• 活 ─ Ya perdí la cuenta de las veces en las que mi mascara es destrozada. Oh bueno, ¿Que mas dará coser otros puntos y parcharla un poco ?
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  • 𝐴𝑟𝑐𝑎𝑑𝑒 .

    Peter estaba en un salón de arcade. Hace bastante que no iba a uno, después de hacerse parte de los X-Men sus días eran ocupados y casi no llevaba tiempo. Pero aquella noche estaba decidido de ir a uno y superar todos los records de esas personas. Disfrutaba ver como los más pequeños se frustraban al ser superados, para Peter era tan sencillo ganar.

    Después de reírse de las caras de sorpresa y molestia de otros, se acercó a otro videojuego con el que entretenerse, era uno de batalla, "Contra". Ya lo había jugado, estaba seguro de que era el mejor en ese, el mayor record se puso en la pantalla, era 20000 p en solo 10 minutos..si que era bastante ¿Quién podría ser así de bueno? Daba igual, superaría eso.

    El juego le puso contra alguien aleatorio, porsupuesto que él sabía quién era, la única chica que también estaba en uno de los arcades del videojuego. Contuvo su risa, no le llevaba esperanza, y tampoco dejaría que gane puntos por lastima.

    Eli
    𝐴𝑟𝑐𝑎𝑑𝑒 . Peter estaba en un salón de arcade. Hace bastante que no iba a uno, después de hacerse parte de los X-Men sus días eran ocupados y casi no llevaba tiempo. Pero aquella noche estaba decidido de ir a uno y superar todos los records de esas personas. Disfrutaba ver como los más pequeños se frustraban al ser superados, para Peter era tan sencillo ganar. Después de reírse de las caras de sorpresa y molestia de otros, se acercó a otro videojuego con el que entretenerse, era uno de batalla, "Contra". Ya lo había jugado, estaba seguro de que era el mejor en ese, el mayor record se puso en la pantalla, era 20000 p en solo 10 minutos..si que era bastante ¿Quién podría ser así de bueno? Daba igual, superaría eso. El juego le puso contra alguien aleatorio, porsupuesto que él sabía quién era, la única chica que también estaba en uno de los arcades del videojuego. Contuvo su risa, no le llevaba esperanza, y tampoco dejaría que gane puntos por lastima. [LuzdeLuna0]
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  • ◞1.𝐌𝐘𝐒𝐓𝐈𝐂 𝐅𝐀𝐋𝐋𝐒
    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀╰———— ╱ ᴡʀɪᴛɪɴɢ.
    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀◦ ◦ ◦
    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀i. ₂₅ ᴅᴇ Fᴇʙʀᴇʀᴏ
    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ii. Nᴜᴇᴠᴀ Oʀʟᴇᴀɴs
    ⠀⠀⠀⠀
    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀❛⠀⠀⠀⠀posted by
    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀#NeverlandWitch ⠀⠀❜
    ⠀⠀⠀⠀
    ⠀⠀⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀⠀𝐜𝐫𝐞𝐝𝐢𝐭𝐬 ⦂ chihiro.psd

    El calor era asfixiante. Tanto que incluso dormida podía sentir como el aire que entraba en sus pulmones quemaba a su paso. Aunque no fue aquello lo que logró hacer que se despertara, sino la exagerada luz que había a su alrededor, que unida al olor a humo habían logrado incluso meterse en sus sueños.

    Abrió los ojos de golpe, para encontrarse en medio de un incendio que amenazaba con acabar con todo lo que encontrara a su paso. Aunque un solo vistazo le sirvió para darse cuenta de que no todo ardía, sino que el fuego formaba un círculo perfecto alrededor de su cama.

    Se incorporó lo más rápido que pudo y, tratando de no perder la calma intentó concentrarse en el fuego para poder extinguirlo antes de que fuera demasiado tarde. Aunque este no reaccionó como cabría esperar, sino que parecía reavivarse a cada segundo que pasaba y cuánta más energía empleaba en sofocarlo más alto se volvía.

    Soltó un juramento que se vio ahogado por el crepitar de las llamas y tosiendo metió su mano derecha bajo la almohada. De dónde sacó un athame, que pasó sobre su palma hasta que la sangre empezó a inundarla, y, juntando ambas manos se concentró durante unos pocos segundos en un punto fijo.

    Pudo notar en la lengua el sabor empalagoso de la magia que luchaba contra la suya, intentando acabar aquello para lo que la habían conjurado. Al igual que sentía como el humo la atontaba a medida que los minutos pasaban hasta que finalmente lo sintió. Un ligero cambio en la resistencia que oponía la otra parte, que escasos momentos después simplemente desapareció.

    Las llamas simplemente se apagaron , hecho que la mujer aprovechó para salir finalmente de la cama y abrir la ventana de la habitación para que el humo saliera.

    Con la respiración todavía agitada salió del dormitorio y, tras encender las luces miró su mano. La hemorragia había parado y en lugar del corte que se había hecho la herida había adquirido la forma de un vevé.

    Observó el símbolo perteneciente al vudú haitiano y negando con la cabeza fue hasta una de las estanterías que presidía la sala de estar dónde de entre todos los libros que la llenaban sacó uno encuadernado y cuyas páginas estaban amarillentas debido al paso del tiempo. Con suavidad, casi acariciando cada página las fue pasando hasta encontrar la que buscaba.

    Hacía años que no tocaba el grimorio de su abuela pues con el tiempo había formado el suyo propio aunque rara vez lo necesitase. Sin embargo, continuaba demostrando que aquella reliquia podía seguir salvándola en los peores momentos.

    Tardó cinco minutos en reunir las velas y las plantas necesarias para el hechizo. Y, con mimo fue dibujando con las hierbas un tetragramatón sobre la mesa, antes de colocar en cada punta una vela blanca y, en el centro de la figura un velón negro que ungió con aceite y flores secas antes de encenderlo y tomar asiento en el suelo antes de empezar a susurrar las palabras que la llevarían a un estado de inconsciencia mientras buscaba a quién se hubiera atrevida a ir a por ella mientras dormía.

    De forma lenta, sintió como su cuerpo ya no pensaba, sino que parecía tan liviano que en cualquier momento una brisa de aire sería capaz de elevarla. Y, si alguien hubiera observado desde fuera habría podido ver como sus ojos se giraban hasta que el iris y la pupila quedó oculta en el interior de las cuencas mientras que a medida que las horas pasaban y los gritos en el Barrio Francés se hacían más notorios, una lágrima de sangre corría por el rostro de la morena.

    De aquella forma la encontraron las ancianas del consejo cuándo por la mañana fueron a comprobar que ella no fuera una víctima más de la masacre que había tenido lugar durante la noche y, tras dedicarse una significativa mirada se acercaron a ella trataron de sacarla del trance para poder ofrecerles alguna respuesta.

    —Bonnie regresa, ya es de día y nos debes explicaciones.

    —Vamos niña, vuelve a este plano. Tenemos que hablar.

    Tardaron media hora en que los primeros síntomas de conciencia apareciera. Y otros quince minutos para que pudieran acercarse sin chocarse con una pared invisible.

    Pestañeó un par de veces mientras poco a poco recordaba qué había pasado y era consciente de lo que había tenido que hacer aquella noche para protegerse a ella misma y a las más jóvenes del aquelarre.

    —¿Cuántas muertes han sido?

    Sabía que no había sido un sueño, y que el suyo no había sido un caso aislado por lo que ignorando el mareo que sintió al levantarse del suelo se limpió los restos de humo y sangre del rostro antes elevar los ojos hacia las ancianas.

    Nunca había visto a dos personas tan distintas y a la vez tan parecidas. Grace, con su largo cabello gris siempre recogido en un moño parecía ser el ejemplo de lo que envejecer con poder implicaba. Su sola presencia bastaba para que una había se silenciar y una mirada suya era suficiente para intimidar hasta al más valiente.

    Noelie por el contrario había usado su magia durante años para mantener la juventud que hacía años debía haber desaparecido. Debía estar cerca de los ochenta años y su aspecto era el de alguien de treinta. Aunque el azul de sus ojos parecía encerrar los años que se había ido quitando.

    Sin embargo, poseían la misma energía. La misma presencia y la misma determinación. Como si fueran las dos caras de una misma moneda.

    —Doce, tres nuestras, seis del aquelarre de Gentilly y tres del aquelarre de Tremé —la voz de Grace estaba tan cargada de pesar que sintió el peso su tristeza sobre los hombros —Todas de la misma forma. Y todas a la misma hora.

