• ¿Historias de terror?

    *Adam iba conduciendo, hablando con su pasajera para hacer el viaje más entretenido, cuando ella le preguntó si alguna vez había tenido una experiencia paranormal o si conocía alguna anécdota de ese tipo. Se puso a pensar un momento antes de responder.*

    -Bueno, a mí en lo personal... Alguna vez vi sombras en la oscuridad... Me pasó hace unos años. En aquel entonces aún no trabajaba como conductor. Estaba en una bodega de una librería. El sanitario de los empleados estaba en el segundo piso de la bodega, que era un edificio viejo. Un día llegué temprano, y fui de los primeros en entrar a la bodega. Entonces, antes de comenzar el día fui a ese sanitario, pero al cruzar los pasillos vi una silueta. Al principio pensé que era alguien de mis compañeros, así que no le dí importancia. Pero cuando salí otra vez me fijé y no había nadie. Sin embargo, haciendo memoria recordé que no había visto que tuviera ropa o algo. Era sólo una sombra en medio de la oscuridad... Incluso le pregunté al vigilante y me dijo que a esas horas yo era el único que había llegado, y entonces concluímos que era una especie de espanto... La verdad sí me sentí algo incómodo, pero como trabajaba en esa bodega pues tenía que recorrer esos pasillos aunque no quisiera. Pero luego de eso siempre estaba alerta. Al contar a mis compañeros esa experiencia ellos me confirmaron que sí, a veces se veían sombras. Como el edificio era viejo pensaban que era normal. Uno de ellos incluso me dijo que una vez vio que esas sombras se arrastraban por el suelo en la oscuridad, como si fuera un gato o algo. Otro también me dijo que cerca de donde vi esa sombra igual una vez vio que una sombra se escondió entre las estanterías del almacén, y creyó que era alguien que quería hacerle una broma. Pero al ir a revisar no encontró a nadie.

    *Adam mira por encima del hombro a la chica.*

    -Afortunadamente al conducir de noche nunca he tenido experiencias de ese tipo...
    ¿Historias de terror? *Adam iba conduciendo, hablando con su pasajera para hacer el viaje más entretenido, cuando ella le preguntó si alguna vez había tenido una experiencia paranormal o si conocía alguna anécdota de ese tipo. Se puso a pensar un momento antes de responder.* -Bueno, a mí en lo personal... Alguna vez vi sombras en la oscuridad... Me pasó hace unos años. En aquel entonces aún no trabajaba como conductor. Estaba en una bodega de una librería. El sanitario de los empleados estaba en el segundo piso de la bodega, que era un edificio viejo. Un día llegué temprano, y fui de los primeros en entrar a la bodega. Entonces, antes de comenzar el día fui a ese sanitario, pero al cruzar los pasillos vi una silueta. Al principio pensé que era alguien de mis compañeros, así que no le dí importancia. Pero cuando salí otra vez me fijé y no había nadie. Sin embargo, haciendo memoria recordé que no había visto que tuviera ropa o algo. Era sólo una sombra en medio de la oscuridad... Incluso le pregunté al vigilante y me dijo que a esas horas yo era el único que había llegado, y entonces concluímos que era una especie de espanto... La verdad sí me sentí algo incómodo, pero como trabajaba en esa bodega pues tenía que recorrer esos pasillos aunque no quisiera. Pero luego de eso siempre estaba alerta. Al contar a mis compañeros esa experiencia ellos me confirmaron que sí, a veces se veían sombras. Como el edificio era viejo pensaban que era normal. Uno de ellos incluso me dijo que una vez vio que esas sombras se arrastraban por el suelo en la oscuridad, como si fuera un gato o algo. Otro también me dijo que cerca de donde vi esa sombra igual una vez vio que una sombra se escondió entre las estanterías del almacén, y creyó que era alguien que quería hacerle una broma. Pero al ir a revisar no encontró a nadie. *Adam mira por encima del hombro a la chica.* -Afortunadamente al conducir de noche nunca he tenido experiencias de ese tipo...
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  • - Maldito... A ver si te quedas tranquilo de una buena vez.

