• “¿Cómo se sacia lo insaciable? ¿Cómo se llenan los vacíos de un alma herida? ¿Cómo se trueca el dolor por dicha, sin quebrar lo que aún queda en pie?”

    »Aun con el sendero cubierto de niebla, se esforzaba por comprender cada alma que cruzaba su paso. Muy pocas hallaban consuelo; de muchas otras, tristemente, fue desvaneciéndose el recuerdo: la luz de una mirada, la forma única de un rostro, como acuarelas borradas por el tiempo. Algunos recuerdos ardían más que otros. Guardó la pintura en un cofre de madera, tallado a mano, como quien encierra un fragmento de eternidad.«

    —Hay dolores que no se curan… Una lección más aprendida.
    “¿Cómo se sacia lo insaciable? ¿Cómo se llenan los vacíos de un alma herida? ¿Cómo se trueca el dolor por dicha, sin quebrar lo que aún queda en pie?” »Aun con el sendero cubierto de niebla, se esforzaba por comprender cada alma que cruzaba su paso. Muy pocas hallaban consuelo; de muchas otras, tristemente, fue desvaneciéndose el recuerdo: la luz de una mirada, la forma única de un rostro, como acuarelas borradas por el tiempo. Algunos recuerdos ardían más que otros. Guardó la pintura en un cofre de madera, tallado a mano, como quien encierra un fragmento de eternidad.« —Hay dolores que no se curan… Una lección más aprendida.
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  • Alguna vez me preguntaste cuál era mi dolor favorito. Te dije que tal vez era el eco de tus dientes en mi nuca o el mapa de tus dedos trazado sobre este cuerpo que se derritía en suspiros cuando lo recorrías con la torpeza hermosa de tus manos.

    P̶e̶r̶o̶ ̶a̶h̶o̶r̶a̶ ̶q̶u̶e̶ ̶y̶a̶ ̶n̶o̶ ̶e̶s̶t̶a̶s̶ ̶m̶i̶ ̶d̶o̶l̶o̶r̶ ̶f̶a̶v̶o̶r̶i̶t̶o̶ ̶e̶r̶e̶s̶ ̶t̶u̶
    Alguna vez me preguntaste cuál era mi dolor favorito. Te dije que tal vez era el eco de tus dientes en mi nuca o el mapa de tus dedos trazado sobre este cuerpo que se derritía en suspiros cuando lo recorrías con la torpeza hermosa de tus manos. P̶e̶r̶o̶ ̶a̶h̶o̶r̶a̶ ̶q̶u̶e̶ ̶y̶a̶ ̶n̶o̶ ̶e̶s̶t̶a̶s̶ ̶m̶i̶ ̶d̶o̶l̶o̶r̶ ̶f̶a̶v̶o̶r̶i̶t̶o̶ ̶e̶r̶e̶s̶ ̶t̶u̶
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  • KARA ZOR-EL – PERFIL PSICOLÓGICO Y MOTIVACIONAL

    ✽ Edad: 22-23 años krono-kryptonianos al momento de salir.

    ✽ Cultura de origen: Hija de científicos, clase media alta kryptoniana, criada en una sociedad autoritaria marcada por la propaganda de Zod.

    ✽ Educación: Muy preparada científicamente, pero socialmente ingenua. Le enseñaron lo que “el Estado” quería que creyera.

    ✽ Crisis de fe: Al llegar a la Tierra y ver a “Superman”, su mundo se quiebra. Todo lo que sabe de Krypton y de Kal-El se vuelve dudoso. La propaganda la educó para una realidad que ya no existe.

    LLEGADA A LA TIERRA – TRAMAS CENTRALES INICIALES
    1. El Desfase Temporal

    ✽ Ella no sabe que pasaron 30 años. Cree que Kal-El debe estar cerca, posiblemente en peligro. La urgencia emocional de encontrarlo la impulsa.

