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    𝐄𝐥 𝐬𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐨 𝐦𝐞𝐣𝐨𝐫 𝐠𝐮𝐚𝐫𝐝𝐚𝐝𝐨

    Había tanto que decir, pero poco tiempo.
    Un adiós ¿Tal vez?
    El ¡Hasta luego! Nos vemos mañana, Aquel te amo ho ese lo siento; había tanto que decir, pero nada de tiempo.

    Silencioso lloraba el corazón de la menor, descubrió entre las cosas de su hermano, lo que jamás pensó hallar, el último diario de puño y letra de su madre; en el, como sonetos, danzaban sentimientos a los que, lamentablemente atormentaban a su madre, con ello podía entender mucho más lo que en su momento fueron fuertes palabras. —"𝐍𝐮𝐧𝐜𝐚 𝐝𝐞𝐬 𝐭𝐮 𝐜𝐨𝐫𝐚𝐳𝐨𝐧 𝐩𝐨𝐫 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐨"— Una flor debe tener siempre un mecanismo me defensa, como una rosa, elegante y arisca que cuidado con recelo sus pétalos; pese ha ello nunca conoció a una mujer tan dada a los demás.

    Dentro de su sufrimiento encontró la valentía para sacarlos hacia adelante, criarlos y darles las herramientas necesarias, a pesar que el tiempo lo tenía contado.

    Uno de sus escritos con su frase favorita, causó alboroto en las entrañas de Kokia; el llanto no tardo en hacerse presente, la taza de chocolate y malvaviscos fue el ancla para no sentir que de derrumbaba allí, y con ello, ser descubierta por su hermano, cuando tenia tantas páginas por leer, tantas que le brindaban consuelo, como otras, que le partian el alma a gajos. Lo que si estaba segura es que en ese momento, sintió aquel aroma, conjunto al abrazo de su madre.
    ㅤㅤ ㅤ 𝐄𝐥 𝐬𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐨 𝐦𝐞𝐣𝐨𝐫 𝐠𝐮𝐚𝐫𝐝𝐚𝐝𝐨 ㅤ Había tanto que decir, pero poco tiempo. Un adiós ¿Tal vez? El ¡Hasta luego! Nos vemos mañana, Aquel te amo ho ese lo siento; había tanto que decir, pero nada de tiempo. Silencioso lloraba el corazón de la menor, descubrió entre las cosas de su hermano, lo que jamás pensó hallar, el último diario de puño y letra de su madre; en el, como sonetos, danzaban sentimientos a los que, lamentablemente atormentaban a su madre, con ello podía entender mucho más lo que en su momento fueron fuertes palabras. —"𝐍𝐮𝐧𝐜𝐚 𝐝𝐞𝐬 𝐭𝐮 𝐜𝐨𝐫𝐚𝐳𝐨𝐧 𝐩𝐨𝐫 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐨"— Una flor debe tener siempre un mecanismo me defensa, como una rosa, elegante y arisca que cuidado con recelo sus pétalos; pese ha ello nunca conoció a una mujer tan dada a los demás. Dentro de su sufrimiento encontró la valentía para sacarlos hacia adelante, criarlos y darles las herramientas necesarias, a pesar que el tiempo lo tenía contado. Uno de sus escritos con su frase favorita, causó alboroto en las entrañas de Kokia; el llanto no tardo en hacerse presente, la taza de chocolate y malvaviscos fue el ancla para no sentir que de derrumbaba allí, y con ello, ser descubierta por su hermano, cuando tenia tantas páginas por leer, tantas que le brindaban consuelo, como otras, que le partian el alma a gajos. Lo que si estaba segura es que en ese momento, sintió aquel aroma, conjunto al abrazo de su madre.
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  • Entonces, una mañana muy temprano cuando el sol todavía no terminaba de levantarse, el brujo ya estaba en marcha hacia el bar, caminando deprisa. Ningún apuro le impulsaba y no había emergencia que atender, tampoco era presa de la ansiedad ni buscaba ejercitarse. Sólo quería andar rápido, quería disfrutar su pierna recuperada.

    Por supuesto, el bar está vacío. La roomba mágica es la segunda en hacer ruido en el lugar, aunque ni tanto, se trata de una máquina silenciosa. Tolek enciende las luces sin tocar interruptor alguno y se presta a preparar café. Salió de casa sin tomar desayuno.

    Dentro de poco debería llegar aquel a quien citó, James Benjamin Blackwood, y no quiere esperarle sin al menos una taza de café. Y es que a sabiendas de que no puede alimentarle, al menos quiere ofrecerle eso.

