• 𝑰𝒕'𝒔 𝒇𝒊𝒏𝒂𝒍𝒍𝒚 𝒉𝒂𝒑𝒑𝒆𝒏𝒊𝒏𝒈...
    Fandom Bridgerton
    Categoría Slice of Life
    𝐀𝐍𝐓𝐇𝐎𝐍𝐘 𝐁𝐑𝐈𝐃𝐆𝐄𝐑𝐓𝐎𝐍

    Finalmente iba a ocurrir. Iba a casarse. Las últimas semanas habían sido una mezcla borrosa de preparativos, flores por doquier, menús para ofrecer, y diversas miradas ante la que iba a ser vizcondesa.

    ¡Ella vizcondesa! Lady Whistledown afirmaba en su columna que, a pesar de ser un compromiso que nadie esperaba, estaba convencida de que era una unión deseada por ambos. Tal vez podría haberlo sido si no les hubiesen descubierto aquel día con la abeja.

    Maldito animal. Eso pensaba mientras daba una puntada a la costura que tenía entre manos. No se le daba demasiado bien, pero quería distraerse. Solamente quedaban dos días para la boda. Y tenía que decir, que la perspectiva no le resultaba del todo desagradable.

    No sabía exactamente lo que sentía por lord Bridgerton, pero algo había. En su forma de hablar, de mirarla. Tuvo que sacudir su cabeza mientras recordaba que había sido el perfecto caballero durante esas últimas semanas. Pero la realidad era que no habían tenido demasiado tiempo para estar ambos solos.

    Justo en ese momento pudo escuchar un carraspeo del mayordomo, que la hizo levantar la mirada.

    -𝑳𝒐𝒓𝒅 𝑩𝒓𝒊𝒅𝒈𝒆𝒓𝒕𝒐𝒏 𝒆𝒔𝒕𝒂́ 𝒂𝒒𝒖𝜾́. 𝑫𝒆𝒔𝒆𝒂 𝒗𝒆𝒓𝒍𝒂.

    Su boca se abrió por la impresión. Ese día su madre se encontraba con Violet Bridgerton, y su hermana había aprovechado para acompañarlas. Con un carraspeo, dejó su costura en la mesilla contigua antes de levantarse, estirando su vestido.

    -Hágale pasar.
    [CROCODILCROCK] Finalmente iba a ocurrir. Iba a casarse. Las últimas semanas habían sido una mezcla borrosa de preparativos, flores por doquier, menús para ofrecer, y diversas miradas ante la que iba a ser vizcondesa. ¡Ella vizcondesa! Lady Whistledown afirmaba en su columna que, a pesar de ser un compromiso que nadie esperaba, estaba convencida de que era una unión deseada por ambos. Tal vez podría haberlo sido si no les hubiesen descubierto aquel día con la abeja. Maldito animal. Eso pensaba mientras daba una puntada a la costura que tenía entre manos. No se le daba demasiado bien, pero quería distraerse. Solamente quedaban dos días para la boda. Y tenía que decir, que la perspectiva no le resultaba del todo desagradable. No sabía exactamente lo que sentía por lord Bridgerton, pero algo había. En su forma de hablar, de mirarla. Tuvo que sacudir su cabeza mientras recordaba que había sido el perfecto caballero durante esas últimas semanas. Pero la realidad era que no habían tenido demasiado tiempo para estar ambos solos. Justo en ese momento pudo escuchar un carraspeo del mayordomo, que la hizo levantar la mirada. -𝑳𝒐𝒓𝒅 𝑩𝒓𝒊𝒅𝒈𝒆𝒓𝒕𝒐𝒏 𝒆𝒔𝒕𝒂́ 𝒂𝒒𝒖𝜾́. 𝑫𝒆𝒔𝒆𝒂 𝒗𝒆𝒓𝒍𝒂. Su boca se abrió por la impresión. Ese día su madre se encontraba con Violet Bridgerton, y su hermana había aprovechado para acompañarlas. Con un carraspeo, dejó su costura en la mesilla contigua antes de levantarse, estirando su vestido. -Hágale pasar.
    Tipo
    Grupal
    Líneas
    10
    Estado
    Disponible
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  • Despedida de soltero
    Fandom Los Bridgerton
    Categoría Original
    Anthony Bridgerton Benedict Bridgerton Colin Bridgerton

