• Ella extrañaba algo.
    Una presencia sin forma, un eco sin origen, un perfume que jamás olió pero cuya ausencia sentía como una grieta invisible.
    Caminaba entre los pasillos del tiempo con la certeza de que algo faltaba,
    aunque no pudiera nombrarlo.
    Era un vacío que no ardía, pero dolía.
    Un temblor sutil en un hilo que aún no había cortado.

    Le habían dicho que eso era extrañar.
    Pero ¿cómo podía ella extrañar, si nunca había tenido?
    Si sus dedos solo conocían el final.
    Si su destino era cerrar puertas, no abrirlas.

    Y sin embargo, lo sentía.
    Un deseo callado.
    El anhelo de unas manos que no conocía.
    Una voz que nunca dijo su nombre,
    pero que el universo parecía guardar celosamente para ella.
    Una historia que no se le fue dada.
    Un amor que quizás nunca existió.

    Ella lo quería.
    Aquello que otros llamaban amor,
    aunque no sabía lo que era.
    Lo había visto en los hilos que se entrelazaban, en cómo brillaban justo antes de romperse.
    En la forma en que se resistían a su filo,
    como si imploraran por un segundo más,
    solo para seguir juntos.

    Tal vez eso era el amor.
    Esa terquedad dulce que se oponía incluso al destino.
    Esa llama que ni siquiera ella, la que corta, podía extinguir del todo.

    Y entonces lo comprendía, en su silencio antiguo: No necesitaba saber lo que era extrañar para sentirlo.
    No necesitaba entender el amor para desearlo.

    Porque incluso la que tejía los finales
    podía estar hecha, en lo más profundo,
    de la ausencia de todo lo que nunca tuvo.
    Ella extrañaba algo. Una presencia sin forma, un eco sin origen, un perfume que jamás olió pero cuya ausencia sentía como una grieta invisible. Caminaba entre los pasillos del tiempo con la certeza de que algo faltaba, aunque no pudiera nombrarlo. Era un vacío que no ardía, pero dolía. Un temblor sutil en un hilo que aún no había cortado. Le habían dicho que eso era extrañar. Pero ¿cómo podía ella extrañar, si nunca había tenido? Si sus dedos solo conocían el final. Si su destino era cerrar puertas, no abrirlas. Y sin embargo, lo sentía. Un deseo callado. El anhelo de unas manos que no conocía. Una voz que nunca dijo su nombre, pero que el universo parecía guardar celosamente para ella. Una historia que no se le fue dada. Un amor que quizás nunca existió. Ella lo quería. Aquello que otros llamaban amor, aunque no sabía lo que era. Lo había visto en los hilos que se entrelazaban, en cómo brillaban justo antes de romperse. En la forma en que se resistían a su filo, como si imploraran por un segundo más, solo para seguir juntos. Tal vez eso era el amor. Esa terquedad dulce que se oponía incluso al destino. Esa llama que ni siquiera ella, la que corta, podía extinguir del todo. Y entonces lo comprendía, en su silencio antiguo: No necesitaba saber lo que era extrañar para sentirlo. No necesitaba entender el amor para desearlo. Porque incluso la que tejía los finales podía estar hecha, en lo más profundo, de la ausencia de todo lo que nunca tuvo.
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  • *El goetia estaba listo para el nuevo cambio ,su vida giraria 350° ,cosa que ya no le importo ,tendria que dejar el pasado ir ,y ver hacia delante ,ser el principe que su padre asi quiso ,frio ,sin sentimientos y con un fin,cumplir lo que se le ha otrogado como principe *

    No ...tengo remedio si mi destino es quedarme asi...que asi sea..

