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    Kakashi: Y pensar que cuando solo erais unos niños siempre estaban peleandose y miralos ahora... El mejor equipo de Konoha...

    -al maestro del equipo 7 se le cae una lagrima al ver a sus tres alumnos ya adolescentes y cuando eran niños relejados en el agua-
    Kakashi: Y pensar que cuando solo erais unos niños siempre estaban peleandose y miralos ahora... El mejor equipo de Konoha... -al maestro del equipo 7 se le cae una lagrima al ver a sus tres alumnos ya adolescentes y cuando eran niños relejados en el agua-
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  • Yelena siempre creció en un ambiente hostil, si bien sus ojos no podían ver, sus demás sentidos funcionaban a la perfección aunque ella no quisiera.

    En las fiestas, siempre había uno que otro comentario hiriente que la descolocaba de manera horrible:

    "Debería hacerse una operación de aumento de senos"
    "Debería pensar que a nadie le interesa una mujer que parece ser una adolescente"
    "¿Con ese tamaño? Buena suerte encontrando un hombre"
    "Tan raquítica y flaca, sin algún lado bueno"
    "Una muñeca inflable tiene más curvas que ella"
    Todo ese tipo de comentarios terminaba mandando a Yelena al baño a llorar o de regreso a su auto a esconderse sin avisarle a los demás.

    Pero él...
    Él recorría su cuerpo como un artista adorando el mármol, besaba cada curva y detalle con una devoción única.

    El amor de Abel a Yelena era tan único y puro.
    Yelena siempre creció en un ambiente hostil, si bien sus ojos no podían ver, sus demás sentidos funcionaban a la perfección aunque ella no quisiera. En las fiestas, siempre había uno que otro comentario hiriente que la descolocaba de manera horrible: "Debería hacerse una operación de aumento de senos" "Debería pensar que a nadie le interesa una mujer que parece ser una adolescente" "¿Con ese tamaño? Buena suerte encontrando un hombre" "Tan raquítica y flaca, sin algún lado bueno" "Una muñeca inflable tiene más curvas que ella" Todo ese tipo de comentarios terminaba mandando a Yelena al baño a llorar o de regreso a su auto a esconderse sin avisarle a los demás. Pero él... Él recorría su cuerpo como un artista adorando el mármol, besaba cada curva y detalle con una devoción única. El amor de Abel a Yelena era tan único y puro.
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  • ¿Qué se suponía un chico como él podría hacer después de clases? No es como si pudiese ir a los karaokes con sus amigos, es decir, ¿quién se los aguantaría escuchar durante tres horas mientras la envidia de no poder cantar con ellos lo invadía? Odiaba sus gritos, su escándalo, la forma en que no se medían para que su voz fuese un poco aceptable y la manera en que todos se reían como si hubiesen escuchado una aria divina. Los adolescentes solían ser así, tontos por naturaleza, riéndose de la vida y tentando a la muerte con cada ingesta indiscriminada de alcohol y cigarrillos.

    Quizá los detestaba tanto porque los envidiaba demasiado pero, al final del día, Nikolay había encontrado una afición sana donde no necesitaba utilizar su voz, solo su oído y una bolsa de alimento para agitar. ¿Qué gato callejero se podría resistir al sonido de las croquetas al agitarse o de una lata de atún al abrirse? Ninguno. Todos los gatos que rondaban el parque cercano a la universidad, terminaban cayendo ante la tentación del alimento fácil. Algunos se acercaban a hurtadillas, otros preferían mirar desde la distancia a que los más tontos del grupo se sacrificaran primero, y nunca faltaba el bribón que se iba indignado porque las marcas elegidas no podían saciar su sofisticado paladar. ¿Era justo que los gatos callejeros fueran tan exigentes y remilgosos?

