Permanece quieto, los músculos tensos, la respiración controlada. Sus ojos siguen el mapa de cicatrices y tatuajes que cubren su piel.
── Mírate… ¿hombre o monstruo? Ni siquiera estoy seguro de la respuesta. Estas marcas… no son trofeos, son cuentas pendientes.
Se pasa la mano por el cuello, notando el frío metálico de una vieja cicatriz que nunca sanó por completo.
── Dicen que la fuerza se mide en músculos. Pero yo sé que se mide en lo que resistes, en lo que te niegas a perder. Y yo… yo me niego a perder contra la oscuridad, aunque tenga que ser parte de ella para lograrlo.
Un silencio pesado lo envuelve, solo roto por su respiración.
── Quizá ya no quede mucho de hombre en mí… pero mientras quede algo que respire, algo que empuñe esta espada, entonces todavía queda alguien a quien temer.
── Mírate… ¿hombre o monstruo? Ni siquiera estoy seguro de la respuesta. Estas marcas… no son trofeos, son cuentas pendientes.
Se pasa la mano por el cuello, notando el frío metálico de una vieja cicatriz que nunca sanó por completo.
── Dicen que la fuerza se mide en músculos. Pero yo sé que se mide en lo que resistes, en lo que te niegas a perder. Y yo… yo me niego a perder contra la oscuridad, aunque tenga que ser parte de ella para lograrlo.
Un silencio pesado lo envuelve, solo roto por su respiración.
── Quizá ya no quede mucho de hombre en mí… pero mientras quede algo que respire, algo que empuñe esta espada, entonces todavía queda alguien a quien temer.
Permanece quieto, los músculos tensos, la respiración controlada. Sus ojos siguen el mapa de cicatrices y tatuajes que cubren su piel.
── Mírate… ¿hombre o monstruo? Ni siquiera estoy seguro de la respuesta. Estas marcas… no son trofeos, son cuentas pendientes.
Se pasa la mano por el cuello, notando el frío metálico de una vieja cicatriz que nunca sanó por completo.
── Dicen que la fuerza se mide en músculos. Pero yo sé que se mide en lo que resistes, en lo que te niegas a perder. Y yo… yo me niego a perder contra la oscuridad, aunque tenga que ser parte de ella para lograrlo.
Un silencio pesado lo envuelve, solo roto por su respiración.
── Quizá ya no quede mucho de hombre en mí… pero mientras quede algo que respire, algo que empuñe esta espada, entonces todavía queda alguien a quien temer.

