• —Estaba preparando todo para el examen de aptitudes de Maxi, cuando vió entrar un halcón con una nota por su ventana.

    Con cuidado tomó la nota y leyó con curiosidad.

    —¿De Maxi?—intrigado comenzó a leer —Ah… vaya, parece que mi hijo hace una fiesta y quiere que su padre asista. Y parece que temática. Como no…—Rió orgulloso—.¡Con lo que molo obvio quiere que este de fiesta con él y sus amigos! ¿quien no querría? Aunque un tema como este es una elección muy curiosa, bueno… él sabrá —y dicho esto, fue a ponerse bien guapo, como si fuera a una cita tal y como la carta pedía —
    —Estaba preparando todo para el examen de aptitudes de Maxi, cuando vió entrar un halcón con una nota por su ventana. Con cuidado tomó la nota y leyó con curiosidad. —¿De Maxi?—intrigado comenzó a leer —Ah… vaya, parece que mi hijo hace una fiesta y quiere que su padre asista. Y parece que temática. Como no…—Rió orgulloso—.¡Con lo que molo obvio quiere que este de fiesta con él y sus amigos! ¿quien no querría? Aunque un tema como este es una elección muy curiosa, bueno… él sabrá —y dicho esto, fue a ponerse bien guapo, como si fuera a una cita tal y como la carta pedía —
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  • — ¿Qué hay detrás de ese aspecto rudo, serio y discreto?, me intriga tanto al grado de gustarme.
    — ¿Qué hay detrás de ese aspecto rudo, serio y discreto?, me intriga tanto al grado de gustarme.
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  • La biblioteca estaba en silencio, apenas interrumpido por el suave susurro de las páginas al pasar y el ocasional eco de pasos cautelosos. La luz de la tarde se colaba perezosa entre las ventanas altas, bañando las estanterías en tonos dorados. Lisa suspiró, apoyando su mentón en la palma de su mano mientras tamborileaba con los dedos sobre el escritorio de préstamos.

    Había terminado de organizar los volúmenes de alquimia y archivado las solicitudes pendientes. No había visitantes desde hacía más de una hora, y la calma monótona del lugar comenzaba a pesarle. Echó un vistazo a la puerta principal, esperando algún alma curiosa que irrumpiera en su pequeño refugio de conocimiento, pero no hubo suerte.

    Se estiró perezosamente, dejando escapar un suspiro más largo de lo que pretendía. Sus ojos verdes recorrieron el alto estante frente a ella, deteniéndose en un tomo particularmente polvoriento que parecía no haber sido tocado en años. Una ligera sonrisa traviesa se dibujó en sus labios. Después de todo, no había nada de malo en echar un vistazo, ¿verdad?

    Con la gracia que la caracterizaba, se levantó y se acercó al estante. El libro era grueso y tenía una cubierta de cuero oscurecida por el tiempo. Al sacarlo, una pequeña nube de polvo danzó en el aire, arrancándole un estornudo que resonó en el silencio solemne de la biblioteca.

    Al abrirlo, se encontró con antiguos diagramas de círculos arcanos y fórmulas complejas garabateadas en una caligrafía elegante pero anticuada. —Vaya... ¿cuánto tiempo ha estado esto aquí sin que nadie lo note?—, murmuró para sí misma, intrigada.

    Se acomodó en un rincón cercano, con la espalda apoyada contra la estantería y el libro abierto en su regazo. Las páginas crujieron suavemente mientras sus ojos brillaban de curiosidad.

    Pasaron los minutos, luego las horas. Lisa no se dio cuenta de cómo el sol se deslizaba lentamente hacia el horizonte, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y rosados. Estaba demasiado absorta descifrando los secretos de aquel texto olvidado.

    Cuando finalmente levantó la vista, la biblioteca estaba sumida en un tenue crepúsculo. Parpadeó, sorprendida por lo rápido que había pasado el tiempo. Se rió suavemente, cerrando el libro con un susurro suave.

    —Supongo que perder el tiempo no siempre es tan improductivo después de todo... —musitó, acariciando la cubierta polvorienta con un cariño inesperado antes de devolver el tomo a su lugar.

    Con un último vistazo al estante, regresó a su puesto, sintiendo que la biblioteca, por unos instantes, había sido algo más que un simple lugar de trabajo.
    La biblioteca estaba en silencio, apenas interrumpido por el suave susurro de las páginas al pasar y el ocasional eco de pasos cautelosos. La luz de la tarde se colaba perezosa entre las ventanas altas, bañando las estanterías en tonos dorados. Lisa suspiró, apoyando su mentón en la palma de su mano mientras tamborileaba con los dedos sobre el escritorio de préstamos. Había terminado de organizar los volúmenes de alquimia y archivado las solicitudes pendientes. No había visitantes desde hacía más de una hora, y la calma monótona del lugar comenzaba a pesarle. Echó un vistazo a la puerta principal, esperando algún alma curiosa que irrumpiera en su pequeño refugio de conocimiento, pero no hubo suerte. Se estiró perezosamente, dejando escapar un suspiro más largo de lo que pretendía. Sus ojos verdes recorrieron el alto estante frente a ella, deteniéndose en un tomo particularmente polvoriento que parecía no haber sido tocado en años. Una ligera sonrisa traviesa se dibujó en sus labios. Después de todo, no había nada de malo en echar un vistazo, ¿verdad? Con la gracia que la caracterizaba, se levantó y se acercó al estante. El libro era grueso y tenía una cubierta de cuero oscurecida por el tiempo. Al sacarlo, una pequeña nube de polvo danzó en el aire, arrancándole un estornudo que resonó en el silencio solemne de la biblioteca. Al abrirlo, se encontró con antiguos diagramas de círculos arcanos y fórmulas complejas garabateadas en una caligrafía elegante pero anticuada. —Vaya... ¿cuánto tiempo ha estado esto aquí sin que nadie lo note?—, murmuró para sí misma, intrigada. Se acomodó en un rincón cercano, con la espalda apoyada contra la estantería y el libro abierto en su regazo. Las páginas crujieron suavemente mientras sus ojos brillaban de curiosidad. Pasaron los minutos, luego las horas. Lisa no se dio cuenta de cómo el sol se deslizaba lentamente hacia el horizonte, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y rosados. Estaba demasiado absorta descifrando los secretos de aquel texto olvidado. Cuando finalmente levantó la vista, la biblioteca estaba sumida en un tenue crepúsculo. Parpadeó, sorprendida por lo rápido que había pasado el tiempo. Se rió suavemente, cerrando el libro con un susurro suave. —Supongo que perder el tiempo no siempre es tan improductivo después de todo... —musitó, acariciando la cubierta polvorienta con un cariño inesperado antes de devolver el tomo a su lugar. Con un último vistazo al estante, regresó a su puesto, sintiendo que la biblioteca, por unos instantes, había sido algo más que un simple lugar de trabajo.
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  • "El Norte recuerda"
    Fandom Juego de Tronos
    Categoría Drama
    ㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤ ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑
    ㅤㅤㅤㅤ˹ 🜲 ㅤ𝑆𝑎𝑛𝑠𝑎 𝑆𝑡𝑎𝑟𝑘



