• -Una fiesta de jardín temprano por la mañana, a quien se le ocurrió eso?-

    Bueno, creo que este vestido es perfecto, ya que el jardín es de ni más ni menos que el gobernante de Italia.

    -Decia engreída a una de las mucamas que la asisten para verse impecable, esa reunión es sumamente importante para la familia Di Vincenzo y si bien Flavio ya apareció, ella aún está a cargo así que debe asistir.

    Pronto llega a aquel lugar y a su arribo todos la miran con admiración, ella susurra para si misma-

    ¡Que comience el circo!

    -Sonrie de lado con algo de maldad aunque solo es un breve instante-
    -Una fiesta de jardín temprano por la mañana, a quien se le ocurrió eso?- Bueno, creo que este vestido es perfecto, ya que el jardín es de ni más ni menos que el gobernante de Italia. -Decia engreída a una de las mucamas que la asisten para verse impecable, esa reunión es sumamente importante para la familia Di Vincenzo y si bien Flavio ya apareció, ella aún está a cargo así que debe asistir. Pronto llega a aquel lugar y a su arribo todos la miran con admiración, ella susurra para si misma- ¡Que comience el circo! -Sonrie de lado con algo de maldad aunque solo es un breve instante-
    Me gusta
    Me encocora
    7
    0 turnos 0 maullidos 341 vistas
  • ㅤㅤ⠀⠀ ⠀⠀ ⟠ ࣪ . ⠀( 七夕 )⠀ ⠀ 𝐓𝐡𝐞 𝐧𝐢𝐠𝐡𝐭 𝐨𝐟 𝐒𝐞𝐯𝐞𝐧 . . . (Au w/ Caleb Galloway)
    Fandom Danmei
    Categoría Drama
    Caleb Galloway

    ㅤㅤDetrás de un abanico y una botella de tibio vino, un joven de tez nívea y ojos de plata, incapaz era de ocultar su risueña sonrisa, mientras a su alrededor la algarabía eufórica de la capital resonaba en sus oídos.

    ㅤBellas damas con rostros finamente cincelados y mejillas coloradas iban de un lado al otro, gráciles cual mariposas, desprendiendo un aroma floral que impregnaba el ambiente. Linternas rojas y decoraciones de papel colgaban de cada puesto, a la par que los tenderos se hacían con las mejores mercancías para vender.

    ㅤJing BeiYuan, quién se consideraba a sí mismo un ferviente admirador de los festivales, se encontraba extasiado con el pintoresco panorama de las tierras de su reino. El jóven iba Jing iba y venía de aquí a allá, sin que le importara estar acompañado por el príncipe heredero y la doncella que durante más de cinco años lo había estado rondando, cada dos pasos le escuchaba pedirle que no corriera por allí y se mantuviera cerca en consideración a la mujer.

    ㅤUsualmente, haría caso y mantendría la compostura, pero quién le conociera sabía que el QiXi era su festividad preferida, y con una celebración que colindaba con su cumpleaños, la gente del pueblo lo consentía durante esa noche y él se daba el lujo de ignorar cualquier orden y enterrar su protocolo, y a la primera oportunidad, salió corriendo nuevamente.

    ㅤLa noche del QiXi era joven aún, por lo que al escuchar su nombre siendo llamado por los puesteros, saludaba con su mano pero no se detenía a mirar, no quería cargar sus manos y pasar la noche incómodo, quería llegar hasta la otra punta de la capital y mirar todo lo que la noche tenía para ofrecer. Corrió todo lo que pudo hasta que no pudo avanzar, sus piernas aún era capaces pero la gente acumulada no le dejaba pasar, preguntándose qué sucedía, se escurrió hasta el frente del gentío hasta que casi, sin darse cuenta, se entrometió en una pelea de espadas.

    ㅤDió un pequeño paso atrás, pues aunque una espada colgaba en su cintura, no quería sacarla y confrontar a los jóvenes que se batían a duelo furiosos frente a la mirada de quienes, en su mayoría, eran doncellas que parecían mirar con amor a quién sería su próximo esposo, se preguntaba si alguna de ellas en verdad era pretendida por alguno de los dos espadachines.

    ㅤNo pasó mucho tiempo admirando aquella batalla hasta que sintió una mano apoyarse sobre su hombro, y al voltear la cabeza, el príncipe heredero parecía ni siquiera haberse despeinado cuando necesariamente tuvo que haber corrido detrás de él para alcanzarle en tan poco tiempo. No le importó mucho cuando le tomó de la muñeca y lo llevó al frente exclamando en voz alta.

