• El maquillaje se había corrido por mi rostro, mezclándose con la sangre que goteaba desde el corte en mi labio inferior. No me moví del camerino abandonado, mi respiración entrecortada creando pequeñas nubes de vapor en el aire frío de la madrugada. Mis ojos, que siempre había mantenido fríos como el hielo de Tver, ahora reflejaban algo que no había sentido en años: una furia que amenazaba con consumirme desde adentro.

    Tres horas antes, estaba sobre el escenario del Teatro Nacional de Praga, ejecutando una presentación perfecta de Giselle mientras esperaba el momento preciso para eliminar al Coronel Viktor Petrov durante el segundo acto. Había planificado cada detalle: el veneno de acción rápida oculto en el anillo de mi tutú, la ruta de escape a través de los túneles subterráneos del teatro, incluso mi coartada perfecta como bailarina invitada.

    Pero cuando las luces se atenuaron y me acerqué al palco VIP, no fue el Coronel quien me esperaba. Eran Mikhail y Alexei, mis propios compañeros, con armas ya desenfundadas y sonrisas que helaron mi sangre más que cualquier invierno ruso que hubiera conocido.
    -Lo siento, malen'kaya balerina-, murmuró Mikhail con falsa lástima.
    -Órdenes de Dimitri. Sabes demasiado, te has vuelto demasiado... independiente.

    Independiente. La palabra resonó en mi cabeza como una bofetada. Yo, que había entregado mi infancia, mi alma, mi humanidad a esta organización. Yo, que había matado sin cuestionar durante años.

    La pelea que siguió fue brutal y desesperada. Mi entrenamiento en ballet se fusionó con años de combate letal: cada pirueta se convirtió en una patada mortal, cada salto esquivó balas por centímetros, toda la gracia que me habían enseñado se transformó en supervivencia pura. Logré eliminar a Mikhail con una daga oculta en mi zapatilla de punta, sintiendo cómo la hoja se hundía entre sus costillas con la misma precisión con que había ejecutado miles de movimientos.

    Pero Alexei... Alexei apuntó directo a mi corazón.
    Entonces ella apareció. Katya, mi hermana en todo excepto en sangre, se lanzó como un ángel vengador entre el cañón de su arma y mi pecho. El sonido del disparo resonó en el teatro vacío. Vi cómo se desplomó con una sonrisa en los labios, como si acabara de completar la actuación de su vida.

    -Vuela, hermana - Susurró con sus últimas palabras, su mano buscando la mía. -Vuela como nunca te dejaron volar.- Y ahí estaba yo, sentada entre los restos de lo que una vez fue mi vida, sosteniendo su medallón manchado de sangre. El dolor comenzó a transformarse en algo más frío, más peligroso. Por primera vez en años, una sonrisa cruel curvó mis labios ensangrentados.

    Habían cometido un error fatal. Me habían entrenado para ser la asesina perfecta, me habían enseñado a bailar con la muerte misma, y luego tuvieron la estupidez de convertirme en su enemiga. Me puse de pie con la elegancia que me habían inculcado desde niña, cada movimiento controlado y deliberado a pesar del dolor que atravesaba mi cuerpo. En el espejo agrietado del camerino, ya no vi a la obediente bailarina de la Mesa Alta.

    Vi a Irina Fyodorov, la huérfana de Tver que había perdido todo dos veces en su vida. Y esta vez, yo haría que el mundo pagara por ello.

    -Spasibo, Katya-, murmuré, limpiándome la sangre del labio con el dorso de la mano.
    -Ahora les enseñaré qué significa realmente bailar con la muerte.

    Salí del teatro caminando entre las sombras, llevándome conmigo la promesa silenciosa de una venganza que haría temblar hasta los cimientos de la Mesa Alta. Cada paso resonaba en el pavimento húmedo de Praga como el compás de una sinfonía que apenas comenzaba.
    Esa noche murió la bailarina obediente.

