• Solo reproduce cualquier canción

    No era raro que a inicio del invierno el grupo que lo conocían de la orquesta le invitaran a salir a beber, siempre lo hacían cuadrando los tiempos necesarios para que él saliera, como si estuviesen a una agrupación conspirativa que se enfoca única y exclusivamente en salir a beber juntos, lo agradecía, muchas veces se olvidaba de lo divertido que era no estar preocupado, con los tiempos sobre su espalda, agotando su cuerpo hasta más no poder. Esa noche ya todos estaban un poco pasados de copas, hablando algunos más coherentes que otros, pero Yuiichi solo estaba callado con una sonrisa boba que no mostraba los dientes, nunca le gusto mostrar los dientes por el colmillo que sobresalía de forma suave. Por lo general, mantenía su rostro sereno, caracterizado por la expresión que muchas veces solo denotaba incomodidad, pero en ese momento solo tenía la sonrisa por el obvio estado de ebriedad era bastante adorable de ver.

    No supo en qué momento, pero soltaron papelillo en el ambiente del bar en el que estaban, algo de verdad muy bonito de ver. Por lo general no bebía, y si lo hacía no era en exceso, no quería terminar muriendo tan joven, además de que tenía una resistencia al alcohol en números negativos, pero a veces le era difícil medirse, en especial cuando sus amigos hacían juegos tontos que todo el mundo pensaba que habían quedado en la universidad. A pesar de todo, no podía evitar la risa baja que le hacía mostrar su rostro más pequeño ante las expresiones que se le escapaban.

    Había tenido días tranquilos a pesar del ajetreo de la ciudad, apenas le dieran las vacaciones su primer viaje sería estar un tiempo en su casa de la infancia, cada navidad se juntaban todos en la familia y de verdad es que era algo agradable, salir al mar de vez en cuando con el aire gélido en su piel y el olor a salitre en el ambiente era algo que le llenaba. A pesar de eso, estar donde su padre había fallecido era algo que le oprimía el pecho de vez en cuando.

    Después de una extensa conversación sobre qué harían para navidad que comenzó después de un largo rato jugando, Yuiichi se excusó un momento para salir a tomar aire, apenas podía caminar bien sin tropezar con sus propios zapatos y decidió no salir con su chaqueta, pero debido al alcohol no sentía con fuerza el clima gélido que estaba a su alrededor, sólo tenía su camisa blanca con un jean casual con algunos parches hechos en bordado tradicional que hacía su padre cuando él estaba más joven, tenía papelitos metalizados en el cabello y parte de la camisa al momento que salió del local, solo andaba sonriendo mientras miraba a la gente pasar por la calle, apoyado bajo los faroles neón del lugar siendo opacado por la leve capa de nieve vieja que se había asentado en distintos lugares.
    Solo reproduce cualquier canción No era raro que a inicio del invierno el grupo que lo conocían de la orquesta le invitaran a salir a beber, siempre lo hacían cuadrando los tiempos necesarios para que él saliera, como si estuviesen a una agrupación conspirativa que se enfoca única y exclusivamente en salir a beber juntos, lo agradecía, muchas veces se olvidaba de lo divertido que era no estar preocupado, con los tiempos sobre su espalda, agotando su cuerpo hasta más no poder. Esa noche ya todos estaban un poco pasados de copas, hablando algunos más coherentes que otros, pero Yuiichi solo estaba callado con una sonrisa boba que no mostraba los dientes, nunca le gusto mostrar los dientes por el colmillo que sobresalía de forma suave. Por lo general, mantenía su rostro sereno, caracterizado por la expresión que muchas veces solo denotaba incomodidad, pero en ese momento solo tenía la sonrisa por el obvio estado de ebriedad era bastante adorable de ver. No supo en qué momento, pero soltaron papelillo en el ambiente del bar en el que estaban, algo de verdad muy bonito de ver. Por lo general no bebía, y si lo hacía no era en exceso, no quería terminar muriendo tan joven, además de que tenía una resistencia al alcohol en números negativos, pero a veces le era difícil medirse, en especial cuando sus amigos hacían juegos tontos que todo el mundo pensaba que habían quedado en la universidad. A pesar de todo, no podía evitar la risa baja que le hacía mostrar su rostro más pequeño ante las expresiones que se le escapaban. Había tenido días tranquilos a pesar del ajetreo de la ciudad, apenas le dieran las vacaciones su primer viaje sería estar un tiempo en su casa de la infancia, cada navidad se juntaban todos en la familia y de verdad es que era algo agradable, salir al mar de vez en cuando con el aire gélido en su piel y el olor a salitre en el ambiente era algo que le llenaba. A pesar de eso, estar donde su padre había fallecido era algo que le oprimía el pecho de vez en cuando. Después de una extensa conversación sobre qué harían para navidad que comenzó después de un largo rato jugando, Yuiichi se excusó un momento para salir a tomar aire, apenas podía caminar bien sin tropezar con sus propios zapatos y decidió no salir con su chaqueta, pero debido al alcohol no sentía con fuerza el clima gélido que estaba a su alrededor, sólo tenía su camisa blanca con un jean casual con algunos parches hechos en bordado tradicional que hacía su padre cuando él estaba más joven, tenía papelitos metalizados en el cabello y parte de la camisa al momento que salió del local, solo andaba sonriendo mientras miraba a la gente pasar por la calle, apoyado bajo los faroles neón del lugar siendo opacado por la leve capa de nieve vieja que se había asentado en distintos lugares.
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  • -aquel hombre se encontraba sentado frente a la barra de madera gastada, el ambiente del bar envuelto en un ambiente tranquilo e incluso familiar para el y el murmullo constante de conversaciones ajenas hacían de ese lugar un nue lugar para finalmente dejar de pensar. Entre sus dedos descansaba una botella de cerveza, las gotas de condensación resbalaban lentamente por el vidrio, reflejando la luz amarillenta de las lámparas. Sus ojos, cansados pero atentos, permanecían fijos en la pantalla del televisor que colgaba en la pared. En ella, una reportera relataba los detalles del último caso en el que había trabajado, con esa voz ensayada que busca dramatismo donde para el solo era un día más de trabajo -

