• Amo la ropa interior así, es ¿Cómoda? Me aburro bastante, no se qué hacer #comoda
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  • La cocina olía a masa dulce y café recién hecho cuando Kael sacó la última pancake de la sartén. Todavía estaba sin camisa, con el pelo cayéndole desordenado sobre la frente, pero ya había acomodado dos platos en la mesa: uno frente al otro.

    No era nada elaborado, solo… un desayuno hecho con intención.

    Escuchó pasos acercarse y levantó la vista por encima de su hombro.

    —Buen día —saludó, con esa voz tranquila de primera hora, sin forzar ninguna sonrisa, pero dejando ver una suave curva en los labios.

    Apagó la hornalla y dejó la espátula a un lado.

    —Hice pancakes. —Se encogió levemente de hombros, como restándole importancia—. Pensé que no venía mal empezar así.

    Se pasó una mano por el cabello, intentando acomodarlo sin éxito, y señaló la silla frente a la suya.

    —Sentate, todavía están calientes.
    La cocina olía a masa dulce y café recién hecho cuando Kael sacó la última pancake de la sartén. Todavía estaba sin camisa, con el pelo cayéndole desordenado sobre la frente, pero ya había acomodado dos platos en la mesa: uno frente al otro. No era nada elaborado, solo… un desayuno hecho con intención. Escuchó pasos acercarse y levantó la vista por encima de su hombro. —Buen día —saludó, con esa voz tranquila de primera hora, sin forzar ninguna sonrisa, pero dejando ver una suave curva en los labios. Apagó la hornalla y dejó la espátula a un lado. —Hice pancakes. —Se encogió levemente de hombros, como restándole importancia—. Pensé que no venía mal empezar así. Se pasó una mano por el cabello, intentando acomodarlo sin éxito, y señaló la silla frente a la suya. —Sentate, todavía están calientes.
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  • A Dream... I remember my Dream...
    Fandom Stranger Things
    Categoría Romance
    STARTER PARA Eddie Munson

    Hubiera jurado y proclamado a los cuatro vientos que ella, Allyson Johnson, jamás podría fijarse en un tipo como él.

    Tal vez, si hubiera podido anticiparse, si aquello no hubiera sucedido de la noche a la mañana, habría hecho algo para impedirlo. Porque sí, Ally era de esas personas convencidas de que los sentimientos sí podían controlarse. Más aún si eras plenamente consciente de los tuyos. Y ella lo era. O le gustaba creer que lo era.

    Ally había tenido que crecer demasiado pronto. Su cabeza corría siempre un par de pasos por delante del resto: pensaba demasiado, analizaba todo, le dedicaba tiempo a cada gesto, a cada palabra, a cada silencio incómodo. Necesitaba comprenderlo todo, tenerlo bajo control, ordenar el mundo en cajitas mentales donde nada se saliera del guion.

    Pero una cosa había aprendido con los años —a fuerza de golpes que aún le dolían en rincones de la memoria que prefería no mirar—: no se puede tener todo bajo control.

    Y, mucho menos, los sueños.

    ________________________________________

    Había visto a ese tío, Eddie Munson, subido sobre una mesa del comedor del instituto, desgañitándose delante de todo el mundo como si la cafetería fuera su maldito escenario privado. Recorría los tablones con las botas mientras gritaba algo sobre ovejas, ovejeros y Hellfire, ganándose miradas de asco, risas y un par de “otra vez el puto Munson” susurrados entre bandejas grasientas.

    Ally recordaba haber rodado los ojos, apoyando el codo en la mesa.

    "¿Qué demonios hace? Menudo ridículo."

    Su ceño se arrugó, el labio se le frunció con esa expresión suya de juicio silencioso. Todo en su cuerpo decía “qué vergüenza ajena”. Y sin embargo, no consiguió apartar la mirada. Se quedó mirándolo, atrapada en una mezcla rara de rechazo y fascinación, como cuando no puedes dejar de mirar un accidente aunque sepas que te va a impresionar.

    El resto del día transcurrió con normalidad. Quedó con Ashley Thompson, su mejor amiga, hablaron de tonterías y deberes, y luego se fue a casa a estudiar. O a intentarlo.
    Nada fuera de lo habitual.

    ¿Quién iba a decirle que esa misma noche soñaría con el tipo que había caminado sobre la mesa como si fuera suya?
    ¿Y que al despertar, algo en ella ya no estaría en el mismo sitio?

    ________________________________________

    Al principio no entendió qué pasaba.

    Lo supo de verdad al volver a verlo, a la mañana siguiente, en clase de ciencias.
    Él llegó tarde, cómo no: la puerta se abrió con un golpe seco, el profesor hizo ese suspiro de resignación de siempre, y el murmullo de la clase se cortó un segundo.

    Allí estaba otra vez. Chaqueta de cuero, parches, pelo rizado cayéndole por la cara, el walkman colgando, esa sonrisa que siempre parecía ir a decir algo que no tocaba. El maldito Eddie Munson.

    El corazón de Ally reaccionó antes que su cabeza. Un latido seco, distinto, como si hubiera un eco. Como si algo se hubiera movido dentro de ella la noche anterior y solo ahora se estuviera despertando. Hubo un momento en el que sintió que se le aflojaban los dedos del bolígrafo. Y entonces, como un flash, como una diapositiva, el sueño regresó de golpe.

    Eddie.

    El mismo Eddie que en la vida real era exactamente el tipo de tío que Ally decía detestar: ruidoso, caótico, sin filtro, con fama de rarito y de fracasado repetidor. Todo lo que ella había aprendido a evitar.

    ¿Entonces por qué se le calentaban las mejillas ahora, sentada en su pupitre, cuando él cruzó la clase con total descaro?

