• Reunión de Negocios
    Fandom OC
    Categoría Contemporáneo


    El aire olía una mezcla pérfida de óxido, nicotina, sangre y encierro. Las paredes de hormigón, desnudas y sudorosas temblaban ocasionalmente ante las vibraciones de la estruendosa música y las zancadas de los bailarines que se encontraban por sobre ellos, reflejaban el temblor de la única bombilla que colgaba del techo, oscilando como un péndulo maldito. En el centro, una silla de metal, maltratada y torcida, sostenía a un hombre desnudo, constreñido de brazos y piernas a través de esposas de acero. Su cuerpo maltrecho, ya víctima de horas de una labor espeluznante, seguía siendo mancillado por el autor del dolor que le padece. - “No sabes lo feliz que soy… Siempre quise cumplir esta fantasía.” murmuró, acariciando la mejilla del prisionero con el filo de una cuchilla—. "Y tú, amigo mío, tú y yo, nos divertiremos tanto..."

    Tras él, Christopher avanzo despacio hacia el torturador, cuál artista contempla un lienzo de un cuadro sin terminar, sus zapatos resonando en el silencio. Llevaba un traje negro, impecable, como si el horror fuera solo un formalismo más a la velada. Extendió la mano tocando el hombro del degenerado que suponía uno de sus tantos clientes. – “Recuerda, tómate tu tiempo, no debes matarle de inmediato… Déjalo marinar en el dolor y en tres días más, puedes llegar a tu tan ansiado clímax.” -Dijo el ángel caído, su voz era almíbar a los oídos, como una caricia de seda auditiva, le acompañaba un aire que, a la vez de cautivador, cargaban un dejo de malicia inhumana. – “No antes y si llegas a desobedecerme, serás tú quién esté sentado en la silla. Recuerda, no eres la única alma con este tipo de deseos.” Agregó último, un mensaje disonante de la dulzura de su tono al hablar, cargado de una autoridad y tensión astronómicas. El enfermo mental le respondió de vuelta, asintiendo en silencio, mudo del nerviosismo que le provocaba la presencia del Demonio. Sin más que hacer, se dio media vuelta y se alejó caminando, subiendo por las escaleras y abriendo la puerta que daba salida del sótano. Una vez afuera, en uno de los pasillos interiores exclusivos para empleados, extrajo de su bolsillo el teléfono móvil que había extraído de su traicionero cliente y lo usó para enviar un mensaje de texto a la prestadora de servicios, aquella que, según su confesión, podía hacer los sueños realidad.

    Este reza: “No lo puedo creer, se hizo realidad, gané la lotería y ahora soy rico, gracias, gracias, muchísimas gracias, realmente todo lo que dijiste era cierto. Mira, conversé con un amigo, él no me creía hasta que saqué el premio gordo, ahora se está muriendo por conocerte y pedirte tus servicios ya que desea encontrar su alma gemela, el amor verdadero y todas esas cosas cursis. Su nombre es Christopher. Dijo que te esperaría mañana al medio día aparcado en un automóvil en el Downtown de Los Ángeles, California, frente al parque Gloria Molina, no creo que te cueste encontrarlo, maneja un auto muy costoso.”

    Una vez apretado el botón de envío, dejó caer el dispositivo al suelo para rematarlo con un pisotón que lo desquebrajó bajo el peso de su suela. - “Esto será interesante.” Musitó para si mismo con una sonrisa dibujada en su pálido rostro y prosiguió con sus tareas nocturnas, atendiendo los quehaceres de la fiesta desenfrenada que se viven rutinariamente en local; Simplemente otra noche más en “The Ministry” Nightclub.

    Al día siguiente a las 12 del día.

    Un Bugatti Veyron descansaba junto al parque Gloria Molina como un felino exótico dormido sobre el asfalto. Su carrocería negra bruñida, un abismo con reflejos de obsidiana que absorbía la luz del mediodía, devolviéndola en destellos que dibujan sus curvas perfectas. Para algunos, símbolo de poder y riqueza, para otros, envidia y de sobrecompensación. Una cosa es cierta, la desfachatez de que estuviera en público robaba numerosas miradas de los transeúntes, quienes se preguntarían, “¿Quién moraría en su interior?”, más los vidrios polarizados no dejarían que ningún ojo intrusivo descubriera secreto alguno. Mientras tanto en la cercanía los niños corrían en el parque, las risas flotando en el aire como globos desatados, pero sus ojos se volvían una y otra vez hacia aquella bestia mecánica. Y el Veyron respondía a sus ojos, no con ruido, no lo necesitaba, su mera presencia era un estandarte de opulencia contenida.