    Supongo que las noticias vuelan bastante rápido...

    -murmuró con una media sonrisa antes de bajar la mirada, observando el recorrido de una gota que descendía hasta su mano. Por un instante, se quedó inmóvil, perdido entre sus pensamientos, el reflejo del televisor se dibujaba en sus pupilas como una sombra conocida; cada palabra de la periodista resonaba como un eco y el solo ponia atención repasando cada detalle en su cabeza-

    Valla que sabe cómo narrar mis días con tanta elocuencia

    -Llevó la botella a los labios, dejando que el amargor de la cerveza le recordara que seguía vivo. Afuera llovía, podía escucharlo golpear el techo del bar como un reloj invisible que marcaba un tiempo solo suyo. Entonces, el crujir de la silla a su costado lo trajo de vuelta a la realidad. Su acompañante había llegado.-

    -El hombre no volteó de inmediato. Tomó otro trago, colocó la botella con suavidad sobre la barra y solo entonces giró ligeramente el rostro, dedicando una sonrisa cordial, Habían acordado encontrarse allí para hablar. De qué exactamente, no lo sabía. Tal vez del pasado, de los fantasmas que ambos compartían, o simplemente para conocer un nuevo mundo, Sea como fuere, aquella noche no tenía nada mejor que hacer. Y en el fondo, una parte de él agradecía la distracción.-

