• 𝐿𝑎 𝑝𝑟𝑖𝑚𝑒𝑟𝑎 𝑚𝑖𝑔𝑟𝑎𝑛̃𝑎 𝑙𝑙𝑒𝑔𝑜́ 𝑎 𝑙𝑜𝑠 𝟼 𝑎𝑛̃𝑜𝑠, 𝑒𝑠𝑜 𝑦 𝑢𝑛 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑢𝑛𝑐𝑎 𝑑𝑒𝑏𝜄́ 𝑎𝑝𝑟𝑒𝑛𝑑𝑒𝑟. 𝑆𝑖𝑔𝑢𝑖𝑒𝑟𝑜𝑛 𝑎𝑛̃𝑜𝑠 𝑙𝑎𝑟𝑔𝑜𝑠, 𝑐𝑜𝑛𝑣𝑒𝑟𝑠𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑑𝑖𝑓𝜄́𝑐𝑖𝑙𝑒𝑠, 𝑐𝑢𝑙𝑝𝑎, 𝑑𝑜𝑙𝑜𝑟, 𝑦 𝑚𝑖 𝑓𝑎𝑚𝑖𝑙𝑖𝑎 𝑎𝑏𝑟𝑎𝑧𝑎́𝑛𝑑𝑜𝑚𝑒 𝑡𝑎𝑛 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑡𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑛 𝑜𝑐𝑎𝑠𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑛𝑜 𝑠𝑒𝑛𝑡𝜄́𝑎 𝑛𝑎𝑑𝑎 𝑚𝑎́𝑠. 𝐸𝑠𝑜 𝑒𝑠 𝑎𝑚𝑜𝑟, ¿𝑄𝑢𝑖𝑧𝑎́𝑠.ᐣ, 𝑛𝑜 𝑚𝑒 𝑑𝑖 𝑐𝑢𝑒𝑛𝑡𝑎 𝘩𝑎𝑠𝑡𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑐𝑎𝑟𝑔𝑎𝑟𝑜𝑛 𝑚𝑖 𝑚𝑎𝑙𝑒𝑡𝑎 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑐𝑎𝑟𝑟𝑜. 𝑀𝑎𝑚𝑎́ 𝑛𝑜 𝑚𝑒 𝑞𝑢𝑒𝑟𝜄́𝑎 𝑑𝑒𝑗𝑎𝑟 𝑖𝑟, 𝑛𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑎𝑠 𝑚𝑎𝑛𝑜𝑠 𝑠𝑒 𝑚𝑎𝑛𝑡𝑢𝑣𝑖𝑒𝑟𝑜𝑛 𝑗𝑢𝑛𝑡𝑎𝑠 𝑦 𝑙𝑎 𝑑𝑖𝑠𝑡𝑎𝑛𝑐𝑖𝑎 𝑐𝑟𝑒𝑐𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑠𝑒 𝑟𝑜𝑚𝑝𝑖𝑜́ 𝑒𝑛 𝑙𝑎 𝑝𝑢𝑛𝑡𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑑𝑜𝑠, 𝑦 𝑒𝑙𝑙𝑎 𝑠𝑢𝑠𝑝𝑖𝑟𝑜́ 𝑑𝑒 𝑎𝑙𝑖𝑣𝑖𝑜. 𝐿𝑜 𝑠𝑒𝑛𝑡𝜄́ 𝑒𝑛 𝑠𝑢 𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒, 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑠𝑖 𝑔𝑢𝑎𝑟𝑑𝑎𝑟𝑎 𝑙𝑎 𝑟𝑒𝑠𝑝𝑖𝑟𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑑𝑒 𝘩𝑎𝑐𝑒 𝑡𝑎𝑛𝑡𝑜 𝑡𝑖𝑒𝑚𝑝𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑜𝑙𝑣𝑖𝑑𝑜́ 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑎𝑛 𝑑𝑢𝑙𝑐𝑒 𝑒𝑟𝑎 𝑙𝑎 𝑏𝑟𝑖𝑠𝑎 𝑑𝑒 𝑣𝑒𝑟𝑎𝑛𝑜. 𝐶𝑜𝑟𝑟𝑖𝑜́ 𝑦 𝑙𝑎 𝑝𝑢𝑒𝑟𝑡𝑎 𝑠𝑒 𝑐𝑒𝑟𝑟𝑜́ 𝑑𝑒𝑡𝑟𝑎́𝑠 𝑑𝑒 𝑒𝑙𝑙𝑎, 𝑦 𝑙𝑎 𝑐𝑢𝑙𝑝𝑎 𝑠𝑖𝑔𝑢𝑖𝑜́, 𝑑𝑒𝑠𝑒𝑎𝑏𝑎 𝑙𝑙𝑜𝑟𝑎𝑟… 𝐸𝑠𝑜 𝑒𝑠 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝘩𝑎𝑐𝑒𝑠 𝑐𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑡𝑢 𝑝𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑎 𝑐𝑟𝑒𝑐𝑒 𝑦 𝑠𝑖𝑔𝑢𝑒 𝑎𝑑𝑒𝑙𝑎𝑛𝑡𝑒, 𝑙𝑙𝑜𝑟𝑎𝑠, 𝑠𝑢 𝑎𝑢𝑠𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎 𝑡𝑒 𝑑𝑢𝑒𝑙𝑒, 𝑙𝑎 𝑣𝑖𝑑𝑎 𝑐𝑎𝑚𝑏𝑖𝑎. 𝑃𝑒𝑟𝑜 𝑒𝑙𝑙𝑎 𝑠𝑜𝑙𝑜 𝑠𝑒𝑔𝑢𝜄́𝑎 𝑑𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑙𝑎𝑠 𝑔𝑟𝑎𝑐𝑖𝑎𝑠, 𝑠𝑖𝑛𝑡𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑢 𝑓𝑎𝑚𝑖𝑙𝑖𝑎 𝑎𝘩𝑜𝑟𝑎 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑏𝑎 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑟𝑎.

    — No le hagas caso, siempre fue un poquito dramática.

