• Meredith no recordaba exactamente cuándo lo había dibujado.
    No había fecha, ni contexto, ni memoria clara del momento. Solo el trazo demasiado seguro para haber sido casual.

    Últimamente, la imagen regresaba a su mente a diario, apareciendo sin aviso en los momentos más insignificantes: mientras cerraba la heladería, mientras escuchaba la estática de la radio, mientras Hawkins fingía ser un pueblo normal.
    El dibujo le provocaba escalofríos, pero no era miedo lo que sentía… era algo peor.

    Una molestia persistente.
    Como una astilla enterrada bajo la piel.

    Había algo en esas líneas que no encajaba, algo que vibraba con la misma frecuencia incómoda que precede a las tragedias. Meredith no lo veía como una pesadilla, sino como un eco adelantado, un presagio torcido de que algo —algo realmente malo— estaba a punto de ocurrir en Hawkins.

    Y lo más inquietante no era el dibujo en sí.
    Era la certeza silenciosa de que, cuando lo hizo, sabía exactamente lo que estaba viendo.
    Meredith no recordaba exactamente cuándo lo había dibujado. No había fecha, ni contexto, ni memoria clara del momento. Solo el trazo demasiado seguro para haber sido casual. Últimamente, la imagen regresaba a su mente a diario, apareciendo sin aviso en los momentos más insignificantes: mientras cerraba la heladería, mientras escuchaba la estática de la radio, mientras Hawkins fingía ser un pueblo normal. El dibujo le provocaba escalofríos, pero no era miedo lo que sentía… era algo peor. Una molestia persistente. Como una astilla enterrada bajo la piel. Había algo en esas líneas que no encajaba, algo que vibraba con la misma frecuencia incómoda que precede a las tragedias. Meredith no lo veía como una pesadilla, sino como un eco adelantado, un presagio torcido de que algo —algo realmente malo— estaba a punto de ocurrir en Hawkins. Y lo más inquietante no era el dibujo en sí. Era la certeza silenciosa de que, cuando lo hizo, sabía exactamente lo que estaba viendo.
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  • —Otro día de entrenamiento ininterrumpido. Está obsesionada con bajar de 12'30''. Pero, eso no quita que con la caída de la tarde, no pueda reunirse con sus amigos en la estación de radio. Hay incursiones que planear y... se muere de ganas por ver a Mike Wheeler
    —Otro día de entrenamiento ininterrumpido. Está obsesionada con bajar de 12'30''. Pero, eso no quita que con la caída de la tarde, no pueda reunirse con sus amigos en la estación de radio. Hay incursiones que planear y... se muere de ganas por ver a [PALAD1N] —
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  • Estela Partida
    Mi sombra sin luz ha quedado sola y helada,
    El calor que dejaste se va, he olvidado el sendero.
    Mi alma camina descalza, sin rumbo ni guía,
    Como la historia de un hilo sin aguja.


    Fue un paso en falso, no sé si fue real,
    Pero... ¿Cómo seguir la vida sin tu otra mitad?


    La estela se partió; fue la pena de amar,
    Porque... ¿Quién puede vivir sin su otra mitad?
    Me dejaste varada, sin rumbo ni puerto,
    Mi brújula cojea en este desierto.


    Mojada de tristeza, el día se fue,
    Testigo de pasos que no son con tu fe.
    El charco es mi espejo, donde me veo sin luz,
    ¿Cómo avanzar si te llevaste mi todo?


    Fuimos un baile, una sola verdad,
    ¿Dónde está el sentido de esta soledad?
    Es un misterio en el suelo, bajo el dolor,
    Un corazón solo, sin su otra mitad.

