• La calle se tiñe de rojo bajo la mirada fija del semáforo. Encorvada dentro del coche blanco, una pierna extendida hacia el pavimento húmedo y tacones brillando como si fueran balas recién cargadas. La chapa turca “EDC 57” refleja el pasado que creía olvidado.

    “La bailarina se ensucia los pies. ¿Estás lista para la última posición?” -Me preguntan del control. No respondo. Del maletero cerrado llegan ecos metálicos,como si algo dentro pidiera salir. En mis manos, la daga curvada que usó en Viena. A mí lado, el conductor está inconsciente, con los ojos abiertos, pero sin alma. El coche está a mitad de la huida, y yo, en medio del segundo acto.

    «Эта машина — моя сцена. И сегодня аплодирует только кровь».

    Una sombra se mueve en la fachada del edificio de enfrente: Zurafaya Güven. Un antiguo refugio, ahora un punto de vigilancia. El letrero apenas se sostiene...

    Aprieto el botón secreto debajo del tablero. El asiento trasero se desliza y revela una pequeña caja con una inscripción grabada: “Ne oublie.”

    No hay tiempo para recordar. Solo para terminar la función.
    La calle se tiñe de rojo bajo la mirada fija del semáforo. Encorvada dentro del coche blanco, una pierna extendida hacia el pavimento húmedo y tacones brillando como si fueran balas recién cargadas. La chapa turca “EDC 57” refleja el pasado que creía olvidado. “La bailarina se ensucia los pies. ¿Estás lista para la última posición?” -Me preguntan del control. No respondo. Del maletero cerrado llegan ecos metálicos,como si algo dentro pidiera salir. En mis manos, la daga curvada que usó en Viena. A mí lado, el conductor está inconsciente, con los ojos abiertos, pero sin alma. El coche está a mitad de la huida, y yo, en medio del segundo acto. «Эта машина — моя сцена. И сегодня аплодирует только кровь». Una sombra se mueve en la fachada del edificio de enfrente: Zurafaya Güven. Un antiguo refugio, ahora un punto de vigilancia. El letrero apenas se sostiene... Aprieto el botón secreto debajo del tablero. El asiento trasero se desliza y revela una pequeña caja con una inscripción grabada: “Ne oublie.” No hay tiempo para recordar. Solo para terminar la función.
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  • Lentamente caminó en dirección a la cochera, fuera del departamento que había alquilado, sus pasos eran firmes y lentos y sin prisa indicaban la tranquilidad de su espíritu que parecía no verse perturbado con nada. Ni siquiera con la estruendosa tormenta que había caído la noche anterior siendo la misma, responsable por tan placentera noche de sueño.

    Presionó el botón que se hallaba en la pared derecha para abrir la cortina que daba acceso a la calle. Pronto, el sonido metálico del mecanismo automático inició su monótono y robótico ruido mientras dicha cortina se elevaba dejando entrar algo de luz a la cochera que se hallaba un par de metros debajo del nivel del suelo de la calle. Se podía mirar la humedad del asfalto en la rampa de acceso.

