• 📍Park Elite Models- Despacho de La Musa Perversa
    Fandom OC
    Categoría Original
    21:42 p.m.
    Starter abierto – Puedes ser modelo, criminal, aliado, rival, oficial de la ley…o simplemente alguien que entró donde no debía.

    El mármol blanco reflejaba la ciudad como una joya fría desde las ventanas sin cortinas. En el centro de la sala, La Musa Perversa estaba sentada con una pierna cruzada, el vestido negro ceñido como una promesa peligrosa, y una copa de vino apenas tocada sobre la mesa de cristal.

    No había música. Solo el leve susurro de documentos al deslizarse entre sus dedos enguantados.
    Una carpeta roja quedó sobre la mesa. No se abrió. Solo se dejó ver.
    El sello en la portada: un tigre estilizado… blanco, sin pupilas.

    —Llegas tarde —dijo sin levantar la vista, con esa voz que no gritaba… pero exigía.

    Solo entonces alzó los ojos. Y sonrió.

    —Dime…
    ¿Qué vienes a ofrecerme?
    ¿Belleza?
    ¿Información?
    ¿Lealtad?
    ¿O quizás… jurisdicción?

    Se inclinó hacia delante, las uñas perfectamente esmaltadas tamborileando sobre la superficie pulida.

    —Aquí todos firman con algo más que tinta. Pero no te preocupes.
    Siempre puedes elegir cómo sangras.
    🕰️ 21:42 p.m. 💬 Starter abierto – Puedes ser modelo, criminal, aliado, rival, oficial de la ley…o simplemente alguien que entró donde no debía. El mármol blanco reflejaba la ciudad como una joya fría desde las ventanas sin cortinas. En el centro de la sala, La Musa Perversa estaba sentada con una pierna cruzada, el vestido negro ceñido como una promesa peligrosa, y una copa de vino apenas tocada sobre la mesa de cristal. No había música. Solo el leve susurro de documentos al deslizarse entre sus dedos enguantados. Una carpeta roja quedó sobre la mesa. No se abrió. Solo se dejó ver. El sello en la portada: un tigre estilizado… blanco, sin pupilas. —Llegas tarde —dijo sin levantar la vista, con esa voz que no gritaba… pero exigía. Solo entonces alzó los ojos. Y sonrió. —Dime… ¿Qué vienes a ofrecerme? ¿Belleza? ¿Información? ¿Lealtad? ¿O quizás… jurisdicción? Se inclinó hacia delante, las uñas perfectamente esmaltadas tamborileando sobre la superficie pulida. —Aquí todos firman con algo más que tinta. Pero no te preocupes. Siempre puedes elegir cómo sangras.
    Tipo
    Grupal
    Líneas
    30
    Estado
    Disponible
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  • Oh my, my
    Oh my, my love
    I take one look at you
    You're takin' me out of the ordinary
    I want you layin' me down 'til we're dead and buried
    On the edge of your knife, stayin' drunk on your vine
    The angels up in the clouds are jealous, knowin' we found
    Somethin' so out of the ordinary
    You got me kissin' the ground of your sanctuary
    Shatter me with your touch, oh Lord, return me to dust
    The angels up in the clouds are jealous, knowin' we found
    Oh my, my Oh my, my love I take one look at you You're takin' me out of the ordinary I want you layin' me down 'til we're dead and buried On the edge of your knife, stayin' drunk on your vine The angels up in the clouds are jealous, knowin' we found Somethin' so out of the ordinary You got me kissin' the ground of your sanctuary Shatter me with your touch, oh Lord, return me to dust The angels up in the clouds are jealous, knowin' we found
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  • Cuando estuve confinado bajo una montaña durante 500 años, Buda me castigó por desafiar a los dioses y desatar la guerra en el Cielo, "tomando" frutas, pildoras y vinos celestiales de la inmortalidad para volverme el dios más poderoso de todos los tiempos, y poder reclamar el trono del Emperador de Jade para mí.
    Pero un día, pasado esos 500 años, vino a mí un monje budista enviado por la Pusa y Buda para que él me liberará y yo fuese su discipulo y escolta. Ordenando a ser un monje budista, alcanzando la inmortalidad.
    Cuando estuve confinado bajo una montaña durante 500 años, Buda me castigó por desafiar a los dioses y desatar la guerra en el Cielo, "tomando" frutas, pildoras y vinos celestiales de la inmortalidad para volverme el dios más poderoso de todos los tiempos, y poder reclamar el trono del Emperador de Jade para mí. Pero un día, pasado esos 500 años, vino a mí un monje budista enviado por la Pusa y Buda para que él me liberará y yo fuese su discipulo y escolta. Ordenando a ser un monje budista, alcanzando la inmortalidad.
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  • Tome el celular de Nari Kim por error pero logré adivinar su contraseña y encontré esto en su galería...