    « Es el tercer día y esa sigue sin querer comer. Ya cambié de alimento tres veces, ¿por qué diantres no lo quiere? Qué exigente.» La mente de Nikolay se llenó de pensamientos y estrategias para hacerla comer. Era el único gato que se rehusaba a tomar bocado después de probar una croqueta o una morona de atún, y aún así era el único gato que se veía más gordo que los demás y que también parecía bien cuidado. ¿Y si alguien lo estaba buscando? ¿Debería tomarle una fotografía y colgar letreros cerca de la universidad? Quizá pero, si la gata no se acercaba a comer, ¿cómo iba a tomarle una buena fotografía? Una donde se le notara la cara de diva, no la de amargada ni la cola que levantaba siempre orgullosa para irse del parque con la frente en alto en regia, divina, simplemente... Cosmopolita.(?)
    ¿Qué se suponía un chico como él podría hacer después de clases? No es como si pudiese ir a los karaokes con sus amigos, es decir, ¿quién se los aguantaría escuchar durante tres horas mientras la envidia de no poder cantar con ellos lo invadía? Odiaba sus gritos, su escándalo, la forma en que no se medían para que su voz fuese un poco aceptable y la manera en que todos se reían como si hubiesen escuchado una aria divina. Los adolescentes solían ser así, tontos por naturaleza, riéndose de la vida y tentando a la muerte con cada ingesta indiscriminada de alcohol y cigarrillos. Quizá los detestaba tanto porque los envidiaba demasiado pero, al final del día, Nikolay había encontrado una afición sana donde no necesitaba utilizar su voz, solo su oído y una bolsa de alimento para agitar. ¿Qué gato callejero se podría resistir al sonido de las croquetas al agitarse o de una lata de atún al abrirse? Ninguno. Todos los gatos que rondaban el parque cercano a la universidad, terminaban cayendo ante la tentación del alimento fácil. Algunos se acercaban a hurtadillas, otros preferían mirar desde la distancia a que los más tontos del grupo se sacrificaran primero, y nunca faltaba el bribón que se iba indignado porque las marcas elegidas no podían saciar su sofisticado paladar. ¿Era justo que los gatos callejeros fueran tan exigentes y remilgosos? « Es el tercer día y esa sigue sin querer comer. Ya cambié de alimento tres veces, ¿por qué diantres no lo quiere? Qué exigente.» La mente de Nikolay se llenó de pensamientos y estrategias para hacerla comer. Era el único gato que se rehusaba a tomar bocado después de probar una croqueta o una morona de atún, y aún así era el único gato que se veía más gordo que los demás y que también parecía bien cuidado. ¿Y si alguien lo estaba buscando? ¿Debería tomarle una fotografía y colgar letreros cerca de la universidad? Quizá pero, si la gata no se acercaba a comer, ¿cómo iba a tomarle una buena fotografía? Una donde se le notara la cara de diva, no la de amargada ni la cola que levantaba siempre orgullosa para irse del parque con la frente en alto en regia, divina, simplemente... Cosmopolita.(?)
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  • El primer día de instituto en Ciudad Domino
    Fandom YuGiOh! Duel Monsters
    Categoría Acción
    Rol cerrado con Atem

    -----------------------------

    El vuelo JL003 que procedía de Nueva York en dirección a Tokio aterrizó cerca de las dos y media de la madrugada. Takara viajaba con su madre para establecerse en Domino, una pequeña ciudad costera que se encontraba en la prefectura de Chiba, al sur de Tateyama. Había llegado a un punto en el que ni siquiera se cuestionaba ya por qué sus padres hacían las cosas, pero sabiendo que siempre estaban de un lado a otro por negocios y que no tenía nunca un lugar fijo para vivir...

    ―Mamá, aún no me has contado por qué me has traído al otro lado del mundo.―le preguntó Takara a su madre Yushiko, mientras metía su equipaje en el maletero del taxi que les llevaría hasta el puerto desde el que tomarían el ferry a Domino.

    ―Verás cariño...―Yushiko exhaló un respingo por la nariz.―Estás cerca de cumplir los diecisiete y estamos un poco preocupados porque siempre has recibido educación en casa debido a nuestros empleos... Y eso no puede ser. No sales, no tienes amigos, ni siquiera llevas la vida que debe llevar una adolescente. Así que te he traído a donde yo nací para que...Bueno, cariño, para que inicies tu vida, tengas amigos, ¡y acabes el instituto de una vez!

