• Mientras el cuerpo físico de Ina se mantiene flotando en una burbuja, su mente sigue anclada en el sueño del Halovian, y su sonrisa sigue siendo la de quien no sabe que está soñando. Allí, bajo un sol dorado, dos estudiantes caminan hacia su primera cita.

    La campana del institutó sonó, Ina salió apresurada esquivando a compañeros cuyos rostros empezaban a difuminarse como acuarelas bajo la lluvia. Solo Belial permanecía nítido, con una sonrisa que le hacía cosquillas en un recuerdo de su memoria que parecía no existir.

    —¡Beli-b... —pausa— digo, Belial~ —canturreó, ajustando su mochila, de la cual colgaba un mini peluche de pulpo que no recordaba haber puesto allí.

    Ambos avanzaron por el camino hacia el arcade. Ina caminaba junto a él, sus pasos sincronizados sobre la acera.

    Se detuvieron antes de cruzar la calle, Ina vio el semáforo: rojo-verde-morado... ¿Morado?. Parpadeó. Era amarillo, pero podría jurar que lo había visto morado. Sacudió su cabeza y cuando el semáforo se puso en rojo, avanzó a un lado de él.

    —Belial... ¿A veces no te pasa que...?

    Dudó. Las palabras se le enredaron en la lengua. ¿Qué le iba a decir? ¿Que estaba teniendo alucinaciones?

    —...Nah, ¡olvídalo! —sacudió la cabeza una vez más, riendo demasiado alto.

    Llegaron al local, se detuvieron un instante frente al letrero neón del arcade. Y cuando empujó la puerta de vidrio, por un segundo, creyó ver en el reflejo a Belial con...¿alas?. Pero rápidamente, su atención se desvió hacia las luces de colores, los sonidos, las risas y el ambiente. El arcade la envolvió.

    —Waaah, ¿que deberíamos jugar primero? —sus ojos brillaban como estrellas— ¿Sabías que los arcades son como rituales? Insertas monedas y rezas para que el universo no te humille...

    Suelta una risita que suena como campanitas rotas. Parpadea. Pausa. ¿Un ritual? ¿Que acaba de decir?. Su sonrisa se borra por 0.65 segundos. Da igual. Lo olvida rápidamente. Su sonrisa reaparece. Sigue tropezando con las mismas pistas, pero no las ve. ¿O tal vez es que no las quiere ver?
    Mientras el cuerpo físico de Ina se mantiene flotando en una burbuja, su mente sigue anclada en el sueño del Halovian, y su sonrisa sigue siendo la de quien no sabe que está soñando. Allí, bajo un sol dorado, dos estudiantes caminan hacia su primera cita. La campana del institutó sonó, Ina salió apresurada esquivando a compañeros cuyos rostros empezaban a difuminarse como acuarelas bajo la lluvia. Solo [anagenesis001] permanecía nítido, con una sonrisa que le hacía cosquillas en un recuerdo de su memoria que parecía no existir. —¡Beli-b... —pausa— digo, Belial~ —canturreó, ajustando su mochila, de la cual colgaba un mini peluche de pulpo que no recordaba haber puesto allí. Ambos avanzaron por el camino hacia el arcade. Ina caminaba junto a él, sus pasos sincronizados sobre la acera. Se detuvieron antes de cruzar la calle, Ina vio el semáforo: rojo-verde-morado... ¿Morado?. Parpadeó. Era amarillo, pero podría jurar que lo había visto morado. Sacudió su cabeza y cuando el semáforo se puso en rojo, avanzó a un lado de él. —Belial... ¿A veces no te pasa que...? Dudó. Las palabras se le enredaron en la lengua. ¿Qué le iba a decir? ¿Que estaba teniendo alucinaciones? —...Nah, ¡olvídalo! —sacudió la cabeza una vez más, riendo demasiado alto. Llegaron al local, se detuvieron un instante frente al letrero neón del arcade. Y cuando empujó la puerta de vidrio, por un segundo, creyó ver en el reflejo a Belial con...¿alas?. Pero rápidamente, su atención se desvió hacia las luces de colores, los sonidos, las risas y el ambiente. El arcade la envolvió. —Waaah, ¿que deberíamos jugar primero? —sus ojos brillaban como estrellas— ¿Sabías que los arcades son como rituales? Insertas monedas y rezas para que el universo no te humille... Suelta una risita que suena como campanitas rotas. Parpadea. Pausa. ¿Un ritual? ¿Que acaba de decir?. Su sonrisa se borra por 0.65 segundos. Da igual. Lo olvida rápidamente. Su sonrisa reaparece. Sigue tropezando con las mismas pistas, pero no las ve. ¿O tal vez es que no las quiere ver?
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  • //Escena con Ryan