    ㅤㅤ⸻ ¿Ves al joven de negro? Parece que ya me ha arrebatado mi lugar pero ¿Crees que vaya por el tuyo?

    ㅤ Bromeó con su mayor. BeiYuan, quién había mantenido de manera milagrosa durante tantos años un respetable tercer puesto como uno de los maestros más habilidosos, gracias a su buena puntería, sus veloces reflejos y su perfecto equilibrio, mientras que a su lado se encontraba el puesto número uno, pero aunque confiaba en las habilidades del príncipe, sus ojos se habían puesto en la técnica del joven de negro desde el segundo en que lo vió, era bueno y no parecía jugar en lo absoluto con la espada.
    [Otterlie_gj] ㅤㅤDetrás de un abanico y una botella de tibio vino, un joven de tez nívea y ojos de plata, incapaz era de ocultar su risueña sonrisa, mientras a su alrededor la algarabía eufórica de la capital resonaba en sus oídos. ㅤBellas damas con rostros finamente cincelados y mejillas coloradas iban de un lado al otro, gráciles cual mariposas, desprendiendo un aroma floral que impregnaba el ambiente. Linternas rojas y decoraciones de papel colgaban de cada puesto, a la par que los tenderos se hacían con las mejores mercancías para vender. ㅤJing BeiYuan, quién se consideraba a sí mismo un ferviente admirador de los festivales, se encontraba extasiado con el pintoresco panorama de las tierras de su reino. El jóven iba Jing iba y venía de aquí a allá, sin que le importara estar acompañado por el príncipe heredero y la doncella que durante más de cinco años lo había estado rondando, cada dos pasos le escuchaba pedirle que no corriera por allí y se mantuviera cerca en consideración a la mujer. ㅤUsualmente, haría caso y mantendría la compostura, pero quién le conociera sabía que el QiXi era su festividad preferida, y con una celebración que colindaba con su cumpleaños, la gente del pueblo lo consentía durante esa noche y él se daba el lujo de ignorar cualquier orden y enterrar su protocolo, y a la primera oportunidad, salió corriendo nuevamente. ㅤLa noche del QiXi era joven aún, por lo que al escuchar su nombre siendo llamado por los puesteros, saludaba con su mano pero no se detenía a mirar, no quería cargar sus manos y pasar la noche incómodo, quería llegar hasta la otra punta de la capital y mirar todo lo que la noche tenía para ofrecer. Corrió todo lo que pudo hasta que no pudo avanzar, sus piernas aún era capaces pero la gente acumulada no le dejaba pasar, preguntándose qué sucedía, se escurrió hasta el frente del gentío hasta que casi, sin darse cuenta, se entrometió en una pelea de espadas. ㅤDió un pequeño paso atrás, pues aunque una espada colgaba en su cintura, no quería sacarla y confrontar a los jóvenes que se batían a duelo furiosos frente a la mirada de quienes, en su mayoría, eran doncellas que parecían mirar con amor a quién sería su próximo esposo, se preguntaba si alguna de ellas en verdad era pretendida por alguno de los dos espadachines. ㅤNo pasó mucho tiempo admirando aquella batalla hasta que sintió una mano apoyarse sobre su hombro, y al voltear la cabeza, el príncipe heredero parecía ni siquiera haberse despeinado cuando necesariamente tuvo que haber corrido detrás de él para alcanzarle en tan poco tiempo. No le importó mucho cuando le tomó de la muñeca y lo llevó al frente exclamando en voz alta. ㅤㅤ⸻ ¿Ves al joven de negro? Parece que ya me ha arrebatado mi lugar pero ¿Crees que vaya por el tuyo? ㅤ Bromeó con su mayor. BeiYuan, quién había mantenido de manera milagrosa durante tantos años un respetable tercer puesto como uno de los maestros más habilidosos, gracias a su buena puntería, sus veloces reflejos y su perfecto equilibrio, mientras que a su lado se encontraba el puesto número uno, pero aunque confiaba en las habilidades del príncipe, sus ojos se habían puesto en la técnica del joven de negro desde el segundo en que lo vió, era bueno y no parecía jugar en lo absoluto con la espada.
    Tipo
    Grupal
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    Me gusta
    Me encocora
    2
    0 turnos 0 maullidos 197 vistas
  • ────⁠ I'm a feminist, obviously
    But I wouldn't really mind him savin' me
    And I know that I'm fine without a man
    But I think I would like his protection
    I'm just bein' honest, can't change what I like
    I'll never forget it, he told me one night
    If anybody hurts you, hah
    I'm goin' to prison for life ♡

