Un sudor frío recorre la espalda del pelinegro mientras se mueve inquieto en la cama. Después de tomarse un par de pastillas para dormir con un vaso de whisky, se sumió en un sueño inquieto provocado por las imágenes que su cerebro ha conjurado para torturarle esa noche.
Reconocía la habitación, era del Motel Lotus en Londres, hacía frío y afuera llovía a cántaros, normal en Londres, la habitación olía a humo de cigarro, whisky y colonia para hombre barata; en toda la habitación había envolturas de comida rápida, envases con comida aún en el interior, en la cama, yacía un muchacho de no más de 14 años, aparentemente dormía, sin embargo, al acercarse más, era evidente que lloraba pero apenas eran perceptibles sus sollozos, era como si no quisiera que nadie lo escuchara. En el baño de la habitación, una voz masculina canturreaba una alegre melodía mientras corría el agua de la ducha. El cuerpo del muchachito en la cama se sobresaltó cuando la puerta de abrió revelando al hombre que se encontraba ahí dentro, era un hombre joven, de unos 20, 30 años, rubio, con demasiados tatuajes en los brazos. Mientras se arreglaba, no prestaba atención al chico en su cama quién sólo intentaba no llamar la atención.
— Vamos, pequeña zorra, ¿a caso estás llorando?, ay por favor, no me digas que te dolió...— se burló el mayor mirando de reojo la menuda figura que se aferraba a las cobijas como si fueran un escudo.
Matthew quería salir de ahí, pero sus pies no sé movían, era como si su inconsciente lo estuviera obligando a quedarse ahí, a mirar y escuchar.
— Cuando tu padre me dijo que podía jugar contigo, jamás me dijo que fueras una perra tan dramática...además, por la forma en que gemías se notó que lo disfrutaste, ¿o lo vas a negar?
— Y...yo...n-no lo dis...disfruté...— dijo el pelinegro en la cama y entonces, Matt gritó con fuerza al reconocer su propia voz, era su voz, era...era él...— q...quiero irme a casa...— pidió el menor mientras se incorporaba haciendo una mueca de dolor. Y ahí, Matt se vio a sí mismo, a sus 14 años, su rostro daba pena, tenía moretones en las mejillas, los labios partidos y un par de cortes en las mejillas, el resto de su cuerpo no estaba en mejor estado, tenía marcas y golpes por todos lados y lo peor, lo peor estaba entre sus piernas, al quitarse las sábanas de encima, Matt pudo ver restos de sangre en las sábanas de la cama y entre sus piernas, además de otros fluídos que no hacía falta ser un genio para saber qué eran. El hombre lo miró y se rió como si el hecho de haberlo lastimado fuera la fuente de una inmensa alegría.
Matt quiso correr pero no podía, estaba petrificado, quería dejar de mirar...de recordar, entonces, las paredes se empezaron a diluir como pintura bajo el agua, la escena cambió, ahora podía verse a sí mismo nuevamente pero el lugar era diferente, está vez se trataba de una habitación limpia, ordenada, podría decirse que incluso había cierta elegancia y lujo en ella, Matt ya no era un niño, era un adolescente de 16 años y Matt reconoció la escena, fue un par de meses antes de asesinar a su padre. El hombre que se encontraba ahí era el mismo de la primera escena pero había algo diferente, en esta ocasión, Matthew estaba porque quería.
— Entonces dime, Logan...¿me vas a dar lo que te pedí?, sabes que te lo pagaré bien...— decía Matt mientras sus dedos jugaban con la corbata ajena. — Sólo necesito que me dejes el tiempo suficiente para hacer lo que debo hacer y nadie lo sabrá, sólo tú y yo...¿qué dices?
Logan...hacía años que no recordaba ese nombre...su mente lo había 'bloqueado' como muchos recuerdos de su infancia y adolescencia.
— Lo que quieres, pequeña putilla es que te ayude a matar al jefe y sabes lo que eso significa, ¿cierto?
— Lo sé, pero no lo harás tú, lo haré yo, además...dijiste que, a cambio de qué follara contigo, me darías lo que quisiera, ¿lo olvidaste?
— No, no lo he olvidado y has cumplido bien tu parte del trato, mejor que bien...— dijo Logan mirando con lujuria el cuerpo de Matt.
— Entonces, dame lo que quiero y piénsalo, cuando mi padre esté muerto, tú ocuparás su lugar y ya sabes cómo me excitan los hombres con poder...ayúdame...— dijo Matthew mientras empezaba a desnudarse.
Logan, sin más reparos, se abalanzó sobre él y comenzó a cogerlo sin más nada, con fuerza, haciéndole daño, Matt soportó aquello como lo había hecho durante los últimos años tan sólo por obtener un par de minutos sin la seguridad que rodeaba a su padre para deshacerse de él. En ese momento, en su mente empezaron a aparecer imagénes de los años en los que prácticamente fue la ' puta ' de Logan y, cuando sintió ganas de vomitar, despertó...
— Ya no falta mucho...— murmuró para sí mismo, habían localizo al hombre que, después de verlo asesinar a su padre había huido sabiendo que Matthew jamás perdonaría lo que le había hecho pudiera perdonar las cosas que le había hecho a él y estaba en lo cierto. Durante los últimos 16 años, lo había buscado tan sólo para matarlo, a él y a todos los que habían abusado de él prometiéndole una ayuda que jamás llegó...la mayoría ya estaban muertos, pero era el turno de Logan...