    Tengo una stalker en casa ... Llamaré a la policía.

    Dígame para que las quiere señorita?
    Tome el celular de [NOBODYSHOME] por error pero logré adivinar su contraseña y encontré esto en su galería... Tengo una stalker en casa ... Llamaré a la policía. Dígame para que las quiere señorita?
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  • [ 𝑱𝒆𝒔𝒖𝒔 𝒊𝒔 𝒎𝒚 𝒗𝒊𝒓𝒕𝒖𝒆 𝒂𝒏𝒅 𝑱𝒖𝒅𝒂𝒔 𝒊𝒔 𝒕𝒉𝒆 𝒅𝒆𝒎𝒐𝒏 𝑰 𝒄𝒍𝒊𝒏𝒈 𝒕𝒐. — 𝑩𝒆𝒏𝒅𝒊𝒕𝒐 𝒔𝒆𝒂𝒔 𝒑𝒂𝒅𝒓𝒆 𝒏𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐.]





    Había llegado un nuevo pastor a la iglesia. Su presencia no pasó desapercibida: voz cálida, rostro amable, una figura que inspiraba confianza incluso en los más escépticos. Pero algo en él, algo oculto bajo la sotana impecablemente planchada, inquietaba.

    ¿Cuando la última vez que pisó una iglesia? Quizá más de un año atrás… y no por fe. Estaba allí por una razón: deshacerse de alguien, un contratista principal de la familia Di Conti, su familia.

    — Fratelli e sorelle, siamo qui oggi riuniti per rendere omaggio e commemorare con devozione la Santa Domenica, giorno del Signore, fonte di luce e di grazia per tutti noi.

    Sabía cómo interpretar su papel. Le gustaba. Jugar al santo, al pastor entregado. Con su mirada ámbar suave, casi melosa, y una sonrisa que coqueteaba con la inocencia, observaba el ritual como un espectáculo privado.

    𝗗𝗲 𝗽𝗶𝗲. 𝗔𝗿𝗿𝗼𝗱í𝗹𝗹𝗲𝗻𝘀𝗲. 𝗗𝗲 𝗽𝗶𝗲 𝗼𝘁𝗿𝗮 𝘃𝗲𝘇. 𝗔𝗿𝗿𝗼𝗱í𝗹𝗹𝗲𝗻𝘀𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝘃𝗲𝘇 𝗺á𝘀.
    𝗖𝗼𝗺𝗼 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼𝘀 𝗯𝗶𝗲𝗻 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗲𝗻𝗮𝗱𝗼𝘀.

    Era Domingo de Resurrección. La iglesia desbordaba de fieles, cientos de cuerpos apretujados bajo la cúpula dorada, expectantes por recibir la hostia y el vino.

    El cuerpo y la sangre de Cristo.

    𝗕𝘂𝗲𝗻 𝗰𝗵𝗶𝗰𝗼… 𝗮𝗵𝗼𝗿𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗲.

    El caos no tardó en llegar.
    Un grito desgarró el aire. Un hombre cayó al suelo, convulsionando violentamente frente al altar. El pánico se esparció como pólvora entre los bancos. Voces, llantos, carreras desesperadas.

