• ──── ❝ 𝐁𝐞𝐬𝐩𝐫𝐞𝐝𝐞𝐥. ❞ ────

    ──── Últimamente siento que me queda poco tiempo. Es una sensación extraña pero a la vez de suma tranquilidad dónde sentiré lo que hace siglos me correspondía : Descansar en Paz. La vida me regala momentos día a día, con personas maravillosas y con un trabajo. . .Bueno, si es que se puede llamar trabajo el matar a los malos ¡Ja! Supongo que es una corazonada, pero no me quiero apresurar tanto en ello. Debo aprovechar cada momento y disfrutarlo al máximo. ────
    ──── ❝ 𝐁𝐞𝐬𝐩𝐫𝐞𝐝𝐞𝐥. ❞ ──── ──── Últimamente siento que me queda poco tiempo. Es una sensación extraña pero a la vez de suma tranquilidad dónde sentiré lo que hace siglos me correspondía : Descansar en Paz. La vida me regala momentos día a día, con personas maravillosas y con un trabajo. . .Bueno, si es que se puede llamar trabajo el matar a los malos ¡Ja! Supongo que es una corazonada, pero no me quiero apresurar tanto en ello. Debo aprovechar cada momento y disfrutarlo al máximo. ────
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  • " 𝐘𝐚 𝐞𝐬 𝐍𝐚𝐯𝐢𝐝𝐚𝐝... 𝐇𝐚𝐧 𝐩𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨 𝟐𝟎 𝐚ñ𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐬𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐞 𝐩𝐞𝐝í 𝐚 𝐞𝐬𝐞 𝐠𝐨𝐫𝐝𝐢𝐟𝐥ó𝐧 𝐮𝐧𝐚 𝐛𝐢𝐜𝐢𝐜𝐥𝐞𝐭𝐚 𝐲 𝐧𝐨 𝐦𝐞 𝐝𝐢ó 𝐧𝐚𝐝𝐚."




    || Seguimos el drama cuando mi cruda se me pase, el user se está muriendo en vida mientras come recalentado. (?)

    Realmente no pensé quedarme en esta plataforma mucho tiempo y planeaba dejarlo dentro de unos dos meses más, aunque ahora esa decisión está cambiando mucho. Conoci esto gracias a mi amiga (la user de Rubí), cuando inicie realmente me sentí perdido, tome clases de esa señorita para aprender a como usar está cosa y aunque no me llamó la atención en un principio, termine por conocer y pasar momentos divertidos con muchas personitas que se ganaron un pedazo de mi corazoncito y él de Ryan.

    El tiempo que pase aquí fue una maravilla, es muy divertido y entretenido. Espero poder quedarme lo suficiente para sacarle provecho a este personaje una vez que terminé el drama principal y hacer lo que siempre quise hacer... Quemar media ciudad. (?)

    Jajaja bueno, espero hayan pasado un hermoso día en esta fecha tan especial. Los quiero de todo corazón.

