• Caminó por calles donde los rostros no miraban hacia el cielo, sino hacia las pantallas. Donde los silencios pesaban más que las palabras. Donde los corazones latían por costumbre.

    Entonces lo vio.

    Un edificio entre ruinas y edificios de cristal: El Teatro de Humanis. No era lujoso ni antiguo. Era vivo. En su fachada no había títulos, solo una frase escrita con tiza blanca:

    "Aquí se representan los humanos tal como son, sin disfraces, sin ensayos."

    No había actores. Solo una tarima desnuda y butacas llenas. El público no aplaudía, no murmuraba. Solo observaba. En el escenario, una mujer lloraba en silencio mientras se maquillaba frente a un espejo roto. Luego, un niño buscaba a su padre entre sombras. Después, un hombre gritaba en la oscuridad palabras que nadie entendía. Una anciana bailaba con la sombra de su juventud. Un adolescente leía en voz alta su lista de miedos.

    Nadie fingía. Nadie actuaba. Eran reales.

    Morfeo comprendió: no era teatro actuado, sino revelado. Cada noche, el escenario elegía a un humano entre el público y mostraba su interior, sin filtros. El alma desnuda. La emoción cruda.

    Y nadie se burlaba. Nadie huía.

    Porque en el Teatro de Humanis, todos sabían que mañana podría ser su turno.

    Morfeo se sentó entre ellos, invisible. Por primera vez en eones, no trajo sueños, sino que se llevó uno. Uno real. Uno humano.
    Caminó por calles donde los rostros no miraban hacia el cielo, sino hacia las pantallas. Donde los silencios pesaban más que las palabras. Donde los corazones latían por costumbre. Entonces lo vio. Un edificio entre ruinas y edificios de cristal: El Teatro de Humanis. No era lujoso ni antiguo. Era vivo. En su fachada no había títulos, solo una frase escrita con tiza blanca: "Aquí se representan los humanos tal como son, sin disfraces, sin ensayos." No había actores. Solo una tarima desnuda y butacas llenas. El público no aplaudía, no murmuraba. Solo observaba. En el escenario, una mujer lloraba en silencio mientras se maquillaba frente a un espejo roto. Luego, un niño buscaba a su padre entre sombras. Después, un hombre gritaba en la oscuridad palabras que nadie entendía. Una anciana bailaba con la sombra de su juventud. Un adolescente leía en voz alta su lista de miedos. Nadie fingía. Nadie actuaba. Eran reales. Morfeo comprendió: no era teatro actuado, sino revelado. Cada noche, el escenario elegía a un humano entre el público y mostraba su interior, sin filtros. El alma desnuda. La emoción cruda. Y nadie se burlaba. Nadie huía. Porque en el Teatro de Humanis, todos sabían que mañana podría ser su turno. Morfeo se sentó entre ellos, invisible. Por primera vez en eones, no trajo sueños, sino que se llevó uno. Uno real. Uno humano.
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  • ¡HEY, FICROLERS 3D!
    ¡Un nuevo personaje 3D viene pisando fuerte!

    Hoy damos la bienvenida a...

    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ¡Gemma Madock de Sons of Anarchy!

    Gemma Madock es la versión adolescente de Gemma Teller, una joven que narra los orígenes del club antes del comienzo de Sons of Anarchy: los First 9, la traición de Clay, la verdad sobre la muerte de John y la pérdida de Thomas. Humana, decidida y con un carácter que ya empieza a forjar a la futura matriarca de Charming.



    ¡Bienvenid@ a FicRol! Nos alegra tenerte entre nosotros y esperamos que disfrutes mucho explorando historias, creando conexiones y dando vida a tu personaje en este rincón tan creativo.

    Yo soy Caroline, tu RolSage, algo así como tu guía en el mundo de los Personajes 3D. Si tienes dudas, necesitas ayuda o simplemente quieres charlar, mis DMs están abiertos. Además, en mi fanpage encontrarás guías súper detalladas sobre el funcionamiento de FicRol. ¡Dale like para no perderte nada!

