• Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    // Tengo un dilema.
    Hemos hablado [XELLOS], Gaudy y yo sobre nuestra trama. La cuestión es que Gaudy no va a poder estar mucho por aquí porque es temporada alta para el negocio de su familia y le necesitan.

    Xellos y yo entoces hemos pensado en esperar a Ameria, Zel y Gaudy en vez de seguir la trama por nuestra cuenta. Bueno, Xellos y yo queremos hacer una trama concreta pero la queremos hacer en Discord porque es muy personal y por más razones.
    Entonces, en lo que Ame y Zel regresan (que no va a ser pronto) he pensado en crearme un personaje de Jujutsu Kaisen y no sé si editar esta cuenta o crearme un personaje nuevo...
    Lo digo de cara a los premios, si sigo en esta cuenta sigo acumulando puntos para premios, sino es empezar de cero y dejar esta a un margen una larga temporada. Os escucho
    // Tengo un dilema. Hemos hablado [XELLOS], [GAUDY] y yo sobre nuestra trama. La cuestión es que Gaudy no va a poder estar mucho por aquí porque es temporada alta para el negocio de su familia y le necesitan. Xellos y yo entoces hemos pensado en esperar a Ameria, Zel y Gaudy en vez de seguir la trama por nuestra cuenta. Bueno, Xellos y yo queremos hacer una trama concreta pero la queremos hacer en Discord porque es muy personal y por más razones. Entonces, en lo que Ame y Zel regresan (que no va a ser pronto) he pensado en crearme un personaje de Jujutsu Kaisen y no sé si editar esta cuenta o crearme un personaje nuevo... Lo digo de cara a los premios, si sigo en esta cuenta sigo acumulando puntos para premios, sino es empezar de cero y dejar esta a un margen una larga temporada. Os escucho 👀
    Me gusta
    2
    0 comentarios 0 compartidos 645 vistas
  • 𝑴𝒐𝒏𝒐𝒓𝒓𝒐𝒍

    La tarde ya estaba cayendo cuando Reena se asomó a una de las ventanas del Palacio Real.

    Desde su enfrentamiento con Serpiente, [XELLOS] no quería que abandonara el castillo si no iba con él y, aunque a ella no le gustaban aquel tipo de medidas, también sabía que el poder de Serpiente era muy superior al suyo y solo Xellos podría hacerle frente.

    Sin embargo, al mirar a través de los cristales de aquella ventana, observó a un hechicero de aspecto extraño y con ropajes oscuros deambulando por los jardines del Palacio Real de Saillune.

    En ese instante recordó que días atrás algunos aldeanos le habían comentado que, antes de enfermar, habían visto en varias ocasiones al Principe Philionel hablando con un hechicero de aspecto extraño al que los aldeanos llamaban El Extranjero.

    La Hechicera no podía quedarse con la duda, quería saber si aquel hombre que estaba por allí era El Extranjero y, si lo era, por qué había vuelto y qué buscaba.

    Salió corriendo por los pasillos del Palacio Real y bajó numerosas escaleras. Finalmente logró salir al exterior y se internó entre los jardines del Palacio buscando a aquel hombre.

    Sentía que cada vez se adentraba más y más en los jardines pero no había rastro de aquel hombre.

    —Eres muy valiente viniendo aquí — dijo una voz a sus espaldas.

    La hechicera giró sobre sí misma bruscamente y, entonces todo cambió.

    Donde antes estaban los jardines del Palacio Real, hermosos y floridos bajo la dorada luz de la tarde, ahora había una extensa llanura de suelo terroso, el cielo estaba completamente oscurecido y del mismo caían poderosos relámpagos acompañados de un sonido atronador.

    —Una distorsión espacial... —murmuró Reena dándose cuenta gracias a esa distorsión de que no era un hechicero, sino un Mazoku. —¿Por qué haces esto?

    —Es obvio, ¿no? —rió el mazoku de forma siniestra. —Desde que tú y tu amiguito llegasteis aquí te has convertido en una enemiga para mis intereses. A [XELLOS] no puedo matarle, una cuestión de desequilibrio de poder entre él y yo —hizo una mueca de desagrado. —Pero a ti voy a matarte ahora mismo.

    —¿Por qué hiciste enfermar a Philionel? —preguntó la hechicera desenvainando su espada.

    Sabía que no era la mejor guerrera con la espada, jamás podría hacerle sombra a grandes espadachines como Gaudy y Zelgadiss, pero sí sabía mantener el tipo con una espada en batalla.

    —Porque estorbaba. Es gracioso como puedes enloquecer la mente de un hombre poderoso haciéndole creer que hay una conspiración en su contra, así te ganas su confianza y cuando la tienes, borrarle del mapa es cuestión de tiempo... Y créeme, lo habría logrado de no haber sido por ti y tus amigos.

    —¿En qué estorbaba a un Mazoku el Principe Philionel? ¿Qué quiere un Mazoku de Saillune?

