• ✦𝖬𝗈𝗇𝗈𝗋𝗈𝗅 𝖻𝗂𝖾𝗇 𝖾𝗉𝗂𝖼𝗈 𝗉𝖺𝗋𝖺 𝗊𝗎𝗂𝖾𝗇 𝗅𝖾 𝗂𝗇𝗍𝖾𝗋𝖾𝗌𝖾✦

    En la dimensión blanca, donde se reúnen todas las partes de Zack; se encontraban Zack (1), el Zack más temperamental, Zack (2), el Zack más inteligente y Zack (3), una parte desconocida de Zack que se llama a sí mismo como “el verdadero Zack”. Zack (1) se encontraba regañando a Zack (3), mientras Zack (2) solo observaba.

    Zack (1): "─ Eres un idiota!, el Zack con mayor poder mágico, el Zack más fuerte y el Zack más serio, te dijeron EXPLÍCITAMENTE que no causaras ningún problema!, y la primera mierda que hiciste fue ir a amenazar a Yaken!?.

    Zack (3): "─ Relajate… Solo seguí sus órdenes al ir a asegurarme de que el idiota de Yaken no matara a nuestra más compasiva… ¿Acaso estuve mal?"

    Zack (1): "─ SI IDIOTA!, literalmente le dijiste que matarías a toda su familia y además lo humillaste y denigraste!, QUIEN SABE SI ESE HIJO DE PUTA ESTÁ PLANEANDO PONERSE A MATARNOS AHORA!"

    Zack (3): "─ No lo hará… Créeme, pude verlo en sus ojos… Tiene miedo, tiene miedo de que mi amenaza se cumpla, después de todo es un blando de mierda que se preocupa por su ridícula familia."

    Zack (1): "─ No mames, le dijiste que matarías a su familia y una parte de su familia es humana imbécil!, nosotros no matamos humanos."

    Zack (3) sonríe antes de acercarse más a Zack (1) hasta quedar frente a frente.

    Zack (3): "─ Ustedes no matan humanos… Tú y yo sabemos perfectamente que los humanos son una plaga asquerosa que estaría mejor muerta… Ustedes son como esos animalistas que se esmeran en proteger a las cucarachas o a las ratas, matar plagas no tiene nada de malo… Es necesario y completamente natural…"

    Zack (2): "─ Uh… De echo tiene razón, matar plagas es algo natural…"

    Zack (1): "─ Sí… Pero los humanos no son una plaga… Son su creación y sus hijos… Son nuestros hermanos, y le prometimos que los protegeríamos…"

    Zack (3): "─ Llevamos toda la vida haciéndolo… Protegiendo a esos idiotas que solo nos han pagado con insultos y malos tratos… Estoy seguro de que a él no le importaría que rompiéramos la promesa… Y si si, pues que se joda, está mejor muert-"

    Justo antes de que terminara de hablar, Zack (1) le pega un puñetazo en la cara, mientras Zack (2) está cubriéndose la boca con las manos y lagrimeando un poco.

    Zack (1): "─ Hijo de perra… Vuelve a decir eso… TE RETO."

    Zack (1) avanza, pero Zack (3) ya estaba frente a él, con la boquilla de su revolver puesta en una parte específica de la frente de Zack (1)

    Zack (3): "─ Bien… Ahí va de nuevo… Si a él le importara que rompiéramos nuestra promesa, y pusiera a esos asquerosos humanos por encima de su propio hijo… Entonces está mejor muerto."

    Jala el gatillo matando instantáneamente a Zack (1). Luego voltea a ver a Zack (2).