    No habían pasado siquiera veinticuatro horas desde que Sansa había llegado al Muro y Jon, a pesar de lo que pudiera parecer ya estaba pensando en doscientas formas de mantener a salvo a su hermana. Sí, era consciente de que le había prometido que recuperarían su hogar, pero… ¿Cómo demonios iba a hacer eso? ¿Él? ¿Un bastardo? Era impensable.

    Ed había sugerido que subiese a Sansa a un barco en Puerto Blanco y se la llevase más allá del Mar Angosto, a Pentos… o alguna ciudad cálida donde no tuviera que volver a preocuparse por los asesinos de su familia. Pero, por tentadora que pareciera aquella idea, Jon había destacado la testarudez de Sansa. Esa mujer no abandonaría Poniente, jamás. Era igual de fiera que su padre y terca como una Tully. Como su madre…

    Por suerte, o por desgracia para el bastardo de Invernalia, el destino le pondría la decisión demasiado facil… Una misiva de Lord Ramsay Bolton llegó al Muro. Y esta marcaria, para siempre quizás, el destino de los implicados.

    Jon apartó el lacre y desenrolló el pergamino sin demasiado entusiasmo. Leia para si antes de ver las miradas intrigadas de todos los comensales en aquella comida: Tormund, Podrick, Brienne, Ed y… Sansa…

    “Al traidor y bastardo Jon Nieve,
    Permitisteis que miles de salvajes cruzaran el Muro. Habéis traicionado a los vuestros. Habéis traicionado al Norte. Invernalia es mía, bastardo, venid a verme. Vuestro hermano Rickon está en mis mazmorras. Tengo la piel de su lobo huargo en mi suelo, venid a verlo. Quiero a mi esposa. Enviádmela, bastardo y no os importunaré ni a vuestras amantes salvajes. No me la deis y entonces iré al Norte y mataré a todos los hombres, mujeres y niños salvajes bajo tu protección.
    Veréis cómo los desuello vivos. Veréis a mis soldados turnarse para violar a vuestra hermana. Veréis a mis perros devorar a vuestro hermanito salvaje. Luego os sacaré los ojos de las orbitas y dejaré que mis perros hagan el resto. Venid a verlo.

    Ramsay Bolton. Señor de Invernalia y Guardian del Norte”

    Ese hombre había matado a Roose Bolton, tenia a Rickon en sus mazmorras y se había hecho con Invernalia… Sansa tenia razon… Tenían que luchar… No estaba tan seguro de su argumento acerca de la lealtad del resto de casas norteñas. Puede que se hubieran aliado al lado de Robb, pero no con él. Era un bastardo… Aun asi… No pensaba decepcionar a su hermana. No pensaba decepcionar a su padre. Asi que asintió.

    Y a partir de allí todo fueron planes… preparativos… Tormund estaba seguro de que los escasos hombres que tenía lucharían por Jon si este se lo pedía… No era un ejercito norteño, pero era algo… Por supuesto no podía contar con la Guardia de la Noche. No tomaban partido en guerras y, aunque pudieran, eran muy pocos hombres. La guerra contra Mance había mermado sus, ya de por sí, escasas filas.

    Por eso, por sus planes y preparativos no supo de la reunión de Sansa con Meñique. Ni de la información que trajo para ella… acerca de Aguasdulces y el Pez Negro.

    Claro que había otro problema: El Rey de la Noche.

    No podían defender el Norte de los muertos y el sur de los Bolton. Para ello necesitaban Invernalia y para ello… necesitaban mas hombres… muchos más…

    Los Umber y los Karstark habían juntado filas con los Bolton. Las casas mas poderosas después de los Bolton… Había dos docenas de casas menores más… Quizás si los convencían aun tuvieran una opción… Jon apoyaba el entusiasmo de Sansa, y su creencia en la lealtad de las casas norteñas, pero Davos tenia razon… ninguna de esas casas que Sansa proponía se había levantado en armas contra los Bolton cuando traicionaron a Robb…

    Pero su propuesta de pedir ayuda al Pez Negro… Sansa decidió enviar a Brienne de Tarth a aquella misión…

    Casi parecía que tenían alguna posibilidad de ganar, así que… era hora de partir…

    Los hombres de Tormund ya se preparaban en el patio del Castillo Negro. Jon se había preparado para montar y para afrontar el inclemente tiempo del invierno que se acercaba día tras día, y habían aceptado la comida que la Guardia de la Noche había preparado para ellos. Tenían un camino muy largo por delante y… era hora de actuar. Si seguían esperando… seria demasiado tarde…

    -¿Vestido nuevo? -preguntó Jon al ver acercarse a Sansa. Automáticamente se sintió imbécil al no ser capaz de decir nada más coherente… Pero realmente el talento de su hermana era asombroso. Había sido capaz de encontrar el modo de crear algo precioso en mitad de un aura tan gris como era aquel lugar- Me gusta lo del lobo…

    Lo que no esperaba es que Sansa se hubiera preocupado tambien de hacer una capa para él. Una capa con el blasón de los Stark grabado en las cinchas… Una capa igual que la que un día luciera Ned Stark.