    ―¿Y no podéis quedaros a vivir conmigo como unos padres normales?―replicó Takara.―Mamá, en serio, me estás soltando sin supervisión, en una ciudad que no conozco, con una cuenta bancaria que tiene más ceros que decimales el número pi. ¿De verdad crees que nada puede salir mal?

    ―Takara, ya hemos mantenido esta conversación.―Yushiko exhaló un respingo pesado.―No vas a estar sola, tu primo Mahito vive en Domino y estará más que encantado de echarte una mano si lo necesitas.

    ―Mahito vive con su novia, no puedo irrumpir en su vida así como así.―Takara torció los labios haciendo un mohín.

    Yushiko tocó el hombro de su hija con cariño. No podía decirle la verdadera razón por la que la escondía en un lugar tan recóndito. No por el momento.

    ╟ Varios días después. Lunes por la mañana.╣

    El GPS de su móvil había fallado tres veces en lo que trataba de llegar al Instituto Domino, donde se iba a iniciar el segundo trimestre de clase... y donde ella iba a "iniciar" la secundaria, pese a haber superado ese curso.

    Llegó temprano, por suerte. Queriendo pasar desapercibida, se sentó en el pupitre más escondido que había en el aula, en la esquina cercana a la ventana. Parecía que nadie había notado su presencia conforme el resto de alumnos iba llegando. Imitó a sus compañeros cuando éstos se levantaron para saludar a su profesor, que con educación les dio los buenos días a todos. Acto seguido, el profesor revisó el listado de alumnos... y vio el nombre de Takara.

    ―¡Ah, sí!―sonrió alegre.―Queridos alumnos, tenemos una compañera nueva que va a terminar el curso con nosotros. Señorita Wilde, por favor, ¿puede salir al estrado y presentarse?

    Horror. La piel suavemente tostada de Takara perdió el color y el hipo nervioso que aparecía en situaciones de estrés amenazaba con salir a la luz. Sin embargo, Takara se levantó de la silla, caminó con paso firme hasta la plataforma que estaba delante de la pizarra de tiza y observó a la clase. En particular... sus ojos malva se detuvieron en un muchacho con pelo de pincho que llevaba pendiendo de su cuello un extraño colgante con forma de pirámide invertida..,y un símbolo egipcio en la cara frontal.