    *ese dia stolas se prometio no volverse a enamorar nunca ,el amor no existia para el ,y su mision era proteger a otros *
    *El goetia estaba listo para el nuevo cambio ,su vida giraria 350° ,cosa que ya no le importo ,tendria que dejar el pasado ir ,y ver hacia delante ,ser el principe que su padre asi quiso ,frio ,sin sentimientos y con un fin,cumplir lo que se le ha otrogado como principe * No ...tengo remedio si mi destino es quedarme asi...que asi sea.. *ese dia stolas se prometio no volverse a enamorar nunca ,el amor no existia para el ,y su mision era proteger a otros *
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    ¿Y si un día resultases el ganador de un gran premio? Si fueras el escogido entre millones de personas para vivir tres meses en una prestigiosa mansión en un destino ideal. Viajar lejos del caos, desconectar y despejar la mente en un entorno maravilloso y lleno de lujos.

    Lo que no sabes es, que realmente no es oro todo lo que reluce. Que es una trampa. Lo que solo descubres al llegar. No vivirás solo. Varios, como tú, te encontrarás en esa mansión. Todos con la misma idea: han sido el premiado.

    ¿Convivir con desconocidos como experimento científico a cambio de ganar un gran premio? Vale. Pero poco a poco la cosa se va complicando, cuando se van poniendo pruebas exigentes para seguir formando parte del juego. Especialmente cuando desapariciones y cosas extrañas empiezan a tener lugar...

    * Pequeño SQUAD con FCs de gh19, gh duo 3, lidlt 8, los vecinos de la casa de al lado 2.
    * Especial búsqueda de Daniela Cano y Romina Malaespina como FCs para las dos mejores amigas de Sara. FC de Oscar Landa como mejor amigo de Sara.
    * Especial búsqueda de FC de Albert Barranco para OTP con Sara.
    * Se promete mucho amor, drama, buen rollo y roles para todos los que se unan. ¡Únanse!
    ¿Y si un día resultases el ganador de un gran premio? Si fueras el escogido entre millones de personas para vivir tres meses en una prestigiosa mansión en un destino ideal. Viajar lejos del caos, desconectar y despejar la mente en un entorno maravilloso y lleno de lujos. Lo que no sabes es, que realmente no es oro todo lo que reluce. Que es una trampa. Lo que solo descubres al llegar. No vivirás solo. Varios, como tú, te encontrarás en esa mansión. Todos con la misma idea: han sido el premiado. ¿Convivir con desconocidos como experimento científico a cambio de ganar un gran premio? Vale. Pero poco a poco la cosa se va complicando, cuando se van poniendo pruebas exigentes para seguir formando parte del juego. Especialmente cuando desapariciones y cosas extrañas empiezan a tener lugar... * Pequeño SQUAD con FCs de gh19, gh duo 3, lidlt 8, los vecinos de la casa de al lado 2. * Especial búsqueda de Daniela Cano y Romina Malaespina como FCs para las dos mejores amigas de Sara. FC de Oscar Landa como mejor amigo de Sara. * Especial búsqueda de FC de Albert Barranco para OTP con Sara. * Se promete mucho amor, drama, buen rollo y roles para todos los que se unan. ¡Únanse!
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  • *En Un templo en ruinas oculto entre los riscos, donde el musgo crece entre estatuas rotas y el viento arrastra siglos de silencio. El dios demonio, encarnado en forma humana, se sienta solo sobre el trono de piedra que ya no representa nada. Su mirada está fija en la llama azul de una ofrenda que no arde con fuego mortal.*

    Dicen que el tiempo lo entierra todo. Mentiras. Hay heridas que se entierran con los huesos… pero siguen cantando bajo la tierra.

    *Se pone de pie lentamente. Su andar es lento, como si cargara con siglos en los hombros. Se detiene frente a una pintura desvanecida en el muro, donde una figura femenina —casi borrada— parece mirarlo.*

    No la he visto. No he oído su voz. Ni siquiera sé si sonríe como tú… o si heredó mi forma de callar cuando el mundo pesa demasiado. Solo sé que existe. Que respira. Que camina junto a ese hombre al que llaman padre… mientras yo observo desde lo alto como un cobarde.

    *Una gota de agua cae desde el techo, rompiendo el silencio. Él aprieta los puños.*

    Mi sangre en su sangre… y ella ni siquiera lo imagina. Qué destino más cruel el de los que crean vida y luego deben ocultarse de ella. No por miedo. Por castigo.