    Edit: 𝐊𝐢𝐞𝐯 𝐑𝐨𝐦𝐚𝐥𝐬𝐤𝐨 Apoco no se te ve bien los cuernitos (?)
    " 𝐘𝐚 𝐞𝐬 𝐍𝐚𝐯𝐢𝐝𝐚𝐝... 𝐇𝐚𝐧 𝐩𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨 𝟐𝟎 𝐚ñ𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐬𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐞 𝐩𝐞𝐝í 𝐚 𝐞𝐬𝐞 𝐠𝐨𝐫𝐝𝐢𝐟𝐥ó𝐧 𝐮𝐧𝐚 𝐛𝐢𝐜𝐢𝐜𝐥𝐞𝐭𝐚 𝐲 𝐧𝐨 𝐦𝐞 𝐝𝐢ó 𝐧𝐚𝐝𝐚." || Seguimos el drama cuando mi cruda se me pase, el user se está muriendo en vida mientras come recalentado. (?) Realmente no pensé quedarme en esta plataforma mucho tiempo y planeaba dejarlo dentro de unos dos meses más, aunque ahora esa decisión está cambiando mucho. Conoci esto gracias a mi amiga (la user de Rubí), cuando inicie realmente me sentí perdido, tome clases de esa señorita para aprender a como usar está cosa y aunque no me llamó la atención en un principio, termine por conocer y pasar momentos divertidos con muchas personitas que se ganaron un pedazo de mi corazoncito y él de Ryan. El tiempo que pase aquí fue una maravilla, es muy divertido y entretenido. Espero poder quedarme lo suficiente para sacarle provecho a este personaje una vez que terminé el drama principal y hacer lo que siempre quise hacer... Quemar media ciudad. (?) Jajaja bueno, espero hayan pasado un hermoso día en esta fecha tan especial. Los quiero de todo corazón. Edit: [Kiev_Romalsko] Apoco no se te ve bien los cuernitos (?)
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  • Deja a un lado una cartita que tenía escrito "𝘗𝘢𝘳𝘢 𝘮𝘪 𝘮𝘢𝘺𝘰𝘳 𝘥𝘪𝘴𝘤í𝘱𝘶𝘭𝘰, 𝘤𝘰𝘯 𝘱𝘢𝘴𝘪ó𝘯 𝘺 𝘢𝘮𝘰𝘳: 𝐞𝐥 𝐉𝐞𝐬𝐮𝐬 𝐝𝐞 𝐌𝐚𝐫𝐯𝐞𝐥 ". Axel Koroved
    Deja a un lado una cartita que tenía escrito "𝘗𝘢𝘳𝘢 𝘮𝘪 𝘮𝘢𝘺𝘰𝘳 𝘥𝘪𝘴𝘤í𝘱𝘶𝘭𝘰, 𝘤𝘰𝘯 𝘱𝘢𝘴𝘪ó𝘯 𝘺 𝘢𝘮𝘰𝘳: 𝐞𝐥 𝐉𝐞𝐬𝐮𝐬 𝐝𝐞 𝐌𝐚𝐫𝐯𝐞𝐥 ". [Akly_5]
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  • 𝙒𝙚 𝙬𝙞𝙨𝙝 𝙮𝙤𝙪 𝙖 𝙈𝙚𝙧𝙧𝙮 𝘾𝙝𝙧𝙞𝙨𝙩𝙢𝙖𝙨 ♪
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  • 𝐋𝐚𝐬 𝐟𝐢𝐞𝐬𝐭𝐚𝐬 𝐞𝐧 𝐝𝐢𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨𝐬 𝐈𝐈

    — S. XIX —

    La puertecita de madera estaba decorada de lo más llamativa, indicativo de que se trataba del último día.

    ¿Qué sería esta vez?

    El año pasado le había tocado un mensaje bíblico. El año antes que ese, le había tocado un ángel, y los años anteriores al niño Jesús y diversos elementos religiosos para colocar en el pesebre.

    Junior abrió la puerta lentamente, para mantener el suspenso hasta el último segundo… y se encontró con una estrella. Dorada y puntiaguda. Especial para colocar en el árbol del salón.

    —Hmh —dejó salir con poco entusiasmo. —No está mal.
    Los calendarios de adviento ya estaban comenzando a parecerle poco atractivos.

    Probablemente estaba relacionado a que ya estaba creciendo.

    Incluso escribir una carta a Santa Claus le parecía aburrido. La idea de pedir cosas absurdas para poner nerviosos a sus padres siempre le había parecido divertido antes, pero ahora…

    Dejó la figura dentro del calendario de madera para más tarde, cuando la familia se reuniera alrededor del árbol, y se dispuso a vestirse él mismo. Hace un tiempo que había prescindido de los servicios de un sirviente para que lo vistiera, y aunque su padre había insistido en que lo conservara, Junior ya tenía ocho años y podía encargarse de ello sin problema.

    Se abotonó tranquilamente la camisa blanca y procedió con las demás prendas de la misma forma. Frente al espejo, comprobó que todo estuviera colocado prolijamente.