    𝑃𝑎𝑝𝑎́ 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑛𝑡𝑜́ 𝑠𝑜𝑛𝑟𝑒𝜄́𝑟, 𝑒́𝑙 𝑛𝑜 𝑒𝑟𝑎 𝑢𝑛 𝘩𝑜𝑚𝑏𝑟𝑒 𝑑𝑒 𝑚𝑖𝑒𝑑𝑜𝑠, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑠𝜄́ 𝑑𝑒 𝑔𝑟𝑎𝑛𝑑𝑒𝑠 𝑣𝑎𝑙𝑒𝑛𝑡𝜄́𝑎𝑠 𝑦 𝑢𝑛 𝑝𝑒𝑠𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝘩𝑜𝑦 𝑠𝑒 𝑝𝑎𝑟𝑡𝜄́𝑎 𝑎 𝑙𝑎 𝑚𝑖𝑡𝑎𝑑. 𝑁𝑜 𝑒𝑟𝑎 𝑡𝑜𝑛𝑡𝑜, 𝑡𝑎𝑚𝑝𝑜𝑐𝑜 𝑙𝑎 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎 𝑚𝑎́𝑠 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑙𝑖𝑔𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑑𝑒𝑙 𝑝𝑙𝑎𝑛𝑒𝑡𝑎, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑠𝜄́ 𝑙𝑜 𝑠𝑢𝑓𝑖𝑐𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑝𝑜𝑑𝑒𝑟 𝑣𝑒𝑟 𝑎 𝑡𝑟𝑎𝑣𝑒́𝑠 𝑑𝑒 𝑠𝑢 𝑒𝑠𝑝𝑜𝑠𝑎 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑠𝑖 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑎 𝑢𝑛𝑎 𝑣𝑒𝑛𝑡𝑎𝑛𝑎 𝑟𝑒𝑐𝑖𝑒́𝑛 𝑝𝑢𝑙𝑖𝑑𝑎. 𝑁𝑜 𝑣𝑜𝑦 𝑎 𝑚𝑒𝑛𝑡𝑖𝑟, 𝑚𝑖 𝑟𝑜𝑠𝑡𝑟𝑜 𝑡𝑎𝑚𝑝𝑜𝑐𝑜 𝑒𝑟𝑎 𝑢𝑛 𝑎𝑠 𝑑𝑒 𝑐𝑜𝑝𝑎𝑠 𝑒𝑛 𝑒𝑠𝑒 𝑚𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜. 𝑈𝑛𝑎 𝑟𝑒𝑔𝑙𝑎 𝑡𝑎𝑐𝑖𝑡𝑎, 𝑛𝑎𝑑𝑎 𝑑𝑒 𝑧𝑎𝑝𝑎𝑡𝑜𝑠, 𝑏𝑖𝑐𝑖𝑐𝑙𝑒𝑡𝑎𝑠, 𝑝𝑎𝑡𝑖𝑛𝑒𝑠 𝑛𝑖 𝑚𝑒𝑛𝑡𝑎𝑙𝑖𝑠𝑚𝑜 𝑑𝑒𝑛𝑡𝑟𝑜 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑐𝑎𝑠𝑎, 𝑢𝑛𝑜 𝘩𝑎𝑐𝑒 𝑙𝑜 𝑚𝑒𝑗𝑜𝑟 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑖𝑟 𝑙𝑎𝑠 𝑟𝑒𝑔𝑙𝑎𝑠 𝘩𝑎𝑠𝑡𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑢𝑛 𝑑𝜄́𝑎 𝑡𝑒 𝑑𝑒𝑡𝑖𝑒𝑛𝑒𝑠 𝑦 𝑒𝑠𝑡𝑎́𝑠 𝑎 𝑙𝑎 𝑚𝑖𝑡𝑎𝑑 𝑑𝑒𝑙 𝑝𝑎𝑠𝑖𝑙𝑙𝑜 𝑎𝑟𝑟𝑎𝑠𝑡𝑟𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑙𝑜𝑑𝑜, 𝑢 𝑜𝑦𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑢𝑛 𝑝𝑒𝑛𝑠𝑎𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜. 𝑇𝑜𝑑𝑜𝑠 𝑙𝑜 𝑠𝑎𝑏𝜄́𝑎𝑚𝑜𝑠, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑛𝑡𝑎́𝑏𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑓𝑖𝑛𝑔𝑖𝑟 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑟𝑎 𝑣𝑜𝑙𝑢𝑛𝑡𝑎𝑟𝑖𝑜, 𝑒́𝑙 𝑠𝑎𝑏𝜄́𝑎, 𝑜 𝑞𝑢𝑖𝑧𝑎́𝑠 𝑣𝑒𝜄́𝑎 𝑚𝑎́𝑠 𝑎𝑙𝑙𝑎́ 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝑚𝑒𝑛𝑡𝑖𝑟𝑎.