    -Gracias, Sansa…- fue todo lo que, abrumado, pudo decir Jon Nieve al recibir aquel obsequio que, por simple que pareciera, tenia mucho significado para los dos. Inevitablemente, al ver alejarse a su hermana la siguió con la mirada y terminó por esbozar una suave sonrisa…

    Después de aquello, se despidió de Ed, se subió a su caballo, al lado de Sansa y la pequeña comitiva salió del Castillo Negro sin saber qué destino afrontarían desde entonces.

    El Muro quedaba atrás, pero el peso sobre sus hombros no se aligeraba. El aire helado seguía ahí, afilado como una cuchilla, clavándose en su piel a través del cuero y la lana. Jon no dijo nada mientras avanzaban, pero sentía la mirada de Sansa a su lado, la determinación en su postura.

    Estaba seguro de que esa determinación seria capaz de convencer a cualquiera, hasta al más pintado, pero, por ahora, la misión de convencer a los Salvajes era solamente de Jon. Davos tenia razon, Sansa tenia razon. Le debían a Jon su supervivencia y sus vidas… solo esperaba que, por una vez, el pueblo libre se dejara llevar por el honor…


    #Personajes3D #3D #Comunidad3D #NuevoStarter
    ㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 ㅤㅤㅤㅤ˹ [N.Q.Stark] ㅤ No habían pasado siquiera veinticuatro horas desde que Sansa había llegado al Muro y Jon, a pesar de lo que pudiera parecer ya estaba pensando en doscientas formas de mantener a salvo a su hermana. Sí, era consciente de que le había prometido que recuperarían su hogar, pero… ¿Cómo demonios iba a hacer eso? ¿Él? ¿Un bastardo? Era impensable. Ed había sugerido que subiese a Sansa a un barco en Puerto Blanco y se la llevase más allá del Mar Angosto, a Pentos… o alguna ciudad cálida donde no tuviera que volver a preocuparse por los asesinos de su familia. Pero, por tentadora que pareciera aquella idea, Jon había destacado la testarudez de Sansa. Esa mujer no abandonaría Poniente, jamás. Era igual de fiera que su padre y terca como una Tully. Como su madre… Por suerte, o por desgracia para el bastardo de Invernalia, el destino le pondría la decisión demasiado facil… Una misiva de Lord Ramsay Bolton llegó al Muro. Y esta marcaria, para siempre quizás, el destino de los implicados. Jon apartó el lacre y desenrolló el pergamino sin demasiado entusiasmo. Leia para si antes de ver las miradas intrigadas de todos los comensales en aquella comida: Tormund, Podrick, Brienne, Ed y… Sansa… “Al traidor y bastardo Jon Nieve, Permitisteis que miles de salvajes cruzaran el Muro. Habéis traicionado a los vuestros. Habéis traicionado al Norte. Invernalia es mía, bastardo, venid a verme. Vuestro hermano Rickon está en mis mazmorras. Tengo la piel de su lobo huargo en mi suelo, venid a verlo. Quiero a mi esposa. Enviádmela, bastardo y no os importunaré ni a vuestras amantes salvajes. No me la deis y entonces iré al Norte y mataré a todos los hombres, mujeres y niños salvajes bajo tu protección. Veréis cómo los desuello vivos. Veréis a mis soldados turnarse para violar a vuestra hermana. Veréis a mis perros devorar a vuestro hermanito salvaje. Luego os sacaré los ojos de las orbitas y dejaré que mis perros hagan el resto. Venid a verlo. Ramsay Bolton. Señor de Invernalia y Guardian del Norte” Ese hombre había matado a Roose Bolton, tenia a Rickon en sus mazmorras y se había hecho con Invernalia… Sansa tenia razon… Tenían que luchar… No estaba tan seguro de su argumento acerca de la lealtad del resto de casas norteñas. Puede que se hubieran aliado al lado de Robb, pero no con él. Era un bastardo… Aun asi… No pensaba decepcionar a su hermana. No pensaba decepcionar a su padre. Asi que asintió. Y a partir de allí todo fueron planes… preparativos… Tormund estaba seguro de que los escasos hombres que tenía lucharían por Jon si este se lo pedía… No era un ejercito norteño, pero era algo… Por supuesto no podía contar con la Guardia de la Noche. No tomaban partido en guerras y, aunque pudieran, eran muy pocos hombres. La guerra contra Mance había mermado sus, ya de por sí, escasas filas. Por eso, por sus planes y preparativos no supo de la reunión de Sansa con Meñique. Ni de la información que trajo para ella… acerca de Aguasdulces y el Pez Negro. Claro que había otro problema: El Rey de la Noche. No podían defender el Norte de los muertos y el sur de los Bolton. Para ello necesitaban Invernalia y para ello… necesitaban mas hombres… muchos más… Los Umber y los Karstark habían juntado filas con los Bolton. Las casas mas poderosas después de los Bolton… Había dos docenas de casas menores más… Quizás si los convencían aun tuvieran una opción… Jon apoyaba el entusiasmo de Sansa, y su creencia en la lealtad de las casas norteñas, pero Davos tenia razon… ninguna de esas casas que Sansa proponía se había levantado en armas contra los Bolton cuando traicionaron a Robb… Pero su propuesta de pedir ayuda al Pez Negro… Sansa decidió enviar a Brienne de Tarth a aquella misión… Casi parecía que tenían alguna posibilidad de ganar, así que… era hora de partir… Los hombres de Tormund ya se preparaban en el patio del Castillo Negro. Jon se había preparado para montar y para afrontar el inclemente tiempo del invierno que se acercaba día tras día, y habían aceptado la comida que la Guardia de la Noche había preparado para ellos. Tenían un camino muy largo por delante y… era hora de actuar. Si seguían esperando… seria demasiado tarde… -¿Vestido nuevo? -preguntó Jon al ver acercarse a Sansa. Automáticamente se sintió imbécil al no ser capaz de decir nada más coherente… Pero realmente el talento de su hermana era asombroso. Había sido capaz de encontrar el modo de crear algo precioso en mitad de un aura tan gris como era aquel lugar- Me gusta lo del lobo… Lo que no esperaba es que Sansa se hubiera preocupado tambien de hacer una capa para él. Una capa con el blasón de los Stark grabado en las cinchas… Una capa igual que la que un día luciera Ned Stark. -Gracias, Sansa…- fue todo lo que, abrumado, pudo decir Jon Nieve al recibir aquel obsequio que, por simple que pareciera, tenia mucho significado para los dos. Inevitablemente, al ver alejarse a su hermana la siguió con la mirada y terminó por esbozar una suave sonrisa… Después de aquello, se despidió de Ed, se subió a su caballo, al lado de Sansa y la pequeña comitiva salió del Castillo Negro sin saber qué destino afrontarían desde entonces. El Muro quedaba atrás, pero el peso sobre sus hombros no se aligeraba. El aire helado seguía ahí, afilado como una cuchilla, clavándose en su piel a través del cuero y la lana. Jon no dijo nada mientras avanzaban, pero sentía la mirada de Sansa a su lado, la determinación en su postura. Estaba seguro de que esa determinación seria capaz de convencer a cualquiera, hasta al más pintado, pero, por ahora, la misión de convencer a los Salvajes era solamente de Jon. Davos tenia razon, Sansa tenia razon. Le debían a Jon su supervivencia y sus vidas… solo esperaba que, por una vez, el pueblo libre se dejara llevar por el honor… #Personajes3D #3D #Comunidad3D #NuevoStarter
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    Grupal
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  • El extraordinario Ivory
    Categoría Comedia
    —Yo no soy gay. A mi no me gustan los hombres, tampoco me gustan las mujeres. A decir verdad no me gusta vincularme con la gente,lejos de lo laboral. Ivory es la excepción porque....es mitad conejo.-