    —¿Alguna estaba en un círculo ceremonial? Me desperté anoche en medio de un círculo de fuego, aunque no era natural. Tuve que recurrir a una vevé para pararlo.

    Las tres conocían el fuego al igual que al agua y al viento. Y sabían que por muy caprichoso que fuera dicho elemento jamás sería imparable. No para una bruja que como ellas, habían aprendido sus mejores trucos habilidades estando al borde de la muerte. Si la naturaleza se rebelaba de aquella forma tan salvaje era únicamente porque la habían forzado a ello.

    —Han desaparecido también brujas de los aquelarres sureños…

    Una idea pasó por la mente de la morena y, sin decir nada rebuscó entre los cajones hasta que encontró un mapa que, segundos después dejó sobre la mesa.

    —Han matado aquí y en el sur ¿Cuántas han sido?

    —Doce también.

    Un escalofrío recorrió la espalda de la mujer al darse cuenta de lo que estaba pasando y, tras marcar con un bolígrafo los dos puntos de las muertes resopló. Aquello no era bueno.

    —Si no me equivoco, en la siguiente luna llena habrá una nueva masacre.

    —¿Crees que alguien está intentando acceder a la Expresión tras tanto tiempo?

    Asintió antes de usar su athame para pincharse el dedo, dejando caer sobre el mapa unas gotas de su propia sangre antes de murmurar un sencillo hechizo de localización.

    —¿Crees que es de tu familia? Creía que ya no quedaban brujas Bennet vivas.

    —Somos pocas, pero todavía quedamos aunque no es lo que estoy buscando, si alguien está intentando acceder a la Expresión, para encontrarle necesitamos a alguien que ya haya llevado en la sangre ese veneno para localizar el foco—explicó viendo como las gotas se iban moviendo por el papel lentamente, buscando el punto exacto —Y nadie más lo admitirá.

    Sintió sus miradas acusadoras en la espalda. Sin embargo decidió ignorarlas hasta que la sangre se detuvo para, segundos después separarse, formando un triángulo perfecto que prendió en llamas por sí solo.

    Un pesado suspiro salió de entre los labios de la mujer al darse cuenta del lugar señalado y, negando con la cabeza se dejó caer en el sofá sin saber bien si reír o enfadarse con el destino por ello.

    Para detener a quién fuera que estuviera jugando con ese tipo de magia debían ir hasta allí y hacerlo en persona. Y era consciente de que ninguna de las brujas de Nueva Orleans se movería, estaban atadas a sus Ancestros y su tierra, por lo que debería ser ella si quería que las muertes cesaran y el infierno de hacía unos años se repitiera.

    Debía regresar a Mystic Falls. Debía regresar a casa.
    ◞1.𝐌𝐘𝐒𝐓𝐈𝐂 𝐅𝐀𝐋𝐋𝐒 ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀╰———— ╱ ᴡʀɪᴛɪɴɢ. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀◦ ◦ ◦ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀i. ₂₅ ᴅᴇ Fᴇʙʀᴇʀᴏ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ii. Nᴜᴇᴠᴀ Oʀʟᴇᴀɴs ⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀❛⠀⠀⠀⠀posted by ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀#NeverlandWitch ⠀⠀❜ ⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀⠀𝐜𝐫𝐞𝐝𝐢𝐭𝐬 ⦂ chihiro.psd El calor era asfixiante. Tanto que incluso dormida podía sentir como el aire que entraba en sus pulmones quemaba a su paso. Aunque no fue aquello lo que logró hacer que se despertara, sino la exagerada luz que había a su alrededor, que unida al olor a humo habían logrado incluso meterse en sus sueños. Abrió los ojos de golpe, para encontrarse en medio de un incendio que amenazaba con acabar con todo lo que encontrara a su paso. Aunque un solo vistazo le sirvió para darse cuenta de que no todo ardía, sino que el fuego formaba un círculo perfecto alrededor de su cama. Se incorporó lo más rápido que pudo y, tratando de no perder la calma intentó concentrarse en el fuego para poder extinguirlo antes de que fuera demasiado tarde. Aunque este no reaccionó como cabría esperar, sino que parecía reavivarse a cada segundo que pasaba y cuánta más energía empleaba en sofocarlo más alto se volvía. Soltó un juramento que se vio ahogado por el crepitar de las llamas y tosiendo metió su mano derecha bajo la almohada. De dónde sacó un athame, que pasó sobre su palma hasta que la sangre empezó a inundarla, y, juntando ambas manos se concentró durante unos pocos segundos en un punto fijo. Pudo notar en la lengua el sabor empalagoso de la magia que luchaba contra la suya, intentando acabar aquello para lo que la habían conjurado. Al igual que sentía como el humo la atontaba a medida que los minutos pasaban hasta que finalmente lo sintió. Un ligero cambio en la resistencia que oponía la otra parte, que escasos momentos después simplemente desapareció. Las llamas simplemente se apagaron , hecho que la mujer aprovechó para salir finalmente de la cama y abrir la ventana de la habitación para que el humo saliera. Con la respiración todavía agitada salió del dormitorio y, tras encender las luces miró su mano. La hemorragia había parado y en lugar del corte que se había hecho la herida había adquirido la forma de un vevé. Observó el símbolo perteneciente al vudú haitiano y negando con la cabeza fue hasta una de las estanterías que presidía la sala de estar dónde de entre todos los libros que la llenaban sacó uno encuadernado y cuyas páginas estaban amarillentas debido al paso del tiempo. Con suavidad, casi acariciando cada página las fue pasando hasta encontrar la que buscaba. Hacía años que no tocaba el grimorio de su abuela pues con el tiempo había formado el suyo propio aunque rara vez lo necesitase. Sin embargo, continuaba demostrando que aquella reliquia podía seguir salvándola en los peores momentos. Tardó cinco minutos en reunir las velas y las plantas necesarias para el hechizo. Y, con mimo fue dibujando con las hierbas un tetragramatón sobre la mesa, antes de colocar en cada punta una vela blanca y, en el centro de la figura un velón negro que ungió con aceite y flores secas antes de encenderlo y tomar asiento en el suelo antes de empezar a susurrar las palabras que la llevarían a un estado de inconsciencia mientras buscaba a quién se hubiera atrevida a ir a por ella mientras dormía. De forma lenta, sintió como su cuerpo ya no pensaba, sino que parecía tan liviano que en cualquier momento una brisa de aire sería capaz de elevarla. Y, si alguien hubiera observado desde fuera habría podido ver como sus ojos se giraban hasta que el iris y la pupila quedó oculta en el interior de las cuencas mientras que a medida que las horas pasaban y los gritos en el Barrio Francés se hacían más notorios, una lágrima de sangre corría por el rostro de la morena. De aquella forma la encontraron las ancianas del consejo cuándo por la mañana fueron a comprobar que ella no fuera una víctima más de la masacre que había tenido lugar durante la noche y, tras dedicarse una significativa mirada se acercaron a ella trataron de sacarla del trance para poder ofrecerles alguna respuesta. —Bonnie regresa, ya es de día y nos debes explicaciones. —Vamos niña, vuelve a este plano. Tenemos que hablar. Tardaron media hora en que los primeros síntomas de conciencia apareciera. Y otros quince minutos para que pudieran acercarse sin chocarse con una pared invisible. Pestañeó un par de veces mientras poco a poco recordaba qué había pasado y era consciente de lo que había tenido que hacer aquella noche para protegerse a ella misma y a las más jóvenes del aquelarre. —¿Cuántas muertes han sido? Sabía que no había sido un sueño, y que el suyo no había sido un caso aislado por lo que ignorando el mareo que sintió al levantarse del suelo se limpió los restos de humo y sangre del rostro antes elevar los ojos hacia las ancianas. Nunca había visto a dos personas tan distintas y a la vez tan parecidas. Grace, con su largo cabello gris siempre recogido en un moño parecía ser el ejemplo de lo que envejecer con poder implicaba. Su sola presencia bastaba para que una había se silenciar y una mirada suya era suficiente para intimidar hasta al más valiente. Noelie por el contrario había usado su magia durante años para mantener la juventud que hacía años debía haber desaparecido. Debía estar cerca de los ochenta años y su aspecto era el de alguien de treinta. Aunque el azul de sus ojos parecía encerrar los años que se había ido quitando. Sin embargo, poseían la misma energía. La misma presencia y la misma determinación. Como si fueran las dos caras de una misma moneda. —Doce, tres nuestras, seis del aquelarre de Gentilly y tres del aquelarre de Tremé —la voz de Grace estaba tan cargada de pesar que sintió el peso su tristeza sobre los hombros —Todas de la misma forma. Y todas a la misma hora. —¿Alguna estaba en un círculo ceremonial? Me desperté anoche en medio de un círculo de fuego, aunque no era natural. Tuve que recurrir a una vevé para pararlo. Las tres conocían el fuego al igual que al agua y al viento. Y sabían que por muy caprichoso que fuera dicho elemento jamás sería imparable. No para una bruja que como ellas, habían aprendido sus mejores trucos habilidades estando al borde de la muerte. Si la naturaleza se rebelaba de aquella forma tan salvaje era únicamente porque la habían forzado a ello. —Han desaparecido también brujas de los aquelarres sureños… Una idea pasó por la mente de la morena y, sin decir nada rebuscó entre los cajones hasta que encontró un mapa que, segundos después dejó sobre la mesa. —Han matado aquí y en el sur ¿Cuántas han sido? —Doce también. Un escalofrío recorrió la espalda de la mujer al darse cuenta de lo que estaba pasando y, tras marcar con un bolígrafo los dos puntos de las muertes resopló. Aquello no era bueno. —Si no me equivoco, en la siguiente luna llena habrá una nueva masacre. —¿Crees que alguien está intentando acceder a la Expresión tras tanto tiempo? Asintió antes de usar su athame para pincharse el dedo, dejando caer sobre el mapa unas gotas de su propia sangre antes de murmurar un sencillo hechizo de localización. —¿Crees que es de tu familia? Creía que ya no quedaban brujas Bennet vivas. —Somos pocas, pero todavía quedamos aunque no es lo que estoy buscando, si alguien está intentando acceder a la Expresión, para encontrarle necesitamos a alguien que ya haya llevado en la sangre ese veneno para localizar el foco—explicó viendo como las gotas se iban moviendo por el papel lentamente, buscando el punto exacto —Y nadie más lo admitirá. Sintió sus miradas acusadoras en la espalda. Sin embargo decidió ignorarlas hasta que la sangre se detuvo para, segundos después separarse, formando un triángulo perfecto que prendió en llamas por sí solo. Un pesado suspiro salió de entre los labios de la mujer al darse cuenta del lugar señalado y, negando con la cabeza se dejó caer en el sofá sin saber bien si reír o enfadarse con el destino por ello. Para detener a quién fuera que estuviera jugando con ese tipo de magia debían ir hasta allí y hacerlo en persona. Y era consciente de que ninguna de las brujas de Nueva Orleans se movería, estaban atadas a sus Ancestros y su tierra, por lo que debería ser ella si quería que las muertes cesaran y el infierno de hacía unos años se repitiera. Debía regresar a Mystic Falls. Debía regresar a casa.
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  • ⸝ᐟ𝑇𝘩𝑒 𝑝𝑎𝑡𝘩 𝑡𝑜 𝑡𝘩𝑒 𝑓𝑖𝑟𝑒 𝑜𝑓 𝑏𝑒𝑖𝑛𝑔.ˏ⸝
    Fandom 𝐻𝑜𝑢𝑠𝑒 𝑂𝑓 𝑇𝘩𝑒 𝐷𝑟𝑎𝑔𝑜𝑛
    Categoría Romance
    ❛Lo⳽ ᥴɩᥱꙆo⳽ ⳽ᥱ ᥴɩᥱɾᥒᥱᥒ ⳽oᑲɾᥱ Ꙇo⳽ ᑯɾᥲɠoᥒᥱ⳽.
    EꙆ ᥲꙆᑲᥲ oᥴᥲ⳽ɩoᥒᥲ ᥙᥒ ⳽ᥲɠᥲⱬ ᥲຕᥲᥒᥱᥴᥱɾ.
    Nᥙᑲᥱ⳽ ᥲꙆⱬᥲ́ᥒᑯo⳽ᥱ ᥴoຕo Ꙇᥲ ᥱ⳽ρᥙຕᥲ ᑯᥱꙆ ຕᥲɾ.
    Cᥲᑯᥱᥒᥲ⳽ ɾᥱ⳽oᥒᥲᥒᑯo ρoɾ toᑯo ᥱꙆ Ꙇᥙɠᥲɾ.
    EꙆɩຕɩᥒᥲᥒᑯo Ꙇᥲ ϙᥙɩᥱtᥙᑯ ᑯᥱꙆ ᥲຕᑲɩᥱᥒtᥱ.
    E⳽Ꙇᥲᑲoᥒᥱ⳽ oᥴᥲ⳽ɩoᥒᥲᥒᑯo Ꙇᥲ ⳽oᥒᥲtᥲ ᑯɩᥙɾᥒᥲ.