    —Gobernar y extender el dominio Mazoku hacia el resto de territorios bajo la Barrera Mazoku. Recuperar nuestra hegemonía en estas tierras.

    —¿Y por qué empezar por Saillune?

    —Porque su corona es débil desde hace muchos años. Philionel ha sabido reinar bien, pero está solo... Su hermano menor está más preocupado en llorar la muerte de su propio hijo que en ayudar a su hermano mayor, su hija Ameria está más preocupada por la salud de su padre que su reino... ¿A quién recurrirán ahora que ni Philionel ni Ameria están?

    —No tienes el apoyo de nadie en Saillune. Nadie confía en ti. No lograrás ocupar la regencia.

    Entonces el Mazoku esbozó una sonrisa macabra y, en un abrir y cerrar de ojos, donde debería de estar El Extrajero, ahora se encontraba Ameria.

    —Eres un maldito bastardo.

    —Solo soy un Demonio. Está en mi naturaleza ser como soy. Dado que te acuestas con uno de los nuestros, deberías de saberlo mejor que nadie.

    Y con un movimiento rápido lanzó un ataque de magia oscura contra la Hechicera. ¿En serio la iba a obligar a luchar mientras él mantenía la apariencia de Ameria?

    Reena se lanzó bruscamente contra el suelo esquivando por puro milagro el ataque.

    Mientras volvía a ponerse en pie recitó rápidamente unas palabras invocando al poder del Rey Demonio Shabranigdu:

    —¡FIRE BALL!

    Una enorme bola de fuego brotó de las manos de la hechicera y salió lanzada hacia el Mazoku.

    Este desapareció, volviendo a aparecer justo detrás de Reena. Le dio una patada en la espalda y la derribó contra el suelo.

    Teniéndola en el suelo le colocó el filo de una espada en su cuello. Era una burla. Estaba insultando al poder de la Hechicera insinuándole que le bastante el arma más humana para matarla.

    —Voy a ser muy afortunado al poder ver cómo se apaga la luz de tus ojos.

    Reena movió su propia espada y la hizo chocar con la contraria. Logró apartar la espada del Mazoku de su cuello, aunque le quedó una pequeña herida en su garganta.

    —¡FLARE ARROW!

    Gritó Reena nada más que se puso en pie. Una flecha brotó de sus manos, como si sostuviera un arco invisible y la lanzó hacia el Mazoku.

    El Mazoku se apartó bruscamente, esquivando el ataque, pero Reena ya contaba con que hiciera aquello.

    —¡BRAKE!

    La flecha se fragmentó en múltiples flechas muchas de las cuales alcanzaron al Mazoku.

    Movido por el odio, con un chasquido de dedos hizo que unas gruesas cadenas de pura energía se enrollaran alrededor del cuerpo de la Hechicera.

    Reena perdió el equilibrio y cayó al suelo.

    Aquellas cadenas apretaban tanto que a penas podía respirar. Sus ojos se llenaron de lágrimas, ¡iba a morir y no había nadie allí para ayudarla!

    Entonces vio su propia sombra en el suelo. Había un hechizo para el que no necesitaba sus manos.

    —¡Dis Fang!

    De su propia sombra brotó un enorme dragón de oscuridad que se abalanzó contra el Mazoku.

    Aquello no lo esperaba el Mazoku, por lo que el dragón, capaz de atacar el lado astral de cualquier enemigo, le desgarró parte de un hombro y un brazo.

    Con un simple hechizo de luz el Mazoku hizo desaparecer el dragón de oscuridad, pero ya estada herido, y había perdido la concentración sobre Reena, por lo que las cuerdas de energía con la que la tenía atada habían desaparecido.

    Reena ya se había puesto de pie, y ya había recitado su siguiente hechizo.

    —En las profundidades del bosque helado, rey que gobiernas sobre las criaturas salvajes, con vuestro colmillo que trae la destrucción, a aquellos que bloquean nuestro camino, con el poder que vos y yo poseemos, recompensémosles con la destrucción. ¡ZELAS BRID!

    Con este hechizo había invocado el poder de Zelas Metallium, la creadora de Xellos.

    Reena reunió el poder en su mano y lo liberó en forma de un rayo de luz. Ese rayo era capaz de destruir a cualquier Mazoku de clase media.

    Al no tener tiempo para reaccionar, el Mazoku con el aspecto de Ameria recibió el impacto y quedó reducido a cenizas.

    La distorsión espacial desapareció y Reena apareció de nuevo en los jardines del Palacio Real de Saillune.

    Cayó en el suelo de rodillas jadeando y temblando. Sentía que había esquivado a la muerte por pura suerte.

    Aquel hechizo que había destruido al Mazoku había drenado toda su energía y su cabello se había vuelto completamente blanco. No le quedaba más energía.

    Elevó la mirada y miró al cielo.

