• Aventura de hermanos... parte 1
    Categoría Aventura
    La noche había caído en el reino Fae y con ella la luna brillaba majestuosamente en cielo y Alexa se encontraba en las afueras de los terrenos Selene, mas específicamente en la lejanía de la mansión entre los arboles donde todos los Selene eran sepultados. Habían pasados ya un par de días tras la conversación con su hermano y los ataques del pasado donde lloro hasta quedarse dormida en los aposentos de Daniel.

    Llevaba ropa oscura que cubría bien su cabello y rostro, enmascarando ligeramente su identidad, algo prácticamente imposible pues el aura y poder de los Selene era inconfundible y en esta ocasión no iría solo ella, sino tambien su inexperto hermanito, sin embargo había prometido darle respuesta y contarle todos los misterios que englobaban a la familia Selene y a los hijos de la luna.

    Seria una aventura divertida un viaje no mas de 6 días a la biblioteca sagrada, la cual cuidaba su familia y resguardaba todos los secretos del reino mágico, pasarían por lugares no aptos para un noble como lo eran ellos, por lo cual había dejado una nota que decía exactamente la lista de cosas que debía llevar, donde la vería y un regalo de parte de sus padres, su primer investidura de "soldado" o en este caso el traje de "acecino2 que usaban solo los hijos de la luna de alto nivel, ya le contaría el significado de todo esto a su hermano y porque estas eran las prendas adecuadas para este momento, aquel viaje serviría para ayudar a Daniel y para resolver por fin todas las dudas de Alexa.

    -Porque tarda tanto... Cuanto tiempo puede tomar hacer una maleta y cambiarse...

    Estaba nerviosa, había pedido permiso a su padres para llevar a Daniel en esta alocada misión de investigación, ella era un soldado entrenado, llevar a alguien tan inexperto la asustaba, sobre todo porque era su hermanito, pero confiaría en el.

    -Ya no es un niño Alexa recuérdalo Esto es bueno para el... Sera divertido...


    ||Rol con Daniel Selene
    La noche había caído en el reino Fae y con ella la luna brillaba majestuosamente en cielo y Alexa se encontraba en las afueras de los terrenos Selene, mas específicamente en la lejanía de la mansión entre los arboles donde todos los Selene eran sepultados. Habían pasados ya un par de días tras la conversación con su hermano y los ataques del pasado donde lloro hasta quedarse dormida en los aposentos de Daniel. Llevaba ropa oscura que cubría bien su cabello y rostro, enmascarando ligeramente su identidad, algo prácticamente imposible pues el aura y poder de los Selene era inconfundible y en esta ocasión no iría solo ella, sino tambien su inexperto hermanito, sin embargo había prometido darle respuesta y contarle todos los misterios que englobaban a la familia Selene y a los hijos de la luna. Seria una aventura divertida un viaje no mas de 6 días a la biblioteca sagrada, la cual cuidaba su familia y resguardaba todos los secretos del reino mágico, pasarían por lugares no aptos para un noble como lo eran ellos, por lo cual había dejado una nota que decía exactamente la lista de cosas que debía llevar, donde la vería y un regalo de parte de sus padres, su primer investidura de "soldado" o en este caso el traje de "acecino2 que usaban solo los hijos de la luna de alto nivel, ya le contaría el significado de todo esto a su hermano y porque estas eran las prendas adecuadas para este momento, aquel viaje serviría para ayudar a Daniel y para resolver por fin todas las dudas de Alexa. -Porque tarda tanto... Cuanto tiempo puede tomar hacer una maleta y cambiarse... Estaba nerviosa, había pedido permiso a su padres para llevar a Daniel en esta alocada misión de investigación, ella era un soldado entrenado, llevar a alguien tan inexperto la asustaba, sobre todo porque era su hermanito, pero confiaría en el. -Ya no es un niño Alexa recuérdalo Esto es bueno para el... Sera divertido... ||Rol con [Hijo_de_la_luna]
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  • En un inicio, P empezó luchando contra otras marionetas, fuesen más grandes o pequeñas que él. Todas perdían aceite con cada ataque, quizás algún que otro engranaje. Algo con lo que él más o menos estaba familiarizado al ser igual.

    Pero... la primera vez que se enfrentó a un humano no hubo aceite de color negro, ni hubo engranajes, ni tornillos, ni tuercas... hubo sangre, color rojo, hubo quejidos de dolor, hubo carne y el crujir de algunos huesos.

    Era la primera vez viendo sangre y, aún así, algo dentro suyo le dijo que fue grave. Matar a un humano no era lo mismo que aniquilar a una marioneta o un monstruo. Era diferente de alguna forma. Sus ojos se quedaron clavados en su diestra, manchada de sangre casi tanto como su ropa y rostro. Terminó con una vida humana.

    Estaba mal, lo sabía porque conocía las reglas. Una marioneta jamás debe dañar a una persona. Pero él lo hizo. Él podía hacerlo. No lo pensó dos veces. ¿Era malo por eso? Si tuvo que eliminar a esa persona por necesidad, por no tener más opción, ¿eso en qué lo convertía?

