• Estará comiendo una tarta de fresas, descansa en su tiempo libre.
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  • ~{Los Hilos Del Destino}~

    En el mundo moderno, Apolo, conocido como Alex Delos, sigue su labor como visionario y guía, equilibrando tecnología y arte en su empresa llamada Helios Innovations. Sin embargo, el destino tiene otros planes para él. Las Moiras, las diosas del destino, han comenzado a intervenir en los hilos de su vida, tejiendo una trama que pondrá a prueba su poder y su voluntad.


    El Encuentro Inesperado

    Todo comienza cuando Apolo empieza a tener visiones fragmentadas de un futuro incierto. En sus sueños, ve a las Moiras—Cloto, Láquesis y Átropos—sentadas en torno a un telar cósmico. Cada noche, las visiones se vuelven más claras: las Moiras están manipulando los hilos de su destino, intentando alterar su camino.

    Una noche, mientras medita en el Templo de la Luz en Delos, Apolo siente una presencia poderosa. Las sombras se alargan y las tres diosas aparecen ante él.

    Cloto: “Apolo, tus acciones en el mundo de los mortales han perturbado el equilibrio del destino.”

    Láquesis: “Has desafiado los designios escritos, alterando el curso de la humanidad con tu luz y tu conocimiento.”

    Átropos: “Ahora, debemos intervenir para asegurarnos de que el equilibrio sea restaurado.”

    El Dilema del Destino

    Apolo, desafiante, les responde que su misión siempre ha sido iluminar a la humanidad, no dictar su destino. Sin embargo, las Moiras advierten que sus intervenciones están alterando el tejido del tiempo, creando posibilidades que no deberían existir. Le ofrecen un ultimátum: renunciar a su influencia en el mundo mortal o enfrentar las consecuencias de un destino impredecible.

    Apolo, determinado a proteger a la humanidad y su legado, decide enfrentarse a las Moiras. Sabe que no puede cambiar el destino directamente, pero sí puede influir en cómo se desarrolla.

    La Búsqueda de los Hilos Perdidos

    Para desafiar a las Moiras, Apolo debe encontrar tres hilos dorados ocultos en diferentes rincones del mundo, cada uno representando una parte esencial de su ser: su pasado, su presente, y su futuro. Con la ayuda de sus aliados en Helios Innovations, comienza una búsqueda que lo llevará a lugares antiguos, llenos de secretos olvidados.

    Cada hilo está protegido por pruebas que desafían sus convicciones:
    • El Hilo del Pasado: En el santuario de Delfos, Apolo enfrenta visiones de sus errores y pérdidas, incluidas las sombras de sus amores pasados. Debe aceptarlos para recuperar el hilo.
    • El Hilo del Presente: En la ciudad de Atenas, debe resolver un enigma que involucra la conexión entre la tecnología y la naturaleza, demostrando que puede equilibrar ambos mundos sin destruir el destino.
    • El Hilo del Futuro: En una cueva oculta en Creta, Apolo confronta una visión de un mundo sin su luz, donde la oscuridad domina. Para reclamar el hilo, debe reafirmar su propósito y su fe en la humanidad.

    El Confrontación Final

    Con los tres hilos dorados en su poder, Apolo regresa a Delos para enfrentar a las Moiras. Las diosas están impresionadas por su determinación, pero no convencidas. Le ofrecen una última prueba: entrelazar los hilos en el telar cósmico sin romper el equilibrio del destino.

    Apolo, guiado por su sabiduría y su amor por los mortales, teje cuidadosamente los hilos, creando un patrón que permite tanto la libertad como la inevitabilidad del destino. Al finalizar, las Moiras lo observan en silencio, antes de otorgarle su bendición.

    Cloto: “Has demostrado que incluso el destino puede ser moldeado sin romperse.”

    Láquesis: “Tu luz puede coexistir con los designios escritos.”

    Átropos: “Continúa tu camino, Apolo, pero recuerda siempre que el destino es un lienzo frágil.”

    El Nuevo Amanecer

    Con la aprobación de las Moiras, Apolo retoma su vida en la Tierra, más consciente de la delicada danza entre el destino y la libre voluntad. Helios Innovations florece como un faro de inspiración, y Apolo, como Alex Delos, sigue guiando a la humanidad con su luz, sabiendo que su lugar en el telar del destino está seguro, al menos por ahora.