    —¡ENVY! —gritó cuando se dio cuenta de que, mientras luchaba con aquel Mazoku, la noche había caído y la luna llena brillaba en lo alto del cielo.







    #2D #Personajes2D #Comunidad2D #Slayers
    🌿🌺 𝑴𝒐𝒏𝒐𝒓𝒓𝒐𝒍 🌺🌿 La tarde ya estaba cayendo cuando Reena se asomó a una de las ventanas del Palacio Real. Desde su enfrentamiento con Serpiente, [XELLOS] no quería que abandonara el castillo si no iba con él y, aunque a ella no le gustaban aquel tipo de medidas, también sabía que el poder de Serpiente era muy superior al suyo y solo Xellos podría hacerle frente. Sin embargo, al mirar a través de los cristales de aquella ventana, observó a un hechicero de aspecto extraño y con ropajes oscuros deambulando por los jardines del Palacio Real de Saillune. En ese instante recordó que días atrás algunos aldeanos le habían comentado que, antes de enfermar, habían visto en varias ocasiones al Principe Philionel hablando con un hechicero de aspecto extraño al que los aldeanos llamaban El Extranjero. La Hechicera no podía quedarse con la duda, quería saber si aquel hombre que estaba por allí era El Extranjero y, si lo era, por qué había vuelto y qué buscaba. Salió corriendo por los pasillos del Palacio Real y bajó numerosas escaleras. Finalmente logró salir al exterior y se internó entre los jardines del Palacio buscando a aquel hombre. Sentía que cada vez se adentraba más y más en los jardines pero no había rastro de aquel hombre. —Eres muy valiente viniendo aquí — dijo una voz a sus espaldas. La hechicera giró sobre sí misma bruscamente y, entonces todo cambió. Donde antes estaban los jardines del Palacio Real, hermosos y floridos bajo la dorada luz de la tarde, ahora había una extensa llanura de suelo terroso, el cielo estaba completamente oscurecido y del mismo caían poderosos relámpagos acompañados de un sonido atronador. —Una distorsión espacial... —murmuró Reena dándose cuenta gracias a esa distorsión de que no era un hechicero, sino un Mazoku. —¿Por qué haces esto? —Es obvio, ¿no? —rió el mazoku de forma siniestra. —Desde que tú y tu amiguito llegasteis aquí te has convertido en una enemiga para mis intereses. A [XELLOS] no puedo matarle, una cuestión de desequilibrio de poder entre él y yo —hizo una mueca de desagrado. —Pero a ti voy a matarte ahora mismo. —¿Por qué hiciste enfermar a Philionel? —preguntó la hechicera desenvainando su espada. Sabía que no era la mejor guerrera con la espada, jamás podría hacerle sombra a grandes espadachines como Gaudy y Zelgadiss, pero sí sabía mantener el tipo con una espada en batalla. —Porque estorbaba. Es gracioso como puedes enloquecer la mente de un hombre poderoso haciéndole creer que hay una conspiración en su contra, así te ganas su confianza y cuando la tienes, borrarle del mapa es cuestión de tiempo... Y créeme, lo habría logrado de no haber sido por ti y tus amigos. —¿En qué estorbaba a un Mazoku el Principe Philionel? ¿Qué quiere un Mazoku de Saillune? —Gobernar y extender el dominio Mazoku hacia el resto de territorios bajo la Barrera Mazoku. Recuperar nuestra hegemonía en estas tierras. —¿Y por qué empezar por Saillune? —Porque su corona es débil desde hace muchos años. Philionel ha sabido reinar bien, pero está solo... Su hermano menor está más preocupado en llorar la muerte de su propio hijo que en ayudar a su hermano mayor, su hija Ameria está más preocupada por la salud de su padre que su reino... ¿A quién recurrirán ahora que ni Philionel ni Ameria están? —No tienes el apoyo de nadie en Saillune. Nadie confía en ti. No lograrás ocupar la regencia. Entonces el Mazoku esbozó una sonrisa macabra y, en un abrir y cerrar de ojos, donde debería de estar El Extrajero, ahora se encontraba Ameria. —Eres un maldito bastardo. —Solo soy un Demonio. Está en mi naturaleza ser como soy. Dado que te acuestas con uno de los nuestros, deberías de saberlo mejor que nadie. Y con un movimiento rápido lanzó un ataque de magia oscura contra la Hechicera. ¿En serio la iba a obligar a luchar mientras él mantenía la apariencia de Ameria? Reena se lanzó bruscamente contra el suelo esquivando por puro milagro el ataque. Mientras volvía a ponerse en pie recitó rápidamente unas palabras invocando al poder del Rey Demonio Shabranigdu: —¡FIRE BALL! Una enorme bola de fuego brotó de las manos de la hechicera y salió lanzada hacia el Mazoku. Este desapareció, volviendo a aparecer justo detrás de Reena. Le dio una patada en la espalda y la derribó contra el suelo. Teniéndola en el suelo le colocó el filo de una espada en su cuello. Era una burla. Estaba insultando al poder de la Hechicera insinuándole que le bastante el arma más humana para matarla. —Voy a ser muy afortunado al poder ver cómo se apaga la luz de tus ojos. Reena movió su propia espada y la hizo chocar con la contraria. Logró apartar la espada del Mazoku de su cuello, aunque le quedó una pequeña herida en su garganta. —¡FLARE ARROW! Gritó Reena nada más que se puso en pie. Una flecha brotó de sus manos, como si sostuviera un arco invisible y la lanzó hacia el Mazoku. El Mazoku se apartó bruscamente, esquivando el ataque, pero Reena ya contaba con que hiciera aquello. —¡BRAKE! La flecha se fragmentó en múltiples flechas muchas de las cuales alcanzaron al Mazoku. Movido por el odio, con un chasquido de dedos hizo que unas gruesas cadenas de pura energía se enrollaran alrededor del cuerpo de la Hechicera. Reena perdió el equilibrio y cayó al suelo. Aquellas cadenas apretaban tanto que a penas podía respirar. Sus ojos se llenaron de lágrimas, ¡iba a morir y no había nadie allí para ayudarla! Entonces vio su propia sombra en el suelo. Había un hechizo para el que no necesitaba sus manos. —¡Dis Fang! De su propia sombra brotó un enorme dragón de oscuridad que se abalanzó contra el Mazoku. Aquello no lo esperaba el Mazoku, por lo que el dragón, capaz de atacar el lado astral de cualquier enemigo, le desgarró parte de un hombro y un brazo. Con un simple hechizo de luz el Mazoku hizo desaparecer el dragón de oscuridad, pero ya estada herido, y había perdido la concentración sobre Reena, por lo que las cuerdas de energía con la que la tenía atada habían desaparecido. Reena ya se había puesto de pie, y ya había recitado su siguiente hechizo. —En las profundidades del bosque helado, rey que gobiernas sobre las criaturas salvajes, con vuestro colmillo que trae la destrucción, a aquellos que bloquean nuestro camino, con el poder que vos y yo poseemos, recompensémosles con la destrucción. ¡ZELAS BRID! Con este hechizo había invocado el poder de Zelas Metallium, la creadora de Xellos. Reena reunió el poder en su mano y lo liberó en forma de un rayo de luz. Ese rayo era capaz de destruir a cualquier Mazoku de clase media. Al no tener tiempo para reaccionar, el Mazoku con el aspecto de Ameria recibió el impacto y quedó reducido a cenizas. La distorsión espacial desapareció y Reena apareció de nuevo en los jardines del Palacio Real de Saillune. Cayó en el suelo de rodillas jadeando y temblando. Sentía que había esquivado a la muerte por pura suerte. Aquel hechizo que había destruido al Mazoku había drenado toda su energía y su cabello se había vuelto completamente blanco. No le quedaba más energía. Elevó la mirada y miró al cielo. —¡ENVY! —gritó cuando se dio cuenta de que, mientras luchaba con aquel Mazoku, la noche había caído y la luna llena brillaba en lo alto del cielo. #2D #Personajes2D #Comunidad2D #Slayers
    Me shockea
    Me gusta
    Me encocora
    5
    0 turnos 0 maullidos 1275 vistas
  • Ya echaba de menos a Ameria y a [ZELGADISS] a pesar de que se habían ido hacía solo unas horas.