    Llegas justo a tiempo

    -Dijo finalmente, encendiendo un cigarrillo y ofreciéndole uno al recién llegado

    Las noches siempre son menos pesadas cuando alguien más comparte el silencio.
    -aquel hombre se encontraba sentado frente a la barra de madera gastada, el ambiente del bar envuelto en un ambiente tranquilo e incluso familiar para el y el murmullo constante de conversaciones ajenas hacían de ese lugar un nue lugar para finalmente dejar de pensar. Entre sus dedos descansaba una botella de cerveza, las gotas de condensación resbalaban lentamente por el vidrio, reflejando la luz amarillenta de las lámparas. Sus ojos, cansados pero atentos, permanecían fijos en la pantalla del televisor que colgaba en la pared. En ella, una reportera relataba los detalles del último caso en el que había trabajado, con esa voz ensayada que busca dramatismo donde para el solo era un día más de trabajo - Supongo que las noticias vuelan bastante rápido... -murmuró con una media sonrisa antes de bajar la mirada, observando el recorrido de una gota que descendía hasta su mano. Por un instante, se quedó inmóvil, perdido entre sus pensamientos, el reflejo del televisor se dibujaba en sus pupilas como una sombra conocida; cada palabra de la periodista resonaba como un eco y el solo ponia atención repasando cada detalle en su cabeza- Valla que sabe cómo narrar mis días con tanta elocuencia -Llevó la botella a los labios, dejando que el amargor de la cerveza le recordara que seguía vivo. Afuera llovía, podía escucharlo golpear el techo del bar como un reloj invisible que marcaba un tiempo solo suyo. Entonces, el crujir de la silla a su costado lo trajo de vuelta a la realidad. Su acompañante había llegado.- -El hombre no volteó de inmediato. Tomó otro trago, colocó la botella con suavidad sobre la barra y solo entonces giró ligeramente el rostro, dedicando una sonrisa cordial, Habían acordado encontrarse allí para hablar. De qué exactamente, no lo sabía. Tal vez del pasado, de los fantasmas que ambos compartían, o simplemente para conocer un nuevo mundo, Sea como fuere, aquella noche no tenía nada mejor que hacer. Y en el fondo, una parte de él agradecía la distracción.- Llegas justo a tiempo -Dijo finalmente, encendiendo un cigarrillo y ofreciéndole uno al recién llegado Las noches siempre son menos pesadas cuando alguien más comparte el silencio.
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  • Ya que el inútil encargado de la exterminacion está feliz cantando canciones maricas de amor. Yo me encargaré de limpiar a esta familia

    Demonios, animales y cualquier inmundicia infernal .... Nada se va a salvar. Con quién voy a iniciar ?
    Ya que el inútil encargado de la exterminacion está feliz cantando canciones maricas de amor. Yo me encargaré de limpiar a esta familia Demonios, animales y cualquier inmundicia infernal .... Nada se va a salvar. Con quién voy a iniciar ?
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  • Ecos del Olvido

    Han pasado dos años desde que Yukine enfrentó al Señor de las Sombras.

    Dos años desde que el mundo tembló, desde que la oscuridad fue contenida… pero no destruida.
    La victoria no trajo paz, sino silencio.

    Yukine, marcado por la batalla, ya no era el mismo.
    Su mirada, antes impulsiva, ahora cargaba con el peso de decisiones que nadie más recordaba.

    El vínculo con su dios se había desvanecido lentamente, como una llama que ya no necesitaba arder.

    Y en ese vacío, comenzó a sentirlo:
    un llamado sin voz,
    una grieta en la realidad,
    un portal que no prometía destino… solo tránsito.

    Apareció una noche sin luna, en medio de un campo que había sido testigo de antiguos juramentos.
    Yukine lo observó sin miedo, pero con una extraña familiaridad.

    Como si el universo le dijera:

    "No has terminado. Solo cambió el escenario."

    Sin saber qué lo esperaba, sin saber si era castigo o redención,
    dio el paso.

    Al atravesarlo, su cuerpo no se desintegró.
    Pero su vínculo con todo lo conocido sí.
    Ya no era Regalia.
    Ya no era sombra de un dios.
    Era algo más, algo que ni él comprendía.

    El nuevo mundo lo recibió sin ceremonia.
    Sin guardianes, sin enemigos, sin respuestas.
    Solo un cielo que cambiaba de color según sus pensamientos.
    Y una tierra que parecía recordar cosas que él aún no había vivido.

    Yukine caminó.
    No por fe, ni por deber.
    Sino porque quedarse quieto era rendirse a la nada.
    Cada paso lo acercaba a fragmentos de sí mismo que no recordaba haber perdido.

    Cada encuentro con los habitantes de ese mundo le revelaba que algo estaba desequilibrado…
    Pero nadie sabía qué.
    Ni cómo.
    Ni por qué él había llegado.

