• Recuerdo la primera vez que mis manos extinguieron una vida. Y como un tren de ideas, ese recuerdo siempre termina por llevarme a otro.

    "Los otros niños no me creen cuando les digo que somos de «esos» Colton", sollozaba yo. Tendría cinco o seis años. Abue Gaby curaba mis heridas, hacía lo que podía porque yo me resistía al ardor del antiséptico.

    "No importa lo que piensen ellos", dijo ella. "Mientras tú sepas quién eres".

    Volví a poner atención a la televisión. "Colton", un nombre que imponía respeto, que significaba poder. Era el nombre de la empresa en la pantalla, el de sus directivos, y según Abue, éramos parte de ellos.

    ¿Por qué vivía esa gente llena de lujos y opulencia, mientras que Abue y yo estábamos confinadas a una vida de carencia, miseria y tragedia? ¿Realmente éramos de los mismos Colton, o sólo lo decía cuando quería verme sonreír?

    "Soy una Colton", era mi manera favorita de lidiar con todo. Convencida de que era parte de algo más grande, de que un día llegaría una limosina a ese pueblucho y hombres con trajes elegantes me sacarían de ahí. "Esta no es mi verdadera vida".

    Ridículo, claro. Era mi vida y lo sigue siendo.

    Abue Gaby terminaría explicándome todo. El cómo le arrebataron a su hija. El cómo ella amenazó con hacer públicas las aberrantes cosas que los Colton habían hecho. El cómo fue enviada a un asilo mental, y después, confinada al otro lado del mundo. Perdió todo lo que amaba a manos de quienes se hacían llamar su carne y sangre.

    Como un bucle, un recuerdo me lleva a otro. Las risas de los niños, mis rodillas ensangrentadas, los hombres de traje en la tele, la historia de Abue... y el día en que la limosina por fin llegó a nuestra puerta.

    El día en el que extinguí la flama de una vida por primera vez.

    Así que sí, soy una Colton. La única que queda.
    Recuerdo la primera vez que mis manos extinguieron una vida. Y como un tren de ideas, ese recuerdo siempre termina por llevarme a otro. "Los otros niños no me creen cuando les digo que somos de «esos» Colton", sollozaba yo. Tendría cinco o seis años. Abue Gaby curaba mis heridas, hacía lo que podía porque yo me resistía al ardor del antiséptico. "No importa lo que piensen ellos", dijo ella. "Mientras tú sepas quién eres". Volví a poner atención a la televisión. "Colton", un nombre que imponía respeto, que significaba poder. Era el nombre de la empresa en la pantalla, el de sus directivos, y según Abue, éramos parte de ellos. ¿Por qué vivía esa gente llena de lujos y opulencia, mientras que Abue y yo estábamos confinadas a una vida de carencia, miseria y tragedia? ¿Realmente éramos de los mismos Colton, o sólo lo decía cuando quería verme sonreír? "Soy una Colton", era mi manera favorita de lidiar con todo. Convencida de que era parte de algo más grande, de que un día llegaría una limosina a ese pueblucho y hombres con trajes elegantes me sacarían de ahí. "Esta no es mi verdadera vida". Ridículo, claro. Era mi vida y lo sigue siendo. Abue Gaby terminaría explicándome todo. El cómo le arrebataron a su hija. El cómo ella amenazó con hacer públicas las aberrantes cosas que los Colton habían hecho. El cómo fue enviada a un asilo mental, y después, confinada al otro lado del mundo. Perdió todo lo que amaba a manos de quienes se hacían llamar su carne y sangre. Como un bucle, un recuerdo me lleva a otro. Las risas de los niños, mis rodillas ensangrentadas, los hombres de traje en la tele, la historia de Abue... y el día en que la limosina por fin llegó a nuestra puerta. El día en el que extinguí la flama de una vida por primera vez. Así que sí, soy una Colton. La única que queda.
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  • Track 02: Promesa del Olvido

    El viento cargaba una melodía que parecía llorar. No era una canción que se cantara con voz, sino con el eco del alma. Rae la escuchó entre ruinas antiguas, donde la piedra aún recordaba la historia de la mujer que amó más allá del deber.

