• {Haku avanzaba con pasos sigilosos, y ligeros. Desde que había dejado de usar los hechizos del libro para disfrazar su apariencia con la de una humana, esa sensación no la abandonaba. La constante presión de ser observada, acechada… cazada. Aquella noche solo había querido caminar, respirar el aire frío de la ciudad vacía. La luna se alzaba más llena con cada noche.}

    {El viento nocturno la envolvió de pronto, obligándola a abrazarse a sí misma, como si quisiera proteger su cuerpo del escalofrío que la atravesó. Entonces escuchó pasos. Lentos. Pesados. No eran humanos. Su piel se erizó por completo. Sabía que estaba en peligro. No pensó demasiado, simplemente echó a correr hacia el único sitio cercano que ofrecía refugio: un callejón angosto, oscuro y apestoso. Un error.}

    {El callejón terminaba en muros altos, sin salida. Maldijo en voz baja, con la respiración agitada, girándose de golpe para retroceder. Pero ya era demasiado tarde. La cosa que la había seguido estaba allí, bloqueando la entrada.}

    {Un monstruo apareció de las sombras, arrastrando su repulsivo cuerpo. Era descomunal, con el torso alargado como una gigantesca escolopendra, y en su extremo, una cabeza monstruosa semejante a la de una mantis. De su garganta escapó un chillido insoportable, mezcla entre el alarido de un cerdo degollado y el frenazo de un camión oxidado. El sonido le desgarró los oídos, obligándola a cubrirse un instante.}

    {La criatura abrió sus mandíbulas dentadas, largas y afiladas como cuchillas, en una mueca de amenaza, como si quisiera disfrutar del pánico de su presa antes de devorarla. Su cuerpo se incorporó lentamente, elevándose sobre sí mismo; la mitad superior se alzó hacia el cielo, mientras la inferior se mantenía firme en el suelo.}

    {Haku retrocedió hasta sentir la pared fría contra su espalda. No tenía su espada. Esta vez no habría nada que la protegiera. Su única opción era la magia, su propia fuerza. Debía actuar con rapidez, porque el monstruo no dudaría, si se dejaba atrapar por el miedo, en cuestión de segundos sería desgarrada y devorada.}

    {Sus dedos temblaron al extender las manos, trazando en el aire los símbolos que conocía de memoria. El monstruo dio un paso. La sombra del cuerpo inmenso la envolvía por completo.}

    {Una esfera luminosa y palpitante, creció entre sus manos. El aire a su alrededor se cargó de energía, levantando polvo y papeles viejos del callejón. El monstruo pareció resentir la fuerza de esa luz, y un crujido ensordecedor salió de su garganta. Se abalanzó, veloz, con sus fauces abiertas.}

    {Haku lanzó el hechizo. Un rayo violeta rasgó la oscuridad, impactando de lleno contra el rostro de la criatura. El aire explotó con un estallido que sacudió los muros. El monstruo se retorció, chillando con furia y dolor, golpeando los muros con tanta fuerza que cayeron fragmentos de piedra.}

    {Solo se enfureció. Y, aunque su piel se había abierto en una herida ardiente que chisporroteaba con magia, seguía avanzando, más rápido, con rabia descontrolada. Haku volvió a alzar sus manos, aunque sabía que un solo error sería suficiente para que aquella bestia la partiera en dos.}

    "Si no lo detengo aquí… nadie podrá hacerlo."

    {La criatura golpeó con una de sus patas delanteras, largas como lanzas, contra el muro a su lado. La piedra estallo y una de ellas rozó el brazo de Haku, abriéndole un corte. Ella contuvo un grito, apretando los dientes, y canalizó ese dolor hacia el círculo de energía que formaba entre sus manos.}

    —¡No pienso convertirme en tu cena!