    Esa pregunta poco a poco empezó a quedar en un rincón olvidado entre sus pensamientos a medida que continuó con las batallas, mientras más humanos se enfrentaban a él y más sangre manchaba su ropa.
    En un inicio, P empezó luchando contra otras marionetas, fuesen más grandes o pequeñas que él. Todas perdían aceite con cada ataque, quizás algún que otro engranaje. Algo con lo que él más o menos estaba familiarizado al ser igual. Pero... la primera vez que se enfrentó a un humano no hubo aceite de color negro, ni hubo engranajes, ni tornillos, ni tuercas... hubo sangre, color rojo, hubo quejidos de dolor, hubo carne y el crujir de algunos huesos. Era la primera vez viendo sangre y, aún así, algo dentro suyo le dijo que fue grave. Matar a un humano no era lo mismo que aniquilar a una marioneta o un monstruo. Era diferente de alguna forma. Sus ojos se quedaron clavados en su diestra, manchada de sangre casi tanto como su ropa y rostro. Terminó con una vida humana. Estaba mal, lo sabía porque conocía las reglas. Una marioneta jamás debe dañar a una persona. Pero él lo hizo. Él podía hacerlo. No lo pensó dos veces. ¿Era malo por eso? Si tuvo que eliminar a esa persona por necesidad, por no tener más opción, ¿eso en qué lo convertía? Esa pregunta poco a poco empezó a quedar en un rincón olvidado entre sus pensamientos a medida que continuó con las batallas, mientras más humanos se enfrentaban a él y más sangre manchaba su ropa.
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  • 𝐸𝑠𝑒 𝑚𝑢𝑟𝑜, 𝑛𝑜 𝑑𝑢𝑟𝑎𝑟𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒
    Fandom Castle
    Categoría Acción
    · 🇸​🇹​🇦​🇷​🇹​🇪​🇷​ 🇹​🇴​...
    ㅤㅤ⤹ Kate Beckett


    La realidad supera a la ficción.
    A él cómo escritor de misterio esa frase nunca le había hecho especial gracia. Y hasta ese momento había mantenido sin mucho problema si teoría de que a pesar de que todo escritor necesitaba de una inspiración para llevar sus historias a término, el toque que su imaginación les daba a los libros no era algo que se pudiera conseguir en la aleatoriedad del universo.
    Y sin embargo, en los últimos tiempos… todo aquello había cambiado.

    Cualquiera diría que estaba viviendo una trama de sus novelas. Pero aquello era la vida real y sin embargo había arrastrado fuera de hangar a Kate, habían matado a Montgomery, habían disparado a la inspectora, había eludido la muerte…
    Ante el miedo de perderla Castle le había confesado lo que casi no había aceptado ni ante sí mismo.
    No… aquello no estaba guionizado, ni si quiera se le podría haber ocurrido a la mente más aguda del mejor escritor del mundo…

    Y allí estaba él, en medio de toda aquella vorágine, investigando a escondidas, tratando de encontrar el culpable, de saber quién había contratado aquel francotirador para acabar con la vida de Kate, luchando contra ella y su obsesión por encontrar al asesino su madre. Debia mantenerla lejos de todo aquello, no porque el escritor no quisiera que descubrir aquello y darle a Kate la paz y la justicia que ansiaba, sino porque era la única forma de mantenerla a salvo.

    Como guinda de todo aquello, Richard Castle, un hombre intrínsecamente irónico, el cual usaba el humor como escape, arma y escudo, había pasado a lidiar con la decepción ante la falta de recuerdos de Kate en todo lo referente a su ataque, y por consiguiente a su estúpida y ridícula declaración.
    No ponía en duda en ningún momento la veracidad de todo aquello, pero si sabía, y así se lo había dicho porque no era capaz de guardárselo más, que Kate se refugiaba en su obsesión, y en relaciones con hombres que realmente no amaba.
    No estaba diciendo con todo aquello que le amara a él…
    No, no era tan ingenuo, aunque mentiría si dijera que en ocasiones no le era difícil imaginarse que era verdad. Aquellas miradas de la inspectora, sus gestos, sus palabras, la complicidad más que patente entre ellos… no estaban solo en su cabeza, todo aquello existía de verdad y daba alas a su prolífica mente.

    Sabía que aquel muro tras el que se protegía Kate no duraría para siempre, tan solo necesitaba ser lo suficientemente paciente, y por el momento parecía valerle ser el único en aquella relación.
    Parecía valerle hasta tal punto que aquella mañana había cambiado su “𝑚𝑜𝑑𝑢𝑠 𝑜𝑝𝑒𝑟𝑎𝑛𝑑𝑖” había pasado por la misma cafetería de siempre donde ya le tenían preparados los dos cafés de todas las mañanas.
    Había sacado su móvil y lo había pasado por el datafono que le tendía la dependienta mientras le miraba directamente a los ojos con una enorme sonrisa y se despedía con un travieso guiño de ojos.

    De camino hasta su meta le habían pedido un par de fotos, había saludado a un grupo de turistas asiáticos en la acera de enfrente… Nada fuera de lo común, nada a excepción de su destino. En aquella mañana no era la comisaria, si no…

    Su dedo índice derecho busca por unos segundos, revoloteando sobre la tabla con la lista de los pisos y sus respectivos botones.
    Cuando encuentra el que busca hunde el dedo y espera unos segundos antes de escuchar la voz femenina.