    Mientras terminaba de abrir la compuerta, aquel calmado caballero ajustó el micrófono con bluetooth de su casco, enlazándolo con su teléfono celular, listo para escuchar aquella lista de reproducción que había armado para viajar en su motocicleta. Se acomodó sobre la misma, giró la llave y la puso en marcha, ya era hora de trabajar...
    Lentamente caminó en dirección a la cochera, fuera del departamento que había alquilado, sus pasos eran firmes y lentos y sin prisa indicaban la tranquilidad de su espíritu que parecía no verse perturbado con nada. Ni siquiera con la estruendosa tormenta que había caído la noche anterior siendo la misma, responsable por tan placentera noche de sueño. Presionó el botón que se hallaba en la pared derecha para abrir la cortina que daba acceso a la calle. Pronto, el sonido metálico del mecanismo automático inició su monótono y robótico ruido mientras dicha cortina se elevaba dejando entrar algo de luz a la cochera que se hallaba un par de metros debajo del nivel del suelo de la calle. Se podía mirar la humedad del asfalto en la rampa de acceso. Mientras terminaba de abrir la compuerta, aquel calmado caballero ajustó el micrófono con bluetooth de su casco, enlazándolo con su teléfono celular, listo para escuchar aquella lista de reproducción que había armado para viajar en su motocicleta. Se acomodó sobre la misma, giró la llave y la puso en marcha, ya era hora de trabajar...
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  • -Los consejos de 𝕷𝖚𝖈𝖎𝖋𝖊𝖗 𝖒𝖔𝖗𝖓𝖎𝖌𝖘𝖙𝖆𝖗 me hicieron cuestionar si realmente tener esta vida era lo que quería. Incluso con lo que crece en mi interior, me resulta desconocido. El hombre de mis pinturas había desaparecido nuevamente. Sin darme cuenta, terminé en una zona céntrica de la ciudad. La gente caminaba apresurada como si el tiempo los devorara. Podía oír el resonar de sus almas gritando de agonía. Me cubría los oídos; no me gustaba oírlos. El sonido era horrible. Empecé a sentirme ansioso y nervioso; quería volver a casa, pero no sabía cómo, hasta que un anuncio en una pantalla gigante empezó a transmitir a un cantante. Me quedé estático por las ondas sonoras que emitía su voz. Era como si todo quedara en silencio; todos mis sentidos se centraron en la voz del cantante, era como si me invitara a liberarme.-



    //Si quieren saber lo que dice aprieten el botón de subtitulos ʕ⁠·⁠ᴥ⁠·⁠ʔ //

    https://youtu.be/hsxnNGaQ7g8?si=AqaedqIxL1Y16ml8
    -Los consejos de [Luzbel666] me hicieron cuestionar si realmente tener esta vida era lo que quería. Incluso con lo que crece en mi interior, me resulta desconocido. El hombre de mis pinturas había desaparecido nuevamente. Sin darme cuenta, terminé en una zona céntrica de la ciudad. La gente caminaba apresurada como si el tiempo los devorara. Podía oír el resonar de sus almas gritando de agonía. Me cubría los oídos; no me gustaba oírlos. El sonido era horrible. Empecé a sentirme ansioso y nervioso; quería volver a casa, pero no sabía cómo, hasta que un anuncio en una pantalla gigante empezó a transmitir a un cantante. Me quedé estático por las ondas sonoras que emitía su voz. Era como si todo quedara en silencio; todos mis sentidos se centraron en la voz del cantante, era como si me invitara a liberarme.- //Si quieren saber lo que dice aprieten el botón de subtitulos ʕ⁠·⁠ᴥ⁠·⁠ʔ // https://youtu.be/hsxnNGaQ7g8?si=AqaedqIxL1Y16ml8
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  • “Donde mueren las voces”

    Soundtrack: https://www.youtube.com/watch?v=QHnwDuzR1wg&list=RDQHnwDuzR1wg&start_radio=1

    Nysarra tenía nueve años y ojos demasiado cansados para su edad. No porque supiera mucho, sino porque veía más de lo que debía. Los otros niños en el campamento decían que estaba loca, que hablaba sola, que tenía pesadillas a gritos.
    Solo su hermano mayor, Elian, le creía.
    Elian le había dado un pequeño aparato de metal, como un walkie-talkie sin antena.
    —Si te pasa algo... algo de verdad, aprieta este botón. Yo vendré. Siempre — Y él lo hacía. Siempre.

    Pero la noche del tercer viernes, los muertos no susurraban... gritaban.

    Nysarra temblaba en su litera mientras las sombras se estiraban por las paredes. Aquello no era como los otros fantasmas. No se lamentaba ni pedía ayuda. Este ser quería algo. Sentía su hambre. Cuando vio cómo la forma oscura se materializaba frente a su cama, con ojos como carbones ardientes y dedos que goteaban sombra líquida, no pensó. Corrió. Descalza, con los pies helados, se internó en el bosque, tropezando con raíces y ramas. La criatura venía tras ella, siempre detrás, sin hacer ruido pero llenándolo todo. En medio de su huida, sus dedos se cerraron alrededor del aparato de Elian. Lo apretó.