    MᥱꙆoᑯɩ́ᥲ⳽ ᥲρᥲɠᥲᑯᥲ⳽ ρoɾ ᥙᥒᥲ ɾᥱꙆᥲᥴɩóᥒ ᑯɩᥴtᥲᑯᥲ.
    Cóᥒყᥙɠᥱ ᥲ Ꙇᥲ ʋɩ⳽tᥲ ᑯᥱ Ꙇo⳽ ᑯɩo⳽ᥱ⳽.
    Eᥒᥱຕɩɠo⳽ ᥲ oʝo⳽ ƒᥲຕɩꙆɩᥲɾᥱ⳽.
    Vᥱɾᑯᥱ ყ ᥒᥱɠɾo, ᥴoꙆoɾᥱ⳽.
    Iຕρɾoρɩo⳽ ρᥲɾᥲ ᥱꙆ ᥲຕoɾ.
    Toᑯo ᑯɩᥴtᥲຕɩᥒᥲᑲᥲ ᥲꙆ ᥲɾᑯɩᥱᥒtᥱ ƒᥙᥱɠo.
    Dᥱ⳽ຕoɾoᥒᥲᥒᑯo Ꙇo⳽ ρɩꙆᥲɾᥱ⳽ ຕᥲɾɩtᥲꙆᥱ⳽.
    Oᑲʋɩᥲᥒᑯo Ꙇo⳽ ᥱ⳽tᥲtᥙto⳽ ᑯɩʋɩᥒo⳽.
    Sɩᥒ ɩຕρoɾtᥲɾ Ꙇo⳽ ⳽ᥱᥒtɩᑯo⳽.
    Dᥱ⳽tɾᥙყᥱᥒᑯo Ꙇᥲ ɩᥒoᥴᥱᥒᥴɩᥲ.
    Pᥲɾᥲᥒᑯo ᥱꙆ Ꙇᥲtɩᑯo.
    Poɾ ᥙᥒᥲ ⳽ɩຕρꙆᥱ ɾᥲⱬóᥒ.
    Lᥲ ᥱxtɩɾρᥲᥴɩóᥒ ᑯᥱꙆ ᥴoɾᥲⱬóᥒ.
    Nᥱᥴᥱ⳽ᥲɾɩo ρᥲɾᥲ ʋɩʋɩɾ.
    Y tᥲᥒ ƒᥲ́ᥴɩꙆ ᑯᥱ ᑯᥲᥒ̃ᥲɾ.
    Pɾɩ́ᥒᥴɩρᥱ ყ ρɾɩᥒᥴᥱ⳽ᥲ.
    Coᥒʋɩʋɩᥱᥒᑯo ρoɾ ᥙᥒ ᑲɩᥱᥒ.
    Lᥲ⳽ ⳽oຕᑲɾᥲ⳽ ɩᥒtᥱᥒtᥲᥒᑯo ᥱᥒɠᥙꙆꙆɩɾ.
    Lᥲ ρoᥴᥲ ᥱᥒtᥱɾᥱⱬᥲ ᑯᥱꙆ ᖾoຕᑲɾᥱ.
    Aƒᥱɾɾᥲ́ᥒᑯo⳽ᥱ ᥲ ⳽ᥙ ᥲຕoɾ ɩຕρo⳽ɩᑲꙆᥱ.
    Hᥲᥴɩᥱ́ᥒᑯoꙆo ᑯᥱ ƒoɾຕᥲ ᥱxᥴᥱρᥴɩoᥒᥲꙆ: ρo⳽ɩᑲꙆᥱ.