    La estela se partió; fue la pena de amar,
    Porque... ¿Quién puede vivir sin su otra mitad?
    Me dejaste varada, sin rumbo ni puerto,

    https://www.youtube.com/watch?v=A-RLK5tAalM&list=RDA-RLK5tAalM&start_radio=1
    Estela Partida Mi sombra sin luz ha quedado sola y helada, El calor que dejaste se va, he olvidado el sendero. Mi alma camina descalza, sin rumbo ni guía, Como la historia de un hilo sin aguja. Fue un paso en falso, no sé si fue real, Pero... ¿Cómo seguir la vida sin tu otra mitad? La estela se partió; fue la pena de amar, Porque... ¿Quién puede vivir sin su otra mitad? Me dejaste varada, sin rumbo ni puerto, Mi brújula cojea en este desierto. Mojada de tristeza, el día se fue, Testigo de pasos que no son con tu fe. El charco es mi espejo, donde me veo sin luz, ¿Cómo avanzar si te llevaste mi todo? Fuimos un baile, una sola verdad, ¿Dónde está el sentido de esta soledad? Es un misterio en el suelo, bajo el dolor, Un corazón solo, sin su otra mitad. La estela se partió; fue la pena de amar, Porque... ¿Quién puede vivir sin su otra mitad? Me dejaste varada, sin rumbo ni puerto, https://www.youtube.com/watch?v=A-RLK5tAalM&list=RDA-RLK5tAalM&start_radio=1
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  • -Dos días. Dos días en los que ni su sombra se vió por el hotel y aún así, el mismo se sintió más pesado. Más lúgubre, más amenazador...Un silencio tan inquietante que cualquiera podría entrar en la paranoia de sentirse observado todo el tiempo.
    Dos días en los que la radio no sonó y su habitual programación se apagó.

    Sin embargo, al igual como hacía dos días el sonido de las cadenas romperse resonaron de repente, ahora volvieron a juntarse.
    Alastor reapareció en un rincón de la sala del hotel, manteniéndose oculto entre las sombras antes de desaparecer.

    Un pequeño gatito había vuelto a casa, demasiado alegre. Demasiado despreocupado...-

    Husker, te ves más relajado de lo habitual. ¿Acaso es esa una sonrisa sobre tu rostro?

    -Su voz sonaba tranquila. Amigable. Pero sabía bien que su mascota no se trataría el cuento de su aparente amabilidad. El gato lo conocía demasiado bien como para saber, a veces, qué era lo que ocultaba su sonrisa.
    El sonido de las cadenas resonó en la habitación incluso antes de que aparecieran entre sus manos. Verdes. Brillantes. Una prueba latente de la carencia de libertad.-

    Tú y yo, mi pequeño minino, tenemos mucho que hablar

    -Las sombras los envolvieron antes de consumirlos. Como una mera ilusión desvaneciéndose, desaparecieron del lugar.
    Había recuperado lo perdido sin autorización. Pero admitía su culpa al haberse confiado y haberle dado demasiada libertad. Pero era un error que pensaba remediar.

    Él era el pecador más poderoso del infierno. Y ya había tolerado muchas faltas de respeto-
    -Dos días. Dos días en los que ni su sombra se vió por el hotel y aún así, el mismo se sintió más pesado. Más lúgubre, más amenazador...Un silencio tan inquietante que cualquiera podría entrar en la paranoia de sentirse observado todo el tiempo. Dos días en los que la radio no sonó y su habitual programación se apagó. Sin embargo, al igual como hacía dos días el sonido de las cadenas romperse resonaron de repente, ahora volvieron a juntarse. Alastor reapareció en un rincón de la sala del hotel, manteniéndose oculto entre las sombras antes de desaparecer. Un pequeño gatito había vuelto a casa, demasiado alegre. Demasiado despreocupado...- Husker, te ves más relajado de lo habitual. ¿Acaso es esa una sonrisa sobre tu rostro? -Su voz sonaba tranquila. Amigable. Pero sabía bien que su mascota no se trataría el cuento de su aparente amabilidad. El gato lo conocía demasiado bien como para saber, a veces, qué era lo que ocultaba su sonrisa. El sonido de las cadenas resonó en la habitación incluso antes de que aparecieran entre sus manos. Verdes. Brillantes. Una prueba latente de la carencia de libertad.- Tú y yo, mi pequeño minino, tenemos mucho que hablar -Las sombras los envolvieron antes de consumirlos. Como una mera ilusión desvaneciéndose, desaparecieron del lugar. Había recuperado lo perdido sin autorización. Pero admitía su culpa al haberse confiado y haberle dado demasiada libertad. Pero era un error que pensaba remediar. Él era el pecador más poderoso del infierno. Y ya había tolerado muchas faltas de respeto-
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  • +estando este sentado en su estudio, habría puesto en la radio que Alastor le habría regalado una pieza musical de orquesta, mientras este la acompañaba con su chelo, estando concentrado observando la partituras, aquella melodía resonaba con fuerza por los pasillos de Betrayal, mientras los imps a su servició escuchaban atentos la melodía+