    Zack (2): "─ Tranquilo… S-soy lo suficientemente inteligente como para saber que si digo algo sobre esto, me matarás…"

    Zack (3): "─ Bien…"

    Con esto, Zack (3) se retira del lugar, yéndose por un portal.
    ✦𝖬𝗈𝗇𝗈𝗋𝗈𝗅 𝖻𝗂𝖾𝗇 𝖾𝗉𝗂𝖼𝗈 𝗉𝖺𝗋𝖺 𝗊𝗎𝗂𝖾𝗇 𝗅𝖾 𝗂𝗇𝗍𝖾𝗋𝖾𝗌𝖾✦ En la dimensión blanca, donde se reúnen todas las partes de Zack; se encontraban Zack (1), el Zack más temperamental, Zack (2), el Zack más inteligente y Zack (3), una parte desconocida de Zack que se llama a sí mismo como “el verdadero Zack”. Zack (1) se encontraba regañando a Zack (3), mientras Zack (2) solo observaba. Zack (1): "─ Eres un idiota!, el Zack con mayor poder mágico, el Zack más fuerte y el Zack más serio, te dijeron EXPLÍCITAMENTE que no causaras ningún problema!, y la primera mierda que hiciste fue ir a amenazar a Yaken!?. Zack (3): "─ Relajate… Solo seguí sus órdenes al ir a asegurarme de que el idiota de Yaken no matara a nuestra más compasiva… ¿Acaso estuve mal?" Zack (1): "─ SI IDIOTA!, literalmente le dijiste que matarías a toda su familia y además lo humillaste y denigraste!, QUIEN SABE SI ESE HIJO DE PUTA ESTÁ PLANEANDO PONERSE A MATARNOS AHORA!" Zack (3): "─ No lo hará… Créeme, pude verlo en sus ojos… Tiene miedo, tiene miedo de que mi amenaza se cumpla, después de todo es un blando de mierda que se preocupa por su ridícula familia." Zack (1): "─ No mames, le dijiste que matarías a su familia y una parte de su familia es humana imbécil!, nosotros no matamos humanos." Zack (3) sonríe antes de acercarse más a Zack (1) hasta quedar frente a frente. Zack (3): "─ Ustedes no matan humanos… Tú y yo sabemos perfectamente que los humanos son una plaga asquerosa que estaría mejor muerta… Ustedes son como esos animalistas que se esmeran en proteger a las cucarachas o a las ratas, matar plagas no tiene nada de malo… Es necesario y completamente natural…" Zack (2): "─ Uh… De echo tiene razón, matar plagas es algo natural…" Zack (1): "─ Sí… Pero los humanos no son una plaga… Son su creación y sus hijos… Son nuestros hermanos, y le prometimos que los protegeríamos…" Zack (3): "─ Llevamos toda la vida haciéndolo… Protegiendo a esos idiotas que solo nos han pagado con insultos y malos tratos… Estoy seguro de que a él no le importaría que rompiéramos la promesa… Y si si, pues que se joda, está mejor muert-" Justo antes de que terminara de hablar, Zack (1) le pega un puñetazo en la cara, mientras Zack (2) está cubriéndose la boca con las manos y lagrimeando un poco. Zack (1): "─ Hijo de perra… Vuelve a decir eso… TE RETO." Zack (1) avanza, pero Zack (3) ya estaba frente a él, con la boquilla de su revolver puesta en una parte específica de la frente de Zack (1) Zack (3): "─ Bien… Ahí va de nuevo… Si a él le importara que rompiéramos nuestra promesa, y pusiera a esos asquerosos humanos por encima de su propio hijo… Entonces está mejor muerto." Jala el gatillo matando instantáneamente a Zack (1). Luego voltea a ver a Zack (2). Zack (2): "─ Tranquilo… S-soy lo suficientemente inteligente como para saber que si digo algo sobre esto, me matarás…" Zack (3): "─ Bien…" Con esto, Zack (3) se retira del lugar, yéndose por un portal.
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  • -Hehehe~ ¡Ah, el universo es tan suave hoy! Mira, hasta las estrellas parecen sonreírme.

    *Sujeta una de las maletas y la balancea ligeramente, su falda estelar ondea con un brillo cósmico.*

    -¡Listo para otro viaje por la galaxia! ¿Qué dices, vienes conmigo? Prometo no hacer que el planeta se expanda demasiado esta vez... probablemente.