    — Su pedido de 𝑉𝑒𝑛𝑖𝑒𝑟𝑜'𝑠 𝑃𝑎𝑠𝑡𝑖𝑐𝑐𝑒𝑟𝑖𝑎 & 𝐶𝑎𝑓𝑓𝑒 ha llegado, ¿sería tan amable de permitirnos la entrada?
    · 🇸​🇹​🇦​🇷​🇹​🇪​🇷​ 🇹​🇴​... ㅤㅤ⤹ [D0ntCallMeMuse] La realidad supera a la ficción. A él cómo escritor de misterio esa frase nunca le había hecho especial gracia. Y hasta ese momento había mantenido sin mucho problema si teoría de que a pesar de que todo escritor necesitaba de una inspiración para llevar sus historias a término, el toque que su imaginación les daba a los libros no era algo que se pudiera conseguir en la aleatoriedad del universo. Y sin embargo, en los últimos tiempos… todo aquello había cambiado. Cualquiera diría que estaba viviendo una trama de sus novelas. Pero aquello era la vida real y sin embargo había arrastrado fuera de hangar a Kate, habían matado a Montgomery, habían disparado a la inspectora, había eludido la muerte… Ante el miedo de perderla Castle le había confesado lo que casi no había aceptado ni ante sí mismo. No… aquello no estaba guionizado, ni si quiera se le podría haber ocurrido a la mente más aguda del mejor escritor del mundo… Y allí estaba él, en medio de toda aquella vorágine, investigando a escondidas, tratando de encontrar el culpable, de saber quién había contratado aquel francotirador para acabar con la vida de Kate, luchando contra ella y su obsesión por encontrar al asesino su madre. Debia mantenerla lejos de todo aquello, no porque el escritor no quisiera que descubrir aquello y darle a Kate la paz y la justicia que ansiaba, sino porque era la única forma de mantenerla a salvo. Como guinda de todo aquello, Richard Castle, un hombre intrínsecamente irónico, el cual usaba el humor como escape, arma y escudo, había pasado a lidiar con la decepción ante la falta de recuerdos de Kate en todo lo referente a su ataque, y por consiguiente a su estúpida y ridícula declaración. No ponía en duda en ningún momento la veracidad de todo aquello, pero si sabía, y así se lo había dicho porque no era capaz de guardárselo más, que Kate se refugiaba en su obsesión, y en relaciones con hombres que realmente no amaba. No estaba diciendo con todo aquello que le amara a él… No, no era tan ingenuo, aunque mentiría si dijera que en ocasiones no le era difícil imaginarse que era verdad. Aquellas miradas de la inspectora, sus gestos, sus palabras, la complicidad más que patente entre ellos… no estaban solo en su cabeza, todo aquello existía de verdad y daba alas a su prolífica mente. Sabía que aquel muro tras el que se protegía Kate no duraría para siempre, tan solo necesitaba ser lo suficientemente paciente, y por el momento parecía valerle ser el único en aquella relación. Parecía valerle hasta tal punto que aquella mañana había cambiado su “𝑚𝑜𝑑𝑢𝑠 𝑜𝑝𝑒𝑟𝑎𝑛𝑑𝑖” había pasado por la misma cafetería de siempre donde ya le tenían preparados los dos cafés de todas las mañanas. Había sacado su móvil y lo había pasado por el datafono que le tendía la dependienta mientras le miraba directamente a los ojos con una enorme sonrisa y se despedía con un travieso guiño de ojos. De camino hasta su meta le habían pedido un par de fotos, había saludado a un grupo de turistas asiáticos en la acera de enfrente… Nada fuera de lo común, nada a excepción de su destino. En aquella mañana no era la comisaria, si no… Su dedo índice derecho busca por unos segundos, revoloteando sobre la tabla con la lista de los pisos y sus respectivos botones. Cuando encuentra el que busca hunde el dedo y espera unos segundos antes de escuchar la voz femenina. — Su pedido de 𝑉𝑒𝑛𝑖𝑒𝑟𝑜'𝑠 𝑃𝑎𝑠𝑡𝑖𝑐𝑐𝑒𝑟𝑖𝑎 & 𝐶𝑎𝑓𝑓𝑒 ha llegado, ¿sería tan amable de permitirnos la entrada?
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  • «Lealtad.

    Pertenecerse a uno mismo y a alguien más por desición propia. Afrenta completa al egoísta sentido de preservación. ¿O una extensión de él?

    Lealtad. Pactos que se crean, por los que se vive, se sangra, se sufre y se muere. Pactos que otorgan significado. Dos meñiques que se unen.

    Lealtad, eso que surge cuando alimentas a un cachorro con la idea de que lucha por algo más grande que él, y haces que ataque con la ferocidad de un león.»
    «Lealtad. Pertenecerse a uno mismo y a alguien más por desición propia. Afrenta completa al egoísta sentido de preservación. ¿O una extensión de él? Lealtad. Pactos que se crean, por los que se vive, se sangra, se sufre y se muere. Pactos que otorgan significado. Dos meñiques que se unen. Lealtad, eso que surge cuando alimentas a un cachorro con la idea de que lucha por algo más grande que él, y haces que ataque con la ferocidad de un león.»
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  • — No. Lo siento mucho Jefe, pero no puedo. No estoy calificada para ese nivel de estrés. —
    Declaró con una severidad mientras, sentia como sus lagrimas ya no podian ser contenidas.

    — Prefiero que alguien más atienda al señor Xavier Park. Sus exigencias son demasiadas y la actitud de sus familiares me ha hecho sentir al borde de un ataque de ansiedad. Si no es posible colocar a alguien mas en el puesto, prefiero renunciar al cargo. Lo lamento. —

