• Oliver Williams

    Un kit básico que todo hombre debe tener
    🎁 [Th_xSnow] Un kit básico que todo hombre debe tener
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  • ㅣCulminacion De Una Tragediaㅣ
    Parte 3/3

    —Sirius y Hank escaparon hasta una estacion de trenes,alli descarto su auto y a escondidas se metieron a un tren que se dirigia hacia un pais vecino,estarian lejos de todo en unas 3 horas,el mientras tanto encendio unas de las teles de cortesia y sintonizo las noticias,hablaban de como estaban tomando la ciudad,los militares y diversas organizaciones internacionales se enteraron que Cassandra murio y ahora se abrian paso por la ciudad hasta el centro,Sirius se habia convertido en el hombre mas buscado del mundo.
    Sirius mientras tanto seguia en un trance,luego de matar a todos los que amaba,solo tenia a su hijo,una pequeña voz en su cabeza decia que ahorque al pequeño,este solo puso su mano en su pequeño cuello,pero no podía hacerlo,por mas que intentaba cerrar su mano,no podia,hasta que al fin reacciono,este empezo a sollozar,no podia creer lo que penso en hacerle a su propio hijo—


    —Lo siento....yo no puedo hacerte daño...nunca te haria daño,mi pequeño...


    —El lo abrazo con lagrimas en los ojos,mientras el tren se ponia en marcha,alejandose del lugar—
    ㅣCulminacion De Una Tragediaㅣ Parte 3/3 —Sirius y Hank escaparon hasta una estacion de trenes,alli descarto su auto y a escondidas se metieron a un tren que se dirigia hacia un pais vecino,estarian lejos de todo en unas 3 horas,el mientras tanto encendio unas de las teles de cortesia y sintonizo las noticias,hablaban de como estaban tomando la ciudad,los militares y diversas organizaciones internacionales se enteraron que Cassandra murio y ahora se abrian paso por la ciudad hasta el centro,Sirius se habia convertido en el hombre mas buscado del mundo. Sirius mientras tanto seguia en un trance,luego de matar a todos los que amaba,solo tenia a su hijo,una pequeña voz en su cabeza decia que ahorque al pequeño,este solo puso su mano en su pequeño cuello,pero no podía hacerlo,por mas que intentaba cerrar su mano,no podia,hasta que al fin reacciono,este empezo a sollozar,no podia creer lo que penso en hacerle a su propio hijo— —Lo siento....yo no puedo hacerte daño...nunca te haria daño,mi pequeño... —El lo abrazo con lagrimas en los ojos,mientras el tren se ponia en marcha,alejandose del lugar—
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  • The end.

    — Skylar, ¿Qué día es hoy?
    — Mamá, dice el doctor que día es hoy, ¿es lunes?
    — Skylar, no hay nadie aquí, ¿Dónde está tu madre?
    — Mamá está a mi costado.
    — Skylar, tu mamá no está aquí.
    — Sí, ella me pegó porque rompí un vaso, me dejó y se fue; pero dice que regresará.

    Y así, ella terminó de romperse, la encontraron tirada en la calle, con múltiples golpes en la cara y en el cuerpo; balbuceando incoherencias y con la mirada perdida. Repetía que sus padres estaban allí molestándola por no aprender un paso de baile o no tener citas con otros hombres. La trasladaron a una habitación de hospital para curar sus golpes, cosa que no quería; ahuyentaba a las enfermeras gritando y amenazando con hacerse daño, para que al. final, termine escapándose.