    ¿Por qué sus piernas, siempre cruzadas bajo la mesa, se descruzaron inquietas, los pies tamborileando contra el suelo?

    Se apartó el pelo de la oreja en un gesto automático y dejó caer la melena rubia hacia delante, ocultando parte de su rostro, en un intento desesperado por esconderse. Desde allí, donde él estaba, si se giraba, podría verla de perfil. Y ella no estaba preparada para sostenerle la mirada sabiendo lo que había soñado.

    ________________________________________

    Ally no era una chica cualquiera. Al menos no por dentro.

    A simple vista, en Hawkins, era una buena alumna, pocas palabras, mirada que lo observa todo. El tipo de chica a la que nadie se atrevería a llamar friki, pero que tampoco encajaba con las animadoras. Un punto medio.

    Lo que nadie allí sabía es que aquel no era el único lugar raro en el que ella había estado.

    Antes de Hawkins hubo otro sitio.

    Derry, Maine.

    Un nombre que a veces le venía a la cabeza como una mancha y del que enseguida se olvidaba, como cuando intentabas recordar una palabra en otro idioma y se escapaba justo en el último segundo. Sabía que había vivido allí. Sabía que algo importante había pasado. Pero cuanto más intentaba reconstruirlo, más se desdibujaban los recuerdos.

    Recordaba cosas sueltas, fragmentos, sensaciones que no encajaban con nada que pudiera llamar “normal”.

    Un payaso en un desagüe, la voz de alguien susurrándole que fuera a bailar, el olor a óxido y alcantarilla mezclado con algo dulzón y nauseabundo.

    Flashes: Un globo rojo flotando donde no debería, una escalera hacia un sótano…

    Y luego estaban ellos.

    Un grupo de chicos y una chica pelirroja.

    Bicicletas. Un pequeño claro en el bosque que olía a verano, a barro y a sangre seca. Una caseta improvisada bajo tierra, llena de cómics, revistas viejas y botellas de refresco vacías…

    “Beep beep, Richie.”

    Recordaba una voz concreta, aguda y rápida, disparando chistes. Unas gafas enormes. Una camiseta siempre arrugada.

    Pero nunca conseguía ver bien su cara. Cuando intentaba enfocarla, el recuerdo se difuminaba. Solo quedaba la sensación: aquel cosquilleo caliente en el estómago, la mezcla rara entre el miedo, el deseo y la seguridad.

    Pero Ally decidió que todo aquello solo fueron pesadillas de cría y una imaginación demasiado activa. Era más fácil así. Más cómodo.

    Todo eso… había quedado atrás…

    ________________________________________

    Ahora, sentada en aquel pupitre, podía escuchar cómo el profesor empezaba a escribir fórmulas en la pizarra, agradeciendo que nadie pudiera escuchar sus pensamientos.

    Se obligó a mirar al frente. A copiar el título en el cuaderno. A tomar apuntes como si todo fuera normal. Como si el corazón no le estuviera golpeando las costillas cada vez que él se movía, cada vez que sus botas chocaban contra la pata de su silla.

    Intentó convencerse:
    Es solo un chico. Un chico que no te gusta. Alguien que representa todo lo que no quieres en tu vida. Punto.

    Pero el sueño volvía. Cada noche. Cada día.

    ________________________________________

    Al día siguiente, ella volvía a estar sentada en aquel pupitre.

    El profesor llegó, dejó la carpeta sobre la mesa y saludó a los alumnos.

    —Muy bien, clase. Antes de empezar —anunció, ajustándose las gafas—, os recuerdo que hoy se publican las parejas para el trabajo trimestral. Como sabéis, es obligatorio, cuenta el treinta por ciento de la nota final y tendrá que entregarse en dos semanas.

    Quejas, risas… Todos sabían que aquel trabajo era un suplicio.

    Ally sintió un nudo en el estómago.

    No era buena trabajando con otros. Nunca lo había sido. Prefería controlar cada detalle, cada página, cada palabra. Y la idea de depender de alguien le incomodaba más que cualquier examen.

    El profesor empezó a leer la lista.

    Apellidos, nombres. Alumnos que chocaban las manos cuando les tocaban con sus amigos. Otros que resoplaban resignados…

    Y entonces, llegó el momento.

    —Munson, Edward.

    Ally no respiró.

    —Johnson, Allyson.

    Lo escuchó antes de procesarlo.

    Su primera reacción fue automática: apretar los muslos bajo la mesa, esconder la cara tras el pelo, bajar la vista a la madera gastada del pupitre.

    Pero el profesor continuó, sin detenerse. Sin darles opción a negarse.

    —Los trabajos deberán tener una parte teórica y otra práctica. Podéis elegir temática dentro del temario de este trimestre. No se permiten cambios de pareja. Y, por favor… evitad copiaros entre vosotros; lo sabré.

    Hubo risas por detrás. Alguno soltó un comentario que no alcanzó a escuchar.

    —Al igual que sabré si el trabajo sólo lo hace uno de vosotros. ¿Entendido?

    Ella seguía petrificada. No quería mirarlo, pero acabó haciéndolo, y se encontró que él… ya la estaba mirando.

    Ally tragó saliva.

    Toda la sangre derramándosele a los pies.

    El sueño volvió como un latigazo.

    La sensación de haber cruzado un límite que ni siquiera comprendía.

    El profesor siguió hablando, dando instrucciones, detallando fechas, insistiendo en la importancia del trabajo. Pero ella apenas oía nada.

    “Trabajo en pareja.”
    “Dos semanas.”
    “Munson y Johnson.”

    Cuando por fin llegó el momento, cuando los demás empezaron a moverse para buscar a sus compañeros, Ally permaneció quieta, como si el asiento la estuviera aprisionando.

    Supo que debía mirarlo, que tarde o temprano tendría que hacerlo, pero fue incapaz.