    ¿Poɾ ϙᥙᥱ́ Ꙇᥲ⳽ ⳽oຕᑲɾᥲ⳽ ᥒo ᥱᥒɠᥙꙆꙆɩ́ᥲᥒ ᥱꙆ ⳽ᥱɾ?.
    EꙆ ρɾɩ́ᥒᥴɩρᥱ ⳽ᥱ ຕᥲᥒtᥱᥒɩ́ᥲ ƒɩɾຕᥱ ᥱᥒ ⳽ᥙ ρ⳽ɩϙᥙᥱ.
    Gɾᥲᥴɩᥲ⳽ ᥲ Ꙇᥲ ƒᥱꙆɩᥴɩᑯᥲᑯ ⳽ᥱᥒtɩᑯᥲ.
    Aƒᥱɾɾᥲ́ᥒᑯo⳽ᥱ ᥴoᥒ toᑯᥲ⳽ ⳽ᥙ⳽ ƒᥙᥱɾⱬᥲ⳽.
    A Ꙇᥲ Ꙇᥙⱬ ϙᥙᥱ ᥱຕᥲᥒᥲᑲᥲ ᑯᥱ ᥱꙆꙆᥲ.
    Sɩᥱຕρɾᥱ ᥱꙆ ᥲຕoɾ ᑯᥱ ⳽ᥙ ʋɩᑯᥲ.
    EᥒᥴᥲɾᥴᥱꙆᥲᑯo ρoɾ ⳽ᥙ⳽ ᥱຕoᥴɩoᥒᥱ⳽.
    Lᥙᥴᖾᥲᥒᑯo ᖾᥲ⳽tᥲ ᥱꙆ ƒɩᥒᥲꙆ ᑯᥱꙆ ᥱ⳽tᥱɾtoɾ.
    Dᥱ ᥙᥒ ᥒᥙᥱʋo ᑯɩ́ᥲ ʝᥙᥒto ᥲ Ꙇᥲ ᥲຕᥲᑯᥲ.
    Eຕρᥱᑯɾᥲᑯo ᥱ⳽ ᥱꙆ ⳽ᥱᥒᑯᥱɾo.
    Aᥙᥒϙᥙᥱ ⳽ɩᥱຕρɾᥱ ⳽ᥱ ɾᥱᥱᥒᥴoᥒtɾᥲɾᥲ́ᥒ.
    AꙆຕᥲ⳽ ρoɾ ᥱꙆ ᥱtᥱɾᥒo.
    Sᥱ ɾᥱᥱᥒᥴoᥒtɾᥲɾᥲ́ᥒ ρoɾ ⳽ɩᥱຕρɾᥱ ᥱᥒ ƒᥙᥱɠo.❜

    ⸻ La vista de Aegon se estaba encontrando ya agotada, mezclaba las letras entre sí. Su visión captaba una enorme mancha de tinta, indescifrable. Por este motivo, decidió cerrar el libro. Con la mano apoyada en la tapa, ejerció un poco de fuerza para confinar el cuero de la tapa con las hojas. Para finalmente, acariciar el lomo gastado por el paso del tiempo, leyendo por última vez el título del libro: ❛𝙋𝙧𝙤𝙛𝙚𝙘𝙞𝙖𝙨 𝙙𝙞𝙘𝙩𝙖𝙢𝙞𝙣𝙖𝙙𝙖𝙨 𝙖 𝙡𝙤 𝙡𝙖𝙧𝙜𝙤 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙝𝙞𝙨𝙩𝙤𝙧𝙞𝙖❜. Al darle aquel vistazo de soslayo, se levantó de la silla donde se encontraba hace unos segundos leyendo y depositó el libro en su lugar de reposo, una enorme estantería se alzaba por toda la habitación, centenares de libros: que se fueron escribiendo a lo largo de la historia. Había tanto conocimiento en aquellas hileras de libros, donde poco a poco; Aegon se sentía cada vez más cómodo. Era un hábito desde hace unas semanas, que el príncipe se dirigiera todas las noches, después de cenar. Para tomarse un tiempo y envolverse en una lectura de lo más didáctica, al habituarse a hacer esa tarea, aprendía innumerables conocimientos. De esta manera, prepararse para formar parte del consejo de su esposa. Pudiendo así ayudarla de forma más eficaz y poder desahogarla de todo el trabajo que fuera posible. Aprovechando así, el tiempo libre que tenía, luego de dejar a sus hijos en sus respectivos lechos de descanso. Haciendo tiempo, hasta que su esposa terminase de trabajar. Deseaba que aquella noche, el sueño lo esquivase hasta ver a la princesa: pues llevaba todo el día sin verla y tenía la necesidad de ver sus orbes morados, llenos de fuego y la sonrisa deslumbrante, que siempre recibía cada vez que se veían. Momentos de grandes dificultades, el tiempo marital se veía realmente coartado por los quehaceres de la princesa. Claramente no se sentía molesto, todo lo contrario: se sentía orgulloso de su esposa, será una gran reina. Pensaba continuamente, causando que una boba sonrisa, apareciera en las comisuras de sus labios; 𝐿𝑎 𝑟𝑒𝑖𝑛𝑎 𝑅ℎ𝑎𝑒𝑛𝑦𝑟𝑎, 𝑚𝑖 𝑟𝑒𝑖𝑛𝑎.

    Con aquel pensamiento, dejó la biblioteca atrás, dirigiéndose hacia los aposentos conyugales. Pasos decididos, zancadas resonantes contra las paredes de piedra, anunciando el camino que estaba realizando el príncipe Aegon, para llegar a la alcoba marital. El corazón de Aegon, martilleaba su pecho con fuerza. Pensando firmemente que se iba a encontrar con Rhaenyra. Los pasos se sentían cada vez más ligeros, hasta el punto de pasar de una suave caminata a un pequeño trote.

    La fortaleza de Rocadragón, no era tan amplia como la Fortaleza Roja y llegó a la alcoba en unos pocos minutos, los guardias que vigilaban la puerta, saludaron al príncipe con un leve asentimiento con la cabeza. Al pasar por los soldados, llevó una de las manos hacia el pomo de la puerta y estando unos segundos allí, respiró hondo, mientras en las comisuras de sus labios se dibujaba una gran sonrisa y después de haberse tomado unos momentos, abrió la puerta de los aposentos.

    La ilusión desapareció de inmediato de todo su ser, el habitáculo se encontraba vacío, con las finas sabanas sin tocar, la cama completamente hecha, no habiendo desecho siquiera: la pequeña manta de lino que cubría el lecho. Una sombra se instaló unos momentos, detrás de sus iris; como si empujasen toda la esperanza que había sentido en momentos anteriores, hacía un precipicio, ningún tipo de seguridad, nada para detener la grave caída que se avecinaba. Ningún parapeto podía hacer frente al malestar general, que se instaló en todo su cuerpo, aunque no era culpa de nadie, más bien: si había que encontrar algún culpable, era él. Por ilusionarse e instalarse falsas esperanzas en sus cabales.

    Conforme miraba el lecho matrimonial, el manto oscuro que se había formado detrás de sus ojos, había desaparecido; cambiado por un brillo de orgullo que resaltaba el morado de sus ojos. 𝑅ℎ𝑎𝑒𝑛𝑦𝑟𝑎 𝑣𝑎 𝑎 𝑠𝑒𝑟 𝑢𝑛𝑎 𝑔𝑟𝑎𝑛 𝑟𝑒𝑖𝑛𝑎 𝑦 𝑣𝑜𝑦 𝑎 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑟 𝑎ℎ𝑖 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑣𝑒𝑟𝑙𝑜, 𝑗𝑎𝑐𝑡𝑎𝑛𝑑𝑜𝑚𝑒 𝑑𝑒 𝑠𝑒𝑟 𝑠𝑢 𝑐𝑜𝑛𝑠𝑜𝑟𝑡𝑒. En su rostro se volvió a dibujar una sonrisa, provocando que su tez brillase y se tiñera de una leve rojez en las mejillas. . . Por los dioses estaba totalmente enamorado de su esposa y pensar que hace unos años, ni siquiera aguantaban compartir el mismo oxígeno que inhalaban: la simple presencia era una tortura para ambos. En cambio, eso era el pasado; nada bueno traía vivir en el pasado, dándole importancia a los sucesos anteriores, ocasiona que los momentos presentes y futuros se desvanezcan, para caer en la absoluta ignorancia; estancándose así, el crecimiento personal de cada ser humano. La mirada siempre debía encontrar el camino que seguir y el sendero por el cual, estaba cruzando Aegon. Era la concordia mutua y el amor que sentía hacia su esposa, gracias a ello. Pudo mejorar como persona, había dejado los vicios tan nocivos, para la convivencia en un matrimonio. Dejó los burdeles y solo bebía vino en la noche, no basta el hartazgo, solo tomaba una copa de aquel líquido lleno de especias, para así refrescarse mientras cenaba. Hábitos que antes, dominaban su vida. El capitán del barco, el haz de oscuridad que controlaba cada paso que daba, se fusionaba para convertir su vida en un completo terraplén de angustia y sombras. Sin ningún ápice de libre albedrio, en poder total de sus pérfidos ámbitos. Hasta que finalmente, puso orden en todos los aspectos de su vida y el aspecto fundamental de aquel notorio cambio, fue el amor recibido tanto de sus hijos como de su esposa. Sin ellos, aún estaría perdido en aquel sin fin de sombras, oculto tras un manto de embriaguez continua, por eso: 𝙇𝙚𝙨 𝙙𝙚𝙗𝙞𝙖 𝙩𝙤𝙙𝙤.