    #BrokeSky
    The end. — Skylar, ¿Qué día es hoy? — Mamá, dice el doctor que día es hoy, ¿es lunes? — Skylar, no hay nadie aquí, ¿Dónde está tu madre? — Mamá está a mi costado. — Skylar, tu mamá no está aquí. — Sí, ella me pegó porque rompí un vaso, me dejó y se fue; pero dice que regresará. Y así, ella terminó de romperse, la encontraron tirada en la calle, con múltiples golpes en la cara y en el cuerpo; balbuceando incoherencias y con la mirada perdida. Repetía que sus padres estaban allí molestándola por no aprender un paso de baile o no tener citas con otros hombres. La trasladaron a una habitación de hospital para curar sus golpes, cosa que no quería; ahuyentaba a las enfermeras gritando y amenazando con hacerse daño, para que al. final, termine escapándose. #BrokeSky
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  • Si tuviera un trabajo de mortal y una vida encubierta como humana siendo secretaria o colegiala, y no copera... Creo que papá Zeus se pasaría la vida rostizando a cada hombre que me viera así, pero a veces hace mucho calor... y no estoy acostumbrada a la ropa...
    Si tuviera un trabajo de mortal y una vida encubierta como humana siendo secretaria o colegiala, y no copera... Creo que papá [padre_de_dioses_y_hombres] se pasaría la vida rostizando a cada hombre que me viera así, pero a veces hace mucho calor... y no estoy acostumbrada a la ropa...
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  • Sostuvo la daga entre sus dedos, notando el peso exacto del arma. No era especialmente grande ni ostentosa, pero su filo relucía bajo la luz, impecable y mortal. Giró el mango con la mano, examinando la forma en que encajaba contra su palma. No era una daga común, no para alguien como él. Había algo en ese simple objeto que le resultaba desconcertante, algo que no tenía nada que ver con el arma en sí, sino con el acto de entregarla.

    Miró el filo una vez más, como si pudiera encontrar una respuesta grabada en su superficie. Su reflejo en el metal le devolvió una mirada dura, cansada, pero lo que realmente veía era otra cosa. Un mensaje, una intención. El tipo de gesto que alguien como él no estaba acostumbrado a recibir.

    —Hmph... —Murmuró, casi para sí mismo, mientras le daba vueltas al objeto. Sus pensamientos eran un remolino de preguntas que no sabía cómo formular, y tampoco estaba seguro de querer responderlas. No era un hombre que pensara demasiado en regalos, y mucho menos en el significado detrás de ellos. Pero esto... esto tenía peso, más allá del metal.

    Giró la daga una última vez y dejó escapar un largo suspiro. La apoyó con cuidado sobre la mesa cercana, dejando que el eco metálico rompiera el silencio. No sabía cómo recibir algo así. No sabía cómo aceptarlo sin sentir que estaba tomando algo que no era suyo, algo que no merecía.

    —Es solo un arma. —Se dijo, pero no podía engañarse. No era solo un arma. Era confianza, era algo que alguien le estaba ofreciendo de manera genuina, y eso lo ponía más incómodo que cualquier pelea que hubiera tenido.

    Se pasó una mano por la nuca, mirando la daga de reojo como si pudiera morderlo. Podía haberla rechazado, devolverla, decir que no la necesitaba. Pero algo en él sabía que no sería lo correcto. Aceptarla significaba algo. Algo que él no sabía si estaba listo para cargar. Finalmente, tomó la daga de nuevo y la sostuvo frente a su rostro. El filo capturó la luz de la lámpara, enviando un destello que casi lo hizo parpadear.

    —Bien... —Murmuró, en voz apenas audible.— Supongo que alguien como yo puede hacerle justicia.

    La deslizó dentro de su chaqueta, en un lugar donde pudiera alcanzarla rápido si lo necesitaba. La sensación del metal frío contra su costado lo hizo sentir algo extrañamente familiar. No era solo el arma. Era la idea de que alguien creyera que él podría usarla, que él podría proteger algo, o a alguien.

    De espaldas a la habitación, se permitió un leve gesto: una sonrisa apenas perceptible que desapareció tan rápido como había llegado. No era un hombre de palabras dulces ni de grandes gestos, pero en ese momento decidió algo.