    Y él vino.

    Apareció con linterna en mano, gritando su nombre entre la oscuridad.
    —¡Nia! ¿Dónde estás?- Ella corrió hacia su voz, pero el suelo era barro resbaloso y la orilla del río estaba cerca.

    Un mal paso.
    Un grito.
    Agua helada.

    El mundo giró. Nysarra apenas sabía flotar. Gritó. Tragó agua. Brazos fuertes la tomaron.

    Elian.

    Entre la corriente, logró empujarla hacia una rama. Ella se sostuvo, temblando, llorando.

    —¡Sube! —le gritó entre sollozos.
    —La rama no aguanta a los dos —respondió él. Le sonrió. Como siempre. Como si no tuviera miedo. Y se soltó.
    —¡¡Elian!!- Gritó Nyssa desesperada.
    —Te amo, Nia. Nunca olvides eso- Su cuerpo fue arrastrado por el agua. Nysarra bajó como pudo, rodando por barro, raíces, ramas. Sangraba, tenía raspones en el rostro y piernas, pero no se detuvo. Lo encontró flotando cerca de la orilla, inmóvil, con los ojos cerrados. Lo arrastró fuera del río, con manos temblorosas.
    —Vamos, Elian. Ya, despierta... -Le apretó el pecho. Le sopló aire. Lloró sobre él. Pero su hermano ya no estaba. El campamento despertó con su llanto. La encontraron abrazada al cuerpo. Y entonces comenzaron los murmullos.

    "Es su culpa."
    "Esa niña está maldita."
    "¿No decía que hablaba con los muertos?"

    Nyssara solo calló. Desde ese día evitaba hablar de Elian. No porque lo hubiera olvidado, sino porque pronunciar su nombre dolía más que el silencio. En sueños, él seguía apareciendo. Nunca hablaba. A veces estaba de pie bajo el agua, con la linterna encendida en la mano, aún goteando río. Otras, aparecía en la rama rota, justo antes de soltarse, con esa sonrisa suya que parecía perdonarlo todo. Y a veces… solo estaba allí, de pie junto a su cama, empapado y temblando, con los ojos llenos de amor y pena.

    El aparato que Elian le había dado aún descansaba bajo su almohada. Lo apretaba cada noche, sabiendo que no volvería a responder. Y sin embargo, parte de ella no dejaba de esperar. Dejó de llorar en voz alta. Se guardó el dolor como un secreto sucio, como si haber sobrevivido fuera un castigo que debía pagar en silencio.