    https://youtu.be/gayqqxNupKA?si=RBV2EJqt_N2obUca
    +estando este sentado en su estudio, habría puesto en la radio que Alastor le habría regalado una pieza musical de orquesta, mientras este la acompañaba con su chelo, estando concentrado observando la partituras, aquella melodía resonaba con fuerza por los pasillos de Betrayal, mientras los imps a su servició escuchaban atentos la melodía+ https://youtu.be/gayqqxNupKA?si=RBV2EJqt_N2obUca
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  • -Se podía oír la aguja raspando un disco de vinilo, seguido por un jingle de trompetas de jazz con un tono ligeramente distorsionado trasmitirmdose por todos los anillos del infierno.-

    ¡Aaah, sí! Muy Buenas tardes, ciudad pentagrama Es la hora estelar. Coge asiento, querido. Relájate. Te lo has ganado.
    Estamos transmitiendo en vivo... desde el mismísimo ¡HAZBIN HOTEL! para llegar a ustedes , porque la temperatura subirá drásticamente en los próximos instantes. No te alarmes; es solo nuestro ambiente

    -Mi voz se vuelve un poco más cercana y confidencial-

    Después de todo, este es 'El Club de la Condena'. El único lugar donde el pecado no se castiga, se celebra con música de su preferencia y las historias más... ardientes que jamás se puedan imaginar y no olvidemos esos deleitables gritos que los harán estremecer.

    -Una de mis sombras hizo sonar el piano, elegante y un poco siniestro.-

    Los chismes están frescos, las almas están listas para bailar, y yo como buen anfitrión, si más fiel locutor ALASTOR EL DEMONIO DE LA RADIO, está aquí para garantizar que te olvides de toda esa molesta decencia por la que has estado luchando.
    Sé que la espera ha sido una dulce tortura. Pero la tortura ha terminado. Este éxtasis sónico, esta indulgencia, llega por cortesía de una fiel devota de... ¡El Anillo de la Gula! Un aplauso para su exquisito apetito, chérie.

    -En cuanto mis dedos rodearon el micrófono, la orquesta de mis sombras se desató. Mi voz emergió, ardiente e insinuante, más mi mirada reflejaba otra intención diferente-