    — Te amamos, eso no va a cambiar nunca. —

    𝐸𝑠𝑐𝑜𝑔𝜄́ 𝑛𝑜 𝑟𝑒𝑠𝑝𝑜𝑛𝑑𝑒𝑟, 𝑑𝑒𝑠𝑐𝑎𝑛𝑠𝑎𝑟 𝑙𝑎 𝑓𝑟𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑎 𝑙𝑎 𝑣𝑒𝑛𝑡𝑎𝑛𝑖𝑙𝑙𝑎 𝑦 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑎 𝑣𝑖𝑏𝑟𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑖𝑟𝑟𝑒𝑔𝑢𝑙𝑎𝑟 𝑣𝑎𝑐𝑖𝑎𝑟𝑎 𝑚𝑖 𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑐𝑜𝑛 𝑑𝑒𝑠𝑎𝑠𝑜𝑠𝑖𝑒𝑔𝑜 𝑎𝑟𝑡𝑖𝑓𝑖𝑐𝑖𝑎𝑙. 𝐴𝑢́𝑛 𝑛𝑜 𝑙𝑙𝑒𝑔𝑎𝑏𝑎 𝑎𝑙 𝑖𝑛𝑠𝑡𝑖𝑡𝑢𝑡𝑜 𝑦 𝑦𝑎 𝑒𝑙 𝑚𝑢𝑛𝑑𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑜𝑐𝜄́𝑎 𝑒𝑟𝑎 𝑢𝑛𝑎 𝑚𝑒𝑚𝑜𝑟𝑖𝑎 𝑑𝑖𝑠𝑡𝑎𝑛𝑡𝑒, ¿𝑃𝑜𝑟 𝑞𝑢𝑒́ 𝑛𝑜 𝑝𝑜𝑑𝜄́𝑎 𝑓𝑖𝑛𝑔𝑖𝑟.ᐣ, ¿𝑆𝑖𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑎 𝑙𝑜 𝘩𝑎𝑏𝜄́𝑎 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑛𝑡𝑎𝑑𝑜.ᐣ, ¿𝐶𝑢𝑎́𝑛𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑒𝑠𝑜 𝑒𝑟𝑎 𝑢𝑛 𝑝𝑒𝑛𝑠𝑎𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑖𝑛𝑡𝑟𝑢𝑠𝑖𝑣𝑜 𝑦 𝑐𝑢𝑎𝑛𝑡𝑜 𝑎𝑙𝑔𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑢𝑣𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑠𝑐𝑜𝑛𝑑𝑒𝑟 𝑑𝑒𝑠𝑑𝑒 𝑒𝑙 𝑝𝑟𝑖𝑛𝑐𝑖𝑝𝑖𝑜.ᐣ 𝐿𝑎 𝑚𝑢́𝑠𝑖𝑐𝑎 𝑠𝑒 𝑓𝑟𝑒𝑛𝑜́ 𝑒𝑛 𝑠𝑒𝑐𝑜, 𝑢𝑛 𝑠𝑒𝑔𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑛𝑜𝑡𝑖𝑐𝑖𝑎𝑠 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑙𝑎 𝑝𝑟𝑜𝑝𝑎𝑔𝑎𝑛𝑑𝑎. 𝐸𝑙 𝑚𝑢𝑛𝑑𝑜 𝑠𝑒 𝑣𝑜𝑙𝑣𝜄́𝑎 𝑢𝑛 𝑝𝑜𝑐𝑜 𝑚𝑎́𝑠 𝑐𝑟𝑢𝑒𝑙, 𝑙𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑙𝑜𝑟𝑒𝑠 𝑠𝑒 𝑑𝑒𝑓𝑖𝑛𝜄́𝑎𝑛 𝘩𝑎𝑠𝑡𝑎 𝑠𝑒𝑝𝑎𝑟𝑎𝑟𝑠𝑒, 𝑦 𝑜𝑡𝑟𝑎 𝑣𝑒𝑧 𝑢𝑛𝑎 𝑛𝑜𝑡𝑖𝑐𝑖𝑎 𝑠𝑜𝑏𝑟𝑒 𝑢𝑛 𝑚𝑢𝑡𝑎𝑛𝑡𝑒 𝑒𝑠𝑝𝑎𝑛𝑡𝑜𝑠𝑜 𝘩𝑎𝑐𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑎𝑙𝑔𝑜 𝑡𝑒𝑟𝑟𝑖𝑏𝑙𝑒. 𝑇𝑎𝑙 𝑣𝑒𝑧… 𝑆𝑜𝑙𝑜 𝑡𝑎𝑙 𝑣𝑒𝑧, 𝑎𝑠𝜄́ 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑟𝜄́𝑎𝑛 𝑎 𝑠𝑎𝑙𝑣𝑜. 𝑂 𝑒𝑟𝑎 𝑢𝑛𝑎 𝑒𝑠𝑡𝑢́𝑝𝑖𝑑𝑎 𝑒𝑥𝑐𝑢𝑠𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑛𝑜 𝑠𝑒𝑛𝑡𝑖𝑟 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑢 𝑝𝑟𝑜𝑝𝑖𝑎 𝑓𝑎𝑚𝑖𝑙𝑖𝑎 𝑙𝑒 𝑐𝑟𝑒𝜄́𝑎 𝑚𝑎́𝑠 𝑎 𝑙𝑎 𝑡𝑒𝑙𝑒𝑣𝑖𝑠𝑖𝑜́𝑛 𝑞𝑢𝑒 𝑎 𝑒𝑙𝑙𝑎 𝑦 𝑐𝑜𝑚𝑒𝑛𝑧𝑎𝑟𝑜𝑛 𝑎 𝑑𝑒𝑗𝑎𝑟𝑠𝑒 𝑙𝑙𝑒𝑣𝑎𝑟 𝑝𝑜𝑟 𝑒𝑙 𝑓𝑎𝑛𝑡𝑎𝑠𝑚𝑎 𝑋.
    𝐿𝑎 𝑝𝑟𝑖𝑚𝑒𝑟𝑎 𝑚𝑖𝑔𝑟𝑎𝑛̃𝑎 𝑙𝑙𝑒𝑔𝑜́ 𝑎 𝑙𝑜𝑠 𝟼 𝑎𝑛̃𝑜𝑠, 𝑒𝑠𝑜 𝑦 𝑢𝑛 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑢𝑛𝑐𝑎 𝑑𝑒𝑏𝜄́ 𝑎𝑝𝑟𝑒𝑛𝑑𝑒𝑟. 𝑆𝑖𝑔𝑢𝑖𝑒𝑟𝑜𝑛 𝑎𝑛̃𝑜𝑠 𝑙𝑎𝑟𝑔𝑜𝑠, 𝑐𝑜𝑛𝑣𝑒𝑟𝑠𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑑𝑖𝑓𝜄́𝑐𝑖𝑙𝑒𝑠, 𝑐𝑢𝑙𝑝𝑎, 𝑑𝑜𝑙𝑜𝑟, 𝑦 𝑚𝑖 𝑓𝑎𝑚𝑖𝑙𝑖𝑎 𝑎𝑏𝑟𝑎𝑧𝑎́𝑛𝑑𝑜𝑚𝑒 𝑡𝑎𝑛 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑡𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑛 𝑜𝑐𝑎𝑠𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑛𝑜 𝑠𝑒𝑛𝑡𝜄́𝑎 𝑛𝑎𝑑𝑎 𝑚𝑎́𝑠. 𝐸𝑠𝑜 𝑒𝑠 𝑎𝑚𝑜𝑟, ¿𝑄𝑢𝑖𝑧𝑎́𝑠.ᐣ, 𝑛𝑜 𝑚𝑒 𝑑𝑖 𝑐𝑢𝑒𝑛𝑡𝑎 𝘩𝑎𝑠𝑡𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑐𝑎𝑟𝑔𝑎𝑟𝑜𝑛 𝑚𝑖 𝑚𝑎𝑙𝑒𝑡𝑎 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑐𝑎𝑟𝑟𝑜. 