    Dejó de ser la misma. La poca esperanza que alguna vez había habitado en su pecho se desvaneció. Ya no soñaba con días mejores, ni buscaba consuelo. Solo existía. Su familia también cambió. Su madre apenas la miraba, como si temiera lo que vería en sus ojos. Su padre hablaba con distancia, como si las palabras se volvieran espinas en su garganta. Nadie lo decía, pero todos la juzgaban. Como si su dolor fuera menos válido. Como si su existencia fuera una culpa.
    “Donde mueren las voces” Soundtrack: https://www.youtube.com/watch?v=QHnwDuzR1wg&list=RDQHnwDuzR1wg&start_radio=1 Nysarra tenía nueve años y ojos demasiado cansados para su edad. No porque supiera mucho, sino porque veía más de lo que debía. Los otros niños en el campamento decían que estaba loca, que hablaba sola, que tenía pesadillas a gritos. Solo su hermano mayor, Elian, le creía. Elian le había dado un pequeño aparato de metal, como un walkie-talkie sin antena. —Si te pasa algo... algo de verdad, aprieta este botón. Yo vendré. Siempre — Y él lo hacía. Siempre. Pero la noche del tercer viernes, los muertos no susurraban... gritaban. Nysarra temblaba en su litera mientras las sombras se estiraban por las paredes. Aquello no era como los otros fantasmas. No se lamentaba ni pedía ayuda. Este ser quería algo. Sentía su hambre. Cuando vio cómo la forma oscura se materializaba frente a su cama, con ojos como carbones ardientes y dedos que goteaban sombra líquida, no pensó. Corrió. Descalza, con los pies helados, se internó en el bosque, tropezando con raíces y ramas. La criatura venía tras ella, siempre detrás, sin hacer ruido pero llenándolo todo. En medio de su huida, sus dedos se cerraron alrededor del aparato de Elian. Lo apretó. Y él vino. Apareció con linterna en mano, gritando su nombre entre la oscuridad. —¡Nia! ¿Dónde estás?- Ella corrió hacia su voz, pero el suelo era barro resbaloso y la orilla del río estaba cerca. Un mal paso. Un grito. Agua helada. El mundo giró. Nysarra apenas sabía flotar. Gritó. Tragó agua. Brazos fuertes la tomaron. Elian. Entre la corriente, logró empujarla hacia una rama. Ella se sostuvo, temblando, llorando. —¡Sube! —le gritó entre sollozos. —La rama no aguanta a los dos —respondió él. Le sonrió. Como siempre. Como si no tuviera miedo. Y se soltó. —¡¡Elian!!- Gritó Nyssa desesperada. —Te amo, Nia. Nunca olvides eso- Su cuerpo fue arrastrado por el agua. Nysarra bajó como pudo, rodando por barro, raíces, ramas. Sangraba, tenía raspones en el rostro y piernas, pero no se detuvo. Lo encontró flotando cerca de la orilla, inmóvil, con los ojos cerrados. Lo arrastró fuera del río, con manos temblorosas. —Vamos, Elian. Ya, despierta... -Le apretó el pecho. Le sopló aire. Lloró sobre él. Pero su hermano ya no estaba. El campamento despertó con su llanto. La encontraron abrazada al cuerpo. Y entonces comenzaron los murmullos. "Es su culpa." "Esa niña está maldita." "¿No decía que hablaba con los muertos?" Nyssara solo calló. Desde ese día evitaba hablar de Elian. No porque lo hubiera olvidado, sino porque pronunciar su nombre dolía más que el silencio. En sueños, él seguía apareciendo. Nunca hablaba. A veces estaba de pie bajo el agua, con la linterna encendida en la mano, aún goteando río. Otras, aparecía en la rama rota, justo antes de soltarse, con esa sonrisa suya que parecía perdonarlo todo. Y a veces… solo estaba allí, de pie junto a su cama, empapado y temblando, con los ojos llenos de amor y pena. El aparato que Elian le había dado aún descansaba bajo su almohada. Lo apretaba cada noche, sabiendo que no volvería a responder. Y sin embargo, parte de ella no dejaba de esperar. Dejó de llorar en voz alta. Se guardó el dolor como un secreto sucio, como si haber sobrevivido fuera un castigo que debía pagar en silencio. Dejó de ser la misma. La poca esperanza que alguna vez había habitado en su pecho se desvaneció. Ya no soñaba con días mejores, ni buscaba consuelo. Solo existía. Su familia también cambió. Su madre apenas la miraba, como si temiera lo que vería en sus ojos. Su padre hablaba con distancia, como si las palabras se volvieran espinas en su garganta. Nadie lo decía, pero todos la juzgaban. Como si su dolor fuera menos válido. Como si su existencia fuera una culpa.
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  • +chibi estaba sentado en el suelo jugando con un taiser que le robó a un policía +OwO... +Presionaba el botón y miraba entretenido
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  • *Despacio hago clic en el botón de compra *[legend_crimson_rabbit_440]

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  • — ¡Hey!… ese no era el botón que tenías que oprimir.
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  • (de pie en el pasillo, ajustando los pliegues del delantal mientras observa la puerta al frente; su voz apenas un susurro para sí misma):

    "Buenos días... Qué frágil palabra para un día que apenas comienza y ya exige tanto orden.

    La luz entra justo como ayer… y sin embargo, algo se siente fuera de lugar.

    Observa la madera del suelo, impecable, como debe estar.

    Cada pliegue, cada hebilla, cada botón... en su sitio. No por vanidad, sino por deber.