    Ya no puedo seguir con mi papel de esposo comprensivo que apoya a su esposa.
    Necesito estar unas cuantas horas alejado de casa, pasar un buen rato y alejarme de tanta tristeza innecesaria.

    Decido regresar al salón de caballeros regentado por un buen amigos de los Bridgerton, hacia semanas que no pisaba este lugar y he tomado el mejor día para mi regreso.
    A lo lejos sentados en una mesa se encuentran los tres hermanos más conocidos de toda la aristocracia Londinense.
    [ThxVizconde] [BenedictArtB] [Colin_SB] Ya no puedo seguir con mi papel de esposo comprensivo que apoya a su esposa. Necesito estar unas cuantas horas alejado de casa, pasar un buen rato y alejarme de tanta tristeza innecesaria. Decido regresar al salón de caballeros regentado por un buen amigos de los Bridgerton, hacia semanas que no pisaba este lugar y he tomado el mejor día para mi regreso. A lo lejos sentados en una mesa se encuentran los tres hermanos más conocidos de toda la aristocracia Londinense.
    Tipo
    Individual
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Terminado
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  • -Llevaba tiempo desde que el hermano mayor vergil sparda estaba viviendo en una época antigua , viajando por dimensiones y tiempo , encontró un reino el cual necesitaba ayuda, fue nombrado rey y líder de la orden de caballeros , aquel rey al menos en ese lugar era buscado por todo tipo de ,princesas ,mujeres de diferentes lugares ,ya que se preguntaban por qué vivía tan solo , no solia ser expresivo y prácticamente era malo socializando , solo se encerró en sus libros y sus pensamientos , se alejaría un tiempo de su hermano y de quién tenía una fuerte conexión,solo por darse un tiempo -

    Bueno,es momento de darme un tiempo aquí ,lo necesito
    -Llevaba tiempo desde que el hermano mayor vergil sparda estaba viviendo en una época antigua , viajando por dimensiones y tiempo , encontró un reino el cual necesitaba ayuda, fue nombrado rey y líder de la orden de caballeros , aquel rey al menos en ese lugar era buscado por todo tipo de ,princesas ,mujeres de diferentes lugares ,ya que se preguntaban por qué vivía tan solo , no solia ser expresivo y prácticamente era malo socializando , solo se encerró en sus libros y sus pensamientos , se alejaría un tiempo de su hermano y de quién tenía una fuerte conexión,solo por darse un tiempo - Bueno,es momento de darme un tiempo aquí ,lo necesito
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  • No es el filo que corta todo a su paso, ni la rabia colérica que arde, lo que define al caballero, sino la incesante oportunidad de destruirlo todo a su paso… y elegir no hacerlo.

    En esa renuncia total, cuando la sangre clama justicia y la espada exige venganza, nace el verdadero honor.

    Es allí donde el asesino se revela, y el caballero se eleva.
    No es el filo que corta todo a su paso, ni la rabia colérica que arde, lo que define al caballero, sino la incesante oportunidad de destruirlo todo a su paso… y elegir no hacerlo. En esa renuncia total, cuando la sangre clama justicia y la espada exige venganza, nace el verdadero honor. Es allí donde el asesino se revela, y el caballero se eleva.
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  • Rian no era el primer hombre con quien compartía una cama, sin embargo era el primero con quien dormía tan tranquila, el único con quien podía imaginarse así.

    Rian era con quien se sentía feliz, cada noche entre sus brazos, disfrutando de su cálido aliento, ansiando las caricias furtivas en sus piernas, los besos traviesos en el cuello y los mimos dulces en su blanco cabello.

