• No todos los casos de Joon como detective terminaban con una sonrisa de satisfacción o el aplauso silencioso de la justicia. Aquel día, tras la visita al museo, la realidad lo envolvió con la misma frialdad de siempre, aunque con un tono más áspero, más denso, como una sombra que no se aparta del pecho. Las pistas que obtuvo no eran reveladoras ni esperanzadoras. Por el contrario, eran fragmentos sueltos, piezas de un rompecabezas sin imagen, una maraña de detalles que no encajaban, que se burlaban de su cansancio y se aferraban a su mente como si le susurraran que estaba perdido.

    Había pasado tantas veces por esta ruta. Sabía que no todos los días se encuentra a los culpables, que no todas las personas aparecen, que no siempre hay cuerpos que enterrar o lágrimas que cerrar. A veces lo único que quedaba era un vacío, un expediente abierto, una silla vacía en la estación y una sensación punzante de impotencia que se arrastraba a casa con él. Ese caso en particular era uno de esos. Uno que parecía no tener salida, que lo había llevado a mirar al techo durante la noche, una y otra vez, con los ojos abiertos y la mente tambaleando en el borde de la duda.

    Porque, más allá del deber, más allá del uniforme o del reconocimiento, estaba Joon: un hombre solo en medio de las sombras, en una esquina de su cuarto, con la cabeza baja, encorvado sobre sí mismo como si pudiera esconderse del peso de su propia conciencia. No era la primera vez que se sentía así, pero sí una de las más duras. La pregunta que le retumbaba no era “¿quién lo hizo?”, sino “¿de verdad hice todo lo que pude?”. Las palabras del informe policial ya no lo consolaban, y los procedimientos, por más correctos que fueran, no servían para acallar el eco de las ausencias que dejaba tras cada caso sin cerrar.

    Había algo cruelmente constante en su oficio: la línea entre el éxito y el fracaso era tan delgada que podía romperse sin que nadie lo notara… salvo él. Y mientras las luces del museo se apagaban al otro lado de la ciudad, Joon seguía inmóvil, encorvado en ese rincón, con el alma cargada de silencios y ojos que no dormían. Porque la verdad es que a veces, ser un buen detective no era suficiente.


    #nightfallrevenge - De vuelta al presente
    No todos los casos de Joon como detective terminaban con una sonrisa de satisfacción o el aplauso silencioso de la justicia. Aquel día, tras la visita al museo, la realidad lo envolvió con la misma frialdad de siempre, aunque con un tono más áspero, más denso, como una sombra que no se aparta del pecho. Las pistas que obtuvo no eran reveladoras ni esperanzadoras. Por el contrario, eran fragmentos sueltos, piezas de un rompecabezas sin imagen, una maraña de detalles que no encajaban, que se burlaban de su cansancio y se aferraban a su mente como si le susurraran que estaba perdido. Había pasado tantas veces por esta ruta. Sabía que no todos los días se encuentra a los culpables, que no todas las personas aparecen, que no siempre hay cuerpos que enterrar o lágrimas que cerrar. A veces lo único que quedaba era un vacío, un expediente abierto, una silla vacía en la estación y una sensación punzante de impotencia que se arrastraba a casa con él. Ese caso en particular era uno de esos. Uno que parecía no tener salida, que lo había llevado a mirar al techo durante la noche, una y otra vez, con los ojos abiertos y la mente tambaleando en el borde de la duda. Porque, más allá del deber, más allá del uniforme o del reconocimiento, estaba Joon: un hombre solo en medio de las sombras, en una esquina de su cuarto, con la cabeza baja, encorvado sobre sí mismo como si pudiera esconderse del peso de su propia conciencia. No era la primera vez que se sentía así, pero sí una de las más duras. La pregunta que le retumbaba no era “¿quién lo hizo?”, sino “¿de verdad hice todo lo que pude?”. Las palabras del informe policial ya no lo consolaban, y los procedimientos, por más correctos que fueran, no servían para acallar el eco de las ausencias que dejaba tras cada caso sin cerrar. Había algo cruelmente constante en su oficio: la línea entre el éxito y el fracaso era tan delgada que podía romperse sin que nadie lo notara… salvo él. Y mientras las luces del museo se apagaban al otro lado de la ciudad, Joon seguía inmóvil, encorvado en ese rincón, con el alma cargada de silencios y ojos que no dormían. Porque la verdad es que a veces, ser un buen detective no era suficiente. #nightfallrevenge - De vuelta al presente
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  • El silencio pesaba en la habitación como una lápida recién colocada. Las luces parpadeaban con un zumbido mecánico, reflejándose en las baldosas blancas que ya no eran tan blancas.