    ~{Los Hilos Del Destino}~ En el mundo moderno, Apolo, conocido como Alex Delos, sigue su labor como visionario y guía, equilibrando tecnología y arte en su empresa llamada Helios Innovations. Sin embargo, el destino tiene otros planes para él. Las Moiras, las diosas del destino, han comenzado a intervenir en los hilos de su vida, tejiendo una trama que pondrá a prueba su poder y su voluntad. El Encuentro Inesperado Todo comienza cuando Apolo empieza a tener visiones fragmentadas de un futuro incierto. En sus sueños, ve a las Moiras—Cloto, Láquesis y Átropos—sentadas en torno a un telar cósmico. Cada noche, las visiones se vuelven más claras: las Moiras están manipulando los hilos de su destino, intentando alterar su camino. Una noche, mientras medita en el Templo de la Luz en Delos, Apolo siente una presencia poderosa. Las sombras se alargan y las tres diosas aparecen ante él. Cloto: “Apolo, tus acciones en el mundo de los mortales han perturbado el equilibrio del destino.” Láquesis: “Has desafiado los designios escritos, alterando el curso de la humanidad con tu luz y tu conocimiento.” Átropos: “Ahora, debemos intervenir para asegurarnos de que el equilibrio sea restaurado.” El Dilema del Destino Apolo, desafiante, les responde que su misión siempre ha sido iluminar a la humanidad, no dictar su destino. Sin embargo, las Moiras advierten que sus intervenciones están alterando el tejido del tiempo, creando posibilidades que no deberían existir. Le ofrecen un ultimátum: renunciar a su influencia en el mundo mortal o enfrentar las consecuencias de un destino impredecible. Apolo, determinado a proteger a la humanidad y su legado, decide enfrentarse a las Moiras. Sabe que no puede cambiar el destino directamente, pero sí puede influir en cómo se desarrolla. La Búsqueda de los Hilos Perdidos Para desafiar a las Moiras, Apolo debe encontrar tres hilos dorados ocultos en diferentes rincones del mundo, cada uno representando una parte esencial de su ser: su pasado, su presente, y su futuro. Con la ayuda de sus aliados en Helios Innovations, comienza una búsqueda que lo llevará a lugares antiguos, llenos de secretos olvidados. Cada hilo está protegido por pruebas que desafían sus convicciones: • El Hilo del Pasado: En el santuario de Delfos, Apolo enfrenta visiones de sus errores y pérdidas, incluidas las sombras de sus amores pasados. Debe aceptarlos para recuperar el hilo. • El Hilo del Presente: En la ciudad de Atenas, debe resolver un enigma que involucra la conexión entre la tecnología y la naturaleza, demostrando que puede equilibrar ambos mundos sin destruir el destino. • El Hilo del Futuro: En una cueva oculta en Creta, Apolo confronta una visión de un mundo sin su luz, donde la oscuridad domina. Para reclamar el hilo, debe reafirmar su propósito y su fe en la humanidad. El Confrontación Final Con los tres hilos dorados en su poder, Apolo regresa a Delos para enfrentar a las Moiras. Las diosas están impresionadas por su determinación, pero no convencidas. Le ofrecen una última prueba: entrelazar los hilos en el telar cósmico sin romper el equilibrio del destino. Apolo, guiado por su sabiduría y su amor por los mortales, teje cuidadosamente los hilos, creando un patrón que permite tanto la libertad como la inevitabilidad del destino. Al finalizar, las Moiras lo observan en silencio, antes de otorgarle su bendición. Cloto: “Has demostrado que incluso el destino puede ser moldeado sin romperse.” Láquesis: “Tu luz puede coexistir con los designios escritos.” Átropos: “Continúa tu camino, Apolo, pero recuerda siempre que el destino es un lienzo frágil.” El Nuevo Amanecer Con la aprobación de las Moiras, Apolo retoma su vida en la Tierra, más consciente de la delicada danza entre el destino y la libre voluntad. Helios Innovations florece como un faro de inspiración, y Apolo, como Alex Delos, sigue guiando a la humanidad con su luz, sabiendo que su lugar en el telar del destino está seguro, al menos por ahora.
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  • *tomando una libreta, mientras tengo la guitarra en mis manos comienzo a escribir*

    Eh notado, que mi corazón tiene la habilidad de sanarse a si mismo.