    *Mira hacia una grieta en la pared. Más allá, se ve un sendero que baja por la montaña.*

    Están viajando. Él la cuida, le habla con la calma que yo nunca tuve. Le enseña el mundo como si fuera un regalo, mientras yo fui capaz de prenderle fuego. Ella cree que es su padre. Y él… quizás lo es más de lo que yo merezco ser.

    *Suspira. Hay una sombra en sus ojos. No odio, solo un cansancio inmenso.*


    "Yo solo dejo rastros. Fragmentos. Una marca en el cielo que quizá algún día la haga mirar hacia arriba y preguntarse por qué sueña con lugares que nunca ha pisado.

    *La llama azul parpadea. Él la observa por última vez antes de marcharse.*

    "No la tocaré. No le hablaré. No merezco más que esto: saber que existe. Que el mundo es un poco menos oscuro porque ella camina en él. Y eso… eso basta.
    *En Un templo en ruinas oculto entre los riscos, donde el musgo crece entre estatuas rotas y el viento arrastra siglos de silencio. El dios demonio, encarnado en forma humana, se sienta solo sobre el trono de piedra que ya no representa nada. Su mirada está fija en la llama azul de una ofrenda que no arde con fuego mortal.* Dicen que el tiempo lo entierra todo. Mentiras. Hay heridas que se entierran con los huesos… pero siguen cantando bajo la tierra. *Se pone de pie lentamente. Su andar es lento, como si cargara con siglos en los hombros. Se detiene frente a una pintura desvanecida en el muro, donde una figura femenina —casi borrada— parece mirarlo.* No la he visto. No he oído su voz. Ni siquiera sé si sonríe como tú… o si heredó mi forma de callar cuando el mundo pesa demasiado. Solo sé que existe. Que respira. Que camina junto a ese hombre al que llaman padre… mientras yo observo desde lo alto como un cobarde. *Una gota de agua cae desde el techo, rompiendo el silencio. Él aprieta los puños.* Mi sangre en su sangre… y ella ni siquiera lo imagina. Qué destino más cruel el de los que crean vida y luego deben ocultarse de ella. No por miedo. Por castigo. *Mira hacia una grieta en la pared. Más allá, se ve un sendero que baja por la montaña.* Están viajando. Él la cuida, le habla con la calma que yo nunca tuve. Le enseña el mundo como si fuera un regalo, mientras yo fui capaz de prenderle fuego. Ella cree que es su padre. Y él… quizás lo es más de lo que yo merezco ser. *Suspira. Hay una sombra en sus ojos. No odio, solo un cansancio inmenso.* "Yo solo dejo rastros. Fragmentos. Una marca en el cielo que quizá algún día la haga mirar hacia arriba y preguntarse por qué sueña con lugares que nunca ha pisado. *La llama azul parpadea. Él la observa por última vez antes de marcharse.* "No la tocaré. No le hablaré. No merezco más que esto: saber que existe. Que el mundo es un poco menos oscuro porque ella camina en él. Y eso… eso basta.
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  • ────No todas las historias de amor las teje el destino y tienen comienzos felices. Algunas nacen de tragedias. Pero son igualmente hermosas que aquellas que comenzaron con un beso bajo la lluvia o una mirada en un café. Algunas historias de amor comienzan en el caos, entre lagrimas y escombros del alma, y aún así florecen, sorprendiendo a quienes creían haberlo perdido todo. Porque a veces, lo más bello nace de lo que jamás esperábamos encontrar.
    ────No todas las historias de amor las teje el destino y tienen comienzos felices. Algunas nacen de tragedias. Pero son igualmente hermosas que aquellas que comenzaron con un beso bajo la lluvia o una mirada en un café. Algunas historias de amor comienzan en el caos, entre lagrimas y escombros del alma, y aún así florecen, sorprendiendo a quienes creían haberlo perdido todo. Porque a veces, lo más bello nace de lo que jamás esperábamos encontrar.
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  • Yo corto.
    Con el pulso firme, el gesto antiguo, la mirada ciega de quien ha visto demasiados finales.