    El plan para joder a todos aquellos mafiosos y acabar con ellos ya hacía un tiempo que estaba en marcha (desapareció de la vista de ellos y sabía que le buscaban) y obviamente, los investigaba poco a poco, a cada uno de sus integrantes.
    Ya había recopilado información de un par de esos sujetos y en ese momento estaba investigando a otros tres entre los cuales, se encontraba aquel hombre de cabello rubio y ojos claros.

    La investigación sobre Ryan no iba mal, lenta pues nunca conseguía contrastar del todo la información, pero estaba haciendo bastantes avances. O al menos eso creía Shinobu.
    Se infiltraba en algunos lugares que el rubio visitaba, lo seguía disimuladamente casi a diario, anotaba cualquier dato que pudiera resultar relevante aunque no lo pareciera. Por ejemplo, que bares o cafeterías solían ser más de su agrado o incluso qué le gustaba tomar en el desayuno. Si tenía algún horario concreto para realizar cualquiera de sus tareas o acciones cotidianas, etc. Una investigación cuanto menos exhaustiva.

    Ya tenía bastantes datos del susodicho, sin embargo no era suficiente. El siguiente paso sería infiltrarse en el apartamento de este (si es que podía), pues de seguro allí encontraría muchísimas cosas útiles. ¿Cómo lo haría? Debía ser muy cuidadoso, sigiloso y no dejar absolutamente nada que le delatase.

    -Vamos... Ya queda poco para que pueda deshacerme de todos vosotros de una vez por todas.- Hablaba consigo mismo en voz muy baja mientras observaba a Ryan de lejos, procurando no ser visto.
    //Escena con [Ryan_Al_72] El plan para joder a todos aquellos mafiosos y acabar con ellos ya hacía un tiempo que estaba en marcha (desapareció de la vista de ellos y sabía que le buscaban) y obviamente, los investigaba poco a poco, a cada uno de sus integrantes. Ya había recopilado información de un par de esos sujetos y en ese momento estaba investigando a otros tres entre los cuales, se encontraba aquel hombre de cabello rubio y ojos claros. La investigación sobre Ryan no iba mal, lenta pues nunca conseguía contrastar del todo la información, pero estaba haciendo bastantes avances. O al menos eso creía Shinobu. Se infiltraba en algunos lugares que el rubio visitaba, lo seguía disimuladamente casi a diario, anotaba cualquier dato que pudiera resultar relevante aunque no lo pareciera. Por ejemplo, que bares o cafeterías solían ser más de su agrado o incluso qué le gustaba tomar en el desayuno. Si tenía algún horario concreto para realizar cualquiera de sus tareas o acciones cotidianas, etc. Una investigación cuanto menos exhaustiva. Ya tenía bastantes datos del susodicho, sin embargo no era suficiente. El siguiente paso sería infiltrarse en el apartamento de este (si es que podía), pues de seguro allí encontraría muchísimas cosas útiles. ¿Cómo lo haría? Debía ser muy cuidadoso, sigiloso y no dejar absolutamente nada que le delatase. -Vamos... Ya queda poco para que pueda deshacerme de todos vosotros de una vez por todas.- Hablaba consigo mismo en voz muy baja mientras observaba a Ryan de lejos, procurando no ser visto.
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  • Hace horas había cerrado los ojos, pensando que su momento de desaparecer había llegado, pero se equivocaba.

    Para que un alma en pena vuelva a la vida un monje debe completar un ritual con pasos muy complejos. Este monje necesitaría un alma, un voluntario, incienso de lavandas, vino tinto y sangre de un humano de corazón malvado. Todos los ingredientes debe ser acomodados a la perfección para que él alma en pena no ascienda al cielo o descienda al infierno.

    Para la suerte de Wàng Xīn un monje estaba dispuesto a devolver la vida. Pero eso significaría que ya no podría cumplir su venganza, debería acostumbrarse a la vida del siglo XXI y convivir con los humanos de ahora.