    No le gustaba demasiado expresar aquel tipo de sentimientos y además, sabía que para [XELLOS] sus dos amigos no tenían el mismo significado que para ella, por lo que sentía que aunque quisiera hablarlo Xellos no podría entenderla.

    De igual modo, cuando cayó la noche no quiso regresar a la ciudad, sino que prefirió quedarse con Xellos, en una hermosa pradera cerca de la ciudad, envueltos por el tibio calor de una fogata y viendo la noche cernirse sobre ellos.
    Ya echaba de menos a [AMERIA] y a [ZELGADISS] a pesar de que se habían ido hacía solo unas horas. No le gustaba demasiado expresar aquel tipo de sentimientos y además, sabía que para [XELLOS] sus dos amigos no tenían el mismo significado que para ella, por lo que sentía que aunque quisiera hablarlo Xellos no podría entenderla. De igual modo, cuando cayó la noche no quiso regresar a la ciudad, sino que prefirió quedarse con Xellos, en una hermosa pradera cerca de la ciudad, envueltos por el tibio calor de una fogata y viendo la noche cernirse sobre ellos.
    Me shockea
    1
    18 turnos 2 maullidos 1752 vistas
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    ¡Terminado!
    Rol de despedida de Ameria y [ZELGADISS]. Les voy a echar mucho de menos hasta que vuelvan
    🌿🌺 ¡Terminado! 🌺🌿 Rol de despedida de [AMERIA] y [ZELGADISS]. Les voy a echar mucho de menos hasta que vuelvan 😭💔
    * Los días habían ido pasando en Saillune y, mientras Ameria tomaba las riendas del reino asumiendo la regencia, tenía que ver como la salud de su padre se debilitaba más y más.