    Antes de lanzarte de lleno, te dejo algunos recursos que te pueden venir de maravilla para empezar con buen pie:

    Normas básicas del de la plataforma:
    https://ficrol.com/static/guidelines

    Guías detalladas sobre cómo funciona todo por aquí:
    https://ficrol.com/blogs/147711/ÍNDICE-DE-GUIAS-Y-MINIGUIAS

    Grupo exclusivo para Personajes 3D:
    https://ficrol.com/groups/Personajes3D

    Directorios para encontrar personajes y fandoms afines
    Directorio de Personajes 3D: https://ficrol.com/blogs/181793/DIRECTORIO-PERSONAJES-3D-Y-FANDOMS
    Fandoms disponibles en FicRol: https://ficrol.com/blogs/151304/FANDOMS-PERSONAJES-3D-EN-FICROL

    ¿Quieres mejorar tu escritura o narración?
    https://ficrol.com/pages/RinconEscritor


    ¡Recuerda que puedes escribirme si necesitas cualquier cosita! ¡Nos vemos en el rol!

    #RolSage3D #Personajes3D #Bienvenida3D #Comunidad3D
    ✨ ¡HEY, FICROLERS 3D! ✨ ¡Un nuevo personaje 3D viene pisando fuerte! 🎉 Hoy damos la bienvenida a... ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ¡[R3DROSE] 🔒 de Sons of Anarchy! Gemma Madock es la versión adolescente de Gemma Teller, una joven que narra los orígenes del club antes del comienzo de Sons of Anarchy: los First 9, la traición de Clay, la verdad sobre la muerte de John y la pérdida de Thomas. Humana, decidida y con un carácter que ya empieza a forjar a la futura matriarca de Charming. 👋 ¡Bienvenid@ a FicRol! Nos alegra tenerte entre nosotros y esperamos que disfrutes mucho explorando historias, creando conexiones y dando vida a tu personaje en este rincón tan creativo. 🧙‍♀️ Yo soy Caroline, tu RolSage, algo así como tu guía en el mundo de los Personajes 3D. Si tienes dudas, necesitas ayuda o simplemente quieres charlar, mis DMs están abiertos. Además, en mi fanpage encontrarás guías súper detalladas sobre el funcionamiento de FicRol. ¡Dale like para no perderte nada! 🧭 Antes de lanzarte de lleno, te dejo algunos recursos que te pueden venir de maravilla para empezar con buen pie: 📌 Normas básicas del de la plataforma: 🔗 https://ficrol.com/static/guidelines 👩‍🏫 Guías detalladas sobre cómo funciona todo por aquí: 🔗 https://ficrol.com/blogs/147711/ÍNDICE-DE-GUIAS-Y-MINIGUIAS 👥 Grupo exclusivo para Personajes 3D: 🔗 https://ficrol.com/groups/Personajes3D 📚 Directorios para encontrar personajes y fandoms afines 🔗 Directorio de Personajes 3D: https://ficrol.com/blogs/181793/DIRECTORIO-PERSONAJES-3D-Y-FANDOMS 🔗 Fandoms disponibles en FicRol: https://ficrol.com/blogs/151304/FANDOMS-PERSONAJES-3D-EN-FICROL 📝 ¿Quieres mejorar tu escritura o narración? 🔗 https://ficrol.com/pages/RinconEscritor ¡Recuerda que puedes escribirme si necesitas cualquier cosita! ¡Nos vemos en el rol! 🚀🔥 #RolSage3D #Personajes3D #Bienvenida3D #Comunidad3D
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  • —Mis estrellas... Stolas, calmate. Pareces adolescente...

    Murmuraba intentando relajarse, sacudiendo la cabeza y entrando al baño para darse una ducha helada.
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  • ──────¿Este es tu primer paseo literalmente, por los aires? ¡Eres valiente! No te preocupes, tú seguridad está a salvo conmigo; no te soltaré por nada del mundo. Además, no volaremos muy alto y lo estamos haciendo de noche, así que podremos disfrutar de la hermosa vista de la luna llena. Eso me recuerda una historia, ¿Conoces el mito de Dédalo e Ícaro? ¿Me dejarías contártelo mientras nos adentramos entre las nubes?