    https://youtu.be/aN8vnzNWa60?si=0GxosOrkfq1yh1qs
    -Se podía oír la aguja raspando un disco de vinilo, seguido por un jingle de trompetas de jazz con un tono ligeramente distorsionado trasmitirmdose por todos los anillos del infierno.- ¡Aaah, sí! Muy Buenas tardes, ciudad pentagrama Es la hora estelar. Coge asiento, querido. Relájate. Te lo has ganado. Estamos transmitiendo en vivo... desde el mismísimo ¡HAZBIN HOTEL! para llegar a ustedes , porque la temperatura subirá drásticamente en los próximos instantes. No te alarmes; es solo nuestro ambiente -Mi voz se vuelve un poco más cercana y confidencial- Después de todo, este es 'El Club de la Condena'. El único lugar donde el pecado no se castiga, se celebra con música de su preferencia y las historias más... ardientes que jamás se puedan imaginar y no olvidemos esos deleitables gritos que los harán estremecer. -Una de mis sombras hizo sonar el piano, elegante y un poco siniestro.- Los chismes están frescos, las almas están listas para bailar, y yo como buen anfitrión, si más fiel locutor ALASTOR EL DEMONIO DE LA RADIO, está aquí para garantizar que te olvides de toda esa molesta decencia por la que has estado luchando. Sé que la espera ha sido una dulce tortura. Pero la tortura ha terminado. Este éxtasis sónico, esta indulgencia, llega por cortesía de una fiel devota de... ¡El Anillo de la Gula! Un aplauso para su exquisito apetito, chérie. -En cuanto mis dedos rodearon el micrófono, la orquesta de mis sombras se desató. Mi voz emergió, ardiente e insinuante, más mi mirada reflejaba otra intención diferente- https://youtu.be/aN8vnzNWa60?si=0GxosOrkfq1yh1qs
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  • 𝚁𝙴𝚃𝚄𝚁𝙽 𝚃𝙾 𝚃𝙷𝙴 𝙷𝚄𝙽𝚃
    Fandom Supernatural
    Categoría Acción
    Desperto en el cuarto de motel que compartía con el mayor de sus hijos, giró la cabeza sobre la almohada y miró en dirección a la segunda cama individual; Dean dormía profundamente con una mano metida debajo de la almohada y rocando por lo bajo, pero no por aparentar un sueño profundo significaba que no iba a despertarse de golpe ante el menor ruido en la habitación por lo que tenia que ser cuidadoso. Probablemente jamás lo admitiria en voz alta, pero estaba orgulloso de los excelentes cazadores que había formado, estaba orgulloso de Dean y de Sam; a pesar de estar molesto con este último por haberse marchado del nido, estaba orgulloso de ellos por todas las criaturas que habían eliminado sin su ayuda.

    El reloj en la mesa de noche marcaba poco más de las cinco de la mañana, no era de extrañarse que despertara por si solo en ese horario. Una costumbre arraigada, forjada durante sus años en el ejército y gracias a eso no era esclavo de ningún despertador.

    Se deslizó con cuidado sobre el colchón, tratando de no provocar ningún chirrido de los resortes. Se colgó el bolso al hombro, tomo las llaves de la camioneta, dejo las del impala sobre la mesa y garabateo una nota rápida que decía: "Dean, volvere en un par de días. Encargate de la cacería programada para los próximos días, llevate el impala, nos vemos pronto". Dejo la nota sobre la mesa de noche, observo a su hijo dormir por un par de segundos y se escabullo de la habitacion sin hacer ruido.

    Una vez fuera, empujo la camioneta un par de metros para no despertar a Dean con el sonido del motor. Afortunadamente acababa de llegar un camión con una exhausto conductor con intención de pasar la noche en ese lugar y John aprovecho el sonido de ese motor para encubrir el de su camioneta.

    Encendió la radio cuando tomo el desvío hacia la carretera, envío un último mensaje tanto para Bill como para su esposa Ellen; comunicandoles que iba en camino hacia su bar; Harvelle's Roadhouse. Un refugio y punto de encuentro para cazadores, allí solían intercambiar armas, debatir sobre criaturas sobrenaturales y hasta disputarse quien o quienes se encargaban de eliminar a tal o cual bestia.

    Condujo durante tres horas, solo para encontrarse con un clima lluvioso al estacionar en la entrada del bar. Bajo de la camioneta usando su chaqueta como paraguas, en ese breve trayecto se percató de que habían algunos coches que veía por primera y asumió que habían cazadores nuevos. No estaba en desacuerdo con incluir a más mientras fuesen competentes, las nueva camadas eran hijos o incluso nietos de otros cazadores; pero al menos se contentaba en saber que solo recibiría cumplidos para sus propios hijos, no le había comentado a nadie lo de Sam y esperaba manterlo así.

    Cruzó la puertas de entrada y lo primero que vio fue a Bill regañando a su hija Jo. El hombre extendía la mano de forma impaciente, aguardando a que la rubia le entragase algo, definitivamente a su amigo le faltaba tener algo de "mano dura" y educadar mejor a su hija.

    Por curiosidad, se sentó en una banqueta de la barra para contemplar discretamente la escena. En ese momento Ellen apareció y le sirvió una botella de cerveza.