    Hoy deberían buscar el paradero de Nayla Vannicelli, sin número de celular al cual poder llamarle ni email para escribirle, mucho menos dirección alguna o siquiera una pista. Pero Tolek es una caja herramientas mágicas entre las que se encuentran varios tipos de hechizos capaces de encontrar a una persona perdida sin nada más que su recuerdo, y planea ponerlas en práctica... pero con el recuerdo de James, pues el suyo propio no es muy grato con respecto a la muchacha y seguramente afectaría el hechizo.

    #ElBrujoCojo
    Entonces, una mañana muy temprano cuando el sol todavía no terminaba de levantarse, el brujo ya estaba en marcha hacia el bar, caminando deprisa. Ningún apuro le impulsaba y no había emergencia que atender, tampoco era presa de la ansiedad ni buscaba ejercitarse. Sólo quería andar rápido, quería disfrutar su pierna recuperada. Por supuesto, el bar está vacío. La roomba mágica es la segunda en hacer ruido en el lugar, aunque ni tanto, se trata de una máquina silenciosa. Tolek enciende las luces sin tocar interruptor alguno y se presta a preparar café. Salió de casa sin tomar desayuno. Dentro de poco debería llegar aquel a quien citó, [Wendigo], y no quiere esperarle sin al menos una taza de café. Y es que a sabiendas de que no puede alimentarle, al menos quiere ofrecerle eso. Hoy deberían buscar el paradero de [Nayla0], sin número de celular al cual poder llamarle ni email para escribirle, mucho menos dirección alguna o siquiera una pista. Pero Tolek es una caja herramientas mágicas entre las que se encuentran varios tipos de hechizos capaces de encontrar a una persona perdida sin nada más que su recuerdo, y planea ponerlas en práctica... pero con el recuerdo de James, pues el suyo propio no es muy grato con respecto a la muchacha y seguramente afectaría el hechizo. #ElBrujoCojo
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  • -𝑻𝒓𝒂𝒎𝒂 𝑴𝒂́𝒈𝒊𝒄𝒂-


    La habitación de Junior no se limitaba a un dormitorio con una cama, una cómoda y un escritorio. Estaba compuesta, en realidad, por un complejo de habitaciones que harían en total unos tres cuartos unidos entre sí: un salón pequeño, con sillones, una mesa y lo que compone un salón en general; el dormitorio propiamente dicho, con un baño y un cambiador —lo que podría agregar dos habitaciones más a su complejo—, y su parte favorita: un estudio, que no podía compararse al de su padre, pero que estaba bien provisto con un escritorio, unas estanterías con libros que le habían sido obsequiados, y una sección donde hacía sus experimentos, dotado de un microscopio y diversas herramientas más propias de un científico que de un niño.

    Pero el chico en cuestión no estaba realizando ninguna actividad como esa. En realidad, hacia la actividad opuesta, algo que hace tan solo unos días habría pensado como mera fantasía.

    Sentado en la silla de su escritorio, de espaldas a la puerta, mirando hacia el ventanal; tenía los ojos cerrados y parecía sumido en sueños, pero estaba bien despierto, practicando manejar los hilos de la magia presentes en el ambiente.

    Aquella bruja llamada Bloom le había enseñado cómo interactuar con la magia, y Junior estaba en proceso de aprendizaje, tanteando esos hilos tímidamente.
    Pero, de repente, sintió algo que lo hizo saltar de su asiento, abrir los ojos y mirar hacia atrás.

    Era extraño, pero si pudiera describirlo con palabras, había experimentado una sensación oscura y siniestra. Y estaba detrás de esa puerta.

    De hecho, unos segundos después, escuchó unos golpes, suaves y acompasados.

    Junior lo reconoció como el mayordomo, por lo que se calmó.
    —Adelante —contestó, aún afectado por esa sensación extraña.

    La puerta fue abierta, y quien ingresó fue Sebastián, portando su característica sonrisa gentil.

    —Joven amo —dijo, trayendo en un carrito té y bocadillos.
    —Le he traído algo para comer. Es tarde y usted ha pasado mucho tiempo aquí sin comer nada.

    Sus palabras transmitían preocupación y, una vez más, Sebastián demostraba ser un mayordomo atento. Sin embargo, Junior todavía seguía sintiéndose extraño.
    Algo parecía decirle que estaba frente a un ser peligroso, maligno y retorcido.

    Junior veía el rostro sonriente de Sebastián con recelo, y se había quedado en su asiento quieto como una estatua, como si moverse implicara que la bestia frente a él se lanzara para devorarlo.

    Pero rápidamente se dio cuenta de lo absurdo que eran sus pensamientos.
    “Qué sinsentido. Sebastián es Sebastián”, pensó, asintiéndole con la cabeza al mayordomo, moviéndose y acomodándose para poder comer.