    {Un segundo círculo mágico apareció bajo sus pies, girando lentamente como una constelación en movimiento.}

    {El monstruo, al percibir la magnitud de lo que estaba a punto de ocurrir, abrió sus fauces en un chillido ensordecedor, y embistió, movido por puro instinto. Sus patas retumbaron contra el suelo como martillos.}

    {Haku alzó sus manos hacia adelante y gritó el conjuro final. La esfera de energía explotó en una lluvia de relámpagos violetas que envolvieron al monstruo de pies a cabeza. El aire se incendió con el fulgor del hechizo. La criatura se agitó con violencia, golpeando muros y suelo, hasta que finalmente, con un crujido, se desplomó en el suelo.}

    {Haku jadeaba, sus rodillas temblaban bajo el peso de la magia gastada. Su cuerpo entero estaba empapado en sudor frío. Finalmente, sin fuerzas, se desplomó en el suelo perdiendo el conocimiento.}
    {Haku avanzaba con pasos sigilosos, y ligeros. Desde que había dejado de usar los hechizos del libro para disfrazar su apariencia con la de una humana, esa sensación no la abandonaba. La constante presión de ser observada, acechada… cazada. Aquella noche solo había querido caminar, respirar el aire frío de la ciudad vacía. La luna se alzaba más llena con cada noche.} {El viento nocturno la envolvió de pronto, obligándola a abrazarse a sí misma, como si quisiera proteger su cuerpo del escalofrío que la atravesó. Entonces escuchó pasos. Lentos. Pesados. No eran humanos. Su piel se erizó por completo. Sabía que estaba en peligro. No pensó demasiado, simplemente echó a correr hacia el único sitio cercano que ofrecía refugio: un callejón angosto, oscuro y apestoso. Un error.} {El callejón terminaba en muros altos, sin salida. Maldijo en voz baja, con la respiración agitada, girándose de golpe para retroceder. Pero ya era demasiado tarde. La cosa que la había seguido estaba allí, bloqueando la entrada.} {Un monstruo apareció de las sombras, arrastrando su repulsivo cuerpo. Era descomunal, con el torso alargado como una gigantesca escolopendra, y en su extremo, una cabeza monstruosa semejante a la de una mantis. De su garganta escapó un chillido insoportable, mezcla entre el alarido de un cerdo degollado y el frenazo de un camión oxidado. El sonido le desgarró los oídos, obligándola a cubrirse un instante.} {La criatura abrió sus mandíbulas dentadas, largas y afiladas como cuchillas, en una mueca de amenaza, como si quisiera disfrutar del pánico de su presa antes de devorarla. Su cuerpo se incorporó lentamente, elevándose sobre sí mismo; la mitad superior se alzó hacia el cielo, mientras la inferior se mantenía firme en el suelo.} {Haku retrocedió hasta sentir la pared fría contra su espalda. No tenía su espada. Esta vez no habría nada que la protegiera. Su única opción era la magia, su propia fuerza. Debía actuar con rapidez, porque el monstruo no dudaría, si se dejaba atrapar por el miedo, en cuestión de segundos sería desgarrada y devorada.} {Sus dedos temblaron al extender las manos, trazando en el aire los símbolos que conocía de memoria. El monstruo dio un paso. La sombra del cuerpo inmenso la envolvía por completo.} {Una esfera luminosa y palpitante, creció entre sus manos. El aire a su alrededor se cargó de energía, levantando polvo y papeles viejos del callejón. El monstruo pareció resentir la fuerza de esa luz, y un crujido ensordecedor salió de su garganta. Se abalanzó, veloz, con sus fauces abiertas.} {Haku lanzó el hechizo. Un rayo violeta rasgó la oscuridad, impactando de lleno contra el rostro de la criatura. El aire explotó con un estallido que sacudió los muros. El monstruo se retorció, chillando con furia y dolor, golpeando los muros con tanta fuerza que cayeron fragmentos de piedra.} {Solo se enfureció. Y, aunque su piel se había abierto en una herida ardiente que chisporroteaba con magia, seguía avanzando, más rápido, con rabia descontrolada. Haku volvió a alzar sus manos, aunque sabía que un solo error sería suficiente para que aquella bestia la partiera en dos.} "Si no lo detengo aquí… nadie podrá hacerlo." {La criatura golpeó con una de sus patas delanteras, largas como lanzas, contra el muro a su lado. La piedra estallo y una de ellas rozó el brazo de Haku, abriéndole un corte. Ella contuvo un grito, apretando los dientes, y canalizó ese dolor hacia el círculo de energía que formaba entre sus manos.} —¡No pienso convertirme en tu cena! {Un segundo círculo mágico apareció bajo sus pies, girando lentamente como una constelación en movimiento.} {El monstruo, al percibir la magnitud de lo que estaba a punto de ocurrir, abrió sus fauces en un chillido ensordecedor, y embistió, movido por puro instinto. Sus patas retumbaron contra el suelo como martillos.} {Haku alzó sus manos hacia adelante y gritó el conjuro final. La esfera de energía explotó en una lluvia de relámpagos violetas que envolvieron al monstruo de pies a cabeza. El aire se incendió con el fulgor del hechizo. La criatura se agitó con violencia, golpeando muros y suelo, hasta que finalmente, con un crujido, se desplomó en el suelo.} {Haku jadeaba, sus rodillas temblaban bajo el peso de la magia gastada. Su cuerpo entero estaba empapado en sudor frío. Finalmente, sin fuerzas, se desplomó en el suelo perdiendo el conocimiento.}
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  • ⠀⠀Era raro que se inmiscuya en áreas transitadas, pero solía tener sus salidas nocturnas, siempre le gustaba meterse en zonas llenas de delincuencia o de bajos recursos. La marginalidad a la orden del día.