    —Si la uso, será para algo que importe... —dijo en voz baja. Luego, cerró los ojos por un instante, dejando que el peso de aquel inesperado regalo se asentara, no solo en su chaqueta, sino en algún rincón olvidado de su alma.
    Sostuvo la daga entre sus dedos, notando el peso exacto del arma. No era especialmente grande ni ostentosa, pero su filo relucía bajo la luz, impecable y mortal. Giró el mango con la mano, examinando la forma en que encajaba contra su palma. No era una daga común, no para alguien como él. Había algo en ese simple objeto que le resultaba desconcertante, algo que no tenía nada que ver con el arma en sí, sino con el acto de entregarla. Miró el filo una vez más, como si pudiera encontrar una respuesta grabada en su superficie. Su reflejo en el metal le devolvió una mirada dura, cansada, pero lo que realmente veía era otra cosa. Un mensaje, una intención. El tipo de gesto que alguien como él no estaba acostumbrado a recibir. —Hmph... —Murmuró, casi para sí mismo, mientras le daba vueltas al objeto. Sus pensamientos eran un remolino de preguntas que no sabía cómo formular, y tampoco estaba seguro de querer responderlas. No era un hombre que pensara demasiado en regalos, y mucho menos en el significado detrás de ellos. Pero esto... esto tenía peso, más allá del metal. Giró la daga una última vez y dejó escapar un largo suspiro. La apoyó con cuidado sobre la mesa cercana, dejando que el eco metálico rompiera el silencio. No sabía cómo recibir algo así. No sabía cómo aceptarlo sin sentir que estaba tomando algo que no era suyo, algo que no merecía. —Es solo un arma. —Se dijo, pero no podía engañarse. No era solo un arma. Era confianza, era algo que alguien le estaba ofreciendo de manera genuina, y eso lo ponía más incómodo que cualquier pelea que hubiera tenido. Se pasó una mano por la nuca, mirando la daga de reojo como si pudiera morderlo. Podía haberla rechazado, devolverla, decir que no la necesitaba. Pero algo en él sabía que no sería lo correcto. Aceptarla significaba algo. Algo que él no sabía si estaba listo para cargar. Finalmente, tomó la daga de nuevo y la sostuvo frente a su rostro. El filo capturó la luz de la lámpara, enviando un destello que casi lo hizo parpadear. —Bien... —Murmuró, en voz apenas audible.— Supongo que alguien como yo puede hacerle justicia. La deslizó dentro de su chaqueta, en un lugar donde pudiera alcanzarla rápido si lo necesitaba. La sensación del metal frío contra su costado lo hizo sentir algo extrañamente familiar. No era solo el arma. Era la idea de que alguien creyera que él podría usarla, que él podría proteger algo, o a alguien. De espaldas a la habitación, se permitió un leve gesto: una sonrisa apenas perceptible que desapareció tan rápido como había llegado. No era un hombre de palabras dulces ni de grandes gestos, pero en ese momento decidió algo. —Si la uso, será para algo que importe... —dijo en voz baja. Luego, cerró los ojos por un instante, dejando que el peso de aquel inesperado regalo se asentara, no solo en su chaqueta, sino en algún rincón olvidado de su alma.
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  • Pues... Parece que ningún hombre es interesante por aquí, pff, tener que poner en su lugar a un niño malhumorado ni siquiera fue divertido.
    Pues... Parece que ningún hombre es interesante por aquí, pff, tener que poner en su lugar a un niño malhumorado ni siquiera fue divertido.
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  • [ADVERTENCIA:TEXTO MUY LARGO]


    ㅣCulminacion De Una Tragediaㅣ
    Parte 2/3


    —Sirius combatio contra sus hermanas,luchando contra su propia sangre espada contra espada,gracias a la resistencia de su armadura,aguanto un par de espadazos inesperados,ellas se separaraban y atacaban a la vez a Sirius,cosa que no podría defender,pero como sabia las virtudes de sus hermanas,sabia como posicionarlas en una forma de combate incómoda para ellas,asi que buscaba separarlas y poner a prueba su estrategia—



    —Como Hana no era buena defendiendose,ella fue la primera en ser atravesada por la espada de Sirius,al hacer esto,El tambien sintio ese dolor en el pecho,esa sensacion de que su alma se fragmentaba,asi como cuando asesino a su padre—


    Holly:"¡¡NOOOOOO!!"


    —Holly al presenciar esto,desato su furia ante Sirius,empezando a propinarle una rafaga de ataques certeros,haciendo que Sirius retroceda,antes de darle el golpe de gracia,Sirius logro encajarle un espadazo a su hermana,ella solo vio su casco plateado,no sabia como,no sabia porqué,pero sabia que era Sirius,dandole una linda sonrisa para despues desplomarse—


    —No se puede explicar con palabras lo que pasaba dentro de esa armadura,no se podia explicar como su corazon latia,solo se podia decir que era un hombre muerto por dentro,el sintio como Cassandra se acerco a el por la espalda,tomando su hombro con cuidado—


    Cassandra:"Impresionante...Mi Lord"

    —El solo se volteo y la abrazo con todas sus fuerzas,ella correspondio el abrazo sin dudarlo,al cabo de unos minutos,el clavo la espada de su padre en el vientre de Casandra,para luego susurrale al oido—


    —Eso fue...por todos los Wimbleton...