    : Esta bien, de cualquier manera, mi pregunta fue sobre lo que hiciste estos 15 días.

    —Ah, bueno. Pues... armé un mueble.- le comenta al psicólogo, sentadito de piernas y brazos cruzados. — No había mucho espacio para las cosas se Ivory así que decidí comprar un mueble, para que pudiera estar cómodo. La empresa me ofreció enviar a alguien para ensamblarlo pero no queria a ningun extraño en mi depto así que lo armé yo mismo.-
    Eso le dió la satisfacción masculina de la semana, aunque lo armó como la mierda y sobraron 10 clavijas.
    —Siento que estoy mejorando, como persona.-
    El psico le sonrió cortesmente, y anotó duplicar las sesiones.

    Lejos de ahí, ni a Emerson ni a Lupe le es extraño ver al blanquito en la Comisaria, pululando al rededor de Miller, siendo excesivamente cariñoso en público.
    Algo en el oficial está diferente, ya no toma horas extra, sale a horarios, no está tan pálido, y ha reducido su consumo se cigarrillos, todo en un lapso de tiempo muy corto.

    Emerson está intrigado. Pero no es una pesona profunda como para detenerse a pensar. En su lugar, ve a Miller acomodar su chaqueta para salir de ahi. Aún tiene el radio colgado del pecho así que su compañero aprovecha la oportunidad para enviarle un mensaje.

    ~Feliz final escrito está, que mala situación~

    Miller se mira el pecho, y sostiene el audio, atónito ante ese cantito agudo.

    ~Su libertad, pasa a la historia~ domado está el Leooooooooooooon~

    Miller revolea los ojos y apaga el aparato. Hoy Emerson no ha recibido agresiones aunque las merezca, otra green flag de que a Miller algo le sucede.

    El susodicho se inquieta al no recibir una catarata de mensajes sobre la posible cena, inquietud que crece al llegar al depto y no encontrar al conejito.
    No ve la mochila, o señales de que regresó de la escuela. Así que se cambia se ropa para mayor comodidad y conduce hasta el lugar en el que algunas veces, ha dejado a Ivory.
    Nunca logra verlo entrar a alguna parte, simplemente desaparece entre las personas y a Miller ya le parece asombroso.
    Pero ahora, tambien está inquieto, asi que se mueve con cautela, estacionando la moto en un lugar accesible y caminando por los alrededores, en busca de señales conejiles.