    Un charco espeso, oscuro, ajeno al color de la vida, se esparcía bajo el cuerpo aún caliente del detective. Las suelas de sus zapatos negros apuntaban al techo, desordenadas, como si incluso en la muerte hubiese querido levantarse y terminar lo que empezó.

    El disparo había sido limpio. Preciso. Profesional. Pero no bastó para borrar la expresión que se le quedó dibujada en la cara: media sonrisa torcida, como si, incluso con el cañón contra su pecho, hubiera sabido algo que su asesino no. O como si hubiese aceptado, por fin, que su historia no iba a tener final feliz… porque los tipos como él no nacieron para eso.

    Nadie lo encontró a tiempo. Nadie escuchó su última exhalación. Solo quedaron los ecos de pasos pasados, una carpeta con pistas que ya nadie leería… y una taza de café fría sobre el escritorio, con su nombre garabateado a un lado.

    La ciudad seguiría girando. Pero esta vez, lo haría sin él. Y el caso… el caso se cerró solo.

    O eso quisieron creer.




    ⸻⸻⸻⸻⸻⸻⸻⸻

    #Nightfallrevenge - Bad ending ?? Alternative Universe


    Un universo donde "esa" visita en plena madrugada no terminó como Joon se lo imaginaba.

    Revisa los previos # para entenderlo. Me gusta darles un final alternativo a mis OC's con trabajos arriesgados.
    El silencio pesaba en la habitación como una lápida recién colocada. Las luces parpadeaban con un zumbido mecánico, reflejándose en las baldosas blancas que ya no eran tan blancas. Un charco espeso, oscuro, ajeno al color de la vida, se esparcía bajo el cuerpo aún caliente del detective. Las suelas de sus zapatos negros apuntaban al techo, desordenadas, como si incluso en la muerte hubiese querido levantarse y terminar lo que empezó. El disparo había sido limpio. Preciso. Profesional. Pero no bastó para borrar la expresión que se le quedó dibujada en la cara: media sonrisa torcida, como si, incluso con el cañón contra su pecho, hubiera sabido algo que su asesino no. O como si hubiese aceptado, por fin, que su historia no iba a tener final feliz… porque los tipos como él no nacieron para eso. Nadie lo encontró a tiempo. Nadie escuchó su última exhalación. Solo quedaron los ecos de pasos pasados, una carpeta con pistas que ya nadie leería… y una taza de café fría sobre el escritorio, con su nombre garabateado a un lado. La ciudad seguiría girando. Pero esta vez, lo haría sin él. Y el caso… el caso se cerró solo. O eso quisieron creer. ⸻⸻⸻⸻⸻⸻⸻⸻ #Nightfallrevenge - Bad ending ?? Alternative Universe Un universo donde "esa" visita en plena madrugada no terminó como Joon se lo imaginaba. Revisa los previos # para entenderlo. Me gusta darles un final alternativo a mis OC's con trabajos arriesgados.
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  • Tras encontrar el cuerpo colgando en el callejón, Joon no tardó en notar que había algo más que un crimen cualquiera. La ficha estaba marcada con un número de inventario y un símbolo antiguo: un grabado que había visto días atrás en una exposición en el museo.