    *Gira sobre sí misma con una risita inocente, observando el cielo.*

    -Es gracioso, ¿sabes? Cuando miras las estrellas desde tan lejos, parecen diminutas… pero cada una es un sol enorme, con su propia historia. Me gusta pensar que somos un poco así también.

    *Da un pequeño salto y aterriza suavemente, el polvo espacial brilla bajo sus pies.*

    -Bueno, ¡vamos! El universo no se va a explorar solo~
    Y si se rompe algo… jeje… ¡solo diré que fue un accidente gravitacional!
    -Hehehe~ ¡Ah, el universo es tan suave hoy! Mira, hasta las estrellas parecen sonreírme. *Sujeta una de las maletas y la balancea ligeramente, su falda estelar ondea con un brillo cósmico.* -¡Listo para otro viaje por la galaxia! ¿Qué dices, vienes conmigo? Prometo no hacer que el planeta se expanda demasiado esta vez... probablemente. *Gira sobre sí misma con una risita inocente, observando el cielo.* -Es gracioso, ¿sabes? Cuando miras las estrellas desde tan lejos, parecen diminutas… pero cada una es un sol enorme, con su propia historia. Me gusta pensar que somos un poco así también. *Da un pequeño salto y aterriza suavemente, el polvo espacial brilla bajo sus pies.* -Bueno, ¡vamos! El universo no se va a explorar solo~ Y si se rompe algo… jeje… ¡solo diré que fue un accidente gravitacional!
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  • -Ah… el almuerzo perfecto, equilibrio molecular y emocional en un solo recipiente.

    *Observa el trozo de comida con una sonrisa leve mientras lo analiza con el mismo rigor que una partícula subatómica.*

    -¿Sabías que el sabor también es una ecuación? Textura, temperatura, química… y un toque de curiosidad humana.

    *Muerde con cuidado, cerrando los ojos apenas un instante.*

    -Oishii… sí, definitivamente una reacción positiva.

    *Levanta la vista con un brillo travieso en los ojos rubí.*

    -Pero aún me intriga… ¿por qué las cosas simples son las que más desarman a los genios?
    -Ah… el almuerzo perfecto, equilibrio molecular y emocional en un solo recipiente. *Observa el trozo de comida con una sonrisa leve mientras lo analiza con el mismo rigor que una partícula subatómica.* -¿Sabías que el sabor también es una ecuación? Textura, temperatura, química… y un toque de curiosidad humana. *Muerde con cuidado, cerrando los ojos apenas un instante.* -Oishii… sí, definitivamente una reacción positiva. *Levanta la vista con un brillo travieso en los ojos rubí.* -Pero aún me intriga… ¿por qué las cosas simples son las que más desarman a los genios?
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  • Hoy es uno de esos días.

    Dónde veo por la ventana,
    Fumandome un tabaco.

    Tomándome un licor de miel para calentarme ante el frío de la llegada de invierno.

    Dónde mi propia compañía, es lo único que importa.

    Dónde el dolor de cabeza me a acompañado todo el día.
    Y mi mala alimentación deja rastros de mi tiempo limitado.

    Dónde mis sentimientos me aprietan y se sienten a flor de piel y mis labios sellados no pueden dejar escapar el desahogo.

    Dónde mis lágrimas no pueden salir, pero quieren... Y parecen aguantar, esperando a que caiga la primera gota de lluvia del cielo.

    Dónde el dolor de nuca no me suelta por el estrés que aún no se a ido.

    El dolor de quijada por apretar inconscientemente mi mandíbula.

    Con los focos apagados, porque la luz de estos lastiman mis ojos aturdiendo mi mente intranquila.

    Hasta solo quedarme en silencio, recostarme en mi cama, posar mi brazo encima de mis ojos, y esperar....
    Esperar que todo pase.
    Esperar, a qué el mañana llegue pronto.