    Era una Niphilim, nacida entre cielos y tierra, juramentada a guardar el equilibrio entre ambos mundos. Su nombre ya se había perdido, pero su historia vivía aún en las notas suspendidas en el aire.

    La melodía hablaba de su caída, no por castigo, sino por amor. Dejó las alas, dejó la eternidad. Todo lo abandonó por un solo ser un hombre cuyo corazón hablaba el idioma de la justicia y de la verdad. Lo amó con todo, sin reservas. Pero el mundo no perdona aquello que desconoce.

    La tragedia no fue la pérdida de sus poderes o el alejamiento de sus hermanas. Fue que el amor, por más puro que fuera, se vio manchado por el tiempo, por errores, por decisiones impulsivas.

    Ella vivió con el peso de no haber hecho las cosas bien, de haberlo arrastrado a un destino que él no merecía.Y sin embargo, en medio de esa oscuridad, quedó un vestigio. Nunca lo conoció. No lo pudo sostener ni nombrar. Pero lo amaba desde antes de que existiera. Lo sentía en sus sueños. Sabía que algún día, él caminaría por el mundo con la fuerza de ambos mundos corriendo por sus venas.

    “Él vivirá para siempre”, susurraba la melodía al oído de Rae.“Y aunque jamás me vio, sabrá que lo amé antes de que su primer latido naciera.” Rae se quedó en silencio, sintiendo que esa canción no era solo de la Niphilim. Era de todas las madres invisibles que ya no estaban ahí pero que amaban a través del tiempo, de todos los amores imposibles, de todas las culpas que se transforman en promesas.
    Track 02: Promesa del Olvido El viento cargaba una melodía que parecía llorar. No era una canción que se cantara con voz, sino con el eco del alma. Rae la escuchó entre ruinas antiguas, donde la piedra aún recordaba la historia de la mujer que amó más allá del deber. Era una Niphilim, nacida entre cielos y tierra, juramentada a guardar el equilibrio entre ambos mundos. Su nombre ya se había perdido, pero su historia vivía aún en las notas suspendidas en el aire. La melodía hablaba de su caída, no por castigo, sino por amor. Dejó las alas, dejó la eternidad. Todo lo abandonó por un solo ser un hombre cuyo corazón hablaba el idioma de la justicia y de la verdad. Lo amó con todo, sin reservas. Pero el mundo no perdona aquello que desconoce. La tragedia no fue la pérdida de sus poderes o el alejamiento de sus hermanas. Fue que el amor, por más puro que fuera, se vio manchado por el tiempo, por errores, por decisiones impulsivas. Ella vivió con el peso de no haber hecho las cosas bien, de haberlo arrastrado a un destino que él no merecía.Y sin embargo, en medio de esa oscuridad, quedó un vestigio. Nunca lo conoció. No lo pudo sostener ni nombrar. Pero lo amaba desde antes de que existiera. Lo sentía en sus sueños. Sabía que algún día, él caminaría por el mundo con la fuerza de ambos mundos corriendo por sus venas. “Él vivirá para siempre”, susurraba la melodía al oído de Rae.“Y aunque jamás me vio, sabrá que lo amé antes de que su primer latido naciera.” Rae se quedó en silencio, sintiendo que esa canción no era solo de la Niphilim. Era de todas las madres invisibles que ya no estaban ahí pero que amaban a través del tiempo, de todos los amores imposibles, de todas las culpas que se transforman en promesas.
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  • "I need my best friend"
    Fandom Legacies
    Categoría Slice of Life
    ㅤㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤ "knock knock"
    ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑
    ㅤㅤㅤㅤ˹ Lizzie Saltzman