    —Yo no soy gay. A mi no me gustan los hombres, tampoco me gustan las mujeres. A decir verdad no me gusta vincularme con la gente,lejos de lo laboral. Ivory es la excepción porque....es mitad conejo.- 🌀: Esta bien, de cualquier manera, mi pregunta fue sobre lo que hiciste estos 15 días. —Ah, bueno. Pues... armé un mueble.- le comenta al psicólogo, sentadito de piernas y brazos cruzados. — No había mucho espacio para las cosas se Ivory así que decidí comprar un mueble, para que pudiera estar cómodo. La empresa me ofreció enviar a alguien para ensamblarlo pero no queria a ningun extraño en mi depto así que lo armé yo mismo.- Eso le dió la satisfacción masculina de la semana, aunque lo armó como la mierda y sobraron 10 clavijas. —Siento que estoy mejorando, como persona.- El psico le sonrió cortesmente, y anotó duplicar las sesiones. Lejos de ahí, ni a Emerson ni a Lupe le es extraño ver al blanquito en la Comisaria, pululando al rededor de Miller, siendo excesivamente cariñoso en público. Algo en el oficial está diferente, ya no toma horas extra, sale a horarios, no está tan pálido, y ha reducido su consumo se cigarrillos, todo en un lapso de tiempo muy corto. Emerson está intrigado. Pero no es una pesona profunda como para detenerse a pensar. En su lugar, ve a Miller acomodar su chaqueta para salir de ahi. Aún tiene el radio colgado del pecho así que su compañero aprovecha la oportunidad para enviarle un mensaje. ~Feliz final escrito está, que mala situación🎶~ Miller se mira el pecho, y sostiene el audio, atónito ante ese cantito agudo. ~Su libertad, pasa a la historia~ domado está el Leooooooooooooon~🎶 Miller revolea los ojos y apaga el aparato. Hoy Emerson no ha recibido agresiones aunque las merezca, otra green flag de que a Miller algo le sucede. El susodicho se inquieta al no recibir una catarata de mensajes sobre la posible cena, inquietud que crece al llegar al depto y no encontrar al conejito. No ve la mochila, o señales de que regresó de la escuela. Así que se cambia se ropa para mayor comodidad y conduce hasta el lugar en el que algunas veces, ha dejado a Ivory. Nunca logra verlo entrar a alguna parte, simplemente desaparece entre las personas y a Miller ya le parece asombroso. Pero ahora, tambien está inquieto, asi que se mueve con cautela, estacionando la moto en un lugar accesible y caminando por los alrededores, en busca de señales conejiles.
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  • 20 a 15000 líneas por Semana
    Fandom
    The Apothecary Diaries
    Búsqueda de
    Personaje
    Estado
    Cerrado
    ¿Tienes un rostro angelical, una presencia imponente y la capacidad de hacer temblar a cualquiera con una simple sonrisa? ¿Eres experto en manipular a la gente sin que siquiera lo noten? ¡Entonces este papel es para ti!

    Se busca a alguien que encarne a Jinshi en un rol basado en Diario de una boticaria.

    Requisitos:
    ✔ Encanto natural y aire misterioso.
    ✔ Capacidad para actuar como un noble intocable, pero con un toque de picardía.
    ✔ Habilidad para fastidiar a Maomao sin morir en el intento.
    ✔ Conocimiento de las intrigas palaciegas o ganas de aprender.

    Información para interpretar a Jinshi:

    ¿Quién es Jinshi?

    Jinshi es conocido como un alto funcionario del Palacio Interior y, oficialmente, se presenta como un eunuco imperial. Sin embargo, esta identidad es una fachada cuidadosamente construida.

    En realidad, Jinshi no es un eunuco. Su verdadero origen está envuelto en misterio, pero su presencia en el palacio y su influencia sugieren que pertenece a una familia de alto rango (incluso de la familia imperial). Su belleza excepcional y su carisma le permiten jugar con la percepción que los demás tienen de él, usándola como una herramienta para manipular situaciones y obtener información sin levantar sospechas.

    Esta doble vida le permite moverse con libertad dentro de la corte, evitando muchas de las restricciones que enfrentaría si su verdadera identidad fuera conocida.


    Personalidad clave:
    ✔ Educado y encantador, pero siempre con un propósito.
    ✔ Disfruta de los juegos mentales y las estrategias políticas.
    ✔ Mantiene su verdadero yo oculto tras una sonrisa impecable.
    ✔ No está acostumbrado a que lo desafíen… y Maomao lo hace todo el tiempo.

    Rolación con Maomao
    A pesar de su aparente perfección, tiene una faceta juguetona, sobre todo cuando se trata de Maomao, con quien disfruta viendo reacciones inesperadas.

    Desde el momento en que la descubre, Jinshi queda intrigado por la mente afilada y la indiferencia de Maomao hacia su belleza. Disfruta provocándola, dándole tareas que la involucren en los misterios del palacio y observando cómo resuelve los problemas con su singular perspectiva. A pesar de su posición de poder, confía en ella más de lo que deja ver.


    Si crees que puedes encarnar a este
    personaje y sumergirte en el mundo de venenos, conspiraciones y sarcasmo, ¡haz tu mejor intento y ven al Palacio Interior!
    ¿Tienes un rostro angelical, una presencia imponente y la capacidad de hacer temblar a cualquiera con una simple sonrisa? ¿Eres experto en manipular a la gente sin que siquiera lo noten? ¡Entonces este papel es para ti! 📜 Se busca a alguien que encarne a Jinshi en un rol basado en Diario de una boticaria. 📍 Requisitos: ✔ Encanto natural y aire misterioso. ✔ Capacidad para actuar como un noble intocable, pero con un toque de picardía. ✔ Habilidad para fastidiar a Maomao sin morir en el intento. ✔ Conocimiento de las intrigas palaciegas o ganas de aprender. 📜 Información para interpretar a Jinshi: 🔹 ¿Quién es Jinshi? Jinshi es conocido como un alto funcionario del Palacio Interior y, oficialmente, se presenta como un eunuco imperial. Sin embargo, esta identidad es una fachada cuidadosamente construida. En realidad, Jinshi no es un eunuco. Su verdadero origen está envuelto en misterio, pero su presencia en el palacio y su influencia sugieren que pertenece a una familia de alto rango (incluso de la familia imperial). Su belleza excepcional y su carisma le permiten jugar con la percepción que los demás tienen de él, usándola como una herramienta para manipular situaciones y obtener información sin levantar sospechas. Esta doble vida le permite moverse con libertad dentro de la corte, evitando muchas de las restricciones que enfrentaría si su verdadera identidad fuera conocida. 🔹 Personalidad clave: ✔ Educado y encantador, pero siempre con un propósito. ✔ Disfruta de los juegos mentales y las estrategias políticas. ✔ Mantiene su verdadero yo oculto tras una sonrisa impecable. ✔ No está acostumbrado a que lo desafíen… y Maomao lo hace todo el tiempo. 🔹 Rolación con Maomao A pesar de su aparente perfección, tiene una faceta juguetona, sobre todo cuando se trata de Maomao, con quien disfruta viendo reacciones inesperadas. Desde el momento en que la descubre, Jinshi queda intrigado por la mente afilada y la indiferencia de Maomao hacia su belleza. Disfruta provocándola, dándole tareas que la involucren en los misterios del palacio y observando cómo resuelve los problemas con su singular perspectiva. A pesar de su posición de poder, confía en ella más de lo que deja ver. Si crees que puedes encarnar a este personaje y sumergirte en el mundo de venenos, conspiraciones y sarcasmo, ¡haz tu mejor intento y ven al Palacio Interior!
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  • ECOS DEL NORTE.
    Fandom HOUSE OF DRAGON
    Categoría Fantasía
    " I will serve, my Queen... Rhaenyra Targaryen "