    -

    Starter dirigido a Svetla Le’ron
    El aire olía una mezcla pérfida de óxido, nicotina, sangre y encierro. Las paredes de hormigón, desnudas y sudorosas temblaban ocasionalmente ante las vibraciones de la estruendosa música y las zancadas de los bailarines que se encontraban por sobre ellos, reflejaban el temblor de la única bombilla que colgaba del techo, oscilando como un péndulo maldito. En el centro, una silla de metal, maltratada y torcida, sostenía a un hombre desnudo, constreñido de brazos y piernas a través de esposas de acero. Su cuerpo maltrecho, ya víctima de horas de una labor espeluznante, seguía siendo mancillado por el autor del dolor que le padece. - “No sabes lo feliz que soy… Siempre quise cumplir esta fantasía.” murmuró, acariciando la mejilla del prisionero con el filo de una cuchilla—. "Y tú, amigo mío, tú y yo, nos divertiremos tanto..." Tras él, Christopher avanzo despacio hacia el torturador, cuál artista contempla un lienzo de un cuadro sin terminar, sus zapatos resonando en el silencio. Llevaba un traje negro, impecable, como si el horror fuera solo un formalismo más a la velada. Extendió la mano tocando el hombro del degenerado que suponía uno de sus tantos clientes. – “Recuerda, tómate tu tiempo, no debes matarle de inmediato… Déjalo marinar en el dolor y en tres días más, puedes llegar a tu tan ansiado clímax.” -Dijo el ángel caído, su voz era almíbar a los oídos, como una caricia de seda auditiva, le acompañaba un aire que, a la vez de cautivador, cargaban un dejo de malicia inhumana. – “No antes y si llegas a desobedecerme, serás tú quién esté sentado en la silla. Recuerda, no eres la única alma con este tipo de deseos.” Agregó último, un mensaje disonante de la dulzura de su tono al hablar, cargado de una autoridad y tensión astronómicas. El enfermo mental le respondió de vuelta, asintiendo en silencio, mudo del nerviosismo que le provocaba la presencia del Demonio. Sin más que hacer, se dio media vuelta y se alejó caminando, subiendo por las escaleras y abriendo la puerta que daba salida del sótano. Una vez afuera, en uno de los pasillos interiores exclusivos para empleados, extrajo de su bolsillo el teléfono móvil que había extraído de su traicionero cliente y lo usó para enviar un mensaje de texto a la prestadora de servicios, aquella que, según su confesión, podía hacer los sueños realidad. Este reza: “No lo puedo creer, se hizo realidad, gané la lotería y ahora soy rico, gracias, gracias, muchísimas gracias, realmente todo lo que dijiste era cierto. Mira, conversé con un amigo, él no me creía hasta que saqué el premio gordo, ahora se está muriendo por conocerte y pedirte tus servicios ya que desea encontrar su alma gemela, el amor verdadero y todas esas cosas cursis. Su nombre es Christopher. Dijo que te esperaría mañana al medio día aparcado en un automóvil en el Downtown de Los Ángeles, California, frente al parque Gloria Molina, no creo que te cueste encontrarlo, maneja un auto muy costoso.” Una vez apretado el botón de envío, dejó caer el dispositivo al suelo para rematarlo con un pisotón que lo desquebrajó bajo el peso de su suela. - “Esto será interesante.” Musitó para si mismo con una sonrisa dibujada en su pálido rostro y prosiguió con sus tareas nocturnas, atendiendo los quehaceres de la fiesta desenfrenada que se viven rutinariamente en local; Simplemente otra noche más en “The Ministry” Nightclub. Al día siguiente a las 12 del día. Un Bugatti Veyron descansaba junto al parque Gloria Molina como un felino exótico dormido sobre el asfalto. Su carrocería negra bruñida, un abismo con reflejos de obsidiana que absorbía la luz del mediodía, devolviéndola en destellos que dibujan sus curvas perfectas. Para algunos, símbolo de poder y riqueza, para otros, envidia y de sobrecompensación. Una cosa es cierta, la desfachatez de que estuviera en público robaba numerosas miradas de los transeúntes, quienes se preguntarían, “¿Quién moraría en su interior?”, más los vidrios polarizados no dejarían que ningún ojo intrusivo descubriera secreto alguno. Mientras tanto en la cercanía los niños corrían en el parque, las risas flotando en el aire como globos desatados, pero sus ojos se volvían una y otra vez hacia aquella bestia mecánica. Y el Veyron respondía a sus ojos, no con ruido, no lo necesitaba, su mera presencia era un estandarte de opulencia contenida. - Starter dirigido a [Svetlaler0n]
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  • El sol brillaba intensamente sobre Mondstadt, y la brisa suave traía consigo el aroma de flores y pan recién horneado. Jean Gunnhildr, la joven líder de los Caballeros de Favonius, se encontraba en el campo, supervisando los preparativos para el próximo festival.

    Vestía una impecable camisa de botones, blanca y ajustada, que realzaba su figura atlética. Mientras caminaba, consultando un pergamino sobre la organización del evento, un repentino giro de viento sopló con fuerza, haciendo que la camisa se abriera ligeramente en el botón superior, revelando un destello de su collar.

    Jean sonrió ligeramente, sintiéndose un poco cohibida, pero se recompuso rápidamente y siguió adelante con su trabajo, decidida a no dejar que nada la distrajera de su deber. A pesar de lo inesperado de la situación, su expresión reflejaba determinación y profesionalismo, características que todos en Mondstadt admiraban.
    El sol brillaba intensamente sobre Mondstadt, y la brisa suave traía consigo el aroma de flores y pan recién horneado. Jean Gunnhildr, la joven líder de los Caballeros de Favonius, se encontraba en el campo, supervisando los preparativos para el próximo festival. Vestía una impecable camisa de botones, blanca y ajustada, que realzaba su figura atlética. Mientras caminaba, consultando un pergamino sobre la organización del evento, un repentino giro de viento sopló con fuerza, haciendo que la camisa se abriera ligeramente en el botón superior, revelando un destello de su collar. Jean sonrió ligeramente, sintiéndose un poco cohibida, pero se recompuso rápidamente y siguió adelante con su trabajo, decidida a no dejar que nada la distrajera de su deber. A pesar de lo inesperado de la situación, su expresión reflejaba determinación y profesionalismo, características que todos en Mondstadt admiraban.
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  • Ruido de tregua | Evie
    Fandom OC
    Categoría Slice of Life
    Había pasado toda la mañana distraído. Desde el comentario que Evie había hecho sobre "acostumbrarse a todo" había quedado con un sinsabor que no lo dejaba tranquilo.

    Usualmente salía a correr en las mañana pero ese día había vuelto 20 minutos antes porque no paraba de pensar en que ella tenía razón. Bobby simplemente había desaparecido sin decirle nada ¿y de alguna forma esperaba que no se molestara? Al fin al cabo había sido ella quien le había dado una mano cuando no pudo volver a casa y él ni siquiera recordaba haberle dado las gracias.

    Necesitaba disculparse. Se dio una ducha, comió algo ligero y salió de casa. En el camino pasó por un food truck y se dirigió a la casa de Evie con la esperanza de suavizar las cosas.

