⟡ 𝐌𝐢𝐜𝐫ó𝐟𝐨𝐧𝐨 · 𝐡𝐮𝐦𝐨 · 𝐲 · 𝐜𝐢𝐜𝐚𝐭𝐫𝐢𝐜𝐞𝐬 ⟡
El micrófono olía a metal viejo y a secretos mal dichos.
Seren subió al escenario sin saludar, como siempre. No necesitaba presentación. Su voz la presentaba por ella.
Ajustó los cables sin apuro, dejó que el silencio la empapara. Nadie hablaba en ese instante. Todos la miraban. Algunos esperaban una canción. Otros… una confesión.
Y entonces cantó.
No fue una melodía alegre, ni conocida. Era cruda, rasposa, con letras que parecían cicatrices.
Cada palabra arrastraba algo más que sonido: arrastraba lo que nadie se atrevía a decir en voz alta.
Un tipo del fondo encendió un cigarro. Una pareja dejó de hablar.
Y ella, sin mirar a nadie, siguió.
Cuando terminó, no hubo aplausos. Solo un eco suave…
Y un susurro que no vino de ningún lado:
"Esa canción sabía a verdad."
Seren subió al escenario sin saludar, como siempre. No necesitaba presentación. Su voz la presentaba por ella.
Ajustó los cables sin apuro, dejó que el silencio la empapara. Nadie hablaba en ese instante. Todos la miraban. Algunos esperaban una canción. Otros… una confesión.
Y entonces cantó.
No fue una melodía alegre, ni conocida. Era cruda, rasposa, con letras que parecían cicatrices.
Cada palabra arrastraba algo más que sonido: arrastraba lo que nadie se atrevía a decir en voz alta.
Un tipo del fondo encendió un cigarro. Una pareja dejó de hablar.
Y ella, sin mirar a nadie, siguió.
Cuando terminó, no hubo aplausos. Solo un eco suave…
Y un susurro que no vino de ningún lado:
"Esa canción sabía a verdad."
El micrófono olía a metal viejo y a secretos mal dichos.
Seren subió al escenario sin saludar, como siempre. No necesitaba presentación. Su voz la presentaba por ella.
Ajustó los cables sin apuro, dejó que el silencio la empapara. Nadie hablaba en ese instante. Todos la miraban. Algunos esperaban una canción. Otros… una confesión.
Y entonces cantó.
No fue una melodía alegre, ni conocida. Era cruda, rasposa, con letras que parecían cicatrices.
Cada palabra arrastraba algo más que sonido: arrastraba lo que nadie se atrevía a decir en voz alta.
Un tipo del fondo encendió un cigarro. Una pareja dejó de hablar.
Y ella, sin mirar a nadie, siguió.
Cuando terminó, no hubo aplausos. Solo un eco suave…
Y un susurro que no vino de ningún lado:
"Esa canción sabía a verdad."
Tipo
Individual
Líneas
25
Estado
Disponible
0
turnos
0
maullidos