• Who says a rose doesn't hurt?
    Who believes that roses don't suffer?
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  • Sus ojos eran una mirada calculadora, sus labios apenas una ligera sonrisa lasciva al escuchar el tema nombrado.

    —La magia de sangre... —comenzó, sopesando lentamente sus palabras antes de proseguir.— Es una de esas artes que exige más que habilidad o poder. Exige sacrificios. Y no me refiero solo a los sacrificios físicos. Hay algo... Corrupto e inestable en ella, algo que podría consumir a quien se atreva a utilizarla sin entender su peso.

    Hizo una pausa mientras enfocaba su mirada en la contraria, midiendo su reacción.

    —No es magia para aquellos que buscan control sobre los demás... Sino para aquellos dispuestos a perder algo de sí mismos para obtener ese control. Puede ser extremadamente poderosa, sí, pero es también peligrosa. Una vez que te sumerges en ella, es difícil encontrar la salida... —Suavizó su voz, mas el tono de advertencia se mantuvo presente. — …Pues la sangre no perdona.

    Sin embargo, en su mirada era palpable la chispa de fascinación ante el interés en algo de lo que ella misma se consideraba una experta. Aunque solo el más astuto podría detectar las verdaderas palabras que cruzaban su mente.

    —Aunque, claro... Hay quienes creen que lo que no se puede controlar, se puede dominar. Pero nunca sin un precio.
    Sus ojos eran una mirada calculadora, sus labios apenas una ligera sonrisa lasciva al escuchar el tema nombrado. —La magia de sangre... —comenzó, sopesando lentamente sus palabras antes de proseguir.— Es una de esas artes que exige más que habilidad o poder. Exige sacrificios. Y no me refiero solo a los sacrificios físicos. Hay algo... Corrupto e inestable en ella, algo que podría consumir a quien se atreva a utilizarla sin entender su peso. Hizo una pausa mientras enfocaba su mirada en la contraria, midiendo su reacción. —No es magia para aquellos que buscan control sobre los demás... Sino para aquellos dispuestos a perder algo de sí mismos para obtener ese control. Puede ser extremadamente poderosa, sí, pero es también peligrosa. Una vez que te sumerges en ella, es difícil encontrar la salida... —Suavizó su voz, mas el tono de advertencia se mantuvo presente. — …Pues la sangre no perdona. Sin embargo, en su mirada era palpable la chispa de fascinación ante el interés en algo de lo que ella misma se consideraba una experta. Aunque solo el más astuto podría detectar las verdaderas palabras que cruzaban su mente. —Aunque, claro... Hay quienes creen que lo que no se puede controlar, se puede dominar. Pero nunca sin un precio.
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  • Odio los abrazos de los desconocidos, Pero lo acepto para no ser grosera .
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  • V. ¿Fuera del tablero?
    Fandom Kuroshitsuji/Black Butler OC y otros
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    Las ruedas levantaban algo de polvo, y el motor del coche resonaba en el tranquilo camino.

    A través de la ventana podía verse una monótona extensión de tierra y césped; solo a lo lejos se alzaban árboles de un pequeño bosque circundante, de donde algunos petirrojos intrépidos surgían, curiosos ante el ruidoso vehículo.

    —¿Llegaremos pronto?

    Jean mostraba cierta ansiedad, como si deseara darse la vuelta y regresar. Su chofer, el confiable Finnian, asintió. Y justo en ese momento ambos pudieron ver cómo asomaba una gran mansión, respondiendo así la inquietud del joven Phantomhive, quien solo dejó escapar un suspiro.

    A estas alturas, volver atrás era impensable: ya habían alcanzado su destino.

    Y es que su dilema tenía nombre y apellido: Heinrich Rosenberg.

    ¿Qué debía hacer Jean con él?

    Por alguna razón, le resultaba difícil articular la respuesta evidente. Si se tratase de otra persona, la resolución de Jean habría sido inmediata: solo un medio para un fin.

    El señor Heinrich no era un peón especialmente valioso, pero todos los peones tenían su utilidad, y ganarse su favor podría ser beneficioso dado su evidente carisma. Sin embargo, su habitual cinismo parecía tambalearse ante él, generando un inesperado sentimiento de culpa. Tal vez porque, en el fondo, se sentía en deuda por la ayuda que le brindó en el pasado, o porque el encanto de Heinrich había logrado alcanzarlo, haciéndolo sentir incómodo al usar a alguien tan bondadoso y crédulo.