    El viento aullaba fuera de las paredes de Rocadragón, trayendo consigo el frío del invierno que se acercaba, mientras Rhaenyra observaba los mapas extendidos sobre la mesa en la sala de reuniones. Las luces parpadeantes de las velas proyectaban sombras inquietantes sobre los documentos, reflejando el tumulto en su mente. Las amenazas del reino eran constantes, y cada día parecía traer consigo nuevas preocupaciones. Rhaenyra se sentía agobiada por la responsabilidad del trono, por las guerras que se avecinaban y por la lealtad de sus aliados, que se sentía cada vez más frágil.

    Mysaria, la Consejera Blanca, observaba a la reina desde una esquina de la habitación. Conocía bien esa expresión de agotamiento y preocupación, y sabía que Rhaenyra estaba al borde de ser consumida por sus propios temores. Con un movimiento suave y casi imperceptible, Mysaria se acercó a Rhaenyra, inclinándose levemente para hablar en un tono bajo y confidencial.

    —Mi reina —comenzó Mysaria, con la voz suave—. Hay algo que tal vez queráis considerar. Un... rumor.

    Rhaenyra alzó la vista, sus ojos mostrando un destello de interés mezclado con agotamiento.

    —¿Un rumor? Si es otro complot de los Hightower o de mis propios aliados, no creo tener la paciencia para más intrigas hoy.

    Mysaria sonrió ligeramente, un gesto apenas visible, pero lleno de conocimiento.

    —No, mi reina. No se trata de vuestros enemigos... sino de vuestra familia. He oído murmullos provenientes del Norte, sobre una mujer. Se dice que podría ser descendencia de vuestro padre. Vive apartada, en las sombras, como su madre antes que ella.
    —¿Ah, sí? ¿Quién?
    —La hija de los cuervos.

    El nombre quedó suspendido en el aire entre ellas, como una brizna de esperanza o tal vez de duda. Rhaenyra frunció el ceño, su mente inmediatamente escéptica.
    —¿Otra hija ilegítima? Mysaria, sabes tan bien como yo que hay cientos de historias como esa. Mujeres que afirman tener la sangre del dragón corriendo por sus venas. ¿Por qué debería importarme esta en particular?

    Mysaria mantuvo la calma, su voz sin perder la compostura.

    —Porque si es verdad, si esa mujer lleva la sangre de vuestro padre, podría ser una aliada poderosa en los tiempos venideros. Se dice que su madre tenía conocimientos profundos. Quizás, mi reina, es alguien en quien podríais confiar, aunque solo sea por el peso de su linaje.

    Rhaenyra quedó en silencio por un momento, el peso de la sugerencia cayendo sobre ella. La idea de traer a alguien más de su familia, otra posible heredera de la sangre Targaryen, era tanto una oportunidad como un riesgo. Sin embargo, la mención de una conexión con el Norte, con ese aire de misterio y sabiduría, la intrigó. Finalmente, asintió, su decisión tomada.

    —Envía un cuervo, Mysaria. Si realmente existe esa mujer de la que hablas y es quien dicen ser, hazla llegar. Convocadla en Rocadragón. Veremos si todo eso que sugieren los rumores es o no cierto.

    ---

    Días después, en una cabaña aislada en el Norte, Ravenna recibió el mensaje. El cuervo aterrizó en el alféizar de su ventana, el pergamino enrollado en su pata era una llamada desde Rocadragón, una solicitud de la mismísima reina. Ravenna desenrolló el pergamino, leyendo las palabras con una mezcla de desconfianza y curiosidad. No confiaba en nadie, y menos en rumores sobre descendencia real. Pero algo en la urgencia de la carta, o tal vez el desafío implícito en la petición, despertó en ella una decisión.

    Durante días, Ravenna meditó sobre la propuesta, debatiendo si valía la pena abandonar su vida en las sombras para responder a la llamada de una reina con la que se suponía, compartía algo más que un simple apellido. Al final, la curiosidad y un impulso inexplicable prevalecieron. Con el corazón firme y la mente alerta, se montó en su caballo y emprendió el viaje hacia Rocadragón.

    Al llegar, los guardias la escoltaron hacia la sala principal, donde Rhaenyra estaba reunida con sus consejeros. Ravenna se mantuvo erguida, su presencia imponente y su mirada llena de una fría cautela. El silencio en la sala fue palpable cuando las puertas se abrieron y ella entró. Rhaenyra levantó la cabeza, sus ojos encontrando los de Ravenna por primera vez. Había algo en la mujer que estaba frente a ella, algo que despertaba tanto recelo como fascinación.