    ㅤ𝙁𝙡𝙖𝙨𝙝𝙗𝙖𝙘𝙠
    ㅤ𝘐𝘯𝘵𝘦𝘳𝘯𝘢𝘥𝘰 𝘚𝘢𝘭𝘷𝘢𝘵𝘰𝘳𝘦


    ㅤㅤㅤㅤHabían pasado apenas un par de meses desde que la Escuela Salvatore, bajo el mando de Caroline Forbes, reabriera sus puertas. Un nuevo curso escolar había comenzado y aunque habían conseguido dar la bienvenida a bastantes alumnos, lo cierto era que los alumnos que habían convivido en aquella escuela desde hacia años eran incapaces de olvidar los últimos años: Malivore, Triada, los dioses, Aurora… Y las muertes de Landon e Ethan… Todas aquellas tragedias habían hecho mella y habían tocado a todas las personas de aquel colegio.

    Y, por supuesto, Hope Mikaelson no era diferente. Puede que fuera quien más había perdido en todo aquello… Y, aunque estaba decidida a seguir adelante, había mucho que necesitaba perdonarse. Puede que sus compañeros de clase o el “super-equipo” hubieran decidido hacer borrón y cuenta nueva con las maldades que Hope había llevado a cabo cuando apagó su humanidad… Puede… Pero la tríbrida aun se descubría a si misma recordando los errores de su pasado…

    Y es que había… demasiados errores… Y otros…. Que no era capaz de clasificar.

    Aquella noche, la tríbrida era incapaz de conciliar el dichoso sueño. Ni siquiera le interesaba el examen sobre magia wiccana que tenían a la mañana siguiente. No podía sacarse algo de la cabeza… A aquel cazador… Ese al que había conocido mientras sus sentimientos estaban anulados.

    Resopló.

    Estaba claro que no podría quitárselo de la cabeza hasta que no hablase de ello con… alguien. Y sabia perfectamente quien debía ser ese “alguien”. Solo le quedaba una mejor amiga en esa escuela, alguien a quien a día de hoy consideraba una hermana y que estaba unidas por algo más que una “panda promesa”.

    Salió de la cama y, todavía en bata y zapatillas, caminó hasta el dormitorio de Lizzie, agradeciendo que durmieran tan cerca la una de la otra. Sabía que Josie seguía en Bélgica, asi que por suerte, no molestaría a nadie más. No desde que Lizzie había decidido no compartir habitación. Ventajas de ser la hija de la directora, supuso Hope.

    Llegó hasta la puerta de la rubia y llamó suavemente con los nudillos.