    Daniel Selene

    https://open.spotify.com/episode/14YA5G9QKis2l3dIz9cb2E?si=xSVdlIW_TyW0OPjHapbtKA
    ────⁠ I'm a feminist, obviously But I wouldn't really mind him savin' me And I know that I'm fine without a man But I think I would like his protection I'm just bein' honest, can't change what I like I'll never forget it, he told me one night If anybody hurts you, hah I'm goin' to prison for life ♡ [nova_silver_fox_426] https://open.spotify.com/episode/14YA5G9QKis2l3dIz9cb2E?si=xSVdlIW_TyW0OPjHapbtKA
    Me encocora
    1
    5 turnos 0 maullidos 343 vistas
  • Vista al pasado
    Fandom Hazbin Hotel
    Categoría Otros
    // Rol con: Angel Dust //


    Bien, ahora que debes descansar y no puedes levantarte de la cama... Creo que es momento de hablar.

    —Sentado a su lado en la cama, una taza de té en manos. Incluso le había traído una de chocolate caliente a la araña.
    Miró el contenido de su taza un momento, antes de volver a hablar—

    Aunque dudo que la noche nos alcance para toda la historia

    —Rió, negando con la cabeza. Aún cuando habían acordado hablar cuando todavía estaba un poco ebrio, lo recordaba... Aunque debía admitir no era fácil en completa sobriedad.—

    Así que, hablemos hasta donde lleguemos. Quisiera evitar que Alastor note mi ausencia, así que al amanecer volveré al hotel, y luego vendré al anochecer.

    —Sabía que Alastor no era tan idiota, o pasaba tanto de su presencia, como para no notar su ausencia en el bar. Y, honestamente, prefería evitar que, de enterarse las circunstancias, fuera de aquella forma. Que Alastor supiera del embarazo de Angel era algo que quería aplazar lo máximo posible.—

    Comencemos desde el inicio ¿De acuerdo? Creo que será más fácil de esa forma....



    𝐀ñ𝐨 𝟏𝟗𝟑𝟔, 𝐩𝐫𝐢𝐧𝐜𝐢𝐩𝐢𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐚ñ𝐨....

    Y creo que he vuelto a ganar~

    —Las maldiciones comenzaron a escucharse, mientras él sólo reía juntando lo recaudado. En un bar, casi de mala muerte, un hombre de 36 años se encontraba jugando al póker por apuestas que él había ganado victoriosamente partida tras partida. Las risas se le escapaban mientras juntaba las cartas tiradas sobre la mesa por sus contrincantes y volvía a mezclarlas—

    Vamos, caballeros... ¿Por qué esas caras largas? Tal vez la siguiente sea su jugada

    —Y volvió a reír. De radiante buen humor, a punto estaba de distribuir las cartas para una nueva partida cuando notó a un grupo entrar al establecimiento.—

    Der'mo i yeshche der'mo...

    —Maldijo entre dientes, casi intentando esconderse en su asiento al reconocer al particular grupo que algo, o a alguien, parecían buscar—

    Bueno, caballeros, me temo que tendremos que dejar esta partida hasta aquí. ¿Qué les parece una revancha la próxima vez que nos veamos? ¿Si? ¡Genial! ¡Fue un enorme placer!

    —Ni tiempo a responder les daba a los confundidos jugadores a los que tan meticulosamente había estafado durante el juego para ganarles partida tras partida.
    Apenas bebiendo un sorbo de su vaso de whiskey antes de guardar todo lo recaudado en un gran bolso y escabullirse entre las mesas directo hacia el bartender que de mal humor se veía, probablemente sospechando que él era solo otro tarado que ahora necesitaba huir—

    ¿Hay alguna forma de salir de aquí sin que unos amigos se den cuenta?

    —Intentó persuadir con una tanda de billetes recientemente ganados a mano sucia, pero que bastaron para comprar al hombre y señalar una puerta trasera que él no dudó en utilizar para escapar.
    Corriendo entre calles y callejones, hasta alejarse cuanto pudo del establecimiento, riendo victorioso de creerse ganador.—

    Sí que son persistentes... No creí que me siguieran desde México

    —Rió, silbando campante de saberse adinerado con todo el dinero que cargaba en un disimulado bolso.
    Rumores de vagabundos llegaron a sus oídos y finalmente el estruendo de una botella al romperse.
    Demasiado curioso, no pudo evitar asomarse por un callejón para averiguar lo que ocurría.