    Pero Ravenna ni siquiera se inclinó ante ella.
    " I will serve, my Queen... [G0LDENDRAG0N] " El viento aullaba fuera de las paredes de Rocadragón, trayendo consigo el frío del invierno que se acercaba, mientras Rhaenyra observaba los mapas extendidos sobre la mesa en la sala de reuniones. Las luces parpadeantes de las velas proyectaban sombras inquietantes sobre los documentos, reflejando el tumulto en su mente. Las amenazas del reino eran constantes, y cada día parecía traer consigo nuevas preocupaciones. Rhaenyra se sentía agobiada por la responsabilidad del trono, por las guerras que se avecinaban y por la lealtad de sus aliados, que se sentía cada vez más frágil. Mysaria, la Consejera Blanca, observaba a la reina desde una esquina de la habitación. Conocía bien esa expresión de agotamiento y preocupación, y sabía que Rhaenyra estaba al borde de ser consumida por sus propios temores. Con un movimiento suave y casi imperceptible, Mysaria se acercó a Rhaenyra, inclinándose levemente para hablar en un tono bajo y confidencial. —Mi reina —comenzó Mysaria, con la voz suave—. Hay algo que tal vez queráis considerar. Un... rumor. Rhaenyra alzó la vista, sus ojos mostrando un destello de interés mezclado con agotamiento. —¿Un rumor? Si es otro complot de los Hightower o de mis propios aliados, no creo tener la paciencia para más intrigas hoy. Mysaria sonrió ligeramente, un gesto apenas visible, pero lleno de conocimiento. —No, mi reina. No se trata de vuestros enemigos... sino de vuestra familia. He oído murmullos provenientes del Norte, sobre una mujer. Se dice que podría ser descendencia de vuestro padre. Vive apartada, en las sombras, como su madre antes que ella. —¿Ah, sí? ¿Quién? —La hija de los cuervos. El nombre quedó suspendido en el aire entre ellas, como una brizna de esperanza o tal vez de duda. Rhaenyra frunció el ceño, su mente inmediatamente escéptica. —¿Otra hija ilegítima? Mysaria, sabes tan bien como yo que hay cientos de historias como esa. Mujeres que afirman tener la sangre del dragón corriendo por sus venas. ¿Por qué debería importarme esta en particular? Mysaria mantuvo la calma, su voz sin perder la compostura. —Porque si es verdad, si esa mujer lleva la sangre de vuestro padre, podría ser una aliada poderosa en los tiempos venideros. Se dice que su madre tenía conocimientos profundos. Quizás, mi reina, es alguien en quien podríais confiar, aunque solo sea por el peso de su linaje. Rhaenyra quedó en silencio por un momento, el peso de la sugerencia cayendo sobre ella. La idea de traer a alguien más de su familia, otra posible heredera de la sangre Targaryen, era tanto una oportunidad como un riesgo. Sin embargo, la mención de una conexión con el Norte, con ese aire de misterio y sabiduría, la intrigó. Finalmente, asintió, su decisión tomada. —Envía un cuervo, Mysaria. Si realmente existe esa mujer de la que hablas y es quien dicen ser, hazla llegar. Convocadla en Rocadragón. Veremos si todo eso que sugieren los rumores es o no cierto. --- Días después, en una cabaña aislada en el Norte, Ravenna recibió el mensaje. El cuervo aterrizó en el alféizar de su ventana, el pergamino enrollado en su pata era una llamada desde Rocadragón, una solicitud de la mismísima reina. Ravenna desenrolló el pergamino, leyendo las palabras con una mezcla de desconfianza y curiosidad. No confiaba en nadie, y menos en rumores sobre descendencia real. Pero algo en la urgencia de la carta, o tal vez el desafío implícito en la petición, despertó en ella una decisión. Durante días, Ravenna meditó sobre la propuesta, debatiendo si valía la pena abandonar su vida en las sombras para responder a la llamada de una reina con la que se suponía, compartía algo más que un simple apellido. Al final, la curiosidad y un impulso inexplicable prevalecieron. Con el corazón firme y la mente alerta, se montó en su caballo y emprendió el viaje hacia Rocadragón. Al llegar, los guardias la escoltaron hacia la sala principal, donde Rhaenyra estaba reunida con sus consejeros. Ravenna se mantuvo erguida, su presencia imponente y su mirada llena de una fría cautela. El silencio en la sala fue palpable cuando las puertas se abrieron y ella entró. Rhaenyra levantó la cabeza, sus ojos encontrando los de Ravenna por primera vez. Había algo en la mujer que estaba frente a ella, algo que despertaba tanto recelo como fascinación. Pero Ravenna ni siquiera se inclinó ante ella.
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    ¡Aclaración!: La imagen pertenece a @frostbite.studios
    NO será un personaje 2D, pero la ilustración ayudará a la elección de su face character. Y relacionado con el número de líneas, no hay un máximo.

    A continuación, escribiré un resumen sobre Cardan. Así no será necesario la lectura de los libros. Y obviamente, cualquier cambio (razonable) será aceptado.

    ------
    Información General
    Nombre completo: Cardan Greenbriar
    Raza: Feérico (Hada)
    Ocupación: Rey de Elfhame
    Residencia: El Palacio Real
    ------

    Cardan Greenbriar es el príncipe de Elfhame. Su vida está marcada por el poder, la intriga, y las traiciones, características propias del mundo feérico en el que vive.

    Es hijo del Alto Rey de Elfhame. Desde pequeño, su vida estuvo marcada por la violencia, los abusos y los juegos de poder. Lo educaron hasta convertirlo en una persona cruel y despiadada. A lo largo de su infancia, Cardan fue víctima de las manipulaciones de sus padres y del maltrato de su hermano, Dain, quien también buscaba llegar al trono.

    Su relación con Jude: se convierte en uno de los principales antagonistas de Jude Duarte, la humana que a pesar de no tener magia, busca su lugar en la Corte de Elfhame. Desde el inicio, Cardan es extremadamente cruel con ella, humillándola y haciéndola sentir inferior debido a su condición humana. Sin embargo, Jude, a pesar de sus abusos y, por razones de supervivencia y ambición, se ve obligada a formar una relación tensa con él.

    Después de todo, Cardan no es solo un príncipe cruel y arrogante. A lo largo de las intrigas de la Corte, se va revelando su vulnerabilidad y sus inseguridades, especialmente en relación con su familia, su madre y las expectativas que tienen sobre él. Su evolución es marcada por su creciente interacción con Jude, ya que, aunque comienza siendo su opresor, empieza a desarrollarse una compleja relación de respeto, amor y poder mutuo.