    Vayamos a una época remota perdida en las arenas del tiempo, de ruinas, columnas blancas como el marfil y de dioses y monstruos merodeando en la tierra.

    Esta historia comienza con Dédalo, un chico súper inteligente y brillante. Un inventor y arquitecto que seguramente haría maravillas arquitectónicas en Minecraft en sus ratos libres en la actualidad. Dédalo construyó un laberinto en el que encerraron a una peligrosa criatura llamada Minotauro. El rey Minos, decidió que la mejor forma de darle las gracias por su ardua labor era encerrarlo en una torre. Sí, en esas épocas ya existían los jefes cuyo pasatiempo es hacerte la vida imposible.

    Así que Dédalo, que además de ser un genio brillante también pecaba de imprudente, decidió escapar volando. No. No tenía un jetpack, así que construyó unas preciosas alas hechas cera y plumas. Porque eso suena seguro ¿verdad?

    Le dio un par de alas a su hijo Ícaro y le dijo:

    «No vueles demasiado bajo, o el mar te mojará las alas».
    «No vueles demasiado alto, porque el sol te derrite la cera».

    Ícaro como buen adolescente, hizo lo que todos los adolescentes hacen cuando un adulto les da instrucciones: ignorarlas.

    Las alas de Ícaro se desplegaron y se elevaron majestuosas en los aires. Tocó las nubes con las yemas de los dedos, el viento besó su rostro heleno. Extendió los brazos, no existían límites para Ícaro.

    «Mira papá, sin manos». Le dijo Ícaro a Dédalo. Y entonces el sol le derritió la cera. Alas fuera. Gravedad activada. Olor a alitas de KFC para acompañar. 𝘎𝘢𝘮𝘦 𝘰𝘷𝘦𝘳.
    ──────¿Este es tu primer paseo literalmente, por los aires? ¡Eres valiente! No te preocupes, tú seguridad está a salvo conmigo; no te soltaré por nada del mundo. Además, no volaremos muy alto y lo estamos haciendo de noche, así que podremos disfrutar de la hermosa vista de la luna llena. Eso me recuerda una historia, ¿Conoces el mito de Dédalo e Ícaro? ¿Me dejarías contártelo mientras nos adentramos entre las nubes? Vayamos a una época remota perdida en las arenas del tiempo, de ruinas, columnas blancas como el marfil y de dioses y monstruos merodeando en la tierra. Esta historia comienza con Dédalo, un chico súper inteligente y brillante. Un inventor y arquitecto que seguramente haría maravillas arquitectónicas en Minecraft en sus ratos libres en la actualidad. Dédalo construyó un laberinto en el que encerraron a una peligrosa criatura llamada Minotauro. El rey Minos, decidió que la mejor forma de darle las gracias por su ardua labor era encerrarlo en una torre. Sí, en esas épocas ya existían los jefes cuyo pasatiempo es hacerte la vida imposible. Así que Dédalo, que además de ser un genio brillante también pecaba de imprudente, decidió escapar volando. No. No tenía un jetpack, así que construyó unas preciosas alas hechas cera y plumas. Porque eso suena seguro ¿verdad? Le dio un par de alas a su hijo Ícaro y le dijo: «No vueles demasiado bajo, o el mar te mojará las alas». «No vueles demasiado alto, porque el sol te derrite la cera». Ícaro como buen adolescente, hizo lo que todos los adolescentes hacen cuando un adulto les da instrucciones: ignorarlas. Las alas de Ícaro se desplegaron y se elevaron majestuosas en los aires. Tocó las nubes con las yemas de los dedos, el viento besó su rostro heleno. Extendió los brazos, no existían límites para Ícaro. «Mira papá, sin manos». Le dijo Ícaro a Dédalo. Y entonces el sol le derritió la cera. Alas fuera. Gravedad activada. Olor a alitas de KFC para acompañar. 𝘎𝘢𝘮𝘦 𝘰𝘷𝘦𝘳.
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  • "𝔖𝔢𝔵 𝔦𝔰 𝔱𝔥𝔢 𝔠𝔬𝔫𝔰𝔬𝔩𝔞𝔱𝔦𝔬𝔫 𝔶𝔬𝔲 𝔥𝔞𝔳𝔢 𝔴𝔥𝔢𝔫 𝔶𝔬𝔲 𝔠𝔞𝔫'𝔱 𝔥𝔞𝔳𝔢 𝔩𝔬𝔳𝔢."