    Una situación tensa, pero Anju incluso temblaba de las manos, era bien sabido que la hermana mayor del señor Park era no solo estricta, si no hasta sanguinaria con las mujeres cerca de su hermano menor.
    — No. Lo siento mucho Jefe, pero no puedo. No estoy calificada para ese nivel de estrés. — Declaró con una severidad mientras, sentia como sus lagrimas ya no podian ser contenidas. — Prefiero que alguien más atienda al señor Xavier Park. Sus exigencias son demasiadas y la actitud de sus familiares me ha hecho sentir al borde de un ataque de ansiedad. Si no es posible colocar a alguien mas en el puesto, prefiero renunciar al cargo. Lo lamento. — Una situación tensa, pero Anju incluso temblaba de las manos, era bien sabido que la hermana mayor del señor Park era no solo estricta, si no hasta sanguinaria con las mujeres cerca de su hermano menor.
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  • "La vida sin arrepentimientos" se dice todo durante un ataque de ira. La vida sería tan aburrida si no hubiera arrepentimientos. He estado pensando que el no poder estar con tu amada es algo que es peor la muerte. Pero estaba equivocado. En realidad, lo más incómodo es el momento en el que tienes que irte, solo entonces te das cuenta de que el destino que has estado esperando aparece en el lugar equivocado y en el momento equivocado. Sólo se puede decir algo de amor, algunos arrepentimientos sólo se pueden ocultar dentro del corazón.
    "La vida sin arrepentimientos" se dice todo durante un ataque de ira. La vida sería tan aburrida si no hubiera arrepentimientos. He estado pensando que el no poder estar con tu amada es algo que es peor la muerte. Pero estaba equivocado. En realidad, lo más incómodo es el momento en el que tienes que irte, solo entonces te das cuenta de que el destino que has estado esperando aparece en el lugar equivocado y en el momento equivocado. Sólo se puede decir algo de amor, algunos arrepentimientos sólo se pueden ocultar dentro del corazón.
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  • "Por un segundo... fue el fin del mundo"
    Fandom The Walking Dead
    Categoría Acción
    ㅤㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤ "Y cuando todo parecía controlado y
    ㅤㅤㅤㅤlas medicinas llegaron… Todo tembló…
    ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑
    ㅤㅤㅤㅤ˹ Daryl Dixon


    ㅤㅤㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤㅤLa semanas siguientes a aquel primer enfrentamiento con Woodbury fueron intensas para el grupo. Sabedores de que El Gobernador no se detendría en su empeño habían reforzado la cárcel, y en vista de que la reunión entre este y Rick -líder del grupo de Atlanta- había resultado ser totalmente estéril. Liv sabia que algo iba mal pero su padre todavía se empeñaba en guardar secretos sobre sus planes. Planes que solo llegó a compartir con Daryl y Hershel.

    Por esos dias, Andrea hizo una breve aparición en la cárcel, bastante tensa al principio, pues todo su interés era que cesaran las hostilidades, pero estaba claro que nadie en la prisión iba a ceder. No después de lo ocurrido a Maggie, Glenn o la pelea de zombies con Daryl y Merle. Ya no había punto y aparte en todo aquello… Era curioso pero a pesar de haber pasado meses sin verla, Liv todavía no había desarrollado simpatía por aquella mujer y, mucho menos, después de enterarse de lo acaecido en Woodbury entre ella, Michonne y aquel cabrón. ¿Qué clase de persona cambiaba a una amiga por un par de polvos? Aquello le hizo sentir una rara y repentina simpatía por Michonne. Lo que ayudó a que ambas mujeres estrecharan lazos.

    Fue demasiado tarde cuando Liv se enteró de los planes de Rick. Y es que al no ver en la prisión a Merle ni Michonne y tras escuchar a Daryl contarle la rara conversacion que había tenido con su hermano horas atrás, no le quedó ninguna duda de donde estaban ninguno de los dos. Ese cabrón había ido a entregar a Michonne. Y no había que ser muy inteligente para entender que ese era el secreto que Rick guardaba tras su reunión con El Gobernador.

    Merle había muerto intentando hacer algo bueno, pues al final en el último momento venció su honradez. No estaba mal un último acto de redención al dejar libre a Michonne y tratar de enfrentar él mismo al Gobernador…

    En lugar de plantar cara al Gobernador decidieron usar una táctica de tierra quemada… Si ellos aparentaban no estar en la cárcel cuando este llegara, ¿de qué le serviría siquiera al Gobernador aquel lugar? Absolutamente de nada.

    De ese modo no fue difícil repeler el ataque y El Gobernador y sus hombres tuvieron que salir de aquel lugar con el rabo entre las piernas. Lo que ninguno esperaba fueron las consecuencias de todo eso… Y es que el Gobernador asesino de forma cruel y despiadada al convoy de hombres que había llevado hasta la prisión… Después de esto, nadie lo volvió a ver…

    El grupo de la prisión decidió recoger a las personas residentes en Woodbury y llevarlos consigo a la prisión y… fue un alivio pues, horas mas tarde de aquello vieron una columna de humo gris alzarse entre los arboles dando clara evidencia de que el pueblo del Gobernador había ardido hasta los cimientos.

    >> Con el paso de las semanas y los meses se realizaron cambios dentro de la prisión… Rick había decidido renunciar al liderazgo del grupo, por lo que ahora este peso recaía en un Consejo formado por Hershel, Carol, Daryl y Sasha entre otros. Y, por supuesto, Liv.

    Hubo mejoras, tambien, en la organización de la prisión: se limpiaron dos pabellones y se estableció allí a los supervivientes de Woodbury y otros tantos que Daryl encontraba en la carretera mientras buscaba al Gobernador. Algunos en grupo como eran los siete miembros del grupo que Daryl encontró en Decatur, y otros solitarios, como fue Bob, un doctor al que parecía perseguir la mala suerte y que había encontrado en la prisión su segunda (o quinta) oportunidad.

    Por supuesto, la relacion entre Daryl y Liv se había vuelto muchisimo más estrecha y consolidada. A medida que los dos ocupaban sus puestos como miembros del Consejo se convertían en figuras de referencia para otros miembros de aquel grupo. Casi siempre se los veia juntos, pero no de un modo empalagoso o zanganeando… No, la verdad es que esos dos eran bastante activos y se habían dado cuenta de que su dinámica de pareja funcionaba sorprendentemente bien haciendo que se entendieran sin palabras apenas.