    ⠀⠀No era un visionario o un comerciante, solo un transeúnte. Sin embargo, toparse con él era una mala señal. Un augurio de último día para los incautos. Ya que le gustaba observar, siempre iba por gente con tendencia a la violencia.
    ⠀⠀De alguna manera morbosa, le gustaba generar conflicto para ver cómo reaccionan ante una amenaza real. Ignoraba a los que consideraba insectos; la gente común, la que huye del peligro, o la que se siente segura tras un gatillo.

    ⠀⠀Con las pandillas solía ser más raro, confiaban en sus números, creaban un área de entretenimiento, te querían hacer sentir acorralado. Lamentablemente no sabían a quién intentaban intimidar.

    ⠀⠀Le gustaban los detalles, vestía ropas caras, así era incluso más fácil captarlos, sus miradas, su lenguaje corporal, querían dinero fácil, le intentarían robar.

    ⠀⠀⸻Hey amigo, ten cuidado⸻ Fue la primer víctima, que chocó descaradamente contra él, intentando disimular una culpa caprichosa. Se asomarían detrás los demás.
    ⠀⠀Se mostró tranquilo, hasta feliz. Sus muecas se elevaron, acomodando sus labios, y su mano se alzó con tranquilidad, con parsimonia. ⸻Sí, tú también⸻ Respondió.
    ⠀⠀Pero era justo lo que buscaba, una vez acercó sus dedos al cuerpo del gamberro, este se dividió a la mitad limpiamente. Para sorpresa de sus asociados.

    ⠀⠀Gracias a que nadie extraña a la mugre de la sociedad, se podría desquitar un poco.

    ⠀⠀Esa noche, iba a empapar ese callejón de sangre.



    ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀Era raro que se inmiscuya en áreas transitadas, pero solía tener sus salidas nocturnas, siempre le gustaba meterse en zonas llenas de delincuencia o de bajos recursos. La marginalidad a la orden del día. ⠀⠀No era un visionario o un comerciante, solo un transeúnte. Sin embargo, toparse con él era una mala señal. Un augurio de último día para los incautos. Ya que le gustaba observar, siempre iba por gente con tendencia a la violencia. ⠀⠀De alguna manera morbosa, le gustaba generar conflicto para ver cómo reaccionan ante una amenaza real. Ignoraba a los que consideraba insectos; la gente común, la que huye del peligro, o la que se siente segura tras un gatillo. ⠀⠀Con las pandillas solía ser más raro, confiaban en sus números, creaban un área de entretenimiento, te querían hacer sentir acorralado. Lamentablemente no sabían a quién intentaban intimidar. ⠀⠀Le gustaban los detalles, vestía ropas caras, así era incluso más fácil captarlos, sus miradas, su lenguaje corporal, querían dinero fácil, le intentarían robar. ⠀⠀⸻Hey amigo, ten cuidado⸻ Fue la primer víctima, que chocó descaradamente contra él, intentando disimular una culpa caprichosa. Se asomarían detrás los demás. ⠀⠀Se mostró tranquilo, hasta feliz. Sus muecas se elevaron, acomodando sus labios, y su mano se alzó con tranquilidad, con parsimonia. ⸻Sí, tú también⸻ Respondió. ⠀⠀Pero era justo lo que buscaba, una vez acercó sus dedos al cuerpo del gamberro, este se dividió a la mitad limpiamente. Para sorpresa de sus asociados. ⠀⠀Gracias a que nadie extraña a la mugre de la sociedad, se podría desquitar un poco. ⠀⠀Esa noche, iba a empapar ese callejón de sangre. ⠀ ⠀ ⠀ ⠀
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  • "Algunas veces tiene que hablar mi espada por mi contra mis enemigos."

    Espada: "Así es hermano, no a la violencia My bro~ fumemos la pipa de la paz~"

    *Suspiro* "lo que me faltaba....una espada Hippie...
    "Algunas veces tiene que hablar mi espada por mi contra mis enemigos." Espada: "Así es hermano, no a la violencia My bro~ fumemos la pipa de la paz~" *Suspiro* "lo que me faltaba....una espada Hippie...
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    // - Cuando le explicas al nuevo y te dice cuál es la solución -
    La única solución que veo aquí es la violencia (?)
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  • × Relato - marco ×

    Morfeo, dios del ensueño, lo sabía en teoría… que los cuerpos físicos dolían, pero jamás lo había sentido en carne propia hasta este día en que su esencia se vio atrapada en un cuerpo humano.

    Así es, su primera vez como uno de ellos y enferma. 

    Al principio fue solo un leve cansancio, un peso extraño en los párpados y cuerpo que no obedecían a su voluntad. Caminaba entre la gente y notaba cómo los pasos se hacían más pesados, como si cada latido de su corazón golpeara con violencia dentro de una prisión demasiado frágil. El aire quemaba en su garganta y un calor febril comenzó a trepar por su frente.

    “¿Qué es esto?”, pensó, confundido.

    Acostumbrado a dominar los sueños de los mortales, jamás había imaginado que la fragilidad pudiera tocarlo a él...
    × Relato - marco × Morfeo, dios del ensueño, lo sabía en teoría… que los cuerpos físicos dolían, pero jamás lo había sentido en carne propia hasta este día en que su esencia se vio atrapada en un cuerpo humano. Así es, su primera vez como uno de ellos y enferma.  Al principio fue solo un leve cansancio, un peso extraño en los párpados y cuerpo que no obedecían a su voluntad. Caminaba entre la gente y notaba cómo los pasos se hacían más pesados, como si cada latido de su corazón golpeara con violencia dentro de una prisión demasiado frágil. El aire quemaba en su garganta y un calor febril comenzó a trepar por su frente. “¿Qué es esto?”, pensó, confundido. Acostumbrado a dominar los sueños de los mortales, jamás había imaginado que la fragilidad pudiera tocarlo a él...
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  • @ʍօʀքɦɛʊֆ
    @♱ 𝕽𝖔𝖇𝖎𝖓 🎵🎶

    Dejo pequeño resumen para que nadie se vuelva loco, ha sido una aventura corta pero divertida.

    Crónica de la Noche en la Aldea Silente

    Partimos al anochecer, guiados por una inquietud que no supimos explicar del todo. Algo nos decía que, en las ruinas de la aldea que Robin había destruido bajo la influencia de la corrupción, quedaba una verdad olvidada. No buscábamos venganza, sino respuestas… y quizá, una manera de salvarla.

    El camino fue silencioso, roto solo por el crepitar de la hoguera en nuestro campamento. Al amanecer, las primeras casas derruidas surgieron entre la bruma. Entre muros quemados y calles cubiertas de ceniza, los fantasmas de los aldeanos nos observaban en silencio. Algunos revivían ecos de su vida pasada; otros, atrapados en su dolor, mostraban hostilidad, pero logramos calmarlos sin recurrir a la violencia.