    Al fondo de la calle, un lujoso auto y personas de traje que habían bajado, claramente armados hasta la cabeza, que habían atrapado a un pobre imbécil que suplicaba por su vida... Inútilmente, por supuesto. Hasta los ojos tuvo que cerrar un momento cuando le dispararon en la cabeza antes de meterlo en el maletero.
    Un pequeño silbido por lo bajo se le escapó, y una sonrisa formándose en sus labios.—

    Bingo, baby.

    —Lejos de estar aterrado, estaba emocionado. Una peligrosa adrenalina sentir corriendo por sus venas mientras, como un suicida, iba hacia el grupo. No era tan ingenuo como para notar lo exorbitantemente caro de esos trajes, o el tipo que se había quedado cómodamente en el interior del vehículo sin siquiera inmutarse por el asesinato.

    Por supuesto, todas las armas le apuntaron cuando se acercó, pero él se mostró calmado y con los brazos en alto, como si se rindiera.—

    Signori, per favore, non c'è bisogno di violenza. Sono solo un umile scommettitore... Invincibile. Forse il tuo signore sarebbe interessato a una piccola partita amichevole? Non preoccuparti, non ho visto nulla.
    Inoltre, posso essere un avversario interessante~

    —¿Qué idiota sino él, un adicto a las apuestas, se atrevería a desafiar a la mismísima mafia italiana? Estando en Italia.
    Como si no tuviera ya mucha gente persiguiéndolo y queriendo su cabeza, iba por una apuesta aún mayor. Creyéndose invencible y vencedor, decidía ahora apostarlo todo... incluso su vida, pues no era tan imbécil como para saber que una estafa a la mafia podía concluir en la muerte si era descubierto.

