• Tú siente la memoria, el pasado, siente el pasado... Y... Ahora, siente el viento y ahora tú miras las flores, mirar las flores y ahora, así, despacio... Y despacio, despacio, despacio, cogerlas, tú y yo coger muchas sombras... dentro de tí y la sombra se va, se va, se va... Sí!, ahora coger, coger, coger... Ahora tú coge la sombra y siente la sombra.
    Tú siente la memoria, el pasado, siente el pasado... Y... Ahora, siente el viento y ahora tú miras las flores, mirar las flores y ahora, así, despacio... Y despacio, despacio, despacio, cogerlas, tú y yo coger muchas sombras... dentro de tí y la sombra se va, se va, se va... Sí!, ahora coger, coger, coger... Ahora tú coge la sombra y siente la sombra.
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  • °La tarde envolvía el parque en una mezcla de luces cálidas y sombras largas. Una farola titilaba suavemente, bañando de ámbar el rostro de una chica que se aferraba a su delgado poste metálico como si fuera su único ancla. Su cuerpo, medio recargado, medio abrazado a la farola, parecía estar ahí desde hacía rato, inmóvil, ajeno al paso del tiempo.

    El mundo seguía su curso a su alrededor. Gente caminaba entre risas y charlas apagadas, los autos zumbaban en la carretera cercana, y las hojas de los árboles susurraban con la brisa templada. Pero ella no los veía. Su mirada estaba fija, perdida en un solo punto del parque: una banca vacía.

    Era una banca como cualquier otra, vieja, con la pintura descascarada y marcas del tiempo, pero para ella era todo menos común. Sus ojos, cargados de algo más profundo que simple nostalgia, se mantenían clavados ahí, como si esperara que en cualquier momento alguien apareciera y tomara asiento. Alguien que tal vez ya no llegaría nunca.

    Entre sus dedos, un cigarro ardía con lentitud. De vez en cuando lo llevaba a sus labios, exhalando una nube de humo que flotaba en espirales perezosas antes de desvanecerse en el aire. Cada calada parecía un intento por calmar algo que no se calmaba.

    Y aún así, no decía nada, no se movía. Solo permanecía ahí, abrazada a la farola, mirando esa banca vacía como si el pasado pudiera volver a ocuparla.°

    –(" Soy tan estúpida..")
    °La tarde envolvía el parque en una mezcla de luces cálidas y sombras largas. Una farola titilaba suavemente, bañando de ámbar el rostro de una chica que se aferraba a su delgado poste metálico como si fuera su único ancla. Su cuerpo, medio recargado, medio abrazado a la farola, parecía estar ahí desde hacía rato, inmóvil, ajeno al paso del tiempo. El mundo seguía su curso a su alrededor. Gente caminaba entre risas y charlas apagadas, los autos zumbaban en la carretera cercana, y las hojas de los árboles susurraban con la brisa templada. Pero ella no los veía. Su mirada estaba fija, perdida en un solo punto del parque: una banca vacía. Era una banca como cualquier otra, vieja, con la pintura descascarada y marcas del tiempo, pero para ella era todo menos común. Sus ojos, cargados de algo más profundo que simple nostalgia, se mantenían clavados ahí, como si esperara que en cualquier momento alguien apareciera y tomara asiento. Alguien que tal vez ya no llegaría nunca. Entre sus dedos, un cigarro ardía con lentitud. De vez en cuando lo llevaba a sus labios, exhalando una nube de humo que flotaba en espirales perezosas antes de desvanecerse en el aire. Cada calada parecía un intento por calmar algo que no se calmaba. Y aún así, no decía nada, no se movía. Solo permanecía ahí, abrazada a la farola, mirando esa banca vacía como si el pasado pudiera volver a ocuparla.° –(" Soy tan estúpida..")
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  • Vi a la chica que se deshacía por amor.
    No era como los otros mortales que cortan flores o escriben promesas huecas.
    Ella se quitó el alma.
    La desprendió de su carne con la delicadeza con la que se quita un vestido que ya no abriga.
    Y se la dio. Así, desnuda de todo, esperando que él —al menos— le tendiera la mirada.