    Fuera cual fuese la causa, este dilema estaba comenzando a ser una distracción.

    Jean se propuso visitarlo, cumplir con su "promesa" y esperar que eso fuese suficiente para disipar aquel incómodo remordimiento hacia el señor Heinrich. Y si no resultaba, entonces tendría que olvidarse de tenerlo como un peón; pero, Jean se negaba a admitir la derrota, incluso en algo así, por lo que, se hallaba en un punto muerto.

    Pronto, el vehículo se estacionó cerca de la imponente entrada de la mansión. Cuando Finnian le abrió la puerta, Jean cerró los ojos un instante, y al abrirlos, la expresión conflictuada había desaparecido. Solo quedaba un joven de semblante tranquilo, casi abierto, con una sutil sonrisa en los labios: la imagen misma de la cortesía.

    Portaba un bastón de madera oscura lacada y una levita a juego, en un conjunto elegantemente sobrio.

    Las ruedas levantaban algo de polvo, y el motor del coche resonaba en el tranquilo camino. A través de la ventana podía verse una monótona extensión de tierra y césped; solo a lo lejos se alzaban árboles de un pequeño bosque circundante, de donde algunos petirrojos intrépidos surgían, curiosos ante el ruidoso vehículo. —¿Llegaremos pronto? Jean mostraba cierta ansiedad, como si deseara darse la vuelta y regresar. Su chofer, el confiable Finnian, asintió. Y justo en ese momento ambos pudieron ver cómo asomaba una gran mansión, respondiendo así la inquietud del joven Phantomhive, quien solo dejó escapar un suspiro. A estas alturas, volver atrás era impensable: ya habían alcanzado su destino. Y es que su dilema tenía nombre y apellido: Heinrich Rosenberg. ¿Qué debía hacer Jean con él? Por alguna razón, le resultaba difícil articular la respuesta evidente. Si se tratase de otra persona, la resolución de Jean habría sido inmediata: solo un medio para un fin. El señor Heinrich no era un peón especialmente valioso, pero todos los peones tenían su utilidad, y ganarse su favor podría ser beneficioso dado su evidente carisma. Sin embargo, su habitual cinismo parecía tambalearse ante él, generando un inesperado sentimiento de culpa. Tal vez porque, en el fondo, se sentía en deuda por la ayuda que le brindó en el pasado, o porque el encanto de Heinrich había logrado alcanzarlo, haciéndolo sentir incómodo al usar a alguien tan bondadoso y crédulo. Fuera cual fuese la causa, este dilema estaba comenzando a ser una distracción. Jean se propuso visitarlo, cumplir con su "promesa" y esperar que eso fuese suficiente para disipar aquel incómodo remordimiento hacia el señor Heinrich. Y si no resultaba, entonces tendría que olvidarse de tenerlo como un peón; pero, Jean se negaba a admitir la derrota, incluso en algo así, por lo que, se hallaba en un punto muerto. Pronto, el vehículo se estacionó cerca de la imponente entrada de la mansión. Cuando Finnian le abrió la puerta, Jean cerró los ojos un instante, y al abrirlos, la expresión conflictuada había desaparecido. Solo quedaba un joven de semblante tranquilo, casi abierto, con una sutil sonrisa en los labios: la imagen misma de la cortesía. Portaba un bastón de madera oscura lacada y una levita a juego, en un conjunto elegantemente sobrio.
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  • Dentro de poco sabréis lo que he estado haciendo. Mientras... tú te quedas al mando, Irene. Y sólo decirles a Hyweon y Eunji que tengan cuidado no vaya a ser que el claustro de profesores se enteren de vuestra... cercanía.