    El mayordomo se acercó y dispuso todo en la mesa, pero Junior seguía sintiendo ese aura proveniente de él, y estando tan cerca, la sensación se había intensificado. Fue agobiante: como si él mismo estuviera siendo corrompido por esa oscuridad que parecía rodear al sirviente.

    Corrió la cara hacia un lado, como si así pudiera evitar al hombre.

    Sebastián pareció notar su inquietud.
    —¿Se encuentra bien? —preguntó, con una ceja alzada en señal de preocupación.

    Junior asintió, restando importancia con un gesto de la mano.
    —Estoy bien. Puedes retirarte —indicó, deseando que se fuera lo antes posible.

    El mayordomo obedeció, lo reverenció y se retiró sin decir mucho más junto el carrito vacío.

    Cuando se hubo ido, y alejado lo suficiente, Junior soltó un suspiro de alivio. Se llevó una mano al corazón, que todavía latía de manera frenética.

    —¿Qué acaba de suceder? —se preguntó, perplejo.

    ¿Había sido la magia? ¿Había hecho algo malo tratando de invocarla?

    —Tal vez —pensó en voz alta. —Estaba queriendo decirme algo importante.
    -𝑻𝒓𝒂𝒎𝒂 𝑴𝒂́𝒈𝒊𝒄𝒂- La habitación de Junior no se limitaba a un dormitorio con una cama, una cómoda y un escritorio. Estaba compuesta, en realidad, por un complejo de habitaciones que harían en total unos tres cuartos unidos entre sí: un salón pequeño, con sillones, una mesa y lo que compone un salón en general; el dormitorio propiamente dicho, con un baño y un cambiador —lo que podría agregar dos habitaciones más a su complejo—, y su parte favorita: un estudio, que no podía compararse al de su padre, pero que estaba bien provisto con un escritorio, unas estanterías con libros que le habían sido obsequiados, y una sección donde hacía sus experimentos, dotado de un microscopio y diversas herramientas más propias de un científico que de un niño. Pero el chico en cuestión no estaba realizando ninguna actividad como esa. En realidad, hacia la actividad opuesta, algo que hace tan solo unos días habría pensado como mera fantasía. Sentado en la silla de su escritorio, de espaldas a la puerta, mirando hacia el ventanal; tenía los ojos cerrados y parecía sumido en sueños, pero estaba bien despierto, practicando manejar los hilos de la magia presentes en el ambiente. Aquella bruja llamada Bloom le había enseñado cómo interactuar con la magia, y Junior estaba en proceso de aprendizaje, tanteando esos hilos tímidamente. Pero, de repente, sintió algo que lo hizo saltar de su asiento, abrir los ojos y mirar hacia atrás. Era extraño, pero si pudiera describirlo con palabras, había experimentado una sensación oscura y siniestra. Y estaba detrás de esa puerta. De hecho, unos segundos después, escuchó unos golpes, suaves y acompasados. Junior lo reconoció como el mayordomo, por lo que se calmó. —Adelante —contestó, aún afectado por esa sensación extraña. La puerta fue abierta, y quien ingresó fue Sebastián, portando su característica sonrisa gentil. —Joven amo —dijo, trayendo en un carrito té y bocadillos. —Le he traído algo para comer. Es tarde y usted ha pasado mucho tiempo aquí sin comer nada. Sus palabras transmitían preocupación y, una vez más, Sebastián demostraba ser un mayordomo atento. Sin embargo, Junior todavía seguía sintiéndose extraño. Algo parecía decirle que estaba frente a un ser peligroso, maligno y retorcido. Junior veía el rostro sonriente de Sebastián con recelo, y se había quedado en su asiento quieto como una estatua, como si moverse implicara que la bestia frente a él se lanzara para devorarlo. Pero rápidamente se dio cuenta de lo absurdo que eran sus pensamientos. “Qué sinsentido. Sebastián es Sebastián”, pensó, asintiéndole con la cabeza al mayordomo, moviéndose y acomodándose para poder comer. El mayordomo se acercó y dispuso todo en la mesa, pero Junior seguía sintiendo ese aura proveniente de él, y estando tan cerca, la sensación se había intensificado. Fue agobiante: como si él mismo estuviera siendo corrompido por esa oscuridad que parecía rodear al sirviente. Corrió la cara hacia un lado, como si así pudiera evitar al hombre. Sebastián pareció notar su inquietud. —¿Se encuentra bien? —preguntó, con una ceja alzada en señal de preocupación. Junior asintió, restando importancia con un gesto de la mano. —Estoy bien. Puedes retirarte —indicó, deseando que se fuera lo antes posible. El mayordomo obedeció, lo reverenció y se retiró sin decir mucho más junto el carrito vacío. Cuando se hubo ido, y alejado lo suficiente, Junior soltó un suspiro de alivio. Se llevó una mano al corazón, que todavía latía de manera frenética. —¿Qué acaba de suceder? —se preguntó, perplejo. ¿Había sido la magia? ¿Había hecho algo malo tratando de invocarla? —Tal vez —pensó en voz alta. —Estaba queriendo decirme algo importante.
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    https://www.youtube.com/watch?v=AC1w1FjAfqE