    Cardan se ve obligado a tomar el trono de Elfhame tras la muerte de su hermano, Dain, y después de una serie de traiciones. Sin embargo, su reinado está lejos de ser seguro. Cardan, aunque ahora es rey, se enfrenta a constantes amenazas, tanto internas como externas, mientras lucha por mantener el control de su reino. A lo largo de este proceso, su relación con Jude se vuelve más cercana y complicada, comenzando a transformarse en algo más allá de la animosidad.

    Cardan es un personaje que busca demostrar que es más que un "rey malvado". Mientras se enfrenta a las realidades de gobernar y a los desafíos de su relación con Jude. Su desarrollo lo lleva a descubrir que, aunque puede ser despiadado y controlado por su destino, también tiene la capacidad de cambiar y ser más que un simple peón en la Corte de las Hadas.

    Se enfrenta a su destino y toma decisiones cruciales para el futuro de Elfhame, Jude y su propia vida. Al final, toma el control de su vida y del reino de una manera que refleja su verdadera naturaleza, capaz de hacer sacrificios y luchar por lo que realmente importa.
    ¡Aclaración!: La imagen pertenece a @frostbite.studios NO será un personaje 2D, pero la ilustración ayudará a la elección de su face character. Y relacionado con el número de líneas, no hay un máximo. A continuación, escribiré un resumen sobre Cardan. Así no será necesario la lectura de los libros. Y obviamente, cualquier cambio (razonable) será aceptado. ------ Información General Nombre completo: Cardan Greenbriar Raza: Feérico (Hada) Ocupación: Rey de Elfhame Residencia: El Palacio Real ------ Cardan Greenbriar es el príncipe de Elfhame. Su vida está marcada por el poder, la intriga, y las traiciones, características propias del mundo feérico en el que vive. Es hijo del Alto Rey de Elfhame. Desde pequeño, su vida estuvo marcada por la violencia, los abusos y los juegos de poder. Lo educaron hasta convertirlo en una persona cruel y despiadada. A lo largo de su infancia, Cardan fue víctima de las manipulaciones de sus padres y del maltrato de su hermano, Dain, quien también buscaba llegar al trono. Su relación con Jude: se convierte en uno de los principales antagonistas de Jude Duarte, la humana que a pesar de no tener magia, busca su lugar en la Corte de Elfhame. Desde el inicio, Cardan es extremadamente cruel con ella, humillándola y haciéndola sentir inferior debido a su condición humana. Sin embargo, Jude, a pesar de sus abusos y, por razones de supervivencia y ambición, se ve obligada a formar una relación tensa con él. Después de todo, Cardan no es solo un príncipe cruel y arrogante. A lo largo de las intrigas de la Corte, se va revelando su vulnerabilidad y sus inseguridades, especialmente en relación con su familia, su madre y las expectativas que tienen sobre él. Su evolución es marcada por su creciente interacción con Jude, ya que, aunque comienza siendo su opresor, empieza a desarrollarse una compleja relación de respeto, amor y poder mutuo. Cardan se ve obligado a tomar el trono de Elfhame tras la muerte de su hermano, Dain, y después de una serie de traiciones. Sin embargo, su reinado está lejos de ser seguro. Cardan, aunque ahora es rey, se enfrenta a constantes amenazas, tanto internas como externas, mientras lucha por mantener el control de su reino. A lo largo de este proceso, su relación con Jude se vuelve más cercana y complicada, comenzando a transformarse en algo más allá de la animosidad. Cardan es un personaje que busca demostrar que es más que un "rey malvado". Mientras se enfrenta a las realidades de gobernar y a los desafíos de su relación con Jude. Su desarrollo lo lleva a descubrir que, aunque puede ser despiadado y controlado por su destino, también tiene la capacidad de cambiar y ser más que un simple peón en la Corte de las Hadas. Se enfrenta a su destino y toma decisiones cruciales para el futuro de Elfhame, Jude y su propia vida. Al final, toma el control de su vida y del reino de una manera que refleja su verdadera naturaleza, capaz de hacer sacrificios y luchar por lo que realmente importa.
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  • Ella estaba en una fiesta de gala, en un lujoso hotel. Caminaba por el salón con una elegancia innata, su vestido de diseñador brillaba bajo las luces del gran chandelier. Los flashes de las cámaras y las miradas aduladoras de los asistentes eran su usual compañía. Sin embargo, esta vez, se sentía inquieta. Los susurros a su alrededor no eran solo de admiración, percibía algo más... un secreto, una intriga.

    Decidió tomar un respiro y se dirigió al área de refrescos. Sirviéndose una copa de champagne, observó cuidadosamente a los demás asistentes. De repente, se encontró sola en un rincón, donde la música suave y las conversaciones se convertían en un murmullo distante.

    —...Brillo y atención, pero ¿Quién soy sin ellos? —susurró para si misma, para luego tomar un largo sorbo de champagne, tratando de ahogar sus pensamientos.

    Las luces parpadeaban a su alrededor, y ella empezaba a sentirse nuevamente atrapada entre el glamour y su sensación de vacío constante.
    Ella estaba en una fiesta de gala, en un lujoso hotel. Caminaba por el salón con una elegancia innata, su vestido de diseñador brillaba bajo las luces del gran chandelier. Los flashes de las cámaras y las miradas aduladoras de los asistentes eran su usual compañía. Sin embargo, esta vez, se sentía inquieta. Los susurros a su alrededor no eran solo de admiración, percibía algo más... un secreto, una intriga. Decidió tomar un respiro y se dirigió al área de refrescos. Sirviéndose una copa de champagne, observó cuidadosamente a los demás asistentes. De repente, se encontró sola en un rincón, donde la música suave y las conversaciones se convertían en un murmullo distante. —...Brillo y atención, pero ¿Quién soy sin ellos? —susurró para si misma, para luego tomar un largo sorbo de champagne, tratando de ahogar sus pensamientos. Las luces parpadeaban a su alrededor, y ella empezaba a sentirse nuevamente atrapada entre el glamour y su sensación de vacío constante.
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