    —Ella se separo del abrazo mientras se tomaba el vientre sangrando,viendolo triste y furiosa,justo antes de desplomarse,el la tomo con cuidado y la dejo en el suelo con delicadeza,para luego retirarse del lugar para ir a buscar a su hijo,con la excusa de que Cassandra lo envió,el tomo a Hank,lo abrigo muy bien y salio de la alcaldia a escondidas,para luego salir de la Alcaldia con su hijo en brazos,tomando un auto y escapando de la ciudad a escondidas,dejando todo atras,cuando llego a un pueblo Kilomentros lejos de aquella ciudad,fue a un bosque para enterrar su armadura completa,incluyendo su espada y la de sus hermanas,conservando solo la de su padre—
    [ADVERTENCIA:TEXTO MUY LARGO] ㅣCulminacion De Una Tragediaㅣ Parte 2/3 —Sirius combatio contra sus hermanas,luchando contra su propia sangre espada contra espada,gracias a la resistencia de su armadura,aguanto un par de espadazos inesperados,ellas se separaraban y atacaban a la vez a Sirius,cosa que no podría defender,pero como sabia las virtudes de sus hermanas,sabia como posicionarlas en una forma de combate incómoda para ellas,asi que buscaba separarlas y poner a prueba su estrategia— —Como Hana no era buena defendiendose,ella fue la primera en ser atravesada por la espada de Sirius,al hacer esto,El tambien sintio ese dolor en el pecho,esa sensacion de que su alma se fragmentaba,asi como cuando asesino a su padre— Holly:"¡¡NOOOOOO!!" —Holly al presenciar esto,desato su furia ante Sirius,empezando a propinarle una rafaga de ataques certeros,haciendo que Sirius retroceda,antes de darle el golpe de gracia,Sirius logro encajarle un espadazo a su hermana,ella solo vio su casco plateado,no sabia como,no sabia porqué,pero sabia que era Sirius,dandole una linda sonrisa para despues desplomarse— —No se puede explicar con palabras lo que pasaba dentro de esa armadura,no se podia explicar como su corazon latia,solo se podia decir que era un hombre muerto por dentro,el sintio como Cassandra se acerco a el por la espalda,tomando su hombro con cuidado— Cassandra:"Impresionante...Mi Lord" —El solo se volteo y la abrazo con todas sus fuerzas,ella correspondio el abrazo sin dudarlo,al cabo de unos minutos,el clavo la espada de su padre en el vientre de Casandra,para luego susurrale al oido— —Eso fue...por todos los Wimbleton... —Ella se separo del abrazo mientras se tomaba el vientre sangrando,viendolo triste y furiosa,justo antes de desplomarse,el la tomo con cuidado y la dejo en el suelo con delicadeza,para luego retirarse del lugar para ir a buscar a su hijo,con la excusa de que Cassandra lo envió,el tomo a Hank,lo abrigo muy bien y salio de la alcaldia a escondidas,para luego salir de la Alcaldia con su hijo en brazos,tomando un auto y escapando de la ciudad a escondidas,dejando todo atras,cuando llego a un pueblo Kilomentros lejos de aquella ciudad,fue a un bosque para enterrar su armadura completa,incluyendo su espada y la de sus hermanas,conservando solo la de su padre—
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  • El hombre que logró engañar a los dioses

    asi es como me dicen. soy Kanon y si,uso la armadura de Geminis tambien.
    El hombre que logró engañar a los dioses asi es como me dicen. soy Kanon y si,uso la armadura de Geminis tambien.
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  • ➤ Despiertas en una habitación con apenas tus neuronas captan cada imagen frente tuyo. Estaba todo oscuro, todo cerrado, todo aislado. No puedes entender del todo como es que diablos llegaste hasta aquí. Con tus muñecas sujetas en el cuero de la silla, tu espalda se hormiguea por el dolor que tu columna carcomia como si habías estado aquí por... ¿Algunos dias? ¿Meses? ¿Años? No lo sabes del todo.