    ──Otra vez trato de cazar por su cuenta. No importa lo que su padre le diga, quiere formar parte de esto, pero aún no esta lista... No todos tenemos la suerte de tener unos muchachos tan obedientes como los tuyos, John── Le comento divertida, el experto cazador tomó el cumplido aunque no alardeo sobre ello.

    ──Mis hijos también tuvieron su etapa de rebeldía en la que se saltaban mis reglas. Lo único que necesitas para enderezarlos es ser estricto pero también se requiere mucha paciencia. ── Vio como Jo dejaba de mala gana un cuchillo sobre la mano de su padre y se marchaba por la puerta de atrás del bar, en donde tenían su hogar y John acoto algo más. ──No sean duros con ella, ya aprenderá...

    Eve Duvall
    Desperto en el cuarto de motel que compartía con el mayor de sus hijos, giró la cabeza sobre la almohada y miró en dirección a la segunda cama individual; Dean dormía profundamente con una mano metida debajo de la almohada y rocando por lo bajo, pero no por aparentar un sueño profundo significaba que no iba a despertarse de golpe ante el menor ruido en la habitación por lo que tenia que ser cuidadoso. Probablemente jamás lo admitiria en voz alta, pero estaba orgulloso de los excelentes cazadores que había formado, estaba orgulloso de Dean y de Sam; a pesar de estar molesto con este último por haberse marchado del nido, estaba orgulloso de ellos por todas las criaturas que habían eliminado sin su ayuda. El reloj en la mesa de noche marcaba poco más de las cinco de la mañana, no era de extrañarse que despertara por si solo en ese horario. Una costumbre arraigada, forjada durante sus años en el ejército y gracias a eso no era esclavo de ningún despertador. Se deslizó con cuidado sobre el colchón, tratando de no provocar ningún chirrido de los resortes. Se colgó el bolso al hombro, tomo las llaves de la camioneta, dejo las del impala sobre la mesa y garabateo una nota rápida que decía: "Dean, volvere en un par de días. Encargate de la cacería programada para los próximos días, llevate el impala, nos vemos pronto". Dejo la nota sobre la mesa de noche, observo a su hijo dormir por un par de segundos y se escabullo de la habitacion sin hacer ruido. Una vez fuera, empujo la camioneta un par de metros para no despertar a Dean con el sonido del motor. Afortunadamente acababa de llegar un camión con una exhausto conductor con intención de pasar la noche en ese lugar y John aprovecho el sonido de ese motor para encubrir el de su camioneta. Encendió la radio cuando tomo el desvío hacia la carretera, envío un último mensaje tanto para Bill como para su esposa Ellen; comunicandoles que iba en camino hacia su bar; Harvelle's Roadhouse. Un refugio y punto de encuentro para cazadores, allí solían intercambiar armas, debatir sobre criaturas sobrenaturales y hasta disputarse quien o quienes se encargaban de eliminar a tal o cual bestia. Condujo durante tres horas, solo para encontrarse con un clima lluvioso al estacionar en la entrada del bar. Bajo de la camioneta usando su chaqueta como paraguas, en ese breve trayecto se percató de que habían algunos coches que veía por primera y asumió que habían cazadores nuevos. No estaba en desacuerdo con incluir a más mientras fuesen competentes, las nueva camadas eran hijos o incluso nietos de otros cazadores; pero al menos se contentaba en saber que solo recibiría cumplidos para sus propios hijos, no le había comentado a nadie lo de Sam y esperaba manterlo así. Cruzó la puertas de entrada y lo primero que vio fue a Bill regañando a su hija Jo. El hombre extendía la mano de forma impaciente, aguardando a que la rubia le entragase algo, definitivamente a su amigo le faltaba tener algo de "mano dura" y educadar mejor a su hija. Por curiosidad, se sentó en una banqueta de la barra para contemplar discretamente la escena. En ese momento Ellen apareció y le sirvió una botella de cerveza. ──Otra vez trato de cazar por su cuenta. No importa lo que su padre le diga, quiere formar parte de esto, pero aún no esta lista... No todos tenemos la suerte de tener unos muchachos tan obedientes como los tuyos, John── Le comento divertida, el experto cazador tomó el cumplido aunque no alardeo sobre ello. ──Mis hijos también tuvieron su etapa de rebeldía en la que se saltaban mis reglas. Lo único que necesitas para enderezarlos es ser estricto pero también se requiere mucha paciencia. ── Vio como Jo dejaba de mala gana un cuchillo sobre la mano de su padre y se marchaba por la puerta de atrás del bar, en donde tenían su hogar y John acoto algo más. ──No sean duros con ella, ya aprenderá... [TREME.WITCH]
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  • —Parece que hoy no habrá programa de radio~

