 𝑑𝑒𝑑𝑜𝑠 𝑚𝑒 𝑑𝑒𝑠𝑝𝑖𝑒𝑟𝑡𝑎 𝑒𝑙 𝑖𝑛𝑠𝑡𝑖𝑛𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑣𝑖𝑏𝑟𝑎𝑟, 𝑦 𝑚𝑒 ℎ𝑎𝑐𝑒𝑠 𝑚ú𝑠𝑖𝑐𝑎, 𝑦 𝑒𝑥𝑖𝑠𝑡𝑜. 𝑁𝑜 ℎ𝑎𝑦 𝑢𝑛𝑎 𝑠𝑜𝑙𝑎 𝑛𝑜𝑡𝑎 𝑒𝑛 𝑡𝑢 𝑐𝑎𝑛𝑐𝑖ó𝑛 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜 𝑎𝑐𝑜𝑚𝑝𝑎ñ𝑒𝑛 𝑚𝑖𝑠 𝑙𝑎𝑡𝑖𝑑𝑜𝑠 𝑌 𝑙𝑙𝑒𝑔𝑎𝑠 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝑎𝑙 𝑝𝑢𝑛𝑡𝑜 𝑒𝑥𝑎𝑐𝑡𝑜 𝑦 𝑠ó𝑙𝑜 𝑡𝑢𝑦𝑜, 𝑑𝑜𝑛𝑑𝑒 𝑝𝑟𝑜𝑣𝑜𝑐𝑎𝑠 𝑒𝑙 𝑖𝑛𝑐𝑒𝑛𝑑𝑖𝑜, 𝑑𝑜𝑛𝑑𝑒 𝑏𝑖𝑒𝑛 𝑠𝑎𝑏𝑒𝑠 𝑎𝑝𝑎𝑔𝑎𝑟𝑙𝑜 𝑦 𝑡𝑒 𝑑𝑖𝑣𝑖𝑒𝑟𝑡𝑒 𝑠𝑎𝑏𝑒𝑟,𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑛 𝑓𝑟𝑎𝑐𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑢𝑛 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑛𝑑𝑜, 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑒𝑠 ℎ𝑎𝑐𝑒𝑟𝑚𝑒 𝑎𝑟𝑑𝑒𝑟 𝑑𝑒 𝑛𝑢𝑒𝑣𝑜. 𝑇𝑢𝑠 𝑙𝑎𝑏𝑖𝑜𝑠 𝑝𝑟𝑜𝑛𝑢𝑛𝑐𝑖𝑎𝑛 𝑚𝑖 𝑛𝑜𝑚𝑏𝑟𝑒, 𝑜𝑟𝑑𝑒𝑛𝑎𝑛 𝑑𝑒𝑠𝑒𝑜𝑠 𝑦 𝑒𝑠 𝑚𝑖 𝑝𝑙𝑎𝑐𝑒𝑟 𝑜𝑏𝑒𝑑𝑒𝑐𝑒𝑟, 𝑐𝑜𝑚𝑝𝑙𝑎𝑐𝑒𝑟 𝑎 𝑡𝑢 𝑓𝑢𝑒𝑔𝑜 𝑦 𝑎𝑏𝑟𝑎𝑠𝑎𝑟𝑚𝑒 𝑒𝑛 𝑡𝑖;𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑟𝑎𝑠 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑒𝑚𝑝𝑙𝑜 𝑚𝑖 𝑝𝑒𝑟𝑑𝑖𝑐𝑖ó𝑛 𝑒𝑛 𝑡𝑢𝑠 𝑝𝑢𝑝𝑖𝑙𝑎𝑠 𝑚𝑒 𝑎𝑏𝑎𝑛𝑑𝑜𝑛𝑜 𝑎𝑙 𝑝𝑙𝑎𝑐𝑒𝑟 𝑑𝑒 𝑠𝑎𝑏𝑒𝑟𝑚𝑒 𝑠ó𝑙𝑜 𝑡𝑢𝑦𝑎, 𝑦 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒𝑔𝑎𝑟𝑚𝑒 𝑚á𝑠 𝑎𝑙𝑙á 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑝𝑖𝑒𝑙. ⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀ ⠀ ◇ [8KazuoAihara8] , el único capaz de hacer que una Llama de sangre se enamore ◇ ⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀ ⠀ ⋮||⋮ y si... #SeductiveSunday
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    ⠀⠀⠀ ᴄᴀɴᴄɪóɴ ᴅᴇ ɢᴜᴇʀʀᴀ ꜱᴀɴɢʀɪᴇɴᴛᴀ

    El día de la insurrección había finalmente llegado. Miles de hombres, como bestias enjauladas, esperaban la hora de la batalla.

    En el aire se palpaba la tensión; los escuadrones alzaban el estandarte de la Llama de Sangre, símbolo de su reivindicación. Cada batallón había recibido instrucciones claras y precisas de Elizabeth, la comandante y estratega marcial, cuyas decisiones eran la brújula que guiaba a sus hombres hacia la victoria o la muerte.
    Los campamentos de marcha estaban asegurados por fortificaciones robustas, cada unidad posicionada con una segunda y hasta tercera línea de reservas, dispuestas para responder a cualquier cambio en el curso de los acontecimientos. La meticulosidad con la que Elizabeth había organizado su ejército era digna de admiración; ella no solo planeaba cada asalto, sino que también anticipaba las maniobras del enemigo.