    Giró la cabeza apenas unos centímetros.
    Y lo encontró. Ahí.
    Codo apoyado en la mesa, cuerpo ladeado hacia ella, mirada paciente. Como si estuviera esperando que reaccionara.

    STARTER PARA [eclipse_platinum_elephant_535] Hubiera jurado y proclamado a los cuatro vientos que ella, Allyson Johnson, jamás podría fijarse en un tipo como él. Tal vez, si hubiera podido anticiparse, si aquello no hubiera sucedido de la noche a la mañana, habría hecho algo para impedirlo. Porque sí, Ally era de esas personas convencidas de que los sentimientos sí podían controlarse. Más aún si eras plenamente consciente de los tuyos. Y ella lo era. O le gustaba creer que lo era. Ally había tenido que crecer demasiado pronto. Su cabeza corría siempre un par de pasos por delante del resto: pensaba demasiado, analizaba todo, le dedicaba tiempo a cada gesto, a cada palabra, a cada silencio incómodo. Necesitaba comprenderlo todo, tenerlo bajo control, ordenar el mundo en cajitas mentales donde nada se saliera del guion. Pero una cosa había aprendido con los años —a fuerza de golpes que aún le dolían en rincones de la memoria que prefería no mirar—: no se puede tener todo bajo control. Y, mucho menos, los sueños. ________________________________________ Había visto a ese tío, Eddie Munson, subido sobre una mesa del comedor del instituto, desgañitándose delante de todo el mundo como si la cafetería fuera su maldito escenario privado. Recorría los tablones con las botas mientras gritaba algo sobre ovejas, ovejeros y Hellfire, ganándose miradas de asco, risas y un par de “otra vez el puto Munson” susurrados entre bandejas grasientas. Ally recordaba haber rodado los ojos, apoyando el codo en la mesa. "¿Qué demonios hace? Menudo ridículo." Su ceño se arrugó, el labio se le frunció con esa expresión suya de juicio silencioso. Todo en su cuerpo decía “qué vergüenza ajena”. Y sin embargo, no consiguió apartar la mirada. Se quedó mirándolo, atrapada en una mezcla rara de rechazo y fascinación, como cuando no puedes dejar de mirar un accidente aunque sepas que te va a impresionar. El resto del día transcurrió con normalidad. Quedó con Ashley Thompson, su mejor amiga, hablaron de tonterías y deberes, y luego se fue a casa a estudiar. O a intentarlo. Nada fuera de lo habitual. ¿Quién iba a decirle que esa misma noche soñaría con el tipo que había caminado sobre la mesa como si fuera suya? ¿Y que al despertar, algo en ella ya no estaría en el mismo sitio? ________________________________________ Al principio no entendió qué pasaba. Lo supo de verdad al volver a verlo, a la mañana siguiente, en clase de ciencias. Él llegó tarde, cómo no: la puerta se abrió con un golpe seco, el profesor hizo ese suspiro de resignación de siempre, y el murmullo de la clase se cortó un segundo. Allí estaba otra vez. Chaqueta de cuero, parches, pelo rizado cayéndole por la cara, el walkman colgando, esa sonrisa que siempre parecía ir a decir algo que no tocaba. El maldito Eddie Munson. El corazón de Ally reaccionó antes que su cabeza. Un latido seco, distinto, como si hubiera un eco. Como si algo se hubiera movido dentro de ella la noche anterior y solo ahora se estuviera despertando. Hubo un momento en el que sintió que se le aflojaban los dedos del bolígrafo. Y entonces, como un flash, como una diapositiva, el sueño regresó de golpe. Eddie. El mismo Eddie que en la vida real era exactamente el tipo de tío que Ally decía detestar: ruidoso, caótico, sin filtro, con fama de rarito y de fracasado repetidor. Todo lo que ella había aprendido a evitar. ¿Entonces por qué se le calentaban las mejillas ahora, sentada en su pupitre, cuando él cruzó la clase con total descaro? ¿Por qué sus piernas, siempre cruzadas bajo la mesa, se descruzaron inquietas, los pies tamborileando contra el suelo? Se apartó el pelo de la oreja en un gesto automático y dejó caer la melena rubia hacia delante, ocultando parte de su rostro, en un intento desesperado por esconderse. Desde allí, donde él estaba, si se giraba, podría verla de perfil. Y ella no estaba preparada para sostenerle la mirada sabiendo lo que había soñado. ________________________________________ Ally no era una chica cualquiera. Al menos no por dentro. A simple vista, en Hawkins, era una buena alumna, pocas palabras, mirada que lo observa todo. El tipo de chica a la que nadie se atrevería a llamar friki, pero que tampoco encajaba con las animadoras. Un punto medio. Lo que nadie allí sabía es que aquel no era el único lugar raro en el que ella había estado. Antes de Hawkins hubo otro sitio. Derry, Maine. Un nombre que a veces le venía a la cabeza como una mancha y del que enseguida se olvidaba, como cuando intentabas recordar una palabra en otro idioma y se escapaba justo en el último segundo. Sabía que había vivido allí. Sabía que algo importante había pasado. Pero cuanto más intentaba reconstruirlo, más se desdibujaban los recuerdos. Recordaba cosas sueltas, fragmentos, sensaciones que no encajaban con nada que pudiera llamar “normal”. Un payaso en un desagüe, la voz de alguien susurrándole que fuera a bailar, el olor a óxido y alcantarilla mezclado con algo dulzón y nauseabundo. Flashes: Un globo rojo flotando donde no debería, una escalera hacia un sótano… Y luego estaban ellos. Un grupo de chicos y una chica pelirroja. Bicicletas. Un pequeño claro en el bosque que olía a verano, a barro y a sangre seca. Una caseta improvisada bajo tierra, llena de cómics, revistas viejas y botellas de refresco vacías… “Beep beep, Richie.” Recordaba una voz concreta, aguda y rápida, disparando chistes. Unas gafas enormes. Una camiseta siempre arrugada. Pero nunca conseguía ver bien su cara. Cuando intentaba enfocarla, el recuerdo se difuminaba. Solo quedaba la sensación: aquel cosquilleo caliente en el estómago, la mezcla rara entre el miedo, el deseo y la seguridad. Pero Ally decidió que todo aquello solo fueron pesadillas de cría y una imaginación demasiado activa. Era más fácil así. Más cómodo. Todo eso… había quedado atrás… ________________________________________ Ahora, sentada en aquel pupitre, podía escuchar cómo el profesor empezaba a escribir fórmulas en la pizarra, agradeciendo que nadie pudiera escuchar sus pensamientos. Se obligó a mirar al frente. A copiar el título en el cuaderno. A tomar apuntes como si todo fuera normal. Como si el corazón no le estuviera golpeando las costillas cada vez que él se movía, cada vez que sus botas chocaban contra la pata de su silla. Intentó convencerse: Es solo un chico. Un chico que no te gusta. Alguien que representa todo lo que no quieres en tu vida. Punto. Pero el sueño volvía. Cada noche. Cada día. ________________________________________ Al día siguiente, ella volvía a estar sentada en aquel pupitre. El profesor llegó, dejó la carpeta sobre la mesa y saludó a los alumnos. —Muy bien, clase. Antes de empezar —anunció, ajustándose las gafas—, os recuerdo que hoy se publican las parejas para el trabajo trimestral. Como sabéis, es obligatorio, cuenta el treinta por ciento de la nota final y tendrá que entregarse en dos semanas. Quejas, risas… Todos sabían que aquel trabajo era un suplicio. Ally sintió un nudo en el estómago. No era buena trabajando con otros. Nunca lo había sido. Prefería controlar cada detalle, cada página, cada palabra. Y la idea de depender de alguien le incomodaba más que cualquier examen. El profesor empezó a leer la lista. Apellidos, nombres. Alumnos que chocaban las manos cuando les tocaban con sus amigos. Otros que resoplaban resignados… Y entonces, llegó el momento. —Munson, Edward. Ally no respiró. —Johnson, Allyson. Lo escuchó antes de procesarlo. Su primera reacción fue automática: apretar los muslos bajo la mesa, esconder la cara tras el pelo, bajar la vista a la madera gastada del pupitre. Pero el profesor continuó, sin detenerse. Sin darles opción a negarse. —Los trabajos deberán tener una parte teórica y otra práctica. Podéis elegir temática dentro del temario de este trimestre. No se permiten cambios de pareja. Y, por favor… evitad copiaros entre vosotros; lo sabré. Hubo risas por detrás. Alguno soltó un comentario que no alcanzó a escuchar. —Al igual que sabré si el trabajo sólo lo hace uno de vosotros. ¿Entendido? Ella seguía petrificada. No quería mirarlo, pero acabó haciéndolo, y se encontró que él… ya la estaba mirando. Ally tragó saliva. Toda la sangre derramándosele a los pies. El sueño volvió como un latigazo. La sensación de haber cruzado un límite que ni siquiera comprendía. El profesor siguió hablando, dando instrucciones, detallando fechas, insistiendo en la importancia del trabajo. Pero ella apenas oía nada. “Trabajo en pareja.” “Dos semanas.” “Munson y Johnson.” Cuando por fin llegó el momento, cuando los demás empezaron a moverse para buscar a sus compañeros, Ally permaneció quieta, como si el asiento la estuviera aprisionando. Supo que debía mirarlo, que tarde o temprano tendría que hacerlo, pero fue incapaz. Giró la cabeza apenas unos centímetros. Y lo encontró. Ahí. Codo apoyado en la mesa, cuerpo ladeado hacia ella, mirada paciente. Como si estuviera esperando que reaccionara.
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  • *Habia optado por traer a aquella Deidad a un lugar que consideraba podria resultarle familiar. Con un estilo Oriental que con suerte le haria sentir mas comoda* Espero el lugar sea de tu agrado. Elegi algo que considero parecido a la clase de lugares donde has vivido antes. Si me equivoco hazmelo saber