    -¿Lizzie? -la llamó- ¿Estás despierta…? Necesito hablar… de algo…


    #Personajes3D #3D #Comunidad3D #Legacies
    ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ "knock knock" ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 ㅤㅤㅤㅤ˹ [frost_purple_giraffe_621] ㅤ𝙁𝙡𝙖𝙨𝙝𝙗𝙖𝙘𝙠 ㅤ𝘐𝘯𝘵𝘦𝘳𝘯𝘢𝘥𝘰 𝘚𝘢𝘭𝘷𝘢𝘵𝘰𝘳𝘦 ㅤ ㅤㅤㅤㅤHabían pasado apenas un par de meses desde que la Escuela Salvatore, bajo el mando de Caroline Forbes, reabriera sus puertas. Un nuevo curso escolar había comenzado y aunque habían conseguido dar la bienvenida a bastantes alumnos, lo cierto era que los alumnos que habían convivido en aquella escuela desde hacia años eran incapaces de olvidar los últimos años: Malivore, Triada, los dioses, Aurora… Y las muertes de Landon e Ethan… Todas aquellas tragedias habían hecho mella y habían tocado a todas las personas de aquel colegio. Y, por supuesto, Hope Mikaelson no era diferente. Puede que fuera quien más había perdido en todo aquello… Y, aunque estaba decidida a seguir adelante, había mucho que necesitaba perdonarse. Puede que sus compañeros de clase o el “super-equipo” hubieran decidido hacer borrón y cuenta nueva con las maldades que Hope había llevado a cabo cuando apagó su humanidad… Puede… Pero la tríbrida aun se descubría a si misma recordando los errores de su pasado… Y es que había… demasiados errores… Y otros…. Que no era capaz de clasificar. Aquella noche, la tríbrida era incapaz de conciliar el dichoso sueño. Ni siquiera le interesaba el examen sobre magia wiccana que tenían a la mañana siguiente. No podía sacarse algo de la cabeza… A aquel cazador… Ese al que había conocido mientras sus sentimientos estaban anulados. Resopló. Estaba claro que no podría quitárselo de la cabeza hasta que no hablase de ello con… alguien. Y sabia perfectamente quien debía ser ese “alguien”. Solo le quedaba una mejor amiga en esa escuela, alguien a quien a día de hoy consideraba una hermana y que estaba unidas por algo más que una “panda promesa”. Salió de la cama y, todavía en bata y zapatillas, caminó hasta el dormitorio de Lizzie, agradeciendo que durmieran tan cerca la una de la otra. Sabía que Josie seguía en Bélgica, asi que por suerte, no molestaría a nadie más. No desde que Lizzie había decidido no compartir habitación. Ventajas de ser la hija de la directora, supuso Hope. Llegó hasta la puerta de la rubia y llamó suavemente con los nudillos. -¿Lizzie? -la llamó- ¿Estás despierta…? Necesito hablar… de algo… #Personajes3D #3D #Comunidad3D #Legacies ㅤ
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  • Atropos observa, inmóvil, los hilos que se retuercen con desesperación en sus dedos huesudos. Uno de ellos —fino, tembloroso, terco— brilla con una luz tenue y terca.

    Ella, la muchacha, se aferra como hiedra a un muro que no le da sombra ni abrigo. Ruega a un eco, canta para una estatua. Se disfraza de risas ajenas, talla gestos que no son suyos en su rostro solo para arrancarle una mueca, una mirada, una señal. Él… indiferente. Su hilo es recto, terso, sin nudos. No tiembla cuando ella llora. No vibra con su entrega.

    Atropos suspira, con fastidio contenido. Hay tragedias pequeñas que no merecen la tinta del destino, y sin embargo se escriben solas una y otra vez. La llama no arde, pero consume.

    Ella cambia, se desdibuja, borra partes de sí misma como si eso fuera a volverla visible para alguien que ha decidido no mirar. Qué necia es la esperanza cuando se vuelve obsesión. Qué cruel es el amor no correspondido cuando se viste de promesas que nadie hizo.

    Y Atropos observa, con las tijeras todavía cerradas. Porque algunos hilos, aunque estén podridos, se niegan a romperse.
    Atropos observa, inmóvil, los hilos que se retuercen con desesperación en sus dedos huesudos. Uno de ellos —fino, tembloroso, terco— brilla con una luz tenue y terca. Ella, la muchacha, se aferra como hiedra a un muro que no le da sombra ni abrigo. Ruega a un eco, canta para una estatua. Se disfraza de risas ajenas, talla gestos que no son suyos en su rostro solo para arrancarle una mueca, una mirada, una señal. Él… indiferente. Su hilo es recto, terso, sin nudos. No tiembla cuando ella llora. No vibra con su entrega. Atropos suspira, con fastidio contenido. Hay tragedias pequeñas que no merecen la tinta del destino, y sin embargo se escriben solas una y otra vez. La llama no arde, pero consume. Ella cambia, se desdibuja, borra partes de sí misma como si eso fuera a volverla visible para alguien que ha decidido no mirar. Qué necia es la esperanza cuando se vuelve obsesión. Qué cruel es el amor no correspondido cuando se viste de promesas que nadie hizo. Y Atropos observa, con las tijeras todavía cerradas. Porque algunos hilos, aunque estén podridos, se niegan a romperse.
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  • [Antes de la tragedia.]
    (El efecto mariposa)
    (Rol libre)

    Como hija de una curandera y un carnicero que alguna vez fue un guardia real, Lyssandra debia elegir qué deseaba hacer con su vida a sus 15 años.