    ¿Pero qué era la vida sin una chispa de emoción y adrenalina? Aunque sin saber, aquella decisión de ir a por la mafia italiana, acabaría cambiando el rumbo de su vida entera...—
    // Rol con: [Ange1Dust] // Bien, ahora que debes descansar y no puedes levantarte de la cama... Creo que es momento de hablar. —Sentado a su lado en la cama, una taza de té en manos. Incluso le había traído una de chocolate caliente a la araña. Miró el contenido de su taza un momento, antes de volver a hablar— Aunque dudo que la noche nos alcance para toda la historia —Rió, negando con la cabeza. Aún cuando habían acordado hablar cuando todavía estaba un poco ebrio, lo recordaba... Aunque debía admitir no era fácil en completa sobriedad.— Así que, hablemos hasta donde lleguemos. Quisiera evitar que Alastor note mi ausencia, así que al amanecer volveré al hotel, y luego vendré al anochecer. —Sabía que Alastor no era tan idiota, o pasaba tanto de su presencia, como para no notar su ausencia en el bar. Y, honestamente, prefería evitar que, de enterarse las circunstancias, fuera de aquella forma. Que Alastor supiera del embarazo de Angel era algo que quería aplazar lo máximo posible.— Comencemos desde el inicio ¿De acuerdo? Creo que será más fácil de esa forma.... 𝐀ñ𝐨 𝟏𝟗𝟑𝟔, 𝐩𝐫𝐢𝐧𝐜𝐢𝐩𝐢𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐚ñ𝐨.... Y creo que he vuelto a ganar~ —Las maldiciones comenzaron a escucharse, mientras él sólo reía juntando lo recaudado. En un bar, casi de mala muerte, un hombre de 36 años se encontraba jugando al póker por apuestas que él había ganado victoriosamente partida tras partida. Las risas se le escapaban mientras juntaba las cartas tiradas sobre la mesa por sus contrincantes y volvía a mezclarlas— Vamos, caballeros... ¿Por qué esas caras largas? Tal vez la siguiente sea su jugada —Y volvió a reír. De radiante buen humor, a punto estaba de distribuir las cartas para una nueva partida cuando notó a un grupo entrar al establecimiento.— Der'mo i yeshche der'mo... —Maldijo entre dientes, casi intentando esconderse en su asiento al reconocer al particular grupo que algo, o a alguien, parecían buscar— Bueno, caballeros, me temo que tendremos que dejar esta partida hasta aquí. ¿Qué les parece una revancha la próxima vez que nos veamos? ¿Si? ¡Genial! ¡Fue un enorme placer! —Ni tiempo a responder les daba a los confundidos jugadores a los que tan meticulosamente había estafado durante el juego para ganarles partida tras partida. Apenas bebiendo un sorbo de su vaso de whiskey antes de guardar todo lo recaudado en un gran bolso y escabullirse entre las mesas directo hacia el bartender que de mal humor se veía, probablemente sospechando que él era solo otro tarado que ahora necesitaba huir— ¿Hay alguna forma de salir de aquí sin que unos amigos se den cuenta? —Intentó persuadir con una tanda de billetes recientemente ganados a mano sucia, pero que bastaron para comprar al hombre y señalar una puerta trasera que él no dudó en utilizar para escapar. Corriendo entre calles y callejones, hasta alejarse cuanto pudo del establecimiento, riendo victorioso de creerse ganador.— Sí que son persistentes... No creí que me siguieran desde México —Rió, silbando campante de saberse adinerado con todo el dinero que cargaba en un disimulado bolso. Rumores de vagabundos llegaron a sus oídos y finalmente el estruendo de una botella al romperse. Demasiado curioso, no pudo evitar asomarse por un callejón para averiguar lo que ocurría. Al fondo de la calle, un lujoso auto y personas de traje que habían bajado, claramente armados hasta la cabeza, que habían atrapado a un pobre imbécil que suplicaba por su vida... Inútilmente, por supuesto. Hasta los ojos tuvo que cerrar un momento cuando le dispararon en la cabeza antes de meterlo en el maletero. Un pequeño silbido por lo bajo se le escapó, y una sonrisa formándose en sus labios.— Bingo, baby. —Lejos de estar aterrado, estaba emocionado. Una peligrosa adrenalina sentir corriendo por sus venas mientras, como un suicida, iba hacia el grupo. No era tan ingenuo como para notar lo exorbitantemente caro de esos trajes, o el tipo que se había quedado cómodamente en el interior del vehículo sin siquiera inmutarse por el asesinato. Por supuesto, todas las armas le apuntaron cuando se acercó, pero él se mostró calmado y con los brazos en alto, como si se rindiera.— Signori, per favore, non c'è bisogno di violenza. Sono solo un umile scommettitore... Invincibile. Forse il tuo signore sarebbe interessato a una piccola partita amichevole? Non preoccuparti, non ho visto nulla. Inoltre, posso essere un avversario interessante~ —¿Qué idiota sino él, un adicto a las apuestas, se atrevería a desafiar a la mismísima mafia italiana? Estando en Italia. Como si no tuviera ya mucha gente persiguiéndolo y queriendo su cabeza, iba por una apuesta aún mayor. Creyéndose invencible y vencedor, decidía ahora apostarlo todo... incluso su vida, pues no era tan imbécil como para saber que una estafa a la mafia podía concluir en la muerte si era descubierto. ¿Pero qué era la vida sin una chispa de emoción y adrenalina? Aunque sin saber, aquella decisión de ir a por la mafia italiana, acabaría cambiando el rumbo de su vida entera...—
    Tipo
    Individual
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    Me encocora
    Me gusta
    5
    0 turnos 0 maullidos 428 vistas
  • Hoy no fue el mejor día de todos pero al menos una copa de mi vino ayudara un poco a levantar el animo, aunque debería de revisar mi bodega no seria bueno quedarme sin stock en un momento difícil.
    Hoy no fue el mejor día de todos pero al menos una copa de mi vino ayudara un poco a levantar el animo, aunque debería de revisar mi bodega no seria bueno quedarme sin stock en un momento difícil.
    Me gusta
    Me encocora
    Me entristece
    8
    9 turnos 0 maullidos 523 vistas
  • No iba a mentir, se estaba terriblemente exhausto y ni siquiera había empezado lo peor, pero esa sensación falsa de libertad le hacía tanto bien al poder volver al palacio, a pesar de saber que debería volver al día siguiente y repetir la rutina.

    Cada vez entendía mejor a Angel Dust, por desgracia, pero no podía dejar entender lo que había sucedido aunque estaba seguro que él y Husk terminarían preguntando algo al respecto, por lo que debía practicar su monólogo de forma convincente para dejarlos tranquilos, de menos hasta que todo saliera a la luz.

    Fue directo a la alcoba, suspirando cansado y peinando sus cabellos hacia atrás, acomodando por igual el traje, fingiendo de la mejor manera antes de dar unos cuantos golpes avisando su llegada, entrando para asomarse un poco.