    Como cada noche, se dirigió al pequeño escritorio y se sentó en la silla que había frente al mismo, allí. Saco la pieza de madera, que estaba tallando, de uno de los cajones y en uno de los laterales de aquel compartimento; saco el pequeño cuchillo que usaba para trabajar la madera. De esta manera, haría tiempo hasta que su esposa volviera a la habitación y así, poder verla una última vez antes de que el manto del sueño lo envolviera, para llevarlo al reino onírico.

    Completa atención en el trozo de madre que estaba tallando, cada zona la trabajaba con esmero, sin dejar ningún retazo sin pulir. Estaba intentando hacer a Sunfyre, anteriormente, habita tallado a Syrax, para que sus hijos recordasen a su madre y no la echasen tanto en falta. Fue idea de su esposa, el que sus pequeños vástagos: tuvieran tanto algo de ella como de su padre, dando así la magnífica idea de tallar a Sunfyre; su hermoso y fiel dragón. Rhaenyra, no se la merecía; siempre estaba pensando en él y aquello lo imbuía de un amor indescriptible. No se la merecía ni en unas mil vidas, en cambio; era demasiado egoísta como para dejarla marchar y perder aquello que hacía latir a su corazón, haciendo sus días más felices de lo que jamás habían sido.

    Estaba trabajando una de las alas del dragón, cuando su vista comenzó a fallar y pequeños puntos negros, aparecieron en su campo visual; señal del cansancio notorio en él y sumado al dolor punzante que sentia en la espalda, por haber estado un par de horas sentado, sin haber movido un ápice de su postura. A causa de esta situación, decidió dejar de tallar por el momento y guardó los utensilios, en el pequeño compartimento de donde los había sacado. Luego de depositar la madera tallada y el cuchillo en el cajón, se levantó y desperezándose, palpándose con una de sus manos, la zona donde sentía la punzada de dolor en la espalda. Al darse aquellas sutiles caricias en la zona adolorida, se dirigió a la cama y con un leve suspiro de pesadez, deshizo las sabanas; para poder introducirse en el mullido colchón, tapándose con las suaves telas, evitando así, el frió nocturno.

    Aegon, se dejó envolver por el mullido lecho y se incorporó suavemente en el mismo, para apoyar la espalda contra el cabecero de roble. Sin poder evitar, observar de soslayo el lugar vacío al lado de él, echaba en falta a su esposa e incluso a la muralla de almohadones que ponía, para que no se perturbase su espacio personal, no pudiendo abrazarla, mientras el sueño dominaba las sapiencias de ambos. Poco importaba, no iba a ser ni juez ni verdugo. Por lo cual, no iba a llevar la contraria a su esposa, si aquello los ayudaba en algo, la iba a apoyar sin ninguna duda.

    El príncipe, decidió poner la muralla de cojines. Pues cuando llegase su esposa, estaría agotada y al menos, haciendo aquello, le ahorraba tiempo, pudiendo así reposar de forma inmediata sin ninguna preocupación. Al terminar de hacer aquella estructura mullida, se recostó en la cama e intento por todos los medios seguir despierto, pero para su mala suerte, los párpados le comenzaban a pesar y su vista se estaba oscureciendo. Aegon, se maldecía constantemente por el poco aguante que tenía al sueño y alargando su mano, elevándola sobre la suave muralla, comenzó a acariciar el lado donde reposaba su esposa, pasando la mano por las suaves sábanas, como si estuviera allí su esposa y el simple contacto con las finas mantas, provocaba la efervescencia de amor y gratitud: imaginándose que allí se encontraba Rhaenyra.⸻

    Te prometo, que seguiré estudiando y trabajando para ser un buen consorte, para poder ayudarte en el consejo y aligerarte de trabajo. Y así, que puedas descansar de forma más continua.