    La mofa no perdonaba, ahora había dejado claro quien era y nada disfrutaba más que aplastar un orgullo tan frágil.

    Mientras cierto pecador se retorcía de dolor, él había tomado una ducha relajante, se preparó un chocolate caliente y terminó relajándose en su alcoba mientras veía una novela.
    —Parece que hoy no habrá programa de radio~ La mofa no perdonaba, ahora había dejado claro quien era y nada disfrutaba más que aplastar un orgullo tan frágil. Mientras cierto pecador se retorcía de dolor, él había tomado una ducha relajante, se preparó un chocolate caliente y terminó relajándose en su alcoba mientras veía una novela.
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  • -Arañó con profundidad una de las paredes cerca de su habitación antes de entrar, cerrando la puerta detrás de él.
    Su torso aún cubierto de sangre y la herida aún dolía, incluso más que cuando Adán se la hizo.
    Caminó con una mano ensangrentada en el pecho hasta llegar a su tocador donde se sostuvo con ambas manos. Levantando su mirada para ver su reflejo en el espejo, notando su aspecto desaliñado y la sangre sobre su ropa, sus garras se clavaron sobre la madera del mueble dejando profundos arañazos antes de lanzar todo lo que hubiera encima con evidente furia.

    El sonido de alguna botella de licor fuerte que tenía sobre el tocador al estrellarse contra el suelo resonando en la amplia habitación.-

    Si es que acaso cree que lo dejaré así...

    -Comenzó farfullando entre dientes, usando su magia para volver a cocer la herida hasta que se detuvo de repente. Una sensación, medio conocida medio desconocida lo detuvo desconcertandolo.
    La pérdida de algo que le pertenecía.

    La estática de radio se escuchó por un momento, incluso los diales en sus ojos aparecieron mientras él se quedaba como piedra.
    La habitación parecía repentinamente hundida en una penumbra sepulcral, un silencio estremecedor. La calma antes de la tormenta.

    Se percató enseguida. Lo notó. Una pequeña mascota suya se había librado de sus cadenas sin su consentimiento....-
    -Arañó con profundidad una de las paredes cerca de su habitación antes de entrar, cerrando la puerta detrás de él. Su torso aún cubierto de sangre y la herida aún dolía, incluso más que cuando Adán se la hizo. Caminó con una mano ensangrentada en el pecho hasta llegar a su tocador donde se sostuvo con ambas manos. Levantando su mirada para ver su reflejo en el espejo, notando su aspecto desaliñado y la sangre sobre su ropa, sus garras se clavaron sobre la madera del mueble dejando profundos arañazos antes de lanzar todo lo que hubiera encima con evidente furia. El sonido de alguna botella de licor fuerte que tenía sobre el tocador al estrellarse contra el suelo resonando en la amplia habitación.- Si es que acaso cree que lo dejaré así... -Comenzó farfullando entre dientes, usando su magia para volver a cocer la herida hasta que se detuvo de repente. Una sensación, medio conocida medio desconocida lo detuvo desconcertandolo. La pérdida de algo que le pertenecía. La estática de radio se escuchó por un momento, incluso los diales en sus ojos aparecieron mientras él se quedaba como piedra. La habitación parecía repentinamente hundida en una penumbra sepulcral, un silencio estremecedor. La calma antes de la tormenta. Se percató enseguida. Lo notó. Una pequeña mascota suya se había librado de sus cadenas sin su consentimiento....-
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    https://www.youtube.com/watch?v=U2Lc6Ph-m5M&list=RDU2Lc6Ph-m5M&start_radio=1
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