Desperto en el cuarto de motel que compartía con el mayor de sus hijos, giró la cabeza sobre la almohada y miró en dirección a la segunda cama individual; Dean dormía profundamente con una mano metida debajo de la almohada y rocando por lo bajo, pero no por aparentar un sueño profundo significaba que no iba a despertarse de golpe ante el menor ruido en la habitación por lo que tenia que ser cuidadoso. Probablemente jamás lo admitiria en voz alta, pero estaba orgulloso de los excelentes cazadores que había formado, estaba orgulloso de Dean y de Sam; a pesar de estar molesto con este último por haberse marchado del nido, estaba orgulloso de ellos por todas las criaturas que habían eliminado sin su ayuda.
El reloj en la mesa de noche marcaba poco más de las cinco de la mañana, no era de extrañarse que despertara por si solo en ese horario. Una costumbre arraigada, forjada durante sus años en el ejército y gracias a eso no era esclavo de ningún despertador.
Se deslizó con cuidado sobre el colchón, tratando de no provocar ningún chirrido de los resortes. Se colgó el bolso al hombro, tomo las llaves de la camioneta, dejo las del impala sobre la mesa y garabateo una nota rápida que decía: "Dean, volvere en un par de días. Encargate de la cacería programada para los próximos días, llevate el impala, nos vemos pronto". Dejo la nota sobre la mesa de noche, observo a su hijo dormir por un par de segundos y se escabullo de la habitacion sin hacer ruido.
Una vez fuera, empujo la camioneta un par de metros para no despertar a Dean con el sonido del motor. Afortunadamente acababa de llegar un camión con una exhausto conductor con intención de pasar la noche en ese lugar y John aprovecho el sonido de ese motor para encubrir el de su camioneta.
Encendió la radio cuando tomo el desvío hacia la carretera, envío un último mensaje tanto para Bill como para su esposa Ellen; comunicandoles que iba en camino hacia su bar; Harvelle's Roadhouse. Un refugio y punto de encuentro para cazadores, allí solían intercambiar armas, debatir sobre criaturas sobrenaturales y hasta disputarse quien o quienes se encargaban de eliminar a tal o cual bestia.
Condujo durante tres horas, solo para encontrarse con un clima lluvioso al estacionar en la entrada del bar. Bajo de la camioneta usando su chaqueta como paraguas, en ese breve trayecto se percató de que habían algunos coches que veía por primera y asumió que habían cazadores nuevos. No estaba en desacuerdo con incluir a más mientras fuesen competentes, las nueva camadas eran hijos o incluso nietos de otros cazadores; pero al menos se contentaba en saber que solo recibiría cumplidos para sus propios hijos, no le había comentado a nadie lo de Sam y esperaba manterlo así.
Cruzó la puertas de entrada y lo primero que vio fue a Bill regañando a su hija Jo. El hombre extendía la mano de forma impaciente, aguardando a que la rubia le entragase algo, definitivamente a su amigo le faltaba tener algo de "mano dura" y educadar mejor a su hija.
Por curiosidad, se sentó en una banqueta de la barra para contemplar discretamente la escena. En ese momento Ellen apareció y le sirvió una botella de cerveza.
──Otra vez trato de cazar por su cuenta. No importa lo que su padre le diga, quiere formar parte de esto, pero aún no esta lista... No todos tenemos la suerte de tener unos muchachos tan obedientes como los tuyos, John── Le comento divertida, el experto cazador tomó el cumplido aunque no alardeo sobre ello.
