• Dean Winchester se apoyó contra la fría encimera de la cocina del búnker, dejando escapar un suspiro satisfecho. El aroma de las tortitas recién hechas flotaba en el aire, una mezcla tentadora de masa dorada, mantequilla derretida y un toque de jarabe de arce. Había pasado un día largo, entre cacerías y viejos grimorios, y lo único que deseaba en ese momento era una buena comida y un batido bien frío.

    Abrió la nevera con un movimiento automático, como si ese rincón del búnker se hubiera convertido en un refugio tan familiar como el Impala. La luz amarillenta iluminó el interior desordenado: botellas medio vacías de condimentos, un par de batidos artesanales que Sam había comprado, y restos de pizza de alguna noche anterior. Dean frunció el ceño, escudriñando entre los estantes, empujando a un lado un tarro de pepinillos y un envase olvidado de yogur que había visto mejores días.

    —Vamos, tiene que haber algo más por aquí... —murmuró para sí mismo, mientras sus dedos tamborileaban impacientes sobre el metal helado.

    Finalmente, encontró lo que buscaba: un batido de chocolate perfectamente frío. Lo sacó con un gesto triunfal, cerrando la puerta de la nevera con la cadera. El sonido característico del líquido agitándose en el envase le arrancó una pequeña sonrisa de satisfacción.

    Se sentó a la mesa, dejando el batido a su derecha y las tortitas frente a él. Por un momento, el búnker, con sus paredes de hierro y su historia sombría, se sintió acogedor. Dean tomó el primer bocado, cerrando los ojos brevemente mientras el sabor le llenaba la boca. Era un instante de paz, raro y precioso, en medio del caos.

    #Personajes3D #3D #Comunidad3D
    Dean Winchester se apoyó contra la fría encimera de la cocina del búnker, dejando escapar un suspiro satisfecho. El aroma de las tortitas recién hechas flotaba en el aire, una mezcla tentadora de masa dorada, mantequilla derretida y un toque de jarabe de arce. Había pasado un día largo, entre cacerías y viejos grimorios, y lo único que deseaba en ese momento era una buena comida y un batido bien frío. Abrió la nevera con un movimiento automático, como si ese rincón del búnker se hubiera convertido en un refugio tan familiar como el Impala. La luz amarillenta iluminó el interior desordenado: botellas medio vacías de condimentos, un par de batidos artesanales que Sam había comprado, y restos de pizza de alguna noche anterior. Dean frunció el ceño, escudriñando entre los estantes, empujando a un lado un tarro de pepinillos y un envase olvidado de yogur que había visto mejores días. —Vamos, tiene que haber algo más por aquí... —murmuró para sí mismo, mientras sus dedos tamborileaban impacientes sobre el metal helado. Finalmente, encontró lo que buscaba: un batido de chocolate perfectamente frío. Lo sacó con un gesto triunfal, cerrando la puerta de la nevera con la cadera. El sonido característico del líquido agitándose en el envase le arrancó una pequeña sonrisa de satisfacción. Se sentó a la mesa, dejando el batido a su derecha y las tortitas frente a él. Por un momento, el búnker, con sus paredes de hierro y su historia sombría, se sintió acogedor. Dean tomó el primer bocado, cerrando los ojos brevemente mientras el sabor le llenaba la boca. Era un instante de paz, raro y precioso, en medio del caos. #Personajes3D #3D #Comunidad3D
    0 turnos 0 maullidos 316 vistas
  • Poppy Davies apoyó la cabeza contra la ventanilla del Impala y dejó escapar un pequeño bostezo.

    — Recuérdame otra vez por qué estoy siendo "𝘰𝘣𝘭𝘪𝘨𝘢𝘥𝘢" a esto… —murmuró, cruzando los brazos con expresión de fastidio.

    DEAN WINCHESTER, al volante, giró la cabeza hacia ella con una sonrisa burlona.

    — Porque necesitamos salir, socializar, vivir un poco.

    — ¿Y tu idea de "vivir un poco" es ir a un partido de baloncesto?

    Dean puso los ojos en blanco.

    — Oh, vamos, Pops. No es una cacería, no hay fantasmas, vampiros ni demonios. Solo un estadio, cerveza fría y un montón de tipos lanzando una pelota. Un descanso de lo sobrenatural.

    Poppy ladeó la cabeza hacia él, claramente poco convencida.

    — La última vez que dijiste "un descanso de lo sobrenatural", terminamos atrapados en un cine encantado con un espíritu obsesionado con las películas de los años 50.

    Dean soltó una carcajada.

    — Bueno, técnicamente, eso no fue mi culpa.

    — Ajá, claro —resopló ella, mirando por la ventana—. Solo digo que si algo raro pasa en este partido, te lo restregaré en la cara.

    — Lo acepto —dijo Dean con un encogimiento de hombros—, pero relájate, princesa. Hoy solo vamos a disfrutar. ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo normal?

    Poppy parpadeó, dándose cuenta de que no tenía una respuesta inmediata. Con una mueca resignada, dejó escapar otro pequeño bostezo y apoyó la mejilla en la palma de su mano.

    — Está bien, pero si esto se vuelve aburrido, quiero comida gratis.

    Dean sonrió con suficiencia.

    —Trato hecho. Pero te advierto, Pomerania… después de esta noche, puede que hasta te guste el baloncesto.

    Ella arqueó una ceja, pero la sonrisa que intentó ocultar traicionó su desinterés fingido. Mientras el Impala rugía por la carretera, Poppy solo podía esperar que, por una vez, Dean tuviera razón y esto fuera solo un partido.