    Al llegar, tocó el timbre... "¿y si está dormida?" pensó. Sabía que Evie trabajaba en el turno de la noche y esa podía ser una posibilidad. Comenzó a presionar el botón una y otra vez. Concluyendo que solo despegaría el dedo del timbre cuando obtuviera una respuesta.

    ⌇˚₊· ᥱviᥱ 🫐
    Había pasado toda la mañana distraído. Desde el comentario que Evie había hecho sobre "acostumbrarse a todo" había quedado con un sinsabor que no lo dejaba tranquilo. Usualmente salía a correr en las mañana pero ese día había vuelto 20 minutos antes porque no paraba de pensar en que ella tenía razón. Bobby simplemente había desaparecido sin decirle nada ¿y de alguna forma esperaba que no se molestara? Al fin al cabo había sido ella quien le había dado una mano cuando no pudo volver a casa y él ni siquiera recordaba haberle dado las gracias. Necesitaba disculparse. Se dio una ducha, comió algo ligero y salió de casa. En el camino pasó por un food truck y se dirigió a la casa de Evie con la esperanza de suavizar las cosas. Al llegar, tocó el timbre... "¿y si está dormida?" pensó. Sabía que Evie trabajaba en el turno de la noche y esa podía ser una posibilidad. Comenzó a presionar el botón una y otra vez. Concluyendo que solo despegaría el dedo del timbre cuando obtuviera una respuesta. [Unknowngir1]
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  • Voltea a tu derecha, muchacho. -Dijo con una voz sumamente dulce la Sra. Inés, al acomodar los alfileres en las partes más flojas del traje de Abel. — Creo que deberás de comer menos panes de los que hace Yelena, por poco el botón de la camisa sale volando. - El hombre solo se sonrojó a las palabras de la mayor, tenía que bajarles un poco a las harinas, pero era tan difícil con aquellos postres que su prometida hacía consecutivamente.

    La mujer siguió ajustando de algunas partes, ya estaba por completo, el color era neutro, la confección era inspirada en los trajes de gala griegos, para que el exmilitar no olvidara sus raíces. — Listo, estará terminado para mañana. - Explicó la mujer. —  El vestido de Yelena ya está listo, mejoré el diseño, quiero que se una sorpresa para mi muchachita. - La mujer adoptó a la pequeña rubia como hija, ella misma le había confeccionado varias de las faldas y vestidos que usaba, así que no se lo dio a maliciar, sería su regalo de bodas. -

    Gracias, Sra. no sé cómo pagarle lo espléndida que es con nosotros. - Aclaró Abel retirándose el saco del atuendo y llevándolo a los ganchos. —Debo agradecerle a usted y a su familia por las habitaciones de nuestros invitados, como pudo ver... - Realizó una pequeña pausa, dio media vuelta sobre sus propios pies para desabotonar la camisa. — ...No invitamos a muchos, de mi parte solo son dos, los de mi esposa tampoco son demasiado invitados. -Explicó el griego. —Solo son los más cercanos. - Aún no estaba seguro de que los invitados se presentaran, desde hace un par de días ya debería haber llegado al pueblo; sin embargo, no todo estaba perdido, el cariño de aquellos habitantes era más que suficiente para los enamorados. -

    No te preocupes, hijo, en lo que terminas de cambiarte, veré cómo van las empanadas. - La mujer salió con pasos lentos como era de costumbre hacia la cocina, los gritos y carcajadas de los niños se escuchaban desde lejos, las sábanas blancas sobre los tendederos bailaban con el viendo. — Por fin, se enseñó a despercudir la ropa, será una excelente esposa. - Susurró la mujer al ver las prendas sumamente blancas por la venta. 

    Yelena Antonov
    Voltea a tu derecha, muchacho. -Dijo con una voz sumamente dulce la Sra. Inés, al acomodar los alfileres en las partes más flojas del traje de Abel. — Creo que deberás de comer menos panes de los que hace Yelena, por poco el botón de la camisa sale volando. - El hombre solo se sonrojó a las palabras de la mayor, tenía que bajarles un poco a las harinas, pero era tan difícil con aquellos postres que su prometida hacía consecutivamente. La mujer siguió ajustando de algunas partes, ya estaba por completo, el color era neutro, la confección era inspirada en los trajes de gala griegos, para que el exmilitar no olvidara sus raíces. — Listo, estará terminado para mañana. - Explicó la mujer. —  El vestido de Yelena ya está listo, mejoré el diseño, quiero que se una sorpresa para mi muchachita. - La mujer adoptó a la pequeña rubia como hija, ella misma le había confeccionado varias de las faldas y vestidos que usaba, así que no se lo dio a maliciar, sería su regalo de bodas. - Gracias, Sra. no sé cómo pagarle lo espléndida que es con nosotros. - Aclaró Abel retirándose el saco del atuendo y llevándolo a los ganchos. —Debo agradecerle a usted y a su familia por las habitaciones de nuestros invitados, como pudo ver... - Realizó una pequeña pausa, dio media vuelta sobre sus propios pies para desabotonar la camisa. — ...No invitamos a muchos, de mi parte solo son dos, los de mi esposa tampoco son demasiado invitados. -Explicó el griego. —Solo son los más cercanos. - Aún no estaba seguro de que los invitados se presentaran, desde hace un par de días ya debería haber llegado al pueblo; sin embargo, no todo estaba perdido, el cariño de aquellos habitantes era más que suficiente para los enamorados. - No te preocupes, hijo, en lo que terminas de cambiarte, veré cómo van las empanadas. - La mujer salió con pasos lentos como era de costumbre hacia la cocina, los gritos y carcajadas de los niños se escuchaban desde lejos, las sábanas blancas sobre los tendederos bailaban con el viendo. — Por fin, se enseñó a despercudir la ropa, será una excelente esposa. - Susurró la mujer al ver las prendas sumamente blancas por la venta.  [C0quette]
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  • El sol empezaba a descender, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y rosados mientras Maki Zenin salía del campo de entrenamiento, con la camiseta empapada de sudor y el cabello despeinado. Se pasó una mano por la frente, alejando algunos mechones rebeldes, y dejó escapar un largo suspiro de satisfacción. Había sido un buen día.

