• - Muchas gracias por el té Eternal Fire Queen Marika , ahora tendré que invitarte a uno también o puede que a otra cosa, no aceptare un “no” por respuesta o sinónimos de este~.

    *Con el té en mis manos dando sorbos disfrutándolo*
    - Muchas gracias por el té [stellar_peridot_kangaroo_928], ahora tendré que invitarte a uno también o puede que a otra cosa, no aceptare un “no” por respuesta o sinónimos de este~. *Con el té en mis manos dando sorbos disfrutándolo*
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  • El día transcurría lento en la tienda de conveniencia. Carmina pasaba los productos por el escáner con una rutina tan precisa que apenas pensaba en lo que hacía. Afuera, la lluvia golpeaba con suavidad los cristales empañados. Dentro, el olor a instantáneo y la tenue música instrumental envolvían el espacio en una calma falsa.

    Había dormido mal. O tal vez demasiado bien. El sueño aún le pesaba en los párpados: Nicolás la abrazaba. Con esa sonrisa suya de siempre, medio tímida, medio luminosa. Su piel tostada olía a pan dulce y sol. No dijo nada, solo la miró con esos ojos que nunca aprendieron a esconder lo que sentía.

    Carmina parpadeó, volviendo al presente. Colocó una bolsa de galletas en el mostrador y le devolvió el cambio a una señora sin siquiera mirarla. Luego se quedó sola, rodeada del zumbido de las heladeras y su propio silencio.

    Nicolás. El hijo de los panaderos del vecindario. Su mejor amigo durante años, aunque fueran de mundos distintos: ella, en el colegio privado de monjas; él, en la escuela pública del barrio, siempre con las rodillas raspadas y los dedos llenos de harina. Compartían tardes en la azotea, libros prestados, y un lenguaje hecho de miradas cómplices.

    La última vez que lo vio fue justo antes de la cita que nunca ocurrió. Él la invitó a tomar café. Tenía las manos nerviosas y los ojos brillantes. Todo en él gritaba que estaba a punto de decirle algo importante.

    Pero esa noche salió con sus amigos. Y nunca volvió.

    —¿Lo soñé porque lo extraño o porque él me extraña también? —murmuró para sí, mientras reorganizaba los encendedores cerca de la caja. Aún guardando la esperanza de que este en algún lugar, con vida.

    Nadie volvió a mencionarlo. La gente olvidó rápido, como se olvida una canción vieja. Pero Carmina no. Ella lo esperaba en sueños, donde el tiempo todavía le debía un abrazo.
    El día transcurría lento en la tienda de conveniencia. Carmina pasaba los productos por el escáner con una rutina tan precisa que apenas pensaba en lo que hacía. Afuera, la lluvia golpeaba con suavidad los cristales empañados. Dentro, el olor a instantáneo y la tenue música instrumental envolvían el espacio en una calma falsa. Había dormido mal. O tal vez demasiado bien. El sueño aún le pesaba en los párpados: Nicolás la abrazaba. Con esa sonrisa suya de siempre, medio tímida, medio luminosa. Su piel tostada olía a pan dulce y sol. No dijo nada, solo la miró con esos ojos que nunca aprendieron a esconder lo que sentía. Carmina parpadeó, volviendo al presente. Colocó una bolsa de galletas en el mostrador y le devolvió el cambio a una señora sin siquiera mirarla. Luego se quedó sola, rodeada del zumbido de las heladeras y su propio silencio. Nicolás. El hijo de los panaderos del vecindario. Su mejor amigo durante años, aunque fueran de mundos distintos: ella, en el colegio privado de monjas; él, en la escuela pública del barrio, siempre con las rodillas raspadas y los dedos llenos de harina. Compartían tardes en la azotea, libros prestados, y un lenguaje hecho de miradas cómplices. La última vez que lo vio fue justo antes de la cita que nunca ocurrió. Él la invitó a tomar café. Tenía las manos nerviosas y los ojos brillantes. Todo en él gritaba que estaba a punto de decirle algo importante. Pero esa noche salió con sus amigos. Y nunca volvió. —¿Lo soñé porque lo extraño o porque él me extraña también? —murmuró para sí, mientras reorganizaba los encendedores cerca de la caja. Aún guardando la esperanza de que este en algún lugar, con vida. Nadie volvió a mencionarlo. La gente olvidó rápido, como se olvida una canción vieja. Pero Carmina no. Ella lo esperaba en sueños, donde el tiempo todavía le debía un abrazo.
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  • >> Cansancio, necesito vacaciones urgentes <<
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  • Pienso que pasará en un futuro con la humanidad.
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  • Huesos. Blancos. Pequeños. Frágiles.

    Relegados al amparo de un bolsillo mágico, dormitando como semillas de mal antiguo.

    Y, aún muertos, vibran.

    Una pulsación tenue, apenas un susurro en la tela encantada delata la carga energética que preservan: no simple magia, sino esencia demoníaca… latente, primitiva, debilitada por el fin, pero jamás extinta.

    Embebidos en corrupción, envueltos en silencio, los huesos respiran poder.

    No el que fue.

    No el que es.

    El que vendrá.

    Prometedores. Como la chispa que antecede a la creación.
    Huesos. Blancos. Pequeños. Frágiles. Relegados al amparo de un bolsillo mágico, dormitando como semillas de mal antiguo. Y, aún muertos, vibran. Una pulsación tenue, apenas un susurro en la tela encantada delata la carga energética que preservan: no simple magia, sino esencia demoníaca… latente, primitiva, debilitada por el fin, pero jamás extinta. Embebidos en corrupción, envueltos en silencio, los huesos respiran poder. No el que fue. No el que es. El que vendrá. Prometedores. Como la chispa que antecede a la creación.
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    ||En otras noticias... se cancela mi descanso del domingo

    Nada más me ilusionaron en el trabajo, dijo mi jefa que siempre no
    ||En otras noticias... se cancela mi descanso del domingo :STK-12: Nada más me ilusionaron en el trabajo, dijo mi jefa que siempre no :STK-38:
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  • **mirando su reloj ansioso** Me dijeron que me llevaria a una cena buffet gratis. No puedo esperar más.
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    // ¡Hola! Muchas gracias a quienes han mostrado interés y su participación en la trama que está por iniciar. Lo más probable es que hoy más tarde empiece oficialmente con las instrucciones básicas de cómo funcionará todo. Estoy planeando para que todo avance fluidamente ya que somos muchas personas y todo salga perfecto.
    // ¡Hola! Muchas gracias a quienes han mostrado interés y su participación en la trama que está por iniciar. Lo más probable es que hoy más tarde empiece oficialmente con las instrucciones básicas de cómo funcionará todo. Estoy planeando para que todo avance fluidamente ya que somos muchas personas y todo salga perfecto.
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    Entonces...¿Esto es lo que usan en Inazuma?..¿Debe verse así?...
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    “Marika bathed the village of her home in gold, knowing full well that there was no one left to heal”
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