    Lo que emergió de entre las sombras fue algo mucho más peligroso. Algo que ellos mismos habían creado.
    Y ahora... era libre.
    El maquillaje se había corrido por mi rostro, mezclándose con la sangre que goteaba desde el corte en mi labio inferior. No me moví del camerino abandonado, mi respiración entrecortada creando pequeñas nubes de vapor en el aire frío de la madrugada. Mis ojos, que siempre había mantenido fríos como el hielo de Tver, ahora reflejaban algo que no había sentido en años: una furia que amenazaba con consumirme desde adentro. Tres horas antes, estaba sobre el escenario del Teatro Nacional de Praga, ejecutando una presentación perfecta de Giselle mientras esperaba el momento preciso para eliminar al Coronel Viktor Petrov durante el segundo acto. Había planificado cada detalle: el veneno de acción rápida oculto en el anillo de mi tutú, la ruta de escape a través de los túneles subterráneos del teatro, incluso mi coartada perfecta como bailarina invitada. Pero cuando las luces se atenuaron y me acerqué al palco VIP, no fue el Coronel quien me esperaba. Eran Mikhail y Alexei, mis propios compañeros, con armas ya desenfundadas y sonrisas que helaron mi sangre más que cualquier invierno ruso que hubiera conocido. -Lo siento, malen'kaya balerina-, murmuró Mikhail con falsa lástima. -Órdenes de Dimitri. Sabes demasiado, te has vuelto demasiado... independiente. Independiente. La palabra resonó en mi cabeza como una bofetada. Yo, que había entregado mi infancia, mi alma, mi humanidad a esta organización. Yo, que había matado sin cuestionar durante años. La pelea que siguió fue brutal y desesperada. Mi entrenamiento en ballet se fusionó con años de combate letal: cada pirueta se convirtió en una patada mortal, cada salto esquivó balas por centímetros, toda la gracia que me habían enseñado se transformó en supervivencia pura. Logré eliminar a Mikhail con una daga oculta en mi zapatilla de punta, sintiendo cómo la hoja se hundía entre sus costillas con la misma precisión con que había ejecutado miles de movimientos. Pero Alexei... Alexei apuntó directo a mi corazón. Entonces ella apareció. Katya, mi hermana en todo excepto en sangre, se lanzó como un ángel vengador entre el cañón de su arma y mi pecho. El sonido del disparo resonó en el teatro vacío. Vi cómo se desplomó con una sonrisa en los labios, como si acabara de completar la actuación de su vida. -Vuela, hermana - Susurró con sus últimas palabras, su mano buscando la mía. -Vuela como nunca te dejaron volar.- Y ahí estaba yo, sentada entre los restos de lo que una vez fue mi vida, sosteniendo su medallón manchado de sangre. El dolor comenzó a transformarse en algo más frío, más peligroso. Por primera vez en años, una sonrisa cruel curvó mis labios ensangrentados. Habían cometido un error fatal. Me habían entrenado para ser la asesina perfecta, me habían enseñado a bailar con la muerte misma, y luego tuvieron la estupidez de convertirme en su enemiga. Me puse de pie con la elegancia que me habían inculcado desde niña, cada movimiento controlado y deliberado a pesar del dolor que atravesaba mi cuerpo. En el espejo agrietado del camerino, ya no vi a la obediente bailarina de la Mesa Alta. Vi a Irina Fyodorov, la huérfana de Tver que había perdido todo dos veces en su vida. Y esta vez, yo haría que el mundo pagara por ello. -Spasibo, Katya-, murmuré, limpiándome la sangre del labio con el dorso de la mano. -Ahora les enseñaré qué significa realmente bailar con la muerte. Salí del teatro caminando entre las sombras, llevándome conmigo la promesa silenciosa de una venganza que haría temblar hasta los cimientos de la Mesa Alta. Cada paso resonaba en el pavimento húmedo de Praga como el compás de una sinfonía que apenas comenzaba. Esa noche murió la bailarina obediente. Lo que emergió de entre las sombras fue algo mucho más peligroso. Algo que ellos mismos habían creado. Y ahora... era libre.
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  • Las antorchas azules titilaban suavemente en las paredes de ónice. El gran salón del Inframundo, vasto como una caverna sagrada, estaba colmado de almas expectantes. Perséfone, vestida con sus mantos de noche y de flor, ascendió con la calma majestuosa que solo poseen las que han cruzado todos los umbrales. Y entonces, con voz clara, comenzó:

    —Hijos de la sombra. Vosotros, que camináis entre la memoria y el silencio, escuchadme. Hoy no os hablo como diosa, sino como mujer. Como madre. Como reina por elección, no por imposición.

    Sus ojos, verdes como la promesa de la primavera, se posaron suavemente sobre la multitud.