    Ecos del Olvido Han pasado dos años desde que Yukine enfrentó al Señor de las Sombras. Dos años desde que el mundo tembló, desde que la oscuridad fue contenida… pero no destruida. La victoria no trajo paz, sino silencio. Yukine, marcado por la batalla, ya no era el mismo. Su mirada, antes impulsiva, ahora cargaba con el peso de decisiones que nadie más recordaba. El vínculo con su dios se había desvanecido lentamente, como una llama que ya no necesitaba arder. Y en ese vacío, comenzó a sentirlo: un llamado sin voz, una grieta en la realidad, un portal que no prometía destino… solo tránsito. Apareció una noche sin luna, en medio de un campo que había sido testigo de antiguos juramentos. Yukine lo observó sin miedo, pero con una extraña familiaridad. Como si el universo le dijera: "No has terminado. Solo cambió el escenario." Sin saber qué lo esperaba, sin saber si era castigo o redención, dio el paso. Al atravesarlo, su cuerpo no se desintegró. Pero su vínculo con todo lo conocido sí. Ya no era Regalia. Ya no era sombra de un dios. Era algo más, algo que ni él comprendía. El nuevo mundo lo recibió sin ceremonia. Sin guardianes, sin enemigos, sin respuestas. Solo un cielo que cambiaba de color según sus pensamientos. Y una tierra que parecía recordar cosas que él aún no había vivido. Yukine caminó. No por fe, ni por deber. Sino porque quedarse quieto era rendirse a la nada. Cada paso lo acercaba a fragmentos de sí mismo que no recordaba haber perdido. Cada encuentro con los habitantes de ese mundo le revelaba que algo estaba desequilibrado… Pero nadie sabía qué. Ni cómo. Ni por qué él había llegado.
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    Fandom
    Entre luces y sombras
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    Rol
    Estado
    Disponible
    Sobre mi personaje:
    Mi personaje es una joven modelo con una vida que brilla frente a las cámaras, pero oculta un pasado oscuro lleno de secretos, conflictos y decisiones difíciles. A simple vista parece segura y elegante, pero su historia personal está marcada por traiciones, pérdidas y una constante lucha interna que a veces sale a la luz de manera inesperada. Es bisexual, por lo que la química puede surgir con personajes de cualquier género.

    Qué busco en el rol:

    Tramas profundas y complejas que exploren tanto su faceta pública como la privada.

    Conflictos de poder, rivalidades en el mundo de la moda, chantajes, secretos familiares o incluso vínculos con el crimen o el misterio.

    Relaciones emocionales intensas: rivalidades que se convierten en alianzas, romances complicados, amistades con secretos, o vínculos peligrosos que desafíen su moral.

    Dinámicas donde se pueda jugar con tensión, traición, lealtad y redención.

    Preferencias sobre el rol:

    Me gustan los roles con respuestas largas y detalladas, que profundicen en los pensamientos y emociones de los personajes.

    Tramas con continuidad y coherencia: disfruto desarrollando historias que evolucionen y no se queden en interacciones aisladas.

    No importa si el otro personaje ya está creado o se crea nuevo para la trama, estoy abierta a todo.

    Rol literario, con descripciones de entorno, gestos y sentimientos, más allá del diálogo.

    Me adapto a distintos tipos de rol: dramático, romántico, oscuro, thriller, e incluso con toques de misterio o criminal.

    Si tienes alguna idea que encaje con un personaje con pasado oscuro y vida en el mundo de la moda, ¡me encantaría que roleáramos!
    Sobre mi personaje: Mi personaje es una joven modelo con una vida que brilla frente a las cámaras, pero oculta un pasado oscuro lleno de secretos, conflictos y decisiones difíciles. A simple vista parece segura y elegante, pero su historia personal está marcada por traiciones, pérdidas y una constante lucha interna que a veces sale a la luz de manera inesperada. Es bisexual, por lo que la química puede surgir con personajes de cualquier género. Qué busco en el rol: Tramas profundas y complejas que exploren tanto su faceta pública como la privada. Conflictos de poder, rivalidades en el mundo de la moda, chantajes, secretos familiares o incluso vínculos con el crimen o el misterio. Relaciones emocionales intensas: rivalidades que se convierten en alianzas, romances complicados, amistades con secretos, o vínculos peligrosos que desafíen su moral. Dinámicas donde se pueda jugar con tensión, traición, lealtad y redención. Preferencias sobre el rol: Me gustan los roles con respuestas largas y detalladas, que profundicen en los pensamientos y emociones de los personajes. Tramas con continuidad y coherencia: disfruto desarrollando historias que evolucionen y no se queden en interacciones aisladas. No importa si el otro personaje ya está creado o se crea nuevo para la trama, estoy abierta a todo. Rol literario, con descripciones de entorno, gestos y sentimientos, más allá del diálogo. Me adapto a distintos tipos de rol: dramático, romántico, oscuro, thriller, e incluso con toques de misterio o criminal. Si tienes alguna idea que encaje con un personaje con pasado oscuro y vida en el mundo de la moda, ¡me encantaría que roleáramos!
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  • El agua helada del grifo golpeó su rostro pero no fue suficiente. El hombre se sostuvo del borde del lavabo, sus nudillos blancos, sus ojos café encontrando su reflejo en el espejo empañado.