    Longmu
    *Habia optado por traer a aquella Deidad a un lugar que consideraba podria resultarle familiar. Con un estilo Oriental que con suerte le haria sentir mas comoda* Espero el lugar sea de tu agrado. Elegi algo que considero parecido a la clase de lugares donde has vivido antes. Si me equivoco hazmelo saber [longmu_01]
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  • -La casa estaba en silencio por primera vez en todo el día. Las luces cálidas del salón creaban un ambiente suave, casi dorado, mientras el aroma tenue de té recién preparado flotaba en el aire. Afuera la noche era tranquila, pero dentro de la casa había una calidez casi acogedora, como si cada rincón estuviera acostumbrado a guardar risas, carreras diminutas y juguetes olvidados por todas partes.

    Ella, todavía con parte del uniforme de trabajo puesto y el cabello suelto cayéndole por los hombros, se apoyó contra la mesa del comedor con una sonrisa traviesa dibujándose en sus labios. Se había quitado los tacones, tenía los pies descalzos sobre el piso cálido y ese pequeño gesto ya la hacía sentirse más viva, más ligera. Sus mejillas aún estaban ligeramente sonrojadas, no se sabía si por el calor, la risa… o por la compañía inesperada-

    Bueno…

    -dijo con una risa suave mientras se acomodaba un mechón detrás de la oreja-

    Parece que al fin puedo descansar un poco… y justo llegas tú para hacer la noche más amena.