    Gedler, el Capitán de los pueblos y comarcas del Norte, lideraba el primer séquito. Sus gritos guturales, impregnados de sed de sangre, resonaban como rugidos de un león, instando a sus hombres a desplegarse en dos y tres líneas de infantería. Su táctica era astuta, apoyándose en reservas abundantes que relevaban a las unidades del frente tan pronto como empezaban a ceder. A los flancos, el peso del combate recaía en la infantería ligera y la caballería auxiliar, quienes rodeaban al enemigo con agilidad y precisión, protegiendo a los legionarios en el centro del campo de batalla.

    Desde allí, Elizabeth dirigía cada movimiento, inmersa en la vorágine del combate cuerpo a cuerpo. Excalibur, su espada legendaria, brillaba con una luz propia mientras cortaba el aire. Con cada roce liquidaba a sus oponentes, dejando tras de sí una estela de cuerpos caídos. Intercalaba sus ataques con dardos de fuego que disparaba a los enemigos a mayor distancia, su puntería implacable. Era de esperar que alguien en su posición montara a caballo, pero para ella, esa idea era un desliz; su fuerte era el ataque a corta distancia, donde podía sentir el pulso de la batalla, donde cada vida arrebatada resonaba con fuerza en su interior.
    La lucha duró dos largos días, un amplio periodo en el que el valle se iba tiñendo de un manto rojo de sangre, un sinfín de almas perdidas bajo los crueles designios de la guerra. Cada guerrero, exhausto, daba lo mejor de sí para lograr la victoria. Aunque el ejército del reino era feroz y estaba bien entrenado, poco a poco empezaba a ceder terreno. Detrás de su fortaleza inicial, comenzaban a mostrar signos de descomposición.

    A medida que Elizabeth avanzaba colina arriba, su determinación ardía con más fuerza. Se acercaba a los cabecillas responsables de tan detestables actos, sus aliados: Cohner y Kingwolf. Ambos, cubriéndole la retaguardia, demostraban la fuerza de sus lazos forjados en la lucha. La promesa de luchar codo a codo se cumplía con fervor.
    En la madrugada del segundo día, el número de soldados de ambos bandos había descendido drásticamente. Los gobernantes, en su arrogancia, habían quedado desprotegidos, expuestos ante la furia del ejército insurgente. Elizabeth, con el escuadrón que avanzaba tras de ella, se acercaba furiosa, ansiosa por degollar las cabezas que tanto sufrimiento habían sembrado en las tierras que amaba. La pelirroja, con los ojos inyectados de sangre, desplegaba fuego y azotes con su arma, dando muerte a dos de ellos en un abrir y cerrar de ojos. El tercero, presa del pánico, escapó colina abajo, desapareciendo entre la bruma del caos.
    A medida que el ocaso se cernía sobre el valle, sus sombras se prolongaban entre los miles de cuerpos tendidos a lo largo del campo como un campo florido marchito. Elizabeth, aún con la respiración agitada, se sentó en el suelo cubierto de tierra y sangre. En su mano, una ocarina resplandecía tenuemente. Comenzó a entonar una melodía, sus notas flotando en el aire pesado por el intenso olor a muerte y hierro. Entre las notas, susurraba la justicia alcanzada, aunque a un gran precio.

    Muchas almas partieron en el proceso, y el eco de su sacrificio resonaría por generaciones. Era un canto de victoria, pero también de luto; una celebración de la libertad, en medio del lamento por los caídos. Al final, en la encrucijada de gloria y dolor, Elizabeth encontró el verdadero significado de la guerra: una balanza en la que la justicia nunca se inclinaría por completo, siempre cargada de un peso insoportable.

    Este peso que asediaba en la conciencia de Liz le hacía desear la paz que contradictoriamente ella misma había espantado, la dulce melodía de la Ocarina la llevaban lejos al único lugar donde realmente había encontrado refugio para su alma atormentada: un monte entre las montañas y dos lumbreras color zafiro… Era tiempo de volver