    Pero contigo, algo tiembla.
    No el hilo.
    Yo.

    Tu aliento se aferra a los bordes de este destino como si supieras que se está acabando, como si tu piel recordara lo que mi silencio no puede decirte. No hay gloria en los ruegos, pero aún así, los escucho.
    No con los oídos.
    Con la grieta que dejaste en algo que no sabía que podía romperse.

    Te vi venir con esa torpe valentía de los que nunca han sido arrancados. Te dejaste caer en mi regazo como si eso te salvara.
    Como si yo pudiera salvarte.

    Y sin embargo no me fui.
    No al principio.

    Me quedé.
    Me quedé donde no debía.
    En el filo.
    En el susurro.
    En el calor fugaz de tu mano que no debía tocarme, porque todo lo que toco, se apaga.

    Pero tú…
    Tú supiste quedarte.
    Y eso me destruyó más que cualquier muerte que haya dictado.
    Yo corto. Con el pulso firme, el gesto antiguo, la mirada ciega de quien ha visto demasiados finales. Pero contigo, algo tiembla. No el hilo. Yo. Tu aliento se aferra a los bordes de este destino como si supieras que se está acabando, como si tu piel recordara lo que mi silencio no puede decirte. No hay gloria en los ruegos, pero aún así, los escucho. No con los oídos. Con la grieta que dejaste en algo que no sabía que podía romperse. Te vi venir con esa torpe valentía de los que nunca han sido arrancados. Te dejaste caer en mi regazo como si eso te salvara. Como si yo pudiera salvarte. Y sin embargo no me fui. No al principio. Me quedé. Me quedé donde no debía. En el filo. En el susurro. En el calor fugaz de tu mano que no debía tocarme, porque todo lo que toco, se apaga. Pero tú… Tú supiste quedarte. Y eso me destruyó más que cualquier muerte que haya dictado.
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  • -la hibrida había caminado por mucho tiempo, era de noche y apenas unas luces iluminaban el bosque, la vista desviada y su mente divagando por cada sitio, hizo tropesarse con una piedra. Su mente dio un vuelco de realidad, estaba callendo por una colina y no podía parar, los gritos de asombro y dolor resonaron por el lugar, solo se pudo escuchar el cuerpo caer con fuerza después de un salpicado intenso.

    Su cuerpo fué envuelto por las aguas del río, pero no sé podía mover, no sabía cómo escapar, cada movimiento de desesperación la hundían más, su mente insistía en tratar de salvar su cuerpo, pero la sorpresa del impacto solo le izo tragar agua. El fin se acercaba pero esto sería todo?... Se sintió extraño, nunca había sentido tal ahogamiento...-

    Nunca alguien pensaría que el agua podría quemar tú cuerpo, pero qué es peor? Agua o fuego?, el agua puede apagar el fuego, pero unas gotas no servirán de nada, el agua parece inofensiva pero eso no te salvará, es un placer para sanar, pero también necesitas respirar, cómo podrías creer que tus problemas terminarían en el fondo de tus recuerdos? Tal vez lo hayas olvidado pero aún siguen ahí, parece inofensiva pero te está quemando por dentro, algún día tenía que volver a pasar, tienes que volver a respirar!

    No es culpa del agua... Tampoco tuya, fué culpa del azar del destino, la piedra era solo el comienzo que desataría el problema, pero aún así conoces el agua, es parte de tú consuelo, a pesar que te queme ahora, nunca olvides que solo te abraza y te envuelve cuando te lastimas, tal vez pienses que quiere lastimarte pero algunas veces hay que dejarse envolver por ella.

    Así es la vida... Pero pronto verás... Que el dolor solo es un momento... Luego volverás, sanarás y serás más fuerte que antes...