    -Su voz tenía esa mezcla perfecta entre alegría, cansancio bonito y un ligero toque de coquetería, típica de ella. Se inclinó un poco, mirando hacia la puerta con brillo en los ojos, ese brillo que siempre tenía en sus ojos azules que mostraba su lado dulce-

    Espero que no te moleste el desastre… ya sabes, vida de mamá. Pero prometo que compenso el desorden con buena compañía.

    -Su sonrisa se ensanchó apenas, cálida, invitante-
    -La casa estaba en silencio por primera vez en todo el día. Las luces cálidas del salón creaban un ambiente suave, casi dorado, mientras el aroma tenue de té recién preparado flotaba en el aire. Afuera la noche era tranquila, pero dentro de la casa había una calidez casi acogedora, como si cada rincón estuviera acostumbrado a guardar risas, carreras diminutas y juguetes olvidados por todas partes. Ella, todavía con parte del uniforme de trabajo puesto y el cabello suelto cayéndole por los hombros, se apoyó contra la mesa del comedor con una sonrisa traviesa dibujándose en sus labios. Se había quitado los tacones, tenía los pies descalzos sobre el piso cálido y ese pequeño gesto ya la hacía sentirse más viva, más ligera. Sus mejillas aún estaban ligeramente sonrojadas, no se sabía si por el calor, la risa… o por la compañía inesperada- Bueno… -dijo con una risa suave mientras se acomodaba un mechón detrás de la oreja- Parece que al fin puedo descansar un poco… y justo llegas tú para hacer la noche más amena. -Su voz tenía esa mezcla perfecta entre alegría, cansancio bonito y un ligero toque de coquetería, típica de ella. Se inclinó un poco, mirando hacia la puerta con brillo en los ojos, ese brillo que siempre tenía en sus ojos azules que mostraba su lado dulce- Espero que no te moleste el desastre… ya sabes, vida de mamá. Pero prometo que compenso el desorden con buena compañía. -Su sonrisa se ensanchó apenas, cálida, invitante-
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    // Buenas mundillo(?), vengo a decir una cosa: no suelo iniciar rol espontáneo o el comentar publicaciones en donde no sé abiertamente si se puede comentar o no. En eso soy medio vampiro(?) necesito que me inviten a ello JAJAJA. O que en alguna parte el usuario diga que se puede responder sin problema.
    Puedo acercarme como usuario para a lo mejor planear algo (usualmente lo hago si tengo ideas, no me gusta estar en blanco al hablar), pero si me agregan esperando a que haya algún comentario de mi parte en publicaciones sin decir en ningún lado que cualquiera puede comentar, pues no lo haré porque siento que podría incomodar.
    Eso es todo. Si quieren rol con Cain me avisan. Se pueden hacer arreglos si hay algo que no guste o lo que sea.

    AAAH, PD: si a alguien le interesa, estaría genial que se hiciera un rol de Abel, puedo ofrecer la idea que tengo con él y eso.

    Ahora si, nos vimos.
    // Buenas mundillo(?), vengo a decir una cosa: no suelo iniciar rol espontáneo o el comentar publicaciones en donde no sé abiertamente si se puede comentar o no. En eso soy medio vampiro(?) necesito que me inviten a ello JAJAJA. O que en alguna parte el usuario diga que se puede responder sin problema. Puedo acercarme como usuario para a lo mejor planear algo (usualmente lo hago si tengo ideas, no me gusta estar en blanco al hablar), pero si me agregan esperando a que haya algún comentario de mi parte en publicaciones sin decir en ningún lado que cualquiera puede comentar, pues no lo haré porque siento que podría incomodar. Eso es todo. Si quieren rol con Cain me avisan. Se pueden hacer arreglos si hay algo que no guste o lo que sea. AAAH, PD: si a alguien le interesa, estaría genial que se hiciera un rol de Abel, puedo ofrecer la idea que tengo con él y eso. Ahora si, nos vimos.
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  • *Con el pijama puesto preparado para irme a dormir me dirigí a la cama, pero no a la mía si no a la de Adán , metiéndome en su habitación estaba con mi forma de crio así que sería más cómodo para ambos estar en la cama y habría suficiente espacio, subiéndome como pude metiéndome bajo las sabanas avance hasta uno de los brazos de papá, estuviera despierto o dormido me daría igual ya que tome su otro brazo para que me abrazara mientras me acomodaba para conciliar el sueño*
    *Con el pijama puesto preparado para irme a dormir me dirigí a la cama, pero no a la mía si no a la de [1dowhat1want], metiéndome en su habitación estaba con mi forma de crio así que sería más cómodo para ambos estar en la cama y habría suficiente espacio, subiéndome como pude metiéndome bajo las sabanas avance hasta uno de los brazos de papá, estuviera despierto o dormido me daría igual ya que tome su otro brazo para que me abrazara mientras me acomodaba para conciliar el sueño*
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  • "Día de caza, es bueno volver a casa..."
    Fandom The Walking Dead
    Categoría Acción
    ㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤ" Hogᥲr ᥒo ᥱs ᥙᥒ ᥣᥙgᥲr,
    ㅤㅤㅤㅤsoᥒ ᥣᥲs ρᥱrsoᥒᥲs qᥙᥱ tᥱ ιmρortᥲᥒ"
    ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑
    ㅤㅤㅤㅤ˹ 𝑨𝘼𝑹𝙊𝑵 ᴬᵁ



    ㅤㅤㅤㅤㅤNo había imaginado, cuando sus pasos la llevaban de un lado a otro con Miko, Connie, Kelly, Luke y Bernie, que algún día encontraría un lugar donde establecerse realmente. Un lugar fuerte, un lugar lleno de buenas personas que los acogieron y los trataron como familia desde que los conocieron. Nunca imaginó que otras personas le importarían tanto como aquellos compañeros de viaje con los que había compartido años de andanzas, peleas y combates. Había tenido que recorrer muchos kilómetros pero ahora, cada mañana que despertaba en Hilltop, se sentía… en casa.