    En una hermética habitación, segura y silenciosa, hay un reloj de arena que se está moviendo. Es imposible voltearlo para volver a comenzar, es inútil intentar destruirlo o sacudirlo para alterar su recorrido.
    Lleva 45 años contando el tiempo y por primera vez en mucho tiempo, se está vaciando el nivel superior.

    Cuando la arena termine de caer, Matsuri Aizawa morirá. Y así como el reloj se voltea, él comenzará de nuevo en algún cuerpo nuevo, en algún lugar del mundo. Una y otra vez, hasta lograr su cometido: preservar lo que mas ama.

    Un gran terremoto devastará la costa hasta partir el monte Fuji, fragmentar el Aokigahara y provocar un tsunami que haga desaparecer el último gran pulmón de Japón, el más antiguo y el más sagrado.

    Tendrá epicentro a 10 kilómetros de la prefectura de Yamanashi, expandirá hasta desaparecer Kobe y sucederá en algún momento, algún día, cuando deba suceder. Pero sucederá ye se será el día en que el reloj se detenga , y todo rastro de criaturas mágicas, ancestrales, benévolas u hostiles, salvajes o gentiles, habrá desaparecido por siempre.

    Su linaje ancestral sabía de este destino, y como la estrella mas brillante de una constelación, su espíritu ha viajado de cuerpo en cuerpo tratando de encontrar la manera de salvaguardar a las demás.
    Perdió demasiado tiempo intentando determinar cómo detener el cataclismo, hay criaturas divinas, colosos del tiempo que desean que suceda. De ahora en más le buscarán en cada encarnación y le asesinarán tan pronto sea posible.

    El tiempo sigue corriendo, y aunque cada vez tiene mas consciencia de dónde viene y qué debe lograr, el reloj no marca el tiempo del cataclismo, si no el propio.
    Esta vez lleva ventaja, se ha dejado migajas confiando en que sin importar la forma, su espíritu seguiría siendo el mismo, el de curiosidad implacable. Se ha hecho de objetos mágicos, de conocimientos, de libros, de aliados, de recursos, de herramientas, pero no de lo que necesita.
    Busca algo que le permita proteger a su familia del fatídico final. Aún no sabe qué es, dónde está, o si es un "alguien".
    Ahora tiene una pista, tal vez es una puerta al mundo de las hadas, o la posibilidad de acceder a otros planos astrales y habitar el lugar en otro tiempo, o eternamente antes del tsunami. ¿es la llamada puerta de las hadas? ¿es mas bien una fortaleza oculta? ¿o es una anomalía temporal, una grieta en el tejido del universo? ¿hacia dónde buscar? ¿esoterismo o física cuántica, astronomía o paganismo?
    Espera descubrirlo antes de que el reloj se voltee, y mientras tanto, se va dejando rastros, con la esperanza de que su próximo Yo, logre encontrar esa mágica salida.
    Sólo espera no ser el último intento...