    —Fui hija de la tierra y del cielo, criada en los campos donde cantan las estaciones. Y fui traída aquí por vuestro Rey, Hades, señor de los silencios eternos. Muchos han cantado que fue un rapto… y sí, lo fue. Pero también fue un inicio. Un viaje hacia lo desconocido, donde no encontré prisión, sino un nuevo rostro del amor.

    Su voz no se quebró, pero se volvió más íntima, como una confesión antigua.

    —A su lado no fui sombra ni adorno. Fui su reina. Su igual. Y en ese pacto que se forjó no en fuego, sino en paciencia y verdad, nació la vida más inesperada: nuestro hijo, Zagreus. Y más tarde, nuestra hija: Melínoe.

    Una suave corriente de asombro recorrió las ánimas al escuchar ese nombre sagrado.

    —Melínoe… la que camina entre los sueños y los terrores. Portadora de los misterios. Ella es la luz que recorre los túneles del subconsciente, la guardiana de los límites entre lo que somos y lo que tememos ser. Nació de mí como tú naciste de la vida, y en ella vive lo mejor de este reino y lo mejor de mí.

    Perséfone dio un paso adelante, su manto rozando el suelo como una ola de noche.

    —Muchos creen que el Inframundo es sólo castigo. Que es el fin. Yo os digo esto: también es principio. Aquí he sido amada, aquí he dado vida, aquí he reinado no con cadenas, sino con raíces. Y si alguna vez dudáis de la belleza que puede brotar en medio de la oscuridad, pensad en mis hijos. En Melínoe, en Zagreus. Frutos de una unión que no nació del miedo, sino del tiempo y la verdad.

    Elevó una mano, como si pudiera sostener el peso de sus palabras en el aire.

    —Yo no cambiaría nada. Ni el rapto. Ni la roca. Ni el invierno. Porque en todo eso estaba escrita la semilla de lo que soy hoy. Reina. Madre. Mujer de dos mundos.

    Una pausa. Y luego, su voz, con la fuerza de un juramento:

    —No temáis a la sombra. No huyáis del abismo. Porque si yo florecí aquí, también vosotros podéis. Si yo amé aquí, también vosotros podéis ser amados. Este reino no es olvido. Es transformación. Es renacimiento. Y mientras mi voz resuene en estas cámaras, que sepáis esto: no estáis solos. Yo os veo. Yo os guardo. Yo os acojo.

    Y con un leve gesto, como quien bendice sin palabras, descendió un escalón del estrado.
    Las ánimas, sin aliento, permanecieron en silencio largo rato. No por miedo.
    Sino por reverencia.
    Las antorchas azules titilaban suavemente en las paredes de ónice. El gran salón del Inframundo, vasto como una caverna sagrada, estaba colmado de almas expectantes. Perséfone, vestida con sus mantos de noche y de flor, ascendió con la calma majestuosa que solo poseen las que han cruzado todos los umbrales. Y entonces, con voz clara, comenzó: —Hijos de la sombra. Vosotros, que camináis entre la memoria y el silencio, escuchadme. Hoy no os hablo como diosa, sino como mujer. Como madre. Como reina por elección, no por imposición. Sus ojos, verdes como la promesa de la primavera, se posaron suavemente sobre la multitud. —Fui hija de la tierra y del cielo, criada en los campos donde cantan las estaciones. Y fui traída aquí por vuestro Rey, Hades, señor de los silencios eternos. Muchos han cantado que fue un rapto… y sí, lo fue. Pero también fue un inicio. Un viaje hacia lo desconocido, donde no encontré prisión, sino un nuevo rostro del amor. Su voz no se quebró, pero se volvió más íntima, como una confesión antigua. —A su lado no fui sombra ni adorno. Fui su reina. Su igual. Y en ese pacto que se forjó no en fuego, sino en paciencia y verdad, nació la vida más inesperada: nuestro hijo, Zagreus. Y más tarde, nuestra hija: Melínoe. Una suave corriente de asombro recorrió las ánimas al escuchar ese nombre sagrado. —Melínoe… la que camina entre los sueños y los terrores. Portadora de los misterios. Ella es la luz que recorre los túneles del subconsciente, la guardiana de los límites entre lo que somos y lo que tememos ser. Nació de mí como tú naciste de la vida, y en ella vive lo mejor de este reino y lo mejor de mí. Perséfone dio un paso adelante, su manto rozando el suelo como una ola de noche. —Muchos creen que el Inframundo es sólo castigo. Que es el fin. Yo os digo esto: también es principio. Aquí he sido amada, aquí he dado vida, aquí he reinado no con cadenas, sino con raíces. Y si alguna vez dudáis de la belleza que puede brotar en medio de la oscuridad, pensad en mis hijos. En Melínoe, en Zagreus. Frutos de una unión que no nació del miedo, sino del tiempo y la verdad. Elevó una mano, como si pudiera sostener el peso de sus palabras en el aire. —Yo no cambiaría nada. Ni el rapto. Ni la roca. Ni el invierno. Porque en todo eso estaba escrita la semilla de lo que soy hoy. Reina. Madre. Mujer de dos mundos. Una pausa. Y luego, su voz, con la fuerza de un juramento: —No temáis a la sombra. No huyáis del abismo. Porque si yo florecí aquí, también vosotros podéis. Si yo amé aquí, también vosotros podéis ser amados. Este reino no es olvido. Es transformación. Es renacimiento. Y mientras mi voz resuene en estas cámaras, que sepáis esto: no estáis solos. Yo os veo. Yo os guardo. Yo os acojo. Y con un leve gesto, como quien bendice sin palabras, descendió un escalón del estrado. Las ánimas, sin aliento, permanecieron en silencio largo rato. No por miedo. Sino por reverencia.
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  • Catch me. I catch you.
    Fandom The Animals
    Categoría Acción
    con ꧁ঔৣ☬✞ 𝕮𝖗𝖔𝖜 ✞☬ঔৣ꧂