    Y en ese pronto... Pronto me sienta mejor, y no volver uno de estos días.

    Y es que dicen que el alma no se pierde, si no que el mismo ser se rinde.

    Y me preguntó, ¿Qué es lo que quiere mi ser?

    ¿Qué necesita mi cuerpo y mi alma?

    O solo es como yo lo dije, solo es... Uno de esos días.

    https://youtu.be/xlT1-Pflrws?si=orgxL3bDK7hOk7X4
    Hoy es uno de esos días. Dónde veo por la ventana, Fumandome un tabaco. Tomándome un licor de miel para calentarme ante el frío de la llegada de invierno. Dónde mi propia compañía, es lo único que importa. Dónde el dolor de cabeza me a acompañado todo el día. Y mi mala alimentación deja rastros de mi tiempo limitado. Dónde mis sentimientos me aprietan y se sienten a flor de piel y mis labios sellados no pueden dejar escapar el desahogo. Dónde mis lágrimas no pueden salir, pero quieren... Y parecen aguantar, esperando a que caiga la primera gota de lluvia del cielo. Dónde el dolor de nuca no me suelta por el estrés que aún no se a ido. El dolor de quijada por apretar inconscientemente mi mandíbula. Con los focos apagados, porque la luz de estos lastiman mis ojos aturdiendo mi mente intranquila. Hasta solo quedarme en silencio, recostarme en mi cama, posar mi brazo encima de mis ojos, y esperar.... Esperar que todo pase. Esperar, a qué el mañana llegue pronto. Y en ese pronto... Pronto me sienta mejor, y no volver uno de estos días. Y es que dicen que el alma no se pierde, si no que el mismo ser se rinde. Y me preguntó, ¿Qué es lo que quiere mi ser? ¿Qué necesita mi cuerpo y mi alma? O solo es como yo lo dije, solo es... Uno de esos días. https://youtu.be/xlT1-Pflrws?si=orgxL3bDK7hOk7X4
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    ¡Hoy 𝐑𝐡𝐲𝐬𝐚𝐧𝐝 cumple una vuelta al sol en FicRol! ¡Qué estupendo primer año!
    ¡Hoy [High.Lord] cumple una vuelta al sol en FicRol! ¡Qué estupendo primer año! 🎉
    ¡FICROLERS 3D!
    ¡DAMOS LA BIENVENIDA A NUEVOS PERSONAJES 3D!

    Dad la bienvenida a:
    ¡𝐑𝐡𝐲𝐬𝐚𝐧𝐝 de ACOTAR!
    ¡[tidal_peridot_mouse_951] de Bridgerton!
    ¡[specter_topaz_spider_523]!
    ¡[Pink_pearl_voice] de Mermaid Melody pichi pichi pitch!
    ¡[PanthalassaHeir93] de Mermaid Melody pichi pichi pitch!

    ¡Bienvenidos! ¡Estamos encantados de teneros en FicRol! ¡Esperamos haceros sentir como en casa y que convirtáis la plataforma en vuestro hogar aportando vuestro granito de arena roleplayer! ¡Estamos deseando conoceros y veros desarrollar vuestros personajes!

    Por favor, leed bien los lineamientos de la plataforma ya que su cumplimiento es necesario para el bienestar común y el vuestro propio: https://ficrol.com/static/guidelines

    Sabed que soy vuestra RolSage, una especie de guía y de ayuda en la plataforma para los personajes 3D. Si necesitáis cualquier cosa estoy siempre en DM y, de todos modos, en mi fanpage teneis una guías exhaustivas sobre como funciona ficrol, dadle me gusta para no perdernos nada:

    https://ficrol.com/pages/RolSage3D

    Tenemos un grupo de Personajes 3D para encontrar otros personajes que agregar, etc... ¡Solo presenta a tu personaje en una publicación! Si quieres, claro:

    https://ficrol.com/groups/Personajes3D

    Índice de guías:

    https://ficrol.com/blogs/147711/%C3%8DNDICE-DE-GUIAS-Y-MINIGUIAS

    En estos artículos podréis encontrar personajes 3D agrupados por fandom a los que poder seguir. Y tambien una lista de los fandoms existentes en la plataforma.