    —Perfecto —musitó.

    Su traje era de un azul profundo, como su mirada. Tenía detalles plateados en los hombros, que caían hacia sus brazos como delicados colgantes que brillaban como pequeños puntos de luz. Un moño del mismo tono cerraba el atuendo; obra de la modista Nina Hopkins, quien, a pesar de llamarse a sí misma una mujer moderna, había optado por un diseño bastante anticuado, pero que no dejaba de ser elegante y hermoso, adecuado para el día de hoy.

    Hoy Junior cenaría un gran banquete con la familia. Después, iría hacia el árbol decorado y colocaría la estrella en la punta, dejaría un vaso de leche y un plato de galletas preparado por Sebastián en la mesa al lado del pino. Se retiraría unos minutos para permitir que sus padres colocaran los regalos, y luego regresaría fingiendo sorprenderse ante la pantomima de sus padres de que era obra de Santa Claus.
    Aunque, a estas alturas, incluso ellos comenzaban a sospechar que Junior ya no creía tanto en aquel amable y bonachón hombre que supuestamente dejaba obsequios en secreto para los niños buenos.

    De hecho, Junior había decidido que hoy sería el fin de esa tradición, quedando como un tierno recuerdo de sus ilusiones infantiles.
    Hacía años que conocía la verdad, pero seguía disfrutando de ello solo por ver a sus padres unidos, poniéndose de acuerdo en sus pedidos irrisorios.

    ¿Sería que este año habían podido encontrar lo que había pedido? No lo creía, pero se moría de ganas de saber cuál había sido su alternativa para complacerlo. Luego, les confesaría que, había sabido la verdad todo el tiempo.

    Los liberaría de esa carga, y, los cargaría con otras de un carácter más relevante que un tonto cuento infantil.

    Junior se dirigió hacia la puerta en dirección al comedor, pero, de repente, esta se abrió de golpe, haciéndolo dar un salto de sorpresa.

    —¿Qué demon…?

    Ni siquiera alcanzó a terminar la frase cuando Finnian apareció con su característica sonrisa grande, llevando un gorrito rojo con el típico pompón blanco en la punta.

    —¡Joven amo! —dijo con entusiasmo, extendiéndole un gorro igual al suyo. —¿Ya está listo? ¡Tome, necesita ponerse esto!

    Junior alzó una ceja mientras tomaba el gorro, desconcertado.
    —¿Por qué?

    —¡Para hacer la ocasión más feliz!

    Aunque dudaba mucho que llevar ese gorrito lo hiciera feliz, no podía negarle nada a Finnian. Su entusiasmo y alegría eran demasiado contagiosos. Con un suspiro resignado, Junior se colocó el gorro, consciente de que probablemente estaba arruinando el conjunto perfectamente diseñado que llevaba.
    “Si Nina se entera, se enfadará”, pensó, aunque sabía bien que ella no lo haría.

    Bajó al comedor acompañado por el entusiasmado jardinero, y lo que encontró al llegar lo dejó pasmado por unos segundos.

    Todos estaban allí: el cocinero, la ama de llaves, el mayordomo y, por supuesto, sus padres. Todos llevaban gorritos navideños similares y lucían sonrisas que irradiaban calidez.

    Quizá Finnian tenía algo de razón.

    Junior se acercó a la mesa con una expresión más relajada y un leve gesto en los labios que podría interpretarse como una sutil sonrisa.