    Dos años pasaron desde la disolución de The Animals, pero Wolf había hecho el esfuerzo de mantenerse en contacto, más con algunos, menos con otros. Con Crow, las cosas eran especialmente complicadas: la tensión entre ambos no había terminado de desaparecer con el tiempo, solo se había vuelto más silenciosa, más controlada. Aun así, Wolf jamás desaprovechaba una oportunidad para saber de él, aunque fuera desde lejos, sin un contacto real.

    Esa misma mañana, la noticia le alcanzó en el taller mecánico donde pretendía ganarse la vida: Zeta, ex piloto profesional convertido en leyenda del asfalto clandestino, estaba organizando una carrera en los márgenes del Bronx, una ruta ilegal que atravesaba túneles en desuso, vías de tren, calles abandonadas y tramos abiertos al tránsito civil. Y sólo los mejores serían invitados.

    Wolf lo supo al instante: Crow estaría allí.

    Habían pasado tres meses desde la última vez que lo vio. Tres meses sin su voz, sin su aroma, sin ese brillo calculador en sus ojos. Wolf no se engañaba: le extrañaba, le necesitaba, e iría a por él.

    No se inscribió, no se presentó en la línea de salida. Esperó. Paciente, oculto en las calles aledañas. Conocía el recorrido, conocía New York como la palma de su mano, y dejó que la carrera avanzara para luego, a mitad de recorrido, unirse al circuito.

    Su motocicleta rugió como un animal liberado mientras tomaba una curva para aparecer junto al auto de Crow. El casco cubría su cabeza, ocultaba su rostro, pero nunca podría disfrazar su talle, su porte.

    El cuerpo tendido sobre el manillar en perfecta comunión con su bestia motorizada.