    Cada grieta que se le va formando por una uh otra cosa se va rellenado poco a poco con algo más.

    Ese hueco queda tapiado con oro y alabastro, haciendo que hasta el corazón más roto, se vea hermoso a sus ojos

    *Por último la chica termina por garabatear la imagen que refleja aquel pensamiento, mordiendo un tanto sus labios*
    *tomando una libreta, mientras tengo la guitarra en mis manos comienzo a escribir* Eh notado, que mi corazón tiene la habilidad de sanarse a si mismo. Cada grieta que se le va formando por una uh otra cosa se va rellenado poco a poco con algo más. Ese hueco queda tapiado con oro y alabastro, haciendo que hasta el corazón más roto, se vea hermoso a sus ojos *Por último la chica termina por garabatear la imagen que refleja aquel pensamiento, mordiendo un tanto sus labios*
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  • *después de aquél pesado día, no podía dejar de pensar que ella no se habría terminado de ir solo por eso.

    Decide darse una ducha de agua fría en su tina con algunas burbujas, viendo las mismas distraída, está de momento lleva su mano a aquella marca de mordida en su cuello*

    Tsk en algún punto se borrará y quizas cuando eso pase mi mente sea libre nuevamente

    *Se queda dentro de la tina viendo por la ventana un tanto distraída*
    *después de aquél pesado día, no podía dejar de pensar que ella no se habría terminado de ir solo por eso. Decide darse una ducha de agua fría en su tina con algunas burbujas, viendo las mismas distraída, está de momento lleva su mano a aquella marca de mordida en su cuello* Tsk en algún punto se borrará y quizas cuando eso pase mi mente sea libre nuevamente *Se queda dentro de la tina viendo por la ventana un tanto distraída*
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  • — Me ahogo... help. Yo necesitar ayuda. Yo no saber nadar

    // Por suerte hoy tengo libre. Aprovechare bien porque puedo desaparecer 1 mes
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  • Bueno es un nuevo Día al fin libre en este mundo .....pero al menos ya no estoy encerrado realmente me pareció una eternidad......
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  • Me muero de celos,
    del viento que acaricia tu piel,
    de las olas que te envuelven en su abrazo eterno,
    mientras yo, como una roca, permanezco inmóvil,
    soñando con rozarte siquiera en mis pensamientos.

    Me muero de celos,
    de las aves que cruzan el cielo
    sin cadenas, sin miedo,
    y yo aquí, preso del deseo,
    del anhelo de volar contigo en un mismo sueño.

    Me muero de celos,
    de los árboles que te ofrecen sombra,
    de las flores que beben tu fragancia
    y la guardan en su esencia,
    mientras mi alma se marchita en tu ausencia.

    Me muero de celos,
    de la luna que observa tus noches,
    del sol que pinta tu amanecer,
    porque son libres para amarte,
    y yo solo un prisionero de este mundo.

    Me muero de celos, del viento que acaricia tu piel, de las olas que te envuelven en su abrazo eterno, mientras yo, como una roca, permanezco inmóvil, soñando con rozarte siquiera en mis pensamientos. Me muero de celos, de las aves que cruzan el cielo sin cadenas, sin miedo, y yo aquí, preso del deseo, del anhelo de volar contigo en un mismo sueño. Me muero de celos, de los árboles que te ofrecen sombra, de las flores que beben tu fragancia y la guardan en su esencia, mientras mi alma se marchita en tu ausencia. Me muero de celos, de la luna que observa tus noches, del sol que pinta tu amanecer, porque son libres para amarte, y yo solo un prisionero de este mundo.
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  • -El cielo teñido de naranja parecía observar a Coke desde las alturas, como si también fuera testigo de su lucha interna. Con el balón frente a él, la textura gastada y las grietas de su superficie reflejaban una vida llena de cicatrices, no muy diferente a la suya. Habían pasado semanas desde que había encontrado tiempo para sí mismo, y el campo vacío frente a él era la única compañía que necesitaba.-