    Al finalizar con el ritual, la joven despertó, con suma delicadeza, sintiendo la pesadez de su cuerpo por primera vez se incorporó, sentándose con lentitud. Otra vez estaba viva.
    Hace horas había cerrado los ojos, pensando que su momento de desaparecer había llegado, pero se equivocaba. Para que un alma en pena vuelva a la vida un monje debe completar un ritual con pasos muy complejos. Este monje necesitaría un alma, un voluntario, incienso de lavandas, vino tinto y sangre de un humano de corazón malvado. Todos los ingredientes debe ser acomodados a la perfección para que él alma en pena no ascienda al cielo o descienda al infierno. Para la suerte de Wàng Xīn un monje estaba dispuesto a devolver la vida. Pero eso significaría que ya no podría cumplir su venganza, debería acostumbrarse a la vida del siglo XXI y convivir con los humanos de ahora. Al finalizar con el ritual, la joven despertó, con suma delicadeza, sintiendo la pesadez de su cuerpo por primera vez se incorporó, sentándose con lentitud. Otra vez estaba viva.
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  • Los ojos de Ysoria se clavaron en aquél hombre millonario que decía ser su "futuro esposo".

    Pensar en estar casada con un viejo ludópata le molestaba. Sus manos viajaron hasta los costados de sus pantimedias frente a el, mostrándole de a poco sus piernas de forma seductora.

    Todo iba bien para aquél anciano, hasta que mostró aquellas dos dagas que a ella tanto le encantaban. Se acercó al hombre con ellas, sentándose en su regazo y apoyando una en el cuello de éste.

    — ¿Realmente quieres ser mi futuro esposo, viejito?

    Preguntó, soltándo una risa ante el miedo que se veía en el varón. En cambio, la expresión de la chica era una de satisfacción. El brillo en sus ojos demostraba lo tanto que amaba su hobbie.

    ¿El resto? Es historia.
    Los ojos de Ysoria se clavaron en aquél hombre millonario que decía ser su "futuro esposo". Pensar en estar casada con un viejo ludópata le molestaba. Sus manos viajaron hasta los costados de sus pantimedias frente a el, mostrándole de a poco sus piernas de forma seductora. Todo iba bien para aquél anciano, hasta que mostró aquellas dos dagas que a ella tanto le encantaban. Se acercó al hombre con ellas, sentándose en su regazo y apoyando una en el cuello de éste. — ¿Realmente quieres ser mi futuro esposo, viejito? Preguntó, soltándo una risa ante el miedo que se veía en el varón. En cambio, la expresión de la chica era una de satisfacción. El brillo en sus ojos demostraba lo tanto que amaba su hobbie. ¿El resto? Es historia.
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  • La habitación estaba a oscuras, salvo por el resplandor tenue que se filtraba desde la lámpara antigua del pasillo. A través del umbral entreabierto, una figura se recortaba contra el fondo dorado como una sombra tallada en mármol. Inmóvil. Observando. Como si supiera que ibas a llegar… desde el primer instante.

    Sus ojos, dorados como monedas antiguas sumergidas en aceite, se clavaron en ti. No había sorpresa en su rostro. Solo esa intensidad suya, peligrosa y serena, que parecía desmenuzar cada rincón de tu alma.

    —Estás tarde —murmuró, con un deje de burla casi imperceptible, pero afilado—. ¿O fue parte de tu plan… hacerme esperar en la penumbra?

    Sus manos, elegantemente enguantadas, se entrelazaron frente a su pecho, revelando una sonrisa apenas insinuada en el borde de sus labios.
    La habitación estaba a oscuras, salvo por el resplandor tenue que se filtraba desde la lámpara antigua del pasillo. A través del umbral entreabierto, una figura se recortaba contra el fondo dorado como una sombra tallada en mármol. Inmóvil. Observando. Como si supiera que ibas a llegar… desde el primer instante. Sus ojos, dorados como monedas antiguas sumergidas en aceite, se clavaron en ti. No había sorpresa en su rostro. Solo esa intensidad suya, peligrosa y serena, que parecía desmenuzar cada rincón de tu alma. —Estás tarde —murmuró, con un deje de burla casi imperceptible, pero afilado—. ¿O fue parte de tu plan… hacerme esperar en la penumbra? Sus manos, elegantemente enguantadas, se entrelazaron frente a su pecho, revelando una sonrisa apenas insinuada en el borde de sus labios.
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  • Noticias
    Fandom Multifandom
    Categoría Comedia
    Las siguientes cuatro semanas proseguí con ayuda de mis amigas, Emily la hermana de mi novio y también con él.
    Al principio solo podía ir de la entrada principal de casa hasta el buzón, ahora puedo pasear de nuevo por el barrio.
    Todavía no me atrevo a ir más lejos, mi psicóloga dice que he avanzado mucho.
    Es cierto que aún me queda camino por recorrer, ahora mi siguiente objetivo es coger el coche o ir más lejos del barrio andando, yo sola.