    Si incluso una grieta en mi apariencia revela debilidad… ¿qué pensará de mí esta casa?
    (de pie en el pasillo, ajustando los pliegues del delantal mientras observa la puerta al frente; su voz apenas un susurro para sí misma): "Buenos días... Qué frágil palabra para un día que apenas comienza y ya exige tanto orden. La luz entra justo como ayer… y sin embargo, algo se siente fuera de lugar. Observa la madera del suelo, impecable, como debe estar. Cada pliegue, cada hebilla, cada botón... en su sitio. No por vanidad, sino por deber. Si incluso una grieta en mi apariencia revela debilidad… ¿qué pensará de mí esta casa?
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  • -Tras entender que ya no volverás contemplaba el micrófono y el botón de trasmicion suspiré con resignación y con un clip la transmisión en todos los anillos del infierno enpeso a sonar dando leves suspiros de melancolía la música enpeso a sonar cerrando mis ojos tome el microfono y con una mano en el pecho empece a cantar mis sombras escuchaban con cuidado cada palabra que emitía podían ver cómo mi alma se resquebrajaba con cada palabra -

    https://youtu.be/_G88fVJkoZw?si=-U_b4Eh1sOGacsKn
    -Tras entender que ya no volverás contemplaba el micrófono y el botón de trasmicion suspiré con resignación y con un clip la transmisión en todos los anillos del infierno enpeso a sonar dando leves suspiros de melancolía la música enpeso a sonar cerrando mis ojos tome el microfono y con una mano en el pecho empece a cantar mis sombras escuchaban con cuidado cada palabra que emitía podían ver cómo mi alma se resquebrajaba con cada palabra - https://youtu.be/_G88fVJkoZw?si=-U_b4Eh1sOGacsKn
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  • El Renacer de una Sobreviviente en el Cruel Desierto
    Fandom Happy Tree Friends, High/Crossover
    Categoría Acción
    -Una hormiga deseambula en medio del desierto atraída por el fuerte dolor metálico proveniente de un pequeño charco de sangre que crece poco a poco con cada gota que cae encima. A los pies de un gran acantilado se encuentra un árbol seco y muerto que decora el despiadado desierto. En una de las fuertes ramas, yace una puercoespín mutante de pelaje rojo intenso boca arriba y empalada por una rama gruesa en la zona izquierda de su abdomen, cómo si le hubiese atravesado una estaca con un pequeño grupo de hormigas concentradas en aquella zona. La sangre seca escurrió a lo largo del tronco con el cuerpo de la criatura que es sostenida en medio del aire con los brazos abiertos y las piernas separadas y dobladas, con la espalda arqueda hacia atrás por el empalamiento.
    A los pies del tronco, se encuentra el cadaver de un humano que presenta desde la garganta hasta el torso clavado por varias púas larguísimas que le atravesaron su cuerpo estando "bañado" en su propia sangre seca y desnucado tras la caída de gran altura pero lo curioso que ninguna hormiga está invadiendo aquel cadaver. Las hormigas que están inspeccionando la zona empalada de la puercoespín caminan en círculos de forma rápida provocando que el cuerpo de la víctima reaccione, el corazón comienza a latir de nuevo y despierte mientras escurre una gran cantidad de sangre espesa por su boca, dificultandole respirar por la nariz al yacer boca arriba, mueve sus ojos de un lado a otro y su cerebro va dislumbrando en que situación se encuentra que la roedora respira más agitada que empieza a gemir de dolor porque cada respiración repercute en la zona empalada causandole más dolor y más sangre salga por su boca. Con la visión de "estando de cabeza" ve que cerca suyo hay un pequeño soplete junto con un celular, unas llaves y cigarrillos esparcidos por el suelo. Con dificultad estira su mano hasta alcanzar el soplete haciendo que su herida sangre más que el líquido carmesí escurra hacia el tronco que la tiene cautiva, recorriendo su espalda hasta su cabeza y las púas cayendo al suelo. Podía sentir su espalda lumbar que está "desnuda" al perder una gran cantidad de púas que están alojadas en el cadaver del humano. Ya con el soplete en mano, presiona el botón para que expulse una pequeña llamarada, sin soltarlo baja la mano con el soplete a los pies del tronco seco, acerca la llama al tronco que rapidamente se prende fuego, la madera se quema que lentamente va ascendiendo hasta aquella "estaca" que atravesa a la puercoespín que grita de dolor mientras se agita con fuerza quemandose la zona lumbar que se cauteriza, la rama gruesa se quiebra que la hembra cae de costado en el suelo y a un lado del cadaver humano.