    ¡Encontrad fandoms y personajes canon y OCs!

    Personajes 3D: https://ficrol.com/blogs/181793/DIRECTORIO-PERSONAJES-3D-Y-FANDOMS

    Fandoms 3D: https://ficrol.com/blogs/151304/FANDOMS-PERSONAJES-3D-EN-FICROL

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  • POST MORTEM: Mentiras Piadosas.
    Fandom OC's
    Categoría Slice of Life
    : Nyssara Starfen
    : [En proceso de elección].


    El cielo de la mañana estaba limpio, de un azul frío que hacía contraste con el negro impecable del coche que avanzaba por la carretera. Ezra hojeaba, por última vez, las notas de su presentación. No las necesitaba realmente: su discurso estaba memorizado, pulido y revisado al milímetro. Pero el gesto transmitía control, disciplina… Y calma. Además, lo ayudaba para evitar la conversación superficial con Samantha.

    A su lado, la susodicha —una joven de cabello castaño recogido en un moño eficiente—, enviada por la universidad, revisaba el GPS.

    —Llegaremos diez minutos antes, señor Hamilton —informó con una cortesía exacta, modulada para no interrumpir su concentración.

    —Perfecto —respondió él, sin apartar la vista de las hojas—. Me gustaría hacer un breve recorrido por el auditorio antes de comenzar.

    El vehículo tomó la salida hacia el campus, un complejo elegante de edificios modernos rodeados por franjas de pinos. El logo de la Universidad de Oregón se veía en pancartas verdes y doradas que ondeaban en la brisa suave. Había estudiantes por todas partes, algunos cargando portátiles, otros corriendo en dirección contraria con café en mano, todos con el ritmo característico de un campus en plena actividad.

    El chófer aparcó en la zona reservada. En cuanto Ezra descendió, varios miembros del comité académico lo recibieron de inmediato.

    —Señor Hamilton, es un honor —saludó un profesor de criminología, estrechándole la mano con entusiasmo contenido—. Su charla ha generado mucha expectativa. No todos los días tenemos la oportunidad de escuchar cómo la tecnología está rediseñando nuestra disciplina.

    El empresario sonrió con esa mezcla justa de profesionalismo y cercanía.

    —El honor es mío. Las bases de la criminología siguen siendo humanas. La tecnología… Solo nos permite ver más claro lo que ya está ahí.

    Mientras caminaban hacia el edificio principal, los acompañantes comentaban detalles del evento. El castaño escuchaba atentamente, asentía, hacía pequeñas observaciones que denotaban que ya conocía de antemano la estructura del encuentro. Su presencia tenía ese efecto: imponía sin esfuerzo, no por rigidez, sino por la precisión de cada gesto.

    Cuando cruzaron las puertas de vidrio del auditorio, el murmullo del público empezó a filtrarse desde el interior. Luces, banners, pantallas listas para la presentación. Todo estaba preparado.

    Ezra respiró hondo.

    —Bien —dijo, acomodándose ligeramente el saco—. Hagamos que valga la pena.