    Las cosas en la colonia funcionaban. Poco a poco. Tras la caída del Reino había muchas más bocas que alimentar y las heladas del invierno habían destruido gran parte de las cosechas. La comida guardada en el almacén no duraría eternamente, por lo que las raciones se habían reducido considerablemente. Además, con las fronteras limitadas por culpa de Alpha y sus normas restrictivas cada vez costaba más encontrar caza con la que alimentar a tantas personas. Por suerte, no estaban solos. Contaban con ayuda de Alejandría y de Oceanside. Un par de carros de cada comunidad llegaban al menos una vez al mes para ayudar. A cambio, Hilltop proporcionaba armas, clavos, artículos de herrería, todo lo que Alden y Earl pudieran construir y manufacturar. Afilaban armas, cuchillos, fabricaban herraduras. Y todo esto era enviado a ambas comunidades al menos una vez al mes.

    La pérdida de los seres queridos tras la feria en El Reino aun creaba una enorme brecha de ausencia, el ambiente era… extraño. Enid, Tara, Tammy Rose, DJ… cada uno de esos nombres era un hueco enorme en las mesas a la hora de comer, en las conversaciones, en los corazones. Todos en la colonia sobre la colina intentaban sobreponerse a la tristeza, esa que todavia perduraba. Y, para huir de ese ambiente y cambiar de aires, Magna había decidido unirse a la comitiva que llevaría un par de carros a Alejandría. Miko no estaba demasiado contenta con aquella decisión por parte de Magna, había mucho que arreglar en Hilltop, decía.
    -Si no salgo de aquí, al menos un par de dias, me pegaré un tiro, Miko…- expresó Magna mientras preparaba una mochila como improvisado equipaje.

    -Buena suerte, no tenemos balas, ¿recuerdas? -le dijo la morena mientras Magna ya cerraba y aseguraba las hebillas de la mochila.

    Magna, por su parte, rodó los ojos y giró el rostro para mirar a su novia.

    -Te prometo que volveré antes de que tengas tiempo de echarme de menos… Además, tendrás la cama para ti sola. Yo probablemente tenga que compartir cuarto con Judith -bromeó Magna.

    Miko sonrió, le había hecho gracia el comentario.

    -Por suerte te entiendes bien con los niños… -respondió mientras llevaba una mano a la mejilla de Magna- Una semana, es el máximo de tiempo que te doy. Si no vuelves antes, saldré para traerte de la oreja.

    Magna negó con la cabeza y se acercó a besar a la morena.

    -Me tendrás aquí en menos tiempo, prometido.



    ㅤㅤㅤ▬▬▬ Un día después la comitiva de Hilltop formada por Ezekiel, Marco, Cal, Magna, Luke y Marlene llegaba a las puertas de Alejandría donde Scott les abrió la puerta, saludándolos efusivamente, contento de verlos de nuevo. Aun recordaba la primera vez que atravesó las puertas de aquella comunidad. Habían peleado con los muertos durante todo un día, estaban exhaustos y Miko herida cuando Judith los encontró. Una inevitable sonrisa de divertida nostalgia asomó a sus labios casi visualizando aquel día. Las miradas incomodas, el Consejo, Michonne y su propia terquedad que casi les cuesta la expulsión. Ahora podía reírse de aquello con las personas implicadas. Ahora eran familia. Nombres que antes eran desconocidos como Aaron, Gabriel, Michonne, Laura, Siddiq o Judith, ahora simbolizaban hogar. Un lugar al que volver y saber que serias recibido con los brazos abiertos.

    Saludaron rápidamente a Scott sin descender de los carros antes de que estos pasaran hasta el interior de la comunidad. Los alejandrinos que trabajaban en huertos, carpintería o herrería se detenían a mirarlos al pasar y los saludaban con camaradería desde sus puestos de trabajo. Definitivamente aquello era un poco de paz en mitad de todo el caos del mundo exterior… Un oasis.

    Antes de descender del carro, Magna divisó a Aaron, Judith y Gracie acercándose a los carros. Las dos niñas corrían entusiasmadas hacia los carros y Aaron los saludaba con su mano diestra.

    -¡Hola, Magna! -saludó Judith con entusiasmo cuando los pies de la pelirroja pisaron el suelo. Inmediatamente la niña se abrazó a su cintura.

    -¡Jud! ¡Caramba! Cada día estás más alta -respondió Magna rodeando a Judith con un brazo- Hola, Gracie -saludó a la niña rubia parada delante de ella- Os he traído un regalo recién recogido de Hilltop.

    Judith se apartó y Magna internó una mano en una de las cestas para sacar algunos melocotones. Dio uno a cada niña, y aquel regalo fue respondido en forma de agradecimientos entusiasmados y abrazos.

    -Ahora, ayudad a Luke a bajar las cajas. ¿Creéis que podréis? -preguntó Magna.

    -¡Si! -respondió Judith.

    -¡Vamos, Jud! -exclamó Gracie y ambas corrieron al final del carro.

    Magna alzó la mirada hacia Aaron.