    -La corriente la arrastró hasta la orilla inmediatamente como si tuviera voluntad propia, el dolor terminó, es hora de pensar y remediar el ahora, siendo la verdadera parte de ti mismo-
    -la hibrida había caminado por mucho tiempo, era de noche y apenas unas luces iluminaban el bosque, la vista desviada y su mente divagando por cada sitio, hizo tropesarse con una piedra. Su mente dio un vuelco de realidad, estaba callendo por una colina y no podía parar, los gritos de asombro y dolor resonaron por el lugar, solo se pudo escuchar el cuerpo caer con fuerza después de un salpicado intenso. Su cuerpo fué envuelto por las aguas del río, pero no sé podía mover, no sabía cómo escapar, cada movimiento de desesperación la hundían más, su mente insistía en tratar de salvar su cuerpo, pero la sorpresa del impacto solo le izo tragar agua. El fin se acercaba pero esto sería todo?... Se sintió extraño, nunca había sentido tal ahogamiento...- Nunca alguien pensaría que el agua podría quemar tú cuerpo, pero qué es peor? Agua o fuego?, el agua puede apagar el fuego, pero unas gotas no servirán de nada, el agua parece inofensiva pero eso no te salvará, es un placer para sanar, pero también necesitas respirar, cómo podrías creer que tus problemas terminarían en el fondo de tus recuerdos? Tal vez lo hayas olvidado pero aún siguen ahí, parece inofensiva pero te está quemando por dentro, algún día tenía que volver a pasar, tienes que volver a respirar! No es culpa del agua... Tampoco tuya, fué culpa del azar del destino, la piedra era solo el comienzo que desataría el problema, pero aún así conoces el agua, es parte de tú consuelo, a pesar que te queme ahora, nunca olvides que solo te abraza y te envuelve cuando te lastimas, tal vez pienses que quiere lastimarte pero algunas veces hay que dejarse envolver por ella. Así es la vida... Pero pronto verás... Que el dolor solo es un momento... Luego volverás, sanarás y serás más fuerte que antes... -La corriente la arrastró hasta la orilla inmediatamente como si tuviera voluntad propia, el dolor terminó, es hora de pensar y remediar el ahora, siendo la verdadera parte de ti mismo-
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  • —Veo....lo mucho que he avanzado,veo los amigos que hice..veo lo que era antes y lo que soy ahora,veo a ese jovencito saliendo adelante con su vida...el destino me separo de mi familia pero a la vez me regalo otra..era un chico de pocos amigos y estaba solo...ahora,tengo un esposo maravilloso,dos hijos hermosos,tengo a mi madre y hermana de vuelta y tengo muchos amigos que quiero y aprecio...ahora se que jamas volvere a estar solo,gracias a todos por estar aqui...
    —Veo....lo mucho que he avanzado,veo los amigos que hice..veo lo que era antes y lo que soy ahora,veo a ese jovencito saliendo adelante con su vida...el destino me separo de mi familia pero a la vez me regalo otra..era un chico de pocos amigos y estaba solo...ahora,tengo un esposo maravilloso,dos hijos hermosos,tengo a mi madre y hermana de vuelta y tengo muchos amigos que quiero y aprecio...ahora se que jamas volvere a estar solo,gracias a todos por estar aqui...
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  • ᴄᴀᴘ. ③
    ────────────
    Continuación de:

    Cap.① https://ficrol.com/posts/243909

    Cap.② https://ficrol.com/posts/271000

    ≫ ──────── ≪•◦ ✴ ◦•≫ ──────── ≪

    Un zumbido sórdido se adueñó de los oídos de Elizabeth, la noticia le causó tal conmoción que quedó aturdida por unos minutos.

    Los ojos estaban puestos en Elías, pero no lo veía, su mirada viajaba mas allá del presente; A la nostalgia de sus vagos recuerdos de su infancia, la sufrida doctrina militar, el día que lo perdió todo y por supuesto, los intensos años de búsqueda y penurias que padeció con la esperanza de encontrar a alguien de su estirpe.