    En la plaza central, el aire se volvió más denso, casi irrespirable. Allí apareció la Doncella Protectora: una figura de belleza retorcida, gótica y perturbadora, que nos observaba con una sonrisa rota, babeando sangre, y riendo de manera intermitente. No atacó, pero sus pasos lentos y su presencia opresiva dejaban claro que no permitiría nuestro avance.

    Comprendimos que no podíamos enfrentarnos a ella con palabras. Fue entonces cuando, usando el fragmento de metal forjado por el herrero, la obligamos a retroceder. No la destruimos; se desvaneció entre la niebla, dejando tras de sí un silencio inquietante.

    Bajo una losa de piedra, donde ella se había plantado, hallamos el grimorio. Sus páginas, protegidas por encantos antiguos, nos prometen la clave para comprender qué fuerza oscura intenta poseerte… y, con suerte, cómo romper sus cadenas.
    @[Oneiros_88] @[Robin] Dejo pequeño resumen para que nadie se vuelva loco, ha sido una aventura corta pero divertida. Crónica de la Noche en la Aldea Silente Partimos al anochecer, guiados por una inquietud que no supimos explicar del todo. Algo nos decía que, en las ruinas de la aldea que Robin había destruido bajo la influencia de la corrupción, quedaba una verdad olvidada. No buscábamos venganza, sino respuestas… y quizá, una manera de salvarla. El camino fue silencioso, roto solo por el crepitar de la hoguera en nuestro campamento. Al amanecer, las primeras casas derruidas surgieron entre la bruma. Entre muros quemados y calles cubiertas de ceniza, los fantasmas de los aldeanos nos observaban en silencio. Algunos revivían ecos de su vida pasada; otros, atrapados en su dolor, mostraban hostilidad, pero logramos calmarlos sin recurrir a la violencia. En la plaza central, el aire se volvió más denso, casi irrespirable. Allí apareció la Doncella Protectora: una figura de belleza retorcida, gótica y perturbadora, que nos observaba con una sonrisa rota, babeando sangre, y riendo de manera intermitente. No atacó, pero sus pasos lentos y su presencia opresiva dejaban claro que no permitiría nuestro avance. Comprendimos que no podíamos enfrentarnos a ella con palabras. Fue entonces cuando, usando el fragmento de metal forjado por el herrero, la obligamos a retroceder. No la destruimos; se desvaneció entre la niebla, dejando tras de sí un silencio inquietante. Bajo una losa de piedra, donde ella se había plantado, hallamos el grimorio. Sus páginas, protegidas por encantos antiguos, nos prometen la clave para comprender qué fuerza oscura intenta poseerte… y, con suerte, cómo romper sus cadenas.
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  • ─ Aveces creo que ando rodeado de imbéciles y rarunos de por ahí, pero olvido que yo soy un poco de todo, una porción de disociación social con un hambre frenético ante la violencia. . .Y se me pasa. (?)
    ㊗️ ─ Aveces creo que ando rodeado de imbéciles y rarunos de por ahí, pero olvido que yo soy un poco de todo, una porción de disociación social con un hambre frenético ante la violencia. . .Y se me pasa. (?)
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    Violencia para sus pretendientes (?)
    Violencia para sus pretendientes (?)
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  • LA VERDADERA NATURALEZA DE LUNA

    Pocas veces Luna dormía tranquila. En sus sueños, siempre estaba ella: la mujer ciega de cabello blanco, cubierta por un velo de plumas que ocultaba sus ojos. Rodeada por figuras aladas con ojos eternamente abiertos, murmuraban secretos que Luna no alcanzaba a entender. Pero esta vez, el sueño fue diferente. Esta vez, la figura le habló.

    —Tú no eres humana, ni experimento. Eres herencia. Eres lo que encerraron hace siglos para proteger el equilibrio.