    Tenían su propia habitación en el bloque de celdas, a pesar de que a Liv le costó bastante que Daryl accediera a dormir en aquel cubículo, y se habían hecho dueños de una de las torres de vigilancia que prácticamente estaba decorada a su antojo, para hacerles más amenas las horas de vigilia allí arriba.

    -Feliz aniversario -le dijo un día Liv a Daryl sorprendiendo al sureño de buena mañana, y rápidamente añadió- No es que lleve la cuenta, pero… este me parece tan buen día como otro para decirlo…- rio antes de plantar un beso en los labios del arquero.

    Se construyó una pocilga para albergar cerdos salvajes capturados por Rick, tambien un par de cuadras para recoger caballos que Daryl había divisado en una granja cercana… y se habían creado campos de cultivo cuidados por Hershel, Rick y Carl… En el centro del patio se había construido una pérgola con materiales que fueron encontrando por la zona y se había construido una rudimentaria cocina exterior que daba de comer a los habitantes de la prisión.

    Aquellos meses de primavera habían sido favorables para el grupo superviviente de Atlanta y sus nuevos amigos. Todos se habían asentado y casi miraban con optimismo al futuro. Incluso Daryl había dejado de salir a buscar al Gobernador. No asi Michonne, quien cada vez parecía irse más lejos en busca de alguna pista pero siempre regresaba sin nada más que algunos comics, golosinas y algo que contarle a Carl… Esos dos habían hecho muy buenas migas… La samurái tampoco se olvidaba de Liv, pues en uno de sus viajes le trajo unas excelentes gafas de sol que hicieron las delicias de la hija del Sheriff.

    Pero, como siempre pasa en las grandes historias, las cosas habían de torcerse:

    Un brote de gripe asoló la prisión diezmando considerablemente la población del interior de la estructura. Entre los enfermos se contaban nombres como: Sasha, Glenn, Liv, Lizzie (una de las dos niñas que Carol se había visto obligada a adoptar). Cuando el medico que se ocupaba de los enfermos tambien sucumbió a la enfermedad fue Hershel quien se ocupo de mantener con vida a los enfermos del pabellón.

    Daryl, Tyresse, Bob y Michonne marcharon a un centro Universitario Veterinario en busca de medicamentos que pudieran paliar la situación de los enfermos.

    ¿He dicho que las cosas habían de torcerse? Aun faltaba lo peor: caos.

    Los enfermos que murieron en el pabellón donde se había aislado a las víctimas de aquella gripe despertaron convertidos en zombies y comenzaron a atacar a los pocos que restaban con vida, los muertos del exterior de la prisión casi lograron tirar la valla de no haber sido por Rick y Carl… Y cuando todo parecía controlado y las medicinas llegaron…

    Todo tembló…

    El Gobernador regresó con un nuevo grupo y había hecho prisioneros a Hershel y Michonne y, aunque Rick intentó mediar para proteger al grupo, no había palabras que convencieran a ese hombre… Decapitó a Hershel con la katana de Michonne y entonces… estalló la guerra. Todo fueron disparos, carreras…

    Siguiendo el plan de huida establecido meses atrás, Daryl instó a Liv de subir al autobús que sacaría a los enfermos de allí, prometiéndole que iria justo detrás de ella. Los minutos pasaban y Daryl no aparecia. El conductor del autobús apremio a Liv informándole de que no podían esperar más. Por lo que Liv bajó del vehículo y se cargó su arco y flechas al hombro dispuesta a buscar al arquero. Pero cuando regresó al centro de la batalla… se dio cuenta de que todo estaba perdido. La prisión estaba en llamas, el tanque del Gobernador había abierto boquetes irreparables en los muros y… todo estaba repleto de muertos que campaban a sus anchas. Se adentró en el patio lo justo para descubrir la sillita de bebé de Judith, su hermana a quien Carl había dado el nombre, llena de sangre. Aquello fue un mazazo emocional irreparable para Liv, quien tuvo que huir de la prisión haciendo un agujero en la valla y huyendo por el punto mas alejado de los muertos que ahora habían tomado aquel lugar.

    Lo había perdido todo. Absolutamente todo. A su familia. A sus amigos. A Daryl. Absolutamente… todo…

    Estaba sola. Y esta vez sin un Daryl que viniera a buscarla y llevarla de vuelta… La única esperanza que le quedaba era la de pensar en que podrían seguir con vida, aunque no volviera a verlos… Aunque hordas de muertos los separasen… Pero nada le aseguraba aquello…