    Rian no era su primer amor, pero Alexa sabia bien que ese caballero de dorada mirada, castaño cabello y abundantes cicatrices era el amor de su vida, ese hombre era la segunda oportunidad que la luna le había dado y no la desperdiciaría no lo haría nunca.
    Rian no era el primer hombre con quien compartía una cama, sin embargo era el primero con quien dormía tan tranquila, el único con quien podía imaginarse así. Rian era con quien se sentía feliz, cada noche entre sus brazos, disfrutando de su cálido aliento, ansiando las caricias furtivas en sus piernas, los besos traviesos en el cuello y los mimos dulces en su blanco cabello. Rian no era su primer amor, pero Alexa sabia bien que ese caballero de dorada mirada, castaño cabello y abundantes cicatrices era el amor de su vida, ese hombre era la segunda oportunidad que la luna le había dado y no la desperdiciaría no lo haría nunca.
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  • Era inaudito, jamás lo abría siquiera pensado, su joven caballero, llevándola en brazos con aquella mirada asesina.

    ── Oye nunca pensé que alguien podría hacer eso

    El sonrojo había cubierto su pálido rostro y un agradable calor llenaba su pecho ante lo que los actos de su amado reflejaban.

    ── A caso ¿Son celos lo que noto en tus ojos Rian ?
    Era inaudito, jamás lo abría siquiera pensado, su joven caballero, llevándola en brazos con aquella mirada asesina. ── Oye nunca pensé que alguien podría hacer eso El sonrojo había cubierto su pálido rostro y un agradable calor llenaba su pecho ante lo que los actos de su amado reflejaban. ── A caso ¿Son celos lo que noto en tus ojos [Rian_A]?
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  • [ 𝑬𝒔𝒕𝒆 𝒕𝒊𝒑𝒐 𝒔𝒊 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒂𝒃𝒆 𝒄ó𝒎𝒐 𝒑𝒐𝒏𝒆𝒓𝒎𝒆 𝒅𝒆 𝒎𝒂𝒍 𝒉𝒖𝒎𝒐𝒓. — 𝐑𝐎𝐔𝐋𝐄𝐓𝐓𝐄 𝐑𝐔𝐒𝐒𝐀 ]



    Ryan podía parecer tranquilo. Un hombre social, abierto, incluso relajado a simple vista. Había perfeccionado esa personalidad con el tiempo, esa fachada que lo mostraba como alguien más: el caballero encantador, el tipo que sabe escuchar, que sabe sonreír en el momento justo. Lo suficientemente pulido para que muchos olvidaran que sus manos estaban manchadas con la sangre de inocentes y culpables por igual. Algo que muchas personas pasaron por alto cuando lo conocían.

    A veces, incluso él se preguntaba si los demás estaban realmente bien de la cabeza. ¿Cómo podían confiar tan rápido? ¿Cómo podían relajarse ante una sonrisa y un par de bromas sin sentido? No entendía esa parte del mundo. Pero al menos le servía. Esa fachada le permitía estudiar a las personas con calma. Porque para él, la confianza no era algo que se ofrecía. Se ganaba. Y a pocos, muy pocos, se les permitía cruzar esa línea.

    Giovanni, el hermano de Elisabetta, no era uno de ellos. Ni siquiera entraba en la categoría de “detestables”. Simplemente le era irrelevante. Un nombre más. Una sombra más. No tenía valor ni afecto por él y su único recuerdo de él fue cuando le disparó en aquel día que fue a por Yuki. Un evento que había sucedido hace ya varios meses en realidad.

    Entonces… ¿por qué, demonios, le estaba enviando una advertencia?

    Su muerte le importaba poco, pero habían ciertas personas que si le importarian, personas que a él llegaron a importarle en su tiempo. Y que además, había sido él quien lo puso en la lista negra del ruso cuando llevo los documentos a la italiana para el rompimiento de tratado de alianza. Lo sentenció indirectamente.