──Mis hijos también tuvieron su etapa de rebeldía en la que se saltaban mis reglas. Lo único que necesitas para enderezarlos es ser estricto pero también se requiere mucha paciencia. ── Vio como Jo dejaba de mala gana un cuchillo sobre la mano de su padre y se marchaba por la puerta de atrás del bar, en donde tenían su hogar y John acoto algo más. ──No sean duros con ella, ya aprenderá... ──
Eve Duvall Desperto en el cuarto de motel que compartía con el mayor de sus hijos, giró la cabeza sobre la almohada y miró en dirección a la segunda cama individual; Dean dormía profundamente con una mano metida debajo de la almohada y rocando por lo bajo, pero no por aparentar un sueño profundo significaba que no iba a despertarse de golpe ante el menor ruido en la habitación por lo que tenia que ser cuidadoso. Probablemente jamás lo admitiria en voz alta, pero estaba orgulloso de los excelentes cazadores que había formado, estaba orgulloso de Dean y de Sam; a pesar de estar molesto con este último por haberse marchado del nido, estaba orgulloso de ellos por todas las criaturas que habían eliminado sin su ayuda.
El reloj en la mesa de noche marcaba poco más de las cinco de la mañana, no era de extrañarse que despertara por si solo en ese horario. Una costumbre arraigada, forjada durante sus años en el ejército y gracias a eso no era esclavo de ningún despertador.
Se deslizó con cuidado sobre el colchón, tratando de no provocar ningún chirrido de los resortes. Se colgó el bolso al hombro, tomo las llaves de la camioneta, dejo las del impala sobre la mesa y garabateo una nota rápida que decía: "Dean, volvere en un par de días. Encargate de la cacería programada para los próximos días, llevate el impala, nos vemos pronto". Dejo la nota sobre la mesa de noche, observo a su hijo dormir por un par de segundos y se escabullo de la habitacion sin hacer ruido.
Una vez fuera, empujo la camioneta un par de metros para no despertar a Dean con el sonido del motor. Afortunadamente acababa de llegar un camión con una exhausto conductor con intención de pasar la noche en ese lugar y John aprovecho el sonido de ese motor para encubrir el de su camioneta.
Encendió la radio cuando tomo el desvío hacia la carretera, envío un último mensaje tanto para Bill como para su esposa Ellen; comunicandoles que iba en camino hacia su bar; Harvelle's Roadhouse. Un refugio y punto de encuentro para cazadores, allí solían intercambiar armas, debatir sobre criaturas sobrenaturales y hasta disputarse quien o quienes se encargaban de eliminar a tal o cual bestia.
Condujo durante tres horas, solo para encontrarse con un clima lluvioso al estacionar en la entrada del bar. Bajo de la camioneta usando su chaqueta como paraguas, en ese breve trayecto se percató de que habían algunos coches que veía por primera y asumió que habían cazadores nuevos. No estaba en desacuerdo con incluir a más mientras fuesen competentes, las nueva camadas eran hijos o incluso nietos de otros cazadores; pero al menos se contentaba en saber que solo recibiría cumplidos para sus propios hijos, no le había comentado a nadie lo de Sam y esperaba manterlo así.
Cruzó la puertas de entrada y lo primero que vio fue a Bill regañando a su hija Jo. El hombre extendía la mano de forma impaciente, aguardando a que la rubia le entragase algo, definitivamente a su amigo le faltaba tener algo de "mano dura" y educadar mejor a su hija.
Por curiosidad, se sentó en una banqueta de la barra para contemplar discretamente la escena. En ese momento Ellen apareció y le sirvió una botella de cerveza.
──Otra vez trato de cazar por su cuenta. No importa lo que su padre le diga, quiere formar parte de esto, pero aún no esta lista... No todos tenemos la suerte de tener unos muchachos tan obedientes como los tuyos, John── Le comento divertida, el experto cazador tomó el cumplido aunque no alardeo sobre ello.
──Mis hijos también tuvieron su etapa de rebeldía en la que se saltaban mis reglas. Lo único que necesitas para enderezarlos es ser estricto pero también se requiere mucha paciencia. ── Vio como Jo dejaba de mala gana un cuchillo sobre la mano de su padre y se marchaba por la puerta de atrás del bar, en donde tenían su hogar y John acoto algo más. ──No sean duros con ella, ya aprenderá... ──
[TREME.WITCH]