• 𝟏𝟏:𝟑𝟎 𝓟𝓜
    ═══════ ≪ •❈• ≫ ═══════
    El salón brillaba bajo las lámparas de cristal, donde las sombras se mezclaban con el resplandor del baile. Entre tantos colores y sonrisas, el rojo profundo contrastado con negro no buscaba pasar desapercibido.
    Los guantes largos abrazaban mis brazos como una segunda piel, y cada movimiento —un giro, un gesto al alzar la copa, una mirada que se prolonga un segundo más de lo necesario— llevaba consigo algo calculado.
    No siempre es la espada ni el uniforme lo que abre caminos; a veces, basta con el arte de saber moverse en un salón.
    Y esta noche, el juego se baila con otro tipo de armas.
    𝟏𝟏:𝟑𝟎 𝓟𝓜 ═══════ ≪ •❈• ≫ ═══════ El salón brillaba bajo las lámparas de cristal, donde las sombras se mezclaban con el resplandor del baile. Entre tantos colores y sonrisas, el rojo profundo contrastado con negro no buscaba pasar desapercibido. Los guantes largos abrazaban mis brazos como una segunda piel, y cada movimiento —un giro, un gesto al alzar la copa, una mirada que se prolonga un segundo más de lo necesario— llevaba consigo algo calculado. No siempre es la espada ni el uniforme lo que abre caminos; a veces, basta con el arte de saber moverse en un salón. Y esta noche, el juego se baila con otro tipo de armas.
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  • Se llamaba Kent Jarvin. Era absoluta carroña.
    Un hombre cuya mera presencia pudría el aire. Rondaba el orfanato como los buitres rondan los cuerpos, convencido de que su poder sobre los más débiles lo hacía intocable. A nadie le importan los huérfanos pensaba. Y tenía razón, la ciudad emanaba tanta podredumbre que esas almas no tenían ningún valor.

    Lili lo había visto.
    Él también a ella.
    Y en su ignorancia, creyó que era una niña más, una nueva huérfana con ropajes roídos que jugaba con los pequeños en el patio. Nunca comprendió que sus ojos no jugaban: observaban, esperaban.

    Aquella noche, el cazador se convirtió en presa.

    Lili se apartó del grupo, fingiendo un juego en soledad. Kent la siguió, creyendo haber encontrado la ocasión perfecta. Su sombra se alargaba tras ella, como la de un depredador que ya saborea la carne.

    Cuando estiró la mano, apareció de las sombras.
    Ororon .

    Sus ojos ardían de rabia y desdicha, sus sombras del pasado lo habían convertido en pura tempestad. Sus manos se tiñeron de electricidad al ver semejante alimaña, y el aire se quebró con chispas de furia. Lili, con una sonrisa helada, solo susurró:

    —Que sea lento.

    Y él obedeció.
    La magia de Ororon se desató, no como justicia, sino como tormenta. Cada rayo era un grito contenido, cada descarga un recuerdo de dolor. Kent se retorcía bajo la furia eléctrica, y con cada espasmo la multitud de sombras que habitaban en Lili se agitaban, expectantes.

    Cuando por fin el cuerpo estuvo al borde del final, los ojos del miserable se elevaron al cielo. Una chispa de arrepentimiento, una súplica de clemencia. Esperaba que los dioses, compasivos, lo arrancaran del tormento.

    Pero entonces, la sombra de Lili se alzó.
    Oscureció la última luz que quedaba en sus pupilas, apagando el brillo que buscaba el perdón. El titán de tinieblas habló con su voz infinita:

    —No hallarás paz en la muerte.
    —Solo sombras.

    Y con esas palabras, el rastro de Kent Jarvin desapareció.
    Ni siquiera los dioses recordaron su nombre.