    Habia empezado en la escuela de magia básica, pero pronto tenia que tomar una decisión... especializarse.
    Como era de esperarse, su sueño inicial era ser como su mamá, pero cuando lo Confesó abiertamente, su madre le observó con claro rechazo.

    "Mi hija no pasará todo el dia limpiando sangre, lavando y con la nariz saturada a este hedor. No apruebo tu idea. Ve al pueblo, pregúntale a otras personas sus prifesiones."
    Su madre enojada declaró mientras exprimia de una herida abierta pus de color verdoso y hedor horrible.

    Lyssandra caminó hasta llegar al herrero, ahi, atendía una mujer que utilizaba muletas, le faltaba un ojo y le sobraba mala reputación.
    "¿Aventurera? Eres muy bonita para acabar como yo, mejor ser una doncella. Que un caballero se enamore de ti, te llene de comida, lujos y amor, no te expongas al exterior. "

    Com aquella recomendación, siguio caminando por la ciudad, acercándose a la tienda de caros pasteles, ahi habia una doncella que era famosa por venir de familia humilde, pero rubia de ojos azules.
    "Eres muy inteligente para ser una doncella fingiendo reir a chistes y charlas insulsas. Busca un hombre trabajador y vive del campo. Sin rendirle cuentas a alguien"

    De nuevo Lyssandra torció la boca siguiendo su camino al rio.
    Ahi se topó con una mujer que cargaba en su espalda un bebé, mientras lavaba pañales percudidos de los desechos de sus siete hijos, los cuales corrían por todos lados.
    " ¿En serio? Crees que la vida del campo es fácil ¿en serio crees que estar lista para ello? Vuelve a los libros. Enciérrate en la biblioteca, tu que sabes leer, estudia sobre el destino de las mujeres en este lugar."

    Con eso, Lyssandra partió rumbo a la biblioteca.
    Con más preguntas que respuestas.
    Todas las mujeres querían una vida diferente, todas tenían sueños frustrados.

    Qué complicado y delicado era elegir una profesión...
    [Antes de la tragedia.] (El efecto mariposa) (Rol libre) Como hija de una curandera y un carnicero que alguna vez fue un guardia real, Lyssandra debia elegir qué deseaba hacer con su vida a sus 15 años. Habia empezado en la escuela de magia básica, pero pronto tenia que tomar una decisión... especializarse. Como era de esperarse, su sueño inicial era ser como su mamá, pero cuando lo Confesó abiertamente, su madre le observó con claro rechazo. "Mi hija no pasará todo el dia limpiando sangre, lavando y con la nariz saturada a este hedor. No apruebo tu idea. Ve al pueblo, pregúntale a otras personas sus prifesiones." Su madre enojada declaró mientras exprimia de una herida abierta pus de color verdoso y hedor horrible. Lyssandra caminó hasta llegar al herrero, ahi, atendía una mujer que utilizaba muletas, le faltaba un ojo y le sobraba mala reputación. "¿Aventurera? Eres muy bonita para acabar como yo, mejor ser una doncella. Que un caballero se enamore de ti, te llene de comida, lujos y amor, no te expongas al exterior. " Com aquella recomendación, siguio caminando por la ciudad, acercándose a la tienda de caros pasteles, ahi habia una doncella que era famosa por venir de familia humilde, pero rubia de ojos azules. "Eres muy inteligente para ser una doncella fingiendo reir a chistes y charlas insulsas. Busca un hombre trabajador y vive del campo. Sin rendirle cuentas a alguien" De nuevo Lyssandra torció la boca siguiendo su camino al rio. Ahi se topó con una mujer que cargaba en su espalda un bebé, mientras lavaba pañales percudidos de los desechos de sus siete hijos, los cuales corrían por todos lados. " ¿En serio? Crees que la vida del campo es fácil ¿en serio crees que estar lista para ello? Vuelve a los libros. Enciérrate en la biblioteca, tu que sabes leer, estudia sobre el destino de las mujeres en este lugar." Con eso, Lyssandra partió rumbo a la biblioteca. Con más preguntas que respuestas. Todas las mujeres querían una vida diferente, todas tenían sueños frustrados. Qué complicado y delicado era elegir una profesión...
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  • Una joven de cabellos blanco como la luna y unos ojos grises estaba sentada en el borde del edificio, en el piso más alto, observando con tranquilidad las luces de la ciudad y escuchando el bullicio de ella mientras se prendía un cigarro.Mirando a la luna con un silencio absoluto, solo con el bullicio de la ciudad pasando a segundo plano en su mente, sintiendo como su ella se llevará todas sus penas y sus tragedias.