    El estadio estaba abarrotado, las luces brillaban intensamente sobre la cancha de madera pulida y el bullicio de la multitud hacía que Poppy se sintiera fuera de lugar. Se ajustó la chaqueta y miró a su alrededor con expresión de escepticismo mientras Dean, emocionado como un niño en Navidad, la guiaba hasta sus asientos de pista.

    — Mira esto, Pops. Asientos perfectos, buena vista de la cancha y, lo mejor de todo… —Dean se giró con una sonrisa orgullosa y levantó dos vasos de cerveza—. La magia del baloncesto servida fría.

    Poppy tomó el suyo con un gesto resignado, dando un sorbo mientras observaba a los jugadores calentando.

    —Bien, estamos aquí. Ahora dime, ¿cuál es el plan? ¿Solo gritamos cada vez que alguien lanza el balón o hay una ciencia detrás de esto?

    Dean se rió y sacudió la cabeza.

    — No te preocupes, lo entenderás cuando el juego empiece. Solo siéntelo, Davies. La emoción, la tensión, el drama… —Hizo un gesto amplio con los brazos—. Es como una cacería, pero sin la parte de morir.

    Ella lo miró de reojo, divertida.

    — ¿Seguro? Porque esa multitud parece dispuesta a matar si su equipo pierde.

    Justo en ese momento, el sonido ensordecedor de la bocina hizo temblar el estadio, marcando el inicio del partido. La multitud rugió, Dean se puso de pie de un salto y Poppy se encogió ligeramente, aún tratando de entender qué demonios hacía allí.

    A medida que los minutos avanzaban, Poppy no podía evitar notar lo inmerso que estaba Dean. Gritaba, aplaudía, maldecía cuando el árbitro pitaba algo que no le gustaba, e incluso saltó cuando su equipo encestó un triple espectacular.

    —¡¿Has visto eso, Pomerania?! —exclamó, dándole un codazo amistoso.

    Ella parpadeó y se encogió de hombros.

    —Sí, alguien ha metido una pelota en un aro. Impactante.

    Dean soltó una carcajada y sacudió la cabeza.

    —Eres un caso perdido.

    Pero lo cierto era que, aunque no lo admitiera, Poppy empezaba a disfrutar el ambiente. Había una energía contagiosa en todo aquello, en la pasión de la gente y en la forma en que Dean se dejaba llevar por la emoción. Se sorprendió a sí misma inclinándose un poco hacia adelante cuando el marcador se puso parejo.
    Sabia que Dean vería a través de su desinterés fingido, y la encontraría ligeramente interesada, pero era algo que jamás aceptaría en voz alta.
    Poppy Davies apoyó la cabeza contra la ventanilla del Impala y dejó escapar un pequeño bostezo. — Recuérdame otra vez por qué estoy siendo "𝘰𝘣𝘭𝘪𝘨𝘢𝘥𝘢" a esto… —murmuró, cruzando los brazos con expresión de fastidio. [thxsoldier], al volante, giró la cabeza hacia ella con una sonrisa burlona. — Porque necesitamos salir, socializar, vivir un poco. — ¿Y tu idea de "vivir un poco" es ir a un partido de baloncesto? Dean puso los ojos en blanco. — Oh, vamos, Pops. No es una cacería, no hay fantasmas, vampiros ni demonios. Solo un estadio, cerveza fría y un montón de tipos lanzando una pelota. Un descanso de lo sobrenatural. Poppy ladeó la cabeza hacia él, claramente poco convencida. — La última vez que dijiste "un descanso de lo sobrenatural", terminamos atrapados en un cine encantado con un espíritu obsesionado con las películas de los años 50. Dean soltó una carcajada. — Bueno, técnicamente, eso no fue mi culpa. — Ajá, claro —resopló ella, mirando por la ventana—. Solo digo que si algo raro pasa en este partido, te lo restregaré en la cara. — Lo acepto —dijo Dean con un encogimiento de hombros—, pero relájate, princesa. Hoy solo vamos a disfrutar. ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo normal? Poppy parpadeó, dándose cuenta de que no tenía una respuesta inmediata. Con una mueca resignada, dejó escapar otro pequeño bostezo y apoyó la mejilla en la palma de su mano. — Está bien, pero si esto se vuelve aburrido, quiero comida gratis. Dean sonrió con suficiencia. —Trato hecho. Pero te advierto, Pomerania… después de esta noche, puede que hasta te guste el baloncesto. Ella arqueó una ceja, pero la sonrisa que intentó ocultar traicionó su desinterés fingido. Mientras el Impala rugía por la carretera, Poppy solo podía esperar que, por una vez, Dean tuviera razón y esto fuera solo un partido. El estadio estaba abarrotado, las luces brillaban intensamente sobre la cancha de madera pulida y el bullicio de la multitud hacía que Poppy se sintiera fuera de lugar. Se ajustó la chaqueta y miró a su alrededor con expresión de escepticismo mientras Dean, emocionado como un niño en Navidad, la guiaba hasta sus asientos de pista. — Mira esto, Pops. Asientos perfectos, buena vista de la cancha y, lo mejor de todo… —Dean se giró con una sonrisa orgullosa y levantó dos vasos de cerveza—. La magia del baloncesto servida fría. Poppy tomó el suyo con un gesto resignado, dando un sorbo mientras observaba a los jugadores calentando. —Bien, estamos aquí. Ahora dime, ¿cuál es el plan? ¿Solo gritamos cada vez que alguien lanza el balón o hay una ciencia detrás de esto? Dean se rió y sacudió la cabeza. — No te preocupes, lo entenderás cuando el juego empiece. Solo siéntelo, Davies. La emoción, la tensión, el drama… —Hizo un gesto amplio con los brazos—. Es como una cacería, pero sin la parte de morir. Ella lo miró de reojo, divertida. — ¿Seguro? Porque esa multitud parece dispuesta a matar si su equipo pierde. Justo en ese momento, el sonido ensordecedor de la bocina hizo temblar el estadio, marcando el inicio del partido. La multitud rugió, Dean se puso de pie de un salto y Poppy se encogió ligeramente, aún tratando de entender qué demonios hacía allí. A medida que los minutos avanzaban, Poppy no podía evitar notar lo inmerso que estaba Dean. Gritaba, aplaudía, maldecía cuando el árbitro pitaba algo que no le gustaba, e incluso saltó cuando su equipo encestó un triple espectacular. —¡¿Has visto eso, Pomerania?! —exclamó, dándole un codazo amistoso. Ella parpadeó y se encogió de hombros. —Sí, alguien ha metido una pelota en un aro. Impactante. Dean soltó una carcajada y sacudió la cabeza. —Eres un caso perdido. Pero lo cierto era que, aunque no lo admitiera, Poppy empezaba a disfrutar el ambiente. Había una energía contagiosa en todo aquello, en la pasión de la gente y en la forma en que Dean se dejaba llevar por la emoción. Se sorprendió a sí misma inclinándose un poco hacia adelante cuando el marcador se puso parejo. Sabia que Dean vería a través de su desinterés fingido, y la encontraría ligeramente interesada, pero era algo que jamás aceptaría en voz alta.
    Me encocora
    1
    0 turnos 0 maullidos 667 vistas
  • *el monstruo está hambriento. Esta noche, saldrá de cacería*
    *el monstruo está hambriento. Esta noche, saldrá de cacería*
    Me gusta
    2
    26 turnos 0 maullidos 284 vistas
  • "Por y para siempre"
    Fandom The Originals / Legacies
    Categoría Drama