    ≫ ──────── ≪•◦ ❈ ◦•≫──────── ≪ ⠀⠀⠀ ᴄᴀɴᴄɪóɴ ᴅᴇ ɢᴜᴇʀʀᴀ ꜱᴀɴɢʀɪᴇɴᴛᴀ El día de la insurrección había finalmente llegado. Miles de hombres, como bestias enjauladas, esperaban la hora de la batalla. En el aire se palpaba la tensión; los escuadrones alzaban el estandarte de la Llama de Sangre, símbolo de su reivindicación. Cada batallón había recibido instrucciones claras y precisas de Elizabeth, la comandante y estratega marcial, cuyas decisiones eran la brújula que guiaba a sus hombres hacia la victoria o la muerte. Los campamentos de marcha estaban asegurados por fortificaciones robustas, cada unidad posicionada con una segunda y hasta tercera línea de reservas, dispuestas para responder a cualquier cambio en el curso de los acontecimientos. La meticulosidad con la que Elizabeth había organizado su ejército era digna de admiración; ella no solo planeaba cada asalto, sino que también anticipaba las maniobras del enemigo. Gedler, el Capitán de los pueblos y comarcas del Norte, lideraba el primer séquito. Sus gritos guturales, impregnados de sed de sangre, resonaban como rugidos de un león, instando a sus hombres a desplegarse en dos y tres líneas de infantería. Su táctica era astuta, apoyándose en reservas abundantes que relevaban a las unidades del frente tan pronto como empezaban a ceder. A los flancos, el peso del combate recaía en la infantería ligera y la caballería auxiliar, quienes rodeaban al enemigo con agilidad y precisión, protegiendo a los legionarios en el centro del campo de batalla. Desde allí, Elizabeth dirigía cada movimiento, inmersa en la vorágine del combate cuerpo a cuerpo. Excalibur, su espada legendaria, brillaba con una luz propia mientras cortaba el aire. Con cada roce liquidaba a sus oponentes, dejando tras de sí una estela de cuerpos caídos. Intercalaba sus ataques con dardos de fuego que disparaba a los enemigos a mayor distancia, su puntería implacable. Era de esperar que alguien en su posición montara a caballo, pero para ella, esa idea era un desliz; su fuerte era el ataque a corta distancia, donde podía sentir el pulso de la batalla, donde cada vida arrebatada resonaba con fuerza en su interior. La lucha duró dos largos días, un amplio periodo en el que el valle se iba tiñendo de un manto rojo de sangre, un sinfín de almas perdidas bajo los crueles designios de la guerra. Cada guerrero, exhausto, daba lo mejor de sí para lograr la victoria. Aunque el ejército del reino era feroz y estaba bien entrenado, poco a poco empezaba a ceder terreno. Detrás de su fortaleza inicial, comenzaban a mostrar signos de descomposición. A medida que Elizabeth avanzaba colina arriba, su determinación ardía con más fuerza. Se acercaba a los cabecillas responsables de tan detestables actos, sus aliados: Cohner y Kingwolf. Ambos, cubriéndole la retaguardia, demostraban la fuerza de sus lazos forjados en la lucha. La promesa de luchar codo a codo se cumplía con fervor. En la madrugada del segundo día, el número de soldados de ambos bandos había descendido drásticamente. Los gobernantes, en su arrogancia, habían quedado desprotegidos, expuestos ante la furia del ejército insurgente. Elizabeth, con el escuadrón que avanzaba tras de ella, se acercaba furiosa, ansiosa por degollar las cabezas que tanto sufrimiento habían sembrado en las tierras que amaba. La pelirroja, con los ojos inyectados de sangre, desplegaba fuego y azotes con su arma, dando muerte a dos de ellos en un abrir y cerrar de ojos. El tercero, presa del pánico, escapó colina abajo, desapareciendo entre la bruma del caos. A medida que el ocaso se cernía sobre el valle, sus sombras se prolongaban entre los miles de cuerpos tendidos a lo largo del campo como un campo florido marchito. Elizabeth, aún con la respiración agitada, se sentó en el suelo cubierto de tierra y sangre. En su mano, una ocarina resplandecía tenuemente. Comenzó a entonar una melodía, sus notas flotando en el aire pesado por el intenso olor a muerte y hierro. Entre las notas, susurraba la justicia alcanzada, aunque a un gran precio. Muchas almas partieron en el proceso, y el eco de su sacrificio resonaría por generaciones. Era un canto de victoria, pero también de luto; una celebración de la libertad, en medio del lamento por los caídos. Al final, en la encrucijada de gloria y dolor, Elizabeth encontró el verdadero significado de la guerra: una balanza en la que la justicia nunca se inclinaría por completo, siempre cargada de un peso insoportable. Este peso que asediaba en la conciencia de Liz le hacía desear la paz que contradictoriamente ella misma había espantado, la dulce melodía de la Ocarina la llevaban lejos al único lugar donde realmente había encontrado refugio para su alma atormentada: un monte entre las montañas y dos lumbreras color zafiro… Era tiempo de volver
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    ⠀⠀⠀⠀ ⠀ ᴀʟɪᴀɴᴢᴀ ʏ ᴠᴇɴɢᴀɴᴢᴀ

    ¿Qué posibilidades hay que una humana pueda lograr un pacto con un ser oscuro y poderoso?

    Eso fue lo que precisamente le pasó a Elizabeth en medio de un bosque de árboles retorcidos.

    [Gazu122101] empatizó con su dolor, sin entender ella realmente el porqué de su piedad frente a su vida mortal y este con el paso del tiempo le ofreció lo único que podía otorgarle: Venganza, tal y como la vidente Ezra de Heras le había declarado

    Pasaron meses, y su aliado interceptándola en medio de sus viajes investigativos la contactaba porque había logrado localizar a los responsables que en su momento mandaron a liquidar su pueblo. Bajo este reino opresor crecía poco a poco el deseo de insubordinarse de los pobladores afectados por el gobierno vil y despiadado.
    Gazú, imponente y silencioso le proporcionó la mítica Excalibur Roseblood una espada que poseía un acero mortal forjada en la oscuridad de los tiempos, sólo por tocarla cualquiera caería muerto, junto a un Yukata negro RoseAkaichi que perteneció a una feroz guerrera Japonesa de nombre Tomoe Gozen su espíritu que aún vivía dentro potenciaría sus ya existentes poderes.

    El plan era simple, Liz dirigiría la rebelión como aquella vez en Oriente, pero a escala mucho mayor (ya que serían miles de hombres bajo su mando ) y así podría saciar su sed de justicia al poder ver a los responsables del genocidio de los “Llama de Sangre” muertos. El desafío ahora era lograr que los tres lideres de la rebelión que esperaban conocerla ocultos en un recinto confiaran en que la Pelirroja era una hábil estratega y guerrera. Entrando en la habitación Gazú habló por ambos:

    ⟁Disculpen la tardanza ella es de la que os hable, Es una guerrera más hábil que mis marionetas así que les puede venir bien𓂀

    Todos observaron expectantes a Elizabeth. Querían escuchar primero su presentación antes de ellos dar las suyas. Elizabeth dejó ver su rostro retirando una vez más la capucha, decidió guardar silencio y analizar a cada uno, su mirada era directa y analítica.

    Podía ver por la postura de cada uno que rango de mando ocupaban en la jerarquía y sabía por experiencia que desde antes que ella entrara a la habitación ya la estaban subestimando.