    Ryan sin embargo se mantuvo quieto. Observando con interés como aquel cuerpo se movía frenéticamente hasta que después de un corto tiempo, dejo de hacerlo.

    Si lo hubiera matado hace tres días... ¿Ese hombre hubiera revivido?

    Fue la única cosa que se cuestionó antes de abandonar aquella iglesia. Había recibido un mensaje nuevo, nada bueno.

    Cierta alemana había desaparecido dejando todo a cargo a él. Era hora de volver al trabajo.
    [ 𝑱𝒆𝒔𝒖𝒔 𝒊𝒔 𝒎𝒚 𝒗𝒊𝒓𝒕𝒖𝒆 𝒂𝒏𝒅 𝑱𝒖𝒅𝒂𝒔 𝒊𝒔 𝒕𝒉𝒆 𝒅𝒆𝒎𝒐𝒏 𝑰 𝒄𝒍𝒊𝒏𝒈 𝒕𝒐. — 𝑩𝒆𝒏𝒅𝒊𝒕𝒐 𝒔𝒆𝒂𝒔 𝒑𝒂𝒅𝒓𝒆 𝒏𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐.] Había llegado un nuevo pastor a la iglesia. Su presencia no pasó desapercibida: voz cálida, rostro amable, una figura que inspiraba confianza incluso en los más escépticos. Pero algo en él, algo oculto bajo la sotana impecablemente planchada, inquietaba. ¿Cuando la última vez que pisó una iglesia? Quizá más de un año atrás… y no por fe. Estaba allí por una razón: deshacerse de alguien, un contratista principal de la familia Di Conti, su familia. — Fratelli e sorelle, siamo qui oggi riuniti per rendere omaggio e commemorare con devozione la Santa Domenica, giorno del Signore, fonte di luce e di grazia per tutti noi. Sabía cómo interpretar su papel. Le gustaba. Jugar al santo, al pastor entregado. Con su mirada ámbar suave, casi melosa, y una sonrisa que coqueteaba con la inocencia, observaba el ritual como un espectáculo privado. 𝗗𝗲 𝗽𝗶𝗲. 𝗔𝗿𝗿𝗼𝗱í𝗹𝗹𝗲𝗻𝘀𝗲. 𝗗𝗲 𝗽𝗶𝗲 𝗼𝘁𝗿𝗮 𝘃𝗲𝘇. 𝗔𝗿𝗿𝗼𝗱í𝗹𝗹𝗲𝗻𝘀𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝘃𝗲𝘇 𝗺á𝘀. 𝗖𝗼𝗺𝗼 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼𝘀 𝗯𝗶𝗲𝗻 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗲𝗻𝗮𝗱𝗼𝘀. Era Domingo de Resurrección. La iglesia desbordaba de fieles, cientos de cuerpos apretujados bajo la cúpula dorada, expectantes por recibir la hostia y el vino. El cuerpo y la sangre de Cristo. 𝗕𝘂𝗲𝗻 𝗰𝗵𝗶𝗰𝗼… 𝗮𝗵𝗼𝗿𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗲. El caos no tardó en llegar. Un grito desgarró el aire. Un hombre cayó al suelo, convulsionando violentamente frente al altar. El pánico se esparció como pólvora entre los bancos. Voces, llantos, carreras desesperadas. Ryan sin embargo se mantuvo quieto. Observando con interés como aquel cuerpo se movía frenéticamente hasta que después de un corto tiempo, dejo de hacerlo. Si lo hubiera matado hace tres días... ¿Ese hombre hubiera revivido? Fue la única cosa que se cuestionó antes de abandonar aquella iglesia. Había recibido un mensaje nuevo, nada bueno. Cierta alemana había desaparecido dejando todo a cargo a él. Era hora de volver al trabajo.
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  • Adivinen quien volvió, necesitaba mi momento de reflexión y tranquilidad pero ya estoy aquiiii, renovada, con nuevos aires y robar oxigeno de nuevo. Aprecien mi cara porque suelo usar mas chicas rubias jajaja
    Adivinen quien volvió, necesitaba mi momento de reflexión y tranquilidad pero ya estoy aquiiii, renovada, con nuevos aires y robar oxigeno de nuevo. Aprecien mi cara porque suelo usar mas chicas rubias jajaja :STK-9:
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  • Adivina que maldita perra ha vuelto. Así es, tu peor pesadilla. ¿Me extrañaste.?