    Pero no.
    Él no era el mismo hombre que le había susurrado abrigo cuando el mundo soplaba frío.
    Ya no recogía las grietas de su voz, ni se detenía cuando sus ojos se apagaban.
    Donde antes florecía ternura, ahora sólo quedaban astillas.

    Y ella, ciega en su ternura, seguía creyendo.
    Creía que el eco de aquel hombre aún habitaba en sus huesos.
    Como si el recuerdo pudiera revivir la carne.
    Como si el pasado no ardiera como papel viejo al contacto del presente.

    Yo, que corto hilos, no comprendí.
    ¿Por qué darlo todo a quien ya ha dejado de ver?
    ¿Por qué desgarrar cuerpo, alma y pensamiento por una sombra?

    Pero entonces entendí algo, muy bajito, como si me lo confesara el tiempo:
    él nunca fue.
    Fue una ilusión tejida con manos expertas,
    un cebo lanzado al lago de su esperanza.
    Ella cayó como se cae en un sueño dulce, y despertó en una pesadilla mansa.

    Ahora ella abraza cenizas, llamándolas fuego.
    Y él…
    él sólo observa, como si nunca hubiera sido otra cosa que hielo.
    Vi a la chica que se deshacía por amor. No era como los otros mortales que cortan flores o escriben promesas huecas. Ella se quitó el alma. La desprendió de su carne con la delicadeza con la que se quita un vestido que ya no abriga. Y se la dio. Así, desnuda de todo, esperando que él —al menos— le tendiera la mirada. Pero no. Él no era el mismo hombre que le había susurrado abrigo cuando el mundo soplaba frío. Ya no recogía las grietas de su voz, ni se detenía cuando sus ojos se apagaban. Donde antes florecía ternura, ahora sólo quedaban astillas. Y ella, ciega en su ternura, seguía creyendo. Creía que el eco de aquel hombre aún habitaba en sus huesos. Como si el recuerdo pudiera revivir la carne. Como si el pasado no ardiera como papel viejo al contacto del presente. Yo, que corto hilos, no comprendí. ¿Por qué darlo todo a quien ya ha dejado de ver? ¿Por qué desgarrar cuerpo, alma y pensamiento por una sombra? Pero entonces entendí algo, muy bajito, como si me lo confesara el tiempo: él nunca fue. Fue una ilusión tejida con manos expertas, un cebo lanzado al lago de su esperanza. Ella cayó como se cae en un sueño dulce, y despertó en una pesadilla mansa. Ahora ella abraza cenizas, llamándolas fuego. Y él… él sólo observa, como si nunca hubiera sido otra cosa que hielo.
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  • El mundo fue un lugar peligroso para nosotras… ¿acaso no lo recuerdas Mei ?Solíamos luchar por cada paso, por el futuro, por mantenernos vivas. Ahora hay solo calma, silencio, comodidad tonta. Y no estoy segura de que eso sea algo bueno...¿Debería seguir esperando por algo que va a llegar en el peor momento o conformarme con este presente y tratar de construir algo nuevo, algo mejor? No sé cuál es la respuesta pero esta nada me está empezando a doler más que cualquier herida del pasado. ¿O será que ya es tiempo de coserme unas alas y volar?
    El mundo fue un lugar peligroso para nosotras… ¿acaso no lo recuerdas [Slay_Meimeimei] ?Solíamos luchar por cada paso, por el futuro, por mantenernos vivas. Ahora hay solo calma, silencio, comodidad tonta. Y no estoy segura de que eso sea algo bueno...¿Debería seguir esperando por algo que va a llegar en el peor momento o conformarme con este presente y tratar de construir algo nuevo, algo mejor? No sé cuál es la respuesta pero esta nada me está empezando a doler más que cualquier herida del pasado. ¿O será que ya es tiempo de coserme unas alas y volar?
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  • 📍 Parque del Río Han — Seúl 🕓 Viernes, 16:00 🎙️ Starter Abierto (Slice of Life, Fantasía, Romance, NSFW+18)
    Fandom OC
    Categoría Original
    La brisa de la tarde movía el agua en ondas perezosas mientras el sol, aún alto, tamizaba su luz entre los sauces que bordeaban el parque. No había prisa, ni ruido excesivo, solo el murmullo suave de ciclistas y corredores esporádicos que salpicaban la calma con su paso ligero.