    ──No estoy al tanto de lo que saben de mi, pero sé que es lo suficiente, todo lo demás es respondido con acciones, las palabras son muy débiles para ciertas situaciones.

    Los hombres se miraron entre ellos como queriendo comunicar algo. El del parche se adelantó y mirando encima del hombro dijo con vos profunda

    —Espero no decepciones a mi gente... Llama de sangre—


    Gazú: ⟁Ella es mi aliada... Y la que os ayudará en vuestra causa... Cómo dijo... La cháchara es débil en ciertas situaciones y solo las acciones responden preguntas𓂀

    Hombre del parche—Entonces que hable... Si ella es inteligente que nos guíe—

    Los ojos de Elizabeth brillaban al rojo vivo de manera desafiante

    ── Si tienen dudas de mi compromiso con la causa, es ahora donde las tienen que sepultar. Lucharé con todo lo que tengo para dar cara a toda esa tropa de escorias, el odio a este imperio me carcome, arde mi sangre por verlos caer de una vez por todas. Sé que es querer dar fin a la opresión, se que es sufrir el escarnio en carne viva, de tantas maneras que no podría enumerar. El valor y determinación me sobran, la sed de venganza está latente
    [dirigiéndose al del parche] ──¿Tú pides inteligencia? Te digo que se necesita mucho más que eso en el campo de batalla, se necesita coraje y determinación, la muerte no es tu enemiga es tu aliada para clavar la espada. Mi pregunta para ustedes caballeros : ¿ Tienen todo eso o les faltan huevos?
    Si estamos hablando el mismo idioma entonces pelearemos codo a codo y no existirá un mañana sin olvidar el por qué no debemos menguar


    El hombre enmascarado se acercó a Liz ante tal invitación y desenvaino su espada para clavarla al suelo y arrodillarse en forma de reverencia, acto seguido dijo con determinación

    —Anatolis Gedler.. Capitán de los pueblos y comarcas del norte... A su servicio, luchare codo a codo bajo el estándarte de llama de sangre—

    Al mismo tiempo el de cabellera larga hizo lo mismo repitiendo entre lágrimas

    —Baron Cohner... Comodoro de Navíos imperiales rebeldes y amigo de los pescadores humildes... A su servicio yo también lucharevbajo el estándarte de llama de sangre...Y vengaré a mi hija—

    El del parche, habiendo visto a sus compañeros de armas reverenciar a Liz tuvo que arrodillarse y decir con su rostro cabizbajo

    —Curtis Kingwolf.... Hijo de una campesina... Amigo de los que viven en granjas.... Lucharé como un llama de sangre—

    Gazú observó complacido como Liz pudo doblegar e inspirar a unos hombres desanimados que la subestimaban

    ── Levántense caballeros, agradezco su reconocimiento pero hoy y los siguientes mañanas seremos iguales en el campo de batalla.
    Gedler,Cohner, Kingwolf yo Elizabeth juro que si es preciso morir, moriré con la espada empuñada [dicho esto tomó su arma y con el filo de este se cortó la mano, sangre brotó de inmediato, y como promesa solemne con ella trazó líneas carmesí en sus ojos y nariz]