    https://youtu.be/2cXDgFwE13g?si=WdBMcSUyy2KUxalU
    Se llamaba Kent Jarvin. Era absoluta carroña. Un hombre cuya mera presencia pudría el aire. Rondaba el orfanato como los buitres rondan los cuerpos, convencido de que su poder sobre los más débiles lo hacía intocable. A nadie le importan los huérfanos pensaba. Y tenía razón, la ciudad emanaba tanta podredumbre que esas almas no tenían ningún valor. Lili lo había visto. Él también a ella. Y en su ignorancia, creyó que era una niña más, una nueva huérfana con ropajes roídos que jugaba con los pequeños en el patio. Nunca comprendió que sus ojos no jugaban: observaban, esperaban. Aquella noche, el cazador se convirtió en presa. Lili se apartó del grupo, fingiendo un juego en soledad. Kent la siguió, creyendo haber encontrado la ocasión perfecta. Su sombra se alargaba tras ella, como la de un depredador que ya saborea la carne. Cuando estiró la mano, apareció de las sombras. [specter_olive_hare_981]. Sus ojos ardían de rabia y desdicha, sus sombras del pasado lo habían convertido en pura tempestad. Sus manos se tiñeron de electricidad al ver semejante alimaña, y el aire se quebró con chispas de furia. Lili, con una sonrisa helada, solo susurró: —Que sea lento. Y él obedeció. La magia de Ororon se desató, no como justicia, sino como tormenta. Cada rayo era un grito contenido, cada descarga un recuerdo de dolor. Kent se retorcía bajo la furia eléctrica, y con cada espasmo la multitud de sombras que habitaban en Lili se agitaban, expectantes. Cuando por fin el cuerpo estuvo al borde del final, los ojos del miserable se elevaron al cielo. Una chispa de arrepentimiento, una súplica de clemencia. Esperaba que los dioses, compasivos, lo arrancaran del tormento. Pero entonces, la sombra de Lili se alzó. Oscureció la última luz que quedaba en sus pupilas, apagando el brillo que buscaba el perdón. El titán de tinieblas habló con su voz infinita: —No hallarás paz en la muerte. —Solo sombras. Y con esas palabras, el rastro de Kent Jarvin desapareció. Ni siquiera los dioses recordaron su nombre. https://youtu.be/2cXDgFwE13g?si=WdBMcSUyy2KUxalU
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  • 𝕾𝖆༒︎𝖇𝖊𝖗

    Ha llegado el día en el que te derrote en tu propio juego....

    -decía en un tono cargado de tensión y con una sonrisa confiada-

    Definitivamente mi chocolate es mejor que el tuyo, no sabes hacer postres~
    [vision_lime_snake_637] Ha llegado el día en el que te derrote en tu propio juego.... -decía en un tono cargado de tensión y con una sonrisa confiada- Definitivamente mi chocolate es mejor que el tuyo, no sabes hacer postres~
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  • Llevo, horas caminando y nada me gusta

    -dije hasta que encontré un puesto, de collares, acercándome agarre uno de una cruz sonriendo un poco, comprando el colgante y un anillo a juego-

    Se ven súper.....

    -dije tranquilo, empezando a caminar de nuevo por el bazar llendo por un cafe-
    Llevo, horas caminando y nada me gusta -dije hasta que encontré un puesto, de collares, acercándome agarre uno de una cruz sonriendo un poco, comprando el colgante y un anillo a juego- Se ven súper..... -dije tranquilo, empezando a caminar de nuevo por el bazar llendo por un cafe-
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  • La luz del amanecer se colaba entre las cortinas, bañando la habitación en tonos dorados y azulados. Lilith Blackwood se encontraba frente al espejo, con el uniforme aún a medio abotonar. Su cabello blanco, con reflejos dorados, caía en ondas suaves sobre sus hombros mientras recogía algunos mechones con una cinta azul marino que hacía juego con su falda.

    —Demasiado formal— murmuró, ladeando la cabeza con una sonrisa traviesa. Luego soltó la cinta y dejó que su cabello cayera libre, rebelde, como ella.

    Sus ojos azules se encontraron con su reflejo. No era vanidad lo que brillaba en ellos, sino estrategia. Sabía que su apariencia era una herramienta, y la manejaba con la precisión de una artista.

    —"Lilith, ¿ya estás lista?" —la voz de Helena, una de sus hermanas mayores, se escuchó desde el pasillo.

    Lilith sonrió sin apartar la vista del espejo.

    —Casi. No quiero parecer demasiado despierta tan temprano. Es un crimen contra el misterio.—

    Helena soltó una risa suave desde el otro lado de la puerta.

    —Tú y tus encantos. ¿Algún plan para hoy?—

    Lilith se giró lentamente, alisando la tela de su blazer con delicadeza.

    —Nada en particular. Solo dejar que el día se enamore de mí.—

    Helena bufó divertida.

    —Eres imposible.—

    —Lo sé— respondió Lilith con una sonrisa encantadora, la misma que desarmaba profesores, confundía rivales y hacía que los pasillos se llenaran de susurros.