𝑀𝑎𝑚𝑎́ 𝑛𝑜 𝑚𝑒 𝑞𝑢𝑒𝑟𝜄́𝑎 𝑑𝑒𝑗𝑎𝑟 𝑖𝑟, 𝑛𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑎𝑠 𝑚𝑎𝑛𝑜𝑠 𝑠𝑒 𝑚𝑎𝑛𝑡𝑢𝑣𝑖𝑒𝑟𝑜𝑛 𝑗𝑢𝑛𝑡𝑎𝑠 𝑦 𝑙𝑎 𝑑𝑖𝑠𝑡𝑎𝑛𝑐𝑖𝑎 𝑐𝑟𝑒𝑐𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑠𝑒 𝑟𝑜𝑚𝑝𝑖𝑜́ 𝑒𝑛 𝑙𝑎 𝑝𝑢𝑛𝑡𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑑𝑜𝑠, 𝑦 𝑒𝑙𝑙𝑎 𝑠𝑢𝑠𝑝𝑖𝑟𝑜́ 𝑑𝑒 𝑎𝑙𝑖𝑣𝑖𝑜. 𝐿𝑜 𝑠𝑒𝑛𝑡𝜄́ 𝑒𝑛 𝑠𝑢 𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒, 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑠𝑖 𝑔𝑢𝑎𝑟𝑑𝑎𝑟𝑎 𝑙𝑎 𝑟𝑒𝑠𝑝𝑖𝑟𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑑𝑒 𝘩𝑎𝑐𝑒 𝑡𝑎𝑛𝑡𝑜 𝑡𝑖𝑒𝑚𝑝𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑜𝑙𝑣𝑖𝑑𝑜́ 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑎𝑛 𝑑𝑢𝑙𝑐𝑒 𝑒𝑟𝑎 𝑙𝑎 𝑏𝑟𝑖𝑠𝑎 𝑑𝑒 𝑣𝑒𝑟𝑎𝑛𝑜. 𝐶𝑜𝑟𝑟𝑖𝑜́ 𝑦 𝑙𝑎 𝑝𝑢𝑒𝑟𝑡𝑎 𝑠𝑒 𝑐𝑒𝑟𝑟𝑜́ 𝑑𝑒𝑡𝑟𝑎́𝑠 𝑑𝑒 𝑒𝑙𝑙𝑎, 𝑦 𝑙𝑎 𝑐𝑢𝑙𝑝𝑎 𝑠𝑖𝑔𝑢𝑖𝑜́, 𝑑𝑒𝑠𝑒𝑎𝑏𝑎 𝑙𝑙𝑜𝑟𝑎𝑟… 𝐸𝑠𝑜 𝑒𝑠 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝘩𝑎𝑐𝑒𝑠 𝑐𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑡𝑢 𝑝𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑎 𝑐𝑟𝑒𝑐𝑒 𝑦 𝑠𝑖𝑔𝑢𝑒 𝑎𝑑𝑒𝑙𝑎𝑛𝑡𝑒, 𝑙𝑙𝑜𝑟𝑎𝑠, 𝑠𝑢 𝑎𝑢𝑠𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎 𝑡𝑒 𝑑𝑢𝑒𝑙𝑒, 𝑙𝑎 𝑣𝑖𝑑𝑎 𝑐𝑎𝑚𝑏𝑖𝑎. 𝑃𝑒𝑟𝑜 𝑒𝑙𝑙𝑎 𝑠𝑜𝑙𝑜 𝑠𝑒𝑔𝑢𝜄́𝑎 𝑑𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑙𝑎𝑠 𝑔𝑟𝑎𝑐𝑖𝑎𝑠, 𝑠𝑖𝑛𝑡𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑢 𝑓𝑎𝑚𝑖𝑙𝑖𝑎 𝑎𝘩𝑜𝑟𝑎 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑏𝑎 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑟𝑎. — No le hagas caso, siempre fue un poquito dramática. 𝑃𝑎𝑝𝑎́ 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑛𝑡𝑜́ 𝑠𝑜𝑛𝑟𝑒𝜄́𝑟, 𝑒́𝑙 𝑛𝑜 𝑒𝑟𝑎 𝑢𝑛 𝘩𝑜𝑚𝑏𝑟𝑒 𝑑𝑒 𝑚𝑖𝑒𝑑𝑜𝑠, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑠𝜄́ 𝑑𝑒 𝑔𝑟𝑎𝑛𝑑𝑒𝑠 𝑣𝑎𝑙𝑒𝑛𝑡𝜄́𝑎𝑠 𝑦 𝑢𝑛 𝑝𝑒𝑠𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝘩𝑜𝑦 𝑠𝑒 𝑝𝑎𝑟𝑡𝜄́𝑎 𝑎 𝑙𝑎 𝑚𝑖𝑡𝑎𝑑. 𝑁𝑜 𝑒𝑟𝑎 𝑡𝑜𝑛𝑡𝑜, 𝑡𝑎𝑚𝑝𝑜𝑐𝑜 𝑙𝑎 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎 𝑚𝑎́𝑠 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑙𝑖𝑔𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑑𝑒𝑙 𝑝𝑙𝑎𝑛𝑒𝑡𝑎, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑠𝜄́ 𝑙𝑜 𝑠𝑢𝑓𝑖𝑐𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑝𝑜𝑑𝑒𝑟 𝑣𝑒𝑟 𝑎 𝑡𝑟𝑎𝑣𝑒́𝑠 𝑑𝑒 𝑠𝑢 𝑒𝑠𝑝𝑜𝑠𝑎 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑠𝑖 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑎 𝑢𝑛𝑎 𝑣𝑒𝑛𝑡𝑎𝑛𝑎 𝑟𝑒𝑐𝑖𝑒́𝑛 𝑝𝑢𝑙𝑖𝑑𝑎. 𝑁𝑜 𝑣𝑜𝑦 𝑎 𝑚𝑒𝑛𝑡𝑖𝑟, 𝑚𝑖 𝑟𝑜𝑠𝑡𝑟𝑜 𝑡𝑎𝑚𝑝𝑜𝑐𝑜 𝑒𝑟𝑎 𝑢𝑛 𝑎𝑠 𝑑𝑒 𝑐𝑜𝑝𝑎𝑠 𝑒𝑛 𝑒𝑠𝑒 𝑚𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜. 