    ㅤㅤㅤㅤ𝑁a𝑑a p𝑒r𝑚a𝑛e𝑐e e𝑛t𝑒r𝑟a𝑑o p𝑎r𝑎 𝑠i𝑒m𝑝r𝑒
    ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑
    ㅤㅤㅤㅤ˹ KLAUS MIKAELSON ; Elijah Mikaelson


    ㅤㅤㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤA pesar de ser la primera y única tríbrida y, aunque su capacidad de recuperación era mucho mayor y superior a la de cualquier especie habitante sobre la faz de la tierra, lo cierto era que habia heridas que la tríbrida aun no podía sanar. Su reciente experiencia extracorporal le había demostrado que, a pesar de lo que creyese, era vulnerable. Freya había estado reforzando los hechizos del bunker, siempre contando con la inestimable ayuda de Sam y los archivos de Los Hombres de Letras. Con aquello trataba de asegurarse de que, de nuevo, nadie fuera capaz de vulnerar la seguridad de aquel lugar. Lo cierto era que después de la visita de ángeles, demonios y demás seres sobrenaturales, las protecciones se habían debilitado gradualmente, eso fue lo que dijo Freya.

    Por su parte, Hope, se había encargado personalmente de que el cuerpo de la presa abatida en el motín de la prisión tuviera un entierro digno y, por supuesto, de que los responsables de su muerte pagasen por su crimen. También se había asegurado de que Karina recibiera digna sepultura. Cuando eres vampiro y cuentas con el dinero de la familia Mikaelson hay muy pocas cosas que no puedas hacer…

    -No volveremos a salir de estas paredes -le dijo a Dean una de aquellas noches- Ninguno de los dos… -bromeó antes de ser acallada con un beso. Obviamente, sabia que era una promesa que el cazador no podía cumplir, asi que no le pidió promesa alguna.

    Pero decidió portarse bien y, una vez que Dean se aseguró de que Hope estaba completamente recuperada y que no corría peligro si la dejaba en el bunker, lo despidió a él y Sam deseándoles buena suerte en su cacería. No se sentía inquieta. Sabia que regresarían.

    Hacía un par de dias que Freya había abandonado el bunker prometiendo regresar pronto, y para un propósito menos funesto y peliagudo. “Solo palomitas y películas malas”, había prometido la bruja.

    Asi que, tras ver por ultima vez la brillante carrocería oscura del Chevrolet impala de Dean alejarse por el túnel de salida del garaje del bunker, Hope se dio cuenta de que tenía a su disposición las instalaciones del bunker al completo ya que Castiel y Jack también habían salido el día anterior.


    ❧ Pasó gran parte de la tarde entrenando en el gimnasio que Sam había habilitado en una de las habitaciones y, para cuando salió de la ducha secándose el pelo con una toalla escuchó el incesante timbre de su teléfono móvil. El identificador de llamadas marcaba el nombre de Freya. Asi que, para cuando Hope respondió el teléfono, lo hizo con total familiaridad.

    -¿Ya quieres volver? ¿Tanto me echas de menos, tía Freya? -preguntó con una sonrisa en el rostro mientras dejaba la toalla sobre la cama de Dean y se acercaba hasta el armario del cazador con intención de robarle una de sus camisas.

    -Sabes que siempre te echo de menos, preciosa…- respondió Freya, pero algo en su tono de voz provocó que Hope frunciera el ceño.

