• —Los medios habían vuelto a hacer a Norman titular en los diarios. La primera plana traía su nombre y todos se hacían la misma pregunta. "¿Dónde está Norman Osborn?"

    ¿Será que se oculta de algo? ¿De alguien?—
    —Los medios habían vuelto a hacer a Norman titular en los diarios. La primera plana traía su nombre y todos se hacían la misma pregunta. "¿Dónde está Norman Osborn?" ¿Será que se oculta de algo? ¿De alguien?—
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  • Kazuo entrenaba prácticamente a diario. Aunque en teoría no lo necesitaba , a pesar de aue aún no se había recuperado del todo de sus heridas, nunca faltaba a su rutina. Siempre quería superarse, descubrir hasta dónde llegaban sus fuerzas, cuál era su límite. Conocer cada palmo de su cuerpo y entender cómo reaccionaba ante cada movimiento era vital para él. Nunca sabía si su preparación era suficiente hasta que algún contratiempo se interponía en su camino; en esos momentos, el entrenamiento daba sus frutos, permitiendo que su cuerpo se moviera de forma automática.

    Aquella noche, tras uno de los jinja de su templo, llevaba sus fuerzas al límite. Entrenar lo serenaba, despejaba su mente y le permitía aislarse de sus preocupaciones y cargas, al menos por un rato.
    Kazuo entrenaba prácticamente a diario. Aunque en teoría no lo necesitaba , a pesar de aue aún no se había recuperado del todo de sus heridas, nunca faltaba a su rutina. Siempre quería superarse, descubrir hasta dónde llegaban sus fuerzas, cuál era su límite. Conocer cada palmo de su cuerpo y entender cómo reaccionaba ante cada movimiento era vital para él. Nunca sabía si su preparación era suficiente hasta que algún contratiempo se interponía en su camino; en esos momentos, el entrenamiento daba sus frutos, permitiendo que su cuerpo se moviera de forma automática. Aquella noche, tras uno de los jinja de su templo, llevaba sus fuerzas al límite. Entrenar lo serenaba, despejaba su mente y le permitía aislarse de sus preocupaciones y cargas, al menos por un rato.
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  • Como eh sobrevivido tanto tiempo ? *estaba escribiendo en su diario * muy simple , no confíes en nadie, todos esos malditos bastardos te traicionaran, en cuanto vean una oportunidad mejor te dejaran abandonado en la miseria, no existe la amistad, no existe la familia, ni el asqueroso amor, solo puedes confiar en tu sombra y en ti... *daba un sorbo a su trago y suspiro recordando su pasado , retomo su escritura mientras miraba con enojo la hoja de papel * el maldito amor es lo peor, sacaran todo de ti y cuando tengan la primera oportunidad te abandonaran por alguien "mejor" pufff.... tampoco confíen en los nobles, recuerda solo confía en la mitad de lo que diga un noble esos bastardos siempre mienten ... y por ultimo actúa que estas ebrio así los pobres bastardos te intentaran robar y así tienes el pretexto para quitarles todos ... * dio un ultimo trago a su cerveza y dejaba pagado en la barra caminando de manera errática a la salida *
    Como eh sobrevivido tanto tiempo ? *estaba escribiendo en su diario * muy simple , no confíes en nadie, todos esos malditos bastardos te traicionaran, en cuanto vean una oportunidad mejor te dejaran abandonado en la miseria, no existe la amistad, no existe la familia, ni el asqueroso amor, solo puedes confiar en tu sombra y en ti... *daba un sorbo a su trago y suspiro recordando su pasado , retomo su escritura mientras miraba con enojo la hoja de papel * el maldito amor es lo peor, sacaran todo de ti y cuando tengan la primera oportunidad te abandonaran por alguien "mejor" pufff.... tampoco confíen en los nobles, recuerda solo confía en la mitad de lo que diga un noble esos bastardos siempre mienten ... y por ultimo actúa que estas ebrio así los pobres bastardos te intentaran robar y así tienes el pretexto para quitarles todos ... * dio un ultimo trago a su cerveza y dejaba pagado en la barra caminando de manera errática a la salida *
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  • Preso de este verso etéreo, un paraje desierto ante mis ramas y hojas de rosadas orquídeas, arropo mi quietud instalada, acérrima, esa amante venerable ante las ilusiones del cuadro en el que me visto; libros de míseros alientos que edifiqué con las presciencias de mis solemnes dedos, los que viajaron decorosos por el conducto de tus respiraciones. Después de todo, después de nadas, la presencia de velos de seda con la que me visto en estos instantes en los que aguardo tu arribo, dista mucho del ente que amaste.