𝑈𝑛𝑎 𝑟𝑒𝑔𝑙𝑎 𝑡𝑎𝑐𝑖𝑡𝑎, 𝑛𝑎𝑑𝑎 𝑑𝑒 𝑧𝑎𝑝𝑎𝑡𝑜𝑠, 𝑏𝑖𝑐𝑖𝑐𝑙𝑒𝑡𝑎𝑠, 𝑝𝑎𝑡𝑖𝑛𝑒𝑠 𝑛𝑖 𝑚𝑒𝑛𝑡𝑎𝑙𝑖𝑠𝑚𝑜 𝑑𝑒𝑛𝑡𝑟𝑜 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑐𝑎𝑠𝑎, 𝑢𝑛𝑜 𝘩𝑎𝑐𝑒 𝑙𝑜 𝑚𝑒𝑗𝑜𝑟 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑖𝑟 𝑙𝑎𝑠 𝑟𝑒𝑔𝑙𝑎𝑠 𝘩𝑎𝑠𝑡𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑢𝑛 𝑑𝜄́𝑎 𝑡𝑒 𝑑𝑒𝑡𝑖𝑒𝑛𝑒𝑠 𝑦 𝑒𝑠𝑡𝑎́𝑠 𝑎 𝑙𝑎 𝑚𝑖𝑡𝑎𝑑 𝑑𝑒𝑙 𝑝𝑎𝑠𝑖𝑙𝑙𝑜 𝑎𝑟𝑟𝑎𝑠𝑡𝑟𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑙𝑜𝑑𝑜, 𝑢 𝑜𝑦𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑢𝑛 𝑝𝑒𝑛𝑠𝑎𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜. 𝑇𝑜𝑑𝑜𝑠 𝑙𝑜 𝑠𝑎𝑏𝜄́𝑎𝑚𝑜𝑠, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑛𝑡𝑎́𝑏𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑓𝑖𝑛𝑔𝑖𝑟 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑟𝑎 𝑣𝑜𝑙𝑢𝑛𝑡𝑎𝑟𝑖𝑜, 𝑒́𝑙 𝑠𝑎𝑏𝜄́𝑎, 𝑜 𝑞𝑢𝑖𝑧𝑎́𝑠 𝑣𝑒𝜄́𝑎 𝑚𝑎́𝑠 𝑎𝑙𝑙𝑎́ 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝑚𝑒𝑛𝑡𝑖𝑟𝑎. — Te amamos, eso no va a cambiar nunca. — 𝐸𝑠𝑐𝑜𝑔𝜄́ 𝑛𝑜 𝑟𝑒𝑠𝑝𝑜𝑛𝑑𝑒𝑟, 𝑑𝑒𝑠𝑐𝑎𝑛𝑠𝑎𝑟 𝑙𝑎 𝑓𝑟𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑎 𝑙𝑎 𝑣𝑒𝑛𝑡𝑎𝑛𝑖𝑙𝑙𝑎 𝑦 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑎 𝑣𝑖𝑏𝑟𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑖𝑟𝑟𝑒𝑔𝑢𝑙𝑎𝑟 𝑣𝑎𝑐𝑖𝑎𝑟𝑎 𝑚𝑖 𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑐𝑜𝑛 𝑑𝑒𝑠𝑎𝑠𝑜𝑠𝑖𝑒𝑔𝑜 𝑎𝑟𝑡𝑖𝑓𝑖𝑐𝑖𝑎𝑙. 𝐴𝑢́𝑛 𝑛𝑜 𝑙𝑙𝑒𝑔𝑎𝑏𝑎 𝑎𝑙 𝑖𝑛𝑠𝑡𝑖𝑡𝑢𝑡𝑜 𝑦 𝑦𝑎 𝑒𝑙 𝑚𝑢𝑛𝑑𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑜𝑐𝜄́𝑎 𝑒𝑟𝑎 𝑢𝑛𝑎 𝑚𝑒𝑚𝑜𝑟𝑖𝑎 𝑑𝑖𝑠𝑡𝑎𝑛𝑡𝑒, ¿𝑃𝑜𝑟 𝑞𝑢𝑒́ 𝑛𝑜 𝑝𝑜𝑑𝜄́𝑎 𝑓𝑖𝑛𝑔𝑖𝑟.ᐣ, ¿𝑆𝑖𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑎 𝑙𝑜 𝘩𝑎𝑏𝜄́𝑎 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑛𝑡𝑎𝑑𝑜.ᐣ, ¿𝐶𝑢𝑎́𝑛𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑒𝑠𝑜 𝑒𝑟𝑎 𝑢𝑛 𝑝𝑒𝑛𝑠𝑎𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑖𝑛𝑡𝑟𝑢𝑠𝑖𝑣𝑜 𝑦 𝑐𝑢𝑎𝑛𝑡𝑜 𝑎𝑙𝑔𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑢𝑣𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑠𝑐𝑜𝑛𝑑𝑒𝑟 𝑑𝑒𝑠𝑑𝑒 𝑒𝑙 𝑝𝑟𝑖𝑛𝑐𝑖𝑝𝑖𝑜.ᐣ 𝐿𝑎 𝑚𝑢́𝑠𝑖𝑐𝑎 𝑠𝑒 𝑓𝑟𝑒𝑛𝑜́ 𝑒𝑛 𝑠𝑒𝑐𝑜, 𝑢𝑛 𝑠𝑒𝑔𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑛𝑜𝑡𝑖𝑐𝑖𝑎𝑠 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑙𝑎 𝑝𝑟𝑜𝑝𝑎𝑔𝑎𝑛𝑑𝑎. 𝐸𝑙 𝑚𝑢𝑛𝑑𝑜 𝑠𝑒 𝑣𝑜𝑙𝑣𝜄́𝑎 𝑢𝑛 𝑝𝑜𝑐𝑜 𝑚𝑎́𝑠 𝑐𝑟𝑢𝑒𝑙, 𝑙𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑙𝑜𝑟𝑒𝑠 𝑠𝑒 𝑑𝑒𝑓𝑖𝑛𝜄́𝑎𝑛 𝘩𝑎𝑠𝑡𝑎 𝑠𝑒𝑝𝑎𝑟𝑎𝑟𝑠𝑒, 𝑦 𝑜𝑡𝑟𝑎 𝑣𝑒𝑧 𝑢𝑛𝑎 𝑛𝑜𝑡𝑖𝑐𝑖𝑎 𝑠𝑜𝑏𝑟𝑒 𝑢𝑛 𝑚𝑢𝑡𝑎𝑛𝑡𝑒 𝑒𝑠𝑝𝑎𝑛𝑡𝑜𝑠𝑜 𝘩𝑎𝑐𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑎𝑙𝑔𝑜 𝑡𝑒𝑟𝑟𝑖𝑏𝑙𝑒. 𝑇𝑎𝑙 𝑣𝑒𝑧… 𝑆𝑜𝑙𝑜 𝑡𝑎𝑙 𝑣𝑒𝑧, 𝑎𝑠𝜄́ 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑟𝜄́𝑎𝑛 𝑎 𝑠𝑎𝑙𝑣𝑜. 𝑂 𝑒𝑟𝑎 𝑢𝑛𝑎 𝑒𝑠𝑡𝑢́𝑝𝑖𝑑𝑎 𝑒𝑥𝑐𝑢𝑠𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑛𝑜 𝑠𝑒𝑛𝑡𝑖𝑟 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑢 𝑝𝑟𝑜𝑝𝑖𝑎 𝑓𝑎𝑚𝑖𝑙𝑖𝑎 𝑙𝑒 𝑐𝑟𝑒𝜄́𝑎 𝑚𝑎́𝑠 𝑎 𝑙𝑎 𝑡𝑒𝑙𝑒𝑣𝑖𝑠𝑖𝑜́𝑛 𝑞𝑢𝑒 𝑎 𝑒𝑙𝑙𝑎 𝑦 𝑐𝑜𝑚𝑒𝑛𝑧𝑎𝑟𝑜𝑛 𝑎 𝑑𝑒𝑗𝑎𝑟𝑠𝑒 𝑙𝑙𝑒𝑣𝑎𝑟 𝑝𝑜𝑟 𝑒𝑙 𝑓𝑎𝑛𝑡𝑎𝑠𝑚𝑎 𝑋.
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  • Vamos a cambiar los tiempos ,se que puedo arreglarlo !
    Esperame alastor voy por ti!