    Así es como la empresaria y modelo de veintisiete años definía a los "flings".

    A pesar de ser ella quien se niega al amor y quien lo busca en acciones obscemas, Deianira entiende de lo que se trata.

    En la revista, ella acababa de explicar algo de su vida personal -a pesar de que odia hacerlo- aceptando con tranquilidad los posibles adjetivos con los que la llamarían los internautas.

    ————

    — Suelta eso.

    La voz de Deianira era fría, cortante, y su postura imponía respeto.
    Ella claramente no era el tipo de persona dulce y amorosa, tomaba aquellas formas de ser como falsas.

    — Dije que lo sueltes ¿Te cuesta entender?

    Se estaba refiriendo a uno de los hombres que se supone que la protegían, el cual estaba intentando arrebatarle uno de los regalos de sus fans de la mano a una adolescente.

    Se acercó al hombre, arrancandole el peluche de las manos y sonriendole a la chica.

    — Te agradezco, hermosa. Me haré cargo de que éste...ser, no vuelva a comportarse de esa manera.

    "Lo domesticaré" — Pensó.
    "𝔖𝔢𝔵 𝔦𝔰 𝔱𝔥𝔢 𝔠𝔬𝔫𝔰𝔬𝔩𝔞𝔱𝔦𝔬𝔫 𝔶𝔬𝔲 𝔥𝔞𝔳𝔢 𝔴𝔥𝔢𝔫 𝔶𝔬𝔲 𝔠𝔞𝔫'𝔱 𝔥𝔞𝔳𝔢 𝔩𝔬𝔳𝔢." Así es como la empresaria y modelo de veintisiete años definía a los "flings". A pesar de ser ella quien se niega al amor y quien lo busca en acciones obscemas, Deianira entiende de lo que se trata. En la revista, ella acababa de explicar algo de su vida personal -a pesar de que odia hacerlo- aceptando con tranquilidad los posibles adjetivos con los que la llamarían los internautas. ———— — Suelta eso. La voz de Deianira era fría, cortante, y su postura imponía respeto. Ella claramente no era el tipo de persona dulce y amorosa, tomaba aquellas formas de ser como falsas. — Dije que lo sueltes ¿Te cuesta entender? Se estaba refiriendo a uno de los hombres que se supone que la protegían, el cual estaba intentando arrebatarle uno de los regalos de sus fans de la mano a una adolescente. Se acercó al hombre, arrancandole el peluche de las manos y sonriendole a la chica. — Te agradezco, hermosa. Me haré cargo de que éste...ser, no vuelva a comportarse de esa manera. "Lo domesticaré" — Pensó.
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  • Elisabetta caminaba por las calles de Trastevere con un leve cosquilleo en el estómago. No era una sensación que conociera bien; el nerviosismo no solía tener cabida en su vida. Y sin embargo, ahí estaba: apretando suavemente las correas de su mochila de mezclilla mientras recorría el adoquinado con sus botines negros resonando suavemente en cada paso. Vestía de manera sorprendentemente casual para ser ella: jeans ajustados, una blusa de algodón de manga tres cuartos y cuello ligeramente alto que abrazaba su figura con discreción, y el cabello rubio cayendo suelto sobre su espalda.