    -Sus botas desgastadas se hundieron en el césped mientras daba el primer paso, impulsando el balón con suavidad. Con cada toque, sus movimientos se volvían más precisos, más fluidos, y algo en su interior comenzaba a liberarse. Los pensamientos oscuros que lo perseguían parecían desvanecerse con cada pase. El viento fresco acariciaba su rostro, un contraste con el calor que brotaba de su cuerpo mientras aumentaba la velocidad.-

    -No había público, no había rivales, ni siquiera había una portería real; solo él y el balón, un vínculo tan antiguo como sus recuerdos más felices. El sonido rítmico del cuero contra sus botas resonaba en el aire, marcando el compás de su corazón, que empezaba a latir más fuerte, más firme.-

    -Dio un giro repentino, esquivando obstáculos imaginarios, cada movimiento cargado de una precisión que había perfeccionado en su juventud. De repente, dejó de ser el hombre marcado por sus fracasos, las pérdidas y el peso de un destino que no había elegido. En este campo, era libre.-

    -Con un último toque, cargado de toda la fuerza que le quedaba, el balón voló hacia la portería improvisada. El golpe resonó con fuerza, chocando contra el poste de madera desgastada que servía como marcador. Coke cayó de rodillas, sus manos apoyándose en el césped mientras su respiración entrecortada llenaba el silencio.-

    -Su mirada se dirigió al cielo, el sudor resbalando por su frente. No había cambiado nada allá afuera, pero dentro de él, algo había comenzado a sanar. El deporte no resolvería sus problemas ni desharía el pasado, pero en ese momento le dio algo que creía perdido: esperanza.-


    ---------------------------------------------

    Alguien deme mi rol deportivo por favor ||

    -El cielo teñido de naranja parecía observar a Coke desde las alturas, como si también fuera testigo de su lucha interna. Con el balón frente a él, la textura gastada y las grietas de su superficie reflejaban una vida llena de cicatrices, no muy diferente a la suya. Habían pasado semanas desde que había encontrado tiempo para sí mismo, y el campo vacío frente a él era la única compañía que necesitaba.- -Sus botas desgastadas se hundieron en el césped mientras daba el primer paso, impulsando el balón con suavidad. Con cada toque, sus movimientos se volvían más precisos, más fluidos, y algo en su interior comenzaba a liberarse. Los pensamientos oscuros que lo perseguían parecían desvanecerse con cada pase. El viento fresco acariciaba su rostro, un contraste con el calor que brotaba de su cuerpo mientras aumentaba la velocidad.- -No había público, no había rivales, ni siquiera había una portería real; solo él y el balón, un vínculo tan antiguo como sus recuerdos más felices. El sonido rítmico del cuero contra sus botas resonaba en el aire, marcando el compás de su corazón, que empezaba a latir más fuerte, más firme.- -Dio un giro repentino, esquivando obstáculos imaginarios, cada movimiento cargado de una precisión que había perfeccionado en su juventud. De repente, dejó de ser el hombre marcado por sus fracasos, las pérdidas y el peso de un destino que no había elegido. En este campo, era libre.- -Con un último toque, cargado de toda la fuerza que le quedaba, el balón voló hacia la portería improvisada. El golpe resonó con fuerza, chocando contra el poste de madera desgastada que servía como marcador. Coke cayó de rodillas, sus manos apoyándose en el césped mientras su respiración entrecortada llenaba el silencio.- -Su mirada se dirigió al cielo, el sudor resbalando por su frente. No había cambiado nada allá afuera, pero dentro de él, algo había comenzado a sanar. El deporte no resolvería sus problemas ni desharía el pasado, pero en ese momento le dio algo que creía perdido: esperanza.- --------------------------------------------- Alguien deme mi rol deportivo por favor 😭 ||
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  • -Parece que morrison no tiene tabajo para mi hoy,es dia libre ,es hora de distraerse un rato
    -Parece que morrison no tiene tabajo para mi hoy,es dia libre ,es hora de distraerse un rato
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  • 𝕄𝕠𝕟𝕠𝕣𝕠𝕝:
    ┅┅━━━━━━━━ •⊱✧⊰• ━━━━━━━━┅┅
    En una sala del palacio de Albagard con una mesa de madera desgastada ocupa el centro, iluminada por un candelabro casi consumido. Adelaida, Barristan y Agatha están sentados alrededor de ella, sus rostros marcados por la tensión. Afuera, el silencio nocturno del palacio contrasta con la tormenta de pensamientos que se cierne sobre ellos.