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  • -crees que me ajusta bien? O deberia cambiarme
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  • Aveces tomamos los caminos , faciles pero eso fue lo que paso y se que ahora buscas como cambiar eso.
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  • Las campanas suenan tres veces. El aire cambia en la Casa. Los pasillos se iluminan con faroles que desprenden una cálida luz y un apetecible aroma a tostado. Una puerta se abre en el ala este, revelando un comedor amplio y majestuoso, cubierto de polvo fino que no alcanza a opacar su esplendor.

    Candelabros de plata y velas altas que alumbran más de lo natural lanzan sombras largas por los muros decorados con tapices extraños, pinturas antiguas y pequeñas estatuillas que parecen cambiar de expresión si se las mira fijo.

    En el centro, una mesa exquisitamente servida espera.

    Hay tantos cubiertos como habitantes en la Casa.

    Todo está dispuesto. Cada silla lleva un nombre tallado en un cartoncito desgastado.

    Frente a cada plato, una copa de vino oscuro como tinta. Un aroma embriagador emana de ella: dulce, especiado, con una nota lejana de algo extrañamente familiar.

    Hay algo en el vino que invita a hablar, pero no permite mentir. Quien beba, hablará. Tal vez solo un detalle, tal vez toda una vida.

    Instrucciones:

    ¡Nuestro primer rol grupal! Las respuestas se darán en esta misma publicación, respetando el orden de llegada.

    Describe cómo llega tu personaje a la cena. ¿Va con desconfianza? ¿Bien vestido? ¿Qué siente? ¿Qué piensa?

    ¿Bebe del vino? Si lo hace, revela un dato personal, una emoción o recuerdo que el vino le obliga a confesar.

    Puedes comenzar con un monólogo, interactuar con otros personajes o simplemente observar.

    Participantes:

    El Murmullo
    Isidro Rubio Villa de Montemar
    Bella Mortem
    Kalhi NigDurgae
    Ashes
    Las campanas suenan tres veces. El aire cambia en la Casa. Los pasillos se iluminan con faroles que desprenden una cálida luz y un apetecible aroma a tostado. Una puerta se abre en el ala este, revelando un comedor amplio y majestuoso, cubierto de polvo fino que no alcanza a opacar su esplendor. Candelabros de plata y velas altas que alumbran más de lo natural lanzan sombras largas por los muros decorados con tapices extraños, pinturas antiguas y pequeñas estatuillas que parecen cambiar de expresión si se las mira fijo. En el centro, una mesa exquisitamente servida espera. Hay tantos cubiertos como habitantes en la Casa. Todo está dispuesto. Cada silla lleva un nombre tallado en un cartoncito desgastado. Frente a cada plato, una copa de vino oscuro como tinta. Un aroma embriagador emana de ella: dulce, especiado, con una nota lejana de algo extrañamente familiar. Hay algo en el vino que invita a hablar, pero no permite mentir. Quien beba, hablará. Tal vez solo un detalle, tal vez toda una vida. 🔮 Instrucciones: ¡Nuestro primer rol grupal! Las respuestas se darán en esta misma publicación, respetando el orden de llegada. Describe cómo llega tu personaje a la cena. ¿Va con desconfianza? ¿Bien vestido? ¿Qué siente? ¿Qué piensa? ¿Bebe del vino? Si lo hace, revela un dato personal, una emoción o recuerdo que el vino le obliga a confesar. Puedes comenzar con un monólogo, interactuar con otros personajes o simplemente observar. 🎭 Participantes: [spark_orange_mouse_555] [isimont12] [callefalsa123] [kalh1] [Ashes_Corben]
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  • #Mundoalterno

    Los años habían pasado, casi siete para ser exactos, siete años de un aislamiento torturarte, de intentos de huidas, de guerra, de desesperación.
    Con el tiempo Mikhail y su compañero, Ray, habían logrado acostumbrarse a aquella situación, dando todo por perdido se habían instalado en aquel pueblo, somentidos a la voluntad de quienes lo dominaban, agradecidos al menos de seguir con vida.
    Nada parecía cambiar, más allá de unas pocas ocasiones donde casi habían logrado escapar, pero fue inútil. Finalmente, una madrugada pasó lo que tanto habían ansiado, unos soldados extranjeros habían pasado por la zona y habían tenido la suerte de encontrarlos, hablaban inglés y el rescate fue inmediato.