    Y avanzó hacia el escenario con la seguridad de alguien acostumbrado a moverse en mundos donde cada detalle importa… Y donde él siempre se encarga de controlarlos.
    👤: [frost_black_deer_503] 💽: [En proceso de elección]. El cielo de la mañana estaba limpio, de un azul frío que hacía contraste con el negro impecable del coche que avanzaba por la carretera. Ezra hojeaba, por última vez, las notas de su presentación. No las necesitaba realmente: su discurso estaba memorizado, pulido y revisado al milímetro. Pero el gesto transmitía control, disciplina… Y calma. Además, lo ayudaba para evitar la conversación superficial con Samantha. A su lado, la susodicha —una joven de cabello castaño recogido en un moño eficiente—, enviada por la universidad, revisaba el GPS. —Llegaremos diez minutos antes, señor Hamilton —informó con una cortesía exacta, modulada para no interrumpir su concentración. —Perfecto —respondió él, sin apartar la vista de las hojas—. Me gustaría hacer un breve recorrido por el auditorio antes de comenzar. El vehículo tomó la salida hacia el campus, un complejo elegante de edificios modernos rodeados por franjas de pinos. El logo de la Universidad de Oregón se veía en pancartas verdes y doradas que ondeaban en la brisa suave. Había estudiantes por todas partes, algunos cargando portátiles, otros corriendo en dirección contraria con café en mano, todos con el ritmo característico de un campus en plena actividad. El chófer aparcó en la zona reservada. En cuanto Ezra descendió, varios miembros del comité académico lo recibieron de inmediato. —Señor Hamilton, es un honor —saludó un profesor de criminología, estrechándole la mano con entusiasmo contenido—. Su charla ha generado mucha expectativa. No todos los días tenemos la oportunidad de escuchar cómo la tecnología está rediseñando nuestra disciplina. El empresario sonrió con esa mezcla justa de profesionalismo y cercanía. —El honor es mío. Las bases de la criminología siguen siendo humanas. La tecnología… Solo nos permite ver más claro lo que ya está ahí. Mientras caminaban hacia el edificio principal, los acompañantes comentaban detalles del evento. El castaño escuchaba atentamente, asentía, hacía pequeñas observaciones que denotaban que ya conocía de antemano la estructura del encuentro. Su presencia tenía ese efecto: imponía sin esfuerzo, no por rigidez, sino por la precisión de cada gesto. Cuando cruzaron las puertas de vidrio del auditorio, el murmullo del público empezó a filtrarse desde el interior. Luces, banners, pantallas listas para la presentación. Todo estaba preparado. Ezra respiró hondo. —Bien —dijo, acomodándose ligeramente el saco—. Hagamos que valga la pena. Y avanzó hacia el escenario con la seguridad de alguien acostumbrado a moverse en mundos donde cada detalle importa… Y donde él siempre se encarga de controlarlos.
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  • Knowing about u
    Fandom Original
    Categoría Aventura
    Caminé lenta y pesadamente sobre la duna, llegaba a una civilización destruida hacia eones, se veía muy parecida a la civilización egipcia; había pilares rotos y fracturados, mermados por el pasar de los años, sus ojos brillaron de diferentes colores mientras que leía las inscripciónes en aquel texto antiguo, lengua muerta olvidado por dios.

    Ironico.

    Encontré la entrada, siguiendo las instrucciones de quienes habían sido mis creadores, el tunel al interior de la piramide se abrió ante mi.
    Me deslicé dentro con soltura, evitando posibles trampas, viendo cada acertijo escondido. Siendo capaz de leer todo lo que decían aquellas paredes, las cosas horribles que hacian por egoismo, las cosas preciosas que hacian por el bien de otros.

    —Creo que aquí tampoco hay nada... —murmuré, mientras tentaba las paredes, leyendo, analizando.

    Caminé lenta y pesadamente sobre la duna, llegaba a una civilización destruida hacia eones, se veía muy parecida a la civilización egipcia; había pilares rotos y fracturados, mermados por el pasar de los años, sus ojos brillaron de diferentes colores mientras que leía las inscripciónes en aquel texto antiguo, lengua muerta olvidado por dios. Ironico. Encontré la entrada, siguiendo las instrucciones de quienes habían sido mis creadores, el tunel al interior de la piramide se abrió ante mi. Me deslicé dentro con soltura, evitando posibles trampas, viendo cada acertijo escondido. Siendo capaz de leer todo lo que decían aquellas paredes, las cosas horribles que hacian por egoismo, las cosas preciosas que hacian por el bien de otros. —Creo que aquí tampoco hay nada... —murmuré, mientras tentaba las paredes, leyendo, analizando.
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  • Demasiado tranquilo el hotel en las noches ,la soledad comienza a volverse fastidiosa...
    Demasiado tranquilo el hotel en las noches ,la soledad comienza a volverse fastidiosa...
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    Me entristece
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  • El timbre sonó a las 9:03 de la mañana, rompiendo el silencio perezoso de un domingo cualquiera. Sofía estaba en la cocina, todavía en pijama, con el cabello despeinado y una taza de café con leche entre las manos. No esperaba nada, o al menos eso se repetía para calmar el vértigo que sentía desde hacía semanas.