    𝔸𝕕𝕖𝕝𝕒𝕚𝕕𝕒 [apoyando las manos en la mesa, con el rostro serio]:
    —Todo está listo. Llevamos más de un mes planeando esto, y con Archibald partiendo en dos días, no habrá otra oportunidad. A las cuatro de la mañana, los guardias estarán cansados, relajados por el cambio de turno. Es el momento perfecto.

    𝔹𝕒𝕣𝕣𝕚𝕤𝕥𝕒𝕟 [golpeando la mesa con los nudillos, su ceño fruncido reflejando su enojo]:
    —Lo es, pero no será sencillo. La distracción que haremos Adelaida y yo te dará el tiempo necesario para liberar a tu dragona, pero debes actuar rápido, Agatha. Si algo sale mal, tú serás la única que sobrevivirá.

    𝔸𝕘𝕒𝕥𝕙𝕒 [mirando el candelabro, con los dedos entrelazados sobre la mesa]:
    —Lo sé. Pero no puedo evitar pensar en lo que pasará si fallamos.

    𝔸𝕕𝕖𝕝𝕒𝕚𝕕𝕒 [sacando un pequeño artefacto metálico con runas grabadas de una caja frente a ella]:
    —Por eso te doy esto. Es un artefacto de destello, de un solo uso. Si te ves acorralada, apriétalo. Creará un destello tan fuerte que cegará a cualquiera cerca de ti. Eso debería darte unos segundos para escapar.

    𝔹𝕒𝕣𝕣𝕚𝕤𝕥𝕒𝕟 [cruzando los brazos, con una sonrisa amarga]:
    —Y mientras tú haces tu parte, Adelaida y yo nos encargaremos de distraer a los guardias en el ala sur. Sabemos lo que está en juego, y no hay marcha atrás.

    𝔸𝕘𝕒𝕥𝕙𝕒 [mirándolos con angustia]:
    —Si los atrapan, Archibald no tendrá piedad.

    𝔸𝕕𝕖𝕝𝕒𝕚𝕕𝕒 [con tono firme, mirándola a los ojos]:
    —Lo sabemos. Pero nuestras familias no se quedarán de brazos cruzados. Si algo nos pasa, harán todo lo posible por frenar a Archibald. Aunque eso no significa que él lo tema.

    𝔹𝕒𝕣𝕣𝕚𝕤𝕥𝕒𝕟 [asintiendo con determinación]:
    —Archibald no teme a una guerra interna, pero nuestras casas son poderosas. Si nuestras muertes significan un obstáculo para él, al menos habremos ganado tiempo. Lo importante ahora es que tú logres escapar y adviertas a las ciudades blancas.

    𝔸𝕘𝕒𝕥𝕙𝕒 [tomando el artefacto con manos temblorosas, pero con una expresión decidida]:
    —Lo haré. No dejaré que este sacrificio sea en vano.

    𝔹𝕒𝕣𝕣𝕚𝕤𝕥𝕒𝕟 [mirándola con intensidad]:
    —A las cuatro de la mañana, cuando comience nuestra distracción, tú irás al ala oeste. Libera a tu dragona y vuela antes de que puedan reaccionar.

    𝔸𝕕𝕖𝕝𝕒𝕚𝕕𝕒 [con una leve sonrisa seca]:
    —Haz lo que debes hacer, Agatha. No mires atrás.

    El sonido de pasos en el pasillo los hace callar. Adelaida apaga el candelabro rápidamente, sumiendo la sala en la oscuridad.

    𝔸𝕕𝕖𝕝𝕒𝕚𝕕𝕒 [en un susurro]:
    —Es hora de volver. En dos noches, serás libre.