    Tanto Mika como su compañero pidieron a las autoridades no hacer un escándalo al respecto, ni revelarlo antes de poder reunirse con sus familiares y definitivamente irían con todo contra la universidad, pero eso no era lo importante ahora. Entre lágrimas y mil emociones, ambos amigos acordaron no decir nada a las familias del otro, es así que cada uno por su lado, luego de regresar a su país, marcharon hacia sus hogares.

    En todos esos años Mika había cambiado demasiado, a penas y hablaba con su compañero y se había limitado a sobrevivir, jamás se había perdonado, no podía perdonarse, el haber dejado a su amado, a su hijo, él haber roto su promesa. Cuando llegó a la ciudad se sentía un extraño, como si todo lo que había construido en su vida ya no existiera, incluso se cuestionó si realmente volvería.
    No sabía nada de su familia, ni de su prometido y su hijo... Él tendría unos ¿Ocho años? Era un bebé, ni siquiera podía imaginarselo y ¿ Heeseung ? Ni siquiera sé atrevía a pensar en él, todos los años que había estado pensando que moriría solo deseaba que hubiera podido reconstruir su vida sin él y ahora que había regresado, esa idea lo atormentaba.

    Llegó primero a la casa de sus padres, la emoción fue casi indescriptible, horas de llantos, sustos, crisis, momentos de no creer, pero allí estaba. Tanto sus padres como Seiya habían querido llamar a Heeseung de inmediato, pero Mika les pidió que no lo hicieran, en cambio le dijo a su hermano que lo llamara más tarde y que lo invitara a casa de sus padres para esperarlo allí y solo unas horas después, cuando Mika logró ducharse y descansar, aunque los años le habían cobrando un poco, se encontraba en la sala, esperando a quien seguía siendo, para él, el amor de su vida.

    Hee Park
    #Mundoalterno Los años habían pasado, casi siete para ser exactos, siete años de un aislamiento torturarte, de intentos de huidas, de guerra, de desesperación. Con el tiempo Mikhail y su compañero, Ray, habían logrado acostumbrarse a aquella situación, dando todo por perdido se habían instalado en aquel pueblo, somentidos a la voluntad de quienes lo dominaban, agradecidos al menos de seguir con vida. Nada parecía cambiar, más allá de unas pocas ocasiones donde casi habían logrado escapar, pero fue inútil. Finalmente, una madrugada pasó lo que tanto habían ansiado, unos soldados extranjeros habían pasado por la zona y habían tenido la suerte de encontrarlos, hablaban inglés y el rescate fue inmediato. Tanto Mika como su compañero pidieron a las autoridades no hacer un escándalo al respecto, ni revelarlo antes de poder reunirse con sus familiares y definitivamente irían con todo contra la universidad, pero eso no era lo importante ahora. Entre lágrimas y mil emociones, ambos amigos acordaron no decir nada a las familias del otro, es así que cada uno por su lado, luego de regresar a su país, marcharon hacia sus hogares. En todos esos años Mika había cambiado demasiado, a penas y hablaba con su compañero y se había limitado a sobrevivir, jamás se había perdonado, no podía perdonarse, el haber dejado a su amado, a su hijo, él haber roto su promesa. Cuando llegó a la ciudad se sentía un extraño, como si todo lo que había construido en su vida ya no existiera, incluso se cuestionó si realmente volvería. No sabía nada de su familia, ni de su prometido y su hijo... Él tendría unos ¿Ocho años? Era un bebé, ni siquiera podía imaginarselo y ¿ Heeseung ? Ni siquiera sé atrevía a pensar en él, todos los años que había estado pensando que moriría solo deseaba que hubiera podido reconstruir su vida sin él y ahora que había regresado, esa idea lo atormentaba. Llegó primero a la casa de sus padres, la emoción fue casi indescriptible, horas de llantos, sustos, crisis, momentos de no creer, pero allí estaba. Tanto sus padres como Seiya habían querido llamar a Heeseung de inmediato, pero Mika les pidió que no lo hicieran, en cambio le dijo a su hermano que lo llamara más tarde y que lo invitara a casa de sus padres para esperarlo allí y solo unas horas después, cuando Mika logró ducharse y descansar, aunque los años le habían cobrando un poco, se encontraba en la sala, esperando a quien seguía siendo, para él, el amor de su vida. [Park_space12]
    Me entristece
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  • El cartel del viejo teatro se reflejaba en el charco como un recuerdo al revés. Las letras bailaban al ritmo del paso lento de Joon, que no hacía esfuerzo alguno por esquivarlas. La suela de sus botas se hundía en el agua como si el concreto todavía intentara aferrarlo a ese lugar que ya no iba a ser suyo.

    Llevaba el abrigo cerrado hasta el cuello. No por el frío, sino por costumbre. La carta oficial estaba doblada en el bolsillo interior, junto con una nota escrita a mano de alguien que alguna vez le prometió que el destino no importaba si se caminaba juntos.

    Otra ciudad. Otra estación. Otros nombres que no sabrán cómo toma el té ni por qué duerme con los pies colgando del colchón.

    Joon pensaba en su apartamento. En los marcos sin fotos. En el olor de los libros viejos, del café a medio terminar. En las noches que no podía dormir por pensar demasiado, y en las que no dormía porque prefería escuchar cómo ronroneaba Mandarino sobre sus papeles. Mandarino. El único que se iba con él.

    Aunque…
    Él ya tenía claro que su gato no iba a quedarse callado todo el viaje. Sabía bien cuándo alguien necesitaba cambiar de aire, y Joon… tal vez… no era el único que debía hacerlo.

    Las luces de la ciudad se reflejaban en el suelo mojado como si intentaran atraparlo por última vez. Pero ya era tarde. Las despedidas no dolían tanto como el saber que había llegado a querer ese lugar, aunque nunca lo admitiera.