    -¿Pero…? -se atrevió a aventurar la tríbrida.

    Freya suspiró al otro lado de la linea.

    -Pero… No sé cómo decirte esto, Hope…- la voz de Freya sonaba titubeante, y aquello puso en alerta a la tríbrida, quien dejó su traviesa misión y se dio la vuelta intentando no distraer su atención con ningún estimulo más.

    -¿Qué sucede, Freya? -preguntó Hope.

    -Es tu padre, Hope… -respondió Freya.

    Por un momento Hope no entendió nada. Su padre estaba muerto. Llevaba muerto casi una década… Ella misma se deshizo de sus cenizas… ¿Qué podría haber pasado ahora con su padre…?

    -Ha vuelto…


    ❧ Me. Cago. En. La. Leche.

    Eso era lo que pensaba Hope al día siguiente de la llamada de su tia. Aquellas cinco palabras eran un mantra que la tríbrida llevaba repitiéndose en su cabeza una y otra vez desde hacia veinticuatro horas. Y, donde Hope veia algunos dias de calma y asueto dentro de aquel bunker y tiempo para investigar sobre Miguel… Ahora solo tenia mil millones de preguntas acerca del regreso de su padre.

    Y no solo de su padre… Si no tambien el de su tio Elijah…

    Los dos querían verla, por cierto. Así que, una vez pasado el shock inicial Freya le había confirmado que los dos llegarían a Lebanon al día siguiente. Asi que Hope los citó en un parque natural cerca de allí porque, aunque quisiera, no podía permitirles el paso al bunker de los hermanos. Ella era vampiro y no podía permitir el acceso a vampiros al interior.
    La cabeza de Hope bullía en preguntas, en sentimientos encontrados, sentía arder las cicatrices de su pasado… Hacía tiempo que había sanado el hecho de que su padre muriera por ella y tambien había terminado por perdonar a Elijah -y a si misma- por la muerte de su madre. Porque era muy sencillo perdonar a un moribundo o a un muerto… El tiempo y la ausencia hacían todo el trabajo. Pero la mera idea de volver a verlos removía los recuerdos de aquel pasado, del sacrificio de dos de los hombres mas importantes de su vida. Su padre había muerto por protegerla y Elijah… Elijah no dejaría morir solo a Klaus. Había pasado mil años cuidando de él y era una certeza que no sabría vivir otros más con su ausencia… Además, Hope conocía bien el sentimiento de culpa que arrastraba su tio Elijah, y sabía que tampoco sería capaz de vivir sin Hayley.

    Por todo aquello… Estaba nerviosa. Infinitamente nerviosa. Tanto que había llegado casi veinte minutos antes a aquel parque. Su agudizado sentido del oído estaba centrado en cualquier sonido familiar, asi que cuando los elegantes zapatos italianos de su tio Elijah pisaron la gravilla del camino, Hope alzó la cabeza desde el banco donde estaba sentada. Estaban cerca. Podía oírlos. A los dos.

    Y podía oír su propio corazón latir desbocado contra su propio pecho.

    “Joder. Joder. Joder.”