    -Nos vemos en Canadá

    Susuro al aire en un tono bajo con la mirada fija en luna, con esa determinación de acabar su misión para volver a su tranquilidad.
    Una joven de cabellos blanco como la luna y unos ojos grises estaba sentada en el borde del edificio, en el piso más alto, observando con tranquilidad las luces de la ciudad y escuchando el bullicio de ella mientras se prendía un cigarro.Mirando a la luna con un silencio absoluto, solo con el bullicio de la ciudad pasando a segundo plano en su mente, sintiendo como su ella se llevará todas sus penas y sus tragedias. -Nos vemos en Canadá Susuro al aire en un tono bajo con la mirada fija en luna, con esa determinación de acabar su misión para volver a su tranquilidad.
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  • •°•La gran tragedia de la vida no es
    la muerte, sino dejar de reír, de
    amar y de soñar. Es aquello que
    dejan morir dentro de ustedes
    mientras siguen vivos.°•°
    •°•La gran tragedia de la vida no es la muerte, sino dejar de reír, de amar y de soñar. Es aquello que dejan morir dentro de ustedes mientras siguen vivos.°•°
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  • -- QUIZ # -2 --

    ¿Cuál es el nombre del libro que narra el hundimiento de un barco similar al Titanic, pero que fue publicado pocos años antes de la tragedia?
    -- QUIZ # -2 -- ¿Cuál es el nombre del libro que narra el hundimiento de un barco similar al Titanic, pero que fue publicado pocos años antes de la tragedia?
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  • En el LANTV Channel 4 Noticiero nocturno:

    La transmisión era en vivo, en el estudio principal una locutora con tono grave y profesional, pero con un leve temblor en la voz.

    -"Buenas noches. Una tragedia inimaginable ha sacudido a la comunidad de Santa Carolina esta madrugada. El exclusivo club nocturno ‘Ministry’, ubicado en el distrito portuario, fue consumido por una explosión masiva alrededor de la 3:33 a.m., mientras albergaba a cientos de asistentes a una fiesta privada. Autoridades están haciendo lo posible para apagar el incendio y encontrar sobrevivientes."

    Un corte a imágenes grabadas por testigos retrata como el edificio estalla en una bola de fuego silenciosa por un segundo, antes de que el sonido ensordecedor llegue a la cámara. Gritos de pánico se escuchan de fondo.

    Transiciona a un reportero con los cascos de bomberos desesperados detrás de él, hablando rápido.

    -"Claire, el caos aquí es indescriptible. La explosión fue tan violenta que ventanas a tres calles de distancia se hicieron añicos. Los equipos de rescate trabajan contra reloj, pero… Las llamas eran demasiado intensas. No hubo tiempo de evacuar."

    La cámara enfoca brevemente a una mujer en shock, envuelta en una manta térmica, hablando entre sollozos.

    -"¡Vi gente corriendo… pero las puertas no se abrían! Y luego… ¡Dios mío, el fuego los alcanzó primero a ELLOS…"

    El audio se corta abruptamente. Y vuelve al estudio, la locutora con ceño fruncido lee en voz alta un reporte de última hora.