    Haneul caminaba sin rumbo definido. Las gafas de sol ocultaban el azul translúcido de sus ojos, mientras una sonrisa casi imperceptible curvaba sus labios, como si aquella paz melancólica del lugar le hubiera arrancado, por fin, un respiro.

    El vaso de café, ya frío en su mano, colgaba sin apuro.

    Cerca de la orilla, sus pasos aminoraron, como empujados por algo más que el simple azar. Se detuvo un instante, observando los reflejos del agua teñidos de luz pálida, mientras la brisa jugaba con los bordes de su ropa deportiva.

    Y entonces la vio. Su llegada totalmente inesperada, como todo lo que deja marca.

    La reconoció sin dificultad, como si solo hubieran pasado minutos desde su primer encuentro, no días. No pronunció su nombre.

    Con gesto tranquilo, se retiró las gafas y las dejó colgar en el cuello de su camiseta negra. Sus ojos, libres ahora, buscaron los de ella, atrapándolos sin imponerse, pero tampoco cediendo.

    No había sorpresa en su rostro. Solo esa media sonrisa suya, perezosa y cálida, como si el reencuentro fuera algo inevitable y bienvenido.

    Se acercó un paso, dejando que su sombra rozara apenas el borde de la suya sobre el suelo.

    —Vaya...Parece que el río hoy ha decidido darme un motivo para quedarme un poco más

    murmuró, con ese tono grave y envolvente que parecía hecho para deslizarse despacio, sin urgencias.
    La brisa de la tarde movía el agua en ondas perezosas mientras el sol, aún alto, tamizaba su luz entre los sauces que bordeaban el parque. No había prisa, ni ruido excesivo, solo el murmullo suave de ciclistas y corredores esporádicos que salpicaban la calma con su paso ligero. Haneul caminaba sin rumbo definido. Las gafas de sol ocultaban el azul translúcido de sus ojos, mientras una sonrisa casi imperceptible curvaba sus labios, como si aquella paz melancólica del lugar le hubiera arrancado, por fin, un respiro. El vaso de café, ya frío en su mano, colgaba sin apuro. Cerca de la orilla, sus pasos aminoraron, como empujados por algo más que el simple azar. Se detuvo un instante, observando los reflejos del agua teñidos de luz pálida, mientras la brisa jugaba con los bordes de su ropa deportiva. Y entonces la vio. Su llegada totalmente inesperada, como todo lo que deja marca. La reconoció sin dificultad, como si solo hubieran pasado minutos desde su primer encuentro, no días. No pronunció su nombre. Con gesto tranquilo, se retiró las gafas y las dejó colgar en el cuello de su camiseta negra. Sus ojos, libres ahora, buscaron los de ella, atrapándolos sin imponerse, pero tampoco cediendo. No había sorpresa en su rostro. Solo esa media sonrisa suya, perezosa y cálida, como si el reencuentro fuera algo inevitable y bienvenido. Se acercó un paso, dejando que su sombra rozara apenas el borde de la suya sobre el suelo. —Vaya...Parece que el río hoy ha decidido darme un motivo para quedarme un poco más murmuró, con ese tono grave y envolvente que parecía hecho para deslizarse despacio, sin urgencias.
    Tipo
    Individual
    Líneas
    30
    Estado
    Disponible
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  • {Escena relatada en tercera persona}\\

    °La escena comienza con el sonido de frituras crepitando tras un mostrador grasoso. Una chica de rostro serio y mirada distante espera su pedido en un pequeño restaurante de comida rápida. No dice mucho, solo asiente cuando le entregan la bolsa de papel que huele a hamburguesa recién hecha y papas fritas saladas. Agradece en voz baja y se marcha sin mirar atrás.