    Cuando lo tuvo a su lado, aceleró. El motor respondió con fiereza, vibrando con furia. Fue una provocación clara, una llamada. Un desafío, solo ellos dos, como en los viejos tiempos. Nada que decir, nada que explicar.
    con [TheCrow] Dos años pasaron desde la disolución de The Animals, pero Wolf había hecho el esfuerzo de mantenerse en contacto, más con algunos, menos con otros. Con Crow, las cosas eran especialmente complicadas: la tensión entre ambos no había terminado de desaparecer con el tiempo, solo se había vuelto más silenciosa, más controlada. Aun así, Wolf jamás desaprovechaba una oportunidad para saber de él, aunque fuera desde lejos, sin un contacto real. Esa misma mañana, la noticia le alcanzó en el taller mecánico donde pretendía ganarse la vida: Zeta, ex piloto profesional convertido en leyenda del asfalto clandestino, estaba organizando una carrera en los márgenes del Bronx, una ruta ilegal que atravesaba túneles en desuso, vías de tren, calles abandonadas y tramos abiertos al tránsito civil. Y sólo los mejores serían invitados. Wolf lo supo al instante: Crow estaría allí. Habían pasado tres meses desde la última vez que lo vio. Tres meses sin su voz, sin su aroma, sin ese brillo calculador en sus ojos. Wolf no se engañaba: le extrañaba, le necesitaba, e iría a por él. No se inscribió, no se presentó en la línea de salida. Esperó. Paciente, oculto en las calles aledañas. Conocía el recorrido, conocía New York como la palma de su mano, y dejó que la carrera avanzara para luego, a mitad de recorrido, unirse al circuito. Su motocicleta rugió como un animal liberado mientras tomaba una curva para aparecer junto al auto de Crow. El casco cubría su cabeza, ocultaba su rostro, pero nunca podría disfrazar su talle, su porte. El cuerpo tendido sobre el manillar en perfecta comunión con su bestia motorizada. Cuando lo tuvo a su lado, aceleró. El motor respondió con fiereza, vibrando con furia. Fue una provocación clara, una llamada. Un desafío, solo ellos dos, como en los viejos tiempos. Nada que decir, nada que explicar.
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  • #DiezCosasSobre Wolf

    Habla con los animales callejeros; Aunque no tiene la capacidad de comunicarse verbalmente con ellos, suele pasar ratos observando o incluso “conversando” con perros, gatos y cuervos. Algunos llegan a obedecerle.

    No mata si no es necesario, pero no duda si no hay otra opción: Si ve una salida no letal, la tomará. Pero si hay riesgo para los suyos, su transformación se activa en segundos.

    Tiene un olfato tan preciso que puede rastrear emociones: No solo huele rastros físicos. Puede detectar miedo, ansiedad o rabia por el sudor y el ritmo del corazón. Le basta una inhalación para saber si alguien miente.

    Nunca ha sido capturado ni registrado por las autoridades: No existen fotos claras de su rostro, registros de huellas, ni un nombre. Para las autoridades, Wolf es más mito que hombre.

    No cree en la redención, ni en perdón: Cree que uno es lo que hace.

    Odia los espejos: Se rehúsa a mirarse en ellos tanto como ser fotografiado.

    Tiene un mapa mental detallado de todos los túneles subterráneos de New York: puede desaparecer en segundos.

    No soporta el encierro prolongado: necesita estimulo, espacio y movimiento.

    Su apodo "El Lobo Silencioso" no es solo por la manera en que economiza palabras, sino también por su capacidad para moverse sin emitir sonido a pesar de su porte.

    No siente dolor como los humanos: Su naturaleza licántropa lo hace mucho más resistente al dolor físico. No siente el cansancio ni el agotamiento hasta estar al borde del colapso.
    #DiezCosasSobre Wolf Habla con los animales callejeros; Aunque no tiene la capacidad de comunicarse verbalmente con ellos, suele pasar ratos observando o incluso “conversando” con perros, gatos y cuervos. Algunos llegan a obedecerle. No mata si no es necesario, pero no duda si no hay otra opción: Si ve una salida no letal, la tomará. Pero si hay riesgo para los suyos, su transformación se activa en segundos. Tiene un olfato tan preciso que puede rastrear emociones: No solo huele rastros físicos. Puede detectar miedo, ansiedad o rabia por el sudor y el ritmo del corazón. Le basta una inhalación para saber si alguien miente. Nunca ha sido capturado ni registrado por las autoridades: No existen fotos claras de su rostro, registros de huellas, ni un nombre. Para las autoridades, Wolf es más mito que hombre. No cree en la redención, ni en perdón: Cree que uno es lo que hace. Odia los espejos: Se rehúsa a mirarse en ellos tanto como ser fotografiado. Tiene un mapa mental detallado de todos los túneles subterráneos de New York: puede desaparecer en segundos. No soporta el encierro prolongado: necesita estimulo, espacio y movimiento. Su apodo "El Lobo Silencioso" no es solo por la manera en que economiza palabras, sino también por su capacidad para moverse sin emitir sonido a pesar de su porte. No siente dolor como los humanos: Su naturaleza licántropa lo hace mucho más resistente al dolor físico. No siente el cansancio ni el agotamiento hasta estar al borde del colapso.
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  • Inflexión - Flashback
    Fandom The Animals
    Categoría Acción
    Kalhi NigDurgae
    Wolf ᴬᵁ

    Dos años atrás

    El sol aún no se ocultaba. El eco de sus pasos no existía. La estación olvidada respiraba humedad y silencio.