    De esta manera la promesa de una guerra quedaba sellada, la batalla en el corazón de Elizabeth deseaba ser ganada. La venganza bajo su espada
    ≫ ──────── ≪•◦ ❈ ◦•≫──────── ≪ ⠀⠀⠀⠀ ⠀ ᴀʟɪᴀɴᴢᴀ ʏ ᴠᴇɴɢᴀɴᴢᴀ ¿Qué posibilidades hay que una humana pueda lograr un pacto con un ser oscuro y poderoso? Eso fue lo que precisamente le pasó a Elizabeth en medio de un bosque de árboles retorcidos. [Gazu122101] empatizó con su dolor, sin entender ella realmente el porqué de su piedad frente a su vida mortal y este con el paso del tiempo le ofreció lo único que podía otorgarle: Venganza, tal y como la vidente Ezra de Heras le había declarado Pasaron meses, y su aliado interceptándola en medio de sus viajes investigativos la contactaba porque había logrado localizar a los responsables que en su momento mandaron a liquidar su pueblo. Bajo este reino opresor crecía poco a poco el deseo de insubordinarse de los pobladores afectados por el gobierno vil y despiadado. Gazú, imponente y silencioso le proporcionó la mítica Excalibur Roseblood una espada que poseía un acero mortal forjada en la oscuridad de los tiempos, sólo por tocarla cualquiera caería muerto, junto a un Yukata negro RoseAkaichi que perteneció a una feroz guerrera Japonesa de nombre Tomoe Gozen su espíritu que aún vivía dentro potenciaría sus ya existentes poderes. El plan era simple, Liz dirigiría la rebelión como aquella vez en Oriente, pero a escala mucho mayor (ya que serían miles de hombres bajo su mando ) y así podría saciar su sed de justicia al poder ver a los responsables del genocidio de los “Llama de Sangre” muertos. El desafío ahora era lograr que los tres lideres de la rebelión que esperaban conocerla ocultos en un recinto confiaran en que la Pelirroja era una hábil estratega y guerrera. Entrando en la habitación Gazú habló por ambos: ⟁Disculpen la tardanza ella es de la que os hable, Es una guerrera más hábil que mis marionetas así que les puede venir bien𓂀 Todos observaron expectantes a Elizabeth. Querían escuchar primero su presentación antes de ellos dar las suyas. Elizabeth dejó ver su rostro retirando una vez más la capucha, decidió guardar silencio y analizar a cada uno, su mirada era directa y analítica. Podía ver por la postura de cada uno que rango de mando ocupaban en la jerarquía y sabía por experiencia que desde antes que ella entrara a la habitación ya la estaban subestimando. 🌹──No estoy al tanto de lo que saben de mi, pero sé que es lo suficiente, todo lo demás es respondido con acciones, las palabras son muy débiles para ciertas situaciones. Los hombres se miraron entre ellos como queriendo comunicar algo. El del parche se adelantó y mirando encima del hombro dijo con vos profunda —Espero no decepciones a mi gente... Llama de sangre— Gazú: ⟁Ella es mi aliada... Y la que os ayudará en vuestra causa... Cómo dijo... La cháchara es débil en ciertas situaciones y solo las acciones responden preguntas𓂀 Hombre del parche—Entonces que hable... Si ella es inteligente que nos guíe— Los ojos de Elizabeth brillaban al rojo vivo de manera desafiante 🌹── Si tienen dudas de mi compromiso con la causa, es ahora donde las tienen que sepultar. Lucharé con todo lo que tengo para dar cara a toda esa tropa de escorias, el odio a este imperio me carcome, arde mi sangre por verlos caer de una vez por todas. Sé que es querer dar fin a la opresión, se que es sufrir el escarnio en carne viva, de tantas maneras que no podría enumerar. El valor y determinación me sobran, la sed de venganza está latente [dirigiéndose al del parche] ──¿Tú pides inteligencia? Te digo que se necesita mucho más que eso en el campo de batalla, se necesita coraje y determinación, la muerte no es tu enemiga es tu aliada para clavar la espada. Mi pregunta para ustedes caballeros : ¿ Tienen todo eso o les faltan huevos? Si estamos hablando el mismo idioma entonces pelearemos codo a codo y no existirá un mañana sin olvidar el por qué no debemos menguar El hombre enmascarado se acercó a Liz ante tal invitación y desenvaino su espada para clavarla al suelo y arrodillarse en forma de reverencia, acto seguido dijo con determinación —Anatolis Gedler.. Capitán de los pueblos y comarcas del norte... A su servicio, luchare codo a codo bajo el estándarte de llama de sangre— Al mismo tiempo el de cabellera larga hizo lo mismo repitiendo entre lágrimas —Baron Cohner... Comodoro de Navíos imperiales rebeldes y amigo de los pescadores humildes... A su servicio yo también lucharevbajo el estándarte de llama de sangre...Y vengaré a mi hija— El del parche, habiendo visto a sus compañeros de armas reverenciar a Liz tuvo que arrodillarse y decir con su rostro cabizbajo —Curtis Kingwolf.... Hijo de una campesina... Amigo de los que viven en granjas.... Lucharé como un llama de sangre— Gazú observó complacido como Liz pudo doblegar e inspirar a unos hombres desanimados que la subestimaban 🌹── Levántense caballeros, agradezco su reconocimiento pero hoy y los siguientes mañanas seremos iguales en el campo de batalla. Gedler,Cohner, Kingwolf yo Elizabeth juro que si es preciso morir, moriré con la espada empuñada [dicho esto tomó su arma y con el filo de este se cortó la mano, sangre brotó de inmediato, y como promesa solemne con ella trazó líneas carmesí en sus ojos y nariz] De esta manera la promesa de una guerra quedaba sellada, la batalla en el corazón de Elizabeth deseaba ser ganada. La venganza bajo su espada
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    Pasaban los días, semanas, meses : La gloria y poder de "Ulises el Tirano" crecían al igual que la fama de la pelirroja que peleaba y dirigía su ejército en su nombre, uno que estaba compuesto por guerrilleros que eran perros falderos de Ulises igual de detestables que él, y otra gran parte esclavos como ella que peleaban para sobrevivir.

    La autoridad de Elizabeth en el campo de batalla era tal que nadie cuestionaba sus estrategias marciales, su palabra era la final y se ejecutaba al pie de la letra. Pronto ese prestigio trascendió más allá de las guerras combativas, al calabozo donde ella encadenada reponía fuerzas cada noche empezaron a llegar mensajes escondidos entre el pan, debajo del plato de la cena o bien enviados con las criadas que por las mañanas a escondidas de su amo iban a bañarla y darle ropas nuevas.
    Los mensajes aludían a una insurrección, el primero que llegó decía : "𝘓𝘢 𝘭𝘪𝘣𝘦𝘳𝘵𝘢𝘥 𝘯𝘶𝘯𝘤𝘢 𝘦𝘴 𝘥𝘢𝘥𝘢; 𝘴𝘦 𝘨𝘢𝘯𝘢. 𝐸𝑠𝑡𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑖𝑔𝑜"
    Por primera vez Liz entre sus planes de venganza pudo ver mas factible que se cumplieran, no estaba sola.
    Desde ese evento, pacientemente esperaba que llegaran los recados, algunos con información importante, otros sólo para confirmar que la revolución seguía en pie