    2. La Tierra como Terreno Hostil

    ✽ El sol, la comida, el idioma, la atmósfera, el clima. Todo le exige una adaptación dura y dolorosa.

    ✽ Sufre: vómitos, fiebre, alucinaciones, debilidad sensorial. Tal vez algo parecido al “mal de altura perpetuo” o como intoxicación solar lenta.

    3. El Refugio Rural

    ✽ Se esconde trabajando en una granja, sin papeles, sin ID, sin idioma.

    ✽ Vive con miedo constante de ser descubierta. La paranoia es doble: por su origen y por el “monstruo” que viste disfrazado de kryptoniano.


    🪫 DESARROLLO DE PODERES – FASES

    Fase 1: Descompensación física

    ✽ Dolores musculares, cambios en la piel, sueño alterado, hipersensibilidad auditiva o lumínica.

    Fase 2: Emergencia peligrosa

    ✽ Rompe una herramienta por accidente. Deja una abolladura en un tractor. Causa un accidente pequeño.

    ✽ Empieza a aislarse más. Tiene miedo de sí misma.

    Fase 3: Realización y negación

    ✽ Comprende que algo está cambiando en ella. Pero no quiere que sea cierto. No quiere ser “como él”.

    Fase 4: Adaptación forzada

    ✽ La necesidad la obliga a usar su fuerza (rescate, defensa, huida), y empieza a aceptarse, pero con culpa.



    TEMAS Y CONFLICTOS CLAVE

    El duelo por Kal-El

    ✽ Cuando finalmente entienda que el hombre que vio no es un monstruo, sino Kal... ya no será su bebé. Ya no lo necesitará. Y eso la destroza.

    El trauma del exilio

    ✽ Vive como una refugiada sin identidad. Cero derechos. Cero raíces. Cero red de contención.

    La pérdida de fe

    ✽ Krypton no era lo que pensaba. Tal vez los terroristas tenían razón. Tal vez su cultura cayó porque debía caer.

    El temor a sí misma

    ✽ ¿Y si el monstruo que vio no es él, sino lo que ella va a convertirse?

    POSIBLES CAPÍTULOS INICIALES

    “El aterrizaje”
    Llega al planeta, herida, confundida. Cae en un lago o pantano. Es recogida por un anciano granjero que cree que es una chica amnésica o inmigrante perdida.

    “La granja”
    Aprende a vivir, a trabajar. Tiene pesadillas con Krypton. Duda si debe buscar a Kal. Habla consigo misma en kryptoniano. Ve a Superman en una pantalla. Entra el pánico.

    “El primer quiebre”
    Una emergencia (animal herido, incendio, tornado) la obliga a usar su fuerza sin saber que la tiene. No puede negarlo más. ¿Es como él?

    “El miedo”
    Huye del lugar. Encuentra a alguien que la ayuda a ocultarse. Comienza a investigar a Superman, a Kal-El. Y lo que descubre la destruye.