    #Personajes3D #3D #Comunidad3D #RolPrivado
    ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ "Y cuando todo parecía controlado y ㅤㅤㅤㅤlas medicinas llegaron… Todo tembló… ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 ㅤㅤㅤㅤ˹ [DarylDixon] ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤLa semanas siguientes a aquel primer enfrentamiento con Woodbury fueron intensas para el grupo. Sabedores de que El Gobernador no se detendría en su empeño habían reforzado la cárcel, y en vista de que la reunión entre este y Rick -líder del grupo de Atlanta- había resultado ser totalmente estéril. Liv sabia que algo iba mal pero su padre todavía se empeñaba en guardar secretos sobre sus planes. Planes que solo llegó a compartir con Daryl y Hershel. Por esos dias, Andrea hizo una breve aparición en la cárcel, bastante tensa al principio, pues todo su interés era que cesaran las hostilidades, pero estaba claro que nadie en la prisión iba a ceder. No después de lo ocurrido a Maggie, Glenn o la pelea de zombies con Daryl y Merle. Ya no había punto y aparte en todo aquello… Era curioso pero a pesar de haber pasado meses sin verla, Liv todavía no había desarrollado simpatía por aquella mujer y, mucho menos, después de enterarse de lo acaecido en Woodbury entre ella, Michonne y aquel cabrón. ¿Qué clase de persona cambiaba a una amiga por un par de polvos? Aquello le hizo sentir una rara y repentina simpatía por Michonne. Lo que ayudó a que ambas mujeres estrecharan lazos. Fue demasiado tarde cuando Liv se enteró de los planes de Rick. Y es que al no ver en la prisión a Merle ni Michonne y tras escuchar a Daryl contarle la rara conversacion que había tenido con su hermano horas atrás, no le quedó ninguna duda de donde estaban ninguno de los dos. Ese cabrón había ido a entregar a Michonne. Y no había que ser muy inteligente para entender que ese era el secreto que Rick guardaba tras su reunión con El Gobernador. Merle había muerto intentando hacer algo bueno, pues al final en el último momento venció su honradez. No estaba mal un último acto de redención al dejar libre a Michonne y tratar de enfrentar él mismo al Gobernador… En lugar de plantar cara al Gobernador decidieron usar una táctica de tierra quemada… Si ellos aparentaban no estar en la cárcel cuando este llegara, ¿de qué le serviría siquiera al Gobernador aquel lugar? Absolutamente de nada. De ese modo no fue difícil repeler el ataque y El Gobernador y sus hombres tuvieron que salir de aquel lugar con el rabo entre las piernas. Lo que ninguno esperaba fueron las consecuencias de todo eso… Y es que el Gobernador asesino de forma cruel y despiadada al convoy de hombres que había llevado hasta la prisión… Después de esto, nadie lo volvió a ver… El grupo de la prisión decidió recoger a las personas residentes en Woodbury y llevarlos consigo a la prisión y… fue un alivio pues, horas mas tarde de aquello vieron una columna de humo gris alzarse entre los arboles dando clara evidencia de que el pueblo del Gobernador había ardido hasta los cimientos. >> Con el paso de las semanas y los meses se realizaron cambios dentro de la prisión… Rick había decidido renunciar al liderazgo del grupo, por lo que ahora este peso recaía en un Consejo formado por Hershel, Carol, Daryl y Sasha entre otros. Y, por supuesto, Liv. Hubo mejoras, tambien, en la organización de la prisión: se limpiaron dos pabellones y se estableció allí a los supervivientes de Woodbury y otros tantos que Daryl encontraba en la carretera mientras buscaba al Gobernador. Algunos en grupo como eran los siete miembros del grupo que Daryl encontró en Decatur, y otros solitarios, como fue Bob, un doctor al que parecía perseguir la mala suerte y que había encontrado en la prisión su segunda (o quinta) oportunidad. Por supuesto, la relacion entre Daryl y Liv se había vuelto muchisimo más estrecha y consolidada. A medida que los dos ocupaban sus puestos como miembros del Consejo se convertían en figuras de referencia para otros miembros de aquel grupo. Casi siempre se los veia juntos, pero no de un modo empalagoso o zanganeando… No, la verdad es que esos dos eran bastante activos y se habían dado cuenta de que su dinámica de pareja funcionaba sorprendentemente bien haciendo que se entendieran sin palabras apenas. Tenían su propia habitación en el bloque de celdas, a pesar de que a Liv le costó bastante que Daryl accediera a dormir en aquel cubículo, y se habían hecho dueños de una de las torres de vigilancia que prácticamente estaba decorada a su antojo, para hacerles más amenas las horas de vigilia allí arriba. -Feliz aniversario -le dijo un día Liv a Daryl sorprendiendo al sureño de buena mañana, y rápidamente añadió- No es que lleve la cuenta, pero… este me parece tan buen día como otro para decirlo…- rio antes de plantar un beso en los labios del arquero. Se construyó una pocilga para albergar cerdos salvajes capturados por Rick, tambien un par de cuadras para recoger caballos que Daryl había divisado en una granja cercana… y se habían creado campos de cultivo cuidados por Hershel, Rick y Carl… En el centro del patio se había construido una pérgola con materiales que fueron encontrando por la zona y se había construido una rudimentaria cocina exterior que daba de comer a los habitantes de la prisión. Aquellos meses de primavera habían sido favorables para el grupo superviviente de Atlanta y sus nuevos amigos. Todos se habían asentado y casi miraban con optimismo al futuro. Incluso Daryl había dejado de salir a buscar al Gobernador. No asi Michonne, quien cada vez parecía irse más lejos en busca de alguna pista pero siempre regresaba sin nada más que algunos comics, golosinas y algo que contarle a Carl… Esos dos habían hecho muy buenas migas… La samurái tampoco se olvidaba de Liv, pues en uno de sus viajes le trajo unas excelentes gafas de sol que hicieron las delicias de la hija del Sheriff. Pero, como siempre pasa en las grandes historias, las cosas habían de torcerse: Un brote de gripe asoló la prisión diezmando considerablemente la población del interior de la estructura. Entre los enfermos se contaban nombres como: Sasha, Glenn, Liv, Lizzie (una de las dos niñas que Carol se había visto obligada a adoptar). Cuando el medico que se ocupaba de los enfermos tambien sucumbió a la enfermedad fue Hershel quien se ocupo de mantener con vida a los enfermos del pabellón. Daryl, Tyresse, Bob y Michonne marcharon a un centro Universitario Veterinario en busca de medicamentos que pudieran paliar la situación de los enfermos. ¿He dicho que las cosas habían de torcerse? Aun faltaba lo peor: caos. Los enfermos que murieron en el pabellón donde se había aislado a las víctimas de aquella gripe despertaron convertidos en zombies y comenzaron a atacar a los pocos que restaban con vida, los muertos del exterior de la prisión casi lograron tirar la valla de no haber sido por Rick y Carl… Y cuando todo parecía controlado y las medicinas llegaron… Todo tembló… El Gobernador regresó con un nuevo grupo y había hecho prisioneros a Hershel y Michonne y, aunque Rick intentó mediar para proteger al grupo, no había palabras que convencieran a ese hombre… Decapitó a Hershel con la katana de Michonne y entonces… estalló la guerra. Todo fueron disparos, carreras… Siguiendo el plan de huida establecido meses atrás, Daryl instó a Liv de subir al autobús que sacaría a los enfermos de allí, prometiéndole que iria justo detrás de ella. Los minutos pasaban y Daryl no aparecia. El conductor del autobús apremio a Liv informándole de que no podían esperar más. Por lo que Liv bajó del vehículo y se cargó su arco y flechas al hombro dispuesta a buscar al arquero. Pero cuando regresó al centro de la batalla… se dio cuenta de que todo estaba perdido. La prisión estaba en llamas, el tanque del Gobernador había abierto boquetes irreparables en los muros y… todo estaba repleto de muertos que campaban a sus anchas. Se adentró en el patio lo justo para descubrir la sillita de bebé de Judith, su hermana a quien Carl había dado el nombre, llena de sangre. Aquello fue un mazazo emocional irreparable para Liv, quien tuvo que huir de la prisión haciendo un agujero en la valla y huyendo por el punto mas alejado de los muertos que ahora habían tomado aquel lugar. Lo había perdido todo. Absolutamente todo. A su familia. A sus amigos. A Daryl. Absolutamente… todo… Estaba sola. Y esta vez sin un Daryl que viniera a buscarla y llevarla de vuelta… La única esperanza que le quedaba era la de pensar en que podrían seguir con vida, aunque no volviera a verlos… Aunque hordas de muertos los separasen… Pero nada le aseguraba aquello… #Personajes3D #3D #Comunidad3D #RolPrivado
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  • -porque razón no deberia solo matarlos a todos y ya?- suelta un gruñido entre dientes,su ira se habia apoderado de aquel pelirrojo enojon haciendo que se transforme en una criatura enorme con gran poder.