    Horas de práctica intensa, repitiendo movimientos hasta que sus músculos ardieron, pero valía la pena. Cada gota de sudor era un paso más lejos de los Zenin y su estúpida visión de la fuerza. Ella iba a demostrarles que el talento no significaba nada frente al esfuerzo puro.

    El pasillo estaba desierto, y por primera vez en mucho tiempo, sintió que el silencio no era tan malo. Sin Panda parloteando sin parar o Inumaki limitándose a sus “salmones” y “bonitos,” el mundo parecía moverse más lento. Hasta podía escuchar el suave susurro del viento afuera.

    De camino a su habitación, hizo una parada en la máquina expendedora. Metió unas monedas y presionó el botón para una bebida energética. El sonido del bote cayendo al compartimento resonó fuerte en el pasillo vacío. Se inclinó para recogerlo y, sin pensarlo mucho, se dejó caer en un banco cercano, sintiendo cómo sus músculos se relajaban.

    —Por fin... un momento de paz... —murmuró, apoyando la cabeza contra la pared mientras el frío de la lata refrescaba sus manos.

    Cerró los ojos, permitiéndose unos minutos para disfrutar del silencio y la brisa que se colaba por las ventanas abiertas. La bebida era amarga, pero reconfortante, y sintió la energía regresar poco a poco a su cuerpo agotado.

    Sin nada que hacer y nadie que la molestara, su mente empezó a divagar. Pensó en Mai, en sus palabras llenas de resentimiento y dolor. En cómo las cosas podrían haber sido diferentes si... pero no, sacudió la cabeza. No tenía caso pensar en “qué pasaría si.” Ella ya había tomado su decisión.

    —Idiota... —susurró, más para sí misma que para nadie más.

    Dejó escapar una risa corta y seca. Sí, era una idiota, pero una idiota con metas claras y con la determinación de alcanzarlas, sin importar lo que dijeran los demás.

    El cielo seguía cambiando de color, y el aire se sentía más fresco. Maki dejó que su cuerpo se hundiera un poco más en el banco, mirando las nubes moverse lentamente. No tenía prisa. Al menos por hoy, podía permitirse unos minutos más de descanso antes de volver a cargar su peso sobre los hombros.

    Bebió otro trago y cerró los ojos, permitiéndose disfrutar el momento.
    El sol empezaba a descender, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y rosados mientras Maki Zenin salía del campo de entrenamiento, con la camiseta empapada de sudor y el cabello despeinado. Se pasó una mano por la frente, alejando algunos mechones rebeldes, y dejó escapar un largo suspiro de satisfacción. Había sido un buen día. Horas de práctica intensa, repitiendo movimientos hasta que sus músculos ardieron, pero valía la pena. Cada gota de sudor era un paso más lejos de los Zenin y su estúpida visión de la fuerza. Ella iba a demostrarles que el talento no significaba nada frente al esfuerzo puro. El pasillo estaba desierto, y por primera vez en mucho tiempo, sintió que el silencio no era tan malo. Sin Panda parloteando sin parar o Inumaki limitándose a sus “salmones” y “bonitos,” el mundo parecía moverse más lento. Hasta podía escuchar el suave susurro del viento afuera. De camino a su habitación, hizo una parada en la máquina expendedora. Metió unas monedas y presionó el botón para una bebida energética. El sonido del bote cayendo al compartimento resonó fuerte en el pasillo vacío. Se inclinó para recogerlo y, sin pensarlo mucho, se dejó caer en un banco cercano, sintiendo cómo sus músculos se relajaban. —Por fin... un momento de paz... —murmuró, apoyando la cabeza contra la pared mientras el frío de la lata refrescaba sus manos. Cerró los ojos, permitiéndose unos minutos para disfrutar del silencio y la brisa que se colaba por las ventanas abiertas. La bebida era amarga, pero reconfortante, y sintió la energía regresar poco a poco a su cuerpo agotado. Sin nada que hacer y nadie que la molestara, su mente empezó a divagar. Pensó en Mai, en sus palabras llenas de resentimiento y dolor. En cómo las cosas podrían haber sido diferentes si... pero no, sacudió la cabeza. No tenía caso pensar en “qué pasaría si.” Ella ya había tomado su decisión. —Idiota... —susurró, más para sí misma que para nadie más. Dejó escapar una risa corta y seca. Sí, era una idiota, pero una idiota con metas claras y con la determinación de alcanzarlas, sin importar lo que dijeran los demás. El cielo seguía cambiando de color, y el aire se sentía más fresco. Maki dejó que su cuerpo se hundiera un poco más en el banco, mirando las nubes moverse lentamente. No tenía prisa. Al menos por hoy, podía permitirse unos minutos más de descanso antes de volver a cargar su peso sobre los hombros. Bebió otro trago y cerró los ojos, permitiéndose disfrutar el momento.
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  • -En mi estudio nuevamente practicando una canción Pero tenía tanto desorden que no me concentraba sin querer apreté el botón de encendido y estando AL AIRE EN TODOS LOS ANILLOS DEL INFIERNO ENPIESA A SONAR LO QUE PRÁCTICO-

    BIEN una vez más haber como era

    -La música que mis sombras empezaban a tocar y retorcerce como si estuvieran danzando a mi alrededor enpese a cantar mientras mi estado demoníaco empezaba activarse ya que parecía un ritual no una interpretación -