    Y a Beom y Tokio... BONITOS. VIVA EL AMOR HETERO. Por vosotros dos creo en el amor heterosexual.
    Dentro de poco sabréis lo que he estado haciendo. Mientras... tú te quedas al mando, Irene. Y sólo decirles a Hyweon y Eunji que tengan cuidado no vaya a ser que el claustro de profesores se enteren de vuestra... cercanía. Y a Beom y Tokio... BONITOS. VIVA EL AMOR HETERO. Por vosotros dos creo en el amor heterosexual.
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  • Gracias , te debo una y disculpa por ser Sido grosera contigo esa mañana .

    - Aurora estaba agradecida por aquel chico que la ayudo -
    Gracias , te debo una y disculpa por ser Sido grosera contigo esa mañana . - Aurora estaba agradecida por aquel chico que la ayudo -
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  • Los ojos de la mujer, fríos como el hielo, observan a la parte contraria. No habla, y su rostro tampoco refleja expresión alguna. Viniendo de ella uno puede esperarse cualquier cosa; que salga con algún comentario grosero o por el contrario que haga alguna broma sarcástica. Todo depende de qué humor esté en ese momento.


    //Acá una Ayla con el cabello muy cortito y hacia atrás. Esta mujer está cute de cualquier forma.
    Los ojos de la mujer, fríos como el hielo, observan a la parte contraria. No habla, y su rostro tampoco refleja expresión alguna. Viniendo de ella uno puede esperarse cualquier cosa; que salga con algún comentario grosero o por el contrario que haga alguna broma sarcástica. Todo depende de qué humor esté en ese momento. //Acá una Ayla con el cabello muy cortito y hacia atrás. Esta mujer está cute de cualquier forma.
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  • Las lluvias en otoño suelen ser raras, pero tiene algo de encanto sentir el correr de las gotas frías de agua recorrer mi nuca

    Me hace recordar épocas más simples, tiempos de abtaño cuando vivía en mi ciudad natal donde llovía la mayor parte del año.

    Pese a que ya han pasado varios siglos desde aquél entonces, aun recuerdo como si fuera ayer el recorrer las frías calles del pueblo en medio de una llovizba, aferrandosé a cualquier techo u árbol para no mojarse por completo, unicamente iluminado por las lámparas de queroseno que luchaban contra la lluvia por mantenerse activas.

    Pero claro, no es el agua lo que me mantiene nostálgico, si no el calor de la chimena que reconfortaba hasta los huesos, cada vez que llegabas de visitia a la casa de algún amigo o familiar, inclusive en la de un extraño jamás se te rechazaba ese hogareño calor.

    Son tiempos que jamás volverán.
    Las lluvias en otoño suelen ser raras, pero tiene algo de encanto sentir el correr de las gotas frías de agua recorrer mi nuca Me hace recordar épocas más simples, tiempos de abtaño cuando vivía en mi ciudad natal donde llovía la mayor parte del año. Pese a que ya han pasado varios siglos desde aquél entonces, aun recuerdo como si fuera ayer el recorrer las frías calles del pueblo en medio de una llovizba, aferrandosé a cualquier techo u árbol para no mojarse por completo, unicamente iluminado por las lámparas de queroseno que luchaban contra la lluvia por mantenerse activas. Pero claro, no es el agua lo que me mantiene nostálgico, si no el calor de la chimena que reconfortaba hasta los huesos, cada vez que llegabas de visitia a la casa de algún amigo o familiar, inclusive en la de un extraño jamás se te rechazaba ese hogareño calor. Son tiempos que jamás volverán.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    Pasen y participen de este evento todo cute de nuestro amigui @HeinrichRosenberg no se arrepentirán~
    Pasen y participen de este evento todo cute 💜 de nuestro amigui @HeinrichRosenberg no se arrepentirán~
    Tregua Fugaz: La Cena en la Casa
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    La noche en el bosque era fría, pero la calidez de la casa de Heinrich prometía un contraste reconfortante. Tras varias noches inquietas, sintió que finalmente tenía un respiro, una tregua que le permitió volver a centrarse en aquello que alguna vez disfrutaba: la compañía, la conversación y las cenas bien servidas. La idea de abrir las puertas de su hogar a algunos invitados le parecía un buen paso para salir del aislamiento en el que había estado.

    El aroma a hierbas y especias se mezclaba con el inconfundible olor a madera antigua de la casa, decorada con un estilo que atravesaba los siglos, desde el XVI hasta el XX. Heinrich había pasado la tarde preparando cada detalle, asegurándose de que el salón estuviera impecable, las velas encendidas iluminando los cuadros antiguos, y una mesa dispuesta con copas de cristal y vajilla de época.