    Luna intentó retroceder, pero no pudo moverse. Algo dentro de ella ardía, vibraba. Sus tatuajes, usualmente tranquilos, se retorcían con violencia sobre su piel como si quisieran escapar.

    —Yo soy lo que serás cuando olvides el nombre que te dieron. Cuando dejes de temer quién eres.

    La figura extendió una mano hacia ella, tocando su pecho. Y en ese instante, Luna despertó… con la garganta ardiendo y el corazón palpitando como si estuviera a punto de estallar.

    Frente al espejo del baño, su reflejo ya no era completamente suyo. Sus ojos brillaban con un fulgor carmesí, su boca… era distinta. Demasiado. Abriéndose más de lo humanamente posible, con colmillos que no recordaba tener.

    Había sangre en el borde del lavamanos. No suya. No sabía de quién.

    La bestia dormía dentro de ella. No era un monstruo creado por el gobierno.

    Era una diosa castigada, una criatura de equilibrio ancestral encerrada en un cuerpo humano, esperando despertar.

    Y Luna estaba empezando a recordar

    -No!.....no..no soy un mounstro....no lo soy!!
    LA VERDADERA NATURALEZA DE LUNA Pocas veces Luna dormía tranquila. En sus sueños, siempre estaba ella: la mujer ciega de cabello blanco, cubierta por un velo de plumas que ocultaba sus ojos. Rodeada por figuras aladas con ojos eternamente abiertos, murmuraban secretos que Luna no alcanzaba a entender. Pero esta vez, el sueño fue diferente. Esta vez, la figura le habló. —Tú no eres humana, ni experimento. Eres herencia. Eres lo que encerraron hace siglos para proteger el equilibrio. Luna intentó retroceder, pero no pudo moverse. Algo dentro de ella ardía, vibraba. Sus tatuajes, usualmente tranquilos, se retorcían con violencia sobre su piel como si quisieran escapar. —Yo soy lo que serás cuando olvides el nombre que te dieron. Cuando dejes de temer quién eres. La figura extendió una mano hacia ella, tocando su pecho. Y en ese instante, Luna despertó… con la garganta ardiendo y el corazón palpitando como si estuviera a punto de estallar. Frente al espejo del baño, su reflejo ya no era completamente suyo. Sus ojos brillaban con un fulgor carmesí, su boca… era distinta. Demasiado. Abriéndose más de lo humanamente posible, con colmillos que no recordaba tener. Había sangre en el borde del lavamanos. No suya. No sabía de quién. La bestia dormía dentro de ella. No era un monstruo creado por el gobierno. Era una diosa castigada, una criatura de equilibrio ancestral encerrada en un cuerpo humano, esperando despertar. Y Luna estaba empezando a recordar -No!.....no..no soy un mounstro....no lo soy!!
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  • Detective's Play - The Phantomhive Family.
    Fandom Jujutsu Kaisen/Kuroshitsuji.
    Categoría Suspenso
    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀Londres, 14 de Febrero, 1913.

    ⠀⠀La niebla nocturna cae como un sudario sobre las calles, cubriéndolas con la humedad grisácea característica de la Europa de aquella época. Hace más de un siglo, su viaje no había hecho más que empezar, cada parada, cada destino, era un nuevo punto de comienzo.

    ⠀⠀Siempre lo perseguía... Ese hedor a muerte.

    ⠀⠀El maleficio cobraba vida en las calles, anunciaba su llegada de la miseria, y con él, la caminata de cierto individuo. Un hombre con ropas oscuras, gastadas pero impecables. Lleva un maletín de cuero curtido, y en su mano izquierda, protegida por un guante raído, una sortija de origen indescifrable. Con el paso de las eras, debía adaptarse a los códigos de vestimenta, no había nada que le disgustase más que usar trajes, pero era la etiqueta.

    ⠀⠀Por el pseudónimo "A", como le llaman quienes se atreven a pagar por sus servicios. No tiene título, ni oficina, ni papeles legales que lo respalden, pero quienes lo han contratado saben que si algo escapa a las leyes naturales, él sabrá qué hacer. Una forma más precisa de describirlo es que sabrá cómo destruirlo. Siempre cobra por adelantado. Tenía una carta en la mano, proveniente de un comisario que decidió contratar al hombre sin tiempo, bajo la duda sobre si los rumores de su persona son ciertos.