    //Ahhhhh yo lo sabía rjsejarksrksrjsjr XDDD //


    https://youtu.be/3Ej7JDdZFvU?si=wk4yDr28TQSuAizs
    -En mi estudio nuevamente practicando una canción Pero tenía tanto desorden que no me concentraba sin querer apreté el botón de encendido y estando AL AIRE EN TODOS LOS ANILLOS DEL INFIERNO ENPIESA A SONAR LO QUE PRÁCTICO- BIEN una vez más haber como era -La música que mis sombras empezaban a tocar y retorcerce como si estuvieran danzando a mi alrededor enpese a cantar mientras mi estado demoníaco empezaba activarse ya que parecía un ritual no una interpretación - //Ahhhhh yo lo sabía rjsejarksrksrjsjr XDDD 🤣 😂// https://youtu.be/3Ej7JDdZFvU?si=wk4yDr28TQSuAizs
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  • Morning's USA
    Fandom Original
    Categoría Slice of Life
    Tahara Roth

    Prácticamente acababa de llegar a Estados Unidos desde Italia. Apenas había tenido tiempo de desempacar todas sus cosas, seguía incluso con un poco de jet-lag. Pero se había visto obligada a pasar esos días que sólo quería para sí, en compañía de aquella guardaespalda que le había buscado su padre a fin de protegerla.

    Ahora mismo, esta se encontraba sentada en el sofá de su salón mientras Chiara se estaba preparando el café para poder sobrevivir todo el día con el sueño que tenía. Se decía que el jet-lag duraba tanto como los husos horarios que había tenido que cruzar, así que todavía le quedaba tiempo.

    —Entonces... ¿Vas a estar siguiéndome todo el día? —Preguntó, alzando una ceja mientras pulsaba el botón para que el café se preparara.

    No estaba acostumbrada a contar con una figura como la suya, siguiéndola todo el día.
    [RothTahara98] Prácticamente acababa de llegar a Estados Unidos desde Italia. Apenas había tenido tiempo de desempacar todas sus cosas, seguía incluso con un poco de jet-lag. Pero se había visto obligada a pasar esos días que sólo quería para sí, en compañía de aquella guardaespalda que le había buscado su padre a fin de protegerla. Ahora mismo, esta se encontraba sentada en el sofá de su salón mientras Chiara se estaba preparando el café para poder sobrevivir todo el día con el sueño que tenía. Se decía que el jet-lag duraba tanto como los husos horarios que había tenido que cruzar, así que todavía le quedaba tiempo. —Entonces... ¿Vas a estar siguiéndome todo el día? —Preguntó, alzando una ceja mientras pulsaba el botón para que el café se preparara. No estaba acostumbrada a contar con una figura como la suya, siguiéndola todo el día.
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  • - Tras haber tomado una siesta y comer un poco me dispuse a ordenar mi estudio ya que no IVA haber programa ya mañana me discúlparia con mis oyentes suspirando veo un pedido de un oyente de era un tema de días anteriores pero me hacía gracia la letra -

    Así que es un tema nuevo hasta partitura y letra me mandó mmm haber como sonaría .....

    Mientras tarareaba apreté el botón de estar al AIRE la Frecuencia se expandió por todos los anillos del infierno mientras mis sombras salían de mi cuerpo. Simulando el tarareo con música. Y tomando mi micrófono enpieso a cantar mientras mi sombra baila alrededor mío -





    https://youtu.be/AYVy8jIhN4Y?si=jD0Grf1s9ZBZp7kN
    - Tras haber tomado una siesta y comer un poco me dispuse a ordenar mi estudio ya que no IVA haber programa ya mañana me discúlparia con mis oyentes suspirando veo un pedido de un oyente de era un tema de días anteriores pero me hacía gracia la letra - Así que es un tema nuevo hasta partitura y letra me mandó mmm haber como sonaría ..... Mientras tarareaba apreté el botón de estar al AIRE la Frecuencia se expandió por todos los anillos del infierno mientras mis sombras salían de mi cuerpo. Simulando el tarareo con música. Y tomando mi micrófono enpieso a cantar mientras mi sombra baila alrededor mío - https://youtu.be/AYVy8jIhN4Y?si=jD0Grf1s9ZBZp7kN
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  • ROL CON Vladimir Heller

    Había pasado un tiempo desde que un "accidente" en el club afectaba a uno de sus guardia personales.

    Por desgracia, fue el caso. Ahora se veía en la obligación de encontrar a un suplente para el puesto vacante

    "Que fastidio, no me agrada"

    Aquel pensamiento paso por su mente, hasta que tomo el teléfono para enviarle un mensaje al hombre

    - Ya estoy esperando en la oficina para iniciar con la entrevista ¿viene en camino? -

    Sin mas presiono el botón de: enviar ,a lo que se cruzaba de piernas y con algo de fastidio miraba la puerta de su despacho, impaciente, ya que no era una de sus virtudes el que le gustara esperar
    ROL CON [Vlod_Hell_1646sm] Había pasado un tiempo desde que un "accidente" en el club afectaba a uno de sus guardia personales. Por desgracia, fue el caso. Ahora se veía en la obligación de encontrar a un suplente para el puesto vacante "Que fastidio, no me agrada" Aquel pensamiento paso por su mente, hasta que tomo el teléfono para enviarle un mensaje al hombre - Ya estoy esperando en la oficina para iniciar con la entrevista ¿viene en camino? - Sin mas presiono el botón de: enviar ,a lo que se cruzaba de piernas y con algo de fastidio miraba la puerta de su despacho, impaciente, ya que no era una de sus virtudes el que le gustara esperar
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  • ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝐸𝑥𝑡𝑟𝑎𝑐𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝑟𝑜𝑙 𝑐𝑜𝑛 [BxbyDriv3r]

    Stevenson le prestó dos dólares en centavos y Hope se encaramó rápidamente a uno de los teléfonos. Después, ya que la sala era privada, el doctor la esperó en la puerta revisando su propio teléfono móvil.