    #Personajes3D #3D #Comunidad3D #Miakelsons #TheOriginals #AlwaysAndForever
    ㅤ ㅤㅤㅤㅤ𝑁a𝑑a p𝑒r𝑚a𝑛e𝑐e e𝑛t𝑒r𝑟a𝑑o p𝑎r𝑎 𝑠i𝑒m𝑝r𝑒 ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 ㅤㅤㅤㅤ˹ [Thebigbadwolf] ; [Nbl3Stag] ㅤ ㅤ ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤA pesar de ser la primera y única tríbrida y, aunque su capacidad de recuperación era mucho mayor y superior a la de cualquier especie habitante sobre la faz de la tierra, lo cierto era que habia heridas que la tríbrida aun no podía sanar. Su reciente experiencia extracorporal le había demostrado que, a pesar de lo que creyese, era vulnerable. Freya había estado reforzando los hechizos del bunker, siempre contando con la inestimable ayuda de Sam y los archivos de Los Hombres de Letras. Con aquello trataba de asegurarse de que, de nuevo, nadie fuera capaz de vulnerar la seguridad de aquel lugar. Lo cierto era que después de la visita de ángeles, demonios y demás seres sobrenaturales, las protecciones se habían debilitado gradualmente, eso fue lo que dijo Freya. Por su parte, Hope, se había encargado personalmente de que el cuerpo de la presa abatida en el motín de la prisión tuviera un entierro digno y, por supuesto, de que los responsables de su muerte pagasen por su crimen. También se había asegurado de que Karina recibiera digna sepultura. Cuando eres vampiro y cuentas con el dinero de la familia Mikaelson hay muy pocas cosas que no puedas hacer… -No volveremos a salir de estas paredes -le dijo a Dean una de aquellas noches- Ninguno de los dos… -bromeó antes de ser acallada con un beso. Obviamente, sabia que era una promesa que el cazador no podía cumplir, asi que no le pidió promesa alguna. Pero decidió portarse bien y, una vez que Dean se aseguró de que Hope estaba completamente recuperada y que no corría peligro si la dejaba en el bunker, lo despidió a él y Sam deseándoles buena suerte en su cacería. No se sentía inquieta. Sabia que regresarían. Hacía un par de dias que Freya había abandonado el bunker prometiendo regresar pronto, y para un propósito menos funesto y peliagudo. “Solo palomitas y películas malas”, había prometido la bruja. Asi que, tras ver por ultima vez la brillante carrocería oscura del Chevrolet impala de Dean alejarse por el túnel de salida del garaje del bunker, Hope se dio cuenta de que tenía a su disposición las instalaciones del bunker al completo ya que Castiel y Jack también habían salido el día anterior. ❧ Pasó gran parte de la tarde entrenando en el gimnasio que Sam había habilitado en una de las habitaciones y, para cuando salió de la ducha secándose el pelo con una toalla escuchó el incesante timbre de su teléfono móvil. El identificador de llamadas marcaba el nombre de Freya. Asi que, para cuando Hope respondió el teléfono, lo hizo con total familiaridad. -¿Ya quieres volver? ¿Tanto me echas de menos, tía Freya? -preguntó con una sonrisa en el rostro mientras dejaba la toalla sobre la cama de Dean y se acercaba hasta el armario del cazador con intención de robarle una de sus camisas. -Sabes que siempre te echo de menos, preciosa…- respondió Freya, pero algo en su tono de voz provocó que Hope frunciera el ceño. -¿Pero…? -se atrevió a aventurar la tríbrida. Freya suspiró al otro lado de la linea. -Pero… No sé cómo decirte esto, Hope…- la voz de Freya sonaba titubeante, y aquello puso en alerta a la tríbrida, quien dejó su traviesa misión y se dio la vuelta intentando no distraer su atención con ningún estimulo más. -¿Qué sucede, Freya? -preguntó Hope. -Es tu padre, Hope… -respondió Freya. Por un momento Hope no entendió nada. Su padre estaba muerto. Llevaba muerto casi una década… Ella misma se deshizo de sus cenizas… ¿Qué podría haber pasado ahora con su padre…? -Ha vuelto… ❧ Me. Cago. En. La. Leche. Eso era lo que pensaba Hope al día siguiente de la llamada de su tia. Aquellas cinco palabras eran un mantra que la tríbrida llevaba repitiéndose en su cabeza una y otra vez desde hacia veinticuatro horas. Y, donde Hope veia algunos dias de calma y asueto dentro de aquel bunker y tiempo para investigar sobre Miguel… Ahora solo tenia mil millones de preguntas acerca del regreso de su padre. Y no solo de su padre… Si no tambien el de su tio Elijah… Los dos querían verla, por cierto. Así que, una vez pasado el shock inicial Freya le había confirmado que los dos llegarían a Lebanon al día siguiente. Asi que Hope los citó en un parque natural cerca de allí porque, aunque quisiera, no podía permitirles el paso al bunker de los hermanos. Ella era vampiro y no podía permitir el acceso a vampiros al interior. La cabeza de Hope bullía en preguntas, en sentimientos encontrados, sentía arder las cicatrices de su pasado… Hacía tiempo que había sanado el hecho de que su padre muriera por ella y tambien había terminado por perdonar a Elijah -y a si misma- por la muerte de su madre. Porque era muy sencillo perdonar a un moribundo o a un muerto… El tiempo y la ausencia hacían todo el trabajo. Pero la mera idea de volver a verlos removía los recuerdos de aquel pasado, del sacrificio de dos de los hombres mas importantes de su vida. Su padre había muerto por protegerla y Elijah… Elijah no dejaría morir solo a Klaus. Había pasado mil años cuidando de él y era una certeza que no sabría vivir otros más con su ausencia… Además, Hope conocía bien el sentimiento de culpa que arrastraba su tio Elijah, y sabía que tampoco sería capaz de vivir sin Hayley. Por todo aquello… Estaba nerviosa. Infinitamente nerviosa. Tanto que había llegado casi veinte minutos antes a aquel parque. Su agudizado sentido del oído estaba centrado en cualquier sonido familiar, asi que cuando los elegantes zapatos italianos de su tio Elijah pisaron la gravilla del camino, Hope alzó la cabeza desde el banco donde estaba sentada. Estaban cerca. Podía oírlos. A los dos. Y podía oír su propio corazón latir desbocado contra su propio pecho. “Joder. Joder. Joder.” #Personajes3D #3D #Comunidad3D #Miakelsons #TheOriginals #AlwaysAndForever
    Tipo
    Grupal
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    Me encocora
    Me shockea
    Me entristece
    3
    0 turnos 0 maullidos 1213 vistas
  • '╭❥ -Nunca había temido por su identidad hasta ahora, debía ser más cuidadosa cuando saliera a sus investigaciones o cacerías, por lo que, ahora usaría un antifaz, incluso había pensando en portar máscara.-

    ¿Cómo fui tan descuidada?

    -Después de otra noche, llegó a su casa con una botella de tinto, la cual por supuesto bebería ella sola... Pues cuando su mente no estaba en el trabajo, debía pensar en lo que la lastimaba y sólo el alcohol calma a esas fieras voces dentro de su cabeza.-
    '╭❥ -Nunca había temido por su identidad hasta ahora, debía ser más cuidadosa cuando saliera a sus investigaciones o cacerías, por lo que, ahora usaría un antifaz, incluso había pensando en portar máscara.- ¿Cómo fui tan descuidada? -Después de otra noche, llegó a su casa con una botella de tinto, la cual por supuesto bebería ella sola... Pues cuando su mente no estaba en el trabajo, debía pensar en lo que la lastimaba y sólo el alcohol calma a esas fieras voces dentro de su cabeza.-
    Me encocora
    Me gusta
    4
    7 turnos 0 maullidos 545 vistas
  • El sol brillaba alto en el cielo cuando RJ llegó al río, cubierto de barro, sangre y el hedor de la cacería. No dudó ni un segundo antes de deshacerse de la camisa empapada de sudor y saltar al agua de un solo impulso.