    🧬 KARA ZOR-EL – PERFIL PSICOLÓGICO Y MOTIVACIONAL ✽ Edad: 22-23 años krono-kryptonianos al momento de salir. ✽ Cultura de origen: Hija de científicos, clase media alta kryptoniana, criada en una sociedad autoritaria marcada por la propaganda de Zod. ✽ Educación: Muy preparada científicamente, pero socialmente ingenua. Le enseñaron lo que “el Estado” quería que creyera. ✽ Crisis de fe: Al llegar a la Tierra y ver a “Superman”, su mundo se quiebra. Todo lo que sabe de Krypton y de Kal-El se vuelve dudoso. La propaganda la educó para una realidad que ya no existe. 🚀 LLEGADA A LA TIERRA – TRAMAS CENTRALES INICIALES 1. El Desfase Temporal ✽ Ella no sabe que pasaron 30 años. Cree que Kal-El debe estar cerca, posiblemente en peligro. La urgencia emocional de encontrarlo la impulsa. 2. La Tierra como Terreno Hostil ✽ El sol, la comida, el idioma, la atmósfera, el clima. Todo le exige una adaptación dura y dolorosa. ✽ Sufre: vómitos, fiebre, alucinaciones, debilidad sensorial. Tal vez algo parecido al “mal de altura perpetuo” o como intoxicación solar lenta. 3. El Refugio Rural ✽ Se esconde trabajando en una granja, sin papeles, sin ID, sin idioma. ✽ Vive con miedo constante de ser descubierta. La paranoia es doble: por su origen y por el “monstruo” que viste disfrazado de kryptoniano. 🪫 DESARROLLO DE PODERES – FASES Fase 1: Descompensación física ✽ Dolores musculares, cambios en la piel, sueño alterado, hipersensibilidad auditiva o lumínica. Fase 2: Emergencia peligrosa ✽ Rompe una herramienta por accidente. Deja una abolladura en un tractor. Causa un accidente pequeño. ✽ Empieza a aislarse más. Tiene miedo de sí misma. Fase 3: Realización y negación ✽ Comprende que algo está cambiando en ella. Pero no quiere que sea cierto. No quiere ser “como él”. Fase 4: Adaptación forzada ✽ La necesidad la obliga a usar su fuerza (rescate, defensa, huida), y empieza a aceptarse, pero con culpa. 🧠 TEMAS Y CONFLICTOS CLAVE El duelo por Kal-El ✽ Cuando finalmente entienda que el hombre que vio no es un monstruo, sino Kal... ya no será su bebé. Ya no lo necesitará. Y eso la destroza. El trauma del exilio ✽ Vive como una refugiada sin identidad. Cero derechos. Cero raíces. Cero red de contención. La pérdida de fe ✽ Krypton no era lo que pensaba. Tal vez los terroristas tenían razón. Tal vez su cultura cayó porque debía caer. El temor a sí misma ✽ ¿Y si el monstruo que vio no es él, sino lo que ella va a convertirse? 📚 POSIBLES CAPÍTULOS INICIALES “El aterrizaje” Llega al planeta, herida, confundida. Cae en un lago o pantano. Es recogida por un anciano granjero que cree que es una chica amnésica o inmigrante perdida. “La granja” Aprende a vivir, a trabajar. Tiene pesadillas con Krypton. Duda si debe buscar a Kal. Habla consigo misma en kryptoniano. Ve a Superman en una pantalla. Entra el pánico. “El primer quiebre” Una emergencia (animal herido, incendio, tornado) la obliga a usar su fuerza sin saber que la tiene. No puede negarlo más. ¿Es como él? “El miedo” Huye del lugar. Encuentra a alguien que la ayuda a ocultarse. Comienza a investigar a Superman, a Kal-El. Y lo que descubre la destruye.
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  • Nací en la penumbra donde los sueños se pudren y las promesas se olvidan. No vine a buscar gloria, vine a ser la cicatriz que el mundo no puede borrar. Hablo con silencio y camino con sombras, porque aprendí que el dolor escribe mejor que la tinta. No soy el fin… soy el susurro que lo anuncia.
    Nací en la penumbra donde los sueños se pudren y las promesas se olvidan. No vine a buscar gloria, vine a ser la cicatriz que el mundo no puede borrar. Hablo con silencio y camino con sombras, porque aprendí que el dolor escribe mejor que la tinta. No soy el fin… soy el susurro que lo anuncia.
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  • Ya me han roto tantas veces...que ...cada dia siento menos el dolor....
    Ya me han roto tantas veces...que ...cada dia siento menos el dolor....
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  • La lluvia caía suavemente sobre las ruinas mientras Nico Robin avanzaba con paso firme. Bajo sus botas, el barro se mezclaba con siglos de historia olvidada. Las enredaderas cubrían los muros de piedra, pero ella reconocía los patrones. Era un lenguaje antiguo, casi borrado por el tiempo, pero no por su memoria.