    Tal era el estado del Príncipe Philionel que varios médicos versados en magia curativa habían determinado que, si su estado de salud no mejoraba milagrosamente en las próximas horas, al Príncipe tan solo le quedaban unos días de vida.

    Así Ameria había decidido tomar una decisión, una decisión para la cual contó con el apoyo de [Reena], [Xellos], [Envy3] y [Zelgadiss] en una reunión que llevaron a cabo durante la noche en su habitación.

    Al llegar la mañana, y siguiendo en plan acordado con sus amigos, Ameria se reunió con su tío, el Príncipe Christopher. En aquella reunión le pidió que asumiera la regencia del reino.

    Después mandó preparar un coche de caballos para ella, su padre, un médico y, por supuesto, Zelgadiss, quien viajaría con ellos durante los próximos meses.

    El plan era sacar a Philionel de Saillune, llevarlo lejos del reino para alejarlo de aquella influencia oscura que estaba acabando con su vida.

    La intención de Ameria era viajar hasta la Alianza de los Estados Costeros y, una vez allí, tomar un barco que los llevara a los territorios transoceánicos.

    ¿Por qué allí? Los territorios de la Barrera Mazoku estaban amenazados por rumores de guerra. Cualquier otro destino podría ser peligroso para Philionel, y los territorios tras el Desierto de la Destrucción parecían ser los que pretendían iniciar una guerra contra los territorios de la Barrera Mazoku, por lo que estaban totalmente descartados, así es que viajar a los reinos transoceánicos era lo más seguro.

    Ameria se acercó a Reena, Xellos y Envy con una sonrisa de verdadero agradecimiento. *

    Nos volveremos a ver pronto, chicos. Lo sé.
    Me encocora
    2
    0 comentarios 0 compartidos 650 vistas
  • * Los días habían ido pasando en Saillune y, mientras Ameria tomaba las riendas del reino asumiendo la regencia, tenía que ver como la salud de su padre se debilitaba más y más.

    Tal era el estado del Príncipe Philionel que varios médicos versados en magia curativa habían determinado que, si su estado de salud no mejoraba milagrosamente en las próximas horas, al Príncipe tan solo le quedaban unos días de vida.

    Así Ameria había decidido tomar una decisión, una decisión para la cual contó con el apoyo de [Reena], [Xellos], [Envy3] y [Zelgadiss] en una reunión que llevaron a cabo durante la noche en su habitación.

    Al llegar la mañana, y siguiendo en plan acordado con sus amigos, Ameria se reunió con su tío, el Príncipe Christopher. En aquella reunión le pidió que asumiera la regencia del reino.

    Después mandó preparar un coche de caballos para ella, su padre, un médico y, por supuesto, Zelgadiss, quien viajaría con ellos durante los próximos meses.

    El plan era sacar a Philionel de Saillune, llevarlo lejos del reino para alejarlo de aquella influencia oscura que estaba acabando con su vida.

    La intención de Ameria era viajar hasta la Alianza de los Estados Costeros y, una vez allí, tomar un barco que los llevara a los territorios transoceánicos.

    ¿Por qué allí? Los territorios de la Barrera Mazoku estaban amenazados por rumores de guerra. Cualquier otro destino podría ser peligroso para Philionel, y los territorios tras el Desierto de la Destrucción parecían ser los que pretendían iniciar una guerra contra los territorios de la Barrera Mazoku, por lo que estaban totalmente descartados, así es que viajar a los reinos transoceánicos era lo más seguro.

    Ameria se acercó a Reena, Xellos y Envy con una sonrisa de verdadero agradecimiento. *