    -" Según registros, el dueño del local, Christopher Baudelair, estaba presente. Baudelair, un empresario de baja exposición pública, había cerrado el club a medios de esta noche por un “evento exclusivo.’” Fuentes policiales sugieren que…"

    Hace una pausa incómoda.

    -"...El sistema de emergencia fue saboteado. Las salidas estaban bloqueadas desde dentro."

    Aparece una foto de Baudelair. Un hombre bello de unos 30 años, traje impecable, sonrisa fría. La imagen se desvanece para mostrar un primer plano de las ruinas en llamas que alguna vez fueron la fachada del edificio. Súbitamente la transmisión empieza a deteriorarse rápidamente, hasta llenarse de nieve estática.

    La locutora, forzando la calma.

    -"Parece que tenemos problemas técnicos. Volvemos con más después de estos mensajes.”

    El shock de los espectadores recibiría la frialdad de un aviso comercial sobre un nuevo modelo de automóvil eléctrico.
    En el LANTV Channel 4 Noticiero nocturno: La transmisión era en vivo, en el estudio principal una locutora con tono grave y profesional, pero con un leve temblor en la voz. -"Buenas noches. Una tragedia inimaginable ha sacudido a la comunidad de Santa Carolina esta madrugada. El exclusivo club nocturno ‘Ministry’, ubicado en el distrito portuario, fue consumido por una explosión masiva alrededor de la 3:33 a.m., mientras albergaba a cientos de asistentes a una fiesta privada. Autoridades están haciendo lo posible para apagar el incendio y encontrar sobrevivientes." Un corte a imágenes grabadas por testigos retrata como el edificio estalla en una bola de fuego silenciosa por un segundo, antes de que el sonido ensordecedor llegue a la cámara. Gritos de pánico se escuchan de fondo. Transiciona a un reportero con los cascos de bomberos desesperados detrás de él, hablando rápido. -"Claire, el caos aquí es indescriptible. La explosión fue tan violenta que ventanas a tres calles de distancia se hicieron añicos. Los equipos de rescate trabajan contra reloj, pero… Las llamas eran demasiado intensas. No hubo tiempo de evacuar." La cámara enfoca brevemente a una mujer en shock, envuelta en una manta térmica, hablando entre sollozos. -"¡Vi gente corriendo… pero las puertas no se abrían! Y luego… ¡Dios mío, el fuego los alcanzó primero a ELLOS…" El audio se corta abruptamente. Y vuelve al estudio, la locutora con ceño fruncido lee en voz alta un reporte de última hora. -" Según registros, el dueño del local, Christopher Baudelair, estaba presente. Baudelair, un empresario de baja exposición pública, había cerrado el club a medios de esta noche por un “evento exclusivo.’” Fuentes policiales sugieren que…" Hace una pausa incómoda. -"...El sistema de emergencia fue saboteado. Las salidas estaban bloqueadas desde dentro." Aparece una foto de Baudelair. Un hombre bello de unos 30 años, traje impecable, sonrisa fría. La imagen se desvanece para mostrar un primer plano de las ruinas en llamas que alguna vez fueron la fachada del edificio. Súbitamente la transmisión empieza a deteriorarse rápidamente, hasta llenarse de nieve estática. La locutora, forzando la calma. -"Parece que tenemos problemas técnicos. Volvemos con más después de estos mensajes.” El shock de los espectadores recibiría la frialdad de un aviso comercial sobre un nuevo modelo de automóvil eléctrico.
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  • Al parecer los auto proclamados dioses benevolentes o malévolos han desaparecido. Solo quedan vestigios de aquellos que solían gobernar sus propias burbujas que representaban sus ambiciones. Que tragedia para sus seguidores.
    Al parecer los auto proclamados dioses benevolentes o malévolos han desaparecido. Solo quedan vestigios de aquellos que solían gobernar sus propias burbujas que representaban sus ambiciones. Que tragedia para sus seguidores.
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