๐Ÿ„ฒ๐Ÿ„ฐ๐Ÿ„ฟ. ๐Ÿ„ธ๐Ÿ……

โ‰ซ โ”€โ”€โ”€โ”€โ”€โ”€โ”€โ”€ โ‰ช•โ—ฆ โˆ โ—ฆ•โ‰ซโ”€โ”€โ”€โ”€โ”€โ”€โ”€โ”€ โ‰ช
Pasaban los días, semanas, meses : La gloria y poder de "Ulises el Tirano" crecían al igual que la fama de la pelirroja que peleaba y dirigía su ejército en su nombre, uno que estaba compuesto por guerrilleros que eran perros falderos de Ulises igual de detestables que él, y otra gran parte esclavos como ella que peleaban para sobrevivir.

La autoridad de Elizabeth en el campo de batalla era tal que nadie cuestionaba sus estrategias marciales, su palabra era la final y se ejecutaba al pie de la letra. Pronto ese prestigio trascendió más allá de las guerras combativas, al calabozo donde ella encadenada reponía fuerzas cada noche empezaron a llegar mensajes escondidos entre el pan, debajo del plato de la cena o bien enviados con las criadas que por las mañanas a escondidas de su amo iban a bañarla y darle ropas nuevas.
Los mensajes aludían a una insurrección, el primero que llegó decía : "๐˜“๐˜ข ๐˜ญ๐˜ช๐˜ฃ๐˜ฆ๐˜ณ๐˜ต๐˜ข๐˜ฅ ๐˜ฏ๐˜ถ๐˜ฏ๐˜ค๐˜ข ๐˜ฆ๐˜ด ๐˜ฅ๐˜ข๐˜ฅ๐˜ข; ๐˜ด๐˜ฆ ๐˜จ๐˜ข๐˜ฏ๐˜ข. ๐ธ๐‘ ๐‘ก๐‘Ž๐‘š๐‘œ๐‘  ๐‘๐‘œ๐‘›๐‘ก๐‘–๐‘”๐‘œ"
Por primera vez Liz entre sus planes de venganza pudo ver mas factible que se cumplieran, no estaba sola.
Desde ese evento, pacientemente esperaba que llegaran los recados, algunos con información importante, otros sólo para confirmar que la revolución seguía en pie

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El día había llegado, era ahora o nunca. Luego de una contienda pequeña en el valle de Linaris, un grupo de guerreros aislaron al cazador con la lanza envenenada y lo mataron en una lucha de 5 contra 1, quedando su cuerpo perdido entre los caídos en batalla, Ulises no notaría su ausencia después de unas cuantas horas.
Tres esclavos escoltaron a Elizabeth a su mazmorra, pudo observar que dos de ellos llevaban el cinto rojo, expectante esperaba la señal para actuar, ingresaron y se disponían a preparar los grilletes para atarla, con una mirada fugaz el par de aliados asintieron y redujeron al tercer siervo, dejando libre así a la pelirroja, uno de ellos se dirige a ella y grita efusivamente

โ–” Corre! y busca la venganza. Nos levantaremos en armas. Hoy la tiranía muere bajo tu mano

Liz con la adrenalina apoderándose de su cuerpo tomó su espada y se escabullía entre las tiendas que poco a poco empezaban a sumergirse en un estruendoso ruido de espadas chocando y gente gritando por muerte o victoria. En esta instancia sólo existían esas dos opciones, ella avanzaba rápido quemando todo a su paso, discerniendo entre la multitud recientemente alborotada quien era aliado y enemigo, buscaba el cinto rojo en cada uno de ellos, de inmediato su grupo se acoplaba detrás de ella luchando mano a mano con los que se levantaban en su contra, era un espectáculo digno de ver, como los esclavos en su debilidad luchaban con las fuerzas desgastadas pero con el alma hambrienta de libertad, en este punto el número había ascendido a unos cientos. El objetivo estaba claro: Ulises, quien a estas alturas ya estaba enterado del motín y se había encerrado resguardado por sus más hábiles mercenarios (alias : perros falderos) . Elizabeth no tuvo piedad y junto con los otros esclavos avasallaron el lugar dando muerte a cada uno, en el fondo se podía ver al Tirano sentado en su trono desde donde se autoproclamaba gobernador de todo los terrenos de Oriente que había "ganado". La pelirroja sin dudar lanzaba fuego al que se le interponía en su camino, mientras los demás peleaban también ferozmente con el mismo propósito.
Al estar frente a frente la pelirroja pudo ver el miedo en los ojos cobardes de Ulises, lo tomó del cuello y atravesó el cuerpo del Tirano

โ”€โ”€ Morirás bajo tu capricho, una llama de Sangre no es para tu beneficio. Tu nombre muere contigo maldito.