    ⸻ Con esa promesa salida de sus labios bañadas con un tono, de puro amor y decisión. El silencio se instaló en toda la habitación, finalmente el sueño llegó para el príncipe y como en la mayoría de las ocasiones. No iba a percatarse del regreso de su esposa, evitando de esta manera: poder regalarse con la hermosa visión marital. Solo le quedaba, dejarse llevar por los sueños y quizás allí, en ese mundo astral; lleno de pensamientos, ilusiones y temores. Encontrase la calidez de la mirada violácea de su esposa; vista del 𝙥𝙪𝙧𝙤 𝙖𝙢𝙤𝙧 𝙚𝙣𝙘𝙖𝙙𝙚𝙣𝙖𝙙𝙤 𝙖𝙡 𝙨𝙚𝙧. ⸻
    ❛Lo⳽ ᥴɩᥱꙆo⳽ ⳽ᥱ ᥴɩᥱɾᥒᥱᥒ ⳽oᑲɾᥱ Ꙇo⳽ ᑯɾᥲɠoᥒᥱ⳽. EꙆ ᥲꙆᑲᥲ oᥴᥲ⳽ɩoᥒᥲ ᥙᥒ ⳽ᥲɠᥲⱬ ᥲຕᥲᥒᥱᥴᥱɾ. Nᥙᑲᥱ⳽ ᥲꙆⱬᥲ́ᥒᑯo⳽ᥱ ᥴoຕo Ꙇᥲ ᥱ⳽ρᥙຕᥲ ᑯᥱꙆ ຕᥲɾ. Cᥲᑯᥱᥒᥲ⳽ ɾᥱ⳽oᥒᥲᥒᑯo ρoɾ toᑯo ᥱꙆ Ꙇᥙɠᥲɾ. EꙆɩຕɩᥒᥲᥒᑯo Ꙇᥲ ϙᥙɩᥱtᥙᑯ ᑯᥱꙆ ᥲຕᑲɩᥱᥒtᥱ. E⳽Ꙇᥲᑲoᥒᥱ⳽ oᥴᥲ⳽ɩoᥒᥲᥒᑯo Ꙇᥲ ⳽oᥒᥲtᥲ ᑯɩᥙɾᥒᥲ. MᥱꙆoᑯɩ́ᥲ⳽ ᥲρᥲɠᥲᑯᥲ⳽ ρoɾ ᥙᥒᥲ ɾᥱꙆᥲᥴɩóᥒ ᑯɩᥴtᥲᑯᥲ. Cóᥒყᥙɠᥱ ᥲ Ꙇᥲ ʋɩ⳽tᥲ ᑯᥱ Ꙇo⳽ ᑯɩo⳽ᥱ⳽. Eᥒᥱຕɩɠo⳽ ᥲ oʝo⳽ ƒᥲຕɩꙆɩᥲɾᥱ⳽. Vᥱɾᑯᥱ ყ ᥒᥱɠɾo, ᥴoꙆoɾᥱ⳽. Iຕρɾoρɩo⳽ ρᥲɾᥲ ᥱꙆ ᥲຕoɾ. Toᑯo ᑯɩᥴtᥲຕɩᥒᥲᑲᥲ ᥲꙆ ᥲɾᑯɩᥱᥒtᥱ ƒᥙᥱɠo. Dᥱ⳽ຕoɾoᥒᥲᥒᑯo Ꙇo⳽ ρɩꙆᥲɾᥱ⳽ ຕᥲɾɩtᥲꙆᥱ⳽. Oᑲʋɩᥲᥒᑯo Ꙇo⳽ ᥱ⳽tᥲtᥙto⳽ ᑯɩʋɩᥒo⳽. Sɩᥒ ɩຕρoɾtᥲɾ Ꙇo⳽ ⳽ᥱᥒtɩᑯo⳽. Dᥱ⳽tɾᥙყᥱᥒᑯo Ꙇᥲ ɩᥒoᥴᥱᥒᥴɩᥲ. Pᥲɾᥲᥒᑯo ᥱꙆ Ꙇᥲtɩᑯo. Poɾ ᥙᥒᥲ ⳽ɩຕρꙆᥱ ɾᥲⱬóᥒ. Lᥲ ᥱxtɩɾρᥲᥴɩóᥒ ᑯᥱꙆ ᥴoɾᥲⱬóᥒ. Nᥱᥴᥱ⳽ᥲɾɩo ρᥲɾᥲ ʋɩʋɩɾ. Y tᥲᥒ ƒᥲ́ᥴɩꙆ ᑯᥱ ᑯᥲᥒ̃ᥲɾ. Pɾɩ́ᥒᥴɩρᥱ ყ ρɾɩᥒᥴᥱ⳽ᥲ. Coᥒʋɩʋɩᥱᥒᑯo ρoɾ ᥙᥒ ᑲɩᥱᥒ. Lᥲ⳽ ⳽oຕᑲɾᥲ⳽ ɩᥒtᥱᥒtᥲᥒᑯo ᥱᥒɠᥙꙆꙆɩɾ. Lᥲ ρoᥴᥲ ᥱᥒtᥱɾᥱⱬᥲ ᑯᥱꙆ ᖾoຕᑲɾᥱ. Aƒᥱɾɾᥲ́ᥒᑯo⳽ᥱ ᥲ ⳽ᥙ ᥲຕoɾ ɩຕρo⳽ɩᑲꙆᥱ. Hᥲᥴɩᥱ́ᥒᑯoꙆo ᑯᥱ ƒoɾຕᥲ ᥱxᥴᥱρᥴɩoᥒᥲꙆ: ρo⳽ɩᑲꙆᥱ. ¿Poɾ ϙᥙᥱ́ Ꙇᥲ⳽ ⳽oຕᑲɾᥲ⳽ ᥒo ᥱᥒɠᥙꙆꙆɩ́ᥲᥒ ᥱꙆ ⳽ᥱɾ?. EꙆ ρɾɩ́ᥒᥴɩρᥱ ⳽ᥱ ຕᥲᥒtᥱᥒɩ́ᥲ ƒɩɾຕᥱ ᥱᥒ ⳽ᥙ ρ⳽ɩϙᥙᥱ. Gɾᥲᥴɩᥲ⳽ ᥲ Ꙇᥲ ƒᥱꙆɩᥴɩᑯᥲᑯ ⳽ᥱᥒtɩᑯᥲ. Aƒᥱɾɾᥲ́ᥒᑯo⳽ᥱ ᥴoᥒ toᑯᥲ⳽ ⳽ᥙ⳽ ƒᥙᥱɾⱬᥲ⳽. A Ꙇᥲ Ꙇᥙⱬ ϙᥙᥱ ᥱຕᥲᥒᥲᑲᥲ ᑯᥱ ᥱꙆꙆᥲ. Sɩᥱຕρɾᥱ ᥱꙆ ᥲຕoɾ ᑯᥱ ⳽ᥙ ʋɩᑯᥲ. EᥒᥴᥲɾᥴᥱꙆᥲᑯo ρoɾ ⳽ᥙ⳽ ᥱຕoᥴɩoᥒᥱ⳽. Lᥙᥴᖾᥲᥒᑯo ᖾᥲ⳽tᥲ ᥱꙆ ƒɩᥒᥲꙆ ᑯᥱꙆ ᥱ⳽tᥱɾtoɾ. Dᥱ ᥙᥒ ᥒᥙᥱʋo ᑯɩ́ᥲ ʝᥙᥒto ᥲ Ꙇᥲ ᥲຕᥲᑯᥲ. Eຕρᥱᑯɾᥲᑯo ᥱ⳽ ᥱꙆ ⳽ᥱᥒᑯᥱɾo. Aᥙᥒϙᥙᥱ ⳽ɩᥱຕρɾᥱ ⳽ᥱ ɾᥱᥱᥒᥴoᥒtɾᥲɾᥲ́ᥒ. AꙆຕᥲ⳽ ρoɾ ᥱꙆ ᥱtᥱɾᥒo. Sᥱ ɾᥱᥱᥒᥴoᥒtɾᥲɾᥲ́ᥒ ρoɾ ⳽ɩᥱຕρɾᥱ ᥱᥒ ƒᥙᥱɠo.❜ ⸻ La vista de Aegon se estaba encontrando ya agotada, mezclaba las letras entre sí. Su visión captaba una enorme mancha de tinta, indescifrable. Por este motivo, decidió cerrar el libro. Con la mano apoyada en la tapa, ejerció un poco de fuerza para confinar el cuero de la tapa con las hojas. Para finalmente, acariciar el lomo gastado por el paso del tiempo, leyendo por última vez el título del libro: ❛𝙋𝙧𝙤𝙛𝙚𝙘𝙞𝙖𝙨 𝙙𝙞𝙘𝙩𝙖𝙢𝙞𝙣𝙖𝙙𝙖𝙨 𝙖 𝙡𝙤 𝙡𝙖𝙧𝙜𝙤 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙝𝙞𝙨𝙩𝙤𝙧𝙞𝙖❜. Al darle aquel vistazo de soslayo, se levantó de la silla donde se encontraba hace unos segundos leyendo y depositó el libro en su lugar de reposo, una enorme estantería se alzaba por toda la habitación, centenares de libros: que se fueron escribiendo a lo largo de la historia. Había tanto conocimiento en aquellas hileras de libros, donde poco a poco; Aegon se sentía cada vez más cómodo. Era un hábito desde hace unas semanas, que el príncipe se dirigiera todas las noches, después de cenar. Para tomarse un tiempo y envolverse en una lectura de lo más didáctica, al habituarse a hacer esa tarea, aprendía innumerables conocimientos. De esta manera, prepararse para formar parte del consejo de su esposa. Pudiendo así ayudarla de forma más eficaz y poder desahogarla de todo el trabajo que fuera posible. Aprovechando así, el tiempo libre que tenía, luego de dejar a sus hijos en sus respectivos lechos de descanso. Haciendo tiempo, hasta que su esposa terminase de trabajar. Deseaba que aquella noche, el sueño lo esquivase hasta ver a la princesa: pues llevaba todo el día sin verla y tenía la necesidad de ver sus orbes morados, llenos de fuego y la sonrisa deslumbrante, que siempre recibía cada vez que se veían. Momentos de grandes dificultades, el tiempo marital se veía realmente coartado por los quehaceres de la princesa. Claramente no se sentía molesto, todo lo contrario: se sentía orgulloso de su esposa, será una gran reina. Pensaba continuamente, causando que una boba sonrisa, apareciera en las comisuras de sus labios; 𝐿𝑎 𝑟𝑒𝑖𝑛𝑎 𝑅ℎ𝑎𝑒𝑛𝑦𝑟𝑎, 𝑚𝑖 𝑟𝑒𝑖𝑛𝑎. Con aquel pensamiento, dejó la biblioteca atrás, dirigiéndose hacia los aposentos conyugales. Pasos decididos, zancadas resonantes contra las paredes de piedra, anunciando el camino que estaba realizando el príncipe Aegon, para llegar a la alcoba marital. El corazón de Aegon, martilleaba su pecho con fuerza. Pensando firmemente que se iba a encontrar con Rhaenyra. Los pasos se sentían cada vez más ligeros, hasta el punto de pasar de una suave caminata a un pequeño trote. La fortaleza de Rocadragón, no era tan amplia como la Fortaleza Roja y llegó a la alcoba en unos pocos minutos, los guardias que vigilaban la puerta, saludaron al príncipe con un leve asentimiento con la cabeza. Al pasar por los soldados, llevó una de las manos hacia el pomo de la puerta y estando unos segundos allí, respiró hondo, mientras en las comisuras de sus labios se dibujaba una gran sonrisa y después de haberse tomado unos momentos, abrió la puerta de los aposentos. La ilusión desapareció de inmediato de todo su ser, el habitáculo se encontraba vacío, con las finas sabanas sin tocar, la cama completamente hecha, no habiendo desecho siquiera: la pequeña manta de lino que cubría el lecho. Una sombra se instaló unos momentos, detrás de sus iris; como si empujasen toda la esperanza que había sentido en momentos anteriores, hacía un precipicio, ningún tipo de seguridad, nada para detener la grave caída que se avecinaba. Ningún parapeto podía hacer frente al malestar general, que se instaló en todo su cuerpo, aunque no era culpa de nadie, más bien: si había que encontrar algún culpable, era él. Por ilusionarse e instalarse falsas esperanzas en sus cabales. Conforme miraba el lecho matrimonial, el manto oscuro que se había formado detrás de sus ojos, había desaparecido; cambiado por un brillo de orgullo que resaltaba el morado de sus ojos. 