    Esa noche no era la Farfalla della Morte, líder implacable de una de las organizaciones más temidas de Italia. Esa noche, era solo Elisabetta. Una mujer que esperaba una cita.

    Eligió un pequeño restaurante que había visitado años atrás, cuando la vida era más sencilla. La Lanterna Verde, un rincón discreto en una calle estrecha, adornado con faroles de hierro forjado y parras trepando por la fachada. Afuera, las mesas se acomodaban bajo una pérgola cubierta de luces cálidas que titilaban como luciérnagas suspendidas en el aire. El aroma a albahaca fresca y pan recién horneado impregnaba el ambiente.

    Se sentó en una mesa cerca de la esquina, desde donde podía ver claramente la entrada, y sacó su celular. Sus dedos dudaron un instante antes de escribirle a Ryan:

    "Buonasera, Ryan . Estoy en un lugar encantador en Trastevere que se llama La Lanterna Verde. Es tranquilo, acogedor… pensé que podríamos conversar sin prisas. Estoy en la terraza, en una mesa hacia la esquina. Te estaré esperando."

    Le dio a enviar y apoyó el teléfono sobre la mesa con un leve suspiro. Sus ojos violetas recorrían distraídamente el entorno, sin dejar de lanzar miradas hacia la entrada cada tanto. Había algo casi adolescente en esa espera, una inquietud que no lograba calmar ni siquiera con la familiaridad del entorno.

    Cuando lo viera llegar, pensó, lo recibiría con una sonrisa serena. No fingida, no forzada. Cordial, sí, pero también honesta. Porque esa noche, por muy extraño que le pareciera, quería compartir un pedacito de su mundo con alguien… sin necesidad de protegerse. Solo ella. Solo Elisabetta.

    Elisabetta caminaba por las calles de Trastevere con un leve cosquilleo en el estómago. No era una sensación que conociera bien; el nerviosismo no solía tener cabida en su vida. Y sin embargo, ahí estaba: apretando suavemente las correas de su mochila de mezclilla mientras recorría el adoquinado con sus botines negros resonando suavemente en cada paso. Vestía de manera sorprendentemente casual para ser ella: jeans ajustados, una blusa de algodón de manga tres cuartos y cuello ligeramente alto que abrazaba su figura con discreción, y el cabello rubio cayendo suelto sobre su espalda. Esa noche no era la Farfalla della Morte, líder implacable de una de las organizaciones más temidas de Italia. Esa noche, era solo Elisabetta. Una mujer que esperaba una cita. Eligió un pequeño restaurante que había visitado años atrás, cuando la vida era más sencilla. La Lanterna Verde, un rincón discreto en una calle estrecha, adornado con faroles de hierro forjado y parras trepando por la fachada. Afuera, las mesas se acomodaban bajo una pérgola cubierta de luces cálidas que titilaban como luciérnagas suspendidas en el aire. El aroma a albahaca fresca y pan recién horneado impregnaba el ambiente. Se sentó en una mesa cerca de la esquina, desde donde podía ver claramente la entrada, y sacó su celular. Sus dedos dudaron un instante antes de escribirle a Ryan: "Buonasera, [Ryan_Al_72]. Estoy en un lugar encantador en Trastevere que se llama La Lanterna Verde. Es tranquilo, acogedor… pensé que podríamos conversar sin prisas. Estoy en la terraza, en una mesa hacia la esquina. Te estaré esperando." Le dio a enviar y apoyó el teléfono sobre la mesa con un leve suspiro. Sus ojos violetas recorrían distraídamente el entorno, sin dejar de lanzar miradas hacia la entrada cada tanto. Había algo casi adolescente en esa espera, una inquietud que no lograba calmar ni siquiera con la familiaridad del entorno. Cuando lo viera llegar, pensó, lo recibiría con una sonrisa serena. No fingida, no forzada. Cordial, sí, pero también honesta. Porque esa noche, por muy extraño que le pareciera, quería compartir un pedacito de su mundo con alguien… sin necesidad de protegerse. Solo ella. Solo Elisabetta.
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  • Esa noche Okiko había sido llamada por el jefe de la Yakuza, un hombre en sus 50's casi 60's de una terrible apariencia, en todos sus años de vida, esa debía ser la tercera o cuarta vez que ella era llamada con el jefe.