    El aire olía a mármol viejo y a laca de madera antigua. Caminó despacio entre las salas medio iluminadas, sus pasos resonando como si perturbara algo que prefería seguir dormido. En el ala norte, donde la exposición de "Ritos Perdidos del Bajo Rhin" aún seguía montada, los grabados eran idénticos a los del cuerpo.

    ⸻ No puede ser coincidencia… ⸻murmuró, sacando su libreta y la ficha que aún llevaba en el bolsillo del abrigo.

    Frente a él, una urna de piedra tallada. Y bajo ella, el mismo símbolo, tallado con crudeza. El mismo que alguien había dejado como firma en un cadáver colgante.




    #nightfallrevenge
    Tras encontrar el cuerpo colgando en el callejón, Joon no tardó en notar que había algo más que un crimen cualquiera. La ficha estaba marcada con un número de inventario y un símbolo antiguo: un grabado que había visto días atrás en una exposición en el museo. El aire olía a mármol viejo y a laca de madera antigua. Caminó despacio entre las salas medio iluminadas, sus pasos resonando como si perturbara algo que prefería seguir dormido. En el ala norte, donde la exposición de "Ritos Perdidos del Bajo Rhin" aún seguía montada, los grabados eran idénticos a los del cuerpo. ⸻ No puede ser coincidencia… ⸻murmuró, sacando su libreta y la ficha que aún llevaba en el bolsillo del abrigo. Frente a él, una urna de piedra tallada. Y bajo ella, el mismo símbolo, tallado con crudeza. El mismo que alguien había dejado como firma en un cadáver colgante. #nightfallrevenge
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  • La tranquilidad no dura demasiado para quienes se acostumbraron a caminar entre las sombras.

    Aunque el caso de la joven violinista se cerró con una resolución casi milagrosa, el eco de aquel encuentro —la ayuda silenciosa de esa figura que desapareció en cuanto el peligro cesó— seguía presente, persistente, como un nudo bajo la piel. Desde entonces, sus días se habían llenado de un silencio denso. Ya no había visitas inesperadas en su departamento, ni hojas con flores amarillas dibujadas y olvidadas en su recibidor.

    El desastre que tiñó de rojo las paredes de la ciudad marcó una cicatriz imborrable en su rutina. Las cámaras, los titulares, la presión interna por mantener la compostura en un lugar hecho pedazos por dentro… todo lo empujó de vuelta a su departamento, donde el único sonido era el zumbido tenue del refrigerador, una sirena a lo lejos, e incluso el suave ronroneo de su gato.

    Y aunque nadie hablaba ya de lo ocurrido en la veterinaria —como si la ciudad entera hubiese hecho un esfuerzo deliberado por sepultarlo bajo una nueva capa de normalidad—, él sabía que esa clase de paz era apenas una pausa.

    Esa noche volvió a sonar el teléfono. Una llamada interna, sin identificación visible.

    ⸻ ¿Dígame?

    Silencio al otro lado. Luego, una voz metálica, filtrada, conocida solo para quienes sabían buscar.⸻Tenemos otro. Distrito cuatro. El puente viejo. No avises a nadie más.

    La línea se cortó.

    Él se quedó mirando el aparato unos segundos más, el zumbido del refrigerador pareció desaparecer bajo un ruido más profundo: el regreso del instinto. Volvió a vestirse como quien se pone un papel ya olvidado. Guantes. Linterna. La vieja chaqueta. En su bolsillo, un cuaderno delgado, desgastado en las esquinas..

    La escena lo recibió con una luna apenas oculta tras las nubes. El puente viejo estaba cercado con cinta, pero no había patrullas. Aún no. Ni reporteros, ni testigos, solo el cuerpo. Colgado. Suspendido por los tobillos, boca abajo, con una máscara de conejo blanco pintada con lo que parecía ser… pintura. ¿O era sangre seca?

    Un símbolo extraño dibujado bajo el cadáver, como una firma retorcida. Algo nuevo. Algo que no tenía nada que ver con la veterinaria.

    Ni con la violinista.