    Nos volveremos a ver pronto, chicos. Lo sé.
    * Los días habían ido pasando en Saillune y, mientras Ameria tomaba las riendas del reino asumiendo la regencia, tenía que ver como la salud de su padre se debilitaba más y más. Tal era el estado del Príncipe Philionel que varios médicos versados en magia curativa habían determinado que, si su estado de salud no mejoraba milagrosamente en las próximas horas, al Príncipe tan solo le quedaban unos días de vida. Así Ameria había decidido tomar una decisión, una decisión para la cual contó con el apoyo de [Reena], [Xellos], [Envy3] y [Zelgadiss] en una reunión que llevaron a cabo durante la noche en su habitación. Al llegar la mañana, y siguiendo en plan acordado con sus amigos, Ameria se reunió con su tío, el Príncipe Christopher. En aquella reunión le pidió que asumiera la regencia del reino. Después mandó preparar un coche de caballos para ella, su padre, un médico y, por supuesto, Zelgadiss, quien viajaría con ellos durante los próximos meses. El plan era sacar a Philionel de Saillune, llevarlo lejos del reino para alejarlo de aquella influencia oscura que estaba acabando con su vida. La intención de Ameria era viajar hasta la Alianza de los Estados Costeros y, una vez allí, tomar un barco que los llevara a los territorios transoceánicos. ¿Por qué allí? Los territorios de la Barrera Mazoku estaban amenazados por rumores de guerra. Cualquier otro destino podría ser peligroso para Philionel, y los territorios tras el Desierto de la Destrucción parecían ser los que pretendían iniciar una guerra contra los territorios de la Barrera Mazoku, por lo que estaban totalmente descartados, así es que viajar a los reinos transoceánicos era lo más seguro. Ameria se acercó a Reena, Xellos y Envy con una sonrisa de verdadero agradecimiento. * Nos volveremos a ver pronto, chicos. Lo sé.
    Me entristece
    Me shockea
    4
    14 turnos 2 maullidos 1884 vistas
  • Aquella tarde, al igual que las precedentes, la hechicera salió de su habitación en el Palacio Real de Saillune y se fue a recorrer el castillo.

    Su objetivo era descubrir qué le estaba ocurriendo al padre de Ameria, el Príncipe Philionel, actual Rey Regente de Saillune.

    Cada día que pasaba, Philionel parecía debilitarse más y la Magia Blanca no obraba ningún resultado satisfactorio en él.

    Todos estaban de acuerdo en que su malestar tenía que venir de una Magia Oscura muy poderosa o del poder de un demonio también muy poderoso; pero, fuera como fuera, aquel hechicero o demonio debía de estar siempre cerca de Philionel para poder ejercer su influencia sobre él.

    Solo unos minutos después de que abandonara su habitación, Reena ya había recorrido varios pasillos, ya había sido expulsada de varias estancias por parte de la Guardia Real, ya le habían impedido el acceso a otras muchas y, por si fuera poco, ahora varios miembros de la Guardia Real la vigilaban de cerca.

    Soltó un bufido de frustración y comenzó a caminar hacia los exteriores del castillo. Tal vez en los jardines se librara de los guardias.







    Imagen creada por IA y editada por mí. Si quieres usarla, por favor, solo pídeme permiso. Gracias :)
    Aquella tarde, al igual que las precedentes, la hechicera salió de su habitación en el Palacio Real de Saillune y se fue a recorrer el castillo. Su objetivo era descubrir qué le estaba ocurriendo al padre de Ameria, el Príncipe Philionel, actual Rey Regente de Saillune. Cada día que pasaba, Philionel parecía debilitarse más y la Magia Blanca no obraba ningún resultado satisfactorio en él. Todos estaban de acuerdo en que su malestar tenía que venir de una Magia Oscura muy poderosa o del poder de un demonio también muy poderoso; pero, fuera como fuera, aquel hechicero o demonio debía de estar siempre cerca de Philionel para poder ejercer su influencia sobre él. Solo unos minutos después de que abandonara su habitación, Reena ya había recorrido varios pasillos, ya había sido expulsada de varias estancias por parte de la Guardia Real, ya le habían impedido el acceso a otras muchas y, por si fuera poco, ahora varios miembros de la Guardia Real la vigilaban de cerca. Soltó un bufido de frustración y comenzó a caminar hacia los exteriores del castillo. Tal vez en los jardines se librara de los guardias. Imagen creada por IA y editada por mí. Si quieres usarla, por favor, solo pídeme permiso. Gracias :)
    Me gusta
    Me shockea
    3
    0 turnos 1 maullido 876 vistas
  • Ya habían pasado varios días desde que llegaron a Saillune. Gracias a Ameria les habían permitido alojarse en el Palacio Real pero, sin embargo, todos ellos, exceptuando a Ameria, siempre estaban vigilados y controlados.

    No podían acceder a ninguna estancia del castillo sin que los guardias fueran previamente informados y estos les autorizaran a hacerlo y les acompañaran. Aún así muchas veces la respuesta era negativa.

    Las razones eran lógicas: aún no se había descubierto cuál era la enfermedad que padecía el Príncipe Philionel, pero cada día parecía estar más débil.

    Ni los mejores expertos en magia curativa habían logrado sanarle y aquello parecía indicar que había una magia oscura muy poderosa detrás de aquel estado. La magia de un hechicero oscuro muy avanzado o el poder de un demonio de muy alto rango.

    Saillune, cuando fue fundada, fue construida con forma de hexagrama (estrella de seis puntas). Ese tipo de forma le confería una mayor fuerza a la Magia Blanca en detrimento de la Magia Negra, es decir, un mayor poder a los hechizos defensivos y curativos en detrimento de los hechizos ofensivos.

    Aquello tenía una explicación simple: Saillune era uno de los reinos que más quería preservar la paz a toda costa.

