• ∆ No leas esto si eres sensible y no veas las imágenes ∆

    ∆ Para mejor efecto escuchar a la par la siguiente canción en el enlace https://music.youtube.com/watch?v=XOc8GK0n1Y4&si=_OYgYXdKcOdcJ24a.

    Se podía escuchar la suave melodía de una caja musical, la pequeña muñeca que guardaba dentro giraba en círculos como si bailará, sus ojos estaban opacos y su rostro estaba agrietado. El tiempo había arruinado su hermoso rostro, era una auténtica pena.

    Sobre la caja de música había una repisa donde estaban sentadas varias muñecas de porselana pero todas estaban dañadas, a una le faltaba un ojo, otra no tenía las piernas, otra las manos, una tenía la cabeza partida a la mitad justo por la boca solo dejando el labio inferior de lo que alguna vez fue su rostro y así seguia la larga fila de muñecas.

    Era tan triste verlas, de seguro en un pasado fueron más que bellas, con sus pieles pálidas como cadáveres, sus ojos brillosos como si estuvieran a punto de llorar, la mejillas rosadas como si sufrieran de hipotermia y sus rojos labios, igual de rojos como la sangre...

    La luz de la luna se asomaba por la ventana sin cortinas del cuarto, dejando ver a las muñecas con escalofriantes sombras que las rodeaban y la caja de música seguía dando su dulce melodía.

    Camino tranquila, rechinando en las maderas cada uno de mis pasos, el piso estaba cubierto de polvo y suciedad que se levantaba un poco con cada pisada.

    La habitación tenía el peculiar olor del tiempo, de como todo el mundo siguió avanzando mientras todo lo de esa habitación era olvidado por ya no ser hermoso.

    Una habitación llena de tristeza y lamentos silenciosos.

    Mi sombra se extenia hasta casi tocar la puerta semi abierta del cuarto.

    "Que lugar tan bello"

    Solo podía pensar en eso al estar rodeada de todas estás muñecas que miraban a la nada.

    Seguí avanzando hasta llegar al marco de la puerta, en donde volteo al otro lado de la habitación para mirar con la débil luz de la luna mi obra.

    Unas pequeñas niñas estaban en el suelo sentadas justas y con las manos agarradas sobre las cuales habían unas cuerdas que les apretaban tanto que dejaba moradas en sus delicadas manos, al rededor de ellas yacía un charco de sangre en el cuál habían pedazos de carne, piel y sesos.

    La dos niñas tenían el cabello negro, una lo tenía trenzado en dos hermosas coletas y la otra lo tenía suelto cubriéndole la frente un lindo flecos.

    A una de las niñas, la niña de trenzas tenía al brazo izquierdo arrancado, se podía ver lo que quedaba de hueso lleno de sangre, acompañado por finos hilos que alguna vez fueron sus nervios.

    A la segunda niña la niña de felco le faltaba la pierna derecha dejando a simple vista el hueso masticado y la gris carne.

    Las dos niñas te tenían el abdomen abierto estando hueco en donde debería estar su hígado y corazón, sus tripas estaban regadas justo a los demás pedazos de sus cuerpos.

    En sus cuellos habían marcas moradas de dedos y mordidas, teniendo otra cosa en común la falta de sus tráqueas, estando como el interior de sus cuerpos el hueco de sus gargantas.

    Y por último las dos ya no tenían ojos, solo cuencas vacías de las que salía sangre como lágrimas, los pedazos de nervios que mantenían sus ojos en su lugar y un oscuro vacío.

    Ahora esas niñas eran como las muñecas. Alguna vez fueron hermosas y estaban llenas de vida, pero se rompieron y el mundo dejó de ver su belleza por lo que solo las olvidaron o más bien... Olvidarán.

    Sonrió de oreja a oreja con la boca llena de sangre y los dientes manchados con la misma aún que entre las encías tenía partes de sus venas y nervios.

    - Buenas noches muñequitas -

    Les dijo a las niñas con cálides y cierta burla.

    Pongo mi mano sobre el marco de la puerta manchandola del rojo de la sangre y la deslizó haciendo más grande la mancha.

    Salgo de la habitación y cierro la puerta aun escuchando la canción de la caja musical.

    Ahora ese cuarto, volvería a congelarse en el tiempo pero ahora tendría dos nuevas compañías.

    Relamo mis dientes para saborear lo último de sangre que había dentro de mi boca y oculto mis dientes con mis labios ahora igual de rojos que las muñecas, siento la tentación de lamerlos pero me contejo.

    Con la suave melodía me retiro en silencio dejando manchas de sangre en mi caminó y cuando salgo de la vieja casa, la caja musical se teniene junto a la bailarina, que se queda mirando a las niñas, antes de que su tapa se cierre ocultándola una vez más del mundo y dejando ese cuarto en completo silencio una vez más.