    Cada pensamiento sobre ella, era un golpe. Y cada recuerdo de su risa, un punto de presión en su pecho que amenazaba con quebrar su compostura.

    ─── Basta ─susurró hacia su reflejo, con su propia voz áspera, llena de una furia que no entendía. ─── Controla. Esto.

    Una oleada de calor, ajena y familiar a la vez, ascendió por su espina dorsal. La Entidad se agitaba, disfrutando del festín que era su desequilibrio. En el espejo, sus pupilas se tornaron grises.

    Apartó la vista de un gesto brusco, sacándose la cara con una toalla como si pudiera frotar la misma obsesión de su piel.

    ─── No vale la pena ─murmuró para si, una mentira frágil. ─── Nada que genere este nivel de perdida de control... vale la pena.
    El agua helada del grifo golpeó su rostro pero no fue suficiente. El hombre se sostuvo del borde del lavabo, sus nudillos blancos, sus ojos café encontrando su reflejo en el espejo empañado. Cada pensamiento sobre ella, era un golpe. Y cada recuerdo de su risa, un punto de presión en su pecho que amenazaba con quebrar su compostura. ─── Basta ─susurró hacia su reflejo, con su propia voz áspera, llena de una furia que no entendía. ─── Controla. Esto. Una oleada de calor, ajena y familiar a la vez, ascendió por su espina dorsal. La Entidad se agitaba, disfrutando del festín que era su desequilibrio. En el espejo, sus pupilas se tornaron grises. Apartó la vista de un gesto brusco, sacándose la cara con una toalla como si pudiera frotar la misma obsesión de su piel. ─── No vale la pena ─murmuró para si, una mentira frágil. ─── Nada que genere este nivel de perdida de control... vale la pena.
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  • Crónicas del Olvido – Capítulo VI: El Corazón del Vacío

    El Corazón del Vacío no es un lugar. Es una herida en la realidad. El Cuarteto de la Aurora avanza, sabiendo que no todos saldrán. El Amuleto del Destino vibra, incompleto pero consciente. Y el Señor de las Sombras ha enviado a sus tres Generales: fragmentos de humanidad corrompidos por el olvido.

    Sira vs. Velmora, la Dama del Viento Roto

    Velmora aparece como Lidica. No una ilusión. Una réplica perfecta, con sus recuerdos, su voz, su mirada.
    Velmora: “¿Por qué sigues luchando, Sira? Yo ya caí. Tú también puedes descansar.”

    Sira: “No lucho por mí. Lucho por lo que tú creíste. Por lo que aún vive en mí.”

    Velmora lanza ráfagas que susurran verdades distorsionadas. Cada golpe es una duda. Cada corriente, una traición.
    Velmora: “¿Y si tu memoria es falsa? ¿Y si Lidica nunca creyó en ti?”

    Sira (cerrando los ojos): “Entonces lucharé por la versión que sí lo hizo. Porque esa es la que me salvó.”

    Sira canaliza el viento real. No el que corta, sino el que canta. Con una ráfaga pura, atraviesa a Velmora. Pero su cuerpo queda atrapado en la corriente.
    Sira (último suspiro): “Kael… no olvides que el viento siempre regresa.”

    Deja su daga en el camino. El viento la lleva. El recuerdo permanece.


    Tharos vs. Karn, el Portador de la Ira

    Karn, el mentor de Tharos, ahora es magma y odio. Cada ataque grita. Cada explosión es un recuerdo ardiente.


    Karn lanza visiones: su familia ardiendo, sus compañeros muriendo, su alma corrompida.


    Lucha sin magia. Solo con voluntad. Karn se debilita. El fuego sin odio no lo sostiene. Tharos se lanza en una llamarada que purifica. Ambos desaparecen.

    En el suelo queda una piedra incandescente. El núcleo de Tharos. El legado de su redención.