𝑅ℎ𝑎𝑒𝑛𝑦𝑟𝑎 𝑣𝑎 𝑎 𝑠𝑒𝑟 𝑢𝑛𝑎 𝑔𝑟𝑎𝑛 𝑟𝑒𝑖𝑛𝑎 𝑦 𝑣𝑜𝑦 𝑎 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑟 𝑎ℎ𝑖 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑣𝑒𝑟𝑙𝑜, 𝑗𝑎𝑐𝑡𝑎𝑛𝑑𝑜𝑚𝑒 𝑑𝑒 𝑠𝑒𝑟 𝑠𝑢 𝑐𝑜𝑛𝑠𝑜𝑟𝑡𝑒. En su rostro se volvió a dibujar una sonrisa, provocando que su tez brillase y se tiñera de una leve rojez en las mejillas. . . Por los dioses estaba totalmente enamorado de su esposa y pensar que hace unos años, ni siquiera aguantaban compartir el mismo oxígeno que inhalaban: la simple presencia era una tortura para ambos. En cambio, eso era el pasado; nada bueno traía vivir en el pasado, dándole importancia a los sucesos anteriores, ocasiona que los momentos presentes y futuros se desvanezcan, para caer en la absoluta ignorancia; estancándose así, el crecimiento personal de cada ser humano. La mirada siempre debía encontrar el camino que seguir y el sendero por el cual, estaba cruzando Aegon. Era la concordia mutua y el amor que sentía hacia su esposa, gracias a ello. Pudo mejorar como persona, había dejado los vicios tan nocivos, para la convivencia en un matrimonio. Dejó los burdeles y solo bebía vino en la noche, no basta el hartazgo, solo tomaba una copa de aquel líquido lleno de especias, para así refrescarse mientras cenaba. Hábitos que antes, dominaban su vida. El capitán del barco, el haz de oscuridad que controlaba cada paso que daba, se fusionaba para convertir su vida en un completo terraplén de angustia y sombras. Sin ningún ápice de libre albedrio, en poder total de sus pérfidos ámbitos. Hasta que finalmente, puso orden en todos los aspectos de su vida y el aspecto fundamental de aquel notorio cambio, fue el amor recibido tanto de sus hijos como de su esposa. Sin ellos, aún estaría perdido en aquel sin fin de sombras, oculto tras un manto de embriaguez continua, por eso: 𝙇𝙚𝙨 𝙙𝙚𝙗𝙞𝙖 𝙩𝙤𝙙𝙤. Como cada noche, se dirigió al pequeño escritorio y se sentó en la silla que había frente al mismo, allí. Saco la pieza de madera, que estaba tallando, de uno de los cajones y en uno de los laterales de aquel compartimento; saco el pequeño cuchillo que usaba para trabajar la madera. De esta manera, haría tiempo hasta que su esposa volviera a la habitación y así, poder verla una última vez antes de que el manto del sueño lo envolviera, para llevarlo al reino onírico. Completa atención en el trozo de madre que estaba tallando, cada zona la trabajaba con esmero, sin dejar ningún retazo sin pulir. Estaba intentando hacer a Sunfyre, anteriormente, habita tallado a Syrax, para que sus hijos recordasen a su madre y no la echasen tanto en falta. Fue idea de su esposa, el que sus pequeños vástagos: tuvieran tanto algo de ella como de su padre, dando así la magnífica idea de tallar a Sunfyre; su hermoso y fiel dragón. Rhaenyra, no se la merecía; siempre estaba pensando en él y aquello lo imbuía de un amor indescriptible. No se la merecía ni en unas mil vidas, en cambio; era demasiado egoísta como para dejarla marchar y perder aquello que hacía latir a su corazón, haciendo sus días más felices de lo que jamás habían sido. Estaba trabajando una de las alas del dragón, cuando su vista comenzó a fallar y pequeños puntos negros, aparecieron en su campo visual; señal del cansancio notorio en él y sumado al dolor punzante que sentia en la espalda, por haber estado un par de horas sentado, sin haber movido un ápice de su postura. A causa de esta situación, decidió dejar de tallar por el momento y guardó los utensilios, en el pequeño compartimento de donde los había sacado. Luego de depositar la madera tallada y el cuchillo en el cajón, se levantó y desperezándose, palpándose con una de sus manos, la zona donde sentía la punzada de dolor en la espalda. Al darse aquellas sutiles caricias en la zona adolorida, se dirigió a la cama y con un leve suspiro de pesadez, deshizo las sabanas; para poder introducirse en el mullido colchón, tapándose con las suaves telas, evitando así, el frió nocturno. Aegon, se dejó envolver por el mullido lecho y se incorporó suavemente en el mismo, para apoyar la espalda contra el cabecero de roble. Sin poder evitar, observar de soslayo el lugar vacío al lado de él, echaba en falta a su esposa e incluso a la muralla de almohadones que ponía, para que no se perturbase su espacio personal, no pudiendo abrazarla, mientras el sueño dominaba las sapiencias de ambos. Poco importaba, no iba a ser ni juez ni verdugo. Por lo cual, no iba a llevar la contraria a su esposa, si aquello los ayudaba en algo, la iba a apoyar sin ninguna duda. El príncipe, decidió poner la muralla de cojines. Pues cuando llegase su esposa, estaría agotada y al menos, haciendo aquello, le ahorraba tiempo, pudiendo así reposar de forma inmediata sin ninguna preocupación. Al terminar de hacer aquella estructura mullida, se recostó en la cama e intento por todos los medios seguir despierto, pero para su mala suerte, los párpados le comenzaban a pesar y su vista se estaba oscureciendo. Aegon, se maldecía constantemente por el poco aguante que tenía al sueño y alargando su mano, elevándola sobre la suave muralla, comenzó a acariciar el lado donde reposaba su esposa, pasando la mano por las suaves sábanas, como si estuviera allí su esposa y el simple contacto con las finas mantas, provocaba la efervescencia de amor y gratitud: imaginándose que allí se encontraba Rhaenyra.⸻ Te prometo, que seguiré estudiando y trabajando para ser un buen consorte, para poder ayudarte en el consejo y aligerarte de trabajo. Y así, que puedas descansar de forma más continua. ⸻ Con esa promesa salida de sus labios bañadas con un tono, de puro amor y decisión. El silencio se instaló en toda la habitación, finalmente el sueño llegó para el príncipe y como en la mayoría de las ocasiones. No iba a percatarse del regreso de su esposa, evitando de esta manera: poder regalarse con la hermosa visión marital. Solo le quedaba, dejarse llevar por los sueños y quizás allí, en ese mundo astral; lleno de pensamientos, ilusiones y temores. Encontrase la calidez de la mirada violácea de su esposa; vista del 𝙥𝙪𝙧𝙤 𝙖𝙢𝙤𝙧 𝙚𝙣𝙘𝙖𝙙𝙚𝙣𝙖𝙙𝙤 𝙖𝙡 𝙨𝙚𝙧. ⸻
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    || Damas y caballeros, para llevar una amena convivencia, les hago la aclaracion en los siguentes puntos. Soy rol-player veterano, por lo que no les niego el rol a nadie, sin embargo, me guío bajo los siguientes puntos.