    Camina por la ciudad como si sus pasos ya conocieran el camino, descendiendo por las escaleras hacia el subterráneo. Las luces del metro parpadean sobre su rostro inmutable, sin emoción, como si estuviera atrapada en pensamientos que no comparte con nadie.

    Al llegar al andén, su expresión se suaviza por un momento. Dos niños juegan cerca, riéndose entre ellos, claramente hermanos. Ella les sonríe con calidez inesperada y levanta una mano para saludarlos. Pero su gesto es bruscamente interrumpido cuando la madre de los niños los aparta con desconfianza, tomándolos de la mano sin siquiera mirar a la chica. Ella solo suspira, bajando la mirada, y espera en silencio hasta que llega su parada.

    El tren se detiene y la puerta se abre con un chirrido metálico. La joven desciende, sus pasos resonando con eco en el andén vacío. La noche es densa y el aire más frío. Sin perder tiempo, decide tomar un atajo a través de callejones solitarios, hasta llegar a un rincón apartado del mundo, un donde el tiempo parece haberse detenido.

    Con un suspiro, murmura:°

    —Perdón por llegar tarde... ya sabes cómo son mis amigos, no me dejaban ir —dice con una sonrisa forzada, claramente mintiendo.

    °Se sienta en una banca oxidada frente a la lápida. Saca la comida de la bolsa, la acomoda frente a ella como si estuviera esperando compañía. Comienza a hablar entre mordidas y sorbos, contando anécdotas tontas, cosas graciosas que le habían pasado durante la semana. Luego, se queda en silencio, dejando que el murmullo del viento rellene los huecos.

    De pronto, rompe el silencio con una risa suave.°

    —Estoy conociendo a un chico y antes de que digas algo...creo que es especial. Muy lindo, de verdad —dice, con los ojos fijos en la tumba—. Pero... tengo miedo de arruinarlo todo. Porque sé que él pues... Digamos que es diferente, Pero diferente en el buen sentido."

    °Entonces, como si ese pensamiento pesara más que todos los anteriores, baja la cabeza. la tumba frente a ella lleva el nombre de su hermano. No cualquier tumba, sino la de aquel que una vez fue su mejor amigo, su protector, su otra mitad.°

    °Ella termina de comer en silencio, y antes de levantarse, murmura con una voz quebrada:°

    —"Te extraño... todos los días."

    –" Estoy segura que..."

    °El viento sopla suavemente, moviendo la bolsa vacía frente a la tumba.°
    {Escena relatada en tercera persona}\\ °La escena comienza con el sonido de frituras crepitando tras un mostrador grasoso. Una chica de rostro serio y mirada distante espera su pedido en un pequeño restaurante de comida rápida. No dice mucho, solo asiente cuando le entregan la bolsa de papel que huele a hamburguesa recién hecha y papas fritas saladas. Agradece en voz baja y se marcha sin mirar atrás. Camina por la ciudad como si sus pasos ya conocieran el camino, descendiendo por las escaleras hacia el subterráneo. Las luces del metro parpadean sobre su rostro inmutable, sin emoción, como si estuviera atrapada en pensamientos que no comparte con nadie. Al llegar al andén, su expresión se suaviza por un momento. Dos niños juegan cerca, riéndose entre ellos, claramente hermanos. Ella les sonríe con calidez inesperada y levanta una mano para saludarlos. Pero su gesto es bruscamente interrumpido cuando la madre de los niños los aparta con desconfianza, tomándolos de la mano sin siquiera mirar a la chica. Ella solo suspira, bajando la mirada, y espera en silencio hasta que llega su parada. El tren se detiene y la puerta se abre con un chirrido metálico. La joven desciende, sus pasos resonando con eco en el andén vacío. La noche es densa y el aire más frío. Sin perder tiempo, decide tomar un atajo a través de callejones solitarios, hasta llegar a un rincón apartado del mundo, un donde el tiempo parece haberse detenido. Con un suspiro, murmura:° —Perdón por llegar tarde... ya sabes cómo son mis amigos, no me dejaban ir —dice con una sonrisa forzada, claramente mintiendo. °Se sienta en una banca oxidada frente a la lápida. Saca la comida de la bolsa, la acomoda frente a ella como si estuviera esperando compañía. Comienza a hablar entre mordidas y sorbos, contando anécdotas tontas, cosas graciosas que le habían pasado durante la semana. Luego, se queda en silencio, dejando que el murmullo del viento rellene los huecos. De pronto, rompe el silencio con una risa suave.° —Estoy conociendo a un chico y antes de que digas algo...creo que es especial. Muy lindo, de verdad —dice, con los ojos fijos en la tumba—. Pero... tengo miedo de arruinarlo todo. Porque sé que él pues... Digamos que es diferente, Pero diferente en el buen sentido." °Entonces, como si ese pensamiento pesara más que todos los anteriores, baja la cabeza. la tumba frente a ella lleva el nombre de su hermano. No cualquier tumba, sino la de aquel que una vez fue su mejor amigo, su protector, su otra mitad.° °Ella termina de comer en silencio, y antes de levantarse, murmura con una voz quebrada:° —"Te extraño... todos los días." –" Estoy segura que..." °El viento sopla suavemente, moviendo la bolsa vacía frente a la tumba.°
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  • — Este mundo tan rodeado de la gravedad del cinismo, los fantasmas del pasado gritan redención... Escucha, escucha.—
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  • *El goetia estaba listo para el nuevo cambio ,su vida giraria 350° ,cosa que ya no le importo ,tendria que dejar el pasado ir ,y ver hacia delante ,ser el principe que su padre asi quiso ,frio ,sin sentimientos y con un fin,cumplir lo que se le ha otrogado como principe *