    -"𝑆𝑜𝑚𝑜𝑠 𝑠𝑒𝑡𝑒𝑛𝑡𝑎"
    -"𝘚𝘪 𝘯𝘰 𝘩𝘢𝘺 𝘫𝘶𝘴𝘵𝘪𝘤𝘪𝘢 𝘯𝘰 𝘩𝘢𝘺 𝘭𝘪𝘣𝘦𝘳𝘵𝘢𝘥"
    -"𝘔á𝘴 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘮𝘪𝘵𝘢𝘥 𝘥𝘦 𝘤𝘳𝘪𝘢𝘥𝘰𝘴 𝘦𝘴𝘵á𝘯 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘤𝘢𝘶𝘴𝘢, 𝘢𝘣𝘳𝘦 𝘣𝘪𝘦𝘯 𝘭𝘰𝘴 𝘰𝘫𝘰𝘴, 𝘭𝘰𝘴 𝘯𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘰𝘴 𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦𝘯 𝘶𝘯 𝘤𝘪𝘯𝘵𝘰 𝘳𝘰𝘫𝘰"
    -"𝘏𝘢𝘴𝘵𝘢 𝘢𝘩𝘰𝘳𝘢 𝘴𝘰𝘮𝘰𝘴 164, 𝘵𝘰𝘥𝘰𝘴 𝘭𝘶𝘤𝘩𝘢𝘳𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘣𝘢𝘫𝘰 𝘭𝘢 𝘓𝘭𝘢𝘮𝘢 𝘥𝘦 𝘚𝘢𝘯𝘨𝘳𝘦"

    -"𝘔𝘢ñ𝘢𝘯𝘢. 𝘈𝘵𝘦𝘯𝘵𝘢, 𝘭𝘢𝘴 𝘤𝘢𝘥𝘦𝘯𝘢𝘴 𝘲𝘶𝘦𝘥𝘢𝘳á𝘯 𝘢𝘣𝘪𝘦𝘳𝘵𝘢𝘴"
    El día había llegado, era ahora o nunca. Luego de una contienda pequeña en el valle de Linaris, un grupo de guerreros aislaron al cazador con la lanza envenenada y lo mataron en una lucha de 5 contra 1, quedando su cuerpo perdido entre los caídos en batalla, Ulises no notaría su ausencia después de unas cuantas horas.
    Tres esclavos escoltaron a Elizabeth a su mazmorra, pudo observar que dos de ellos llevaban el cinto rojo, expectante esperaba la señal para actuar, ingresaron y se disponían a preparar los grilletes para atarla, con una mirada fugaz el par de aliados asintieron y redujeron al tercer siervo, dejando libre así a la pelirroja, uno de ellos se dirige a ella y grita efusivamente

    ▔ Corre! y busca la venganza. Nos levantaremos en armas. Hoy la tiranía muere bajo tu mano

    Liz con la adrenalina apoderándose de su cuerpo tomó su espada y se escabullía entre las tiendas que poco a poco empezaban a sumergirse en un estruendoso ruido de espadas chocando y gente gritando por muerte o victoria. En esta instancia sólo existían esas dos opciones, ella avanzaba rápido quemando todo a su paso, discerniendo entre la multitud recientemente alborotada quien era aliado y enemigo, buscaba el cinto rojo en cada uno de ellos, de inmediato su grupo se acoplaba detrás de ella luchando mano a mano con los que se levantaban en su contra, era un espectáculo digno de ver, como los esclavos en su debilidad luchaban con las fuerzas desgastadas pero con el alma hambrienta de libertad, en este punto el número había ascendido a unos cientos. El objetivo estaba claro: Ulises, quien a estas alturas ya estaba enterado del motín y se había encerrado resguardado por sus más hábiles mercenarios (alias : perros falderos) . Elizabeth no tuvo piedad y junto con los otros esclavos avasallaron el lugar dando muerte a cada uno, en el fondo se podía ver al Tirano sentado en su trono desde donde se autoproclamaba gobernador de todo los terrenos de Oriente que había "ganado". La pelirroja sin dudar lanzaba fuego al que se le interponía en su camino, mientras los demás peleaban también ferozmente con el mismo propósito.
    Al estar frente a frente la pelirroja pudo ver el miedo en los ojos cobardes de Ulises, lo tomó del cuello y atravesó el cuerpo del Tirano

    ── Morirás bajo tu capricho, una llama de Sangre no es para tu beneficio. Tu nombre muere contigo maldito.

    En las afueras, la guerra menguaba, las pérdidas humanas dieron frutos, ahora eran libres. Muchos de los partidarios de Ulises al ver que él había muerto huyeron.

    ▔ ¡Larga vida a la Reina Escarlata!
    ▔ ¡Larga vida!
    ▔ ¡Que viva!