    Tomó su bolso, roció un poco de perfume en sus muñecas —floral, con un fondo amaderado— y se dirigió a la puerta. Antes de salir, se detuvo un segundo, mirando por la ventana el paisaje nevado de Noruega.

    —Hoy... será interesante—

    Y con ese susurro, Lilith Blackwood salió de la habitación.
    La luz del amanecer se colaba entre las cortinas, bañando la habitación en tonos dorados y azulados. Lilith Blackwood se encontraba frente al espejo, con el uniforme aún a medio abotonar. Su cabello blanco, con reflejos dorados, caía en ondas suaves sobre sus hombros mientras recogía algunos mechones con una cinta azul marino que hacía juego con su falda. —Demasiado formal— murmuró, ladeando la cabeza con una sonrisa traviesa. Luego soltó la cinta y dejó que su cabello cayera libre, rebelde, como ella. Sus ojos azules se encontraron con su reflejo. No era vanidad lo que brillaba en ellos, sino estrategia. Sabía que su apariencia era una herramienta, y la manejaba con la precisión de una artista. —"Lilith, ¿ya estás lista?" —la voz de Helena, una de sus hermanas mayores, se escuchó desde el pasillo. Lilith sonrió sin apartar la vista del espejo. —Casi. No quiero parecer demasiado despierta tan temprano. Es un crimen contra el misterio.— Helena soltó una risa suave desde el otro lado de la puerta. —Tú y tus encantos. ¿Algún plan para hoy?— Lilith se giró lentamente, alisando la tela de su blazer con delicadeza. —Nada en particular. Solo dejar que el día se enamore de mí.— Helena bufó divertida. —Eres imposible.— —Lo sé— respondió Lilith con una sonrisa encantadora, la misma que desarmaba profesores, confundía rivales y hacía que los pasillos se llenaran de susurros. Tomó su bolso, roció un poco de perfume en sus muñecas —floral, con un fondo amaderado— y se dirigió a la puerta. Antes de salir, se detuvo un segundo, mirando por la ventana el paisaje nevado de Noruega. —Hoy... será interesante— Y con ese susurro, Lilith Blackwood salió de la habitación.
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  • La luz tenue del billar dibujaba sombras largas en las paredes manchadas de humo. Constantin sostenía el taco con calma, midiendo cada ángulo como si fuese una partida mucho más importante que un simple juego. La chaqueta resbalaba de su hombro, pero no le importaba; nunca había tenido necesidad de aparentar nada.

    Con un movimiento firme empujó la bola. El golpe seco resonó y las demás se dispersaron por la mesa. Sus ojos, sin embargo, apenas siguieron la jugada. Estaban fijos en un punto más allá, en la puerta cerrada, en esa sensación incómoda que lo acompañaba desde que había decidido dejar de esconderse.

    El murmullo del bar era distante, como si todo se hubiera apagado para dejarlo a solas con sus pensamientos. Se inclinó sobre la mesa, dejando que el cabello cayera sobre su frente, y murmuró para sí mismo:

    —Todo este tiempo… creyendo que era por protegerte. —Su voz sonó baja, casi un gruñido. La bola negra rodó lentamente y cayó en el agujero de la esquina.

    Se enderezó, respirando hondo, y en ese instante sus labios se torcieron en una mueca amarga. No había marcha atrás.

    —Ahora… tendrá que conocer la verdad.
    La luz tenue del billar dibujaba sombras largas en las paredes manchadas de humo. Constantin sostenía el taco con calma, midiendo cada ángulo como si fuese una partida mucho más importante que un simple juego. La chaqueta resbalaba de su hombro, pero no le importaba; nunca había tenido necesidad de aparentar nada. Con un movimiento firme empujó la bola. El golpe seco resonó y las demás se dispersaron por la mesa. Sus ojos, sin embargo, apenas siguieron la jugada. Estaban fijos en un punto más allá, en la puerta cerrada, en esa sensación incómoda que lo acompañaba desde que había decidido dejar de esconderse. El murmullo del bar era distante, como si todo se hubiera apagado para dejarlo a solas con sus pensamientos. Se inclinó sobre la mesa, dejando que el cabello cayera sobre su frente, y murmuró para sí mismo: —Todo este tiempo… creyendo que era por protegerte. —Su voz sonó baja, casi un gruñido. La bola negra rodó lentamente y cayó en el agujero de la esquina. Se enderezó, respirando hondo, y en ese instante sus labios se torcieron en una mueca amarga. No había marcha atrás. —Ahora… tendrá que conocer la verdad.
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  • -Casualmente enterandome que mi novio planea un juego de tres en el que no estoy incluida... algo que decir Martnes?