    Esa misma forma de hexagrama estaba dañando constantemente a [Xellos] pues él era puramente poder oscuro en sí mismo, por lo que su presencia en Saillune le debilitaba, le hería y causaba un constante dolor en su espíritu tanto en el plano físico como en el astral.

    Reena todos los días se iba con Xellos de la ciudad para sacarle de aquel hexagrama y que pudiera volver a ser libre y no sentir dolor; pero, de igual modo, tenían que volver antes o después para descubrir qué le estaba pasando al padre de Ameria o, mejor dicho, quién le estaba haciendo daño.

    Aquella mañana Reena se despertó antes del amanecer. Sin decirle nada a Xellos, le rodeó con sus brazos y le dejó un beso en la cabeza. Trataba de protegerle de la influencia que Saillune tenía sobre él, quería hacerle sentir mejor, pero mientras estuvieran allí, no había nada que hacer.








    Imagen creada por IA y editada mayormente por mí. Si quieres usarla, por favor, pídeme permiso. Gracias :)
    Ya habían pasado varios días desde que llegaron a Saillune. Gracias a Ameria les habían permitido alojarse en el Palacio Real pero, sin embargo, todos ellos, exceptuando a Ameria, siempre estaban vigilados y controlados. No podían acceder a ninguna estancia del castillo sin que los guardias fueran previamente informados y estos les autorizaran a hacerlo y les acompañaran. Aún así muchas veces la respuesta era negativa. Las razones eran lógicas: aún no se había descubierto cuál era la enfermedad que padecía el Príncipe Philionel, pero cada día parecía estar más débil. Ni los mejores expertos en magia curativa habían logrado sanarle y aquello parecía indicar que había una magia oscura muy poderosa detrás de aquel estado. La magia de un hechicero oscuro muy avanzado o el poder de un demonio de muy alto rango. Saillune, cuando fue fundada, fue construida con forma de hexagrama (estrella de seis puntas). Ese tipo de forma le confería una mayor fuerza a la Magia Blanca en detrimento de la Magia Negra, es decir, un mayor poder a los hechizos defensivos y curativos en detrimento de los hechizos ofensivos. Aquello tenía una explicación simple: Saillune era uno de los reinos que más quería preservar la paz a toda costa. Esa misma forma de hexagrama estaba dañando constantemente a [Xellos] pues él era puramente poder oscuro en sí mismo, por lo que su presencia en Saillune le debilitaba, le hería y causaba un constante dolor en su espíritu tanto en el plano físico como en el astral. Reena todos los días se iba con Xellos de la ciudad para sacarle de aquel hexagrama y que pudiera volver a ser libre y no sentir dolor; pero, de igual modo, tenían que volver antes o después para descubrir qué le estaba pasando al padre de Ameria o, mejor dicho, quién le estaba haciendo daño. Aquella mañana Reena se despertó antes del amanecer. Sin decirle nada a Xellos, le rodeó con sus brazos y le dejó un beso en la cabeza. Trataba de protegerle de la influencia que Saillune tenía sobre él, quería hacerle sentir mejor, pero mientras estuvieran allí, no había nada que hacer. Imagen creada por IA y editada mayormente por mí. Si quieres usarla, por favor, pídeme permiso. Gracias :)
    Me encocora
    Me gusta
    4
    11 turnos 3 maullidos 1989 vistas
  • Aquella mañana se enfrentaban a la última etapa de su viaje a la ciudad de Saillune, ubicada en el reino del mismo nombre.

    Era solo cuestión de horas que llegaran a la conocida como Ciudad de la Magia Blanca.

    La yegua de Xellos galopaba en primera línea y a toda velocidad, sacando una ventaja bastante grande al resto de caballos del grupo.

    Reena era quien más de cerca seguía a Xellos.

    Varias horas después pudieron ver la Ciudad de la Magia Blanca en la distancia, y solo una hora después detuvieron los caballos frente a la muralla de la ciudad.

    El Sagrado Reino de Saillune, era uno de los países más importantes de la península, teniendo una gran influencia política y militar que utilizaba para establecer tratados de paz y de equilibrio de poder, evitando así nuevas guerras entre países.

    Fue fundado hace 500 años y estaba gobernado por la familia real de Saillune con el rey Eldoran al frente, aunque una reciente enfermedad hizo que su primogénito, el príncipe Philionel El Di Saillune, tomase las riendas del reino.

    Era la tierra natal de Ameria Will Tesla Saillune, hija del Rey Regente Philionel y nieta del Rey Eldoran.

    Recientemente se habían dado múltiples conflictos internos en la familia real, provocando el asesinato de la esposa de Philionel, y numerosos atentados contra la vida del propio príncipe para obtener el derecho al trono... Y actualmente el Príncipe Philionel padecía una enfermedad que le mantenía alejado del trono, razón por la que Ameria tenía que regresar para tomar la regencia.