    https://vm.tiktok.com/ZMBtSHn12/
    Adivina que maldita perra ha vuelto. Así es, tu peor pesadilla. ¿Me extrañaste.? https://vm.tiktok.com/ZMBtSHn12/
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  • Miró el horizonte pensativa. Si ahora no tendría que ir al Olimpo, ni ser copera, ni tener algo donde verter toda su energía infinita. ¿Cómo vivirían? ¿Cómo conseguiría monedas para nuevas vestimentas? Debía encontrar un... ¿Trabajo? Uno simple, uno modesto, uno que le fuera aunque sea útil y con qué entretenerse, porque dormir era su pasión. Y comer. Pero usar sus habilidades divinas para comer, sería ir por camino sencillo.

    —Mañana veré si consigo ser ayudante de algun lado, cocinar me gusta, atender también pero... Le prometí a mi amado disfrutar de la paz, pero... Yo no se quedarme quieta... Y necesitamos dinero para pasar de pueblo en pueblo, comprar cositas bonitas... —dice en un murmullo. Resopla y cierra sus ojos de nuevo— Mañana hablaré con Phos mou, de esto... Por ahora hay que disfrutar que aún tenía esta falda, tomar prestado una remera fue sencillo.

    Ríe divertida. Su astucia seguía intacta aun cuando dejar todo, fue complicadito.
    Miró el horizonte pensativa. Si ahora no tendría que ir al Olimpo, ni ser copera, ni tener algo donde verter toda su energía infinita. ¿Cómo vivirían? ¿Cómo conseguiría monedas para nuevas vestimentas? Debía encontrar un... ¿Trabajo? Uno simple, uno modesto, uno que le fuera aunque sea útil y con qué entretenerse, porque dormir era su pasión. Y comer. Pero usar sus habilidades divinas para comer, sería ir por camino sencillo. —Mañana veré si consigo ser ayudante de algun lado, cocinar me gusta, atender también pero... Le prometí a mi amado disfrutar de la paz, pero... Yo no se quedarme quieta... Y necesitamos dinero para pasar de pueblo en pueblo, comprar cositas bonitas... —dice en un murmullo. Resopla y cierra sus ojos de nuevo— Mañana hablaré con Phos mou, de esto... Por ahora hay que disfrutar que aún tenía esta falda, tomar prestado una remera fue sencillo. Ríe divertida. Su astucia seguía intacta aun cuando dejar todo, fue complicadito.
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  • "Caminando con los Muertos" (Parte II).

    Para caminar entre los muertos hay que saber mantener la vista en el frente.

    El brujo era tuerto, pero ya no lo es.

    Lester, su ave familiar, pertenece a una especie que siempre ha sido bien relacionada con el mundo del más allá. En particular, este cuerpo vino con un set de habilidades extra al respecto que el brujo sabe aprovechar para mantener la guía.

    El camino era oscuro, el aire era más denso que los descritos por la IA y el suelo cedía un poco con cada paso que el brujo daba, como compuesto de lodo apelmazado y no del todo firme, recordándole a esos vídeos de Tik Tok de gente jugando con sustancias no newtonianas.

    No hubiera podido dar un solo paso si hubiera venido siendo cojo.

    La oscuridad impedía ver más allá del alcance de un brazo extendido si se tenía la suerte de poseer alguna clase de luz capaz de resistir a la muerte de todo. Pero para el brujo, cuyo ojo izquierdo fue infectado por el alma del Liche, el paisaje era perfectamente claro.

    Tan claro como desolador.