    Para él, esta cena era más que una simple reunión. Era una manera de probarse a sí mismo que podía controlar esa oscuridad, que podría volver a disfrutar de momentos tranquilos sin sentir la amenaza constante en su mente. Mientras disponía el último plato sobre la mesa, se detuvo por un momento, contemplando el reflejo de la luz sobre las paredes.

    "Tal vez esto me devuelva un poco de la paz que he perdido," pensó, inhalando profundamente para tranquilizarse.

    Las horas avanzaban, y la noche se asentaba con su manto estrellado, mientras Heinrich esperaba la llegada de sus invitados, con una sonrisa suave y un toque de nerviosismo en los labios. Había dejado la puerta entreabierta para que no tuvieran que golpear, y el fuego de la chimenea proyectaba sombras danzantes en el salón, brindando una atmósfera acogedora
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  • ≫ ──────── ≪•◦ ❈ ◦•≫──────── ≪

    ⠀⠀⠀⠀ ⠀ ᴀʟɪᴀɴᴢᴀ ʏ ᴠᴇɴɢᴀɴᴢᴀ

    ¿Qué posibilidades hay que una humana pueda lograr un pacto con un ser oscuro y poderoso?

    Eso fue lo que precisamente le pasó a Elizabeth en medio de un bosque de árboles retorcidos.

    Gazú Bonetti empatizó con su dolor, sin entender ella realmente el porqué de su piedad frente a su vida mortal y este con el paso del tiempo le ofreció lo único que podía otorgarle: Venganza, tal y como la vidente Ezra de Heras le había declarado

    Pasaron meses, y su aliado interceptándola en medio de sus viajes investigativos la contactaba porque había logrado localizar a los responsables que en su momento mandaron a liquidar su pueblo. Bajo este reino opresor crecía poco a poco el deseo de insubordinarse de los pobladores afectados por el gobierno vil y despiadado.
    Gazú, imponente y silencioso le proporcionó la mítica Excalibur Roseblood una espada que poseía un acero mortal forjada en la oscuridad de los tiempos, sólo por tocarla cualquiera caería muerto, junto a un Yukata negro RoseAkaichi que perteneció a una feroz guerrera Japonesa de nombre Tomoe Gozen su espíritu que aún vivía dentro potenciaría sus ya existentes poderes.

    El plan era simple, Liz dirigiría la rebelión como aquella vez en Oriente, pero a escala mucho mayor (ya que serían miles de hombres bajo su mando ) y así podría saciar su sed de justicia al poder ver a los responsables del genocidio de los “Llama de Sangre” muertos. El desafío ahora era lograr que los tres lideres de la rebelión que esperaban conocerla ocultos en un recinto confiaran en que la Pelirroja era una hábil estratega y guerrera. Entrando en la habitación Gazú habló por ambos:

    ⟁Disculpen la tardanza ella es de la que os hable, Es una guerrera más hábil que mis marionetas así que les puede venir bien𓂀

    Todos observaron expectantes a Elizabeth. Querían escuchar primero su presentación antes de ellos dar las suyas. Elizabeth dejó ver su rostro retirando una vez más la capucha, decidió guardar silencio y analizar a cada uno, su mirada era directa y analítica.

    Podía ver por la postura de cada uno que rango de mando ocupaban en la jerarquía y sabía por experiencia que desde antes que ella entrara a la habitación ya la estaban subestimando.

    ──No estoy al tanto de lo que saben de mi, pero sé que es lo suficiente, todo lo demás es respondido con acciones, las palabras son muy débiles para ciertas situaciones.