    Mis ojos lamentan tu ausencia. Mis labios tus extremidades sobre las cortinas de hebras que poblaron mi cabeza; me tendiste aquí, y desde el recuerdo renazco, para amarte como tantas veces, en el diario en el que escribo con tinta y sangre, orina y voz de fantasmales perdiciones. Ante mis abismos, ante mí morada, la quietud que nos separa como una víctima más de tus caprichos, comunica la caída del palacio de algodón de azúcar ante el que te conocí.

    Tan sólo era el espectro de tu cuento de hadas en el que te sumergías, el espectro que amaste y al que te entregaste pese a tu infertilidad. Mis alas te vistieron en la noche de bodas, mis garras propulsaron un corrupto edén en el que morarías; serías mi princesa de primigenias aladas en helado sueño, ese en el que, ante más y menos descarados, condenaron nuestra unión.

    Esta quietud, saga, este relumbre en el que me encandilo sin poderte hallar en mis memorias, me provoca el llanto. Vislumbro mis heridas, mi propia crucifixión, corona de bronce y hojalata. Soy tuyo, perenne pese a que me alzo, apenas consciente, en esta ilusión de oscuridad. La vida que me obsequiaste es una cascada seca, secas son mis hojas cada vez que mudo de piel. Encuentro tu estampa dormida en el recuadro y, ante esto, juego por unos instantes a las escondidas con la que tanto me llamas con apremio. Porque aunque estoy perdido, rezo en este sillón envuelto con la piel curtida de mi raza. Raza a la que entregaste por un puñado de salvación y pocas aparecidas monedas.
    Vislumbro tus intenciones, desde esta prisión cada vez que atardece ante lo vidente de tus ojos. Esa casa en la que resido, el espejo en el que recreo tus espejismos, la carne entre la que te escucho cantar. Trinar en el reposo de mis pisadas cada vez que me invocas con palabras que creas con tu lenguaje secreto, tus crayolas apagadas, blancos gises que recorren a tus anatomías. Después de todo entreví tu rostro, aparecido como ilusorio loto, en el lago en el que morabas, en tu ataúd, rodeada por luces de bengalas.

    A ellas las sometí a mis caprichos, salvaje doncella de revueltas y destinos. A ti te reclamé como novia, esposa, amante, musa; música de mi alma tejida con historias que no debieron ser contadas. A ti, mi elemento de la oscuridad de mi millar de corazón a corazón, ramaje risueño, a ti y ante ti, a ti princesa de perlas de luz, te ruego me des el único beso que me provoque renacer entre tus brazos, tomar el alimento que sólo contiene tu savia vitae, y no revelarte nada más, salvo mis encandilados secretos.

    Soy, después de todo el muñeco que edificaste, con uñas, huesos, dientes de leche, cordones umbilicales de las crías que tú misma pariste, con los que te apremiaste conquistar, ante estos riscos con los que me entierras tus hechizadas agujas, y, verdaderos besos de amor clandestino, al abandonado de amor por amor que, tú, olvidada Shófiyar, tú, a quién amo, aún con tus vestimentas de arrugas y acuarelas, lamenta la tormenta entre tormentas de panteones ante los que aguarda a un amor extraviado.

    Maldita vieja, vislumbra a nuestro dios astado, beso y beso en el tiempo de los tiempos, historia entre historias, Shófiyar, tú, con pago por pago, en esta, tu aprehensión primigenia.
    La ascensión de tu historia, Shófiyar, con tus ojos cargados de culpa, ya la aurora boreal se revela ante tus puertas y las preciosas piedras que manan de tus dulces labios carnosos.