    https://www.youtube.com/watch?v=AC1w1FjAfqE En una hermética habitación, segura y silenciosa, hay un reloj de arena que se está moviendo. Es imposible voltearlo para volver a comenzar, es inútil intentar destruirlo o sacudirlo para alterar su recorrido. Lleva 45 años contando el tiempo y por primera vez en mucho tiempo, se está vaciando el nivel superior. Cuando la arena termine de caer, Matsuri Aizawa morirá. Y así como el reloj se voltea, él comenzará de nuevo en algún cuerpo nuevo, en algún lugar del mundo. Una y otra vez, hasta lograr su cometido: preservar lo que mas ama. Un gran terremoto devastará la costa hasta partir el monte Fuji, fragmentar el Aokigahara y provocar un tsunami que haga desaparecer el último gran pulmón de Japón, el más antiguo y el más sagrado. Tendrá epicentro a 10 kilómetros de la prefectura de Yamanashi, expandirá hasta desaparecer Kobe y sucederá en algún momento, algún día, cuando deba suceder. Pero sucederá ye se será el día en que el reloj se detenga , y todo rastro de criaturas mágicas, ancestrales, benévolas u hostiles, salvajes o gentiles, habrá desaparecido por siempre. Su linaje ancestral sabía de este destino, y como la estrella mas brillante de una constelación, su espíritu ha viajado de cuerpo en cuerpo tratando de encontrar la manera de salvaguardar a las demás. Perdió demasiado tiempo intentando determinar cómo detener el cataclismo, hay criaturas divinas, colosos del tiempo que desean que suceda. De ahora en más le buscarán en cada encarnación y le asesinarán tan pronto sea posible. El tiempo sigue corriendo, y aunque cada vez tiene mas consciencia de dónde viene y qué debe lograr, el reloj no marca el tiempo del cataclismo, si no el propio. Esta vez lleva ventaja, se ha dejado migajas confiando en que sin importar la forma, su espíritu seguiría siendo el mismo, el de curiosidad implacable. Se ha hecho de objetos mágicos, de conocimientos, de libros, de aliados, de recursos, de herramientas, pero no de lo que necesita. Busca algo que le permita proteger a su familia del fatídico final. Aún no sabe qué es, dónde está, o si es un "alguien". Ahora tiene una pista, tal vez es una puerta al mundo de las hadas, o la posibilidad de acceder a otros planos astrales y habitar el lugar en otro tiempo, o eternamente antes del tsunami. ¿es la llamada puerta de las hadas? ¿es mas bien una fortaleza oculta? ¿o es una anomalía temporal, una grieta en el tejido del universo? ¿hacia dónde buscar? ¿esoterismo o física cuántica, astronomía o paganismo? Espera descubrirlo antes de que el reloj se voltee, y mientras tanto, se va dejando rastros, con la esperanza de que su próximo Yo, logre encontrar esa mágica salida. Sólo espera no ser el último intento...
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  • -Cambiamos dulces por balas y banditas por vendas. Las muñecas por las armas, los juegos por estrategias. Diste todo, dejaste ciertas pistas. Ahora tengo herramientas, tengo tiempo, se dan todas las condiciones. Ese hombrecito que se cree con poder ha sido descuidado y muy poco prolijo. Puede que no se haya dado cuenta de mí o puede que haya tendido otras intenciones al dejarme con vida. No importa.

    -Yuri, te aseguro que ese hijo de puta pagará. No lo dejaré morir, lo mantendré vivo para que sufra todo lo que me hizo sufrir.
    -Cambiamos dulces por balas y banditas por vendas. Las muñecas por las armas, los juegos por estrategias. Diste todo, dejaste ciertas pistas. Ahora tengo herramientas, tengo tiempo, se dan todas las condiciones. Ese hombrecito que se cree con poder ha sido descuidado y muy poco prolijo. Puede que no se haya dado cuenta de mí o puede que haya tendido otras intenciones al dejarme con vida. No importa. -Yuri, te aseguro que ese hijo de puta pagará. No lo dejaré morir, lo mantendré vivo para que sufra todo lo que me hizo sufrir.
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  • -Oh, si.. la danza. Una de mis mejores herramientas. La delicadeza y prolijidad en mis trabajos es gracias a la disciplina que me forjó bailar.
    -Oh, si.. la danza. Una de mis mejores herramientas. La delicadeza y prolijidad en mis trabajos es gracias a la disciplina que me forjó bailar.
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  • ◤◢◣◥◤◢◣◥◤◢◣◥◤◢◣◥◤◢◣◥

    ¿Donde estoy?



    Lo único que Gazú podía recordar de su memoria era su propio nombre y una cegadora luz que había cubierto sus ojos antes de despertar en el gélido páramo donde ahora se encontraba.


    La nieve descendía del cielo como constantes gotas de lluvias frías y heladas. A su alrededor, un bosque muerto se dejaba vislumbrar como señal desoladora.

    Gazú podía resistir el frío, pero no por mucho tiempo. Sentía cómo su cuerpo comenzaba a congelarse lentamente, como un caracol atrapado en un caparazón de hielo.

    Alzó la vista y examinó los alrededores con ojos inquietos. Solo podía ver árboles delgados y muertos, como sombras espectrales en el paisaje desolado. Sin embargo, una montaña en la distancia capturó su atención.

    Decidido, siguió caminando hacia la montaña, mientras el frío avanzaba implacable en su cuerpo.

    ⟁Debo encontrar abrigo𓂀 pensaba Gazú.

    Pero entonces, como si la buena fortuna le sonriera, un ciervo apareció, dando pasos tranquilos sobre la nieve. Gazú se escondió detrás de un árbol y, sin herramientas, comenzó a idear un plan para capturarlo.