    Hope marcó rápidamente el número del móvil de Dean y esperó a que diera tono.

    -Vamos… cógelo… cógelo… cógelo… cógelo…

    ㅤㅤㅤㅤ⸻⸻⸻⸻⸻⸻⸻

    Pero nada de aquello ocurría, mientras Dean se acercaba a la mesa de su hermano, para ver que había descubierto, su móvil no dejaba de sonar, de modo que al final levantando el dedo índice de mano izquierda, mostrándoselo a Sam para indicarle que esperase un segundo, saca el aparato y al no reconocer el numero descuelga justo cuando la llamada está a punto de cortarse y el último tono de aquel irritante tono de llamada a punto de sonar.

    Una voz bastante neutra, impersonal y con un ligero tono de tele operadora le espera al otro lado de la línea.

    — “𝑇𝑖𝑒𝑛𝑒 𝑢𝑛𝑎 𝑙𝑙𝑎𝑚𝑎𝑑𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑃𝑒𝑛𝑖𝑡𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎𝑟𝑖𝑎 𝑑𝑒 𝐹𝑜𝑟𝑡 𝐻𝑒𝑟𝑖𝑛𝑔𝑡𝑜𝑛, ¿𝑑𝑒𝑠𝑒𝑎 𝑎𝑐𝑒𝑝𝑡𝑎𝑟𝑙𝑎?”

    La mirada de Sam es interrogativa, y la que Dean le lanza en respuesta es de completo desconcierto, pero termina por hacer caso a su instinto, el cual le decía que aquello era importante.

    — Si, si, la acepto…

    Tras sus palabras, escucha un par de tonos de espera, antes de escuchar cómo se volvía a abrir la línea para descubrir por fin de que narices iba todo aquello.

    ㅤㅤㅤㅤ⸻⸻⸻⸻⸻⸻⸻

    Sus dedos tamborileaban rápidamente sobre la pequeña e inútil mesita de latón que conformaba la parte baja de aquella cabina telefonica. Los tonos del teléfono no dejaban de sonar, lo que dejaba claro que Dean no respondía.

    "Joder..."

    Volvió a llamar.

    Y parece que, por fin, Dean se decidió a contestar el teléfono. Hope dejó escapar un suspiro de alivio cuando se abrió la línea telefónica para ella.

    —¿Dean? -preguntó algo dudosa.

    ㅤㅤㅤㅤ⸻⸻⸻⸻⸻⸻⸻

    No sabia que esperar de aquella llamada, y menos aún después de saber que era de una cárcel, pero el escuchar una voz que no conocía de nada llamarle por su nombre termina por descolocarlo.

    — ¿Quién coño eres? ¿Y como es que tienes este numero?

    Su dedo pulgar se movía de arriba hacia abajo predispuesto a pulsar la pantalla justo en la zona donde sabia que se ubicaba el botón de colgar, pero no sin antes descubrir quien había hecho aquella llamada.

    ㅤㅤㅤㅤ⸻⸻⸻⸻⸻⸻⸻

    Era obvio que estaria de malas pulgas y que desconfiaría de aquella llamada, tenìa que haberlo previsto... Asi que tenia que jugar rápidamente sus cartas.

    -Tú mismo me diste el número... -enunció la tribrida- Escucha, esto te va a parecer una locura, y no sé como explicarlo... Pero... Soy Hope...

    ㅤㅤㅤㅤ⸻⸻⸻⸻⸻⸻⸻

    No puede evitar una carcajada irónica y seca cuando escucha que él le había dado el número de su teléfono a quien quiera que fuera esa persona.

    — Mire señora yo no doy mi número a nad...¿QUE?

    Escucha las palabras que salen de la linea sin poder creérselo. Incluso se despega el teléfono de la oreja un segundo y mira la pantalla antes de volver a colocárselo al oído.

    — Hope... No es posible... ¿Qué coño haces en una cárcel? ¿Cómo se.... No, si esto es una broma te juro, quien quiera que seas, que no vas a poder encontrar lugar en el que esconderte....

    Sam esta alucinando por momentos, pero garabatea la palabra "𝑷𝑹𝑼𝑬𝑩𝑨𝑺" en su libreta en se lo enseña.

    — Vale... si eres Hope, demuéstralo.

    ㅤㅤㅤㅤ⸻⸻⸻⸻⸻⸻⸻

    —Tuvo que apartarse el auricular de la oreja momentaneamente al escuchar a Dean alucinar con la información que acababa de darle—

    -De... -suspiró con frustración, porque cuando Dean entraba en modo cazador era imposible hacerle entrar en razón. Y en ese momento sus instintos de cazador debían de estar disparados.

    Miró un momento hacia atrás esperando que el doctor no estuviera escuchando aquello. Por si acaso, bajó la voz para que solo Dean pudiera oirla.

    -Tuve que apartarte de mi... Porque eras capaz de hacer reflotar mi humanidad. Eras un absoluto desconocido y, sin embargo lograste hacer tambalearse mi tapadera de tía dura, y eso me asustó... Por lo que te obligué a darte la vuelta y dejarme atrás en aquel cementerio...

    ㅤㅤㅤㅤ⸻⸻⸻⸻⸻⸻⸻

    Conforme Dean escucha las palabras de Hope, sus ojos se van abriendo casi al mismo tiempo que va perdiendo color en su rostro, aquello no podia ser real.

    Pero absolutamente NADIE mas podia saber aquello, no se lo había contado ni si quiera a Sam, no con tanto lujo de detalles, y por supuesto nadie podia saber las razones que Hope había tenido para obligarlo a irse. Nadie mas que ella misma, y él cuando se lo había contado tiempo atrás al re encontrarse.

    — Hope... Joder, Hope... Joder. ¿Qué coño haces en Fort Herington? No se que esta pasando, pero te vamos a sacar de ahí.