    —¿Husk? ¿Cómo sigue Angel?
    No iba a mentir, se estaba terriblemente exhausto y ni siquiera había empezado lo peor, pero esa sensación falsa de libertad le hacía tanto bien al poder volver al palacio, a pesar de saber que debería volver al día siguiente y repetir la rutina. Cada vez entendía mejor a [Ange1Dust], por desgracia, pero no podía dejar entender lo que había sucedido aunque estaba seguro que él y [barcat75] terminarían preguntando algo al respecto, por lo que debía practicar su monólogo de forma convincente para dejarlos tranquilos, de menos hasta que todo saliera a la luz. Fue directo a la alcoba, suspirando cansado y peinando sus cabellos hacia atrás, acomodando por igual el traje, fingiendo de la mejor manera antes de dar unos cuantos golpes avisando su llegada, entrando para asomarse un poco. —¿Husk? ¿Cómo sigue Angel?
    Me gusta
    Me enjaja
    3
    4 turnos 0 maullidos 320 vistas
  • Axel Andrés Koroved ah~ gracias por esta pequeña delicia :> ¿Cómo adivinaste que me encanta el queso? debió ser muy difícil -lo decía con un poco de humor, era obvio porque el contrario adivino su gusto. de todas formas comió el queso disfrutando de su sabor suave-
    [Akly_5] ah~ gracias por esta pequeña delicia :> ¿Cómo adivinaste que me encanta el queso? debió ser muy difícil -lo decía con un poco de humor, era obvio porque el contrario adivino su gusto. de todas formas comió el queso disfrutando de su sabor suave-
    Me gusta
    Me encocora
    5
    0 turnos 0 maullidos 598 vistas
  • (mono rol) Capítulo 1: velas apagadas

    Era un día tranquilo en la oficina de Etsivä. La ratoncita organizaba unos papeles mientras lanzaba miradas ocasionales al teléfono, esperando una llamada. Últimamente, los casos habían sido aburridos: solo un hurto menor y varias investigaciones de infidelidades. Nøra puso los ojos en blanco y apoyó la cabeza sobre el escritorio, con una mueca de evidente agotamiento.

    —Estas semanas han sido las peores… —suspiró.

    Justo cuando se disponía a levantarse para ir al ordenador, el teléfono comenzó a sonar. Abrió los ojos de golpe y se apresuró a contestar.

    —Detective Etsivä, ¿en qué puedo ayudarle? —respondió de forma profesional.

    Al otro lado de la línea, una voz ronca habló. Su tono mostraba cansancio y seriedad.

    —Necesito que venga al bar Don Quijote ahora mismo, señorita. Requiero sus servicios detectivescos para una situación delicada... Es urgente.

    La ratona movió la cola, intrigada. Esto sonaba mucho más interesante que los habituales casos de cuernos.

    —¿De qué situación estamos hablando? —preguntó, con la curiosidad encendida.

    El hombre al otro lado de la línea tardó unos segundos en responder.

    —Alguien intentó envenenar a mi esposa, y la policía no ha sido de mucha ayuda. Creen que fue mi padre, pero sé que él no pudo haberlo hecho. Necesito que retome la investigación. Venga al bar y le daré toda la información que necesite.

    La llamada se cortó de forma abrupta. Nøra se rascó la barbilla, pensativa. Sin duda, tenía un caso serio entre manos y debía actuar rápido. Agarró las llaves de su motocicleta, lista para encontrarse con su misterioso cliente.

    Cuando la ratona llegó al bar, estacionó la motocicleta y entró. El local olía a una extraña mezcla de cigarrillo, vinagre y desodorante, una combinación desagradable. Nøra frunció el ceño mientras buscaba a su cliente, hasta que vio a un hombre gato haciéndole una señal para que se acercara. Ella no lo dudó y caminó hacia él, quien le dedicó una sonrisa amable.

    —Hola, señorita Etsivä, fui yo quien la llamó.

    Nøra se sentó frente a él, manteniendo la compostura.

    —Puedo verlo. ¿Tiene más información sobre lo ocurrido con su esposa?

    El hombre asintió y sacó una fotografía. En ella aparecían cinco personas, incluido él y una gata, que probablemente era su esposa.

    —Sí, ocurrió durante el cumpleaños de mi esposa. Invitamos a algunos familiares, y todo iba bien, pero en medio de la cena, justo antes de cortar el pastel, ella se desmayó. Llamamos a la ambulancia y encontraron rastros de cianuro en su boca. La policía intervino de inmediato y, tras algunas investigaciones, concluyeron que mi padre fue el único que pudo haber manipulado la comida, ya que él se encargó de prepararla.

    Nøra levantó una ceja, manteniendo la mirada fija en su cliente. El hombre suspiró al ver su expresión de duda.

    —Pero yo sé que él no fue, y mi esposa también lo sabe. Es el último en la lista de sospechosos. Por favor, ayúdeme a descubrir la verdad.

    Ante la determinación del hombre, la ratona esbozó una pequeña sonrisa y asintió.

    —No se preocupe, cuente con mi ayuda. Por cierto, usted es...

    El hombre tosió ligeramente antes de responder con tono cortés:

    —Perdón por no haberme presentado antes. Mi nombre es Junzo Mahuver. Un placer conocerla, señorita.