    Los tres se separan en silencio, cada uno regresando a sus respectivas alcobas, mientras la sombra de la traición y la esperanza se cierne sobre el palacio. Afuera, la noche parece más oscura que nunca.
    ┅┅━━━━━━━━ •⊱✧⊰• ━━━━━━━━┅┅
    𝕄𝕠𝕟𝕠𝕣𝕠𝕝: ┅┅━━━━━━━━ •⊱✧⊰• ━━━━━━━━┅┅ En una sala del palacio de Albagard con una mesa de madera desgastada ocupa el centro, iluminada por un candelabro casi consumido. Adelaida, Barristan y Agatha están sentados alrededor de ella, sus rostros marcados por la tensión. Afuera, el silencio nocturno del palacio contrasta con la tormenta de pensamientos que se cierne sobre ellos. 𝔸𝕕𝕖𝕝𝕒𝕚𝕕𝕒 [apoyando las manos en la mesa, con el rostro serio]: —Todo está listo. Llevamos más de un mes planeando esto, y con Archibald partiendo en dos días, no habrá otra oportunidad. A las cuatro de la mañana, los guardias estarán cansados, relajados por el cambio de turno. Es el momento perfecto. 𝔹𝕒𝕣𝕣𝕚𝕤𝕥𝕒𝕟 [golpeando la mesa con los nudillos, su ceño fruncido reflejando su enojo]: —Lo es, pero no será sencillo. La distracción que haremos Adelaida y yo te dará el tiempo necesario para liberar a tu dragona, pero debes actuar rápido, Agatha. Si algo sale mal, tú serás la única que sobrevivirá. 𝔸𝕘𝕒𝕥𝕙𝕒 [mirando el candelabro, con los dedos entrelazados sobre la mesa]: —Lo sé. Pero no puedo evitar pensar en lo que pasará si fallamos. 𝔸𝕕𝕖𝕝𝕒𝕚𝕕𝕒 [sacando un pequeño artefacto metálico con runas grabadas de una caja frente a ella]: —Por eso te doy esto. Es un artefacto de destello, de un solo uso. Si te ves acorralada, apriétalo. Creará un destello tan fuerte que cegará a cualquiera cerca de ti. Eso debería darte unos segundos para escapar. 𝔹𝕒𝕣𝕣𝕚𝕤𝕥𝕒𝕟 [cruzando los brazos, con una sonrisa amarga]: —Y mientras tú haces tu parte, Adelaida y yo nos encargaremos de distraer a los guardias en el ala sur. Sabemos lo que está en juego, y no hay marcha atrás. 𝔸𝕘𝕒𝕥𝕙𝕒 [mirándolos con angustia]: —Si los atrapan, Archibald no tendrá piedad. 𝔸𝕕𝕖𝕝𝕒𝕚𝕕𝕒 [con tono firme, mirándola a los ojos]: —Lo sabemos. Pero nuestras familias no se quedarán de brazos cruzados. Si algo nos pasa, harán todo lo posible por frenar a Archibald. Aunque eso no significa que él lo tema. 𝔹𝕒𝕣𝕣𝕚𝕤𝕥𝕒𝕟 [asintiendo con determinación]: —Archibald no teme a una guerra interna, pero nuestras casas son poderosas. Si nuestras muertes significan un obstáculo para él, al menos habremos ganado tiempo. Lo importante ahora es que tú logres escapar y adviertas a las ciudades blancas. 𝔸𝕘𝕒𝕥𝕙𝕒 [tomando el artefacto con manos temblorosas, pero con una expresión decidida]: —Lo haré. No dejaré que este sacrificio sea en vano. 𝔹𝕒𝕣𝕣𝕚𝕤𝕥𝕒𝕟 [mirándola con intensidad]: —A las cuatro de la mañana, cuando comience nuestra distracción, tú irás al ala oeste. Libera a tu dragona y vuela antes de que puedan reaccionar. 𝔸𝕕𝕖𝕝𝕒𝕚𝕕𝕒 [con una leve sonrisa seca]: —Haz lo que debes hacer, Agatha. No mires atrás. El sonido de pasos en el pasillo los hace callar. Adelaida apaga el candelabro rápidamente, sumiendo la sala en la oscuridad. 𝔸𝕕𝕖𝕝𝕒𝕚𝕕𝕒 [en un susurro]: —Es hora de volver. En dos noches, serás libre. Los tres se separan en silencio, cada uno regresando a sus respectivas alcobas, mientras la sombra de la traición y la esperanza se cierne sobre el palacio. Afuera, la noche parece más oscura que nunca. ┅┅━━━━━━━━ •⊱✧⊰• ━━━━━━━━┅┅
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