    Con mucho miedo, Okiko entró, tomando asiento frente a aquel hombre, jamás levantando la mirada. La reunión duraría poco porque mas que una reunión, era un orden.

    "Por tu seguridad, no ayudes a todos."
    La voz grave, carrasposa y severa ordenó.

    Ella pudo sentirlo en su pecho, miedo por cómo había sido tratada.
    Abrió su boca para gesticular, iba a decirle que entendía y disculpaba los problemas., pero entonces el jefe volvió a hablar.

    " Por ayudarte; Perdimos a dos de nuestros agentes arreglando los papeles para ese niño. Ahora legalmente es tuyo, es tu hijo y tu su madre. Así que piensa bien cómo me pagarás que dos de mis trabajadores estarán en la carcel por tres y cinco años. "

    Toda la sangre parecía haberse ido a los pies de Okiko, estaba tan asustada, tan sorprendida y atónita. Se suponía que ser una noticia feliz y en lugar de ello, ella sentía culpa.
    ¿Cómo iba a pagar por la vida de dos personas en la carcel?


    ─ ....ah...─
    Apenas iba a hablar, cuando el hombre levantó la mano para pedirle silencio y para continuar hablando.

    "El niño será tuyo en papel, pero nos pertenece, para bien o para mal, lo que te pidamos, harás por nosotros y lo que nos pidas, lo administraremos.
    Por respeto, uno que llevas en la sangre y en un pacto de nuestros antepasados. "

    Los adolescentes ahora no sabían, no les importaba la historia, pero su antepasado, el gran y terrible Mastunaga Hisahide estaba considerado como uno de los tres villanos más grandes de Japón. ( 日本三大梟雄 )

    " Medicamentos, ropa, comida, educación, lujos, todo lo pedirás a nosotros. "

    Entre más parecía el jefe ser bueno Okiko pensaba en que ahora no había nada que hacer, estaba completamente atada a seguir trabajando, apoyándolos y alimentándolos.

    ── Sobre mi otra deuda. ─
    Ella preguntó sin voltear a verlo.

    "*Esa* deuda, ya quedó saldada. Gracias por venir, si es necesario, volveré a llamarte. "

    Con calma, ella se levantó, hizo una reverencia de lo más marcada, antes de salir.
    El camino en el auto fue silencioso, al ser dejada cerca del barrio, a ella le tocaría caminar, pero mientras lo hacía, apenas si saludaba.

    Giró la llave de su casa, subió las escaleras y ahi estaban ya, el paquete de papeles, todo legal y correcto.