    ⠀⠀Nadie con sentido común camina por Shadwell cuando cae la noche y los pocos que se atreven a hacerlo no hablan de lo que ven, ni del hedor extraño que emana de ciertos portones cerrados desde hace décadas. Pero hace tres semanas, el primer cuerpo apareció bajo uno de esos faroles: un hombre joven, obrero, con la garganta abierta de forma limpia, sin rastro de sangre.

    ⠀⠀Tres días después, una mujer apareció sentada en los escalones de una iglesia abandonada, completamente vestida, el rostro lívido pero con las cuencas oculares vacías. Ni una sola marca de violencia. Solo piel cerrada, como si jamás hubiera tenido ojos.

    ⠀⠀La Scotland Yard —que nunca fue famosa por su competencia— cerró ambos casos como "ataques relacionados", probablemente un asesino serial excéntrico, algo que las imprentas sensacionalistas devoraron con entusiasmo. Pero Alaric sabía que no, estos parecían los requisitos de una especie de ritual, y seguía acumulando víctimas día tras día.

    ⠀⠀No están asesinando al azar, los están preparando meticulosamente. Algo despertará y será terrorífico.

    ⠀⠀Pero él no será el único que investigue ese caso...

    Jean Phantomhive
    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀Londres, 14 de Febrero, 1913. ⠀ ⠀⠀La niebla nocturna cae como un sudario sobre las calles, cubriéndolas con la humedad grisácea característica de la Europa de aquella época. Hace más de un siglo, su viaje no había hecho más que empezar, cada parada, cada destino, era un nuevo punto de comienzo. ⠀⠀Siempre lo perseguía... Ese hedor a muerte. ⠀⠀El maleficio cobraba vida en las calles, anunciaba su llegada de la miseria, y con él, la caminata de cierto individuo. Un hombre con ropas oscuras, gastadas pero impecables. Lleva un maletín de cuero curtido, y en su mano izquierda, protegida por un guante raído, una sortija de origen indescifrable. Con el paso de las eras, debía adaptarse a los códigos de vestimenta, no había nada que le disgustase más que usar trajes, pero era la etiqueta. ⠀⠀Por el pseudónimo "A", como le llaman quienes se atreven a pagar por sus servicios. No tiene título, ni oficina, ni papeles legales que lo respalden, pero quienes lo han contratado saben que si algo escapa a las leyes naturales, él sabrá qué hacer. Una forma más precisa de describirlo es que sabrá cómo destruirlo. Siempre cobra por adelantado. Tenía una carta en la mano, proveniente de un comisario que decidió contratar al hombre sin tiempo, bajo la duda sobre si los rumores de su persona son ciertos. ⠀⠀Nadie con sentido común camina por Shadwell cuando cae la noche y los pocos que se atreven a hacerlo no hablan de lo que ven, ni del hedor extraño que emana de ciertos portones cerrados desde hace décadas. Pero hace tres semanas, el primer cuerpo apareció bajo uno de esos faroles: un hombre joven, obrero, con la garganta abierta de forma limpia, sin rastro de sangre. ⠀⠀Tres días después, una mujer apareció sentada en los escalones de una iglesia abandonada, completamente vestida, el rostro lívido pero con las cuencas oculares vacías. Ni una sola marca de violencia. Solo piel cerrada, como si jamás hubiera tenido ojos. ⠀⠀La Scotland Yard —que nunca fue famosa por su competencia— cerró ambos casos como "ataques relacionados", probablemente un asesino serial excéntrico, algo que las imprentas sensacionalistas devoraron con entusiasmo. Pero Alaric sabía que no, estos parecían los requisitos de una especie de ritual, y seguía acumulando víctimas día tras día. ⠀⠀No están asesinando al azar, los están preparando meticulosamente. Algo despertará y será terrorífico. ⠀⠀Pero él no será el único que investigue ese caso... [littl3gr3y]
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