✨El gran salvador de Yoonah✨
Cuando Yoonah tenía tiempo libre salía a dar un paseo, iba al cine sola, a una biblioteca también podía ser, todo depende del ánimo que ella tuviera el día correspondiente.
Solo que ese día en específico, no tenía tiempo libre. Había tenido una semana terrible respecto a un caso que la tenía de muy mal humor, y pensó que quizá se merecía esos momentos lejos de tantos documentos e información que procesar.
Se detuvo en un pequeño restaurante, cenó, tomó un par de copas de vino, y decidió que era un buen momento para irse a su casa. Al salir del restaurante un montón de periodistas estaban fuera, esperándola.
Desde que su padre había muerto querían encontrar unos minutos con ella en los que les pudiera brindar algo de información, nadie sabía que su padre murió por Cáncer.
Tuvo que cerrar los ojos en cuanto los flashes de las cámaras la atormentaron, bajó la cabeza ocultando su cara con su largo cabello. Una persona se posó a su lado ayudándola a abrirse paso entre ese mar de periodistas y se dirigieron a su camioneta, abrió con rapidez y se subió con las manos temblorosas.
Exhaló ruidosamente mientras veía la espalda de la persona dando algunas explicaciones a la prensa. No sabía quién era, ni porqué la estaba ayudando, pero debía esperar y agradecerle por su amabilidad.
Luego de unos minutos los periodistas se marcharon, ella bajó la ventana de su auto para que la persona la pudiera escuchar.
—¡Oye! Muchas gracias por tu ayuda, ¿puedo saber tu nombre?
Solo que ese día en específico, no tenía tiempo libre. Había tenido una semana terrible respecto a un caso que la tenía de muy mal humor, y pensó que quizá se merecía esos momentos lejos de tantos documentos e información que procesar.
Se detuvo en un pequeño restaurante, cenó, tomó un par de copas de vino, y decidió que era un buen momento para irse a su casa. Al salir del restaurante un montón de periodistas estaban fuera, esperándola.
Desde que su padre había muerto querían encontrar unos minutos con ella en los que les pudiera brindar algo de información, nadie sabía que su padre murió por Cáncer.
Tuvo que cerrar los ojos en cuanto los flashes de las cámaras la atormentaron, bajó la cabeza ocultando su cara con su largo cabello. Una persona se posó a su lado ayudándola a abrirse paso entre ese mar de periodistas y se dirigieron a su camioneta, abrió con rapidez y se subió con las manos temblorosas.
Exhaló ruidosamente mientras veía la espalda de la persona dando algunas explicaciones a la prensa. No sabía quién era, ni porqué la estaba ayudando, pero debía esperar y agradecerle por su amabilidad.
Luego de unos minutos los periodistas se marcharon, ella bajó la ventana de su auto para que la persona la pudiera escuchar.
—¡Oye! Muchas gracias por tu ayuda, ¿puedo saber tu nombre?
Cuando Yoonah tenía tiempo libre salía a dar un paseo, iba al cine sola, a una biblioteca también podía ser, todo depende del ánimo que ella tuviera el día correspondiente.
Solo que ese día en específico, no tenía tiempo libre. Había tenido una semana terrible respecto a un caso que la tenía de muy mal humor, y pensó que quizá se merecía esos momentos lejos de tantos documentos e información que procesar.
Se detuvo en un pequeño restaurante, cenó, tomó un par de copas de vino, y decidió que era un buen momento para irse a su casa. Al salir del restaurante un montón de periodistas estaban fuera, esperándola.
Desde que su padre había muerto querían encontrar unos minutos con ella en los que les pudiera brindar algo de información, nadie sabía que su padre murió por Cáncer.
Tuvo que cerrar los ojos en cuanto los flashes de las cámaras la atormentaron, bajó la cabeza ocultando su cara con su largo cabello. Una persona se posó a su lado ayudándola a abrirse paso entre ese mar de periodistas y se dirigieron a su camioneta, abrió con rapidez y se subió con las manos temblorosas.
Exhaló ruidosamente mientras veía la espalda de la persona dando algunas explicaciones a la prensa. No sabía quién era, ni porqué la estaba ayudando, pero debía esperar y agradecerle por su amabilidad.
Luego de unos minutos los periodistas se marcharon, ella bajó la ventana de su auto para que la persona la pudiera escuchar.
—¡Oye! Muchas gracias por tu ayuda, ¿puedo saber tu nombre?
Tipo
Individual
Líneas
20
Estado
Disponible