    Anyel Martnes
    -Casualmente enterandome que mi novio planea un juego de tres en el que no estoy incluida... algo que decir Martnes? [Anyel01]
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  • Park Hyun Woo Como me encanta cuando juego con mi hermoso novio, me tiene tan enamorado de el que nunca quiero soltarlo, nadie es tan fogoso como mi precioso amor, el es único y por eso nunca lo soltaré
    [storm_fuchsia_raven_448] Como me encanta cuando juego con mi hermoso novio, me tiene tan enamorado de el que nunca quiero soltarlo, nadie es tan fogoso como mi precioso amor, el es único y por eso nunca lo soltaré
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  • Actualización semanal de Personajes 3D

    Esta semana el directorio se llena de nuevas historias y rostros que llegan para enriquecer nuestra comunidad:

    19 personajes 3D nuevos: una mezcla increíble de universos. Desde los reinos de Game of Thrones, pasando por la majestuosidad de la mitología griega, hasta mundos más contemporáneos como Wednesday y Miss Peregrine. Además, muchos OCs han aterrizado para aportar frescura y creatividad.

    2 personajes 3D han cambiado de nombre, transformándose en nuevas identidades que seguro darán mucho juego.

    Y celebramos también la evolución de personajes 2D que han dado el salto al 3D, sumándose a nuestra pequeña familia

    Como siempre, os animo a dar la bienvenida a todos ellos, tender la mano a quienes empiezan y disfrutar de las infinitas conexiones que pueden surgir.
    ✨ Actualización semanal de Personajes 3D ✨ Esta semana el directorio se llena de nuevas historias y rostros que llegan para enriquecer nuestra comunidad: 🌟 19 personajes 3D nuevos: una mezcla increíble de universos. Desde los reinos de Game of Thrones, pasando por la majestuosidad de la mitología griega, hasta mundos más contemporáneos como Wednesday y Miss Peregrine. Además, muchos OCs han aterrizado para aportar frescura y creatividad. 🔄 2 personajes 3D han cambiado de nombre, transformándose en nuevas identidades que seguro darán mucho juego. 🌱 Y celebramos también la evolución de personajes 2D que han dado el salto al 3D, sumándose a nuestra pequeña familia 💬 Como siempre, os animo a dar la bienvenida a todos ellos, tender la mano a quienes empiezan y disfrutar de las infinitas conexiones que pueden surgir.
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  • En el clan Ishtar el duelo ya ha comenzado. [Jeni] y Akane Qᵘᵉᵉⁿ Ishtar se mueven como si danzaran sobre el filo del destino: cada choque de acero es un compás, cada giro un paso de un baile con la muerte.

    Yo, no necesito verlo para sentirlo. Está en el aire, en el horizonte, escrito como una profecía muda. Y sin embargo, lo que me pesa no es el resultado, sino esa sombra que me susurra: nunca estarás a su altura.

    De mi mano aparece una empuñadura enorme, pesada, familiar. Aparto la mirada del horizonte , del combate... y, con un ademán brusco, mi ira se descarga contra una roca cercana. Se quiebra con facilidad, como si nada… porque para los Ishtar, no es más que un juego de niños. Y aun así, me deja sin aliento. No por el esfuerzo, sino por lo que revela: mi fuerza es vasta, pero mi espíritu aún tropieza.
    En el clan Ishtar el duelo ya ha comenzado. [Jeni] y [akane_qi] se mueven como si danzaran sobre el filo del destino: cada choque de acero es un compás, cada giro un paso de un baile con la muerte. Yo, no necesito verlo para sentirlo. Está en el aire, en el horizonte, escrito como una profecía muda. Y sin embargo, lo que me pesa no es el resultado, sino esa sombra que me susurra: nunca estarás a su altura. De mi mano aparece una empuñadura enorme, pesada, familiar. Aparto la mirada del horizonte , del combate... y, con un ademán brusco, mi ira se descarga contra una roca cercana. Se quiebra con facilidad, como si nada… porque para los Ishtar, no es más que un juego de niños. Y aun así, me deja sin aliento. No por el esfuerzo, sino por lo que revela: mi fuerza es vasta, pero mi espíritu aún tropieza.
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