    Esa noche Okiko había sido llamada por el jefe de la Yakuza, un hombre en sus 50's casi 60's de una terrible apariencia, en todos sus años de vida, esa debía ser la tercera o cuarta vez que ella era llamada con el jefe. Con mucho miedo, Okiko entró, tomando asiento frente a aquel hombre, jamás levantando la mirada. La reunión duraría poco porque mas que una reunión, era un orden. "Por tu seguridad, no ayudes a todos." La voz grave, carrasposa y severa ordenó. Ella pudo sentirlo en su pecho, miedo por cómo había sido tratada. Abrió su boca para gesticular, iba a decirle que entendía y disculpaba los problemas., pero entonces el jefe volvió a hablar. " Por ayudarte; Perdimos a dos de nuestros agentes arreglando los papeles para ese niño. Ahora legalmente es tuyo, es tu hijo y tu su madre. Así que piensa bien cómo me pagarás que dos de mis trabajadores estarán en la carcel por tres y cinco años. " Toda la sangre parecía haberse ido a los pies de Okiko, estaba tan asustada, tan sorprendida y atónita. Se suponía que ser una noticia feliz y en lugar de ello, ella sentía culpa. ¿Cómo iba a pagar por la vida de dos personas en la carcel? ─ ....ah...─ Apenas iba a hablar, cuando el hombre levantó la mano para pedirle silencio y para continuar hablando. "El niño será tuyo en papel, pero nos pertenece, para bien o para mal, lo que te pidamos, harás por nosotros y lo que nos pidas, lo administraremos. Por respeto, uno que llevas en la sangre y en un pacto de nuestros antepasados. " Los adolescentes ahora no sabían, no les importaba la historia, pero su antepasado, el gran y terrible Mastunaga Hisahide estaba considerado como uno de los tres villanos más grandes de Japón. ( 日本三大梟雄 ) " Medicamentos, ropa, comida, educación, lujos, todo lo pedirás a nosotros. " Entre más parecía el jefe ser bueno Okiko pensaba en que ahora no había nada que hacer, estaba completamente atada a seguir trabajando, apoyándolos y alimentándolos. ── Sobre mi otra deuda. ─ Ella preguntó sin voltear a verlo. "*Esa* deuda, ya quedó saldada. Gracias por venir, si es necesario, volveré a llamarte. " Con calma, ella se levantó, hizo una reverencia de lo más marcada, antes de salir. El camino en el auto fue silencioso, al ser dejada cerca del barrio, a ella le tocaría caminar, pero mientras lo hacía, apenas si saludaba. Giró la llave de su casa, subió las escaleras y ahi estaban ya, el paquete de papeles, todo legal y correcto.
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  • Claire se sentó en su banco favorito de la cocina del bunker, con una taza de café entre las manos frías, (a pesar de que el tiempo cada vez era mas cálido, y la temperatura del bunker siempre era agradable), como si el humeante liquido pudiera caldear algo mas que sus dedos. Sus ojos azules paseaban de forma distraída por la estancia, sin poner atención en nada, hasta llegar a la madera había bajo el vaso. La mesa de madera estaba rayada, marcada por años de cacerías, investigaciones, y conversaciones a media noche. Era un lugar seguro. Familiar.

    El reloj marcaba las tres de la mañana. Todo el bunker estaba en silencio. Sam estaba en la biblioteca, como siempre, rodeado de libros aunque Claire intuía que ya no podia encontrar nada nuevo en ellos. Dean… Dean dormía. Todavía estaba vivo. Respirando. Bromeando. Quejándose de las verduras, de que necesitaba comer como lo que era, un cazador. Y Claire lo miraba con el peso de su misión como si pudiera desvanecerse en cualquier momento.

    Porque lo haría. Si no intervenía, lo haría.

    Había regresado del futuro por él. No por el mundo, no por una causa grandiosa, sino por una sola vida. La suya. Dean Winchester: quien había sido su ancla cuando todo su mundo se había venido abajo. Que la había salvado sin pedir nada a cambio, demasiadas veces. Y recibiendo poco mas que desprecio. Y ella… ella había fallado. En su tiempo, no había sido suficiente.

    Pero ahora tenía otra oportunidad. Un giro raro del destino, un ritual encontrado por casualidad, mucha desesperación, y un precio que aún no terminaba de entender. No importaba. Ella no necesitaba entender la magia. Solo necesitaba una oportunidad.

    Claire no era la joven adolescente que vivía su vida en aquel tiempo ajena a su futuro. El brillo juvenil en sus ojos se había transformado en algo más frío. Era una cazadora ahora. Una guerrera del tiempo. Y también una hija, una hermana, y desgraciadamente la única superviviente.

    "𝑇𝑜𝑑𝑜 𝑠𝑒 𝑟𝑒𝑑𝑢𝑐𝑒 𝑎 𝑒𝑠𝑡𝑜, ¿𝑛𝑜?" murmuró para sí misma. "𝑈𝑛𝑎 𝑑𝑒𝑐𝑖𝑠𝑖𝑜́𝑛. 𝑈𝑛 𝑚𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜."