    No ...tengo remedio si mi destino es quedarme asi...que asi sea..

    *ese dia stolas se prometio no volverse a enamorar nunca ,el amor no existia para el ,y su mision era proteger a otros *
    *El goetia estaba listo para el nuevo cambio ,su vida giraria 350° ,cosa que ya no le importo ,tendria que dejar el pasado ir ,y ver hacia delante ,ser el principe que su padre asi quiso ,frio ,sin sentimientos y con un fin,cumplir lo que se le ha otrogado como principe * No ...tengo remedio si mi destino es quedarme asi...que asi sea.. *ese dia stolas se prometio no volverse a enamorar nunca ,el amor no existia para el ,y su mision era proteger a otros *
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  • "She felt she was made for jewels and dresses alone. She wanted so much to charm, to be envied, to be desired and sought after"

    ☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆

    Daemyra apenas podía respirar mientras miraba el agua.
    Sus ojos púrpuras estaban rojos por las horas que había pasado parada ahí, llorando.

    Su cabello flameaba con el fuerte viento, mientras Ser Criston la miraba de lejos. Él estaba encargado temporalmente de protegerla, no de otros, sinó de ella misma.

    — Ser Criston. — Lo llamó. Y el noble caballero se acercó.

    "¿Está todo bien, princesa?"

    — ¿Crees que soy bonita? — Soltó abruptamente.

    Ser Criston se quedó en silencio durante unos segundos, decidiendose entre mantener su rostro estóico, o suavizarlo.

    "Si, Su Majestad. Usted es muy bonita" — Se sinceró.

    Ninguno de ellos podía negar la fuerte atracción que tenían.

    Daemyra se abrazó a Ser Criston, apoyando sus manos en su brillante armadura. Mientras él, la sostenía con un agarre suave y gentil.
    "She felt she was made for jewels and dresses alone. She wanted so much to charm, to be envied, to be desired and sought after" ☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆ Daemyra apenas podía respirar mientras miraba el agua. Sus ojos púrpuras estaban rojos por las horas que había pasado parada ahí, llorando. Su cabello flameaba con el fuerte viento, mientras Ser Criston la miraba de lejos. Él estaba encargado temporalmente de protegerla, no de otros, sinó de ella misma. — Ser Criston. — Lo llamó. Y el noble caballero se acercó. "¿Está todo bien, princesa?" — ¿Crees que soy bonita? — Soltó abruptamente. Ser Criston se quedó en silencio durante unos segundos, decidiendose entre mantener su rostro estóico, o suavizarlo. "Si, Su Majestad. Usted es muy bonita" — Se sinceró. Ninguno de ellos podía negar la fuerte atracción que tenían. Daemyra se abrazó a Ser Criston, apoyando sus manos en su brillante armadura. Mientras él, la sostenía con un agarre suave y gentil.
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  • LA GUERRA DE LOS MIL MINUTOS:PARTE 4