    Fue lo último que Mika le murmuró a aquel cobarde que se empeñaba en molestar a su novio, luego de una última patada, se fue del lugar tranquilamente.
    Las manos lastimadas del jóven dolían con el frío de la tarde, pero no parecía importarle en lo absoluto, lo único que le importaba era que ese sujeto dejara de molestarlos.

    Más tarde llegó a su casa y fue por su novio Hee Park entrando a la cocina sin tocar nada y con cuidado de que su hijo no lo viera. Sus nudillos sangraban y tenía la ropa hecha un desastre.
    - Maldito... A ver si te quedas tranquilo de una buena vez. Fue lo último que Mika le murmuró a aquel cobarde que se empeñaba en molestar a su novio, luego de una última patada, se fue del lugar tranquilamente. Las manos lastimadas del jóven dolían con el frío de la tarde, pero no parecía importarle en lo absoluto, lo único que le importaba era que ese sujeto dejara de molestarlos. Más tarde llegó a su casa y fue por su novio [Park_space12] entrando a la cocina sin tocar nada y con cuidado de que su hijo no lo viera. Sus nudillos sangraban y tenía la ropa hecha un desastre.
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  • Cuando dos personas se conocen, el destino es la Clave. Además de estos, también están el Matrimonio y el mal destino.
    Cuando dos personas se conocen, el destino es la Clave. Además de estos, también están el Matrimonio y el mal destino.
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  • El día de Nyssara había estado hecho una porquería, a plena tarde saliendo de la universidad le había agarrado una llovizna fuerte. A primera instancia pensó que no haría efecto en ella, después de todo solo era lluvia, pero que equivocada estaba, había sido presa de su propia jugada tentando a la vida. Pero no le quedaba de otra que aceptar su destino moribundo, a paso lento se dejó caer de nuevo sobre la almohada, con la frente caliente y los ojos entrecerrados. La habitación estaba en penumbra, con la luz del día apenas filtrándose por la cortina mal cerrada. Sobre la mesita, una taza con té de jengibre que aún estaba tibio.

    Las mantas estaban hechas un lío alrededor de sus piernas. El aire olía a ungüento de eucalipto y menta. Un par de pañuelos usados yacían sobre el pequeño tacho de color amarillo patito tan brillante como un día feliz. ¿Acaso era una mal chiste?.

    Se escuchaba un ligero murmullo desde la calle gente hablando, una bicicleta pasando, una radio a lo lejos. Todo seguía igual allá afuera, mientras ella permanecía atrapada en su pequeño mundo febril.

    Con esfuerzo, Nyssara se sentó, envolviéndose mejor con la manta. Alcanzó el celular y lo miró sin desbloquearlo. Lo dejó a un lado.

    Volvió a recostarse despacio, con un suspiro breve, y cerró los ojos. No esperaba gran cosa del día… aunque no le molestaría que alguien llamara a la puerta. O que simplemente entrara, con una excusa cualquiera. Solo para sentarse cerca.

    Sin palabras. Sin drama. Solo compañía.