    Ni con lo anterior.

    Y sin embargo… sentía que esa figura lo miraba directamente a él. Era repugnante. Como si le hablara. Como si supiera.


    #nightfallrevenge

































    // Así como muchos acá, me gusta tomar en cuenta las personas con quienes interactúa Joon y los roles que tiene (aunque parte de ellos han sido abandonados f) para el desarrollo de su historia.

    Vuelvo a mencionar que cualquier post mío es de libre interacción, a no ser que etiquete. No tengo mucho tiempo libre, pero si te interesa algún rolcito puedes escribirme por dm uu/
    La tranquilidad no dura demasiado para quienes se acostumbraron a caminar entre las sombras. Aunque el caso de la joven violinista se cerró con una resolución casi milagrosa, el eco de aquel encuentro —la ayuda silenciosa de esa figura que desapareció en cuanto el peligro cesó— seguía presente, persistente, como un nudo bajo la piel. Desde entonces, sus días se habían llenado de un silencio denso. Ya no había visitas inesperadas en su departamento, ni hojas con flores amarillas dibujadas y olvidadas en su recibidor. El desastre que tiñó de rojo las paredes de la ciudad marcó una cicatriz imborrable en su rutina. Las cámaras, los titulares, la presión interna por mantener la compostura en un lugar hecho pedazos por dentro… todo lo empujó de vuelta a su departamento, donde el único sonido era el zumbido tenue del refrigerador, una sirena a lo lejos, e incluso el suave ronroneo de su gato. Y aunque nadie hablaba ya de lo ocurrido en la veterinaria —como si la ciudad entera hubiese hecho un esfuerzo deliberado por sepultarlo bajo una nueva capa de normalidad—, él sabía que esa clase de paz era apenas una pausa. Esa noche volvió a sonar el teléfono. Una llamada interna, sin identificación visible. ⸻ ¿Dígame? Silencio al otro lado. Luego, una voz metálica, filtrada, conocida solo para quienes sabían buscar.⸻Tenemos otro. Distrito cuatro. El puente viejo. No avises a nadie más. La línea se cortó. Él se quedó mirando el aparato unos segundos más, el zumbido del refrigerador pareció desaparecer bajo un ruido más profundo: el regreso del instinto. Volvió a vestirse como quien se pone un papel ya olvidado. Guantes. Linterna. La vieja chaqueta. En su bolsillo, un cuaderno delgado, desgastado en las esquinas.. La escena lo recibió con una luna apenas oculta tras las nubes. El puente viejo estaba cercado con cinta, pero no había patrullas. Aún no. Ni reporteros, ni testigos, solo el cuerpo. Colgado. Suspendido por los tobillos, boca abajo, con una máscara de conejo blanco pintada con lo que parecía ser… pintura. ¿O era sangre seca? Un símbolo extraño dibujado bajo el cadáver, como una firma retorcida. Algo nuevo. Algo que no tenía nada que ver con la veterinaria. Ni con la violinista. Ni con lo anterior. Y sin embargo… sentía que esa figura lo miraba directamente a él. Era repugnante. Como si le hablara. Como si supiera. #nightfallrevenge // Así como muchos acá, me gusta tomar en cuenta las personas con quienes interactúa Joon y los roles que tiene (aunque parte de ellos han sido abandonados f) para el desarrollo de su historia. Vuelvo a mencionar que cualquier post mío es de libre interacción, a no ser que etiquete. No tengo mucho tiempo libre, pero si te interesa algún rolcito puedes escribirme por dm uu/
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    La oscuridad nunca fue algo que asustara a Joon. De hecho, había aprendido a caminar dentro de ella con paso firme, como si llevarla en los hombros fuera parte del uniforme. Su deber no es huirle a las sombras, sino adentrarse en ellas, encontrar en su centro lo que otros preferían ignorar. Y así, noche tras noche, entre informes, cicatrices y silencios, Joon va construyendo un pacto consigo mismo: ser luz donde nadie más se atreve a mirar.