    Observó el entorno y notó algunas ramas caídas y piedras dispersas. Con manos temblorosas por el frío y mucho sigilo comenzó a reunir los materiales necesarios.

    Primero, tomó una rama larga y resistente, y la afiló contra una roca hasta convertirla en una lanza improvisada. El ciervo no estaba tan lejos y cuando miraba en dirección hacia Gazú, el se escondia.

    Luego, recogió algunas piedras y las colocó en su bolsillo, listas para ser lanzadas si fuera necesario. Si, conservaba sus toscos pantalones pero su pecho estaba descubierto. Y solo cargaba un collar Simbolizando su poder.

    Con su lanza en mano, Gazú se movió sigilosamente, acercándose al ciervo calculando cada movimiento. Sabía que un movimiento en falso podría ahuyentar al animal. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, se detuvo, conteniendo la respiración.

    El ciervo, ajeno al peligro, seguía pastando tranquilamente. Gazú apuntó con cuidado y, con un movimiento rápido y preciso, lanzó la lanza hacia el ciervo. La lanza voló por el aire y alcanzó su objetivo, penetrando un costado y derribando al ciervo.

    Gazú se acercó rápidamente al animal caído, agradecido por la oportunidad de sobrevivir un día más en el páramo helado. Sabía que la carne del ciervo le proporcionaría el abrigo y el sustento que tanto necesitaba.

    Un día más...


    #Monorol
    ◢✥𝐆azú✥◣

    ◤◢◣◥◤◢◣◥◤◢◣◥◤◢◣◥◤◢◣◥
    ◤◢◣◥◤◢◣◥◤◢◣◥◤◢◣◥◤◢◣◥ ¿Donde estoy? Lo único que Gazú podía recordar de su memoria era su propio nombre y una cegadora luz que había cubierto sus ojos antes de despertar en el gélido páramo donde ahora se encontraba. La nieve descendía del cielo como constantes gotas de lluvias frías y heladas. A su alrededor, un bosque muerto se dejaba vislumbrar como señal desoladora. Gazú podía resistir el frío, pero no por mucho tiempo. Sentía cómo su cuerpo comenzaba a congelarse lentamente, como un caracol atrapado en un caparazón de hielo. Alzó la vista y examinó los alrededores con ojos inquietos. Solo podía ver árboles delgados y muertos, como sombras espectrales en el paisaje desolado. Sin embargo, una montaña en la distancia capturó su atención. Decidido, siguió caminando hacia la montaña, mientras el frío avanzaba implacable en su cuerpo. ⟁Debo encontrar abrigo𓂀 pensaba Gazú. Pero entonces, como si la buena fortuna le sonriera, un ciervo apareció, dando pasos tranquilos sobre la nieve. Gazú se escondió detrás de un árbol y, sin herramientas, comenzó a idear un plan para capturarlo. Observó el entorno y notó algunas ramas caídas y piedras dispersas. Con manos temblorosas por el frío y mucho sigilo comenzó a reunir los materiales necesarios. Primero, tomó una rama larga y resistente, y la afiló contra una roca hasta convertirla en una lanza improvisada. El ciervo no estaba tan lejos y cuando miraba en dirección hacia Gazú, el se escondia. Luego, recogió algunas piedras y las colocó en su bolsillo, listas para ser lanzadas si fuera necesario. Si, conservaba sus toscos pantalones pero su pecho estaba descubierto. Y solo cargaba un collar Simbolizando su poder. Con su lanza en mano, Gazú se movió sigilosamente, acercándose al ciervo calculando cada movimiento. Sabía que un movimiento en falso podría ahuyentar al animal. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, se detuvo, conteniendo la respiración. El ciervo, ajeno al peligro, seguía pastando tranquilamente. Gazú apuntó con cuidado y, con un movimiento rápido y preciso, lanzó la lanza hacia el ciervo. La lanza voló por el aire y alcanzó su objetivo, penetrando un costado y derribando al ciervo. Gazú se acercó rápidamente al animal caído, agradecido por la oportunidad de sobrevivir un día más en el páramo helado. Sabía que la carne del ciervo le proporcionaría el abrigo y el sustento que tanto necesitaba. Un día más... #Monorol ◢✥𝐆azú✥◣ ◤◢◣◥◤◢◣◥◤◢◣◥◤◢◣◥◤◢◣◥
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  • ⸻⸻𝕿𝖍𝖊 𝕷𝖆𝖘𝖙 𝕭𝖑𝖔𝖔𝖉⸻⸻


    ➤𝐶ℎ𝑎𝑝𝑡𝑒𝑟 Final

    El momento había llegado. Gazú extrajo el poder latente del corazón mágico, moldeándolo en una armadura dorada y resplandeciente que irradiaba una fuerza incomparable. Ahora, envuelto en su nueva y poderosa vestimenta, estaba preparado para enfrentarse al temido Dios Máquina.