    —Habian pasado 5 horas desde la invasión,ahora eran solo 7 de los 8 invasores de esta linea temporal,volando por los cielos,causando terror,muerte y destrucción a su paso,quizo volver a casa para ver si sus hijos estaban bien,pero algo llamo si atencion a lo lejos,unos hilos de maná que se conectaban con el cielo,similares a los que el producia cuándo estaba en su forma completa,Paul se lanzo a ver de que se trataba,una de sus variantes,la cual poseía alas con plumas,como las solia tener cuando fue un Angel,se enfrentaba en un 3 vs 1,tres demonios de rango alto no podian con el—


    Paul Alterno:"¿Estos son demonios de alto calibre en este mundo?,ni estando juntos me sirven como calentamiento"


    —Paul se llevo puesto a su variante con fuerza,hasta hacerlo chocar con un pequeño negocio—

    —¿Que dices ahora?


    —La otra variante se puso de pie y agito sus alas para quitarse el polvo de encima,otro mas de ellos llego,a diferencia de los demas,era un adulto al igual que el Paul original—

    Paul Alterno 1:"Hey,¿Te estan molestando?"

    Paul Alterno 2:"¡MUERETE!,yo puedo con ellos"

    Paul Alterno:"Habla menos,pelea mas"

    —Los demas demonios fueron derrotados con facilidad,por otro lado,Paul intentaba resistir a los ataques de ambos,trabajaban en equipo y lograban hacerle daño a Paul,en un momento,Lograron tumbar al demonio blanco,tomándolo de los pies y estrellandolo contra el suelo,cuando estaban por darle el golpe de gracia,una voz juvenil se escucho a lo lejos—


    ???:"¡PATEADA DE CULO EXPRESS EN CAMINO!"

    —Una figura masculina logro quitarle de encima a sus otros yo de un golpe a cada uno,era su hijo menor Asriel—
    LA GUERRA DE LOS MIL MINUTOS:PARTE 4 —Habian pasado 5 horas desde la invasión,ahora eran solo 7 de los 8 invasores de esta linea temporal,volando por los cielos,causando terror,muerte y destrucción a su paso,quizo volver a casa para ver si sus hijos estaban bien,pero algo llamo si atencion a lo lejos,unos hilos de maná que se conectaban con el cielo,similares a los que el producia cuándo estaba en su forma completa,Paul se lanzo a ver de que se trataba,una de sus variantes,la cual poseía alas con plumas,como las solia tener cuando fue un Angel,se enfrentaba en un 3 vs 1,tres demonios de rango alto no podian con el— Paul Alterno:"¿Estos son demonios de alto calibre en este mundo?,ni estando juntos me sirven como calentamiento" —Paul se llevo puesto a su variante con fuerza,hasta hacerlo chocar con un pequeño negocio— —¿Que dices ahora? —La otra variante se puso de pie y agito sus alas para quitarse el polvo de encima,otro mas de ellos llego,a diferencia de los demas,era un adulto al igual que el Paul original— Paul Alterno 1:"Hey,¿Te estan molestando?" Paul Alterno 2:"¡MUERETE!,yo puedo con ellos" Paul Alterno:"Habla menos,pelea mas" —Los demas demonios fueron derrotados con facilidad,por otro lado,Paul intentaba resistir a los ataques de ambos,trabajaban en equipo y lograban hacerle daño a Paul,en un momento,Lograron tumbar al demonio blanco,tomándolo de los pies y estrellandolo contra el suelo,cuando estaban por darle el golpe de gracia,una voz juvenil se escucho a lo lejos— ???:"¡PATEADA DE CULO EXPRESS EN CAMINO!" —Una figura masculina logro quitarle de encima a sus otros yo de un golpe a cada uno,era su hijo menor Asriel—
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