    El impacto lo hizo jadear, un escalofrío recorriéndole la espalda mientras la corriente fresca se llevaba consigo el polvo, la sangre seca y el cansancio que pesaba sobre sus músculos. Había sido una cacería más difícil de lo esperado. La criatura lo había arrastrado entre la maleza, revolcándolo por la tierra húmeda hasta que logró acorralarla y acabar con ella. Ahora, con el agua envolviéndolo, finalmente podía respirar.

    Se pasó una mano por el cabello mojado y alzó la vista al cielo despejado. El canto de los pájaros rompía el silencio del bosque, y por primera vez en todo el día, RJ se permitió cerrar los ojos y disfrutar del momento.

    No duraría mucho. En cuanto saliera del agua, el sol volvería a abrasarle la piel, y tendría que seguir su camino, quizá con otro rastro que seguir. Pero por ahora, con la corriente refrescándolo y el murmullo del río rodeándolo, podía permitirse un respiro.


    #Personajes3D #3D #Comunidad3D #Rol3D
    El sol brillaba alto en el cielo cuando RJ llegó al río, cubierto de barro, sangre y el hedor de la cacería. No dudó ni un segundo antes de deshacerse de la camisa empapada de sudor y saltar al agua de un solo impulso. El impacto lo hizo jadear, un escalofrío recorriéndole la espalda mientras la corriente fresca se llevaba consigo el polvo, la sangre seca y el cansancio que pesaba sobre sus músculos. Había sido una cacería más difícil de lo esperado. La criatura lo había arrastrado entre la maleza, revolcándolo por la tierra húmeda hasta que logró acorralarla y acabar con ella. Ahora, con el agua envolviéndolo, finalmente podía respirar. Se pasó una mano por el cabello mojado y alzó la vista al cielo despejado. El canto de los pájaros rompía el silencio del bosque, y por primera vez en todo el día, RJ se permitió cerrar los ojos y disfrutar del momento. No duraría mucho. En cuanto saliera del agua, el sol volvería a abrasarle la piel, y tendría que seguir su camino, quizá con otro rastro que seguir. Pero por ahora, con la corriente refrescándolo y el murmullo del río rodeándolo, podía permitirse un respiro. #Personajes3D #3D #Comunidad3D #Rol3D
    0 turnos 0 maullidos 232 vistas
  • "Un brindis por las amistades de bar"
    Fandom Supernatural || OC
    Categoría Original


    ㅤㅤㅤㅤ"𝚄𝙽 𝙱𝚁𝙸𝙽𝙳𝙸𝚂 𝙿𝙾𝚁 𝙻𝙰𝚂 𝙰𝙼𝙸𝚂𝚃𝙰𝙳𝙴𝚂 𝙳𝙴 𝙱𝙰𝚁"
    ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑
    ㅤㅤㅤㅤ˹ ᒍᥲxoᥒ ᙃoᥒoʋᥲᥒ



    Con el paso de los años, Dean había aprendido que mantener un perfil bajo era mucho más seguro que armar barullo en cada bar que encontrara en la carretera.

    Hacía bastante tiempo que la vida había obligado a Dean Winchester —por circunstancias que escapaban a su control— a sentar cabeza. De un modo totalmente disfuncional, altamente extraño y peligroso. Pero así era… No es que hubiera dejado las cacerías ni las largas investigaciones nocturnas, pero… había encontrado a alguien la mitad de loca que él como para compartir aquella vida.

    ¿La parte disfuncional? Digamos que nada en su vida era normal, absolutamente nada. Y la mujer que ahora vivía permanentemente en su cabeza y en su corazón era la versión adulta, venida del futuro, de la hija del recipiente humano de su mejor amigo ángel. Sí, así es. Puedo repetirlo de otro modo, pero no tendrá más sentido, os lo aseguro.

    Digamos que Claire Novak, recién llegada desde un futuro distópico e incierto, había aterrizado en aquel pasado que era el presente de los hermanos Winchester. Y traía una peligrosa y delicada misión entre manos: salvar su futuro. ¿Quién era Claire Novak? La hija de Jimmy… ¿Quién era Jimmy? El recipiente humano de Castiel, un ángel que, a esas alturas de la historia, se había convertido en un miembro más de la familia Winchester.

    Habían pasado semanas complicadas entre un caso y otro en sus ratos libres, preocupados además por rescatar a Mary Winchester de un universo alternativo que había sucumbido al apocalipsis a tiempo completo.

    Digamos que esa misión de rescate fue mucho más complicada de lo que esperaban y que, tras arduas semanas, al fin tenía algo que celebrar. Y mucho en lo que pensar. Incapaz de disfrutar de las pequeñas victorias, el cerebro del Winchester siempre viajaba a toda velocidad. Aunque atrapado en otro universo, Dean sabía que Miguel seguía siendo un problema. Lucifer, atrapado con aquella versión de su hermano, querría venganza… Como os digo, el cerebro de Dean no paraba en ningún momento.