    La leyenda relataba que el Dios Máquina se ocultaba entre las arenas doradas y bajo el sol abrasador del desierto en Chipre, una enigmática isla donde los templarios, en tiempos antiguos, habían escondido esta arma de inmenso poder.

    Gazú avanzaba como una serpiente sobre las abrasadoras arenas del desierto. Cada movimiento era calculado, consciente de que en cualquier instante podría enfrentarse a la temible bestia del Dios Máquina. El sol, en su furia inclemente, abrazaba el paisaje, inundándolo con un calor sofocante.

    Repentinamente, la tierra comenzó a temblar de manera brusca y fuerte. Gazú, desenvainó su poderosa espada, pues, sabía que el momento había llegado.

    El Dios Máquina lo esperaba, y él estaba listo para el enfrentamiento final.

    Gazú, con espada en mano, avanzó hacia el epicentro del temblor. Las arenas del desierto se arremolinaban a su alrededor, como si el mismo suelo huyera de la inminente batalla.

    De las profundidades emergió el Dios Máquina, su colosal figura era tan perceptible aún en las lejanias, un Titan escondido bajo la arena. Su cuerpo colosal estaba forjado de un acero oscuro y antiguo, cubierto de óxido y cicatrices de batallas antiguas. Los ojos del titán se fijaron en Gazú, y un bramido mecánico resonó, sacudiendo el aire.


    ⟁Las máquinas nunca hayan descanso... Pero el momento de dormir ha llegado𓂀 Dijo Gazú con un aire de valentía y coraje.


    El Dios Máquina respondió con un estruendo metálico, sus múltiples brazos mecánicos se movían de manera violenta desde su espalda, cada uno armado con herramientas y armas de destrucción antiguas.

    Cada paso del titán hacía temblar la tierra, pero Gazú no retrocedió. Con un movimiento ágil, esquivó el primer ataque pesado y colosal de uno de los brazos mecánicos.

    Pero entonces Gazú contraataco dejando caer su poderosa espada sobre el brazo de aquella máquina. El choque de metal contra metal resonó como un trueno envuelto en chispas. Gazú sabía que debía llegar al núcleo del Dios Máquina, esa fuente de energía pura que latía con un ritmo mecánico.

    La batalla era feroz, y el calor del desierto se mezclaba con el calor de la lucha, creando una atmósfera sofocante.

    Con cada golpe del titán, Gazú lo esquivaba o a veces lo contraatacaba, excepto una vez cuando la máquina intento aplastarlo con su pesado pie cubierto de engranajes. Pero gracias a la poderosa armadura de Gazú, podía resistir la caótica fuerza de su enemigo

    Pero no por mucho tiempo...

    Con el pasar del tiempo la armadura de Gazú comenzaba a perder su brillo y su poder. Había recibido tantos golpes colosales que estaba sucumbiendo en el desecho. Choques electricos y corriente recorrían el cuerpo de Gazú causando un dolor muy agudo en el.

    Como pudo creo varios clones sombras que corrían en toda dirección como si fueran hormigas huyendo de un ser gigante. El titan confundido dejo caer sus multiples brazos sobre cada clon de Gazú

    Finalmente, en un momento de sigilo. Gazú, quien había escalado al titan en silencio, encontró una apertura en el pecho y dirigió su espada directamente al corazón del Dios Máquina. La hoja penetró las capas de metal y magia, alcanzando el núcleo. Un destello de luz cegadora llenó el aire, y el rugido del titán se transformó en un gemido de derrota.

    El Dios Máquina se tambaleó, sus engranajes y circuitos fallando. Gazú retiró su espada, cayó sobre la arena y observó cómo el coloso caía, derrotado. Las arenas del desierto se asentaron, y un silencio profundo llenó el aire.

    Sin embargo Gazú yacía inmovilizado...

    La armadura explotó en un torrente eléctrico que acabo por abatir a Gazú...

    El coloso yacía muerto y Gazú... Aún vivo...