    Fue cuando la luz cegadora del techo finalmente da su brillo para molestarte tus ojos. Se sienten como si los tuvieras rojos, como si no has domido nada. Incluso si lo habias estado tal parece que alguien no se habia asegurado con la anestesia.

    Pronto, una figura comienza a formarse frente tuyo. Se moldeó entre la oscuridad hasta la luz que estaba debajo de la silla en la que estabas. Era un hombre, cabello ligeramente despeinado pero con un toque casi echo de algun gel que lo mantenía peinado. Ojos penetrantes y siniestros se colocaron en los tuyos, mientras la sonrisa macabra se extendia en sus mejillas cuando te diste cuenta de la gran cicatriz que se deslizaba en el lado izquierdo de su rostro, casi sobresaliendo su ojo. El hombre alza la jeringa, tan pronto como te vio bien despierto.

    “Ah, ¡finalmente! Creí que habia puesto demasiada anestesia. En fin, ¿que te parece si empezamos ahora, Mein kleiner Hase~? Ponte bien firme en la silla, esto sera divertido...”
    ➤ Despiertas en una habitación con apenas tus neuronas captan cada imagen frente tuyo. Estaba todo oscuro, todo cerrado, todo aislado. No puedes entender del todo como es que diablos llegaste hasta aquí. Con tus muñecas sujetas en el cuero de la silla, tu espalda se hormiguea por el dolor que tu columna carcomia como si habías estado aquí por... ¿Algunos dias? ¿Meses? ¿Años? No lo sabes del todo. Fue cuando la luz cegadora del techo finalmente da su brillo para molestarte tus ojos. Se sienten como si los tuvieras rojos, como si no has domido nada. Incluso si lo habias estado tal parece que alguien no se habia asegurado con la anestesia. Pronto, una figura comienza a formarse frente tuyo. Se moldeó entre la oscuridad hasta la luz que estaba debajo de la silla en la que estabas. Era un hombre, cabello ligeramente despeinado pero con un toque casi echo de algun gel que lo mantenía peinado. Ojos penetrantes y siniestros se colocaron en los tuyos, mientras la sonrisa macabra se extendia en sus mejillas cuando te diste cuenta de la gran cicatriz que se deslizaba en el lado izquierdo de su rostro, casi sobresaliendo su ojo. El hombre alza la jeringa, tan pronto como te vio bien despierto. “Ah, ¡finalmente! Creí que habia puesto demasiada anestesia. En fin, ¿que te parece si empezamos ahora, Mein kleiner Hase~? Ponte bien firme en la silla, esto sera divertido...”
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  • ¡No quiero morir, te lo suplico, piedaaaaaad!

    -Las súplicas de aquel hombre hacia Abel eran desesperadas, su rostro lleno de pavor al saber que moriría sin dudarlo y su cuerpo jamás sería encontrado.

    Supongo que así te suplicaron esas mujeres, esas criaturas inocentes a las que lastimaste sin piedad y no te detuviste, ¿Por qué tendría que ter piedad hacia un bastardo inhumano?, tu muerte será piadosa, a comparación de otros.

    -Bastó un disparo para que el cuerpo del ajeno se desplomara, pegando con las enormes rocas vestidas de blanco por la temporada, fracturando cada parte del cuerpo hasta terminar al reventado sobre el suelo. 

    Solo faltan dos......
    ¡No quiero morir, te lo suplico, piedaaaaaad! -Las súplicas de aquel hombre hacia Abel eran desesperadas, su rostro lleno de pavor al saber que moriría sin dudarlo y su cuerpo jamás sería encontrado. Supongo que así te suplicaron esas mujeres, esas criaturas inocentes a las que lastimaste sin piedad y no te detuviste, ¿Por qué tendría que ter piedad hacia un bastardo inhumano?, tu muerte será piadosa, a comparación de otros. -Bastó un disparo para que el cuerpo del ajeno se desplomara, pegando con las enormes rocas vestidas de blanco por la temporada, fracturando cada parte del cuerpo hasta terminar al reventado sobre el suelo.  Solo faltan dos......
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