    Crow emergió desde la penumbra como un recuerdo que debía haber sido olvidado. Su silueta delgada, envuelta en sombras, y cruzó los túneles como un fantasma.

    Había dispuesto los talismanes con precisión, tal y como su brujo de cabecera recetó: antiguos símbolos grabados con su propia sangre, ocultos en las grietas, activados apenas el naga puso pie dentro.

    No se anunció.
    No habló.

    Solo lo observaba desde el borde del círculo, inmóvil, con la máscara negra puesta y los ojos oscuros encendidos como carbones.

    Cuando Viper giró para enfrentarlo, ambos ya estaban dentro del círculo.

    — Te volviste descuidado, Viper —murmuró, su voz como un aguijón—. Creí que eras el más afilado en este grupo de bestias.

    No desenfundó. No atacó aún. Solo lo miraba, como si todo fuera un examen que Viper debía aprobar… o fallar.
    ▷ [kalh1] ▷ [Wolfy] ⏳ Dos años atrás ⏳ El sol aún no se ocultaba. El eco de sus pasos no existía. La estación olvidada respiraba humedad y silencio. Crow emergió desde la penumbra como un recuerdo que debía haber sido olvidado. Su silueta delgada, envuelta en sombras, y cruzó los túneles como un fantasma. Había dispuesto los talismanes con precisión, tal y como su brujo de cabecera recetó: antiguos símbolos grabados con su propia sangre, ocultos en las grietas, activados apenas el naga puso pie dentro. No se anunció. No habló. Solo lo observaba desde el borde del círculo, inmóvil, con la máscara negra puesta y los ojos oscuros encendidos como carbones. Cuando Viper giró para enfrentarlo, ambos ya estaban dentro del círculo. — Te volviste descuidado, Viper —murmuró, su voz como un aguijón—. Creí que eras el más afilado en este grupo de bestias. No desenfundó. No atacó aún. Solo lo miraba, como si todo fuera un examen que Viper debía aprobar… o fallar.
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  • VENDETTA

    —Lucille había contactado a [myth_indigo_horse_233] para pedirle su colaboración pasiva en el combate,finalmente el dia de la confrontación llego,una sola sangre se derramaria,la sangre Wimbleton,Lucille y Hank encontraron a Michael en una vieja estación de subterráneo,usaba los túneles para moverse más rápido por la ciudad—

    Hank:"Devuelveme...mi mandibula..."


    Michael:"Ven y tómala,Chimuelo...


    —Hank en un ataque de ira desenfundo su espada y fue a confrontar a su padre,mientras ella se quedó atras—

    —¡HANK,ESPERA!

    —Padre e Hijo comenzaron un intercambio de espadazos entre si,Lucille también se unió al combate,buscando una oportunidad de ataque en los puntos ciegos de Michael—
    VENDETTA —Lucille había contactado a [myth_indigo_horse_233] para pedirle su colaboración pasiva en el combate,finalmente el dia de la confrontación llego,una sola sangre se derramaria,la sangre Wimbleton,Lucille y Hank encontraron a Michael en una vieja estación de subterráneo,usaba los túneles para moverse más rápido por la ciudad— Hank:"Devuelveme...mi mandibula..." Michael:"Ven y tómala,Chimuelo... —Hank en un ataque de ira desenfundo su espada y fue a confrontar a su padre,mientras ella se quedó atras— —¡HANK,ESPERA! —Padre e Hijo comenzaron un intercambio de espadazos entre si,Lucille también se unió al combate,buscando una oportunidad de ataque en los puntos ciegos de Michael—
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  • VENDETTA


    —La confrontación llego,una sola sangre se derramaria,la sangre Wimbleton,Lucille y Hank encontraron a Michael en una vieja estación de subterráneo,usaba los túneles para moverse más rápido por la ciudad—

    —Devuélveme...mi mandibula...


    Michael:"Ven y tómala,Chimuelo...


    —Hank en un ataque de ira desenfundo su espada y fue a confrontar a su padre,mientras Lucille se quedó atras—

    Lucille:"¡HANK,ESPERA!"