    Cada año sentía menos entusiasmo por ciertos aspectos de la Navidad, pero había algo que nunca cambiaba: a pesar de todo, ver a su familia reunida seguía siendo una de las cosas de la cual nunca se cansaría.
    𝐋𝐚𝐬 𝐟𝐢𝐞𝐬𝐭𝐚𝐬 𝐞𝐧 𝐝𝐢𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨𝐬 𝐈𝐈 — S. XIX — La puertecita de madera estaba decorada de lo más llamativa, indicativo de que se trataba del último día. ¿Qué sería esta vez? El año pasado le había tocado un mensaje bíblico. El año antes que ese, le había tocado un ángel, y los años anteriores al niño Jesús y diversos elementos religiosos para colocar en el pesebre. Junior abrió la puerta lentamente, para mantener el suspenso hasta el último segundo… y se encontró con una estrella. Dorada y puntiaguda. Especial para colocar en el árbol del salón. —Hmh —dejó salir con poco entusiasmo. —No está mal. Los calendarios de adviento ya estaban comenzando a parecerle poco atractivos. Probablemente estaba relacionado a que ya estaba creciendo. Incluso escribir una carta a Santa Claus le parecía aburrido. La idea de pedir cosas absurdas para poner nerviosos a sus padres siempre le había parecido divertido antes, pero ahora… Dejó la figura dentro del calendario de madera para más tarde, cuando la familia se reuniera alrededor del árbol, y se dispuso a vestirse él mismo. Hace un tiempo que había prescindido de los servicios de un sirviente para que lo vistiera, y aunque su padre había insistido en que lo conservara, Junior ya tenía ocho años y podía encargarse de ello sin problema. Se abotonó tranquilamente la camisa blanca y procedió con las demás prendas de la misma forma. Frente al espejo, comprobó que todo estuviera colocado prolijamente. —Perfecto —musitó. Su traje era de un azul profundo, como su mirada. Tenía detalles plateados en los hombros, que caían hacia sus brazos como delicados colgantes que brillaban como pequeños puntos de luz. Un moño del mismo tono cerraba el atuendo; obra de la modista Nina Hopkins, quien, a pesar de llamarse a sí misma una mujer moderna, había optado por un diseño bastante anticuado, pero que no dejaba de ser elegante y hermoso, adecuado para el día de hoy. Hoy Junior cenaría un gran banquete con la familia. Después, iría hacia el árbol decorado y colocaría la estrella en la punta, dejaría un vaso de leche y un plato de galletas preparado por Sebastián en la mesa al lado del pino. Se retiraría unos minutos para permitir que sus padres colocaran los regalos, y luego regresaría fingiendo sorprenderse ante la pantomima de sus padres de que era obra de Santa Claus. Aunque, a estas alturas, incluso ellos comenzaban a sospechar que Junior ya no creía tanto en aquel amable y bonachón hombre que supuestamente dejaba obsequios en secreto para los niños buenos. De hecho, Junior había decidido que hoy sería el fin de esa tradición, quedando como un tierno recuerdo de sus ilusiones infantiles. Hacía años que conocía la verdad, pero seguía disfrutando de ello solo por ver a sus padres unidos, poniéndose de acuerdo en sus pedidos irrisorios. ¿Sería que este año habían podido encontrar lo que había pedido? No lo creía, pero se moría de ganas de saber cuál había sido su alternativa para complacerlo. Luego, les confesaría que, había sabido la verdad todo el tiempo. Los liberaría de esa carga, y, los cargaría con otras de un carácter más relevante que un tonto cuento infantil. Junior se dirigió hacia la puerta en dirección al comedor, pero, de