    Días después del incidente con Kiev, había intentado contactarlo. Después de todo, una amistad de años no podía romperse tan fácilmente. O al menos, eso creyó. Pero no pudo acercarse. No sin que la sangre de sus hombres y los del ruso terminara regada en los jardines de la mansión. No había forma de negociar con los perros que custodiaban la entrada. Sabía cuándo no valía la pena forzar las cosas.

    Así que optó por lo que sabía hacer mejor: moverse en las sombras. Envió hombres discretos, infiltrados, para vigilar los pasos del ruso. Lo suficiente para confirmar lo que ya sospechaba: Kiev había abandonado el país rumbo a Rusia. Y no solo eso, sino que ya había tomado el mando de la Mafia Roja. La herencia maldita de sus antepasados comunistas. El poder que tanto había intentado evitar… ahora lo poseía por completo.

    Ryan, sentado tras su escritorio, tenía el revólver en la mano derecha. Jugaba con él. Con esa calma que a muchos les parecía aterradora. Frente a él, un hombre atado a una silla, con la boca ensangrentada y los ojos desorbitados.

    — Empieza —ordenó con voz baja, sin apartar la mirada del arma, sus dedos se movían con agilidad sobre el arma. No usaba guantes, está era de las pocas veces que podía estar relajado sin tener que temer que alguien notara su piel fría.

    Bruno, a su izquierda, sostenía un informe. Sus ojos no dudaron en bajar la mirada hacia el papel mientras comenzaba a leer con voz clara y pausada:

    —El informe confirma que el señor Romalsko ha estado vigilando sus movimientos desde que despertó. Registros bancarios, llamadas, reuniones. Incluso personas con las que ha cruzado palabras en eventos públicos han sido investigadas. Lo del evento con aquel investigador y con la señorita que conoció en la fiesta que fue con el señor Romalsko.

    La mirada del rubio vaciló está vez. Sus manos se detuvieron cuando introducía una bala al escuchar estos casos, solo basto unos segundos para continuar, cerró el tambor. Lo giró.

    Apretó el gatillo y... nada. El tambor giró de nuevo.

    —Incluyendo a la señorita Di Vincenzo y a su hermano en la mira, Giovanni.

    Nuevamente sonó un "click" pero ninguna gota de Sangre se derramó.

    Ryan alzó una ceja. Ladeó la cabeza hacia el traidor frente a él. El hombre ya no hablaba. Solo temblaba. Si que había tenido suerte.

    —¿Y la carta? —preguntó Ryan con desinterés, como si el arma no estuviera apuntando a una cabeza.

    —Fue enviada. Un hombre encubierto se aseguró de que llegara a manos de la señorita Di Vincenzo. Evitamos cualquier cruce con la vigilancia del ruso.

    La carta, aunque a vista simple un papel cualquiera era una advertencia para que Giovanni no metiera las narices donde no debía. Si lo hacía, no habría marcha atrás. Y también servía como coartada. Ryan no quería que lo arrastraran al infierno de una guerra que no le correspondía. Aún no. Tenía planes más urgentes: volver a Italia, tomar lo que era suyo, poner en orden la peste que su familia había dejado. No podía permitirse tener a los Di Vincenzo como enemigos antes siquiera de haber pisado tierras italianas.

    —Bien hecho. Pero asegúrate de que llegue. Si Kiev la intercepta... estamos jodidos, ese hombre me tomará como enemigo y las cosas terminarán por empeorar. — Apoyó el cañón del revólver en la frente del traidor.

    —También tenemos nuevos nombres —agregó Bruno, pasando al siguiente informe—. Siete contratados por los Di Conti. Cinco desconocidos. Uno de los nuestros. Y el último... un fantasma. Sin rostro. Sin huella. Se mueve mejor que los otros seis juntos.

    Ryan chasqueó la lengua. Giró el tambor por última vez. El traidor sollozaba, ahogándose en sus propias lágrimas.