    Nøra sonrió, un poco apenada por no haber preguntado antes, mientras Junzo soltaba una pequeña risa.

    —Acompáñeme a la casa. He hablado con los invitados de ese día y vendrán hoy. Tal vez con su ayuda podamos resolver este asunto de una vez por todas.

    Junzo pagó la cuenta, y ambos se dirigieron hacia el coche del señor. Nøra echó un vistazo de reojo a su motocicleta. Podría venir a buscarla más tarde pensó ella. La roedora subió al asiento del pasajero y el hombre no tardó demasiado en arrancar el auto y emprender rumbo hacia el lugar del crimen. Nøra miró por la ventana cómo el bar se hacía cada vez más pequeño. Algo en su interior le decía que este caso iba a ser largo.
    (mono rol) Capítulo 1: velas apagadas Era un día tranquilo en la oficina de Etsivä. La ratoncita organizaba unos papeles mientras lanzaba miradas ocasionales al teléfono, esperando una llamada. Últimamente, los casos habían sido aburridos: solo un hurto menor y varias investigaciones de infidelidades. Nøra puso los ojos en blanco y apoyó la cabeza sobre el escritorio, con una mueca de evidente agotamiento. —Estas semanas han sido las peores… —suspiró. Justo cuando se disponía a levantarse para ir al ordenador, el teléfono comenzó a sonar. Abrió los ojos de golpe y se apresuró a contestar. —Detective Etsivä, ¿en qué puedo ayudarle? —respondió de forma profesional. Al otro lado de la línea, una voz ronca habló. Su tono mostraba cansancio y seriedad. —Necesito que venga al bar Don Quijote ahora mismo, señorita. Requiero sus servicios detectivescos para una situación delicada... Es urgente. La ratona movió la cola, intrigada. Esto sonaba mucho más interesante que los habituales casos de cuernos. —¿De qué situación estamos hablando? —preguntó, con la curiosidad encendida. El hombre al otro lado de la línea tardó unos segundos en responder. —Alguien intentó envenenar a mi esposa, y la policía no ha sido de mucha ayuda. Creen que fue mi padre, pero sé que él no pudo haberlo hecho. Necesito que retome la investigación. Venga al bar y le daré toda la información que necesite. La llamada se cortó de forma abrupta. Nøra se rascó la barbilla, pensativa. Sin duda, tenía un caso serio entre manos y debía actuar rápido. Agarró las llaves de su motocicleta, lista para encontrarse con su misterioso cliente. Cuando la ratona llegó al bar, estacionó la motocicleta y entró. El local olía a una extraña mezcla de cigarrillo, vinagre y desodorante, una combinación desagradable. Nøra frunció el ceño mientras buscaba a su cliente, hasta que vio a un hombre gato haciéndole una señal para que se acercara. Ella no lo dudó y caminó hacia él, quien le dedicó una sonrisa amable. —Hola, señorita Etsivä, fui yo quien la llamó. Nøra se sentó frente a él, manteniendo la compostura. —Puedo verlo. ¿Tiene más información sobre lo ocurrido con su esposa? El hombre asintió y sacó una fotografía. En ella aparecían cinco personas, incluido él y una gata, que probablemente era su esposa. —Sí, ocurrió durante el cumpleaños de mi esposa. Invitamos a algunos familiares, y todo iba bien, pero en medio de la cena, justo antes de cortar el pastel, ella se desmayó. Llamamos a la ambulancia y encontraron rastros de cianuro en su boca. La policía intervino de inmediato y, tras algunas investigaciones, concluyeron que mi padre fue el único que pudo haber manipulado la comida, ya que él se encargó de prepararla. Nøra levantó una ceja, manteniendo la mirada fija en su cliente. El hombre suspiró al ver su expresión de duda. —Pero yo sé que él no fue, y mi esposa también lo sabe. Es el último en la lista de sospechosos. Por favor, ayúdeme a descubrir la verdad. Ante la determinación del hombre, la ratona esbozó una pequeña sonrisa y asintió. —No se preocupe, cuente con mi ayuda. Por cierto, usted es... El hombre tosió ligeramente antes de responder con tono cortés: —Perdón por no haberme presentado antes. Mi nombre es Junzo Mahuver. Un placer conocerla, señorita. Nøra sonrió, un poco apenada por no haber preguntado antes, mientras Junzo soltaba una pequeña risa. —Acompáñeme a la casa. He hablado con los invitados de ese día y vendrán hoy. Tal vez con su ayuda podamos resolver este asunto de una vez por todas. Junzo pagó la cuenta, y ambos se dirigieron hacia el coche del señor. Nøra echó un vistazo de reojo a su motocicleta. Podría venir a buscarla más tarde pensó ella. La roedora subió al asiento del pasajero y el hombre no tardó demasiado en arrancar el auto y emprender rumbo hacia el lugar del crimen. Nøra miró por la ventana cómo el bar se hacía cada vez más pequeño. Algo en su interior le decía que este caso iba a ser largo.
    Me encocora
    Me gusta
    4
    0 turnos 0 maullidos 700 vistas
  • La noche ya ha caído por completo, envolviendo mi hogar en su manto oscuro. Con una copa de vino en la mano. El suave sonido del líquido moviéndose en la copa es casi tan relajante como el propio sabor.