    Pero aquella noche… Aquella noche pareció que su cerebro le concedió un respiro. Tras una más que larga y exhaustiva cacería en Reno, se había duchado, pagado la habitación del motel y vuelto a ponerse en marcha. A esas alturas de su vida, conocía cada carretera del país. Los Estados Unidos ya no tenían secretos para él. Horas después, en lugar de buscar un lugar donde cenar en condiciones, había aparcado en el parking de un bar de carretera cualquiera. De esos bares pequeños donde la música suena en directo, el whisky es barato pero bueno, y la clientela se divide entre habituales y viajeros de paso: moteros, camioneros, viajantes…

    Tras algunas copas de whisky, y aprovechando el micrófono abierto de aquella noche especial, Dean Winchester había terminado subido al pequeño escenario, micrófono en mano, rodeado de aquella banda que parecía reunirse solamente los sábados por la noche para tocar en aquel local. Algo que Dean no se imaginaba volver a hacer, ciertamente. No desde el bochorno del karaoke cuando la Marca de Caín lo obligó a ir de andanzas con Crowley. Pero, a pesar de todo lo que tenía sobre los hombros, Dean fue capaz de disfrutar de aquella experiencia. Le gustaba cantar; los años atormentando a Sam cantando a viva voz en el coche lo demostraban. Pero nunca lo había hecho en público…

    𝐼𝑛𝑠𝑝𝑖𝑟𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛: https://www.youtube.com/watch?v=uUq6Mo9tjgI


    #Personajes3D #3D #Comunidad3D #NuevoStarter #Supernatural #DeanWinchester
    ㅤ ㅤ ㅤㅤㅤㅤ"𝚄𝙽 𝙱𝚁𝙸𝙽𝙳𝙸𝚂 𝙿𝙾𝚁 𝙻𝙰𝚂 𝙰𝙼𝙸𝚂𝚃𝙰𝙳𝙴𝚂 𝙳𝙴 𝙱𝙰𝚁" ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 ㅤㅤㅤㅤ˹ [Jaxon1] ㅤ Con el paso de los años, Dean había aprendido que mantener un perfil bajo era mucho más seguro que armar barullo en cada bar que encontrara en la carretera. Hacía bastante tiempo que la vida había obligado a Dean Winchester —por circunstancias que escapaban a su control— a sentar cabeza. De un modo totalmente disfuncional, altamente extraño y peligroso. Pero así era… No es que hubiera dejado las cacerías ni las largas investigaciones nocturnas, pero… había encontrado a alguien la mitad de loca que él como para compartir aquella vida. ¿La parte disfuncional? Digamos que nada en su vida era normal, absolutamente nada. Y la mujer que ahora vivía permanentemente en su cabeza y en su corazón era la versión adulta, venida del futuro, de la hija del recipiente humano de su mejor amigo ángel. Sí, así es. Puedo repetirlo de otro modo, pero no tendrá más sentido, os lo aseguro. Digamos que Claire Novak, recién llegada desde un futuro distópico e incierto, había aterrizado en aquel pasado que era el presente de los hermanos Winchester. Y traía una peligrosa y delicada misión entre manos: salvar su futuro. ¿Quién era Claire Novak? La hija de Jimmy… ¿Quién era Jimmy? El recipiente humano de Castiel, un ángel que, a esas alturas de la historia, se había convertido en un miembro más de la familia Winchester. Habían pasado semanas complicadas entre un caso y otro en sus ratos libres, preocupados además por rescatar a Mary Winchester de un universo alternativo que había sucumbido al apocalipsis a tiempo completo. Digamos que esa misión de rescate fue mucho más complicada de lo que esperaban y que, tras arduas semanas, al fin tenía algo que celebrar. Y mucho en lo que pensar. Incapaz de disfrutar de las pequeñas victorias, el cerebro del Winchester siempre viajaba a toda velocidad. Aunque atrapado en otro universo, Dean sabía que Miguel seguía siendo un problema. Lucifer, atrapado con aquella versión de su hermano, querría venganza… Como os digo, el cerebro de Dean no paraba en ningún momento. Pero aquella noche… Aquella noche pareció que su cerebro le concedió un respiro. Tras una más que larga y exhaustiva cacería en Reno, se había duchado, pagado la habitación del motel y vuelto a ponerse en marcha. A esas alturas de su vida, conocía cada carretera del país. Los Estados Unidos ya no tenían secretos para él. Horas después, en lugar de buscar un lugar donde cenar en condiciones, había aparcado en el parking de un bar de carretera cualquiera. De esos bares pequeños donde la música suena en directo, el whisky es barato pero bueno, y la clientela se divide entre habituales y viajeros de paso: moteros, camioneros, viajantes… Tras algunas copas de whisky, y aprovechando el micrófono abierto de aquella noche especial, Dean Winchester había terminado subido al pequeño escenario, micrófono en mano, rodeado de aquella banda que parecía reunirse solamente los sábados por la noche para tocar en aquel local. Algo que Dean no se imaginaba volver a hacer, ciertamente. No desde el bochorno del karaoke cuando la Marca de Caín lo obligó a ir de andanzas con Crowley. Pero, a pesar de todo lo que tenía sobre los hombros, Dean fue capaz de disfrutar de aquella experiencia. Le gustaba cantar; los años atormentando a Sam cantando a viva voz en el coche lo demostraban. Pero nunca lo había hecho en público… 𝐼𝑛𝑠𝑝𝑖𝑟𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛: https://www.youtube.com/watch?v=uUq6Mo9tjgI #Personajes3D #3D #Comunidad3D #NuevoStarter #Supernatural #DeanWinchester
    Tipo
    Grupal
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    Me encocora
    1
    1 turno 1 maullido 1257 vistas
  • Desde que se convirtió en su guardián, él ya no había derramado más sangre.
    Robin eran tan querida que nisiquiera los villanos intentaban lastimarla, por otra parte, sus admiradores solían ser tanto respetuosos, y de ello no ocurrir, solían comprender las miradas hostiles del rubio.
    Ya no había cacerías sangrientas, cruzadas contra los vestigios de los eones malditos, ni hablar de la ejecución de criminales amorales. Su vida se había reducido a acompañar a la artista durante sus giras y luego en sus vida cotidiana.
    Le costó mucho entender que nadie en ese universo lo esperaba, que entre las estrellas era el único de su gente y que estos habían alcanzado horizontes que él tenía predestinados. A ojos de muchos era un monstruo que jamás había logrado salvar a nadie, excepto a una sola, alguien que se convirtió en un ancla, atada a sus tobillos y que lo arrastraba al abismo. Sentimientos olvidados desbordaban de su corazón cuando la veía sonreír, cuando la escuchaba emocionarse, o simplemente, cuando estaba ahí presente. Los gritos de antaño desaparecían al escucharla cantar y todo su mundo se ponía de cabeza cuando ella mostraba malestar. Era lo más parecido a un sentir con los de su calaña, pero también era consciente de que ella no era como él, y sin embargo, tantoa años de soledad habían erosionado su fortaleza. Cualquiera reiría al pensar que era una criatura dependiente de su gente, la unión era tan poderosa que se perdía el concepto de individuo, su caso no era diferente a liberar a un pez hogareño en medio del mar.
    Queria no saber porqué esto sucedía, pero un recuerdo lejano le obligada a no indagar en su propia mente; no podía permitirse que ella supiera que escucharla cantar y ser amada por ello no era distinto a desgarrar su corazón. Él había perdido el derecho a sentir tal dicha, pero ella no y es por eso que no podía evitar protegerla hasta el último de los días.