    La gente vitoreaba, Elizabeth completamente emocionada de por fin ser libre después de meses de calvario se sentó en el trono manchado de sangre con el cuerpo de su captor a sus pies, asimilando todo lo que había acontecido. El apodo de "La Reina Escarlata" nació ahí y se esparció por todo el continente, la guerrera esclava que fue parte de la revolución de Oriente.
    🄲🄰🄿. 🄸🅅 ≫ ──────── ≪•◦ ❈ ◦•≫──────── ≪ Pasaban los días, semanas, meses : La gloria y poder de "Ulises el Tirano" crecían al igual que la fama de la pelirroja que peleaba y dirigía su ejército en su nombre, uno que estaba compuesto por guerrilleros que eran perros falderos de Ulises igual de detestables que él, y otra gran parte esclavos como ella que peleaban para sobrevivir. La autoridad de Elizabeth en el campo de batalla era tal que nadie cuestionaba sus estrategias marciales, su palabra era la final y se ejecutaba al pie de la letra. Pronto ese prestigio trascendió más allá de las guerras combativas, al calabozo donde ella encadenada reponía fuerzas cada noche empezaron a llegar mensajes escondidos entre el pan, debajo del plato de la cena o bien enviados con las criadas que por las mañanas a escondidas de su amo iban a bañarla y darle ropas nuevas. Los mensajes aludían a una insurrección, el primero que llegó decía : "𝘓𝘢 𝘭𝘪𝘣𝘦𝘳𝘵𝘢𝘥 𝘯𝘶𝘯𝘤𝘢 𝘦𝘴 𝘥𝘢𝘥𝘢; 𝘴𝘦 𝘨𝘢𝘯𝘢. 𝐸𝑠𝑡𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑖𝑔𝑜" Por primera vez Liz entre sus planes de venganza pudo ver mas factible que se cumplieran, no estaba sola. Desde ese evento, pacientemente esperaba que llegaran los recados, algunos con información importante, otros sólo para confirmar que la revolución seguía en pie -"𝑆𝑜𝑚𝑜𝑠 𝑠𝑒𝑡𝑒𝑛𝑡𝑎" -"𝘚𝘪 𝘯𝘰 𝘩𝘢𝘺 𝘫𝘶𝘴𝘵𝘪𝘤𝘪𝘢 𝘯𝘰 𝘩𝘢𝘺 𝘭𝘪𝘣𝘦𝘳𝘵𝘢𝘥" -"𝘔á𝘴 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘮𝘪𝘵𝘢𝘥 𝘥𝘦 𝘤𝘳𝘪𝘢𝘥𝘰𝘴 𝘦𝘴𝘵á𝘯 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘤𝘢𝘶𝘴𝘢, 𝘢𝘣𝘳𝘦 𝘣𝘪𝘦𝘯 𝘭𝘰𝘴 𝘰𝘫𝘰𝘴, 𝘭𝘰𝘴 𝘯𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘰𝘴 𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦𝘯 𝘶𝘯 𝘤𝘪𝘯𝘵𝘰 𝘳𝘰𝘫𝘰" -"𝘏𝘢𝘴𝘵𝘢 𝘢𝘩𝘰𝘳𝘢 𝘴𝘰𝘮𝘰𝘴 164, 𝘵𝘰𝘥𝘰𝘴 𝘭𝘶𝘤𝘩𝘢𝘳𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘣𝘢𝘫𝘰 𝘭𝘢 𝘓𝘭𝘢𝘮𝘢 𝘥𝘦 𝘚𝘢𝘯𝘨𝘳𝘦" -"𝘔𝘢ñ𝘢𝘯𝘢. 𝘈𝘵𝘦𝘯𝘵𝘢, 𝘭𝘢𝘴 𝘤𝘢𝘥𝘦𝘯𝘢𝘴 𝘲𝘶𝘦𝘥𝘢𝘳á𝘯 𝘢𝘣𝘪𝘦𝘳𝘵𝘢𝘴" El día había llegado, era ahora o nunca. Luego de una contienda pequeña en el valle de Linaris, un grupo de guerreros aislaron al cazador con la lanza envenenada y lo mataron en una lucha de 5 contra 1, quedando su cuerpo perdido entre los caídos en batalla, Ulises no notaría su ausencia después de unas cuantas horas. Tres esclavos escoltaron a Elizabeth a su mazmorra, pudo observar que dos de ellos llevaban el cinto rojo, expectante esperaba la señal para actuar, ingresaron y se disponían a preparar los grilletes para atarla, con una mirada fugaz el par de aliados asintieron y redujeron al tercer siervo, dejando libre así a la pelirroja, uno de ellos se dirige a ella y grita efusivamente ▔ Corre! y busca la venganza. Nos levantaremos en armas. Hoy la tiranía muere bajo tu mano Liz con la adrenalina apoderándose de su cuerpo tomó su espada y se escabullía entre las tiendas que poco a poco empezaban a sumergirse en un estruendoso ruido de espadas chocando y gente gritando por muerte o victoria. En esta instancia sólo existían esas dos opciones, ella avanzaba rápido quemando todo a su paso, discerniendo entre la multitud recientemente alborotada quien era aliado y enemigo, buscaba el cinto rojo en cada uno de ellos, de inmediato su grupo se acoplaba detrás de ella luchando mano a mano con los que se levantaban en su contra, era un espectáculo digno de ver, como los esclavos en su debilidad luchaban con las fuerzas desgastadas pero con el alma hambrienta de libertad, en este punto el número había ascendido a unos cientos. El objetivo estaba claro: Ulises, quien a estas alturas ya estaba enterado del motín y se había encerrado resguardado por sus más hábiles mercenarios (alias : perros falderos) . Elizabeth no tuvo piedad y junto con los otros esclavos avasallaron el lugar dando muerte a cada uno, en el fondo se podía ver al Tirano sentado en su trono desde donde se autoproclamaba gobernador de todo los terrenos de Oriente que había "ganado". La pelirroja sin dudar lanzaba fuego al que se le interponía en su camino, mientras los demás peleaban también ferozmente con el mismo propósito. Al estar frente a frente la pelirroja pudo ver el miedo en los ojos cobardes de Ulises, lo tomó del cuello y atravesó el cuerpo del Tirano 🌹── Morirás bajo tu capricho, una llama de Sangre no es para tu beneficio. Tu nombre muere contigo maldito. En las afueras, la guerra menguaba, las pérdidas humanas dieron frutos, ahora eran libres. Muchos de los partidarios de Ulises al ver que él había muerto huyeron. ▔ ¡Larga vida a la Reina Escarlata! ▔ ¡Larga vida! ▔ ¡Que viva! La gente vitoreaba, Elizabeth completamente emocionada de por fin ser libre después de meses de calvario se sentó en el trono manchado de sangre con el cuerpo de su captor a sus pies, asimilando todo lo que había acontecido. El apodo de "La Reina Escarlata" nació ahí y se esparció por todo el continente, la guerrera esclava que fue parte de la revolución de Oriente.
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    Un hombre alto y fornido se asomó entre las sombras del calabozo en el que Elizabeth había pasado encadenada la última semana sobreviviendo con trozos de pan mohoso y a penas una pequeña cacerola de agua de dudosa procedencia. A pesar de lo débil y deshidratada que estaba por el intenso calor que era común en el Reino de Oriente como pudo se irguió con mirada desafiante frente a su captor que comenzaba a hablarle