    Es un hombre que toca la oscuridad sin pertenecerle, que se acerca a los bordes del abismo con la calma de quien ya ha sido probado. La justicia no siempre es limpia, y él lo sabe. A veces se ve reflejado en rostros que ya no puede salvar, en errores que aprendió demasiado tarde. Pero sigue. Porque alguien tiene que hacerlo. Porque aún cree, a pesar del cansancio, que su causa tiene sentido.

    Él no es un héroe. Nunca quiso serlo. Es Joon. Un detective que ama su oficio no porque sea fácil, sino porque, incluso en lo roto, en lo difícil, en lo solitario, eligió creer. No se trata de una esperanza ciega ni de ideales románticos sobre el bien y el mal. Es una decisión áspera, tomada con los dientes apretados después de ver cómo la corrupción se disfraza de orden y cómo la verdad se entierra con silencios bien pagados.

    Un tipo de fe que no necesita testigos ni aplausos; basta con que saber que hizo lo correcto, aun si nadie más lo ve, aun si a veces ni siquiera puede explicarlo. Porque en un mundo donde las líneas se difuminan, alguien tiene que recordar dónde estaba la frontera, aunque sea con los pies hundidos en el lodo.

    #nightfallrevenge
    La oscuridad nunca fue algo que asustara a Joon. De hecho, había aprendido a caminar dentro de ella con paso firme, como si llevarla en los hombros fuera parte del uniforme. Su deber no es huirle a las sombras, sino adentrarse en ellas, encontrar en su centro lo que otros preferían ignorar. Y así, noche tras noche, entre informes, cicatrices y silencios, Joon va construyendo un pacto consigo mismo: ser luz donde nadie más se atreve a mirar. Es un hombre que toca la oscuridad sin pertenecerle, que se acerca a los bordes del abismo con la calma de quien ya ha sido probado. La justicia no siempre es limpia, y él lo sabe. A veces se ve reflejado en rostros que ya no puede salvar, en errores que aprendió demasiado tarde. Pero sigue. Porque alguien tiene que hacerlo. Porque aún cree, a pesar del cansancio, que su causa tiene sentido. Él no es un héroe. Nunca quiso serlo. Es Joon. Un detective que ama su oficio no porque sea fácil, sino porque, incluso en lo roto, en lo difícil, en lo solitario, eligió creer. No se trata de una esperanza ciega ni de ideales románticos sobre el bien y el mal. Es una decisión áspera, tomada con los dientes apretados después de ver cómo la corrupción se disfraza de orden y cómo la verdad se entierra con silencios bien pagados. Un tipo de fe que no necesita testigos ni aplausos; basta con que saber que hizo lo correcto, aun si nadie más lo ve, aun si a veces ni siquiera puede explicarlo. Porque en un mundo donde las líneas se difuminan, alguien tiene que recordar dónde estaba la frontera, aunque sea con los pies hundidos en el lodo. #nightfallrevenge
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  • Lo vió desangrarse entre sus brazos aquella noche, su uniforme empapado y su aliento cada vez más débil. El estruendo del tiroteo todavía retumba en sus oídos, y lo único que recuerda con claridad es su voz, susurrándole que todo estaría bien, aunque ambos sabían que era mentira.

    Joon apretó su mano con fuerza, como si con eso pudiera retenerlo un poco más, pero el tiempo no tuvo piedad. Se fue con los ojos fijos en los suyos, y desde entonces, una parte de él se quedó allí, en esa calle mal iluminada, abrazando un cuerpo que ya no respondía.

    Aún recuerda los días antes de eso, cuando su risa llenaba los pasillos del cuartel y pensaba que tenían todo el tiempo del mundo. Fue su primer amor, un cariño que creció sin que se dieran cuenta, en medio de rondas nocturnas y cafés mal preparados. Nadie lo supo realmente, y quizás eso lo hizo aún más de ellos.