    Deje el portátil sobre la mesa del jardín, Thomas sigue trabajando en el buffet. No regresará hasta la noche, poco a poco estoy volviendo a recuperar mi libertad.
    En ese instante recibo una videollamada de mi madre.

    Bella Gilbert au Emily Williams
    Las siguientes cuatro semanas proseguí con ayuda de mis amigas, Emily la hermana de mi novio y también con él. Al principio solo podía ir de la entrada principal de casa hasta el buzón, ahora puedo pasear de nuevo por el barrio. Todavía no me atrevo a ir más lejos, mi psicóloga dice que he avanzado mucho. Es cierto que aún me queda camino por recorrer, ahora mi siguiente objetivo es coger el coche o ir más lejos del barrio andando, yo sola. Deje el portátil sobre la mesa del jardín, Thomas sigue trabajando en el buffet. No regresará hasta la noche, poco a poco estoy volviendo a recuperar mi libertad. En ese instante recibo una videollamada de mi madre. Bella Gilbert au [CX_williams]
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    //Aclaraciones aquí:

    -Cualquier tipo de trama bienvenida. Peeeero el lemon solo si lo veo necesario para la trama o si hay tremendísima química entre los personajes, después de todo Shinobu no es fan del contacto fisico, no hago ese tipo de rol porque sí, de buenas a primeras. Gracias.

    -En caso de tramas más maduras que contengan escenas muy violentas o lemon, no quiero hacerlo con ussers menores de edad, se me haría muy incómodo.

    -Puedo rolear en post y en privado. También está bien algo espontáneo o planificar primero, no hay problema.

    -Si se quiere cambiar algo de la trama o tomar un rumbo distinto, todo se puede hablar, cero preocupaciones.

    -Muchas veces, aunque me veáis online, no contestaré a nada por falta de tiempo ya que mi trabajo me exige muchas horas en horarios diversos. Antaño me estresaba mucho, porque me sentía en la obligación de responder lo más rápido posible y si por lo que fuera tardaba un par de semanas o tres en hacerlo, me estresaba y a veces dejaba al personaje de lado. Eso ya no es así como es obvio, responderé cuando pueda sin preocuparme. Gracias por entenderlo.

    -Aclarar que Shinobu ya existió aquí anteriormente, por lo que ya hay un trascurso de historia y seguiré a partir de ahí, si hay algo pasado que queráis saber, solo preguntad sin problema.

    -No me niego a que él tenga pareja, ni a que forje vínculos fuertes con otros, todo lo contrario (aunque sí necesito que haya feeling de verdad entre ellos). Pero hay algo que tendréis que saber primero:
    *La historia de Shinobu ya está decidida. Este personaje morirá (en avanzada edad, no ahora) y reencarnará como otra persona distinta (aunque con similitudes) y por ende, sin ninguno de sus recuerdos. Es algo que creo deberíais tener presente todos los que queráis una trama con él.

    Dicho esto, espero podamos crear grandes historias juntos.
    Att. Laufey
    //Aclaraciones aquí: -Cualquier tipo de trama bienvenida. Peeeero el lemon solo si lo veo necesario para la trama o si hay tremendísima química entre los personajes, después de todo Shinobu no es fan del contacto fisico, no hago ese tipo de rol porque sí, de buenas a primeras. Gracias. -En caso de tramas más maduras que contengan escenas muy violentas o lemon, no quiero hacerlo con ussers menores de edad, se me haría muy incómodo. -Puedo rolear en post y en privado. También está bien algo espontáneo o planificar primero, no hay problema. -Si se quiere cambiar algo de la trama o tomar un rumbo distinto, todo se puede hablar, cero preocupaciones. -Muchas veces, aunque me veáis online, no contestaré a nada por falta de tiempo ya que mi trabajo me exige muchas horas en horarios diversos. Antaño me estresaba mucho, porque me sentía en la obligación de responder lo más rápido posible y si por lo que fuera tardaba un par de semanas o tres en hacerlo, me estresaba y a veces dejaba al personaje de lado. Eso ya no es así como es obvio, responderé cuando pueda sin preocuparme. Gracias por entenderlo. -Aclarar que Shinobu ya existió aquí anteriormente, por lo que ya hay un trascurso de historia y seguiré a partir de ahí, si hay algo pasado que queráis saber, solo preguntad sin problema. -No me niego a que él tenga pareja, ni a que forje vínculos fuertes con otros, todo lo contrario (aunque sí necesito que haya feeling de verdad entre ellos). Pero hay algo que tendréis que saber primero: *La historia de Shinobu ya está decidida. Este personaje morirá (en avanzada edad, no ahora) y reencarnará como otra persona distinta (aunque con similitudes) y por ende, sin ninguno de sus recuerdos. Es algo que creo deberíais tener presente todos los que queráis una trama con él. Dicho esto, espero podamos crear grandes historias juntos. Att. Laufey
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  • //Cualquiera puede incorporarse al rol si quiere. Tanto los que ya iniciaron historia una vez con Shinobu como gente nueva. Entiendo que algunos se podrán sentir perdidos con la historia de este pequeño lobo, después de todo llevaba mucho trayecto hecho en la cuenta original que me eliminaron x'D Si queréis saber algo, solo preguntad.