    ―B-Buenos días.―titubeó.―Y-Yo soy Kara Wilde. Muchas gracias por recibirme.
    Rol cerrado con [Atem0] ----------------------------- El vuelo JL003 que procedía de Nueva York en dirección a Tokio aterrizó cerca de las dos y media de la madrugada. Takara viajaba con su madre para establecerse en Domino, una pequeña ciudad costera que se encontraba en la prefectura de Chiba, al sur de Tateyama. Había llegado a un punto en el que ni siquiera se cuestionaba ya por qué sus padres hacían las cosas, pero sabiendo que siempre estaban de un lado a otro por negocios y que no tenía nunca un lugar fijo para vivir... ―Mamá, aún no me has contado por qué me has traído al otro lado del mundo.―le preguntó Takara a su madre Yushiko, mientras metía su equipaje en el maletero del taxi que les llevaría hasta el puerto desde el que tomarían el ferry a Domino. ―Verás cariño...―Yushiko exhaló un respingo por la nariz.―Estás cerca de cumplir los diecisiete y estamos un poco preocupados porque siempre has recibido educación en casa debido a nuestros empleos... Y eso no puede ser. No sales, no tienes amigos, ni siquiera llevas la vida que debe llevar una adolescente. Así que te he traído a donde yo nací para que...Bueno, cariño, para que inicies tu vida, tengas amigos, ¡y acabes el instituto de una vez! ―¿Y no podéis quedaros a vivir conmigo como unos padres normales?―replicó Takara.―Mamá, en serio, me estás soltando sin supervisión, en una ciudad que no conozco, con una cuenta bancaria que tiene más ceros que decimales el número pi. ¿De verdad crees que nada puede salir mal? ―Takara, ya hemos mantenido esta conversación.―Yushiko exhaló un respingo pesado.―No vas a estar sola, tu primo Mahito vive en Domino y estará más que encantado de echarte una mano si lo necesitas. ―Mahito vive con su novia, no puedo irrumpir en su vida así como así.―Takara torció los labios haciendo un mohín. Yushiko tocó el hombro de su hija con cariño. No podía decirle la verdadera razón por la que la escondía en un lugar tan recóndito. No por el momento. ╟ Varios días después. Lunes por la mañana.╣ El GPS de su móvil había fallado tres veces en lo que trataba de llegar al Instituto Domino, donde se iba a iniciar el segundo trimestre de clase... y donde ella iba a "iniciar" la secundaria, pese a haber superado ese curso. Llegó temprano, por suerte. Queriendo pasar desapercibida, se sentó en el pupitre más escondido que había en el aula, en la esquina cercana a la ventana. Parecía que nadie había notado su presencia conforme el resto de alumnos iba llegando. Imitó a sus compañeros cuando éstos se levantaron para saludar a su profesor, que con educación les dio los buenos días a todos. Acto seguido, el profesor revisó el listado de alumnos... y vio el nombre de Takara. ―¡Ah, sí!―sonrió alegre.―Queridos alumnos, tenemos una compañera nueva que va a terminar el curso con nosotros. Señorita Wilde, por favor, ¿puede salir al estrado y presentarse? Horror. La piel suavemente tostada de Takara perdió el color y el hipo nervioso que aparecía en situaciones de estrés amenazaba con salir a la luz. Sin embargo, Takara se levantó de la silla, caminó con paso firme hasta la plataforma que estaba delante de la pizarra de tiza y observó a la clase. En particular... sus ojos malva se detuvieron en un muchacho con pelo de pincho que llevaba pendiendo de su cuello un extraño colgante con forma de pirámide invertida..,y un símbolo egipcio en la cara frontal. ―B-Buenos días.―titubeó.―Y-Yo soy Kara Wilde. Muchas gracias por recibirme.
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  • Hiro: Bueeeeeeno este ha sido un gran cumpleaños para los dos y no podriamos estar mas agradecidos en serio! Fue una gran fiesta, tanto asi que tardamos 2 dias en terminar con todo, pero valió la pena, jeje XD! Mirenos, incluso estuvimos con la moda setentera y bailando algo de disco, fue muy divertido :3 Y un gran agradecimiento tambien a Lissii Picasso por ayudarnos con los pasteles, estuvieron deliciosos señorita, recién estoy terminando el mio jeje XD! Pero fue muy divertido y todos ustedes tambien lo hicieron divertido, no podria ser mas feliz tras haber formado tantas nuevas amistades y vinculos, los quiero mucho :"3!

    (Les hace una reverencia con la cabeza mientras bebe un poco de Coca-Cola)

    Hiro: Pero bueno, luego de la celebración hice una pijamada con mis primos robot y nos pusimos a jugar monopolio hasta que nuestras baterias no aguantaron, jeje. Tu que hiciste cuando nos separamos, Miyo :3?

    (Aparece repleto de tierra por todas partes, su ropa destrozada y con grandes ojeras)

    Miyo: Como ya sabrás, Adan tiene una finca en Tijuana asi que fuimos con los muchachos ahi y... >:1

    (ESCENA DESAPARECIDA)

    Miyo: O eso era? No se, desperté en medio del desierto y con un cactus como cama en mi espalda, y no encuentro a los chicos por ningun lado >:1

    Hiro. En... en serio.. :c

    Miyo: Seh, pero hey!! Al menos encontre un maletin lleno de billetes por ahi >:D!!!!

    (Los chicos se rien despues de todo, hace cientos de años habria de salir un engendro horrible que se transformó en un adolescente rebelde y fiestero, quien luego de un tiempo habria de crear a un robot inocente y compasivo y todo pasó un 5 de abril.)