    Los hombres se miraron entre ellos como queriendo comunicar algo. El del parche se adelantó y mirando encima del hombro dijo con vos profunda

    —Espero no decepciones a mi gente... Llama de sangre—


    Gazú: ⟁Ella es mi aliada... Y la que os ayudará en vuestra causa... Cómo dijo... La cháchara es débil en ciertas situaciones y solo las acciones responden preguntas𓂀

    Hombre del parche—Entonces que hable... Si ella es inteligente que nos guíe—

    Los ojos de Elizabeth brillaban al rojo vivo de manera desafiante

    ── Si tienen dudas de mi compromiso con la causa, es ahora donde las tienen que sepultar. Lucharé con todo lo que tengo para dar cara a toda esa tropa de escorias, el odio a este imperio me carcome, arde mi sangre por verlos caer de una vez por todas. Sé que es querer dar fin a la opresión, se que es sufrir el escarnio en carne viva, de tantas maneras que no podría enumerar. El valor y determinación me sobran, la sed de venganza está latente
    [dirigiéndose al del parche] ──¿Tú pides inteligencia? Te digo que se necesita mucho más que eso en el campo de batalla, se necesita coraje y determinación, la muerte no es tu enemiga es tu aliada para clavar la espada. Mi pregunta para ustedes caballeros : ¿ Tienen todo eso o les faltan huevos?
    Si estamos hablando el mismo idioma entonces pelearemos codo a codo y no existirá un mañana sin olvidar el por qué no debemos menguar


    El hombre enmascarado se acercó a Liz ante tal invitación y desenvaino su espada para clavarla al suelo y arrodillarse en forma de reverencia, acto seguido dijo con determinación

    —Anatolis Gedler.. Capitán de los pueblos y comarcas del norte... A su servicio, luchare codo a codo bajo el estándarte de llama de sangre—

    Al mismo tiempo el de cabellera larga hizo lo mismo repitiendo entre lágrimas

    —Baron Cohner... Comodoro de Navíos imperiales rebeldes y amigo de los pescadores humildes... A su servicio yo también lucharevbajo el estándarte de llama de sangre...Y vengaré a mi hija—

    El del parche, habiendo visto a sus compañeros de armas reverenciar a Liz tuvo que arrodillarse y decir con su rostro cabizbajo

    —Curtis Kingwolf.... Hijo de una campesina... Amigo de los que viven en granjas.... Lucharé como un llama de sangre—

    Gazú observó complacido como Liz pudo doblegar e inspirar a unos hombres desanimados que la subestimaban

    ── Levántense caballeros, agradezco su reconocimiento pero hoy y los siguientes mañanas seremos iguales en el campo de batalla.
    Gedler,Cohner, Kingwolf yo Elizabeth juro que si es preciso morir, moriré con la espada empuñada [dicho esto tomó su arma y con el filo de este se cortó la mano, sangre brotó de inmediato, y como promesa solemne con ella trazó líneas carmesí en sus ojos y nariz]