    Estuvo ya un tiempo planificando qué hacer con todos los problemas que parecían perseguirle. Ciertamente su tío ya no supondría una molestia como solía, pues gracias a un gran amigo del joven lobo, le dieron una lección que nunca olvidaría y con la que se asegurarían de que no volviera a tocar un solo cabello del muchacho.
    Sin embargo parece que a los mafiosos a los que el tío de Shinobu les debía muchísimo dinero (y a los cuales el chico tuvo que estar devolviendo dicho dinero trabajando para ellos cuando el susodicho sujeto desapareció), no les pareció que fueran a sacar nada rentable de un hombre que quedó moribundo y qué, a demás, no tenía ni un mendrugo de pan que llevarse a la boca.

    ¿En qué tocaba todo esto a Shinobu? Bueno, volvía a ser el objetivo de esos hombres para cobrar la deuda ya que era el aval de la misma.

    No iba a permitir que volvieran a hacerle la vida imposible y poco a poco fue recabando más y más información sobre cada uno de los miembros importantes de aquella organización. Algunas veces se ponía en contacto con sus más cercanos, de forma discreta, para que no se preocupasen y supieran que seguía vivo y a salvo. No faltaba mucho para poner en marcha el plan... Uno bastante arriesgado en realidad.

    La puesta del Sol en el horizonte, tiñendo de colores rosados y morados el cielo, colores que se reflejaban en las cristalinas agua de aquella playa en la que se encontraba. Pues sí, no había parado de moverse de un lado a otro mientras recopilaba la información necesaria. Aún así necesitaba un poco de tiempo para relajarse a veces y, sobre todo, mentalizarse. Después de todo la jugada podría ser maestra o salir estrepitosamente mal. Fuera como fuese debía zanjar eso sin importar qué.

    Allí se encontraba, solitario, sentado en la arena sintiendo la fresca brisa en su rostro, ese relajante aroma a mar.

    -Estaría bien que todos los días fueran así...- Murmuró.
    //Cualquiera puede incorporarse al rol si quiere. Tanto los que ya iniciaron historia una vez con Shinobu como gente nueva. Entiendo que algunos se podrán sentir perdidos con la historia de este pequeño lobo, después de todo llevaba mucho trayecto hecho en la cuenta original que me eliminaron x'D Si queréis saber algo, solo preguntad. Estuvo ya un tiempo planificando qué hacer con todos los problemas que parecían perseguirle. Ciertamente su tío ya no supondría una molestia como solía, pues gracias a un gran amigo del joven lobo, le dieron una lección que nunca olvidaría y con la que se asegurarían de que no volviera a tocar un solo cabello del muchacho. Sin embargo parece que a los mafiosos a los que el tío de Shinobu les debía muchísimo dinero (y a los cuales el chico tuvo que estar devolviendo dicho dinero trabajando para ellos cuando el susodicho sujeto desapareció), no les pareció que fueran a sacar nada rentable de un hombre que quedó moribundo y qué, a demás, no tenía ni un mendrugo de pan que llevarse a la boca. ¿En qué tocaba todo esto a Shinobu? Bueno, volvía a ser el objetivo de esos hombres para cobrar la deuda ya que era el aval de la misma. No iba a permitir que volvieran a hacerle la vida imposible y poco a poco fue recabando más y más información sobre cada uno de los miembros importantes de aquella organización. Algunas veces se ponía en contacto con sus más cercanos, de forma discreta, para que no se preocupasen y supieran que seguía vivo y a salvo. No faltaba mucho para poner en marcha el plan... Uno bastante arriesgado en realidad. La puesta del Sol en el horizonte, tiñendo de colores rosados y morados el cielo, colores que se reflejaban en las cristalinas agua de aquella playa en la que se encontraba. Pues sí, no había parado de moverse de un lado a otro mientras recopilaba la información necesaria. Aún así necesitaba un poco de tiempo para relajarse a veces y, sobre todo, mentalizarse. Después de todo la jugada podría ser maestra o salir estrepitosamente mal. Fuera como fuese debía zanjar eso sin importar qué. Allí se encontraba, solitario, sentado en la arena sintiendo la fresca brisa en su rostro, ese relajante aroma a mar. -Estaría bien que todos los días fueran así...- Murmuró.
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  • The Dreamscape
    Fandom OC
    Categoría Original
    https://www.youtube.com/watch?v=D-WYoicHI4s