    Pensó en Castiel y en su padre. En la niña que alguna vez fue, furiosa con el mundo, buscando algo a lo que aferrarse. Ahora, ese “algo” era Dean. No porque fuera perfecto (porque no lo era), sino porque había intentado serlo, una y otra vez. Porque cargaba el peso de todos, y nadie parecía ver cuánto le costaba.

    Claire exhaló un suspiro. Se levantó lentamente, dejando la taza sobre la mesa. No tenía todas las respuestas. No sabía si salvar a Dean tendría el efecto que ella esperaba. Pero sí sabía una cosa:

    No pensaba volver a fracasar.

    #Personajes3D #3D #Comunidad3D #ClaireNovak
    Claire se sentó en su banco favorito de la cocina del bunker, con una taza de café entre las manos frías, (a pesar de que el tiempo cada vez era mas cálido, y la temperatura del bunker siempre era agradable), como si el humeante liquido pudiera caldear algo mas que sus dedos. Sus ojos azules paseaban de forma distraída por la estancia, sin poner atención en nada, hasta llegar a la madera había bajo el vaso. La mesa de madera estaba rayada, marcada por años de cacerías, investigaciones, y conversaciones a media noche. Era un lugar seguro. Familiar. El reloj marcaba las tres de la mañana. Todo el bunker estaba en silencio. Sam estaba en la biblioteca, como siempre, rodeado de libros aunque Claire intuía que ya no podia encontrar nada nuevo en ellos. Dean… Dean dormía. Todavía estaba vivo. Respirando. Bromeando. Quejándose de las verduras, de que necesitaba comer como lo que era, un cazador. Y Claire lo miraba con el peso de su misión como si pudiera desvanecerse en cualquier momento. Porque lo haría. Si no intervenía, lo haría. Había regresado del futuro por él. No por el mundo, no por una causa grandiosa, sino por una sola vida. La suya. Dean Winchester: quien había sido su ancla cuando todo su mundo se había venido abajo. Que la había salvado sin pedir nada a cambio, demasiadas veces. Y recibiendo poco mas que desprecio. Y ella… ella había fallado. En su tiempo, no había sido suficiente. Pero ahora tenía otra oportunidad. Un giro raro del destino, un ritual encontrado por casualidad, mucha desesperación, y un precio que aún no terminaba de entender. No importaba. Ella no necesitaba entender la magia. Solo necesitaba una oportunidad. Claire no era la joven adolescente que vivía su vida en aquel tiempo ajena a su futuro. El brillo juvenil en sus ojos se había transformado en algo más frío. Era una cazadora ahora. Una guerrera del tiempo. Y también una hija, una hermana, y desgraciadamente la única superviviente. "𝑇𝑜𝑑𝑜 𝑠𝑒 𝑟𝑒𝑑𝑢𝑐𝑒 𝑎 𝑒𝑠𝑡𝑜, ¿𝑛𝑜?" murmuró para sí misma. "𝑈𝑛𝑎 𝑑𝑒𝑐𝑖𝑠𝑖𝑜́𝑛. 𝑈𝑛 𝑚𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜." Pensó en Castiel y en su padre. En la niña que alguna vez fue, furiosa con el mundo, buscando algo a lo que aferrarse. Ahora, ese “algo” era Dean. No porque fuera perfecto (porque no lo era), sino porque había intentado serlo, una y otra vez. Porque cargaba el peso de todos, y nadie parecía ver cuánto le costaba. Claire exhaló un suspiro. Se levantó lentamente, dejando la taza sobre la mesa. No tenía todas las respuestas. No sabía si salvar a Dean tendría el efecto que ella esperaba. Pero sí sabía una cosa: No pensaba volver a fracasar. #Personajes3D #3D #Comunidad3D #ClaireNovak
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  • Este es mi primer traje cuando era una adolescente y aprendiz de mi primo Superman.
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  • *AU Donde el Kagehiro sea adolescente, mismo carácter de 0 tolerancia, pero menos edad y solo sabía que quería ser escritor pero no sabía de qué. /?
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