    Ahora, solo queda su gato. El mismo que solían acariciar juntos después de cada turno largo. Él sigue esperando cerca de la ventana, como si, de alguna manera, él también espera que su dueño vuelva. Joon se encarga de cuidarlo como él lo habría hecho. A veces, cuando lo mira, ve algo de él en esos ojos verdes, como si fuera su reflejo. Y en esos momentos, la ausencia de su primer amor se siente tan profunda, como un eco lejano de lo que podría haber sido, pero que ya no es.




    #nightfallrevenge :: Recuerdos del pasado

    // Creo que nunca expliqué a fondo sobre el primer amor de mi niño. Ese con el que Joon empezó a dudar de su sexualidad. Solo en un rol que llevé con alguien y no se terminó, así que finalmente lo pongo por aquí
    Lo vió desangrarse entre sus brazos aquella noche, su uniforme empapado y su aliento cada vez más débil. El estruendo del tiroteo todavía retumba en sus oídos, y lo único que recuerda con claridad es su voz, susurrándole que todo estaría bien, aunque ambos sabían que era mentira. Joon apretó su mano con fuerza, como si con eso pudiera retenerlo un poco más, pero el tiempo no tuvo piedad. Se fue con los ojos fijos en los suyos, y desde entonces, una parte de él se quedó allí, en esa calle mal iluminada, abrazando un cuerpo que ya no respondía. Aún recuerda los días antes de eso, cuando su risa llenaba los pasillos del cuartel y pensaba que tenían todo el tiempo del mundo. Fue su primer amor, un cariño que creció sin que se dieran cuenta, en medio de rondas nocturnas y cafés mal preparados. Nadie lo supo realmente, y quizás eso lo hizo aún más de ellos. Ahora, solo queda su gato. El mismo que solían acariciar juntos después de cada turno largo. Él sigue esperando cerca de la ventana, como si, de alguna manera, él también espera que su dueño vuelva. Joon se encarga de cuidarlo como él lo habría hecho. A veces, cuando lo mira, ve algo de él en esos ojos verdes, como si fuera su reflejo. Y en esos momentos, la ausencia de su primer amor se siente tan profunda, como un eco lejano de lo que podría haber sido, pero que ya no es. #nightfallrevenge :: Recuerdos del pasado // Creo que nunca expliqué a fondo sobre el primer amor de mi niño. Ese con el que Joon empezó a dudar de su sexualidad. Solo en un rol que llevé con alguien y no se terminó, así que finalmente lo pongo por aquí
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  • Sentado en el sillón más cercano a la ventana, con el abrigo aún mal colgado en el respaldo, su cuerpo comenzaba a ceder al cansancio. Los párpados le pesaban, deslizándose poco a poco mientras su cabeza se inclinaba apenas hacia un lado.

    En casa, al fin, donde el silencio no le exigía respuestas ni sospechosos, donde la taza en sus dedos era lo único que debía sostener. Un suspiro escapó de él sin querer, mezcla de alivio y agotamiento.

    Había sido otro día largo en la comisaría… pero al menos, aquí, podía permitirse cerrar los ojos sin mirar por encima del hombro.

    #nightfallrevenge
    Sentado en el sillón más cercano a la ventana, con el abrigo aún mal colgado en el respaldo, su cuerpo comenzaba a ceder al cansancio. Los párpados le pesaban, deslizándose poco a poco mientras su cabeza se inclinaba apenas hacia un lado. En casa, al fin, donde el silencio no le exigía respuestas ni sospechosos, donde la taza en sus dedos era lo único que debía sostener. Un suspiro escapó de él sin querer, mezcla de alivio y agotamiento. Había sido otro día largo en la comisaría… pero al menos, aquí, podía permitirse cerrar los ojos sin mirar por encima del hombro. #nightfallrevenge
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  • Su oficina, usualmente ordenada, estaba ahora cubierta de documentos, fotografías y mapas con líneas rojas que unían puntos sin sentido. La desaparición de aquella chica se estaba convirtiendo en una pesadilla que lo empujaba más allá de sus límites.