    ☆ El que agrega inicia el rol; si yo te agrego, seguro te mandare un saludo al chat y planear algo (si gustan); si soy yo el que agrega, yo mandaré algo de rol. Asi que si agregan y no hay interacción, bueno eventualmente serán eliminados.

    ☆ No hay presión en las respuestas. Todos tenemos una vida fuera, por lo que entiendo que se tomen su tiempo para trabajar, estudiar, comer e incluso convivir con amigos, etc. Yo tambien lo tengo. Pueden incluso tardar hasta un mes.

    ☆ Agradecería mucho que si van a estar ausentes, al menos avisar para decidir si esperar o dar por terminado el rol. No preguntaré razones ni nada.

    ☆ No doy redes sociales, lo mucho que ofrezco es *Di.sco.rd*.

    ☆ Social, Slice of Life, Terror, Fantasía, Aventura, Romance [Reservado], Gore; incluso Battle [Con sus respectivas reglas]; todo eso puedo rolear.

    ☆ Metarol y manipulaciones las ignoraré 3 veces, en caso de insistir, ahi se acaba el rol. Obviamente les indicaré en su debido momento.

    ☆ IMPORTANTE: Separar rol de vida personal, lo que haga mi personaje no debe afectarnos entre usuarios. Así mismo, si llega a haber una relación entre personajes, esto NO quiere decir que seamos pareja a nivel usuario.
    || Damas y caballeros, para llevar una amena convivencia, les hago la aclaracion en los siguentes puntos. Soy rol-player veterano, por lo que no les niego el rol a nadie, sin embargo, me guío bajo los siguientes puntos. ☆ El que agrega inicia el rol; si yo te agrego, seguro te mandare un saludo al chat y planear algo (si gustan); si soy yo el que agrega, yo mandaré algo de rol. Asi que si agregan y no hay interacción, bueno eventualmente serán eliminados. ☆ No hay presión en las respuestas. Todos tenemos una vida fuera, por lo que entiendo que se tomen su tiempo para trabajar, estudiar, comer e incluso convivir con amigos, etc. Yo tambien lo tengo. Pueden incluso tardar hasta un mes. ☆ Agradecería mucho que si van a estar ausentes, al menos avisar para decidir si esperar o dar por terminado el rol. No preguntaré razones ni nada. ☆ No doy redes sociales, lo mucho que ofrezco es *Di.sco.rd*. ☆ Social, Slice of Life, Terror, Fantasía, Aventura, Romance [Reservado], Gore; incluso Battle [Con sus respectivas reglas]; todo eso puedo rolear. ☆ Metarol y manipulaciones las ignoraré 3 veces, en caso de insistir, ahi se acaba el rol. Obviamente les indicaré en su debido momento. ☆ IMPORTANTE: Separar rol de vida personal, lo que haga mi personaje no debe afectarnos entre usuarios. Así mismo, si llega a haber una relación entre personajes, esto NO quiere decir que seamos pareja a nivel usuario.
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    le iba a dar un regalo a Alía Salvatore y me doy cuenta

    ya me acabe mis puntos, ya no puedo dar nada

    XD //
    le iba a dar un regalo a [salvatore77] y me doy cuenta ya me acabe mis puntos, ya no puedo dar nada XD //
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    // Tengo un dilema.
    Hemos hablado Xellos , Gaudy y yo sobre nuestra trama. La cuestión es que Gaudy no va a poder estar mucho por aquí porque es temporada alta para el negocio de su familia y le necesitan.

    Xellos y yo entoces hemos pensado en esperar a Ameria, Zel y Gaudy en vez de seguir la trama por nuestra cuenta. Bueno, Xellos y yo queremos hacer una trama concreta pero la queremos hacer en Discord porque es muy personal y por más razones.
    Entonces, en lo que Ame y Zel regresan (que no va a ser pronto) he pensado en crearme un personaje de Jujutsu Kaisen y no sé si editar esta cuenta o crearme un personaje nuevo...
    Lo digo de cara a los premios, si sigo en esta cuenta sigo acumulando puntos para premios, sino es empezar de cero y dejar esta a un margen una larga temporada. Os escucho
    // Tengo un dilema. Hemos hablado [XELLOS], [GAUDY] y yo sobre nuestra trama. La cuestión es que Gaudy no va a poder estar mucho por aquí porque es temporada alta para el negocio de su familia y le necesitan. Xellos y yo entoces hemos pensado en esperar a Ameria, Zel y Gaudy en vez de seguir la trama por nuestra cuenta. Bueno, Xellos y yo queremos hacer una trama concreta pero la queremos hacer en Discord porque es muy personal y por más razones. Entonces, en lo que Ame y Zel regresan (que no va a ser pronto) he pensado en crearme un personaje de Jujutsu Kaisen y no sé si editar esta cuenta o crearme un personaje nuevo... Lo digo de cara a los premios, si sigo en esta cuenta sigo acumulando puntos para premios, sino es empezar de cero y dejar esta a un margen una larga temporada. Os escucho 👀
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  • Día del Padre - BBQ Pool Party
    Fandom ABIERTO
    Categoría Otros
    ||Puede participar quien guste.||

    Se había dedicado toda la mañana a planear aquella fiesta general para tierra, infierno y cielo, todo padre que quisiera llegar a su palacio, más precisamente al área de la piscina, era bienvenido y los portales se habían abierto al azar en varios puntos distintos.

    Era algo sencillo pero esperaba fuera de agrado, pues si bien era cierto que no en todos puntos del mundo se reconocía a los padres (distintos motivos había), nada impedía que hiciera una pequeña celebración tanto para sí como para todos aquellos que eran orgullosos de tener o haber tenido hijos en algún momento.

    Justo a la entrada del portal había sirvientes infernales, todos con una gran gama de bañadores y ropa ligera de distintas tallas y modelos, así cada cual podría elegir lo que le gustara y quedara mejor antes de llegar.
    Otros cuantos demonios atendían la barbacoa y barra de ensaladas, incluso un pequeño puesto de bocadillos y golosinas, además de bebidas desde lo más simple hasta licores, para amplios gustos.

    —Bien, veamos si tenemos invitados~
    ||Puede participar quien guste.|| Se había dedicado toda la mañana a planear aquella fiesta general para tierra, infierno y cielo, todo padre que quisiera llegar a su palacio, más precisamente al área de la piscina, era bienvenido y los portales se habían abierto al azar en varios puntos distintos. Era algo sencillo pero esperaba fuera de agrado, pues si bien era cierto que no en todos puntos del mundo se reconocía a los padres (distintos motivos había), nada impedía que hiciera una pequeña celebración tanto para sí como para todos aquellos que eran orgullosos de tener o haber tenido hijos en algún momento. Justo a la entrada del portal había sirvientes infernales, todos con una gran gama de bañadores y ropa ligera de distintas tallas y modelos, así cada cual podría elegir lo que le gustara y quedara mejor antes de llegar. Otros cuantos demonios atendían la barbacoa y barra de ensaladas, incluso un pequeño puesto de bocadillos y golosinas, además de bebidas desde lo más simple hasta licores, para amplios gustos. —Bien, veamos si tenemos invitados~
    Tipo
    Grupal
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    Disponible
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  • FicRolers, recordad que según los lineamientos, responder a otras publicaciones usando otra publicación al estilo trending line de Twitter de forma masiva incumple los lineamientos de la comunidad.

    En caso de obtención de forma fraudalenta de puntos al crear publicaciones y comentarios masivamente, la sanción pasa a ser directamente a:

    Ban de todas las cuentas asociadas, restricción de IP y eliminación de todo contenido.

    https://ficrol.com/static/guidelines


    #RolSage3D #AyudaRolSage #AyudaNuevosUsuarios
    FicRolers, recordad que según los lineamientos, responder a otras publicaciones usando otra publicación al estilo trending line de Twitter de forma masiva incumple los lineamientos de la comunidad. En caso de obtención de forma fraudalenta de puntos al crear publicaciones y comentarios masivamente, la sanción pasa a ser directamente a: Ban de todas las cuentas asociadas, restricción de IP y eliminación de todo contenido. https://ficrol.com/static/guidelines #RolSage3D #AyudaRolSage #AyudaNuevosUsuarios
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  • De todos los seres vivos de la historia y la existencia misma... ¿Por qué tenías que ser tu quien se uniera a mi?...

    — Para este punto, el médico realmente estaba algo arto de escuchar a Karin llamándolo afeminado, mal médico, imbécil y demás cosas. Sabiendo que ambos estuvieron en guerras desde diferentes puntos de vista —.

    Déjame ya...
    De todos los seres vivos de la historia y la existencia misma... ¿Por qué tenías que ser tu quien se uniera a mi?... — Para este punto, el médico realmente estaba algo arto de escuchar a Karin llamándolo afeminado, mal médico, imbécil y demás cosas. Sabiendo que ambos estuvieron en guerras desde diferentes puntos de vista —. Déjame ya...
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