    Con una mano sobre la pared húmeda, dejó que florecieran otras a su alrededor. Dedos pacientes copiaron los grabados, registrando cada curva, cada trazo. Su expresión permanecía serena, pero dentro de sí ardía una chispa: la emoción de descubrir, de comprender, de dar voz a los que fueron silenciados.

    Cada símbolo era un susurro del pasado. No buscaba poder ni gloria. Solo verdad. Solo conocimiento.

    Recordó a su madre, al árbol de la sabiduría, al fuego. No por dolor, sino como ancla. Todo lo que era hoy, lo había forjado el pasado. Y en cada ruina que tocaba, tejía un hilo invisible entre aquello que fue y lo que aún podía ser.

    Cuando terminó de transcribir, se detuvo un momento. Observó el cielo gris, cerró los ojos y respiró hondo.

    —Gracias —susurró al viento.
    La lluvia caía suavemente sobre las ruinas mientras Nico Robin avanzaba con paso firme. Bajo sus botas, el barro se mezclaba con siglos de historia olvidada. Las enredaderas cubrían los muros de piedra, pero ella reconocía los patrones. Era un lenguaje antiguo, casi borrado por el tiempo, pero no por su memoria. Con una mano sobre la pared húmeda, dejó que florecieran otras a su alrededor. Dedos pacientes copiaron los grabados, registrando cada curva, cada trazo. Su expresión permanecía serena, pero dentro de sí ardía una chispa: la emoción de descubrir, de comprender, de dar voz a los que fueron silenciados. Cada símbolo era un susurro del pasado. No buscaba poder ni gloria. Solo verdad. Solo conocimiento. Recordó a su madre, al árbol de la sabiduría, al fuego. No por dolor, sino como ancla. Todo lo que era hoy, lo había forjado el pasado. Y en cada ruina que tocaba, tejía un hilo invisible entre aquello que fue y lo que aún podía ser. Cuando terminó de transcribir, se detuvo un momento. Observó el cielo gris, cerró los ojos y respiró hondo. —Gracias —susurró al viento.
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  • —La ignorancia es una bendición... pero yo prefiero la verdad, sin importar lo dolorosa que sea.
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  • -Dios mio que resaca, necesito algo de gachas o una sopa que me ayude-dice con un tremendo dolor de cabeza

    -al menos te tengo a ti michi-chan-

    ----lee haneul
    -Dios mio que resaca, necesito algo de gachas o una sopa que me ayude-dice con un tremendo dolor de cabeza -al menos te tengo a ti michi-chan- ----lee haneul
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  • La espectral joven llegó con pasos suaves hasta el recinto donde se encontraba el oráculo, acompañada de aquella dualidad nata en ella. Seguida por sus sombras, tal como las polillas siguen a la luz. Entro lentamente con una actitud completamente respetuosa, dejando tras de ella las sombras que desaparecieron al entrar en contacto con la gran luz del lugar.

    En sus temblorosas mano llevaba una canasta tejida por ella misma, con una botella del mejor jugo de granada y lo que parecía un queso que la joven hizo con sus propias manos. Se detuvo, respirando como si pidiera permiso al viento para ello, su rostro imperturbable se vio iluminado al retirar el velo oscuro que la cubría. Y con voz serena y aterciopelada comenzó a hablar

    ─ Gran oráculo, te vengo a ver,
    No como dios, sino como hermana que quiere saber.
    Mi hermano Zagreus, guerrero valiente y fuerte,
    Lucha en el Inframundo, con fuego que arde sin muerte.
    Quiero saber si hay una profecía que lo espera,
    Y si puedes guiarme, para que yo pueda
    En su camino ser luz clara y sincera."

    La diosa iba no como tormenta, no como fuego abrazador, no como quien exige sino como quien suplica, quien añora respuestas. Levanto la canasta en directo del gran Apolo, mostrando su contenido. No era una deidad, no era oscuridad, no era nada mas que una hermana preocupada, una que añoraba encontrar un forma de ayudar a su querido hermano.