    Hiro y Miyo: X3!!!!!
    Hiro: Bueeeeeeno este ha sido un gran cumpleaños para los dos y no podriamos estar mas agradecidos en serio! Fue una gran fiesta, tanto asi que tardamos 2 dias en terminar con todo, pero valió la pena, jeje XD! Mirenos, incluso estuvimos con la moda setentera y bailando algo de disco, fue muy divertido :3 Y un gran agradecimiento tambien a [Lissii_ii] por ayudarnos con los pasteles, estuvieron deliciosos señorita, recién estoy terminando el mio jeje XD! Pero fue muy divertido y todos ustedes tambien lo hicieron divertido, no podria ser mas feliz tras haber formado tantas nuevas amistades y vinculos, los quiero mucho :"3! (Les hace una reverencia con la cabeza mientras bebe un poco de Coca-Cola) Hiro: Pero bueno, luego de la celebración hice una pijamada con mis primos robot y nos pusimos a jugar monopolio hasta que nuestras baterias no aguantaron, jeje. Tu que hiciste cuando nos separamos, Miyo :3? (Aparece repleto de tierra por todas partes, su ropa destrozada y con grandes ojeras) Miyo: Como ya sabrás, Adan tiene una finca en Tijuana asi que fuimos con los muchachos ahi y... >:1 (ESCENA DESAPARECIDA) Miyo: O eso era? No se, desperté en medio del desierto y con un cactus como cama en mi espalda, y no encuentro a los chicos por ningun lado >:1 Hiro. En... en serio.. :c Miyo: Seh, pero hey!! Al menos encontre un maletin lleno de billetes por ahi >:D!!!! (Los chicos se rien despues de todo, hace cientos de años habria de salir un engendro horrible que se transformó en un adolescente rebelde y fiestero, quien luego de un tiempo habria de crear a un robot inocente y compasivo y todo pasó un 5 de abril.) Hiro y Miyo: X3!!!!! 🎉 🎉 🎉 🎉 🎉
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  • «Día 01»

    Isolde odiaba su nombre.

    Para empezar, ¿quién centellas se llamaba "Isolde"? ¿Por qué no podían haberle llamado "Anna" o "Beth"?

    En segundo lugar, y más importante: ¡Esa maldita "S" impronunciable!

    Isolde se miró al espejo, sus dedos volvieron a recorrer el bozal. Así le llamaba ella, su "bozal", ¿pues qué otra cosa parecía? Los frenillos mantenían sus dientes en su sitio, y esas horrorosas varillas, al resto de su cráneo.

    "Si te lo sigues tocando y moviendo, se te va a abrir la cabeza y se te saldrá el cerebro por las orejas", solía decir su madre.

    Siete años tenía ella cuando el "bozal" entró a su vida. Hoy, diez años cumplía con él. Diez años de miradas, burlas, risas a sus espaldas y en su cara, sobrenombres hirientes...

    — "Me llamo Idolde, ed un plader"... Diod... ¿Qué cado tiene? —

    Ni su propio nombre podía decir bien. Isolde se tiró boca arriba en su cama, deprimida. Se habría tirado boca abajo y pataleado como una típica adolescente en rabieta, pero claro, ni a eso tenía derecho, con el bozal de frente.

    Isolde había pasado toda su vida encerrada, devorando libro tras libro. Eran sus únicos acompañantes y amigos. Había completado la preparatoria con tutores privados que, bueno, simplemente no tenían mucho qué hacer ahí.

    Es que ella era inteligente. Mucho, mucho muy inteligente. Calculaban su coeficiente intelectual en 160. Y esos libros que vorazmente leía eran todos muy avanzados para su edad.

    Sí, Isolde podía ser una genio, pero era, en primera instancia, una chica. Una chica a punto de convertirse en universitaria.

    Las primeras impresiones lo son todo en la universidad. "Me llamo Idolde" sería un suicidio social, si es que el bozal no lo era por sí solo ¿Qué podía hacer?

    Nadie la conocía ahí, ¿cierto? Podía empezar desde cero, con una nueva identidad, un nuevo nombre. Uno que fuera fácil de pronunciar para ella. Y corto, de preferencia.

    Un nombre significativo, que indicase el inicio de una nueva etapa en su vida.