    Una lágrima iba humedeciendo el camino recorrido hasta su mejilla. ¿Por qué lloraba? No lo sabía, era una mezcla de enojo, impotencia, incredulidad y sí... alivio, alivio de no ser la única.

    Tan rápido como sintió que la gota resbalaba por su rostro se la limpió con la manga de su capa. Detestaba que la vieran débil, mas alguien tan ajeno como lo era este hombre que se decía llamar su hermano.

    Elizabeth no habló, en cambio se limitó a observarlo con un ojo clínico y en extremo agudo.
    Las manos gruesas y toscas del pelirrojo aún extendidas en lo alto como señal de "paz" eran de alguien que ha empuñado el acero incontables veces, de hecho si se acercaba un poco más podía incluso ver el entramado de la empuñadura marcada en su palma. Sus muñecas tenía cicatrices mal cerradas de lo que parecía ser grilletes
    ¿Acaso había sido esclavo o era un asesino fugitivo?

    Una marca alargada atravesaba uno de sus ojos carmesí, Elizabeth podía asumir que como ella,el resto de su cuerpo padecía la misma suerte que su cara, era algo casi obvio.

    ── En el año del Búho te vi huir entre los escombros cerca del arroyo - confesó mientras lentamente con una de sus manos apartaba la punta de la espada de su garganta

    Liz salió de su profundo análisis al oírle hablar.

    ── Hay mucho que no calza en tu historia mediocre. - Dejó con cuidado a sus pies la comida que había comprado para Kazuo .
    La espada que Elías había apartado la situó a la altura de su vientre. No pensaba bajar la guardia ── Dices que eres mi hermano, pero nunca supe de tu existencia, dices que me viste huir y... ¿Donde estabas tú? ¿Cómo sé que dices la verdad? Lo único que no puedo negar porque es evidente, es tu raza, eres un Llama de Sangre... veo el fuego en tus ojos.

    ── Leezy ... o mejor dicho Elizabeth, Elizabeth Rose, de los Bloodflame.
    Madre, Padre y yo elegimos tus nombres por tu fuerza inquebrantable a pesar de que al nacer parecías una pequeña flor salida de un rosal siempre tuviste espinas para defenderte.
    Tú sabes como funcionaba todo en Knaresborough, no podían haber lazos familiares pero Hamza y Astrid nuestros padres, se la ingeniaron para no romper lo que era nuestra familia. Aunque... - tomó un segundo de silencio solemne, uno que Liz respetó. Todo su relato la había atrapado por completo ── Su osadía los llevó a la muerte, por eso no los conociste, lo lamento. Yo guardé mis distancias era un niño, temía llegar al mismo destino, te observaba desde lejos. Nunca necesitaste mi ayuda hasta el año del Búho claro... pero ahí no pide ofrecértela, fui secuestrado y vendido como esclavo... Fueron ocho años y cincuenta y siete días oscuros, muy oscuros.

    Era demasiado información para Elizabeth, su mente y corazón habían colapsado. La mezcla de emociones que no lograba entender la abrumó por completo.
    Entonces hizo lo único que sabía hacer: explotar en ira

    ── ¡VETE! ¡No te quiero ver! - sus ojos se tornaron de rojo intenso y su espada se envolvió en llamas ── ¡¡¡Tú y tu maldita historia se pueden volver por donde vinieron!!!!

    Elizabeth retrocedió un par de pasos y empezó a arrojar dardos de fuego directo al pecho de Elías. Pero este era un hábil guerrero, incluso mas experimentado que Liz, evadió cada ataque sin problemas, la abordó de manera brusca tomándole sus muñecas. La aproximación hizo que Liz alcanzara a herir con su espada uno de sus costados.

    ── ¡Basta Leezy! No quiero lastimarte ¡¿Que no entiendes?!

    ── No soy la puta Leezy, mi nombre es Elizabeth, ¡Suéltame! - Elizabeth flexionó una de sus piernas incrustando su rodilla con fuerza justo en la boca del estómago de Elías.