    Ina’nis Ninomae

    —"Mírate. Incluso ahora a la deriva en tu mundo perfecto. Tu respiración se ha calmado. Tu pulso se ha suavizado. Tu mente, antes esparcida entre cielos infinitos... ahora yace acunada en la quietud"—.

    "The Dreamscape". El mundo de los sueños. Donde no había dolor, donde no había sufrimiento. Donde los anhelos del corazón se volvían realidad. Un mundo "paralelo" a la realidad, dos caras de una misma moneda jamás destinados a cruzarse... De no ser por por la intervención tan ambiciosa del Halovian.

    Su voz hizo eco en lo que parecía una especie de templo atemporal, etéreo, místico. No habían paredes, pues el infinito era el límite. Las estrellas titilaban en todas las direcciones, como si estuviesen sumidos en la inmensidad del universo.

    Las palabras del varón, las palabras de Sunday, iban dirigidas a una figura femenina encapsulada en lo que parecía ser una burbuja de luz. Rodeada de estrellas que giraban en órbita a esta.

    Pequeña niña, viviendo su vida perfecta, desconectada de las voces del abisnmo, desconectada de la triste realidad que significaba, lo que era hasta el momento, "el mundo real". Uno que buscaba rediseñar en un sueño perpetuo para la humanidad.

    —"Alcanzaste otros mundos buscando maravillas... buscando sentido... buscando algo que tu frágil vida jamás podría ofrecerte. Y lo entiendo. Créeme... lo entiendo"—.

    Su mirada llena de melancolía. Llena de compasión, dulce como la de un padre hacia su hija. Abrió sus brazos, contemplándola en la perfección del sueño eterno.

    Del físico de lna'nis parecían, con paciencia y calma, emerger pequeñas esferas lumínicas, que como pequeñas flamas flotaban hacia el cielo infinito, convirtiéndose en estrellas.

    Las miles de almas que había consumido, las miles de vidas que había aterrorizado ahora encontrarían la paz, pues cada una entraba igualmente en el dominio de Sunday, la ilusión de la vida que no pudieron tener. La vida que les fue arrebatada, el descanso que les fue perturbado.

    —"Los sueños son hermosos, ¿No lo crees? Pero los sueños son cosas frágiles. Cuando se dejan abandonados... se quiebran. Cuando se confían a las manos de los mortales... mueren.

    No permitiré ese destino para ti. Tú eres la primera. La primera alma en deslizarse bajo mi Sinfonía del Orden. La primera en dormir sin temor. La primera en despertar... en un mundo sin final."—.

    Sunday terminó por cerrar los ojos en solemnidad.

    —"No serás olvidada. No estarás sola. Y a través de ti... el sueño crecerá. Se extenderá, suave, inquebrantable, infinito, a cada costa, a cada estrella, a cada mundo silencioso que aguarda ser consolado.

    Descansa ya. Has vagado suficiente. Este... es el lugar donde siempre debiste estar"—.