    — "Hola, me llamo Dana" ... —

    Perfecto.
    «Día 01» Isolde odiaba su nombre. Para empezar, ¿quién centellas se llamaba "Isolde"? ¿Por qué no podían haberle llamado "Anna" o "Beth"? En segundo lugar, y más importante: ¡Esa maldita "S" impronunciable! Isolde se miró al espejo, sus dedos volvieron a recorrer el bozal. Así le llamaba ella, su "bozal", ¿pues qué otra cosa parecía? Los frenillos mantenían sus dientes en su sitio, y esas horrorosas varillas, al resto de su cráneo. "Si te lo sigues tocando y moviendo, se te va a abrir la cabeza y se te saldrá el cerebro por las orejas", solía decir su madre. Siete años tenía ella cuando el "bozal" entró a su vida. Hoy, diez años cumplía con él. Diez años de miradas, burlas, risas a sus espaldas y en su cara, sobrenombres hirientes... — "Me llamo Idolde, ed un plader"... Diod... ¿Qué cado tiene? — Ni su propio nombre podía decir bien. Isolde se tiró boca arriba en su cama, deprimida. Se habría tirado boca abajo y pataleado como una típica adolescente en rabieta, pero claro, ni a eso tenía derecho, con el bozal de frente. Isolde había pasado toda su vida encerrada, devorando libro tras libro. Eran sus únicos acompañantes y amigos. Había completado la preparatoria con tutores privados que, bueno, simplemente no tenían mucho qué hacer ahí. Es que ella era inteligente. Mucho, mucho muy inteligente. Calculaban su coeficiente intelectual en 160. Y esos libros que vorazmente leía eran todos muy avanzados para su edad. Sí, Isolde podía ser una genio, pero era, en primera instancia, una chica. Una chica a punto de convertirse en universitaria. Las primeras impresiones lo son todo en la universidad. "Me llamo Idolde" sería un suicidio social, si es que el bozal no lo era por sí solo ¿Qué podía hacer? Nadie la conocía ahí, ¿cierto? Podía empezar desde cero, con una nueva identidad, un nuevo nombre. Uno que fuera fácil de pronunciar para ella. Y corto, de preferencia. Un nombre significativo, que indicase el inicio de una nueva etapa en su vida. — "Hola, me llamo Dana" ... — Perfecto.
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  • { ROL PRIVADO para Cʟᴀᴜs Dᴇ Lɪᴏɴᴄᴏᴜʀᴛ }

    Entre los callejones más oscuros de la ciudad, Elliot caminaba cauteloso, rodeado por la humedad y el hedor de la desolación. En un rincón sombrío, observó a un adolescente solitario, su ropa harapienta y su mirada vacía pero decidida. Algo en él no encajaba, como si hubiera visto demasiado, demasiado pronto.

    A medida que se acercaba, un estremecimiento recorrió su columna. Los vagabundos y los parias observaban en silencio, como si una presencia invisible les hubiera ordenado no interferir. El aire estaba cargado, denso con secretos oscuros, y Elliot no pudo evitar sentir que algo terrible estaba por ser revelado.

    El chico, con voz temblorosa pero llena de desesperación, le habló de un mal oculto en la ciudad, algo más allá de las miserias que él mismo veía. Niños secuestrados, inocentes, arrancados de sus familias, sometidos a experimentos horribles: virus inyectados en sus cuerpos, modificándolos, transformándolos en vampiros, ghouls, híbridos, criaturas al servicio de los ricos, que los mantenían en zoológicos privados, como piezas de caza o simples objetos de placer.

    Era una trama oscura que los poderosos tejían en las sombras, mientras el resto del mundo permanecía ajeno, atrapado en su propia supervivencia. Elliot sintió que la gravedad de esas palabras lo aplastaba. La ciudad, su ciudad, no solo era un lugar de pobreza y desesperación; era un caldo de cultivo para horrores indescriptibles, algo mucho más profundo y antiguo que cualquier monstruo.