    Al llevarla a mis labios, me permito un respiro. Este vino, mi única indulgencia, es lo que me mantiene cuerdo en medio de tanta oscuridad. A veces me pregunto si, en otra vida, habría podido disfrutar de estas noches sin el peso de lo que soy. Pero eso ya no importa.
    La noche ya ha caído por completo, envolviendo mi hogar en su manto oscuro. Con una copa de vino en la mano. El suave sonido del líquido moviéndose en la copa es casi tan relajante como el propio sabor. Al llevarla a mis labios, me permito un respiro. Este vino, mi única indulgencia, es lo que me mantiene cuerdo en medio de tanta oscuridad. A veces me pregunto si, en otra vida, habría podido disfrutar de estas noches sin el peso de lo que soy. Pero eso ya no importa.
    Me gusta
    3
    6 turnos 0 maullidos 625 vistas
  • ¿Por qué todo cambia tan rápido?
    Fandom No hay
    Categoría Slice of Life
    ~Rol con Lane Tempest

    —Habían pasado un par de dias desde que ella estaba algo alterada. Se movia por la casa de lado a lado, y la mayor parte del tiempo se la pasaba fuera de casa, poco se había visto con su pareja. Un comportamiento que empezaba a ser muy extraño.—
    —Hoy, ambos estaban sentados comiendo, y Analis apenas había rozado su plato, se la veía concentrada en algo particular, un punto fijo.—

    ❝¡YA NO LO SOPORTO! ¿PUEDES CREERLO?... dime algo, se que es dificil pero... ya llevo 4 meses yendo y viniendo, tengo los pelos de punta, como demasiado poco para las cosas que estoy haciendo y nadie me dice nada.❞

    —Su voz se quebraba a medida que avanzaba, lágrimas rodaron por sus mejillas. Empujó el plato a un costado y cubrio sus párpados con sus manos.—

    ❝No me gusta... comer en exceso, o esto de pensar todo el tiempo en que algo malo va a pasarnos... ¿estamos listos? ¿Y SI NO? ¿Que vamos a hacer?❞


    —Ahora sus ojos violetas se levantaron a la mirada de su amado. Realmente habían pasado meses desde una comida expresándose tranquila, algo andaba mal con ella más allá de lo usual, ni siquiera se entendía bien de que hablaba o que decia—
    ~Rol con Lane Tempest🌹 —Habían pasado un par de dias desde que ella estaba algo alterada. Se movia por la casa de lado a lado, y la mayor parte del tiempo se la pasaba fuera de casa, poco se había visto con su pareja. Un comportamiento que empezaba a ser muy extraño.— —Hoy, ambos estaban sentados comiendo, y Analis apenas había rozado su plato, se la veía concentrada en algo particular, un punto fijo.— ❝¡YA NO LO SOPORTO! ¿PUEDES CREERLO?... dime algo, se que es dificil pero... ya llevo 4 meses yendo y viniendo, tengo los pelos de punta, como demasiado poco para las cosas que estoy haciendo y nadie me dice nada.❞ —Su voz se quebraba a medida que avanzaba, lágrimas rodaron por sus mejillas. Empujó el plato a un costado y cubrio sus párpados con sus manos.— ❝No me gusta... comer en exceso, o esto de pensar todo el tiempo en que algo malo va a pasarnos... ¿estamos listos? ¿Y SI NO? ¿Que vamos a hacer?❞ —Ahora sus ojos violetas se levantaron a la mirada de su amado. Realmente habían pasado meses desde una comida expresándose tranquila, algo andaba mal con ella más allá de lo usual, ni siquiera se entendía bien de que hablaba o que decia—
    Tipo
    Individual
    Líneas
    5
    Estado
    Disponible
    Me entristece
    1
    7 turnos 0 maullidos 693 vistas
Ver más resultados
Patrocinados