    Dejó la taza sobre la encimera, se limpió las manos en el pantalón del pijama y bajó las escaleras con el corazón golpeándole el pecho. Afuera, el aire era fresco y olía a tierra mojada. El cartero ya se había marchado, pero en el buzón asomaba un sobre blanco con el sello dorado de la University of Southern California.

    Por un momento no se movió. Solo lo miró, inmóvil, como si acercarse fuera un acto peligroso. Cuando por fin estiró la mano, la temblorosa emoción se mezcló con miedo puro. Rasgó el sobre con cuidado, como si el papel pudiera decidir su destino, y leyó.

    “We are pleased to inform you that you have been accepted into the USC School of Dramatic Arts…”

    El aire se le escapó de los pulmones.
    Durante unos segundos, no hubo sonido, ni casa, ni mundo: solo las letras flotando ante sus ojos, borroneadas por las lágrimas.

    Sofía soltó una risa entrecortada, una mezcla de incredulidad y felicidad tan intensa que dolía. Dejó caer el sobre en el suelo, cubriéndose la boca con las manos, y empezó a reír y llorar al mismo tiempo.

    —¡Lo conseguí! —susurró, casi sin voz—. ¡Lo conseguí, joder!

    Corrió hacia la cocina, el corazón desbocado, buscando su móvil para llamar a Rachel. Pero al abrir la galería de contactos, se detuvo por un momento.
    La imaginó allí, con su novia, quizá cocinando o trabajando, ajena a todo. Sofía quiso marcar igual, contarle lo que había pasado, gritarle entre risas que su sueño se había hecho real. Pero algo en su pecho se frenó.
    Rachel le diría que estaba orgullosa, sin dudarlo, pero también le preguntaría si ya se lo había contado a mamá.
    Y ella no estaba lista para eso.

    La imagen de Elena James apareció en su mente: su tono frío, su mirada cargada de juicio, la misma que había usado la última vez que hablaron del tema.
    “Te estás engañando, Sofía. El teatro no da de comer. Eres inteligente, podrías hacer algo útil, algo serio.”

    Sofía apretó el teléfono entre los dedos. No quería escuchar esa voz hoy. No cuando, por primera vez, sentía que el mundo le daba la razón.

    Respiró hondo y volvió a mirar el sobre caído en el suelo. Lo recogió con cuidado y lo apoyó contra la ventana, justo donde entraba la luz del sol.

    Esa carta era su puerta, su billete, su promesa.
    Y aunque nadie más lo supiera todavía, ella se permitió celebrarlo igual.

    Encendió el altavoz, buscó una lista de reproducción vieja y dejó que sonara Golden Hour. Subió el volumen, cerró los ojos y se dejó llevar, girando sobre sí misma entre risas y lágrimas.