    Con un nudo en el estómago, observó el edificio al que el chico había señalado: un lugar que parecía más una fortaleza que un edificio. En su interior se gestaban esas monstruosidades, y algo dentro de Elliot lo impulsó a entrar, a descubrir la verdad que se ocultaba en la oscuridad.
    Pero al dar el primer paso, supo que ya no había vuelta atrás, tenía que contarle a Claus, debía pedirle ayuda y ver la forma de acabar con aquella pesadilla.
    Enseguida sacó su celular para llamar a su novio, no quería moverse del sitio, tenía miedo que si se iba y regresaba después, ya todo estuviera diferente.
    { ROL PRIVADO para [clausdulac_2] } Entre los callejones más oscuros de la ciudad, Elliot caminaba cauteloso, rodeado por la humedad y el hedor de la desolación. En un rincón sombrío, observó a un adolescente solitario, su ropa harapienta y su mirada vacía pero decidida. Algo en él no encajaba, como si hubiera visto demasiado, demasiado pronto. A medida que se acercaba, un estremecimiento recorrió su columna. Los vagabundos y los parias observaban en silencio, como si una presencia invisible les hubiera ordenado no interferir. El aire estaba cargado, denso con secretos oscuros, y Elliot no pudo evitar sentir que algo terrible estaba por ser revelado. El chico, con voz temblorosa pero llena de desesperación, le habló de un mal oculto en la ciudad, algo más allá de las miserias que él mismo veía. Niños secuestrados, inocentes, arrancados de sus familias, sometidos a experimentos horribles: virus inyectados en sus cuerpos, modificándolos, transformándolos en vampiros, ghouls, híbridos, criaturas al servicio de los ricos, que los mantenían en zoológicos privados, como piezas de caza o simples objetos de placer. Era una trama oscura que los poderosos tejían en las sombras, mientras el resto del mundo permanecía ajeno, atrapado en su propia supervivencia. Elliot sintió que la gravedad de esas palabras lo aplastaba. La ciudad, su ciudad, no solo era un lugar de pobreza y desesperación; era un caldo de cultivo para horrores indescriptibles, algo mucho más profundo y antiguo que cualquier monstruo. Con un nudo en el estómago, observó el edificio al que el chico había señalado: un lugar que parecía más una fortaleza que un edificio. En su interior se gestaban esas monstruosidades, y algo dentro de Elliot lo impulsó a entrar, a descubrir la verdad que se ocultaba en la oscuridad. Pero al dar el primer paso, supo que ya no había vuelta atrás, tenía que contarle a Claus, debía pedirle ayuda y ver la forma de acabar con aquella pesadilla. Enseguida sacó su celular para llamar a su novio, no quería moverse del sitio, tenía miedo que si se iba y regresaba después, ya todo estuviera diferente.
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  • La adolescente se sentía aliviada de estar finalmente en casa. La semana pasada había vivido una experiencia de pesadilla en el campamento de expedición en las montañas con sus compañeros. Y, como si fuera poco, tuvieron que trabajar con los alumnos de la escuela de Tokio.

    Definitivamente no estaba hecha para actividades al aire libre, mucho menos bajo un entorno de estrés y poca cooperación.

    Por lo que ahora estaba descansando cómodamente en su habitación en la escuela Jujutsu. Se había puesto su ropa más linda y se tomaba fotos frente al espejo mientras esperaba por un café helado y pastel de moras que había pedido de Starbucks mediante Uber.

    Si bien disfrutaba de pasar su tiempo con Megumi e Itadori, ese día estaba determinada a tener un merecido día de chicas.

    ˚₊‧꒰ა ໒꒱ ‧₊˚ Cᴀɴᴏɴ
    𐙚 . ݁ ⁺₊ Fᴀɴᴅᴏᴍ: Jᴜᴊᴜᴛsᴜ Kᴀɪsᴇɴ
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    La adolescente se sentía aliviada de estar finalmente en casa. La semana pasada había vivido una experiencia de pesadilla en el campamento de expedición en las montañas con sus compañeros. Y, como si fuera poco, tuvieron que trabajar con los alumnos de la escuela de Tokio. Definitivamente no estaba hecha para actividades al aire libre, mucho menos bajo un entorno de estrés y poca cooperación. Por lo que ahora estaba descansando cómodamente en su habitación en la escuela Jujutsu. Se había puesto su ropa más linda y se tomaba fotos frente al espejo mientras esperaba por un café helado y pastel de moras que había pedido de Starbucks mediante Uber. Si bien disfrutaba de pasar su tiempo con Megumi e Itadori, ese día estaba determinada a tener un merecido día de chicas. ˚₊‧꒰ა 🔨 ໒꒱ ‧₊˚ Cᴀɴᴏɴ 𐙚 . ݁ ⁺₊ Fᴀɴᴅᴏᴍ: Jᴜᴊᴜᴛsᴜ Kᴀɪsᴇɴ ┊  ┊  ┊  ┊ ┊  ┊  ┊  🎀 ┊  ┊  🔨   ┊  💄 🎀
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    UN CONSEJO MUY SABIO LEELO Y TOMALO MUY EN CUENTA