    Había cadáveres, por supuesto. Cadáveres que no eran sino el recuerdo fantasmal que aún recubría a aquellas almas más perdidas, que se resistían a creer que, efectivamente, habían muerto.

    Era tierra yerma, o lodo no newtoniano yermo más bien, y no había norte ni sur, sólo un amplio paisaje de siluetas desdibujadas en el brillante color de la penumbra, rodeadas de una bruma maloliente o el frío vaho de lo estéril.

    — Podría ser peor.

    El brujo sabía que el mundo de los muertos podía tomar muchas formas y que esta, precisamente, bien podría clasificarse como una de las más acogedoras que había oído.

    — El Espíritu del Inframundo pagano nos guarda, amo. Esperemos que no pierda la llave... —comentó Lester.

    #ElBrujoCojo
    "Caminando con los Muertos" (Parte II). Para caminar entre los muertos hay que saber mantener la vista en el frente. El brujo era tuerto, pero ya no lo es. Lester, su ave familiar, pertenece a una especie que siempre ha sido bien relacionada con el mundo del más allá. En particular, este cuerpo vino con un set de habilidades extra al respecto que el brujo sabe aprovechar para mantener la guía. El camino era oscuro, el aire era más denso que los descritos por la IA y el suelo cedía un poco con cada paso que el brujo daba, como compuesto de lodo apelmazado y no del todo firme, recordándole a esos vídeos de Tik Tok de gente jugando con sustancias no newtonianas. No hubiera podido dar un solo paso si hubiera venido siendo cojo. La oscuridad impedía ver más allá del alcance de un brazo extendido si se tenía la suerte de poseer alguna clase de luz capaz de resistir a la muerte de todo. Pero para el brujo, cuyo ojo izquierdo fue infectado por el alma del Liche, el paisaje era perfectamente claro. Tan claro como desolador. Había cadáveres, por supuesto. Cadáveres que no eran sino el recuerdo fantasmal que aún recubría a aquellas almas más perdidas, que se resistían a creer que, efectivamente, habían muerto. Era tierra yerma, o lodo no newtoniano yermo más bien, y no había norte ni sur, sólo un amplio paisaje de siluetas desdibujadas en el brillante color de la penumbra, rodeadas de una bruma maloliente o el frío vaho de lo estéril. — Podría ser peor. El brujo sabía que el mundo de los muertos podía tomar muchas formas y que esta, precisamente, bien podría clasificarse como una de las más acogedoras que había oído. — El Espíritu del Inframundo pagano nos guarda, amo. Esperemos que no pierda la llave... —comentó Lester. #ElBrujoCojo
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  • Rol privado 𝐌𝐚𝐭𝐬𝐮𝐧𝐚𝐠𝐚 𝐎𝐤𝐢𝐤𝐨

    Los sucesos a partir del día que no volvió a casa determinaron el futuro de Kyo.

    Primero, su padre: Wakana Sou. El ebrio que golpeaba a su hijo y le encantaba acosar a jóvenes estudiantes. Con obesidad y bello en partes inimaginables, de olor repulsivo siempre a licor y un lenguaje tosco rasgando lo vulgar.

    Segundo, su madre: Kyoko Ichinose. La mujer que ganó la lotería, la que perdió su fortuna en las apuestas. Siempre con un cigarro en mano mientras juega en la máquinas tragamonedas, con la mirada desviada y realmente descuidada.

    Tercero, su hogar: un pequeño departamento rodeado de otros pequeños departamentos. Dónde se juntan las personas con menos recursos. Dos habitaciones, una cocina, un baño y una sala, de 3m² a lo mucho.

    Eso arrojo la investigación de la mafia. El joven había pasado de la gloria a la caída en tan poco tiempo. Los vecinos confirmaron los gritos y el llanto de Kyo a altas horas de la madrugada, confirmaron todas las veces que fue visto en las calles deambulando de un lado a otro. Y qué muchas veces, se peleaba con vagabundos por un trozo de pan seco.