    Potente entre nosotros, ante los que cuentan tus hazañas. Cada vez que hurtas una nueva víctima, con tus más visiones extremas, seduces estrellas, astros y velas negras; te instalas ante tu altar y montas a este recién universo herido. Mi música, déjalos en paz y sonríe para mí, pese a que el dolor se abre paso en tus podridas entrañas. En las orillas de un océano de sanguinolentas aparecidas. Ya no te importa que sus cuerpos sean concebidos por tu imaginación retorcida, que sea la música la que tocas con cuerdas para él, porque él te llama desde el recuerdo; a mí, que te amo con locura.
    Preso de este verso etéreo, un paraje desierto ante mis ramas y hojas de rosadas orquídeas, arropo mi quietud instalada, acérrima, esa amante venerable ante las ilusiones del cuadro en el que me visto; libros de míseros alientos que edifiqué con las presciencias de mis solemnes dedos, los que viajaron decorosos por el conducto de tus respiraciones. Después de todo, después de nadas, la presencia de velos de seda con la que me visto en estos instantes en los que aguardo tu arribo, dista mucho del ente que amaste. Mis ojos lamentan tu ausencia. Mis labios tus extremidades sobre las cortinas de hebras que poblaron mi cabeza; me tendiste aquí, y desde el recuerdo renazco, para amarte como tantas veces, en el diario en el que escribo con tinta y sangre, orina y voz de fantasmales perdiciones. Ante mis abismos, ante mí morada, la quietud que nos separa como una víctima más de tus caprichos, comunica la caída del palacio de algodón de azúcar ante el que te conocí. Tan sólo era el espectro de tu cuento de hadas en el que te sumergías, el espectro que amaste y al que te entregaste pese a tu infertilidad. Mis alas te vistieron en la noche de bodas, mis garras propulsaron un corrupto edén en el que morarías; serías mi princesa de primigenias aladas en helado sueño, ese en el que, ante más y menos descarados, condenaron nuestra unión. Esta quietud, saga, este relumbre en el que me encandilo sin poderte hallar en mis memorias, me provoca el llanto. Vislumbro mis heridas, mi propia crucifixión, corona de bronce y hojalata. Soy tuyo, perenne pese a que me alzo, apenas consciente, en esta ilusión de oscuridad. La vida que me obsequiaste es una cascada seca, secas son mis hojas cada vez que mudo de piel. Encuentro tu estampa dormida en el recuadro y, ante esto, juego por unos instantes a las escondidas con la que tanto me llamas con apremio. Porque aunque estoy perdido, rezo en este sillón envuelto con la piel curtida de mi raza. Raza a la que entregaste por un puñado de salvación y pocas aparecidas monedas. Vislumbro tus intenciones, desde esta prisión cada vez que atardece ante lo vidente de tus ojos. Esa casa en la que resido, el espejo en el que recreo tus espejismos, la carne entre la que te escucho cantar. Trinar en el reposo de mis pisadas cada vez que me invocas con palabras que creas con tu lenguaje secreto, tus crayolas apagadas, blancos gises que recorren a tus anatomías. Después de todo entreví tu rostro, aparecido como ilusorio loto, en el lago en el que morabas, en tu ataúd, rodeada por luces de bengalas. A ellas las sometí a mis caprichos, salvaje doncella de revueltas y destinos. A ti te reclamé como novia, esposa, amante, musa; música de mi alma tejida con historias que no debieron ser contadas. A ti, mi elemento de la oscuridad de mi millar de corazón a corazón, ramaje risueño, a ti y ante ti, a ti princesa de perlas de luz, te ruego me des el único beso que me provoque renacer entre tus brazos, tomar el alimento que sólo contiene tu savia vitae, y no revelarte nada más, salvo mis encandilados secretos. Soy, después de todo el muñeco que edificaste, con uñas, huesos, dientes de leche, cordones umbilicales de las crías que tú misma pariste, con los que te apremiaste conquistar, ante estos riscos con los que me entierras tus hechizadas agujas, y, verdaderos besos de amor clandestino, al abandonado de amor por amor que, tú, olvidada Shófiyar, tú, a quién amo, aún con tus vestimentas de arrugas y acuarelas, lamenta la tormenta entre tormentas de panteones ante los que aguarda a un amor extraviado. Maldita vieja, vislumbra a nuestro dios astado, beso y beso en el tiempo de los tiempos, historia entre historias, Shófiyar, tú, con pago por pago, en esta, tu aprehensión primigenia. La ascensión de tu historia, Shófiyar, con tus ojos cargados de culpa, ya la aurora boreal se revela ante tus puertas y las preciosas piedras que manan de tus dulces labios carnosos. Potente entre nosotros, ante los que cuentan tus hazañas. Cada vez que hurtas una nueva víctima, con tus más visiones extremas, seduces estrellas, astros y velas negras; te instalas ante tu altar y montas a este recién universo herido. Mi música, déjalos en paz y sonríe para mí, pese a que el dolor se abre paso en tus podridas entrañas. En las orillas de un océano de sanguinolentas aparecidas. Ya no te importa que sus cuerpos sean concebidos por tu imaginación retorcida, que sea la música la que tocas con cuerdas para él, porque él te llama desde el recuerdo; a mí, que te amo con locura.
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  • Entrada #10001, diario de -Unredacted-
    06/06/1989