    El pelirrojo se apartó de ella tratando de recuperar el aire.

    Liz por su parte sin saber que sentir lo observaba mientras este se arrodillaba por el impacto del golpe resiente
    ᴄᴀᴘ. ③ ──────────── Continuación de: Cap.① https://ficrol.com/posts/243909 Cap.② https://ficrol.com/posts/271000 ≫ ──────── ≪•◦ ✴ ◦•≫ ──────── ≪ Un zumbido sórdido se adueñó de los oídos de Elizabeth, la noticia le causó tal conmoción que quedó aturdida por unos minutos. Los ojos estaban puestos en Elías, pero no lo veía, su mirada viajaba mas allá del presente; A la nostalgia de sus vagos recuerdos de su infancia, la sufrida doctrina militar, el día que lo perdió todo y por supuesto, los intensos años de búsqueda y penurias que padeció con la esperanza de encontrar a alguien de su estirpe. Una lágrima iba humedeciendo el camino recorrido hasta su mejilla. ¿Por qué lloraba? No lo sabía, era una mezcla de enojo, impotencia, incredulidad y sí... alivio, alivio de no ser la única. Tan rápido como sintió que la gota resbalaba por su rostro se la limpió con la manga de su capa. Detestaba que la vieran débil, mas alguien tan ajeno como lo era este hombre que se decía llamar su hermano. Elizabeth no habló, en cambio se limitó a observarlo con un ojo clínico y en extremo agudo. Las manos gruesas y toscas del pelirrojo aún extendidas en lo alto como señal de "paz" eran de alguien que ha empuñado el acero incontables veces, de hecho si se acercaba un poco más podía incluso ver el entramado de la empuñadura marcada en su palma. Sus muñecas tenía cicatrices mal cerradas de lo que parecía ser grilletes ¿Acaso había sido esclavo o era un asesino fugitivo? Una marca alargada atravesaba uno de sus ojos carmesí, Elizabeth podía asumir que como ella,el resto de su cuerpo padecía la misma suerte que su cara, era algo casi obvio. ── En el año del Búho te vi huir entre los escombros cerca del arroyo - confesó mientras lentamente con una de sus manos apartaba la punta de la espada de su garganta Liz salió de su profundo análisis al oírle hablar. 🌹── Hay mucho que no calza en tu historia mediocre. - Dejó con cuidado a sus pies la comida que había comprado para [8KazuoAihara8]. La espada que Elías había apartado la situó a la altura de su vientre. No pensaba bajar la guardia ── Dices que eres mi hermano, pero nunca supe de tu existencia, dices que me viste huir y... ¿Donde estabas tú? ¿Cómo sé que dices la verdad? Lo único que no puedo negar porque es evidente, es tu raza, eres un Llama de Sangre... veo el fuego en tus ojos. ── Leezy ... o mejor dicho Elizabeth, Elizabeth Rose, de los Bloodflame. Madre, Padre y yo elegimos tus nombres por tu fuerza inquebrantable a pesar de que al nacer parecías una pequeña flor salida de un rosal siempre tuviste espinas para defenderte. Tú sabes como funcionaba todo en Knaresborough, no podían haber lazos familiares pero Hamza y Astrid nuestros padres, se la ingeniaron para no romper lo que era nuestra familia. Aunque... - tomó un segundo de silencio solemne, uno que Liz respetó. Todo su relato la había atrapado por completo ── Su osadía los llevó a la muerte, por eso no los conociste, lo lamento. Yo guardé mis distancias era un niño, temía llegar al mismo destino, te observaba desde lejos. Nunca necesitaste mi ayuda hasta el año del Búho claro... pero ahí no pide ofrecértela, fui secuestrado y vendido como esclavo... Fueron ocho años y cincuenta y siete días oscuros, muy oscuros. Era demasiado información para Elizabeth, su mente y corazón habían colapsado. La mezcla de emociones que no lograba entender la abrumó por completo. Entonces hizo lo único que sabía hacer: explotar en ira 🌹── ¡VETE! ¡No te quiero ver! - sus ojos se tornaron de rojo intenso y su espada se envolvió en llamas ── ¡¡¡Tú y tu maldita historia se pueden volver por donde vinieron!!!! Elizabeth retrocedió un par de pasos y empezó a arrojar dardos de fuego directo al pecho de Elías. Pero este era un hábil guerrero, incluso mas experimentado que Liz, evadió cada ataque sin problemas, la abordó de manera brusca tomándole sus muñecas. La aproximación hizo que Liz alcanzara a herir con su espada uno de sus costados. ── ¡Basta Leezy! No quiero lastimarte ¡¿Que no entiendes?! 🌹── No soy la puta Leezy, mi nombre es Elizabeth, ¡Suéltame! - Elizabeth flexionó una de sus piernas incrustando su rodilla con fuerza justo en la boca del estómago de Elías. El pelirrojo se apartó de ella tratando de recuperar el aire. Liz por su parte sin saber que sentir lo observaba mientras este se arrodillaba por el impacto del golpe resiente
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  • Bosques reales a las afueras de Desembarco del Rey, año 113 DC.