    #Monorol
    ◢✥𝐆azú✥◣
    ⸻⸻𝕿𝖍𝖊 𝕷𝖆𝖘𝖙 𝕭𝖑𝖔𝖔𝖉⸻⸻ ➤𝐶ℎ𝑎𝑝𝑡𝑒𝑟 Final El momento había llegado. Gazú extrajo el poder latente del corazón mágico, moldeándolo en una armadura dorada y resplandeciente que irradiaba una fuerza incomparable. Ahora, envuelto en su nueva y poderosa vestimenta, estaba preparado para enfrentarse al temido Dios Máquina. La leyenda relataba que el Dios Máquina se ocultaba entre las arenas doradas y bajo el sol abrasador del desierto en Chipre, una enigmática isla donde los templarios, en tiempos antiguos, habían escondido esta arma de inmenso poder. Gazú avanzaba como una serpiente sobre las abrasadoras arenas del desierto. Cada movimiento era calculado, consciente de que en cualquier instante podría enfrentarse a la temible bestia del Dios Máquina. El sol, en su furia inclemente, abrazaba el paisaje, inundándolo con un calor sofocante. Repentinamente, la tierra comenzó a temblar de manera brusca y fuerte. Gazú, desenvainó su poderosa espada, pues, sabía que el momento había llegado. El Dios Máquina lo esperaba, y él estaba listo para el enfrentamiento final. Gazú, con espada en mano, avanzó hacia el epicentro del temblor. Las arenas del desierto se arremolinaban a su alrededor, como si el mismo suelo huyera de la inminente batalla. De las profundidades emergió el Dios Máquina, su colosal figura era tan perceptible aún en las lejanias, un Titan escondido bajo la arena. Su cuerpo colosal estaba forjado de un acero oscuro y antiguo, cubierto de óxido y cicatrices de batallas antiguas. Los ojos del titán se fijaron en Gazú, y un bramido mecánico resonó, sacudiendo el aire. ⟁Las máquinas nunca hayan descanso... Pero el momento de dormir ha llegado𓂀 Dijo Gazú con un aire de valentía y coraje. El Dios Máquina respondió con un estruendo metálico, sus múltiples brazos mecánicos se movían de manera violenta desde su espalda, cada uno armado con herramientas y armas de destrucción antiguas. Cada paso del titán hacía temblar la tierra, pero Gazú no retrocedió. Con un movimiento ágil, esquivó el primer ataque pesado y colosal de uno de los brazos mecánicos. Pero entonces Gazú contraataco dejando caer su poderosa espada sobre el brazo de aquella máquina. El choque de metal contra metal resonó como un trueno envuelto en chispas. Gazú sabía que debía llegar al núcleo del Dios Máquina, esa fuente de energía pura que latía con un ritmo mecánico. La batalla era feroz, y el calor del desierto se mezclaba con el calor de la lucha, creando una atmósfera sofocante. Con cada golpe del titán, Gazú lo esquivaba o a veces lo contraatacaba, excepto una vez cuando la máquina intento aplastarlo con su pesado pie cubierto de engranajes. Pero gracias a la poderosa armadura de Gazú, podía resistir la caótica fuerza de su enemigo Pero no por mucho tiempo... Con el pasar del tiempo la armadura de Gazú comenzaba a perder su brillo y su poder. Había recibido tantos golpes colosales que estaba sucumbiendo en el desecho. Choques electricos y corriente recorrían el cuerpo de Gazú causando un dolor muy agudo en el. Como pudo creo varios clones sombras que corrían en toda dirección como si fueran hormigas huyendo de un ser gigante. El titan confundido dejo caer sus multiples brazos sobre cada clon de Gazú Finalmente, en un momento de sigilo. Gazú, quien había escalado al titan en silencio, encontró una apertura en el pecho y dirigió su espada directamente al corazón del Dios Máquina. La hoja penetró las capas de metal y magia, alcanzando el núcleo. Un destello de luz cegadora llenó el aire, y el rugido del titán se transformó en un gemido de derrota. El Dios Máquina se tambaleó, sus engranajes y circuitos fallando. Gazú retiró su espada, cayó sobre la arena y observó cómo el coloso caía, derrotado. Las arenas del desierto se asentaron, y un silencio profundo llenó el aire. Sin embargo Gazú yacía inmovilizado... La armadura explotó en un torrente eléctrico que acabo por abatir a Gazú... El coloso yacía muerto y Gazú... Aún vivo... #Monorol ◢✥𝐆azú✥◣
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  • Alisté el bolso, puse las navajas en su lugar y por las dudas me llevé algunas conmigo. Kiev Romalsko me pidió que sea su guardaespaldas por esta vez y por lo que me dijo, habrá que tener algunas herramientas a mano. Es tiempo de poda.
    Alisté el bolso, puse las navajas en su lugar y por las dudas me llevé algunas conmigo. [flare_ivory_lion_349] me pidió que sea su guardaespaldas por esta vez y por lo que me dijo, habrá que tener algunas herramientas a mano. Es tiempo de poda.
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