    Debe ser una broma del destino, bendecido por la mismisima sangre del hijo de Dios... y trabajando al lado del hijo del mismisimo caos.
    Entrada #10001, diario de -Unredacted- 06/06/1989 Debe ser una broma del destino, bendecido por la mismisima sangre del hijo de Dios... y trabajando al lado del hijo del mismisimo caos.
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  • Un diario de vida... Aquí dejaré mis memorias, amor y enseñanzas para mi siguiente reencarnación.
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  • -Las viejas historias de antaño le parecían tan fascinantes y a la vez trágicas, su abuelo le contaba a diario algunas de las guerras en las que había participado pero sobre todo le contaba con detalle la batalla de los cinco ejércitos, donde una vez más se decidía el destino de la tierra media.-
    -Las viejas historias de antaño le parecían tan fascinantes y a la vez trágicas, su abuelo le contaba a diario algunas de las guerras en las que había participado pero sobre todo le contaba con detalle la batalla de los cinco ejércitos, donde una vez más se decidía el destino de la tierra media.-
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  • Entrada #6708, diario de -Unredacted-
    01/01/1975

    Cuando me di cuenta que la guerra es un negocio? Cuando pense en como sacarle provecho? Y como afecta esto al mundo paranormal? Tres preguntas que dictaminaron el rumbo de mi carrera en la politica marcial. Quieres que te platique mas al respecto?
    Entrada #6708, diario de -Unredacted- 01/01/1975 Cuando me di cuenta que la guerra es un negocio? Cuando pense en como sacarle provecho? Y como afecta esto al mundo paranormal? Tres preguntas que dictaminaron el rumbo de mi carrera en la politica marcial. Quieres que te platique mas al respecto?
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  • No quiero que nadie lea mi diario de vida... Será heredado a mi siguiente reencarnación.
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  • Contrataron a un gran grupo de aventureros para escoltar a un noble... pueden creerlo para introducir a este niño pomposo a la nobleza decidieron que su gran hazaña seria despejar un calabozo.... estúpido ego de los nobles, parece que vamos a una guerra, varios mercenarios y caballeros escoltándolo y cuidando su trasero... y claro los aventureros que vamos a entrar con el para que su logro sea legitimo.... mejor guardo silencio, por que a mi se me esta pagando por entrar antes que todos para hacer un mapa y desactivar todas las trampas del camino... dios que asco soy igual de vendido que los otros... * terminaba de escribir el progreso en su diario y miraba la entrada de la dungeon*
    Contrataron a un gran grupo de aventureros para escoltar a un noble... pueden creerlo para introducir a este niño pomposo a la nobleza decidieron que su gran hazaña seria despejar un calabozo.... estúpido ego de los nobles, parece que vamos a una guerra, varios mercenarios y caballeros escoltándolo y cuidando su trasero... y claro los aventureros que vamos a entrar con el para que su logro sea legitimo.... mejor guardo silencio, por que a mi se me esta pagando por entrar antes que todos para hacer un mapa y desactivar todas las trampas del camino... dios que asco soy igual de vendido que los otros... * terminaba de escribir el progreso en su diario y miraba la entrada de la dungeon*
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