    en aquel momento frunce el ceño viendo a todos los presentes mientras que con una voz llena de odio dice - no puedo creer que tanto que hago por ustedes y me pagan con desprecio- el joven pelirrojo invadido por esa ira empezaria a atacar a sus compañeros de cuarto los cuales intentarian sobrevivir a tales ataques.
    -porque razón no deberia solo matarlos a todos y ya?- suelta un gruñido entre dientes,su ira se habia apoderado de aquel pelirrojo enojon haciendo que se transforme en una criatura enorme con gran poder. en aquel momento frunce el ceño viendo a todos los presentes mientras que con una voz llena de odio dice - no puedo creer que tanto que hago por ustedes y me pagan con desprecio- el joven pelirrojo invadido por esa ira empezaria a atacar a sus compañeros de cuarto los cuales intentarian sobrevivir a tales ataques.
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  • El reencuentro
    Fandom FreeRol
    Categoría Romance
    Han pasado tres semanas desde que ataque a Eli, me sentía algo mejor tras la terapia. Tenía que serle sincero, pero aún estaba preocupado o mejor dicho tenía miedo de volverla a ver.

    Me sentía miserable por hacer daño a la persona que me enseñó amar, se que si la iba a volver a ver nada iba a ser igual, de momento iba de camino hacia una cafetería donde había quedado con Elek. Me pidió por favor que lo hiciera debido a que aún nos estaba buscando el abuelo, para pagar mi error de dejar viva a una bruja. Iba con calma, pero ocultando todo rastro de mi dolor e incluso la estupidez de rapar mi pelo, antes de abrir la puerta del local me vino el aroma de un perfume que no creí que fuera tan pronto volver a oler, me gire con cuidado viendo cara a cara a Eli, pero nos separaban varios metros.

    -Eli... -

    Mi voz aún estaba ronca de pasar noches llorando, a simple vista lo que más destacaba eran los ojos enrojecidos por no pasarlo bien. Y también mis manos aún estaban cubiertas de tiritas.

    Elisabeth Turner
    Han pasado tres semanas desde que ataque a Eli, me sentía algo mejor tras la terapia. Tenía que serle sincero, pero aún estaba preocupado o mejor dicho tenía miedo de volverla a ver. Me sentía miserable por hacer daño a la persona que me enseñó amar, se que si la iba a volver a ver nada iba a ser igual, de momento iba de camino hacia una cafetería donde había quedado con Elek. Me pidió por favor que lo hiciera debido a que aún nos estaba buscando el abuelo, para pagar mi error de dejar viva a una bruja. Iba con calma, pero ocultando todo rastro de mi dolor e incluso la estupidez de rapar mi pelo, antes de abrir la puerta del local me vino el aroma de un perfume que no creí que fuera tan pronto volver a oler, me gire con cuidado viendo cara a cara a Eli, pero nos separaban varios metros. -Eli... - Mi voz aún estaba ronca de pasar noches llorando, a simple vista lo que más destacaba eran los ojos enrojecidos por no pasarlo bien. Y también mis manos aún estaban cubiertas de tiritas. [Abbey_Thc]
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  • ❝ 𝑶𝒋𝒂𝒍á 𝒆𝒍 𝒂𝒈𝒖𝒂 𝒑𝒖𝒅𝒊𝒆𝒓𝒂 𝒍𝒍𝒆𝒗𝒂𝒓𝒔𝒆 𝒂𝒒𝒖𝒆𝒍𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒆 𝒂𝒕𝒐𝒓𝒎𝒆𝒏𝒕𝒂, 𝒂𝒖𝒏𝒒𝒖𝒆 𝒂𝒉𝒐𝒓𝒂 𝒔𝒐𝒍𝒐 𝒎𝒆 𝒔𝒊𝒓𝒗𝒂 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒕𝒓𝒂𝒏𝒒𝒖𝒊𝒍𝒊𝒛𝒂𝒓𝒎𝒆 𝒎𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕á𝒏𝒆𝒂𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆. ❞





    Una ducha. Solo deseaba el alivio de una ducha tibia para calmar sus nervios. Eran apenas las tres de la madrugada cuando despertó de golpe, jadeante y sudorosa, atrapada por los restos de una pesadilla que la dejó temblando. Se aferró a las mantas, intentando controlar su respiración mientras luchaba por evitar el inicio de un ataque de pánico.