repente, esta se abrió de golpe, haciéndolo dar un salto de sorpresa. —¿Qué demon…? Ni siquiera alcanzó a terminar la frase cuando Finnian apareció con su característica sonrisa grande, llevando un gorrito rojo con el típico pompón blanco en la punta. —¡Joven amo! —dijo con entusiasmo, extendiéndole un gorro igual al suyo. —¿Ya está listo? ¡Tome, necesita ponerse esto! Junior alzó una ceja mientras tomaba el gorro, desconcertado. —¿Por qué? —¡Para hacer la ocasión más feliz! Aunque dudaba mucho que llevar ese gorrito lo hiciera feliz, no podía negarle nada a Finnian. Su entusiasmo y alegría eran demasiado contagiosos. Con un suspiro resignado, Junior se colocó el gorro, consciente de que probablemente estaba arruinando el conjunto perfectamente diseñado que llevaba. “Si Nina se entera, se enfadará”, pensó, aunque sabía bien que ella no lo haría. Bajó al comedor acompañado por el entusiasmado jardinero, y lo que encontró al llegar lo dejó pasmado por unos segundos. Todos estaban allí: el cocinero, la ama de llaves, el mayordomo y, por supuesto, sus padres. Todos llevaban gorritos navideños similares y lucían sonrisas que irradiaban calidez. Quizá Finnian tenía algo de razón. Junior se acercó a la mesa con una expresión más relajada y un leve gesto en los labios que podría interpretarse como una sutil sonrisa. Cada año sentía menos entusiasmo por ciertos aspectos de la Navidad, pero había algo que nunca cambiaba: a pesar de todo, ver a su familia reunida seguía siendo una de las cosas de la cual nunca se cansaría.
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  • Navidad a tu lado
    Fandom Libre
    Categoría Romance
    *Antes de ti la navidad era algo irrelevante para mí, incluso molesto.
    Pero desde que llegaste a mi vida todo lo has cambiado... Y gracias a ti aprendí a apreciar la importancia de las cosas, hasta las más pequeñas, pero también descubrí que a tu lado la navidad puede ser algo muy bonito y especial.
    Las luces de colores, las decoraciones, los regalos y la comida pueden ser algo bonito si estoy a tu lado.
    Pero, entre todas esas cosas, lo más hermoso y especial es ver tu sonrisa y tu emoción como una niña pequeña por todo eso.
    Porque al verte sonreír, reír e incluso bailar sólo puedo sentir que me enamoro más y más de ti. Mi corazón vibra de amor y sé que a tu lado es donde me quiero quedar.
    Te amo Vladilena Milizé ♥️🩵🩷 y no hay mejor regalo que pasar juntos la navidad.
    *Antes de ti la navidad era algo irrelevante para mí, incluso molesto. Pero desde que llegaste a mi vida todo lo has cambiado... Y gracias a ti aprendí a apreciar la importancia de las cosas, hasta las más pequeñas, pero también descubrí que a tu lado la navidad puede ser algo muy bonito y especial. Las luces de colores, las decoraciones, los regalos y la comida pueden ser algo bonito si estoy a tu lado. Pero, entre todas esas cosas, lo más hermoso y especial es ver tu sonrisa y tu emoción como una niña pequeña por todo eso. Porque al verte sonreír, reír e incluso bailar sólo puedo sentir que me enamoro más y más de ti. Mi corazón vibra de amor y sé que a tu lado es donde me quiero quedar. Te amo Vladilena Milizé ♥️🤍💙🤍🩵💕💓💌❤️‍🩹🩷🌺 y no hay mejor regalo que pasar juntos la navidad.
    Tipo
    Individual
    Líneas
    2
    Estado
    Disponible
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  • 𝐋𝐚𝐬 𝐟𝐢𝐞𝐬𝐭𝐚𝐬 𝐞𝐧 𝐝𝐢𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨𝐬.