    Elen vs. Neriah, la Madre de las Raíces Muertas

    Neriah absorbe recuerdos. Elen comienza a olvidar: su nombre, su misión, sus amigos.
    Neriah: “La memoria es una carga. Déjala ir. Sé raíz. Sé olvido.”

    Elen (temblando): “Si olvido quién soy… que esta semilla lo recuerde por mí.”

    Canaliza su magia en una semilla que ella misma plantó. La raíz pura crece, envolviendo a Neriah. Elen queda atrapada. Su cuerpo se convierte en árbol. Su alma… en guía.
    Elen (último susurro): “Kael… si el mundo florece, que sea porque tú lo regaste.”

    Kael encuentra la flor que brota del árbol. La última ofrenda. El último suspiro.

    Kael y el Señor de las Sombras

    Kael está solo. Con la daga de Sira, la piedra de Tharos y la flor de Elen, completa el Amuleto. No como arma. Como legado.
    El Señor de las Sombras no tiene forma. Es entorno. Es vacío.
    Señor de las Sombras: “¿Crees que el sacrificio basta? El olvido es más fuerte que la memoria.”

    Kael: “La memoria no necesita fuerza. Solo fe.”

    El combate no es físico. Es conceptual. Cada hechizo de Kael está reforzado por los sacrificios. Cada paso que da… es sostenido por lo que perdió.
    Kael: “No soy el héroe. Soy el testigo.”

    Señor de las Sombras: “Entonces muere con tu testimonio.”

    Kael recuerda:
    Yukine (eco): “No todos los sellos se rompen con fuerza. Algunos… con fe.”

    Con un último hechizo, Kael canaliza el sacrificio de Sira, Tharos y Elen en una onda de purificación que atraviesa el núcleo del vacío.
    El Señor de las Sombras grita. No por dolor. Por incredulidad.
    Y desaparece.



    Crónicas del Olvido – Capítulo VI: El Corazón del Vacío El Corazón del Vacío no es un lugar. Es una herida en la realidad. El Cuarteto de la Aurora avanza, sabiendo que no todos saldrán. El Amuleto del Destino vibra, incompleto pero consciente. Y el Señor de las Sombras ha enviado a sus tres Generales: fragmentos de humanidad corrompidos por el olvido. Sira vs. Velmora, la Dama del Viento Roto Velmora aparece como Lidica. No una ilusión. Una réplica perfecta, con sus recuerdos, su voz, su mirada. Velmora: “¿Por qué sigues luchando, Sira? Yo ya caí. Tú también puedes descansar.” Sira: “No lucho por mí. Lucho por lo que tú creíste. Por lo que aún vive en mí.” Velmora lanza ráfagas que susurran verdades distorsionadas. Cada golpe es una duda. Cada corriente, una traición. Velmora: “¿Y si tu memoria es falsa? ¿Y si Lidica nunca creyó en ti?” Sira (cerrando los ojos): “Entonces lucharé por la versión que sí lo hizo. Porque esa es la que me salvó.” Sira canaliza el viento real. No el que corta, sino el que canta. Con una ráfaga pura, atraviesa a Velmora. Pero su cuerpo queda atrapado en la corriente. Sira (último suspiro): “Kael… no olvides que el viento siempre regresa.” Deja su daga en el camino. El viento la lleva. El recuerdo permanece. Tharos vs. Karn, el Portador de la Ira Karn, el mentor de Tharos, ahora es magma y odio. Cada ataque grita. Cada explosión es un recuerdo ardiente. Karn lanza visiones: su familia ardiendo, sus compañeros muriendo, su alma corrompida. Lucha sin magia. Solo con voluntad. Karn se debilita. El fuego sin odio no lo sostiene. Tharos se lanza en una llamarada que purifica. Ambos desaparecen. En el suelo queda una piedra incandescente. El núcleo de Tharos. El legado de su redención. Elen vs. Neriah, la Madre de las Raíces Muertas Neriah absorbe recuerdos. Elen comienza a olvidar: su nombre, su misión, sus amigos. Neriah: “La memoria es una carga. Déjala ir. Sé raíz. Sé olvido.” Elen (temblando): “Si olvido quién soy… que esta semilla lo recuerde por mí.” Canaliza su magia en una semilla que ella misma plantó. La raíz pura crece, envolviendo a Neriah. Elen queda atrapada. Su cuerpo se convierte en árbol. Su alma… en guía. Elen (último susurro): “Kael… si el mundo florece, que sea porque tú lo regaste.” Kael encuentra la flor que brota del árbol. La última ofrenda. El último suspiro. Kael y el Señor de las Sombras Kael está solo. Con la daga de Sira, la piedra de Tharos y la flor de Elen, completa el Amuleto. No como arma. Como legado. El Señor de las Sombras no tiene forma. Es entorno. Es vacío. Señor de las Sombras: “¿Crees que el sacrificio basta? El olvido es más fuerte que la memoria.” Kael: “La memoria no necesita fuerza. Solo fe.” El combate no es físico. Es conceptual. Cada hechizo de Kael está reforzado por los sacrificios. Cada paso que da… es sostenido por lo que perdió. Kael: “No soy el héroe. Soy el testigo.” Señor de las Sombras: “Entonces muere con tu testimonio.” Kael recuerda: Yukine (eco): “No todos los sellos se rompen con fuerza. Algunos… con fe.” Con un último hechizo, Kael canaliza el sacrificio de Sira, Tharos y Elen en una onda de purificación que atraviesa el núcleo del vacío. El Señor de las Sombras grita. No por dolor. Por incredulidad. Y desaparece.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    || User pasando por una muy mala racha. Lamentó mi ausencia repentina, solo puedo decir que todo decayó de forma abrupta, tanto mentalmente, económicamente, personalmente y familiar.