    ☬ ── No sabes cuanto quise ver con mis ojos a una Llama de Sangre, hoy la espera terminó y eres mía. Vas a pelear en mi nombre: ¡El poderoso Ulises el gran Tirano! y así expandiré mis dominios

    ── No soy propiedad de nadie, no puedes obligarme a hacerlo [Decía mientras trataba de zafarse de las cadenas que con el movimiento hacía que se incrustaran pequeñas espinas con veneno de dragón de Komodo, generando un gran ardor en la piel que quemaba hasta su cabeza inhabilitando por completo su poder]

    ☬ ── Ah, claro que puedo y lo haré porque si no accedes morirás... SIMPLE

    El hombre daba el veredicto final con un golpe seco en las costillas y otro en la cabeza de la pelirroja, quedando ella inconsciente hasta el día siguiente donde junto con el amanecer, otros esclavos con grilletes la fueron a buscar, la mujer traía una fuente con agua para que se bañase y los otros dos cargaban su espada y una armadura que Ulises demandaba que usara.
    La batalla inminente entre clanes enemigos se desarrolló al ocaso. Liz como hábil guerrera quemaba y descuartizaba a cualquiera que le hacía frente siempre vigilada a unos metros por un cazador y su lanza con veneno en el caso de que ella intentara escapar en medio de la batalla.

    Entre los demás guerreros fue creciendo un reconocimiento y respeto por Elizabeth quienes decidieron que ella fuera la que lidere en combate yendo al frente
    La dinámica siempre era luchar al ocaso, a la pelirroja la encerraban y encadenaban para luego al día siguiente emprender marcha junto a los demás hacia el norte ganando más tierras para Ulises.
    El odio y la sed de venganza crecían en Elizabeth quien por las noches planeaba una forma de escapar y darle al Tirano su merecido, sólo hacía falta tiempo y el momento perfecto


    // Parte 3 de : https://ficrol.com/posts/185545 & https://ficrol.com/posts/185232


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  • ─ Bajo los lamentos y alaridos de dolor, las cadenas del pasado injuriaban la suave piel de una Llama de Sangre, una que por ventura, sobrevivió ante un fatal destino que quizas, aceptaría con gusto.

    Pero la oscuridad no siempre hace oídos sordos ante el dolor...

    Gazú ahora sería la filosa espada con la que aquella llama de sangre, quebraría las cadenas del dolor y cobraría su más deseada venganza....

    ◢✥𝐆azú✥◣
    ⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘
    🌹─ Bajo los lamentos y alaridos de dolor, las cadenas del pasado injuriaban la suave piel de una Llama de Sangre, una que por ventura, sobrevivió ante un fatal destino que quizas, aceptaría con gusto. Pero la oscuridad no siempre hace oídos sordos ante el dolor... Gazú ahora sería la filosa espada con la que aquella llama de sangre, quebraría las cadenas del dolor y cobraría su más deseada venganza.... ◢✥𝐆azú✥◣ ⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    ✧.* ɪᴍᴘᴏʀᴛᴀɴᴛᴇ *. ✧
    ━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━
    → No tengo reglas para rolear, la invitación es que la historia se nutra con detalles de ambas partes y así lograr algo entretenido

    → Estoy abierta a hacer todo tipo de rol, obviamente respetando la coherencia de como se está desarrollando el relato

    → Liz se adapta de acuerdo al contexto, es un personaje original con ciertos matices similares (sólo físicos y alcance de nombre , ya que la historia y personalidad son creados por mi) de la real Elizabeth RB

    → Para un rol de mejor calidad leer la ficha de Liz, es cortita https://ficrol.com/blogs/171553/Elizabeth-Rose-Llama-de-Sangre

    → El prólogo : https://ficrol.com/posts/178656

    → Y por último: La #user tiene vida fuera de esta plataforma así que puedo responder rápido o no dependiendo de la cantidad de trabajo/eventos que tenga, gracias por entender ♥

    ✧.* ɪᴍᴘᴏʀᴛᴀɴᴛᴇ *. ✧ ━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━ → No tengo reglas para rolear, la invitación es que la historia se nutra con detalles de ambas partes y así lograr algo entretenido → Estoy abierta a hacer todo tipo de rol, obviamente respetando la coherencia de como se está desarrollando el relato → Liz se adapta de acuerdo al contexto, es un personaje original con ciertos matices similares (sólo físicos y alcance de nombre , ya que la historia y personalidad son creados por mi) de la real Elizabeth RB → Para un rol de mejor calidad leer la ficha de Liz, es cortita https://ficrol.com/blogs/171553/Elizabeth-Rose-Llama-de-Sangre → El prólogo : https://ficrol.com/posts/178656 → Y por último: La #user tiene vida fuera de esta plataforma así que puedo responder rápido o no dependiendo de la cantidad de trabajo/eventos que tenga, gracias por entender ♥
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    Elizabeth Rose Llama de Sangre
    (🌹) ❈Edad: Desconocida ❈Origen e Historia: Knaresborough ( https://ficrol.com/posts/178656 ) ❈Arma: Posee una espada que tiene grabada una balanza en el puñal, símbolo de justicia, la apoda espina, porque toda rosa (ella) tiene su espina ❈Descripción...
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