    En cuanto Sam escucha el nombre que pronuncia Dean, lo teclea en su portátil, y ambos ven la localización de Hope en el mapa del estado.

    ㅤㅤㅤㅤ⸻⸻⸻⸻⸻⸻⸻

    La sensación de alivio que Hope sintió recorrer su cuerpo en el momento en que Dean dejó claro que la creía se llevó por delante la incertidumbre y el miedo de las últimas horas.
    Esbozó una amplia sonrisa y casi sintió sus ojos humedecerse ante la perspectiva de salir de allí y volver a casa.

    -No sé lo que ha pasado... Estaba contigo en la habitación. Iba a hacerte tortitas y de pronto he despertado en el cuerpo de una presa drogadicta que se habia pegado una sobredosis...- dijo todo aquello muy rápido- Necesito que me hagas un favor, aparte de buscar el modo de sacar este culo de aqui... Llama al Internado Salvatore... Habla solo con Alaric Saltzman o Caroline Forbes... Cuéntales el caso y preguntales cuánto tiempo tengo... Esta tía estaba muerta y... -guardó silencio un instante- Bueno... Daros prisa, por favor...

    ㅤㅤㅤㅤ⸻⸻⸻⸻⸻⸻⸻

    Hope estaba completamente a oscuras con todo lo que había ocurrido, como ellos, pero daba igual, porque la habían encontrado, o bueno, ella había encontrado el modo de contactarles. Daba ahora que sabían donde estaba, irían a por ella.

    Caroline... no se si se alegrara de volver a saber de mi, pero lo haremos.
    Vamos a resolver esto, te lo prometo, tan solo mantente a salvo niña, por favor...

    ¿Era posible que aún siendo aquello lo que llevaban buscando mas de doce horas, al colgar aquella llamada se sintiera aún peor que antes?

    ㅤㅤㅤㅤ⸻⸻⸻⸻⸻⸻⸻

    Hope esbozó una sonrisa en su lado de la linea.

    -Caroline tiene su genio, pero... siempre está dispuesta a echar una mano... -dijo con algo más de mejor humor del que tenia cuando aquella llamada habia comenzado- Sé que lo haremos... Confio en ti, en vosotros...

    Entonces, el crédito de su llamada se terminó y Hope se vio obligada a colgar el auricular. Ahora solo tenia que... esperar...

    ㅤㅤㅤㅤ⸻⸻⸻⸻⸻⸻⸻

    El Winchester escucha un par de veces los tonos rápidos y rítmicos que le comunicaban que la llamada se había terminado.
    Tras aquello se apoya el móvil en la frente cerrando los ojos un segundo mientras inspiraba hondo para tomar fuerzas.

    — Sam. Nos vamos.

    No dice nada mas, tan solo se gira dejando a su hermano en la biblioteca y vuelve a su cuarto dispuesto a dejar todo listo para poder irse, en el menor tiempo posible.