    — AU era moderna con Charles Grey

    Como cada año, la familia entera se reunía en Howick Hall por Navidad. Cada miembro de los Grey, sin importar en qué rincón del mundo se encontrara, viajaba de vuelta a Inglaterra solo para pasar las fiestas juntos.

    Siendo una línea familiar que se remontaba al siglo XIV, la familia Grey tenía una serie de tradiciones navideñas un tanto peculiares, mantenidas hasta el día de hoy solo por los más conservadores de la familia. Sin embargo, entre todas ellas, la más "normal" era la del tronco navideño.

    Cada año sin falta, un miembro de la familia debía encargarse de preparar el dichoso postre sin importar sus habilidades culinarias. De hecho, el año pasado la tarea había recaído en el primo séptimo, quien había presentado el peor tronco navideño que Jean había probado en toda su corta vida: un bizcocho apelmazado, con un relleno inexistente y un chocolate quemado.
    Ese día nadie se lo había terminado, y el primo séptimo había tenido una cara larga toda la noche hasta que se abrieron los regalos y recibió una Nintendo Switch.

    Por suerte, este año la responsabilidad había recaído en la tía segunda, quien era una pastelera talentosa que incluso tenía su propia patisserie en París. La tía segunda se había ofrecido incluso a preparar todos los postres, lo que garantizó que se comería un tronco delicioso.

    Luego de la cena, como se esperaba el postre, de repente todos comenzaron a hablar de la tradición del tronco navideño, dejando de lado las preguntas incómodas y los alardes de los primos que Jean no veía durante todo el año. La única excepción era Grey, quien vivía lo suficientemente cerca como para cruzarse con él con frecuencia (o más bien vivían prácticamente juntos a veces).

    Cuando se sirvió el mencionado y especial postre, todos, tras probar el primer bocado, comenzaron a llenar a la tía de alabanzas. Jean alzó la vista hacia sus primos, todos habían probado el postre e, infaltablemente, Grey también. De hecho, parecía ir por su segunda porción.

    Debido a esto, una historia se le vino a la mente, y no pudo evitar compartirla.

    —¿Saben la historia del tronco navideño? —preguntó Jean, rompiendo el diálogo alegre de los primos.

    Al ver que había captado algo de interés, prosiguió:
    —El "Yule log" se decoraba con hojas y ramas y se encendía en la chimenea. Tenía que permanecer ardiendo hasta la Doceava Noche de Navidad. Si se apagaba antes de esa fecha, se decía que traería desgracias y mala suerte... luego derivó a este postre por alguna razón.

    Los primos alzaron una ceja. ¿Qué clase de historia tan lúgubre era esa para una ocasión tan feliz?

    Con un tinte más sombrío, Jean agregó:
    —¿Qué clase de tronco será este? —inquirió, mientras cortaba un trocito del bizcocho con el tenedor y lo probaba.

    Masticó lentamente, como para darle cierto suspenso a su deliberación, pero al final, asintió.
    —Mhm. —Dijo, mirando a su tía con aprobación. —Está delicioso, tía. Como siempre, ha hecho un excelente trabajo.

    La susodicha, ignorante del ambiente incómodo entre los primos, le sonrió al pequeño niño de la familia y siguió con lo suyo: bebiéndose su quinceavo vaso de sidra, había tenido un año difícil.

    Charles, sin inmutarse, acostumbrado a la forma de ser de su primo, se relamió los labios para limpiarse los restos de chocolate y levantó la vista hacia él, rompiendo el tenso silencio.
    —Solo es un tronco, ¿cómo podría traer desgracias?

    Quién sabe si Grey lo había hecho adrede o simplemente porque estaba completamente aburrido y dispuesto a escuchar la verborrea de su pequeño primo genio; con esa simple pregunta, le dio pie a Jean para que continuara hablando bastante entusiasmado del tema.

    Jean se encogió de hombros y sonrió.
    —En general, las tradiciones son prácticas que obedecen a una lógica simbólica. Con el paso del tiempo, esta lógica se va perdiendo, y llegamos al presente, donde realizamos muchas prácticas sin saber por qué. Aunque, hay otras que son simplemente un buen marketing. Como ese sombrero rojo —dijo, haciendo un ademán con la cabeza hacia su prima que, hasta el momento, solo miraba.

    —¿Qué hay con mi gorro? —dijo la prima.

    —¿Por qué Santa Claus tiene un traje rojo y no uno, por ejemplo, de color verde y marrón?

    Los primos se rieron y miraron a Jean como si estuviera diciendo una gran tontería. Pero, al pensarlo mejor, fueron apagando sus carcajadas. En realidad, lo que decía era una buena pregunta…

    —¿Por qué? —inquirió un primo, mirándolo con los ojos entrecerrados. Pero el relato del niño había captado completamente su atención.