    —Demasiado ruido por cosas que deberían haber quedado enterradas —musitó.

    Apuntó. No dudo y la sangre por fin salpicó.

    El sonido resonó en la sala como un final inevitable.

    Ryan se inclinó hacia atrás, apoyando el revólver en el escritorio.Su cabello estaba algo desordenado, sus ojos se cerraron, inspiró hondo. Habían sucedido tantas cosas que lo estaban impacientando, aquello que terminaba por volver una piedra molesta en su zapato.

    Que un gato le mordiera un pie era incluso más cómodo que esto.

    —Limpia esto. — Dijo reincorporándose. Estaba agotado, necesitaba un descanso de todo esto.

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    || El user está vivo, con vacaciones desde el lunes pero ayudando con unos asuntos importantes, un amigo se rompió el pie(?). En otras noticias, logré recuperar el Word hace poco en dónde tenía las respuestas de algunos roles que extrañaba por contestar, ya me estoy poniendo las pilas para aprovechar este tiempo, lamento realmente la demora.

    Un abrazo, con todo cariño, el user de Ryan.
    [ 𝑬𝒔𝒕𝒆 𝒕𝒊𝒑𝒐 𝒔𝒊 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒂𝒃𝒆 𝒄ó𝒎𝒐 𝒑𝒐𝒏𝒆𝒓𝒎𝒆 𝒅𝒆 𝒎𝒂𝒍 𝒉𝒖𝒎𝒐𝒓. — 𝐑𝐎𝐔𝐋𝐄𝐓𝐓𝐄 𝐑𝐔𝐒𝐒𝐀 ] Ryan podía parecer tranquilo. Un hombre social, abierto, incluso relajado a simple vista. Había perfeccionado esa personalidad con el tiempo, esa fachada que lo mostraba como alguien más: el caballero encantador, el tipo que sabe escuchar, que sabe sonreír en el momento justo. Lo suficientemente pulido para que muchos olvidaran que sus manos estaban manchadas con la sangre de inocentes y culpables por igual. Algo que muchas personas pasaron por alto cuando lo conocían. A veces, incluso él se preguntaba si los demás estaban realmente bien de la cabeza. ¿Cómo podían confiar tan rápido? ¿Cómo podían relajarse ante una sonrisa y un par de bromas sin sentido? No entendía esa parte del mundo. Pero al menos le servía. Esa fachada le permitía estudiar a las personas con calma. Porque para él, la confianza no era algo que se ofrecía. Se ganaba. Y a pocos, muy pocos, se les permitía cruzar esa línea. Giovanni, el hermano de Elisabetta, no era uno de ellos. Ni siquiera entraba en la categoría de “detestables”. Simplemente le era irrelevante. Un nombre más. Una sombra más. No tenía valor ni afecto por él y su único recuerdo de él fue cuando le disparó en aquel día que fue a por Yuki. Un evento que había sucedido hace ya varios meses en realidad. Entonces… ¿por qué, demonios, le estaba enviando una advertencia? Su muerte le importaba poco, pero habían ciertas personas que si le importarian, personas que a él llegaron a importarle en su tiempo. Y que además, había sido él quien lo puso en la lista negra del ruso cuando llevo los documentos a la italiana para el rompimiento de tratado de alianza. Lo sentenció indirectamente. Días después del incidente con Kiev, había intentado contactarlo. Después de todo, una amistad de años no podía romperse tan fácilmente. O al menos, eso creyó. Pero no pudo acercarse. No sin que la sangre de sus hombres y los del ruso terminara regada en los jardines de la mansión. No había forma de negociar con los perros que custodiaban la entrada. Sabía cuándo no valía la pena forzar las cosas. Así que optó por lo que sabía hacer mejor: moverse en las sombras. Envió hombres discretos, infiltrados, para vigilar los pasos del ruso. Lo suficiente para confirmar lo que ya sospechaba: Kiev había abandonado el país rumbo a Rusia. Y no solo eso, sino que ya había tomado el mando de la Mafia Roja. La herencia maldita de sus antepasados comunistas. El poder que tanto había intentado evitar… ahora lo poseía por completo. Ryan, sentado tras su escritorio, tenía el revólver en la mano derecha. Jugaba con él. Con esa calma que a muchos les parecía aterradora. Frente a él, un