    Por fin, el sueño que todos consideraban una pérdida de tiempo se había convertido en su realidad.
    Y aunque no pudiera compartirlo aún, Sofía sabía que su historia había empezado.
    El timbre sonó a las 9:03 de la mañana, rompiendo el silencio perezoso de un domingo cualquiera. Sofía estaba en la cocina, todavía en pijama, con el cabello despeinado y una taza de café con leche entre las manos. No esperaba nada, o al menos eso se repetía para calmar el vértigo que sentía desde hacía semanas. Dejó la taza sobre la encimera, se limpió las manos en el pantalón del pijama y bajó las escaleras con el corazón golpeándole el pecho. Afuera, el aire era fresco y olía a tierra mojada. El cartero ya se había marchado, pero en el buzón asomaba un sobre blanco con el sello dorado de la University of Southern California. Por un momento no se movió. Solo lo miró, inmóvil, como si acercarse fuera un acto peligroso. Cuando por fin estiró la mano, la temblorosa emoción se mezcló con miedo puro. Rasgó el sobre con cuidado, como si el papel pudiera decidir su destino, y leyó. “We are pleased to inform you that you have been accepted into the USC School of Dramatic Arts…” El aire se le escapó de los pulmones. Durante unos segundos, no hubo sonido, ni casa, ni mundo: solo las letras flotando ante sus ojos, borroneadas por las lágrimas. Sofía soltó una risa entrecortada, una mezcla de incredulidad y felicidad tan intensa que dolía. Dejó caer el sobre en el suelo, cubriéndose la boca con las manos, y empezó a reír y llorar al mismo tiempo. —¡Lo conseguí! —susurró, casi sin voz—. ¡Lo conseguí, joder! Corrió hacia la cocina, el corazón desbocado, buscando su móvil para llamar a Rachel. Pero al abrir la galería de contactos, se detuvo por un momento. La imaginó allí, con su novia, quizá cocinando o trabajando, ajena a todo. Sofía quiso marcar igual, contarle lo que había pasado, gritarle entre risas que su sueño se había hecho real. Pero algo en su pecho se frenó. Rachel le diría que estaba orgullosa, sin dudarlo, pero también le preguntaría si ya se lo había contado a mamá. Y ella no estaba lista para eso. La imagen de Elena James apareció en su mente: su tono frío, su mirada cargada de juicio, la misma que había usado la última vez que hablaron del tema. “Te estás engañando, Sofía. El teatro no da de comer. Eres inteligente, podrías hacer algo útil, algo serio.” Sofía apretó el teléfono entre los dedos. No quería escuchar esa voz hoy. No cuando, por primera vez, sentía que el mundo le daba la razón. Respiró hondo y volvió a mirar el sobre caído en el suelo. Lo recogió con cuidado y lo apoyó contra la ventana, justo donde entraba la luz del sol. Esa carta era su puerta, su billete, su promesa. Y aunque nadie más lo supiera todavía, ella se permitió celebrarlo igual. Encendió el altavoz, buscó una lista de reproducción vieja y dejó que sonara Golden Hour. Subió el volumen, cerró los ojos y se dejó llevar, girando sobre sí misma entre risas y lágrimas. Por fin, el sueño que todos consideraban una pérdida de tiempo se había convertido en su realidad. Y aunque no pudiera compartirlo aún, Sofía sabía que su historia había empezado.
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  • -Sentadas cerca de la fuente que da a la aldea donde ambas vigilan, las dos hermanas se dispusieron a cantar la canción que solo ambas saben, mientras una de ellas, también tocaba el ukelele, dando un ambiente bastate armónico al lugar.

    Algunos aldeanos al escucharlas cantar, se acercan a donde ellas, poco a poco, las gemelas estaba rodeadas de gente mientras Devola y Popola seguían cantado para deleite de los aldeanos, que solo estaban presentes por las hermosas voces de las hermanas-.
    -Sentadas cerca de la fuente que da a la aldea donde ambas vigilan, las dos hermanas se dispusieron a cantar la canción que solo ambas saben, mientras una de ellas, también tocaba el ukelele, dando un ambiente bastate armónico al lugar. Algunos aldeanos al escucharlas cantar, se acercan a donde ellas, poco a poco, las gemelas estaba rodeadas de gente mientras Devola y Popola seguían cantado para deleite de los aldeanos, que solo estaban presentes por las hermosas voces de las hermanas-.
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