    De esta manera la promesa de una guerra quedaba sellada, la batalla en el corazón de Elizabeth deseaba ser ganada. La venganza bajo su espada
    ≫ ──────── ≪•◦ ❈ ◦•≫──────── ≪ ⠀⠀⠀⠀ ⠀ ᴀʟɪᴀɴᴢᴀ ʏ ᴠᴇɴɢᴀɴᴢᴀ ¿Qué posibilidades hay que una humana pueda lograr un pacto con un ser oscuro y poderoso? Eso fue lo que precisamente le pasó a Elizabeth en medio de un bosque de árboles retorcidos. [Gazu122101] empatizó con su dolor, sin entender ella realmente el porqué de su piedad frente a su vida mortal y este con el paso del tiempo le ofreció lo único que podía otorgarle: Venganza, tal y como la vidente Ezra de Heras le había declarado Pasaron meses, y su aliado interceptándola en medio de sus viajes investigativos la contactaba porque había logrado localizar a los responsables que en su momento mandaron a liquidar su pueblo. Bajo este reino opresor crecía poco a poco el deseo de insubordinarse de los pobladores afectados por el gobierno vil y despiadado. Gazú, imponente y silencioso le proporcionó la mítica Excalibur Roseblood una espada que poseía un acero mortal forjada en la oscuridad de los tiempos, sólo por tocarla cualquiera caería muerto, junto a un Yukata negro RoseAkaichi que perteneció a una feroz guerrera Japonesa de nombre Tomoe Gozen su espíritu que aún vivía dentro potenciaría sus ya existentes poderes. El plan era simple, Liz dirigiría la rebelión como aquella vez en Oriente, pero a escala mucho mayor (ya que serían miles de hombres bajo su mando ) y así podría saciar su sed de justicia al poder ver a los responsables del genocidio de los “Llama de Sangre” muertos. El desafío ahora era lograr que los tres lideres de la rebelión que esperaban conocerla ocultos en un recinto confiaran en que la Pelirroja era una hábil estratega y guerrera. Entrando en la habitación Gazú habló por ambos: ⟁Disculpen la tardanza ella es de la que os hable, Es una guerrera más hábil que mis marionetas así que les puede venir bien𓂀 Todos observaron expectantes a Elizabeth. Querían escuchar primero su presentación antes de ellos dar las suyas. Elizabeth dejó ver su rostro retirando una vez más la capucha, decidió guardar silencio y analizar a cada uno, su mirada era directa y analítica. Podía ver por la postura de cada uno que rango de mando ocupaban en la jerarquía y sabía por experiencia que desde antes que ella entrara a la habitación ya la estaban subestimando. 🌹──No estoy al tanto de lo que saben de mi, pero sé que es lo suficiente, todo lo demás es respondido con acciones, las palabras son muy débiles para ciertas situaciones. Los hombres se miraron entre ellos como queriendo comunicar algo. El del parche se adelantó y mirando encima del hombro dijo con vos profunda —Espero no decepciones a mi gente... Llama de sangre— Gazú: ⟁Ella es mi aliada... Y la que os ayudará en vuestra causa... Cómo dijo... La cháchara es débil en ciertas situaciones y solo las acciones responden preguntas𓂀 Hombre del parche—Entonces que hable... Si ella es inteligente que nos guíe— Los ojos de Elizabeth brillaban al rojo vivo de manera desafiante 🌹── Si tienen dudas de mi compromiso con la causa, es ahora donde las tienen que sepultar. Lucharé con todo lo que tengo para dar cara a toda esa tropa de escorias, el odio a este imperio me carcome, arde mi sangre por verlos caer de una vez por todas. Sé que es querer dar fin a la opresión, se que es sufrir el escarnio en carne viva, de tantas maneras que no podría enumerar. El valor y determinación me sobran, la sed de venganza está latente [dirigiéndose al del parche] ──¿Tú pides inteligencia? Te digo que se necesita mucho más que eso en el campo de batalla, se necesita coraje y determinación, la muerte no es tu enemiga es tu aliada para clavar la espada. Mi pregunta para ustedes caballeros : ¿ Tienen todo eso o les faltan huevos? Si estamos hablando el mismo idioma entonces pelearemos codo a codo y no existirá un mañana sin olvidar el por qué no debemos menguar El hombre enmascarado se acercó a Liz ante tal invitación y desenvaino su espada para clavarla al suelo y arrodillarse en forma de reverencia, acto seguido dijo con determinación —Anatolis Gedler.. Capitán de los pueblos y comarcas del norte... A su servicio, luchare codo a codo bajo el estándarte de llama de sangre— Al mismo tiempo el de cabellera larga hizo lo mismo repitiendo entre lágrimas —Baron Cohner... Comodoro de Navíos imperiales rebeldes y amigo de los pescadores humildes... A su servicio yo también lucharevbajo el estándarte de llama de sangre...Y vengaré a mi hija— El del parche, habiendo visto a sus compañeros de armas reverenciar a Liz tuvo que arrodillarse y decir con su rostro cabizbajo —Curtis Kingwolf.... Hijo de una campesina... Amigo de los que viven en granjas.... Lucharé como un llama de sangre— Gazú observó complacido como Liz pudo doblegar e inspirar a unos hombres desanimados que la subestimaban 🌹── Levántense caballeros, agradezco su reconocimiento pero hoy y los siguientes mañanas seremos iguales en el campo de batalla. Gedler,Cohner, Kingwolf yo Elizabeth juro que si es preciso morir, moriré con la espada empuñada [dicho esto tomó su arma y con el filo de este se cortó la mano, sangre brotó de inmediato, y como promesa solemne con ella trazó líneas carmesí en sus ojos y nariz] De esta manera la promesa de una guerra quedaba sellada, la batalla en el corazón de Elizabeth deseaba ser ganada. La venganza bajo su espada
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