hombre atado a una silla, con la boca ensangrentada y los ojos desorbitados. — Empieza —ordenó con voz baja, sin apartar la mirada del arma, sus dedos se movían con agilidad sobre el arma. No usaba guantes, está era de las pocas veces que podía estar relajado sin tener que temer que alguien notara su piel fría. Bruno, a su izquierda, sostenía un informe. Sus ojos no dudaron en bajar la mirada hacia el papel mientras comenzaba a leer con voz clara y pausada: —El informe confirma que el señor Romalsko ha estado vigilando sus movimientos desde que despertó. Registros bancarios, llamadas, reuniones. Incluso personas con las que ha cruzado palabras en eventos públicos han sido investigadas. Lo del evento con aquel investigador y con la señorita que conoció en la fiesta que fue con el señor Romalsko. La mirada del rubio vaciló está vez. Sus manos se detuvieron cuando introducía una bala al escuchar estos casos, solo basto unos segundos para continuar, cerró el tambor. Lo giró. Apretó el gatillo y... nada. El tambor giró de nuevo. —Incluyendo a la señorita Di Vincenzo y a su hermano en la mira, Giovanni. Nuevamente sonó un "click" pero ninguna gota de Sangre se derramó. Ryan alzó una ceja. Ladeó la cabeza hacia el traidor frente a él. El hombre ya no hablaba. Solo temblaba. Si que había tenido suerte. —¿Y la carta? —preguntó Ryan con desinterés, como si el arma no estuviera apuntando a una cabeza. —Fue enviada. Un hombre encubierto se aseguró de que llegara a manos de la señorita Di Vincenzo. Evitamos cualquier cruce con la vigilancia del ruso. La carta, aunque a vista simple un papel cualquiera era una advertencia para que Giovanni no metiera las narices donde no debía. Si lo hacía, no habría marcha atrás. Y también servía como coartada. Ryan no quería que lo arrastraran al infierno de una guerra que no le correspondía. Aún no. Tenía planes más urgentes: volver a Italia, tomar lo que era suyo, poner en orden la peste que su familia había dejado. No podía permitirse tener a los Di Vincenzo como enemigos antes siquiera de haber pisado tierras italianas. —Bien hecho. Pero asegúrate de que llegue. Si Kiev la intercepta... estamos jodidos, ese hombre me tomará como enemigo y las cosas terminarán por empeorar. — Apoyó el cañón del revólver en la frente del traidor. —También tenemos nuevos nombres —agregó Bruno, pasando al siguiente informe—. Siete contratados por los Di Conti. Cinco desconocidos. Uno de los nuestros. Y el último... un fantasma. Sin rostro. Sin huella. Se mueve mejor que los otros seis juntos. Ryan chasqueó la lengua. Giró el tambor por última vez. El traidor sollozaba, ahogándose en sus propias lágrimas. —Demasiado ruido por cosas que deberían haber quedado enterradas —musitó. Apuntó. No dudo y la sangre por fin salpicó. El sonido resonó en la sala como un final inevitable. Ryan se inclinó hacia atrás, apoyando el revólver en el escritorio.Su cabello estaba algo desordenado, sus ojos se cerraron, inspiró hondo. Habían sucedido tantas cosas que lo estaban impacientando, aquello que terminaba por volver una piedra molesta en su zapato. Que un gato le mordiera un pie era incluso más cómodo que esto. —Limpia esto. — Dijo reincorporándose. Estaba agotado, necesitaba un descanso de todo esto. 10 9 8 || El user está vivo, con vacaciones desde el lunes pero ayudando con unos asuntos importantes, un amigo se rompió el pie(?). En otras noticias, logré recuperar el Word hace poco en dónde tenía las respuestas de algunos roles que extrañaba por contestar, ya me estoy poniendo las pilas para aprovechar este tiempo, lamento realmente la demora. Un abrazo, con todo cariño, el user de Ryan.
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  • Anyel Martnes

    Escena: una noche cualquiera, en un baño pequeño con demasiadas botellas vacías en el lavamanos.