    Con un suspiro pesado, se pasó una mano por el rostro, sintiendo el peso del cansancio y la frustración. Sobre el escritorio, la lista que había llegado junto a un viejo violín brillaba bajo la tenue luz del escritorio. Tres nombres. Tres vidas tachadas. La violinista era la última, pero ¿a dónde llevaba todo esto?

    Se inclinó hacia atrás en la silla, empujándose las gafas sobre el cabello desordenado. Recordó al hombre que días atrás le entregó el violín. Su apariencia andrajosa y sus palabras cargadas de pánico resonaban en su mente: “Ella no quería tocarlo, pero no tuvo elección. Si lo encuentra... sabrá.”

    Antes de que pudiera presionarlo para más detalles, el hombre desapareció como un fantasma, dejándolo solo con aquel instrumento antiguo entre sus manos.

    #nightfallrevenge

    Su oficina, usualmente ordenada, estaba ahora cubierta de documentos, fotografías y mapas con líneas rojas que unían puntos sin sentido. La desaparición de aquella chica se estaba convirtiendo en una pesadilla que lo empujaba más allá de sus límites. Con un suspiro pesado, se pasó una mano por el rostro, sintiendo el peso del cansancio y la frustración. Sobre el escritorio, la lista que había llegado junto a un viejo violín brillaba bajo la tenue luz del escritorio. Tres nombres. Tres vidas tachadas. La violinista era la última, pero ¿a dónde llevaba todo esto? Se inclinó hacia atrás en la silla, empujándose las gafas sobre el cabello desordenado. Recordó al hombre que días atrás le entregó el violín. Su apariencia andrajosa y sus palabras cargadas de pánico resonaban en su mente: “Ella no quería tocarlo, pero no tuvo elección. Si lo encuentra... sabrá.” Antes de que pudiera presionarlo para más detalles, el hombre desapareció como un fantasma, dejándolo solo con aquel instrumento antiguo entre sus manos. #nightfallrevenge
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  • El reloj marcaba las 7:15 a.m., y la estación ya estaba inundada por un murmullo inquieto de reporteros. Joon ajustó su corbata mientras se detenía frente a la puerta principal, respirando profundamente antes de abrirla. El flash de las cámaras fue inmediato, cegador, y el bullicio lo recibió como una manada de lobos ansiosos por un trozo de carne.

    “Detective Bokkel, ¿es cierto que no tienen pistas sólidas después de todo este tiempo?”

    “¿Qué hay de los rumores sobre negligencia en el caso?”

    “¿Es verdad que la familia está perdiendo la paciencia?”

    Joon levantó una mano, exigiendo silencio. Comenzaba a cansarse con que la prensa fuera demasiado insistente en cuanto a esta clase de casos se tratase, ¿acaso no dormían? Con una expresión estoica pero cansada, barrió con la mirada a la multitud.

    ⸻ El caso sigue abierto, y estamos trabajando sin descanso para encontrar respuestas. Entendemos su frustración, pero les aseguro que no descansaremos hasta resolverlo ⸻dijo con una voz firme que no dejaba espacio para interrupciones.⸻ Ahora, les pido que permitan al equipo hacer su trabajo. No habrá más comentarios hasta que tengamos algo concreto que compartir.

    Sin esperar más, dio media vuelta. Debían cerrar las puertas y dejar fuera las quejas de la prensa, y si fuera necesario mandar a cerrar las persianas de todas las ventanas. No quería interrupciones, y mucho menos algún fisgón.

    Apoyó la espalda contra la puerta por un momento, soltando un suspiro pesado. Adentro de la estación nadie parecía contrnto tampoco por la inesperada visita, pero era lo que podían hacer. Solo quedaba revisar que cualquier punto de la estación estuviera fuera del alcance de ellos.