    -Para ti también hay regalo, papá -sonrió ella lanzándole suavemente un melocotón y acercándose luego a abrazarle. Tuvo que ponerse de puntillas para poder llegar a su cuello ya que Aaron era un tío enorme- Hola -sonrió- Earl quiere que os diga que estas son sus últimas herraduras…-informó al separarse- No habrá herraduras nuevas hasta que encontremos más chatarra. Alden queria salir hoy a aquel centro comercial cerca de la autopista… -se percató entonces de que en su prótesis zurda llevaba su lucero del alba, así que lo señaló con una mano- ¿Vas a salir? ¿Quieres que te acompañe? Quizás podemos encontrar algo de caza…


    #Personajes3D #3D #Comunidad3D #TheWalkingDead

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    ㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ" Hogᥲr ᥒo ᥱs ᥙᥒ ᥣᥙgᥲr, ㅤㅤㅤㅤsoᥒ ᥣᥲs ρᥱrsoᥒᥲs qᥙᥱ tᥱ ιmρortᥲᥒ" ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 ㅤㅤㅤㅤ˹ [AAR0N] ㅤㅤㅤㅤㅤNo había imaginado, cuando sus pasos la llevaban de un lado a otro con Miko, Connie, Kelly, Luke y Bernie, que algún día encontraría un lugar donde establecerse realmente. Un lugar fuerte, un lugar lleno de buenas personas que los acogieron y los trataron como familia desde que los conocieron. Nunca imaginó que otras personas le importarían tanto como aquellos compañeros de viaje con los que había compartido años de andanzas, peleas y combates. Había tenido que recorrer muchos kilómetros pero ahora, cada mañana que despertaba en Hilltop, se sentía… en casa. Las cosas en la colonia funcionaban. Poco a poco. Tras la caída del Reino había muchas más bocas que alimentar y las heladas del invierno habían destruido gran parte de las cosechas. La comida guardada en el almacén no duraría eternamente, por lo que las raciones se habían reducido considerablemente. Además, con las fronteras limitadas por culpa de Alpha y sus normas restrictivas cada vez costaba más encontrar caza con la que alimentar a tantas personas. Por suerte, no estaban solos. Contaban con ayuda de Alejandría y de Oceanside. Un par de carros de cada comunidad llegaban al menos una vez al mes para ayudar. A cambio, Hilltop proporcionaba armas, clavos, artículos de herrería, todo lo que Alden y Earl pudieran construir y manufacturar. Afilaban armas, cuchillos, fabricaban herraduras. Y todo esto era enviado a ambas comunidades al menos una vez al mes. La pérdida de los seres queridos tras la feria en El Reino aun creaba una enorme brecha de ausencia, el ambiente era… extraño. Enid, Tara, Tammy Rose, DJ… cada uno de esos nombres era un hueco enorme en las mesas a la hora de comer, en las conversaciones, en los corazones. Todos en la colonia sobre la colina intentaban sobreponerse a la tristeza, esa que todavia perduraba. Y, para huir de ese ambiente y cambiar de aires, Magna había decidido unirse a la comitiva que llevaría un par de carros a Alejandría. Miko no estaba demasiado contenta con aquella decisión por parte de Magna, había mucho que arreglar en Hilltop, decía. -Si no salgo de aquí, al menos un par de dias, me pegaré un tiro, Miko…- expresó Magna mientras preparaba una mochila como improvisado equipaje. -Buena suerte, no tenemos balas, ¿recuerdas? -le dijo la morena mientras Magna ya cerraba y aseguraba las hebillas de la mochila. Magna, por su parte, rodó los ojos y giró el rostro para mirar a su novia. -Te prometo que volveré antes de que tengas tiempo de echarme de menos… Además, tendrás la cama para ti sola. Yo probablemente tenga que compartir cuarto con Judith -bromeó Magna. Miko sonrió, le había hecho gracia el comentario. -Por suerte te entiendes bien con los niños… -respondió mientras llevaba una mano a la mejilla de Magna- Una semana, es el máximo de tiempo que te doy. Si no vuelves antes, saldré para traerte de la oreja. Magna negó con la cabeza y se acercó a besar a la morena. -Me tendrás aquí en menos tiempo, prometido. ㅤㅤㅤ▬▬▬ Un día después la comitiva de Hilltop formada por Ezekiel, Marco, Cal, Magna, Luke y Marlene llegaba a las puertas de Alejandría donde Scott les abrió la puerta, saludándolos efusivamente, contento de verlos de nuevo. Aun recordaba la primera vez que atravesó las puertas de aquella comunidad. Habían peleado con los muertos durante todo un día, estaban exhaustos y Miko herida cuando Judith los encontró. Una inevitable sonrisa de divertida nostalgia asomó a sus labios casi visualizando aquel día. Las miradas incomodas, el Consejo, Michonne y su propia terquedad que casi les cuesta la expulsión. Ahora podía reírse de aquello con las personas implicadas. Ahora eran familia. Nombres que antes eran desconocidos como Aaron, Gabriel, Michonne, Laura, Siddiq o Judith, ahora simbolizaban hogar. Un lugar al que volver y saber que serias recibido con los brazos abiertos. Saludaron rápidamente a Scott sin descender de los carros antes de que estos pasaran hasta el interior de la comunidad. Los alejandrinos que trabajaban en huertos, carpintería o herrería se detenían a mirarlos al pasar y los saludaban con camaradería desde sus puestos de trabajo. Definitivamente aquello era un poco de paz en mitad de todo el caos del mundo exterior… Un oasis. Antes de descender del carro, Magna divisó a Aaron, Judith y Gracie acercándose a los carros. Las dos niñas corrían entusiasmadas hacia los carros y Aaron los saludaba con su mano diestra. -¡Hola, Magna! -saludó Judith con entusiasmo cuando los pies de la pelirroja pisaron el suelo. Inmediatamente la niña se abrazó a su cintura. -¡Jud! ¡Caramba! Cada día estás más alta -respondió Magna rodeando a Judith con un brazo- Hola, Gracie -saludó a la niña rubia parada delante de ella- Os he traído un regalo recién recogido de Hilltop. Judith se apartó y Magna internó una mano en una de las cestas para sacar algunos melocotones. Dio uno a cada niña, y aquel regalo fue respondido en forma de agradecimientos entusiasmados y abrazos. -Ahora, ayudad a Luke a bajar las cajas. ¿Creéis que podréis? -preguntó Magna. -¡Si! -respondió Judith. -¡Vamos, Jud! -exclamó Gracie y ambas corrieron al final del carro. Magna alzó la mirada hacia Aaron. -Para ti también hay regalo, papá -sonrió ella lanzándole suavemente un melocotón y acercándose luego a abrazarle. Tuvo que ponerse de puntillas para poder llegar a su cuello ya que Aaron era un tío enorme- Hola -sonrió- Earl quiere que os diga que estas son sus últimas herraduras…-informó al separarse- No habrá herraduras nuevas hasta que encontremos más chatarra. Alden queria salir hoy a aquel centro comercial cerca de la autopista… -se percató entonces de que en su prótesis zurda llevaba su lucero del alba, así que lo señaló con una mano- ¿Vas a salir? ¿Quieres que te acompañe? Quizás podemos encontrar algo de caza… #Personajes3D #3D #Comunidad3D #TheWalkingDead psd: psd 53 by tuschen ㅤ
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    ᴿᵉᵃᵈ ᵇᵉᶠᵒʳᵉ ᵃᵈᵈᶦⁿᵍ ➙
    𝐖 𝐄 𝐋 𝐂 𝐎 𝐌 𝐄 ㅤㅤ𝐓 𝐎ㅤㅤ𝐓 𝐇 𝐄 ㅤㅤ𝐒𝐇𝐎𝐖
    𝘏𝘰𝘱𝘦 𝘺𝘰𝘶 𝘦𝘯𝘫𝘰𝘺 𝘵𝘩𝘦 𝘱𝘦𝘳𝘧𝘰𝘳𝘮𝘢𝘯𝘤𝘦... 𝘸𝘩𝘪𝘭𝘦 𝘪𝘵 𝘭𝘢𝘴𝘵𝘴
    ⛧┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉⛧

    ⛧☽─ Solo rol público. Starters, posts, escenas... MD solo para conversar entre usuarios, planificar o cotillear.
    ⛧☽─ Adoro las interacciones no planificadas. Pero si traes una idea de trama interesante o jugosa, mi MD está abierto.
    ⛧☽─ El personaje, es el personaje. No confundas ficción con realidad. Yo actúo, tú actúas, y todos morimos aplaudiendo.
    ⛧☽─ Dramas, solo ON rol. Fuera de aquí, somos colegas. Dentro del rol, te doy el pase para destrozarme la vida si quieres.
    ⛧☽─ No Multiship. Por comodidad y coherencia con mi rol. En mi perfil, todo es CANON. No manejo líneas temporales alternas. Si tu personaje está con otr@ mientras sostiene algo con Devanna, lo tomaré como que está manteniendo una doble relación, y lo usaré para explotarlo en el rol (Cero dramas off, aqui pura narrativa jugosa).
    ⛧☽─ Seré fiel a la psicología de Devanna. Si algo te incomoda, háblame en MD y vemos si hay un punto intermedio, pero no modificaré su personalidad para que agrade.
    ⛧☽─ Las únicas relaciones que suele sostener Devanna son transaccionales. Ya sea de amistad o románticas, solo se interesaría si obtiene algo a cambio. Puede fingir estar enamorada si eso la lleva a donde quiere.
    ⛧☽─ A veces tardo en responder. Tengo una vida fuera de aquí, al igual que todos.

    Nada más que decir. ¡A divertirnos!
    ᴿᵉᵃᵈ ᵇᵉᶠᵒʳᵉ ᵃᵈᵈᶦⁿᵍ ➙ 𝐖 𝐄 𝐋 𝐂 𝐎 𝐌 𝐄 ㅤㅤ𝐓 𝐎ㅤㅤ𝐓 𝐇 𝐄 ㅤㅤ𝐒𝐇𝐎𝐖 𝘏𝘰𝘱𝘦 𝘺𝘰𝘶 𝘦𝘯𝘫𝘰𝘺 𝘵𝘩𝘦 𝘱𝘦𝘳𝘧𝘰𝘳𝘮𝘢𝘯𝘤𝘦... 𝘸𝘩𝘪𝘭𝘦 𝘪𝘵 𝘭𝘢𝘴𝘵𝘴 ⛧┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉┉⛧ ⛧☽─ Solo rol público. Starters, posts, escenas... MD solo para conversar entre usuarios, planificar o cotillear. ⛧☽─ Adoro las interacciones no planificadas. Pero si traes una idea de trama interesante o jugosa, mi MD está abierto. ⛧☽─ El personaje, es el personaje. No confundas ficción con realidad. Yo actúo, tú actúas, y todos morimos aplaudiendo. ⛧☽─ Dramas, solo ON rol. Fuera de aquí, somos colegas. Dentro del rol, te doy el pase para destrozarme la vida si quieres. ⛧☽─ No Multiship. Por comodidad y coherencia con mi rol. En mi perfil, todo es CANON. No manejo líneas temporales alternas. Si tu personaje está con otr@ mientras sostiene algo con Devanna, lo tomaré como que está manteniendo una doble relación, y lo usaré para explotarlo en el rol (Cero dramas off, aqui pura narrativa jugosa). ⛧☽─ Seré fiel a la psicología de Devanna. Si algo te incomoda, háblame en MD y vemos si hay un punto intermedio, pero no modificaré su personalidad para que agrade. ⛧☽─ Las únicas relaciones que suele sostener Devanna son transaccionales. Ya sea de amistad o románticas, solo se interesaría si obtiene algo a cambio. Puede fingir estar enamorada si eso la lleva a donde quiere. ⛧☽─ A veces tardo en responder. Tengo una vida fuera de aquí, al igual que todos. Nada más que decir. ¡A divertirnos!
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  • Por fin muchas plantitas las acomodare en mi jardín quiero que se vea muy bonito
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