    Y con una sonrisa media vuelta se dio. Sus pasos hacían eco de la sinfonía del Orden que tocaban las estrellas. Esa paz irrevocable que con una desquiciada sonrisa buscaba llevar a la humanidad. Se desvaneció como polvo celestial, avanzando a la próxima etapa de su gran plan.
    https://www.youtube.com/watch?v=D-WYoicHI4s [HugsFromTheVo1d] —"Mírate. Incluso ahora a la deriva en tu mundo perfecto. Tu respiración se ha calmado. Tu pulso se ha suavizado. Tu mente, antes esparcida entre cielos infinitos... ahora yace acunada en la quietud"—. "The Dreamscape". El mundo de los sueños. Donde no había dolor, donde no había sufrimiento. Donde los anhelos del corazón se volvían realidad. Un mundo "paralelo" a la realidad, dos caras de una misma moneda jamás destinados a cruzarse... De no ser por por la intervención tan ambiciosa del Halovian. Su voz hizo eco en lo que parecía una especie de templo atemporal, etéreo, místico. No habían paredes, pues el infinito era el límite. Las estrellas titilaban en todas las direcciones, como si estuviesen sumidos en la inmensidad del universo. Las palabras del varón, las palabras de Sunday, iban dirigidas a una figura femenina encapsulada en lo que parecía ser una burbuja de luz. Rodeada de estrellas que giraban en órbita a esta. Pequeña niña, viviendo su vida perfecta, desconectada de las voces del abisnmo, desconectada de la triste realidad que significaba, lo que era hasta el momento, "el mundo real". Uno que buscaba rediseñar en un sueño perpetuo para la humanidad. —"Alcanzaste otros mundos buscando maravillas... buscando sentido... buscando algo que tu frágil vida jamás podría ofrecerte. Y lo entiendo. Créeme... lo entiendo"—. Su mirada llena de melancolía. Llena de compasión, dulce como la de un padre hacia su hija. Abrió sus brazos, contemplándola en la perfección del sueño eterno. Del físico de lna'nis parecían, con paciencia y calma, emerger pequeñas esferas lumínicas, que como pequeñas flamas flotaban hacia el cielo infinito, convirtiéndose en estrellas. Las miles de almas que había consumido, las miles de vidas que había aterrorizado ahora encontrarían la paz, pues cada una entraba igualmente en el dominio de Sunday, la ilusión de la vida que no pudieron tener. La vida que les fue arrebatada, el descanso que les fue perturbado. —"Los sueños son hermosos, ¿No lo crees? Pero los sueños son cosas frágiles. Cuando se dejan abandonados... se quiebran. Cuando se confían a las manos de los mortales... mueren. No permitiré ese destino para ti. Tú eres la primera. La primera alma en deslizarse bajo mi Sinfonía del Orden. La primera en dormir sin temor. La primera en despertar... en un mundo sin final."—. Sunday terminó por cerrar los ojos en solemnidad. —"No serás olvidada. No estarás sola. Y a través de ti... el sueño crecerá. Se extenderá, suave, inquebrantable, infinito, a cada costa, a cada estrella, a cada mundo silencioso que aguarda ser consolado. Descansa ya. Has vagado suficiente. Este... es el lugar donde siempre debiste estar"—. Y con una sonrisa media vuelta se dio. Sus pasos hacían eco de la sinfonía del Orden que tocaban las estrellas. Esa paz irrevocable que con una desquiciada sonrisa buscaba llevar a la humanidad. Se desvaneció como polvo celestial, avanzando a la próxima etapa de su gran plan.
    Tipo
    Grupal
    Líneas
    5
    Estado
    Disponible
    Me shockea
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  • El bosque respiraba a su alrededor. No con la alegría de siempre, no con ese susurro juguetón que solía acariciar su cabello como un niño que pedía atención. Fauna caminaba descalza sobre la tierra húmeda, sintiendo cada grieta, cada herida abierta en el suelo. Era como si el mundo llorara a través de aquel bosque. Sus dedos se cerraron alrededor de su manzana dorada, pero hoy no brillaba. Hoy pesaba como un pecado.

    "¿Cuántas veces hemos muerto ya?"

    La pregunta flotó en su mente, como respuesta a las visiones que Aika le había mostrado hace unos días. Líneas de tiempo como cicatrices.

    Un estremecimiento recorrió su espalda. Las flores a sus pies se cerraron al contacto con sus lágrimas. Veneno. Ella, que solo sabía sanar, ahora goteaba amargura.

    — ¡No debería doler tanto! —golpeó el tronco de un roble, y al instante, la corteza se agrietó bajo sus nudillos.

    Retrocedió al instante, horrorizada. Ese no era su poder. El roble murió en segundos, sus hojas volviéndose polvo entre sus dedos.

    Algo crecía dentro de ella.