    Siente cómo si su corazón estallará con los látidos que parece querer salir por su boca, con la respiración hiperventilada y con la estaca enterrada en su costado izquierdo mientras observa cómo el árbol seco se va desintegrando por el fuego que lo calcina que la malherida puercoespín cierra lentamente sus ojos hasta desmayarse producto del dolor. Sola y abandonada en medio de un hinóspito y cruel desierto...
    [Invencible_Mark_Viltrum_17]
    -Una hormiga deseambula en medio del desierto atraída por el fuerte dolor metálico proveniente de un pequeño charco de sangre que crece poco a poco con cada gota que cae encima. A los pies de un gran acantilado se encuentra un árbol seco y muerto que decora el despiadado desierto. En una de las fuertes ramas, yace una puercoespín mutante de pelaje rojo intenso boca arriba y empalada por una rama gruesa en la zona izquierda de su abdomen, cómo si le hubiese atravesado una estaca con un pequeño grupo de hormigas concentradas en aquella zona. La sangre seca escurrió a lo largo del tronco con el cuerpo de la criatura que es sostenida en medio del aire con los brazos abiertos y las piernas separadas y dobladas, con la espalda arqueda hacia atrás por el empalamiento. A los pies del tronco, se encuentra el cadaver de un humano que presenta desde la garganta hasta el torso clavado por varias púas larguísimas que le atravesaron su cuerpo estando "bañado" en su propia sangre seca y desnucado tras la caída de gran altura pero lo curioso que ninguna hormiga está invadiendo aquel cadaver. Las hormigas que están inspeccionando la zona empalada de la puercoespín caminan en círculos de forma rápida provocando que el cuerpo de la víctima reaccione, el corazón comienza a latir de nuevo y despierte mientras escurre una gran cantidad de sangre espesa por su boca, dificultandole respirar por la nariz al yacer boca arriba, mueve sus ojos de un lado a otro y su cerebro va dislumbrando en que situación se encuentra que la roedora respira más agitada que empieza a gemir de dolor porque cada respiración repercute en la zona empalada causandole más dolor y más sangre salga por su boca. Con la visión de "estando de cabeza" ve que cerca suyo hay un pequeño soplete junto con un celular, unas llaves y cigarrillos esparcidos por el suelo. Con dificultad estira su mano hasta alcanzar el soplete haciendo que su herida sangre más que el líquido carmesí escurra hacia el tronco que la tiene cautiva, recorriendo su espalda hasta su cabeza y las púas cayendo al suelo. Podía sentir su espalda lumbar que está "desnuda" al perder una gran cantidad de púas que están alojadas en el cadaver del humano. Ya con el soplete en mano, presiona el botón para que expulse una pequeña llamarada, sin soltarlo baja la mano con el soplete a los pies del tronco seco, acerca la llama al tronco que rapidamente se prende fuego, la madera se quema que lentamente va ascendiendo hasta aquella "estaca" que atravesa a la puercoespín que grita de dolor mientras se agita con fuerza quemandose la zona lumbar que se cauteriza, la rama gruesa se quiebra que la hembra cae de costado en el suelo y a un lado del cadaver humano. Siente cómo si su corazón estallará con los látidos que parece querer salir por su boca, con la respiración hiperventilada y con la estaca enterrada en su costado izquierdo mientras observa cómo el árbol seco se va desintegrando por el fuego que lo calcina que la malherida puercoespín cierra lentamente sus ojos hasta desmayarse producto del dolor. Sola y abandonada en medio de un hinóspito y cruel desierto... [Invencible_Mark_Viltrum_17]
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