    —No te muevas, Rojita —dijo Anyel con voz arrastrada por el vino barato, mientras sostenía con una mano la ducha y con la otra la botella que no soltaba ni para respirar.

    —Te juro que si me tiras agua fría otra vez, te ahogo con esa misma botella —gruñó Luna, con los ojos cerrados y una media sonrisa que no podía ocultar.

    —Jamás te haría eso… intencionalmente —respondió él, riéndose por lo bajo y dejando caer el chorro tibio sobre su cabeza—. ¿Ves? Soy un caballero.

    —Eres un borracho con complejo de mayordomo —replicó ella, apoyando la mejilla contra su mano, dejando que el agua le corriera por el rostro como si fuera un bálsamo.

    Anyel la miró en silencio unos segundos, mientras bebía un trago más.

    —Rojita, ¿te puedo decir algo sin que me pegues?

    —Depende de cuánta estupidez venga después de eso.

    —Que me alegra que estés aquí, aunque estés loca, insoportable y a veces me dan ganas de encerrarte en una caja. Pero me alegra.

    Luna abrió un ojo y lo miró de reojo.

    —¿Sabes que no necesitas emborracharte para decirme esas cosas, cierto?

    —Lo sé —dijo Anyel, bajando la voz—. Pero a veces me es más fácil cuando el mundo se tambalea un poco.

    Ella suspiró. Estaba cansada, dolida, pero en paz. Porque tenía a Anyel. A su Rojita y su caos compartido. A veces la familia se elige, y a veces, también te moja el cabello mientras bebe directamente de la botella.

    [Anyel01] Escena: una noche cualquiera, en un baño pequeño con demasiadas botellas vacías en el lavamanos. —No te muevas, Rojita —dijo Anyel con voz arrastrada por el vino barato, mientras sostenía con una mano la ducha y con la otra la botella que no soltaba ni para respirar. —Te juro que si me tiras agua fría otra vez, te ahogo con esa misma botella —gruñó Luna, con los ojos cerrados y una media sonrisa que no podía ocultar. —Jamás te haría eso… intencionalmente —respondió él, riéndose por lo bajo y dejando caer el chorro tibio sobre su cabeza—. ¿Ves? Soy un caballero. —Eres un borracho con complejo de mayordomo —replicó ella, apoyando la mejilla contra su mano, dejando que el agua le corriera por el rostro como si fuera un bálsamo. Anyel la miró en silencio unos segundos, mientras bebía un trago más. —Rojita, ¿te puedo decir algo sin que me pegues? —Depende de cuánta estupidez venga después de eso. —Que me alegra que estés aquí, aunque estés loca, insoportable y a veces me dan ganas de encerrarte en una caja. Pero me alegra. Luna abrió un ojo y lo miró de reojo. —¿Sabes que no necesitas emborracharte para decirme esas cosas, cierto? —Lo sé —dijo Anyel, bajando la voz—. Pero a veces me es más fácil cuando el mundo se tambalea un poco. Ella suspiró. Estaba cansada, dolida, pero en paz. Porque tenía a Anyel. A su Rojita y su caos compartido. A veces la familia se elige, y a veces, también te moja el cabello mientras bebe directamente de la botella.
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  • Damas y caballeros, ya llegó por quien lloraban, si tienes un problema de demonios no dudes en contactarme a mi Dante de Devil May Cry y con gusto soluciono sus problemas...eso si, si te debo algo o dinero no estoy.
    Damas y caballeros, ya llegó por quien lloraban, si tienes un problema de demonios no dudes en contactarme a mi Dante de Devil May Cry y con gusto soluciono sus problemas...eso si, si te debo algo o dinero no estoy.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    “Orgullo Solar vs Poder Divino”

    Zeus vs Escanor – El combate que sacudirá los cielos

    Escenario: El Trono del Mediodía
    Una plataforma colosal suspendida en el aire sobre el corazón del sol, creada por los dioses para contener un poder que podría destruir continentes. El cielo arde, las nubes son llamas, y la gravedad misma tiembla. Cada segundo se vuelve más caliente... cada paso más pesado.