    ─ Pero se que todo tiene un costo, espero que esté pequeño gesto sea suficiente para lo que solicito...

    El dios sol al ver llegar a la joven, alzo las cejas algo sorprendido, su alegría era clara ante como la diosa se presento hablando en rima, honrándole así al ser dios de las artes y la poesía. Pero antes de poder abrir la boca, Apolo ya estaba soltando una profecía para la chica

    ─ Tu hermano no está perdido,
    duerme envuelto en rojo olvido.
    No lo salves por la fuerza,
    dale amor que le refuerza.
    Di su nombre con ternura,
    muéstrale que aún perdura.
    No es fantasma si hay amor:
    es camino, no dolor.

    Vio al dios terminar de hablar, volviendo a la normalidad, agradeciendo su ofrenda dejándola partir, con aun mas dudas. Su hermano el gran guerrero del inframundo en verdad la preocupaba, ella incapaz de dormir, siempre escuchaba los lamentos que Zagreus daba entre sueños. La preocupaba, en verdad quería ayudarle, esta profecía solo dejaba en claro una cosa, tendría que hablar con us hermano sin tapujos ni escudos, solo corazón y sinceridad en cada palabra.
    La espectral joven llegó con pasos suaves hasta el recinto donde se encontraba el oráculo, acompañada de aquella dualidad nata en ella. Seguida por sus sombras, tal como las polillas siguen a la luz. Entro lentamente con una actitud completamente respetuosa, dejando tras de ella las sombras que desaparecieron al entrar en contacto con la gran luz del lugar. En sus temblorosas mano llevaba una canasta tejida por ella misma, con una botella del mejor jugo de granada y lo que parecía un queso que la joven hizo con sus propias manos. Se detuvo, respirando como si pidiera permiso al viento para ello, su rostro imperturbable se vio iluminado al retirar el velo oscuro que la cubría. Y con voz serena y aterciopelada comenzó a hablar ─ Gran oráculo, te vengo a ver, No como dios, sino como hermana que quiere saber. Mi hermano Zagreus, guerrero valiente y fuerte, Lucha en el Inframundo, con fuego que arde sin muerte. Quiero saber si hay una profecía que lo espera, Y si puedes guiarme, para que yo pueda En su camino ser luz clara y sincera." La diosa iba no como tormenta, no como fuego abrazador, no como quien exige sino como quien suplica, quien añora respuestas. Levanto la canasta en directo del gran Apolo, mostrando su contenido. No era una deidad, no era oscuridad, no era nada mas que una hermana preocupada, una que añoraba encontrar un forma de ayudar a su querido hermano. ─ Pero se que todo tiene un costo, espero que esté pequeño gesto sea suficiente para lo que solicito... El dios sol al ver llegar a la joven, alzo las cejas algo sorprendido, su alegría era clara ante como la diosa se presento hablando en rima, honrándole así al ser dios de las artes y la poesía. Pero antes de poder abrir la boca, Apolo ya estaba soltando una profecía para la chica ─ Tu hermano no está perdido, duerme envuelto en rojo olvido. No lo salves por la fuerza, dale amor que le refuerza. Di su nombre con ternura, muéstrale que aún perdura. No es fantasma si hay amor: es camino, no dolor. Vio al dios terminar de hablar, volviendo a la normalidad, agradeciendo su ofrenda dejándola partir, con aun mas dudas. Su hermano el gran guerrero del inframundo en verdad la preocupaba, ella incapaz de dormir, siempre escuchaba los lamentos que Zagreus daba entre sueños. La preocupaba, en verdad quería ayudarle, esta profecía solo dejaba en claro una cosa, tendría que hablar con us hermano sin tapujos ni escudos, solo corazón y sinceridad en cada palabra.
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  • El vampiro se apoya contra la mesa de acero manchada de sangre. Lleva una camisa blanca remangada hasta los codos, ahora teñida de rojo. Su chaleco negro y su corbata desajustada le dan un aire de funeral permanente. Sus ojos, dorados por la sangre recién consumida, brillan con culpa más que con hambre.

    mike el último de los Hijos de la Estrella Rota, observa su mano con asco. La sangre salpica su piel como la evidencia de una promesa rota. Pero no. No es sangre humana. No esta vez.