    No era solo la furia de la naturaleza, no era el vendaval que solía invocar cuando defendia a los suyos. Era algo más profundo, más oscuro. Como esos sucesos que Aika le mostró en un futuro dónde todo se perdía: raíces negras, retorciéndose en su pecho, ahogando su luz.

    — ¿Que debo hacer? ¿Matar? ¿Convertirme en tormenta hasta que nadie se atreva a alzar la voz? —se hundió de rodillas, y la tierra gritó a su alrededor. Los pájaros callaron. Las lágrimas no paraban de salir.

    Entonces lo vio: Un brote verde, frágil, abriéndose paso entre la tierra agrietada. Vida. Aún aquí. Aún a pesar de todo. Contuvo el aliento, y algo se quebró dentro de su pecho.

    Volvió a alzar la manzana dorado, y por primera vez tras varios días, un destello bailó en la superficie. No era la paz ingenua de antes. No era la furia ciega de la naturaleza herida. Era elección.

    — Si debo ser un huracán... al menos debería ser uno que siembre semillas en la destrucción...

    Cuando se levantó, el bosque retumbó con ella. Cerró los ojos, dejando que la brisa jugará con su cabello una vez más, como si las memorias de los caídos pudieran trenzarse entre sus hebras verdes y azules.

    — ¿De que servirán las líneas del tiempo si todas se tiñen igual?

    No importaba quien alzaba la espada primero, ni quien gritaba más fuerte. Al final, en todas las líneas de tiempo, el suelo siempre quedaba salpicado de lo mismo: Lágrimas. Dolor. Pérdida. Arrepentímiento.

    — Tal vez... el error está en creer que alguien tiene que ganar...
    El bosque respiraba a su alrededor. No con la alegría de siempre, no con ese susurro juguetón que solía acariciar su cabello como un niño que pedía atención. Fauna caminaba descalza sobre la tierra húmeda, sintiendo cada grieta, cada herida abierta en el suelo. Era como si el mundo llorara a través de aquel bosque. Sus dedos se cerraron alrededor de su manzana dorada, pero hoy no brillaba. Hoy pesaba como un pecado. "¿Cuántas veces hemos muerto ya?" La pregunta flotó en su mente, como respuesta a las visiones que Aika le había mostrado hace unos días. Líneas de tiempo como cicatrices. Un estremecimiento recorrió su espalda. Las flores a sus pies se cerraron al contacto con sus lágrimas. Veneno. Ella, que solo sabía sanar, ahora goteaba amargura. — ¡No debería doler tanto! —golpeó el tronco de un roble, y al instante, la corteza se agrietó bajo sus nudillos. Retrocedió al instante, horrorizada. Ese no era su poder. El roble murió en segundos, sus hojas volviéndose polvo entre sus dedos. Algo crecía dentro de ella. No era solo la furia de la naturaleza, no era el vendaval que solía invocar cuando defendia a los suyos. Era algo más profundo, más oscuro. Como esos sucesos que Aika le mostró en un futuro dónde todo se perdía: raíces negras, retorciéndose en su pecho, ahogando su luz. — ¿Que debo hacer? ¿Matar? ¿Convertirme en tormenta hasta que nadie se atreva a alzar la voz? —se hundió de rodillas, y la tierra gritó a su alrededor. Los pájaros callaron. Las lágrimas no paraban de salir. Entonces lo vio: Un brote verde, frágil, abriéndose paso entre la tierra agrietada. Vida. Aún aquí. Aún a pesar de todo. Contuvo el aliento, y algo se quebró dentro de su pecho. Volvió a alzar la manzana dorado, y por primera vez tras varios días, un destello bailó en la superficie. No era la paz ingenua de antes. No era la furia ciega de la naturaleza herida. Era elección. — Si debo ser un huracán... al menos debería ser uno que siembre semillas en la destrucción... Cuando se levantó, el bosque retumbó con ella. Cerró los ojos, dejando que la brisa jugará con su cabello una vez más, como si las memorias de los caídos pudieran trenzarse entre sus hebras verdes y azules. — ¿De que servirán las líneas del tiempo si todas se tiñen igual? No importaba quien alzaba la espada primero, ni quien gritaba más fuerte. Al final, en todas las líneas de tiempo, el suelo siempre quedaba salpicado de lo mismo: Lágrimas. Dolor. Pérdida. Arrepentímiento. — Tal vez... el error está en creer que alguien tiene que ganar...
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