    Contendientes:
    Zeus – El Padre del Cosmos
    (Origen: Dios supremo del panteón griego.)

    ❀ Estilo: Boxeo divino, velocidad absoluta, fuerza explosiva.

    ⁕ Habilidades ⁕:

    ⚜ Meteor Jab: Golpes tan rápidos que distorsionan el aire.

    ⚜ Adamas: Músculo Supremo: Forma final donde comprime todo su poder divino en un cuerpo hipertrofiado y ultra resistente.

    ⚜ God Counter: Golpe de energía acumulada que libera una explosión cósmica.

    ⚜ Reflejos instantáneos: Puede esquivar ataques a nivel de la luz.

    Escanor – El León del Orgullo
    (Origen: Pecado del Orgullo, caballero sagrado de Liones.)

    ✺ Estilo: Fuerza abrumadora, ataques solares, presencia divina.

    ✺ Habilidades:

    ☀ Sunshine: Aumenta su poder con la posición del sol.

    ☀ Cruel Sun: Esferas solares que queman con el calor del núcleo de una estrella.

    ☀ Divine Sword Escanor: Hacha con el poder de partir montañas con un solo tajo.

    ☀ The One: Durante un minuto exacto al mediodía, se vuelve invencible, con poder comparable a un dios.

    ☀ The One: Ultimate: Una forma final que sacrifica su vida a cambio de poder absoluto.

    Final – Orgullo hasta la muerte
    ¿Quién ganará, solo el público tiene el voto para el ganador?
    ⚔️ 🔥“Orgullo Solar vs Poder Divino”⚡ Zeus vs Escanor – El combate que sacudirá los cielos 🌌 Escenario: El Trono del Mediodía Una plataforma colosal suspendida en el aire sobre el corazón del sol, creada por los dioses para contener un poder que podría destruir continentes. El cielo arde, las nubes son llamas, y la gravedad misma tiembla. Cada segundo se vuelve más caliente... cada paso más pesado. 👑 Contendientes: ⚡ Zeus – El Padre del Cosmos (Origen: Dios supremo del panteón griego.) ❀ Estilo: Boxeo divino, velocidad absoluta, fuerza explosiva. ⁕ Habilidades ⁕: ⚜ Meteor Jab: Golpes tan rápidos que distorsionan el aire. ⚜ Adamas: Músculo Supremo: Forma final donde comprime todo su poder divino en un cuerpo hipertrofiado y ultra resistente. ⚜ God Counter: Golpe de energía acumulada que libera una explosión cósmica. ⚜ Reflejos instantáneos: Puede esquivar ataques a nivel de la luz. 🔥 Escanor – El León del Orgullo (Origen: Pecado del Orgullo, caballero sagrado de Liones.) ✺ Estilo: Fuerza abrumadora, ataques solares, presencia divina. ✺ Habilidades: ☀ Sunshine: Aumenta su poder con la posición del sol. ☀ Cruel Sun: Esferas solares que queman con el calor del núcleo de una estrella. ☀ Divine Sword Escanor: Hacha con el poder de partir montañas con un solo tajo. ☀ The One: Durante un minuto exacto al mediodía, se vuelve invencible, con poder comparable a un dios. ☀ The One: Ultimate: Una forma final que sacrifica su vida a cambio de poder absoluto. 🩸 Final – Orgullo hasta la muerte ¿Quién ganará, solo el público tiene el voto para el ganador?
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