    La escuela donde estudiaba nunca intervino y dejaron que el abuso de estudiantes de secundaria fueran perversos. Además, encontraron " al hombre verde" un viejo decrépito que le encantaba violentar a menores de edad y vendía el contenido en internet.

    Okiko dió en el blanco al sacarlo de su miseria. Kyo no tenía familia más allá de lo conocido, no tenía amigos que le dieran la mano o algún adulto que se compareciera de su situación.

    Aquella noche dónde durmió en un suave futón, limpio y esponjoso, dónde recibió el alimento gratuito y la hospitalidad de la mujer lo marco.

    Pasaron tres días viernes, sábado y domingo. Para el domingo en la noche Kyo bajo las escaleras dónde Okiko atendía a los clientes. Por voluntad, por favor o por gratitud recogía los platos, cubiertos y vasos, limpiaba las mesas y tiraba la basura sin que ella se lo pidiera. Solo lo hacía y ya. La miraba de reojo y corría a toda prisa cuando le decía " No " porque él quería sentirse útil y solo se le podía ocurrir ese método.

    Para las 5 o 6 am terminaron. Platos, cocina, pisos y ventanas limpios. Y él, todo un desastre entre tierra, grasa y curtidos.

    — Se terminó. ¿Verdad?. Ah, los hombres esos grandes si que dan mucho miedo.— Expreso por el yakuza con el ojo cortado y un tatuaje en el cuello. — Pero no tanto como mi papá.
    Rol privado [flare_fuchsia_pigeon_969] Los sucesos a partir del día que no volvió a casa determinaron el futuro de Kyo. Primero, su padre: Wakana Sou. El ebrio que golpeaba a su hijo y le encantaba acosar a jóvenes estudiantes. Con obesidad y bello en partes inimaginables, de olor repulsivo siempre a licor y un lenguaje tosco rasgando lo vulgar. Segundo, su madre: Kyoko Ichinose. La mujer que ganó la lotería, la que perdió su fortuna en las apuestas. Siempre con un cigarro en mano mientras juega en la máquinas tragamonedas, con la mirada desviada y realmente descuidada. Tercero, su hogar: un pequeño departamento rodeado de otros pequeños departamentos. Dónde se juntan las personas con menos recursos. Dos habitaciones, una cocina, un baño y una sala, de 3m² a lo mucho. Eso arrojo la investigación de la mafia. El joven había pasado de la gloria a la caída en tan poco tiempo. Los vecinos confirmaron los gritos y el llanto de Kyo a altas horas de la madrugada, confirmaron todas las veces que fue visto en las calles deambulando de un lado a otro. Y qué muchas veces, se peleaba con vagabundos por un trozo de pan seco. La escuela donde estudiaba nunca intervino y dejaron que el abuso de estudiantes de secundaria fueran perversos. Además, encontraron " al hombre verde" un viejo decrépito que le encantaba violentar a menores de edad y vendía el contenido en internet. Okiko dió en el blanco al sacarlo de su miseria. Kyo no tenía familia más allá de lo conocido, no tenía amigos que le dieran la mano o algún adulto que se compareciera de su situación. Aquella noche dónde durmió en un suave futón, limpio y esponjoso, dónde recibió el alimento gratuito y la hospitalidad de la mujer lo marco. Pasaron tres días viernes, sábado y domingo. Para el domingo en la noche Kyo bajo las escaleras dónde Okiko atendía a los clientes. Por voluntad, por favor o por gratitud recogía los platos, cubiertos y vasos, limpiaba las mesas y tiraba la basura sin que ella se lo pidiera. Solo lo hacía y ya. La miraba de reojo y corría a toda prisa cuando le decía " No " porque él quería sentirse útil y solo se le podía ocurrir ese método. Para las 5 o 6 am terminaron. Platos, cocina, pisos y ventanas limpios. Y él, todo un desastre entre tierra, grasa y curtidos. — Se terminó. ¿Verdad?. Ah, los hombres esos grandes si que dan mucho miedo.— Expreso por el yakuza con el ojo cortado y un tatuaje en el cuello. — Pero no tanto como mi papá.
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