    Y ahora solo quedaba caminar. Una calle más. Un recuerdo menos. Y la esperanza silenciosa de que quizás, solo quizás… alguien abriría la puerta en la próxima estación y lo llamaría por su nombre como si ya supiera quién era.



    #nightfallrevenge - Una nueva misión




    // Por ahora, Joon se va a otra ciudad.
    Sigo con los roles pendientes, no se preocupen.
    Solo que los intentos nuevos no han resultado como esperaba, o quizá aún no llegan las personas indicadas para conectar con él. No me iré del todo, pero las ganas bajaron un poco.
    Gracias por querer a mi niño hasta aquí. Cuando vuelva la inspiración, él también estará de vuelta.
    El cartel del viejo teatro se reflejaba en el charco como un recuerdo al revés. Las letras bailaban al ritmo del paso lento de Joon, que no hacía esfuerzo alguno por esquivarlas. La suela de sus botas se hundía en el agua como si el concreto todavía intentara aferrarlo a ese lugar que ya no iba a ser suyo. Llevaba el abrigo cerrado hasta el cuello. No por el frío, sino por costumbre. La carta oficial estaba doblada en el bolsillo interior, junto con una nota escrita a mano de alguien que alguna vez le prometió que el destino no importaba si se caminaba juntos. Otra ciudad. Otra estación. Otros nombres que no sabrán cómo toma el té ni por qué duerme con los pies colgando del colchón. Joon pensaba en su apartamento. En los marcos sin fotos. En el olor de los libros viejos, del café a medio terminar. En las noches que no podía dormir por pensar demasiado, y en las que no dormía porque prefería escuchar cómo ronroneaba Mandarino sobre sus papeles. Mandarino. El único que se iba con él. Aunque… Él ya tenía claro que su gato no iba a quedarse callado todo el viaje. Sabía bien cuándo alguien necesitaba cambiar de aire, y Joon… tal vez… no era el único que debía hacerlo. Las luces de la ciudad se reflejaban en el suelo mojado como si intentaran atraparlo por última vez. Pero ya era tarde. Las despedidas no dolían tanto como el saber que había llegado a querer ese lugar, aunque nunca lo admitiera. Y ahora solo quedaba caminar. Una calle más. Un recuerdo menos. Y la esperanza silenciosa de que quizás, solo quizás… alguien abriría la puerta en la próxima estación y lo llamaría por su nombre como si ya supiera quién era. #nightfallrevenge - Una nueva misión // Por ahora, Joon se va a otra ciudad. Sigo con los roles pendientes, no se preocupen. Solo que los intentos nuevos no han resultado como esperaba, o quizá aún no llegan las personas indicadas para conectar con él. No me iré del todo, pero las ganas bajaron un poco. Gracias por querer a mi niño hasta aquí. Cuando vuelva la inspiración, él también estará de vuelta. 🥀✨
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  • | Tenía pensado cambiarlo a una ilustración de mi autoría pero he visto este editor y aaaghhhh me ha encantado TT_TT. Aprecien a mi tarada tanto como yo lo hago!!!! (・∀・)ノ |
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  • Conoce tu nuevo hogar:

    La Casa de los Susurros no figura en ningún mapa. No tiene dirección postal, ni código, ni nombre registrado. Aparece solo ante quienes la necesitan, cuando la oscuridad interna es más densa que la del mundo exterior.

    Desde fuera, se alza como una mansión antigua, gótica, de piedra ennegrecida y ventanales oscuros. El jardín está cubierto por una maleza ordenada, como si la misma naturaleza supiera respetar el diseño de los parques y jardines que la rodean.

    El interior es amplio, anticuado pero cuidado, la memoria de lo que alguna vez fue la mantiene viva. Alfombras rojas gastadas recorren los pasillos, las escaleras crujen bajo el peso de recuerdos, y los candelabros emiten una luz cálida, espesa, que proyecta sombras suaves pero persistentes.

    Las habitaciones parecen despertar al tacto del huésped. Cada una es distinta, personalizada como si la Casa leyera las necesidades quienes entran. Cada habitación es distinta. Algunas recuerdan a salones de épocas pasadas, otras son más íntimas, cubiertas de espejos viejos, fotografías sin fecha o relojes detenidos. Los pasillos parecen cambiar de forma según quién los recorra. Hay lugares donde uno jura haber estado antes... aunque no sepa cuándo.

    La Casa de los Susurros te observa. Te escucha.
    Y, si te permite entrar, es porque algo en ti está a punto de revelarse.
    Conoce tu nuevo hogar: La Casa de los Susurros no figura en ningún mapa. No tiene dirección postal, ni código, ni nombre registrado. Aparece solo ante quienes la necesitan, cuando la oscuridad interna es más densa que la del mundo exterior. Desde fuera, se alza como una mansión antigua, gótica, de piedra ennegrecida y ventanales oscuros. El jardín está cubierto por una maleza ordenada, como si la misma naturaleza supiera respetar el diseño de los parques y jardines que la rodean. El interior es amplio, anticuado pero cuidado, la memoria de lo que alguna vez fue la mantiene viva. Alfombras rojas gastadas recorren los pasillos, las escaleras crujen bajo el peso de recuerdos, y los candelabros emiten una luz cálida, espesa, que proyecta sombras suaves pero persistentes. Las habitaciones parecen despertar al tacto del huésped. Cada una es distinta, personalizada como si la Casa leyera las necesidades quienes entran. Cada habitación es distinta. Algunas recuerdan a salones de épocas pasadas, otras son más íntimas, cubiertas de espejos viejos, fotografías sin fecha o relojes detenidos. Los pasillos parecen cambiar de forma según quién los recorra. Hay lugares donde uno jura haber estado antes... aunque no sepa cuándo. La Casa de los Susurros te observa. Te escucha. Y, si te permite entrar, es porque algo en ti está a punto de revelarse.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    || A veces me siento como una vendedora de sushi al preguntarles " ¿Qué rol quieres llevar? Será mejor cambiarlo a: ¿Cuál es el rol de tu interés? ¿Que intenciones tienes con el sushi? (???)
    || A veces me siento como una vendedora de sushi al preguntarles " ¿Qué rol quieres llevar? Será mejor cambiarlo a: ¿Cuál es el rol de tu interés? ¿Que intenciones tienes con el sushi? (???)
    Me enjaja
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