    A ese momento solo era una soldada caída.
    El día de Nyssara había estado hecho una porquería, a plena tarde saliendo de la universidad le había agarrado una llovizna fuerte. A primera instancia pensó que no haría efecto en ella, después de todo solo era lluvia, pero que equivocada estaba, había sido presa de su propia jugada tentando a la vida. Pero no le quedaba de otra que aceptar su destino moribundo, a paso lento se dejó caer de nuevo sobre la almohada, con la frente caliente y los ojos entrecerrados. La habitación estaba en penumbra, con la luz del día apenas filtrándose por la cortina mal cerrada. Sobre la mesita, una taza con té de jengibre que aún estaba tibio. Las mantas estaban hechas un lío alrededor de sus piernas. El aire olía a ungüento de eucalipto y menta. Un par de pañuelos usados yacían sobre el pequeño tacho de color amarillo patito tan brillante como un día feliz. ¿Acaso era una mal chiste?. Se escuchaba un ligero murmullo desde la calle gente hablando, una bicicleta pasando, una radio a lo lejos. Todo seguía igual allá afuera, mientras ella permanecía atrapada en su pequeño mundo febril. Con esfuerzo, Nyssara se sentó, envolviéndose mejor con la manta. Alcanzó el celular y lo miró sin desbloquearlo. Lo dejó a un lado. Volvió a recostarse despacio, con un suspiro breve, y cerró los ojos. No esperaba gran cosa del día… aunque no le molestaría que alguien llamara a la puerta. O que simplemente entrara, con una excusa cualquiera. Solo para sentarse cerca. Sin palabras. Sin drama. Solo compañía. A ese momento solo era una soldada caída.
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  • Desde que había descubierto las obras de Oliverio Girondo, Bucky se había vuelto un admirador a la poesía. La forma en que Girondo jugaba con las palabras y creaba imágenes tan vívidas lo había cautivado. Mientras leía, Alpine, se acurrucaba a su lado, ronroneando suavemente. La presencia tranquilizadora del animalito parecía absorber la tensión de sus músculos, permitiéndole sumergirse aún más en la belleza de los versos.
    Desde que había descubierto las obras de Oliverio Girondo, Bucky se había vuelto un admirador a la poesía. La forma en que Girondo jugaba con las palabras y creaba imágenes tan vívidas lo había cautivado. Mientras leía, Alpine, se acurrucaba a su lado, ronroneando suavemente. La presencia tranquilizadora del animalito parecía absorber la tensión de sus músculos, permitiéndole sumergirse aún más en la belleza de los versos.
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  • Se había pasado de la raya, lo sabía, no había sido nada en realidad, tan solo un chiste de mal gusto que salió de sus labios antes de poder pensar en las consecuencias. Sabía que su prometido estaba molesto, no, probablemente estaba triste y no sabía cómo solucionarlo o si realmente podía solucionarlo.
    Mika se quedó hasta tarde en la calle, quería regresar a su casa pero sabía que sería un problema, por lo que solamente le envió un simple mensaje a su pareja.

    "Lo siento, soy un grandísimo idiota... Te dejaré tranquilo hasta que quieras hablarme..."

    Envió eso y decidió pasar la noche por ahí antes de regresar a su casa y empeorar las cosas.

    Hee Park
    Se había pasado de la raya, lo sabía, no había sido nada en realidad, tan solo un chiste de mal gusto que salió de sus labios antes de poder pensar en las consecuencias. Sabía que su prometido estaba molesto, no, probablemente estaba triste y no sabía cómo solucionarlo o si realmente podía solucionarlo. Mika se quedó hasta tarde en la calle, quería regresar a su casa pero sabía que sería un problema, por lo que solamente le envió un simple mensaje a su pareja. "Lo siento, soy un grandísimo idiota... Te dejaré tranquilo hasta que quieras hablarme..." Envió eso y decidió pasar la noche por ahí antes de regresar a su casa y empeorar las cosas. [Park_space12]
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  • -mi dupla del mal siempre apoyando mis locuras

    Masthian Lauguez
    -mi dupla del mal siempre apoyando mis locuras [aiderulz12]
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    Hay dos cosas que me ponen de mal humor tener hambre y que me despierten cuando estaba teniendo un buen pinche sueño 𝕽𝖔𝖇𝖎𝖓 🎵🎶 tienes una tarjeta roja
    ........
    Ahora como vuelvo a conciliar el sueño
    Hay dos cosas que me ponen de mal humor tener hambre y que me despierten cuando estaba teniendo un buen pinche sueño [Robin] tienes una tarjeta roja ........ :STK-49: Ahora como vuelvo a conciliar el sueño :STK-12:
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    "¡Uy! Me tomé una agüita con manzanilla y se me pasó el mal del abismo."
    "¡Uy! Me tomé una agüita con manzanilla y se me pasó el mal del abismo."
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  • Lo malo de que te agrade alguien, es que luego te dan celos de todos los que se acercan a ella.
    Que pereza.
    Lo malo de que te agrade alguien, es que luego te dan celos de todos los que se acercan a ella. Que pereza.
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