    #nightfallrevenge
    El reloj marcaba las 7:15 a.m., y la estación ya estaba inundada por un murmullo inquieto de reporteros. Joon ajustó su corbata mientras se detenía frente a la puerta principal, respirando profundamente antes de abrirla. El flash de las cámaras fue inmediato, cegador, y el bullicio lo recibió como una manada de lobos ansiosos por un trozo de carne. “Detective Bokkel, ¿es cierto que no tienen pistas sólidas después de todo este tiempo?” “¿Qué hay de los rumores sobre negligencia en el caso?” “¿Es verdad que la familia está perdiendo la paciencia?” Joon levantó una mano, exigiendo silencio. Comenzaba a cansarse con que la prensa fuera demasiado insistente en cuanto a esta clase de casos se tratase, ¿acaso no dormían? Con una expresión estoica pero cansada, barrió con la mirada a la multitud. ⸻ El caso sigue abierto, y estamos trabajando sin descanso para encontrar respuestas. Entendemos su frustración, pero les aseguro que no descansaremos hasta resolverlo ⸻dijo con una voz firme que no dejaba espacio para interrupciones.⸻ Ahora, les pido que permitan al equipo hacer su trabajo. No habrá más comentarios hasta que tengamos algo concreto que compartir. Sin esperar más, dio media vuelta. Debían cerrar las puertas y dejar fuera las quejas de la prensa, y si fuera necesario mandar a cerrar las persianas de todas las ventanas. No quería interrupciones, y mucho menos algún fisgón. Apoyó la espalda contra la puerta por un momento, soltando un suspiro pesado. Adentro de la estación nadie parecía contrnto tampoco por la inesperada visita, pero era lo que podían hacer. Solo quedaba revisar que cualquier punto de la estación estuviera fuera del alcance de ellos. #nightfallrevenge
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  • El sol pegaba con fuerza contra los edificios de la ciudad cuando Joon abrió los ojos. La resaca le pesaba en la cabeza como un caso sin resolver, y el chocolate de la estación no bastaba para sacarlo del letargo. Quiso probar algo más dulce para quitarse la amargura que traía en la boca.

    Ajustó el reloj en su muñeca mientras se abría paso entre la multitud, su otra mano aferrada a no dejar caer su desayuno que estaba decidido a terminar en la oficina.

    No recordaba cómo había llegado a casa la noche anterior, solo la amarga sensación del whisky recorriendo su garganta, el murmullo de conversaciones ajenas en el bar, incluida la que tuvo con un sujeto que conoció recién ahí. Nada útil, nada que lo acercara a la persona que llevaba buscando.

    El bullicio de la ciudad golpeaba sus oídos, un mar de sonidos que normalmente filtraba con facilidad.

    Pero esta vez, entre el claxon de los coches, las risas de los transeúntes y el murmullo constante de la multitud, sintió una mirada sobre él. Esta era insistente, pesada, como un peso en el pecho. Eso, o solo se sentía inquieto por culpa del cansancio.

    #nightfallrevenge
    El sol pegaba con fuerza contra los edificios de la ciudad cuando Joon abrió los ojos. La resaca le pesaba en la cabeza como un caso sin resolver, y el chocolate de la estación no bastaba para sacarlo del letargo. Quiso probar algo más dulce para quitarse la amargura que traía en la boca. Ajustó el reloj en su muñeca mientras se abría paso entre la multitud, su otra mano aferrada a no dejar caer su desayuno que estaba decidido a terminar en la oficina. No recordaba cómo había llegado a casa la noche anterior, solo la amarga sensación del whisky recorriendo su garganta, el murmullo de conversaciones ajenas en el bar, incluida la que tuvo con un sujeto que conoció recién ahí. Nada útil, nada que lo acercara a la persona que llevaba buscando. El bullicio de la ciudad golpeaba sus oídos, un mar de sonidos que normalmente filtraba con facilidad. Pero esta vez, entre el claxon de los coches, las risas de los transeúntes y el murmullo constante de la multitud, sintió una mirada sobre él. Esta era insistente, pesada, como un peso en el pecho. Eso, o solo se sentía inquieto por culpa del cansancio. #nightfallrevenge
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