    HIJO MÍO, ESCÚCHAME CON ATENCIÓN.

    El sexo es dulce, pero puede arruinar tu vida y tu brillante futuro.

    Primera lección - Tu miembro no es tu amigo, es tanto como tu enemigo hasta que sepas cómo controlarlo.

    Aprende a autocontrolarte, especialmente cuando se trata de tu deseo sexual, nunca te arrepentirás en la vida.

    Un hombre sexualmente disciplinado ya ha conquistado la vida en un 80%, las batallas más peligrosas que enfrentan los hombres en su vida, el tiempo siempre proviene del sexo.

    Para proteger tu vida y tu futuro, primero debes tener el autocontrol sobre tu apetito sexual.

    Hay sexo que nunca deberías tener, son mujeres con las que nunca deberías acostarte.

    Evite a los adolescentes menores de edad, a las mujeres casadas, a las prostitutas, etc.

    Muchos hombres están en prisión porque carecen de disciplina sexual.

    Muchos hombres están muertos porque carecen de disciplina sexual.

    Muchos hombres están infectados con enfermedades peligrosas porque carecen de disciplina sexual.

    Muchos hombres son fracasados y están estancados en la vida porque carecen de disciplinas sexuales.

    Muchos hombres se casaron mal y están sufriendo peligrosamente porque carecen de disciplina sexual.

    Muchos hombres son las cadenas de las mujeres porque carecen de disciplina sexual.

    El modo más barato para destruir las mujeres son los hombres que carecen de disciplina sexual.

    No seas uno, como macho alfa, la disciplina sexual es un superpoder para ti.

    Sé prudente.
    UN CONSEJO MUY SABIO LEELO Y TOMALO MUY EN CUENTA HIJO MÍO, ESCÚCHAME CON ATENCIÓN. El sexo es dulce, pero puede arruinar tu vida y tu brillante futuro. Primera lección - Tu miembro no es tu amigo, es tanto como tu enemigo hasta que sepas cómo controlarlo. Aprende a autocontrolarte, especialmente cuando se trata de tu deseo sexual, nunca te arrepentirás en la vida. Un hombre sexualmente disciplinado ya ha conquistado la vida en un 80%, las batallas más peligrosas que enfrentan los hombres en su vida, el tiempo siempre proviene del sexo. Para proteger tu vida y tu futuro, primero debes tener el autocontrol sobre tu apetito sexual. Hay sexo que nunca deberías tener, son mujeres con las que nunca deberías acostarte. Evite a los adolescentes menores de edad, a las mujeres casadas, a las prostitutas, etc. Muchos hombres están en prisión porque carecen de disciplina sexual. Muchos hombres están muertos porque carecen de disciplina sexual. Muchos hombres están infectados con enfermedades peligrosas porque carecen de disciplina sexual. Muchos hombres son fracasados y están estancados en la vida porque carecen de disciplinas sexuales. Muchos hombres se casaron mal y están sufriendo peligrosamente porque carecen de disciplina sexual. Muchos hombres son las cadenas de las mujeres porque carecen de disciplina sexual. El modo más barato para destruir las mujeres son los hombres que carecen de disciplina sexual. No seas uno, como macho alfa, la disciplina sexual es un superpoder para ti. Sé prudente.
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  • Ay debo de e déjame de enamorar así como una adolescente, humana soy una diosa aún que humano no está mal ..... ¡Que dijo ya basta comportamiente Ella!
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