    La mañana está bañada de rocío dorado, y los cuernos suenan como truenos celestiales anunciando un día de fuego y gloria. El joven Baelon II Targaryen, de apenas un año, viste una pequeño traje café y dorado, bordada con el dragón tricéfalo por la propia Rhaenyra, que lo lleva orgullosa sobre su pecho.

    Pero el protagonista del momento es Daemon Targaryen, el príncipe rebelde, que alza a su pequeño sobrino sobre los hombros como si alzara el futuro entero de su casa.

    —¿Lo ves, pequeño fuego? Todos estos lores vienen por ti. Pero tú, tú vendrás por el trono, —susurra Daemon, con esa sonrisa ladeada que solo se le ve cuando de verdad le importa algo.

    Baelon, con sus rizos plateados despeinados por el viento y los ojos violeta clavados en las banderas ondeando, lanza una risa de dragón en miniatura.

    Rhaenyra, de pie al lado de su tío, se permite sonreír —pocas veces lo hace así, de verdad—, porque en ese momento, el mundo es perfecto. Los Hightower están lejos, la corte se arrodilla por obligación, pero lo hace. Y lo más importante: los verdaderos Targaryen están juntos.

    La cámara de la memoria se detiene allí.
    Daemon alzando al niño.
    Rhaenyra al lado, su mano rozando la espalda de su hermano.
    Y el cielo, bañado de fuego suave, augurando un destino diferente.
    Bosques reales a las afueras de Desembarco del Rey, año 113 DC. La mañana está bañada de rocío dorado, y los cuernos suenan como truenos celestiales anunciando un día de fuego y gloria. El joven Baelon II Targaryen, de apenas un año, viste una pequeño traje café y dorado, bordada con el dragón tricéfalo por la propia Rhaenyra, que lo lleva orgullosa sobre su pecho. Pero el protagonista del momento es Daemon Targaryen, el príncipe rebelde, que alza a su pequeño sobrino sobre los hombros como si alzara el futuro entero de su casa. —¿Lo ves, pequeño fuego? Todos estos lores vienen por ti. Pero tú, tú vendrás por el trono, —susurra Daemon, con esa sonrisa ladeada que solo se le ve cuando de verdad le importa algo. Baelon, con sus rizos plateados despeinados por el viento y los ojos violeta clavados en las banderas ondeando, lanza una risa de dragón en miniatura. Rhaenyra, de pie al lado de su tío, se permite sonreír —pocas veces lo hace así, de verdad—, porque en ese momento, el mundo es perfecto. Los Hightower están lejos, la corte se arrodilla por obligación, pero lo hace. Y lo más importante: los verdaderos Targaryen están juntos. La cámara de la memoria se detiene allí. Daemon alzando al niño. Rhaenyra al lado, su mano rozando la espalda de su hermano. Y el cielo, bañado de fuego suave, augurando un destino diferente.
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