    #oc #historia #original #18 #gore #desvivicion

    ∆ No leas esto si eres sensible y no veas las imágenes ∆ ∆ Para mejor efecto escuchar a la par la siguiente canción en el enlace https://music.youtube.com/watch?v=XOc8GK0n1Y4&si=_OYgYXdKcOdcJ24a. ∆ Se podía escuchar la suave melodía de una caja musical, la pequeña muñeca que guardaba dentro giraba en círculos como si bailará, sus ojos estaban opacos y su rostro estaba agrietado. El tiempo había arruinado su hermoso rostro, era una auténtica pena. Sobre la caja de música había una repisa donde estaban sentadas varias muñecas de porselana pero todas estaban dañadas, a una le faltaba un ojo, otra no tenía las piernas, otra las manos, una tenía la cabeza partida a la mitad justo por la boca solo dejando el labio inferior de lo que alguna vez fue su rostro y así seguia la larga fila de muñecas. Era tan triste verlas, de seguro en un pasado fueron más que bellas, con sus pieles pálidas como cadáveres, sus ojos brillosos como si estuvieran a punto de llorar, la mejillas rosadas como si sufrieran de hipotermia y sus rojos labios, igual de rojos como la sangre... La luz de la luna se asomaba por la ventana sin cortinas del cuarto, dejando ver a las muñecas con escalofriantes sombras que las rodeaban y la caja de música seguía dando su dulce melodía. Camino tranquila, rechinando en las maderas cada uno de mis pasos, el piso estaba cubierto de polvo y suciedad que se levantaba un poco con cada pisada. La habitación tenía el peculiar olor del tiempo, de como todo el mundo siguió avanzando mientras todo lo de esa habitación era olvidado por ya no ser hermoso. Una habitación llena de tristeza y lamentos silenciosos. Mi sombra se extenia hasta casi tocar la puerta semi abierta del cuarto. "Que lugar tan bello" Solo podía pensar en eso al estar rodeada de todas estás muñecas que miraban a la nada. Seguí avanzando hasta llegar al marco de la puerta, en donde volteo al otro lado de la habitación para mirar con la débil luz de la luna mi obra. Unas pequeñas niñas estaban en el suelo sentadas justas y con las manos agarradas sobre las cuales habían unas cuerdas que les apretaban tanto que dejaba moradas en sus delicadas manos, al rededor de ellas yacía un charco de sangre en el cuál habían pedazos de carne, piel y sesos. La dos niñas tenían el cabello negro, una lo tenía trenzado en dos hermosas coletas y la otra lo tenía suelto cubriéndole la frente un lindo flecos. A una de las niñas, la niña de trenzas tenía al brazo izquierdo arrancado, se podía ver lo que quedaba de hueso lleno de sangre, acompañado por finos hilos que alguna vez fueron sus nervios. A la segunda niña la niña de felco le faltaba la pierna derecha dejando a simple vista el hueso masticado y la gris carne. Las dos niñas te tenían el abdomen abierto estando hueco en donde debería estar su hígado y corazón, sus tripas estaban regadas justo a los demás pedazos de sus cuerpos. En sus cuellos habían marcas moradas de dedos y mordidas, teniendo otra cosa en común la falta de sus tráqueas, estando como el interior de sus cuerpos el hueco de sus gargantas. Y por último las dos ya no tenían ojos, solo cuencas vacías de las que salía sangre como lágrimas, los pedazos de nervios que mantenían sus ojos en su lugar y un oscuro vacío. Ahora esas niñas eran como las muñecas. Alguna vez fueron hermosas y estaban llenas de vida, pero se rompieron y el mundo dejó de ver su belleza por lo que solo las olvidaron o más bien... Olvidarán. Sonrió de oreja a oreja con la boca llena de sangre y los dientes manchados con la misma aún que entre las encías tenía partes de sus venas y nervios. - Buenas noches muñequitas - Les dijo a las niñas con cálides y cierta burla. Pongo mi mano sobre el marco de la puerta manchandola del rojo de la sangre y la deslizó haciendo más grande la mancha. Salgo de la habitación y cierro la puerta aun escuchando la canción de la caja musical. Ahora ese cuarto, volvería a congelarse en el tiempo pero ahora tendría dos nuevas compañías. Relamo mis dientes para saborear lo último de sangre que había dentro de mi boca y oculto mis dientes con mis labios ahora igual de rojos que las muñecas, siento la tentación de lamerlos pero me contejo. Con la suave melodía me retiro en silencio dejando manchas de sangre en mi caminó y cuando salgo de la vieja casa, la caja musical se teniene junto a la bailarina, que se queda mirando a las niñas, antes de que su tapa se cierre ocultándola una vez más del mundo y dejando ese cuarto en completo silencio una vez más. #oc #historia #original #18 #gore #desvivicion
    Me shockea
    1
    0 turnos 0 maullidos
Patrocinados