    Trate de escribir un mensaje antes, sin embargo, no tengo la cabeza para casi nada más que tratar de solucionar lo poco que me queda.

    Estuve a punto de eliminar el pj, sin embargo, con el tiempo que me tomé decidí no hacerlo.

    Agradecería mucho su paciencia. Realmente me gustaría volver a mi ritmo aquí, pero eh tenido la cabeza muy ida. Probablemente tarde más de lo debido, pero es lo que puedo ofrecer ahora.

    Una vez que se calmen espero poder volver a seguir aquí. Sin mucho más que decir, un abrazo enorme.
    || User pasando por una muy mala racha. Lamentó mi ausencia repentina, solo puedo decir que todo decayó de forma abrupta, tanto mentalmente, económicamente, personalmente y familiar. Trate de escribir un mensaje antes, sin embargo, no tengo la cabeza para casi nada más que tratar de solucionar lo poco que me queda. Estuve a punto de eliminar el pj, sin embargo, con el tiempo que me tomé decidí no hacerlo. Agradecería mucho su paciencia. Realmente me gustaría volver a mi ritmo aquí, pero eh tenido la cabeza muy ida. Probablemente tarde más de lo debido, pero es lo que puedo ofrecer ahora. Una vez que se calmen espero poder volver a seguir aquí. Sin mucho más que decir, un abrazo enorme.
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  • — El cambio más importante de mi vida, algo de lo que no me arrepiento, cada día soy más feliz con mi familia y amigos, nada me hará sentir o pensar lo contrario.
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  • Nerissa Ravencroft

    +Luego de un dia que habia considerado productivo, visitando lugares, conociendo personas se encontraba dando un recorrido por la calle. Casi andando sin rumbo su mente sumergida en memorias. Y algunas preguntas que asomaban de vez en cuando+

    +No podia quejarse de la ciudad. era un sitio interesante hasta ahora donde ya se habia cruzado con diferentes ´´personas´´. cada una con historia para contar y mas de una le habian causado una sensacion de familiaridad. Tenia una idea clara de porque era eso. Alzando la vista al cielo podia ver una media luna lo que le traia una pequeña sonrisa a los labios preguntandose si las personas que eran importantes para ella estaban viendo esa misma luna en algun otro lugar+

    [meteor_crimson_shark_351] +Luego de un dia que habia considerado productivo, visitando lugares, conociendo personas se encontraba dando un recorrido por la calle. Casi andando sin rumbo su mente sumergida en memorias. Y algunas preguntas que asomaban de vez en cuando+ +No podia quejarse de la ciudad. era un sitio interesante hasta ahora donde ya se habia cruzado con diferentes ´´personas´´. cada una con historia para contar y mas de una le habian causado una sensacion de familiaridad. Tenia una idea clara de porque era eso. Alzando la vista al cielo podia ver una media luna lo que le traia una pequeña sonrisa a los labios preguntandose si las personas que eran importantes para ella estaban viendo esa misma luna en algun otro lugar+
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