    —Bueno, para explicarlo, tendríamos que remontarnos a varios siglos atrás…

    Y así, un Jean complacido, comenzó a relatar los orígenes históricos de Santa Claus, desde San Nicolás y de cómo, gracias a una publicidad de Coca-Cola, se popularizó su característico traje rojo y blanco.

    Grey, viéndolo tan contento presumiendo sus conocimientos ante un público interesado, solo pudo reírse para sus adentros: él era feliz comiendo, y Jean era feliz compartiendo lo que sabía sobre el mundo.

    _____________

    | Es un poco random, pero me pareció lindo compartirlo, además de que de este AU no publico mucho jaja. Pronto espero subir de los otros, sobre todo del Jean Victoriano, en fin, solo quiero decirles: ¡Feliz navidad!

    𝐋𝐚𝐬 𝐟𝐢𝐞𝐬𝐭𝐚𝐬 𝐞𝐧 𝐝𝐢𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨𝐬. — AU era moderna con [EarlGrey] — Como cada año, la familia entera se reunía en Howick Hall por Navidad. Cada miembro de los Grey, sin importar en qué rincón del mundo se encontrara, viajaba de vuelta a Inglaterra solo para pasar las fiestas juntos. Siendo una línea familiar que se remontaba al siglo XIV, la familia Grey tenía una serie de tradiciones navideñas un tanto peculiares, mantenidas hasta el día de hoy solo por los más conservadores de la familia. Sin embargo, entre todas ellas, la más "normal" era la del tronco navideño. Cada año sin falta, un miembro de la familia debía encargarse de preparar el dichoso postre sin importar sus habilidades culinarias. De hecho, el año pasado la tarea había recaído en el primo séptimo, quien había presentado el peor tronco navideño que Jean había probado en toda su corta vida: un bizcocho apelmazado, con un relleno inexistente y un chocolate quemado. Ese día nadie se lo había terminado, y el primo séptimo había tenido una cara larga toda la noche hasta que se abrieron los regalos y recibió una Nintendo Switch. Por suerte, este año la responsabilidad había recaído en la tía segunda, quien era una pastelera talentosa que incluso tenía su propia patisserie en París. La tía segunda se había ofrecido incluso a preparar todos los postres, lo que garantizó que se comería un tronco delicioso. Luego de la cena, como se esperaba el postre, de repente todos comenzaron a hablar de la tradición del tronco navideño, dejando de lado las preguntas incómodas y los alardes de los primos que Jean no veía durante todo el año. La única excepción era Grey, quien vivía lo suficientemente cerca como para cruzarse con él con frecuencia (o más bien vivían prácticamente juntos a veces). Cuando se sirvió el mencionado y especial postre, todos, tras probar el primer bocado, comenzaron a llenar a la tía de alabanzas. Jean alzó la vista hacia sus primos, todos habían probado el postre e, infaltablemente, Grey también. De hecho, parecía ir por su segunda porción. Debido a esto, una historia se le vino a la mente, y no pudo evitar compartirla. —¿Saben la historia del tronco navideño? —preguntó Jean, rompiendo el diálogo alegre de los primos. Al ver que había captado algo de interés, prosiguió: —El "Yule log" se decoraba con hojas y ramas y se encendía en la chimenea. Tenía que permanecer ardiendo hasta la Doceava Noche de Navidad. Si se apagaba antes de esa fecha, se decía que traería desgracias y mala suerte... luego derivó a este postre por alguna razón. Los primos alzaron una ceja. ¿Qué clase de historia tan lúgubre era esa para una ocasión tan feliz? Con un tinte más sombrío, Jean agregó: —¿Qué clase de tronco será este? —inquirió, mientras cortaba un trocito del bizcocho con el tenedor y lo probaba. Masticó lentamente, como para darle cierto suspenso a su deliberación, pero al final, asintió. —Mhm. —Dijo, mirando a su tía con aprobación. —Está delicioso, tía. Como siempre, ha hecho un excelente trabajo. La susodicha, ignorante del ambiente incómodo entre los primos, le sonrió al pequeño niño de la familia y siguió con lo suyo: bebiéndose su quinceavo vaso de sidra, había tenido un año difícil. Charles, sin inmutarse, acostumbrado a la forma de ser de su primo, se relamió los labios para limpiarse los restos de chocolate y levantó la vista hacia él, rompiendo el tenso silencio. —Solo es un tronco, ¿cómo podría traer desgracias? Quién sabe si Grey lo había hecho adrede o simplemente porque estaba completamente aburrido y dispuesto a escuchar la verborrea de su pequeño primo genio; con esa simple pregunta, le dio pie a Jean para que continuara hablando bastante entusiasmado del tema. Jean se encogió de hombros y sonrió. —En general, las tradiciones son prácticas que obedecen a una lógica simbólica. Con el paso del tiempo, esta lógica se va perdiendo, y llegamos al presente, donde realizamos muchas prácticas sin saber por qué. Aunque, hay otras que son simplemente un buen marketing. Como ese sombrero rojo —dijo, haciendo un ademán con la cabeza hacia su prima que, hasta el momento, solo miraba. —¿Qué hay con mi gorro? —dijo la prima. —¿Por qué Santa Claus tiene un traje rojo y no uno, por ejemplo, de color verde y marrón? Los primos se rieron y miraron a Jean como si estuviera diciendo una gran tontería. Pero, al pensarlo mejor, fueron apagando sus carcajadas. En realidad, lo que decía era una buena pregunta… —¿Por qué? —inquirió un primo, mirándolo con los ojos entrecerrados. Pero el relato del niño había captado completamente su atención. —Bueno, para explicarlo, tendríamos que remontarnos a varios siglos atrás… Y así, un Jean complacido, comenzó a relatar los orígenes históricos de Santa Claus, desde San Nicolás y de cómo, gracias a una publicidad de Coca-Cola, se popularizó su característico traje rojo y blanco. Grey, viéndolo tan contento presumiendo sus conocimientos ante un público interesado, solo pudo reírse para sus adentros: él era feliz comiendo, y Jean era feliz compartiendo lo que sabía sobre el mundo. _____________ | Es un poco random, pero me pareció lindo compartirlo, además de que de este AU no publico mucho jaja. Pronto espero subir de los otros, sobre todo del Jean Victoriano, en fin, solo quiero decirles: ¡Feliz navidad!
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  • 𝗜𝗻𝘀𝘁𝗮𝗴𝗿𝗮𝗺 𝗣𝗼𝘀𝘁 @ ThxTurner