    #Personajes3D #3D #Comunidad3D #Winchelson
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝐸𝑥𝑡𝑟𝑎𝑐𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝑟𝑜𝑙 𝑐𝑜𝑛 [BxbyDriv3r] Stevenson le prestó dos dólares en centavos y Hope se encaramó rápidamente a uno de los teléfonos. Después, ya que la sala era privada, el doctor la esperó en la puerta revisando su propio teléfono móvil. Hope marcó rápidamente el número del móvil de Dean y esperó a que diera tono. -Vamos… cógelo… cógelo… cógelo… cógelo… ㅤㅤㅤㅤ⸻⸻⸻⸻⸻⸻⸻ Pero nada de aquello ocurría, mientras Dean se acercaba a la mesa de su hermano, para ver que había descubierto, su móvil no dejaba de sonar, de modo que al final levantando el dedo índice de mano izquierda, mostrándoselo a Sam para indicarle que esperase un segundo, saca el aparato y al no reconocer el numero descuelga justo cuando la llamada está a punto de cortarse y el último tono de aquel irritante tono de llamada a punto de sonar. Una voz bastante neutra, impersonal y con un ligero tono de tele operadora le espera al otro lado de la línea. — “𝑇𝑖𝑒𝑛𝑒 𝑢𝑛𝑎 𝑙𝑙𝑎𝑚𝑎𝑑𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑃𝑒𝑛𝑖𝑡𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎𝑟𝑖𝑎 𝑑𝑒 𝐹𝑜𝑟𝑡 𝐻𝑒𝑟𝑖𝑛𝑔𝑡𝑜𝑛, ¿𝑑𝑒𝑠𝑒𝑎 𝑎𝑐𝑒𝑝𝑡𝑎𝑟𝑙𝑎?” La mirada de Sam es interrogativa, y la que Dean le lanza en respuesta es de completo desconcierto, pero termina por hacer caso a su instinto, el cual le decía que aquello era importante. — Si, si, la acepto… Tras sus palabras, escucha un par de tonos de espera, antes de escuchar cómo se volvía a abrir la línea para descubrir por fin de que narices iba todo aquello. ㅤㅤㅤㅤ⸻⸻⸻⸻⸻⸻⸻ Sus dedos tamborileaban rápidamente sobre la pequeña e inútil mesita de latón que conformaba la parte baja de aquella cabina telefonica. Los tonos del teléfono no dejaban de sonar, lo que dejaba claro que Dean no respondía. "Joder..." Volvió a llamar. Y parece que, por fin, Dean se decidió a contestar el teléfono. Hope dejó escapar un suspiro de alivio cuando se abrió la línea telefónica para ella. —¿Dean? -preguntó algo dudosa. ㅤㅤㅤㅤ⸻⸻⸻⸻⸻⸻⸻ No sabia que esperar de aquella llamada, y menos aún después de saber que era de una cárcel, pero el escuchar una voz que no conocía de nada llamarle por su nombre termina por descolocarlo. — ¿Quién coño eres? ¿Y como es que tienes este numero? Su dedo pulgar se movía de arriba hacia abajo predispuesto a pulsar la pantalla justo en la zona donde sabia que se ubicaba el botón de colgar, pero no sin antes descubrir quien había hecho aquella llamada. ㅤㅤㅤㅤ⸻⸻⸻⸻⸻⸻⸻ Era obvio que estaria de malas pulgas y que desconfiaría de aquella llamada, tenìa que haberlo previsto... Asi que tenia que jugar rápidamente sus cartas. -Tú mismo me diste el número... -enunció la tribrida- Escucha, esto te va a parecer una locura, y no sé como explicarlo... Pero... Soy Hope... ㅤㅤㅤㅤ⸻⸻⸻⸻⸻⸻⸻ No puede evitar una carcajada irónica y seca cuando escucha que él le había dado el número de su teléfono a quien quiera que fuera esa persona. — Mire señora yo no doy mi número a nad...¿QUE? Escucha las palabras que salen de la linea sin poder creérselo. Incluso se despega el teléfono de la oreja un segundo y mira la pantalla antes de volver a colocárselo al oído. — Hope... No es posible... ¿Qué coño haces en una cárcel? ¿Cómo se.... No, si esto es una broma te juro, quien quiera que seas, que no vas a poder encontrar lugar en el que esconderte.... Sam esta alucinando por momentos, pero garabatea la palabra "𝑷𝑹𝑼𝑬𝑩𝑨𝑺" en su libreta en se lo enseña. — Vale... si eres Hope, demuéstralo. ㅤㅤㅤㅤ⸻⸻⸻⸻⸻⸻⸻ —Tuvo que apartarse el auricular de la oreja momentaneamente al escuchar a Dean alucinar con la información que acababa de darle— -De... -suspiró con frustración, porque cuando Dean entraba en modo cazador era imposible hacerle entrar en razón. Y en ese momento sus instintos de cazador debían de estar disparados. Miró un momento hacia atrás esperando que el doctor no estuviera escuchando aquello. Por si acaso, bajó la voz para que solo Dean pudiera oirla. -Tuve que apartarte de mi... Porque eras capaz de hacer reflotar mi humanidad. Eras un absoluto desconocido y, sin embargo lograste hacer tambalearse mi tapadera de tía dura, y eso me asustó... Por lo que te obligué a darte la vuelta y dejarme atrás en aquel cementerio... ㅤㅤㅤㅤ⸻⸻⸻⸻⸻⸻⸻ Conforme Dean escucha las palabras de Hope, sus ojos se van abriendo casi al mismo tiempo que va perdiendo color en su rostro, aquello no podia ser real. Pero absolutamente NADIE mas podia saber aquello, no se lo había contado ni si quiera a Sam, no con tanto lujo de detalles, y por supuesto nadie podia saber las razones que Hope había tenido para obligarlo a irse. Nadie mas que ella misma, y él cuando se lo había contado tiempo atrás al re encontrarse. — Hope... Joder, Hope... Joder. ¿Qué coño haces en Fort Herington? No se que esta pasando, pero te vamos a sacar de ahí. En cuanto Sam escucha el nombre que pronuncia Dean, lo teclea en su portátil, y ambos ven la localización de Hope en el mapa del estado. ㅤㅤㅤㅤ⸻⸻⸻⸻⸻⸻⸻ La sensación de alivio que Hope sintió recorrer su cuerpo en el momento en que Dean dejó claro que la creía se llevó por delante la incertidumbre y el miedo de las últimas horas. Esbozó una amplia sonrisa y casi sintió sus ojos humedecerse ante la perspectiva de salir de allí y volver a casa. -No sé lo que ha pasado... Estaba contigo en la habitación. Iba a hacerte tortitas y de pronto he despertado en el cuerpo de una presa drogadicta que se habia pegado una sobredosis...- dijo todo aquello muy rápido- Necesito que me hagas un favor, aparte de buscar el modo de sacar este culo de aqui... Llama al Internado Salvatore... Habla solo con Alaric Saltzman o Caroline Forbes... Cuéntales el caso y preguntales cuánto tiempo tengo... Esta tía estaba muerta y... -guardó silencio un instante- Bueno... Daros prisa, por favor... ㅤㅤㅤㅤ⸻⸻⸻⸻⸻⸻⸻ Hope estaba completamente a oscuras con todo lo que había ocurrido, como ellos, pero daba igual, porque la habían encontrado, o bueno, ella había encontrado el modo de contactarles. Daba ahora que sabían donde estaba, irían a por ella. Caroline... no se si se alegrara de volver a saber de mi, pero lo haremos. Vamos a resolver esto, te lo prometo, tan solo mantente a salvo niña, por favor... ¿Era posible que aún siendo aquello lo que llevaban buscando mas de doce horas, al colgar aquella llamada se sintiera aún peor que antes? ㅤㅤㅤㅤ⸻⸻⸻⸻⸻⸻⸻ Hope esbozó una sonrisa en su lado de la linea. -Caroline tiene su genio, pero... siempre está dispuesta a echar una mano... -dijo con algo más de mejor humor del que tenia cuando aquella llamada habia comenzado- Sé que lo haremos... Confio en ti, en vosotros... Entonces, el crédito de su llamada se terminó y Hope se vio obligada a colgar el auricular. Ahora solo tenia que... esperar... ㅤㅤㅤㅤ⸻⸻⸻⸻⸻⸻⸻ El Winchester escucha un par de veces los tonos rápidos y rítmicos que le comunicaban que la llamada se había terminado. Tras aquello se apoya el móvil en la frente cerrando los ojos un segundo mientras inspiraba hondo para tomar fuerzas. — Sam. Nos vamos. No dice nada mas, tan solo se gira dejando a su hermano en la biblioteca y vuelve a su cuarto dispuesto a dejar todo listo para poder irse, en el menor tiempo posible. #Personajes3D #3D #Comunidad3D #Winchelson
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