    —Padre e Hijo comenzaron un intercambio de espadazos entre si,Lucille también se unió al combate,buscando una oportunidad de ataque en los puntos ciegos de Michael—
    VENDETTA —La confrontación llego,una sola sangre se derramaria,la sangre Wimbleton,Lucille y Hank encontraron a Michael en una vieja estación de subterráneo,usaba los túneles para moverse más rápido por la ciudad— —Devuélveme...mi mandibula... Michael:"Ven y tómala,Chimuelo... —Hank en un ataque de ira desenfundo su espada y fue a confrontar a su padre,mientras Lucille se quedó atras— Lucille:"¡HANK,ESPERA!" —Padre e Hijo comenzaron un intercambio de espadazos entre si,Lucille también se unió al combate,buscando una oportunidad de ataque en los puntos ciegos de Michael—
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  • Huesos rotos, músculos desgarrados, armadura agrietada, pero victorioso, vivo y lúcido luego de sobrepasar aquella experiencia, luchando y cazando esa monstruosa larva que ha crecido en años, oculto bajo los túneles de un viejo refugio, el daño de Hert-101 ha sido cazado, solo falta reclamar un merecido trofeo.

    No obstante, hasta el tenno se encuentra agotado, sin mucha energía para poder salir del cuerpo de su marioneta de acero, mucho menos para curarlo con el arcano que requiere energía del tenno, por mientras, solo queda reposar sobre el cuerpo sin vida de su presa infestada.

    "Este luchó hasta el final." Piensa el tenno desde la seguridad de la cabina de transferencia, sin embargo, su cuerpo tiene todas las mismas heridas y fracturas que sufrió su cuerpo, parte del trato para tener la obediencia de Chroma, si van a luchar como uno, van a sufrir igual.

    El tenno esperará recuperar primero su energía, curarse con la energía del vacío y posteriormente repetir el acto con su Warframe, claramente están vulnerables y un sitio oscuro, húmedo y poco agradable para la vista y olfato.
    Huesos rotos, músculos desgarrados, armadura agrietada, pero victorioso, vivo y lúcido luego de sobrepasar aquella experiencia, luchando y cazando esa monstruosa larva que ha crecido en años, oculto bajo los túneles de un viejo refugio, el daño de Hert-101 ha sido cazado, solo falta reclamar un merecido trofeo. No obstante, hasta el tenno se encuentra agotado, sin mucha energía para poder salir del cuerpo de su marioneta de acero, mucho menos para curarlo con el arcano que requiere energía del tenno, por mientras, solo queda reposar sobre el cuerpo sin vida de su presa infestada. "Este luchó hasta el final." Piensa el tenno desde la seguridad de la cabina de transferencia, sin embargo, su cuerpo tiene todas las mismas heridas y fracturas que sufrió su cuerpo, parte del trato para tener la obediencia de Chroma, si van a luchar como uno, van a sufrir igual. El tenno esperará recuperar primero su energía, curarse con la energía del vacío y posteriormente repetir el acto con su Warframe, claramente están vulnerables y un sitio oscuro, húmedo y poco agradable para la vista y olfato.
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  • Gruñe ante todo el ruido que ha causado el intercambio poco cultural con otro tenno, han alertado a la colonia completa, por lo que los nidos ya no podrán ser vulnerados, la arquera solo hace un gesto de ironía volviéndose invisible en el momento, mientras Chroma simplemente siente el hedor de los infestados corriendo desde todos los túneles, pronto quedará solo.

    "Piensa rápido"

    Chroma elige el color rojo preparado para acabar con todos esos infestados, recibe de armamento Kronen, tonfas afiladas que se acoplan a sus brazos, mientras el fuego consume su propia piel para no ser presa fácil de los monstruos de la colonia.

    ...

    La warframe cazadora contempla desde la seguridad de uno de sus muchos hilos de energía, la pelea del "dragón", aunque tiene instrucciones de llevarlo de vuelta a donde pertenece, deberá colaborar si lo quiere traer completo.

    ...

    Rugidos suenan por parte de Chroma que parte y rebana cada infestado, los ataques circulares de 360 grados medidos logran evitar que lo rodeen y el fuego logra ahuyentar a los más pequeños que son quizá de los más peligrosos.