    Papa Noel te ha dejado un regalo especial debajo del árbol

    𝐆𝐑𝐀𝐘𝐒𝐎𝐍 𝐀𝐑𝐆𝐄𝐍𝐓



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    𝗜𝗻𝘀𝘁𝗮𝗴𝗿𝗮𝗺 𝗣𝗼𝘀𝘁 @ ThxTurner Papa Noel te ha dejado un regalo especial debajo del árbol 𝐆𝐑𝐀𝐘𝐒𝐎𝐍 𝐀𝐑𝐆𝐄𝐍𝐓 ‍────────────────── ︎≡ ↴ ⌂ ⌕ ⊞ ♡
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  • 𝗡𝗘𝗪 𝗣𝗢𝗦𝗧 𝗜𝗡𝗦𝗧𝗔𝗚𝗥𝗔𝗠 @ Thcx_Spellman

    No soy nada fácil de domar

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  • 𝗜𝗻𝘀𝘁𝗮𝗴𝗿𝗮𝗺 𝗣𝗼𝘀𝘁 @ Halliwell_cx

    Felices fiestas de parte de Mama Noel


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    𝗜𝗻𝘀𝘁𝗮𝗴𝗿𝗮𝗺 𝗣𝗼𝘀𝘁 @ Halliwell_cx Felices fiestas de parte de Mama Noel 💋 ────────────────── ︎≡ ↴ ⌂ ⌕ ⊞ ♡
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