Un sudor frío recorre la espalda del pelinegro mientras se mueve inquieto en la cama. Después de tomarse un par de pastillas para dormir con un vaso de whisky, se sumió en un sueño inquieto provocado por las imágenes que su cerebro ha conjurado para torturarle esa noche.
Reconocía la habitación, era del Motel Lotus en Londres, hacía frío y afuera llovía a cántaros, normal en Londres, la habitación olía a humo de cigarro, whisky y colonia para hombre barata; en toda la habitación había envolturas de comida rápida, envases con comida aún en el interior, en la cama, yacía un muchacho de no más de 14 años, aparentemente dormía, sin embargo, al acercarse más, era evidente que lloraba pero apenas eran perceptibles sus sollozos, era como si no quisiera que nadie lo escuchara. En el baño de la habitación, una voz masculina canturreaba una alegre melodía mientras corría el agua de la ducha. El cuerpo del muchachito en la cama se sobresaltó cuando la puerta de abrió revelando al hombre que se encontraba ahí dentro, era un hombre joven, de unos 20, 30 años, rubio, con demasiados tatuajes en los brazos. Mientras se arreglaba, no prestaba atención al chico en su cama quién sólo intentaba no llamar la atención.
— Vamos, pequeña zorra, ¿a caso estás llorando?, ay por favor, no me digas que te dolió...— se burló el mayor mirando de reojo la menuda figura que se aferraba a las cobijas como si fueran un escudo.
Matthew quería salir de ahí, pero sus pies no sé movían, era como si su inconsciente lo estuviera obligando a quedarse ahí, a mirar y escuchar.
— Cuando tu padre me dijo que podía jugar contigo, jamás me dijo que fueras una perra tan dramática...además, por la forma en que gemías se notó que lo disfrutaste, ¿o lo vas a negar?
— Y...yo...n-no lo dis...disfruté...— dijo el pelinegro en la cama y entonces, Matt gritó con fuerza al reconocer su propia voz, era su voz, era...era él...— q...quiero irme a casa...— pidió el menor mientras se incorporaba haciendo una mueca de dolor. Y ahí, Matt se vio a sí mismo, a sus 14 años, su rostro daba pena, tenía moretones en las mejillas, los labios partidos y un par de cortes en las mejillas, el resto de su cuerpo no estaba en mejor estado, tenía marcas y golpes por todos lados y lo peor, lo peor estaba entre sus piernas, al quitarse las sábanas de encima, Matt pudo ver restos de sangre en las sábanas de la cama y entre sus piernas, además de otros fluídos que no hacía falta ser un genio para saber qué eran. El hombre lo miró y se rió como si el hecho de haberlo lastimado fuera la fuente de una inmensa alegría.
Matt quiso correr pero no podía, estaba petrificado, quería dejar de mirar...de recordar, entonces, las paredes se empezaron a diluir como pintura bajo el agua, la escena cambió, ahora podía verse a sí mismo nuevamente pero el lugar era diferente, está vez se trataba de una habitación limpia, ordenada, podría decirse que incluso había cierta elegancia y lujo en ella, Matt ya no era un niño, era un adolescente de 16 años y Matt reconoció la escena, fue un par de meses antes de asesinar a su padre. El hombre que se encontraba ahí era el mismo de la primera escena pero había algo diferente, en esta ocasión, Matthew estaba porque quería.
— Entonces dime, Logan...¿me vas a dar lo que te pedí?, sabes que te lo pagaré bien...— decía Matt mientras sus dedos jugaban con la corbata ajena. — Sólo necesito que me dejes el tiempo suficiente para hacer lo que debo hacer y nadie lo sabrá, sólo tú y yo...¿qué dices?
Logan...hacía años que no recordaba ese nombre...su mente lo había 'bloqueado' como muchos recuerdos de su infancia y adolescencia.
— Lo que quieres, pequeña putilla es que te ayude a matar al jefe y sabes lo que eso significa, ¿cierto?
— Lo sé, pero no lo harás tú, lo haré yo, además...dijiste que, a cambio de qué follara contigo, me darías lo que quisiera, ¿lo olvidaste?
— No, no lo he olvidado y has cumplido bien tu parte del trato, mejor que bien...— dijo Logan mirando con lujuria el cuerpo de Matt.
— Entonces, dame lo que quiero y piénsalo, cuando mi padre esté muerto, tú ocuparás su lugar y ya sabes cómo me excitan los hombres con poder...ayúdame...— dijo Matthew mientras empezaba a desnudarse.
Logan, sin más reparos, se abalanzó sobre él y comenzó a cogerlo sin más nada, con fuerza, haciéndole daño, Matt soportó aquello como lo había hecho durante los últimos años tan sólo por obtener un par de minutos sin la seguridad que rodeaba a su padre para deshacerse de él. En ese momento, en su mente empezaron a aparecer imagénes de los años en los que prácticamente fue la ' puta ' de Logan y, cuando sintió ganas de vomitar, despertó...
— Ya no falta mucho...— murmuró para sí mismo, habían localizo al hombre que, después de verlo asesinar a su padre había huido sabiendo que Matthew jamás perdonaría lo que le había hecho pudiera perdonar las cosas que le había hecho a él y estaba en lo cierto. Durante los últimos 16 años, lo había buscado tan sólo para matarlo, a él y a todos los que habían abusado de él prometiéndole una ayuda que jamás llegó...la mayoría ya estaban muertos, pero era el turno de Logan...