    La sensación de su garganta siendo degollada todavía ardía en su mente, y aquella mirada penetrante se negaba a desaparecer. Cerró los ojos con fuerza, abrazándose a sí misma como un acto de desesperada autoprotección. El temblor en su cuerpo delataba el miedo que no podía contener, y su cabello rojo, desordenado, le cubría el rostro, creando un pequeño refugio contra la oscuridad que la rodeaba.

    Pero entonces, lo escuchó. Una voz masculina, baja y susurrante, hizo que cada músculo de su cuerpo se tensara. Las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas mientras una figura negra empezaba a formarse en la esquina de la habitación. Con un grito sofocado y un impulso desesperado, tomó la lámpara de la mesita de noche y la lanzó contra la sombra. El sonido del vidrio rompiéndose llenó el aire, esparciendo los trozos por el suelo.

    Respiró profundamente, intentando recuperar el control. Se cubrió el rostro con las manos temblorosas y se levantó de la cama, dejando atrás el desastre. Sin detenerse, tomó una de las toallas blancas con bordados de alguna palabra en italiano del armario y se dirigió al baño.

    Una vez dentro, se despojó de su ropa rápidamente y abrió la ducha, dejando que el agua tibia recorriera su cuerpo, aún frío por el miedo. Cerró los ojos bajo el chorro, tratando de calmarse y enfocarse en lo que realmente importaba: el motivo por el cual estaba en Roma. Tenía que terminar el acuerdo con Elisabetta y luego partir en busca de Ryan y Vanya. No podía permitirse distracciones, no ahora.

    El golpe en la puerta de su habitación la sacó de sus pensamientos. Supuso que serían los empleados del hotel, preocupados por el estruendo. Soltó un último suspiro, se dio un par de palmaditas en las mejillas, antes de tomar la bata y salir de ahí.
    ❝ 𝑶𝒋𝒂𝒍á 𝒆𝒍 𝒂𝒈𝒖𝒂 𝒑𝒖𝒅𝒊𝒆𝒓𝒂 𝒍𝒍𝒆𝒗𝒂𝒓𝒔𝒆 𝒂𝒒𝒖𝒆𝒍𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒆 𝒂𝒕𝒐𝒓𝒎𝒆𝒏𝒕𝒂, 𝒂𝒖𝒏𝒒𝒖𝒆 𝒂𝒉𝒐𝒓𝒂 𝒔𝒐𝒍𝒐 𝒎𝒆 𝒔𝒊𝒓𝒗𝒂 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒕𝒓𝒂𝒏𝒒𝒖𝒊𝒍𝒊𝒛𝒂𝒓𝒎𝒆 𝒎𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕á𝒏𝒆𝒂𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆. ❞ Una ducha. Solo deseaba el alivio de una ducha tibia para calmar sus nervios. Eran apenas las tres de la madrugada cuando despertó de golpe, jadeante y sudorosa, atrapada por los restos de una pesadilla que la dejó temblando. Se aferró a las mantas, intentando controlar su respiración mientras luchaba por evitar el inicio de un ataque de pánico. La sensación de su garganta siendo degollada todavía ardía en su mente, y aquella mirada penetrante se negaba a desaparecer. Cerró los ojos con fuerza, abrazándose a sí misma como un acto de desesperada autoprotección. El temblor en su cuerpo delataba el miedo que no podía contener, y su cabello rojo, desordenado, le cubría el rostro, creando un pequeño refugio contra la oscuridad que la rodeaba. Pero entonces, lo escuchó. Una voz masculina, baja y susurrante, hizo que cada músculo de su cuerpo se tensara. Las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas mientras una figura negra empezaba a formarse en la esquina de la habitación. Con un grito sofocado y un impulso desesperado, tomó la lámpara de la mesita de noche y la lanzó contra la sombra. El sonido del vidrio rompiéndose llenó el aire, esparciendo los trozos por el suelo. Respiró profundamente, intentando recuperar el control. Se cubrió el rostro con las manos temblorosas y se levantó de la cama, dejando atrás el desastre. Sin detenerse, tomó una de las toallas blancas con bordados de alguna palabra en italiano del armario y se dirigió al baño. Una vez dentro, se despojó de su ropa rápidamente y abrió la ducha, dejando que el agua tibia recorriera su cuerpo, aún frío por el miedo. Cerró los ojos bajo el chorro, tratando de calmarse y enfocarse en lo que realmente importaba: el motivo por el cual estaba en Roma. Tenía que terminar el acuerdo con Elisabetta y luego partir en busca de Ryan y Vanya. No podía permitirse distracciones, no ahora. El golpe en la puerta de su habitación la sacó de sus pensamientos. Supuso que serían los empleados del hotel, preocupados por el estruendo. Soltó un último suspiro, se dio un par de palmaditas en las mejillas, antes de tomar la bata y salir de ahí.
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