    Uno grande corre con sus 4 patas para embestir a Chroma, logrando soportar sus llamas y arrinconando al warframe contra una pared, repentinamente, 2 flechas de energía impactan en sus partes blancas de aquel blindado animal, Chroma aprovecha para clavar sus tonfas afiladas en el cuello y darle una muerte segura.

    Solo gruñe porque no quería ayuda, sabe donde está, será invisible, pero su olfato es inconfundible para él, llegan más infectados y deberá colaborar.

    "Solo esta vez, no pienso volver."

    ??:
    "Tenno, tengo órdenes, sin embargo, lo nuestro aún no termina."

    Dispara más flechas que en su trazado, forman nuevos hilos de energía invisibles para los ojos de los infestados.

    "Hay suficientes infestado para ambos."

    Entonces reconoce el warframe, Ivara, una cazadora, como Chroma con puntos de vista opuestos.
    Gruñe ante todo el ruido que ha causado el intercambio poco cultural con otro tenno, han alertado a la colonia completa, por lo que los nidos ya no podrán ser vulnerados, la arquera solo hace un gesto de ironía volviéndose invisible en el momento, mientras Chroma simplemente siente el hedor de los infestados corriendo desde todos los túneles, pronto quedará solo. "Piensa rápido" Chroma elige el color rojo preparado para acabar con todos esos infestados, recibe de armamento Kronen, tonfas afiladas que se acoplan a sus brazos, mientras el fuego consume su propia piel para no ser presa fácil de los monstruos de la colonia. ... La warframe cazadora contempla desde la seguridad de uno de sus muchos hilos de energía, la pelea del "dragón", aunque tiene instrucciones de llevarlo de vuelta a donde pertenece, deberá colaborar si lo quiere traer completo. ... Rugidos suenan por parte de Chroma que parte y rebana cada infestado, los ataques circulares de 360 grados medidos logran evitar que lo rodeen y el fuego logra ahuyentar a los más pequeños que son quizá de los más peligrosos. Uno grande corre con sus 4 patas para embestir a Chroma, logrando soportar sus llamas y arrinconando al warframe contra una pared, repentinamente, 2 flechas de energía impactan en sus partes blancas de aquel blindado animal, Chroma aprovecha para clavar sus tonfas afiladas en el cuello y darle una muerte segura. Solo gruñe porque no quería ayuda, sabe donde está, será invisible, pero su olfato es inconfundible para él, llegan más infectados y deberá colaborar. "Solo esta vez, no pienso volver." ??: "Tenno, tengo órdenes, sin embargo, lo nuestro aún no termina." Dispara más flechas que en su trazado, forman nuevos hilos de energía invisibles para los ojos de los infestados. "Hay suficientes infestado para ambos." Entonces reconoce el warframe, Ivara, una cazadora, como Chroma con puntos de vista opuestos.
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  • "Hmm"

    El tenno pelirrojo nuevamente intercambia en el espacio y tiempo en el interior de unos túneles oscuros, entre él y Chroma, notando que su Warframe tiene una buena vista en la oscuridad y un olfato que le ayuda muchísimo a reconocer presencias.

    "Hm..."

    El tenno retira su propio visor y el resplandor de sus ojos cyanes resalta en la oscuridad, sin embargo,a penas ver algo más allá del metro de distancia.

    – Supongo que será trabajo del grandote.

    Antes de intercambiar al cuerpo, usa su habilidad caminante del vacío, es invisible pero no existe oscuridad todo es visible como si fuera la luz del sol, sin embargo, consume mucha energía del vacío porque lo que nuevamente invoca el cuerpo de Chroma para reemplazar a Hayden.

    "Ni modo, vamos grandote"
    "Hmm" El tenno pelirrojo nuevamente intercambia en el espacio y tiempo en el interior de unos túneles oscuros, entre él y Chroma, notando que su Warframe tiene una buena vista en la oscuridad y un olfato que le ayuda muchísimo a reconocer presencias. "Hm..." El tenno retira su propio visor y el resplandor de sus ojos cyanes resalta en la oscuridad, sin embargo,a penas ver algo más allá del metro de distancia. – Supongo que será trabajo del grandote. Antes de intercambiar al cuerpo, usa su habilidad caminante del vacío, es invisible pero no existe oscuridad todo es visible como si fuera la luz del sol, sin embargo, consume mucha energía del vacío porque lo que nuevamente invoca el cuerpo de Chroma para reemplazar a Hayden. "Ni modo, vamos grandote"
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