    —“No eran inocentes… No más. Estaban infectados, perdidos. No quedaba mente que salvar en esas bestias.” —murmura, más para sí que para justificarlo ante los espectros que aún lo siguen en su conciencia.

    Los lobos... eran una vez guardianes del Equilibrio. Hasta que la enfermedad de la Luna Rota los corrompió. Su carne se pudre aún con vida. Su alma, retorcida. Y aunque nadie más se atreve a enfrentarlos, él los caza. Uno a uno. Porque en su sangre todavía hay poder... y pureza.

    Se pasa la mano ensangrentada por el rostro, dejando un rastro oscuro en su mejilla. No siente orgullo. Sólo cansancio.

    “Podría ser más fácil... solo una vez. Probar la sangre humana de nuevo. Una pequeña desviación.”

    Pero cada noche, recuerda. A ella. La última mortal que confió en él. Su voz, antes de morir en sus brazos:

    —“Prométeme que no te convertirás en lo que te hicieron.”

    Y él lo juró. Ante la luna, ante el dolor, ante la eternidad.

    Así que allí está. Solo. Rodeado de acero, sangre y silencio. El carnicero de lo corrupto. El médico del fin del mundo. Un monstruo que eligió no serlo.

    —“Mañana... habrá otro. Siempre hay otro. Pero no serán humanos. Jamás otra vez.”

    Y con el sonido de su gabardina arrastrando, desaparece entre las sombras del laboratorio, como un fantasma con propósito.
    El vampiro se apoya contra la mesa de acero manchada de sangre. Lleva una camisa blanca remangada hasta los codos, ahora teñida de rojo. Su chaleco negro y su corbata desajustada le dan un aire de funeral permanente. Sus ojos, dorados por la sangre recién consumida, brillan con culpa más que con hambre. mike el último de los Hijos de la Estrella Rota, observa su mano con asco. La sangre salpica su piel como la evidencia de una promesa rota. Pero no. No es sangre humana. No esta vez. —“No eran inocentes… No más. Estaban infectados, perdidos. No quedaba mente que salvar en esas bestias.” —murmura, más para sí que para justificarlo ante los espectros que aún lo siguen en su conciencia. Los lobos... eran una vez guardianes del Equilibrio. Hasta que la enfermedad de la Luna Rota los corrompió. Su carne se pudre aún con vida. Su alma, retorcida. Y aunque nadie más se atreve a enfrentarlos, él los caza. Uno a uno. Porque en su sangre todavía hay poder... y pureza. Se pasa la mano ensangrentada por el rostro, dejando un rastro oscuro en su mejilla. No siente orgullo. Sólo cansancio. “Podría ser más fácil... solo una vez. Probar la sangre humana de nuevo. Una pequeña desviación.” Pero cada noche, recuerda. A ella. La última mortal que confió en él. Su voz, antes de morir en sus brazos: —“Prométeme que no te convertirás en lo que te hicieron.” Y él lo juró. Ante la luna, ante el dolor, ante la eternidad. Así que allí está. Solo. Rodeado de acero, sangre y silencio. El carnicero de lo corrupto. El médico del fin del mundo. Un monstruo que eligió no serlo. —“Mañana... habrá otro. Siempre hay otro. Pero no serán humanos. Jamás otra vez.” Y con el sonido de su gabardina arrastrando, desaparece entre las sombras del laboratorio, como un fantasma con propósito.
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