    《Yo no puedo entonar canción alguna, pero no voy a permitir que tu voz sea callada. No hay prados verdes para mi, pero a ti te espera el cielo más gentil y celeste》.
    Desde que se convirtió en su guardián, él ya no había derramado más sangre. Robin eran tan querida que nisiquiera los villanos intentaban lastimarla, por otra parte, sus admiradores solían ser tanto respetuosos, y de ello no ocurrir, solían comprender las miradas hostiles del rubio. Ya no había cacerías sangrientas, cruzadas contra los vestigios de los eones malditos, ni hablar de la ejecución de criminales amorales. Su vida se había reducido a acompañar a la artista durante sus giras y luego en sus vida cotidiana. Le costó mucho entender que nadie en ese universo lo esperaba, que entre las estrellas era el único de su gente y que estos habían alcanzado horizontes que él tenía predestinados. A ojos de muchos era un monstruo que jamás había logrado salvar a nadie, excepto a una sola, alguien que se convirtió en un ancla, atada a sus tobillos y que lo arrastraba al abismo. Sentimientos olvidados desbordaban de su corazón cuando la veía sonreír, cuando la escuchaba emocionarse, o simplemente, cuando estaba ahí presente. Los gritos de antaño desaparecían al escucharla cantar y todo su mundo se ponía de cabeza cuando ella mostraba malestar. Era lo más parecido a un sentir con los de su calaña, pero también era consciente de que ella no era como él, y sin embargo, tantoa años de soledad habían erosionado su fortaleza. Cualquiera reiría al pensar que era una criatura dependiente de su gente, la unión era tan poderosa que se perdía el concepto de individuo, su caso no era diferente a liberar a un pez hogareño en medio del mar. Queria no saber porqué esto sucedía, pero un recuerdo lejano le obligada a no indagar en su propia mente; no podía permitirse que ella supiera que escucharla cantar y ser amada por ello no era distinto a desgarrar su corazón. Él había perdido el derecho a sentir tal dicha, pero ella no y es por eso que no podía evitar protegerla hasta el último de los días. 《Yo no puedo entonar canción alguna, pero no voy a permitir que tu voz sea callada. No hay prados verdes para mi, pero a ti te espera el cielo más gentil y celeste》.
    Me entristece
    Me gusta
    5
    0 turnos 0 maullidos 303 vistas
  • Hayden:
    "¿Cacería de Eidolones?, Noche de karaoke, ¿verdad?"
    Hayden: "¿Cacería de Eidolones?, Noche de karaoke, ¿verdad?"
    0 turnos 0 maullidos 268 vistas
  • Comienza a usar el olfato del cuerpo de Chroma, impresionado por la capacidad de este cuerpo de tener un mapa mental de objetos asociados por el aroma captado, hasta para los que él nunca se imaginó.

    — Gr...

    Gruñe, realmente los aromas son intensos tanto de las flores como los de los cadáveres que dejó tras finalizar su cacería, lamentaba que ese grupo no fue lo suficientemente racional para que abandonaran el planeta, pero al poner un pie, ahora están infestados, por lo tanto purgar para evitar propagación si estos salieran de la orbita.
    Comienza a usar el olfato del cuerpo de Chroma, impresionado por la capacidad de este cuerpo de tener un mapa mental de objetos asociados por el aroma captado, hasta para los que él nunca se imaginó. — Gr... Gruñe, realmente los aromas son intensos tanto de las flores como los de los cadáveres que dejó tras finalizar su cacería, lamentaba que ese grupo no fue lo suficientemente racional para que abandonaran el planeta, pero al poner un pie, ahora están infestados, por lo tanto purgar para evitar propagación si estos salieran de la orbita.
    0 turnos 0 maullidos 366 vistas
Ver más resultados
Patrocinados