En las afueras, la guerra menguaba, las pérdidas humanas dieron frutos, ahora eran libres. Muchos de los partidarios de Ulises al ver que él había muerto huyeron.

โ–” ¡Larga vida a la Reina Escarlata!
โ–” ¡Larga vida!
โ–” ¡Que viva!

La gente vitoreaba, Elizabeth completamente emocionada de por fin ser libre después de meses de calvario se sentó en el trono manchado de sangre con el cuerpo de su captor a sus pies, asimilando todo lo que había acontecido. El apodo de "La Reina Escarlata" nació ahí y se esparció por todo el continente, la guerrera esclava que fue parte de la revolución de Oriente.
๐Ÿ„ฒ๐Ÿ„ฐ๐Ÿ„ฟ. ๐Ÿ„ธ๐Ÿ…… โ‰ซ โ”€โ”€โ”€โ”€โ”€โ”€โ”€โ”€ โ‰ช•โ—ฆ โˆ โ—ฆ•โ‰ซโ”€โ”€โ”€โ”€โ”€โ”€โ”€โ”€ โ‰ช Pasaban los días, semanas, meses : La gloria y poder de "Ulises el Tirano" crecían al igual que la fama de la pelirroja que peleaba y dirigía su ejército en su nombre, uno que estaba compuesto por guerrilleros que eran perros falderos de Ulises igual de detestables que él, y otra gran parte esclavos como ella que peleaban para sobrevivir. La autoridad de Elizabeth en el campo de batalla era tal que nadie cuestionaba sus estrategias marciales, su palabra era la final y se ejecutaba al pie de la letra. Pronto ese prestigio trascendió más allá de las guerras combativas, al calabozo donde ella encadenada reponía fuerzas cada noche empezaron a llegar mensajes escondidos entre el pan, debajo del plato de la cena o bien enviados con las criadas que por las mañanas a escondidas de su amo iban a bañarla y darle ropas nuevas. Los mensajes aludían a una insurrección, el primero que llegó decía : "๐˜“๐˜ข ๐˜ญ๐˜ช๐˜ฃ๐˜ฆ๐˜ณ๐˜ต๐˜ข๐˜ฅ ๐˜ฏ๐˜ถ๐˜ฏ๐˜ค๐˜ข ๐˜ฆ๐˜ด ๐˜ฅ๐˜ข๐˜ฅ๐˜ข; ๐˜ด๐˜ฆ ๐˜จ๐˜ข๐˜ฏ๐˜ข. ๐ธ๐‘ ๐‘ก๐‘Ž๐‘š๐‘œ๐‘  ๐‘๐‘œ๐‘›๐‘ก๐‘–๐‘”๐‘œ" Por primera vez Liz entre sus planes de venganza pudo ver mas factible que se cumplieran, no estaba sola. Desde ese evento, pacientemente esperaba que llegaran los recados, algunos con información importante, otros sólo para confirmar que la revolución seguía en pie -"๐‘†๐‘œ๐‘š๐‘œ๐‘  ๐‘ ๐‘’๐‘ก๐‘’๐‘›๐‘ก๐‘Ž" -"๐˜š๐˜ช ๐˜ฏ๐˜ฐ ๐˜ฉ๐˜ข๐˜บ ๐˜ซ๐˜ถ๐˜ด๐˜ต๐˜ช๐˜ค๐˜ช๐˜ข ๐˜ฏ๐˜ฐ ๐˜ฉ๐˜ข๐˜บ ๐˜ญ๐˜ช๐˜ฃ๐˜ฆ๐˜ณ๐˜ต๐˜ข๐˜ฅ" -"๐˜”á๐˜ด ๐˜ฅ๐˜ฆ ๐˜ญ๐˜ข ๐˜ฎ๐˜ช๐˜ต๐˜ข๐˜ฅ ๐˜ฅ๐˜ฆ ๐˜ค๐˜ณ๐˜ช๐˜ข๐˜ฅ๐˜ฐ๐˜ด ๐˜ฆ๐˜ด๐˜ตá๐˜ฏ ๐˜ฆ๐˜ฏ ๐˜ญ๐˜ข ๐˜ค๐˜ข๐˜ถ๐˜ด๐˜ข, ๐˜ข๐˜ฃ๐˜ณ๐˜ฆ ๐˜ฃ๐˜ช๐˜ฆ๐˜ฏ ๐˜ญ๐˜ฐ๐˜ด ๐˜ฐ๐˜ซ๐˜ฐ๐˜ด, ๐˜ญ๐˜ฐ๐˜ด ๐˜ฏ๐˜ถ๐˜ฆ๐˜ด๐˜ต๐˜ณ๐˜ฐ๐˜ด ๐˜ต๐˜ช๐˜ฆ๐˜ฏ๐˜ฆ๐˜ฏ ๐˜ถ๐˜ฏ ๐˜ค๐˜ช๐˜ฏ๐˜ต๐˜ฐ ๐˜ณ๐˜ฐ๐˜ซ๐˜ฐ" -"๐˜๐˜ข๐˜ด๐˜ต๐˜ข ๐˜ข๐˜ฉ๐˜ฐ๐˜ณ๐˜ข ๐˜ด๐˜ฐ๐˜ฎ๐˜ฐ๐˜ด 164, ๐˜ต๐˜ฐ๐˜ฅ๐˜ฐ๐˜ด ๐˜ญ๐˜ถ๐˜ค๐˜ฉ๐˜ข๐˜ณ๐˜ฆ๐˜ฎ๐˜ฐ๐˜ด ๐˜ฃ๐˜ข๐˜ซ๐˜ฐ ๐˜ญ๐˜ข ๐˜“๐˜ญ๐˜ข๐˜ฎ๐˜ข ๐˜ฅ๐˜ฆ ๐˜š๐˜ข๐˜ฏ๐˜จ๐˜ณ๐˜ฆ" -"๐˜”๐˜ขñ๐˜ข๐˜ฏ๐˜ข. ๐˜ˆ๐˜ต๐˜ฆ๐˜ฏ๐˜ต๐˜ข, ๐˜ญ๐˜ข๐˜ด ๐˜ค๐˜ข๐˜ฅ๐˜ฆ๐˜ฏ๐˜ข๐˜ด ๐˜ฒ๐˜ถ๐˜ฆ๐˜ฅ๐˜ข๐˜ณá๐˜ฏ ๐˜ข๐˜ฃ๐˜ช๐˜ฆ๐˜ณ๐˜ต๐˜ข๐˜ด" El día había llegado, era ahora o nunca. Luego de una contienda pequeña en el valle de Linaris, un grupo de guerreros aislaron al cazador con la lanza envenenada y lo mataron en una lucha de 5 contra 1, quedando su cuerpo perdido entre los caídos en batalla, Ulises no notaría su ausencia después de unas cuantas horas. Tres esclavos escoltaron a Elizabeth a su mazmorra, pudo observar que dos de ellos llevaban el cinto rojo, expectante esperaba la señal para actuar, ingresaron y se disponían a preparar los grilletes para atarla, con una mirada fugaz el par de aliados asintieron y redujeron al tercer siervo, dejando libre así a la pelirroja, uno de ellos se dirige a ella y grita efusivamente โ–” Corre! y busca la venganza. Nos levantaremos en armas. Hoy la tiranía muere bajo tu mano Liz con la adrenalina apoderándose de su cuerpo tomó su espada y se escabullía entre las tiendas que poco a poco empezaban a sumergirse en un estruendoso ruido de espadas chocando y gente gritando por muerte o victoria. 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La pelirroja sin dudar lanzaba fuego al que se le interponía en su camino, mientras los demás peleaban también ferozmente con el mismo propósito. Al estar frente a frente la pelirroja pudo ver el miedo en los ojos cobardes de Ulises, lo tomó del cuello y atravesó el cuerpo del Tirano ๐ŸŒนโ”€โ”€ Morirás bajo tu capricho, una llama de Sangre no es para tu beneficio. Tu nombre muere contigo maldito. En las afueras, la guerra menguaba, las pérdidas humanas dieron frutos, ahora eran libres. Muchos de los partidarios de Ulises al ver que él había muerto huyeron. โ–” ¡Larga vida a la Reina Escarlata! โ–” ¡Larga vida! โ–” ¡Que viva! La gente vitoreaba, Elizabeth completamente emocionada de por fin ser libre después de meses de calvario se sentó en el trono manchado de sangre con el cuerpo de su captor a sus pies, asimilando todo lo que había acontecido. El apodo de "La Reina Escarlata" nació ahí y se esparció por todo el continente, la guerrera esclava que fue parte de la revolución de Oriente.
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