    El Reino de Saillune se encontraba en la zona central de la península, sin salida al mar, limitando al norte con el Ducado de Kalmart, al este con el Reino de Zephiria y el Imperio de Elmekia, al sur con el Desierto de la Destrucción, y al oeste con la Alianza de Estados Costeros y el Reino de Ralteague.

    La ciudad de Saillune, conocida como la Ciudad de la Magia Blanca, era la capital del reino y sede de la familia real.

    Cuando fue fundada, el rey de aquel entonces contaba con un mago blanco como consejero, que propuso construirla con la forma de un enorme hexagrama (estrella de seis puntas), lo que potenciaría la magia blanca y debilita la magia ofensiva. En el centro de dicho hexagrama se encontraba el palacio real y el templo de Ceiphied.

    —Bienvenidos a Saillune.

    Dijo Reena sin demasiado ánimo, y es que allí les esperaban más malas noticias que buenas, salvo que las cosas hubieran cambiado radicalmente en los últimos días.




    ...........................
    [Xellos]
    Ameria
    [Zelgadiss]
    [Envy3]



    Imagen de la ciudad creada por IA y editada por mí. Si quieres usarla, por favor, pídeme permiso. Gracias :)

    Plano obtenido de la web www.eternopoder.com
    Aquella mañana se enfrentaban a la última etapa de su viaje a la ciudad de Saillune, ubicada en el reino del mismo nombre. Era solo cuestión de horas que llegaran a la conocida como Ciudad de la Magia Blanca. La yegua de Xellos galopaba en primera línea y a toda velocidad, sacando una ventaja bastante grande al resto de caballos del grupo. Reena era quien más de cerca seguía a Xellos. Varias horas después pudieron ver la Ciudad de la Magia Blanca en la distancia, y solo una hora después detuvieron los caballos frente a la muralla de la ciudad. El Sagrado Reino de Saillune, era uno de los países más importantes de la península, teniendo una gran influencia política y militar que utilizaba para establecer tratados de paz y de equilibrio de poder, evitando así nuevas guerras entre países. Fue fundado hace 500 años y estaba gobernado por la familia real de Saillune con el rey Eldoran al frente, aunque una reciente enfermedad hizo que su primogénito, el príncipe Philionel El Di Saillune, tomase las riendas del reino. Era la tierra natal de Ameria Will Tesla Saillune, hija del Rey Regente Philionel y nieta del Rey Eldoran. Recientemente se habían dado múltiples conflictos internos en la familia real, provocando el asesinato de la esposa de Philionel, y numerosos atentados contra la vida del propio príncipe para obtener el derecho al trono... Y actualmente el Príncipe Philionel padecía una enfermedad que le mantenía alejado del trono, razón por la que Ameria tenía que regresar para tomar la regencia. El Reino de Saillune se encontraba en la zona central de la península, sin salida al mar, limitando al norte con el Ducado de Kalmart, al este con el Reino de Zephiria y el Imperio de Elmekia, al sur con el Desierto de la Destrucción, y al oeste con la Alianza de Estados Costeros y el Reino de Ralteague. La ciudad de Saillune, conocida como la Ciudad de la Magia Blanca, era la capital del reino y sede de la familia real. Cuando fue fundada, el rey de aquel entonces contaba con un mago blanco como consejero, que propuso construirla con la forma de un enorme hexagrama (estrella de seis puntas), lo que potenciaría la magia blanca y debilita la magia ofensiva. En el centro de dicho hexagrama se encontraba el palacio real y el templo de Ceiphied. —Bienvenidos a Saillune. Dijo Reena sin demasiado ánimo, y es que allí les esperaban más malas noticias que buenas, salvo que las cosas hubieran cambiado radicalmente en los últimos días. ........................... [Xellos] [Ameria] [Zelgadiss] [Envy3] Imagen de la ciudad creada por IA y editada por mí. Si quieres usarla, por favor, pídeme permiso. Gracias :) Plano obtenido de la web www.eternopoder.com
    Me shockea
    Me gusta
    5
    21 turnos 2 maullidos 2344 vistas
  • Después de reencontrarse con Xellos y ponerse ambos al día sobre las cosas que habían sucedido durante la ausencia del Mazoku, Reena le agarró una mano y tiró de él hacia el interior de la posada.

    ¡Vamos, Xellos!

    Si la felicidad pudiera medirse en una escala del 1 al 10, aquella noche Reena habría roto la escala sobrepasando ese 10.

    Ame, Zel y Envy están dentro. Están pidiendo una mesa para cenar, ¡me muero de hambre!

    Y es que la felicidad inevitablemente había abierto el apetido de la hechicera. Aunque, para ser sinceros, lo que realmente ansiaba es que llegara el momento en que pudiera estar a solas y en privado con él.

    Quería pensar que, después de todo las cosas estarían tranquilas en el grupo. Reena sabía que la desconfianza de Zelgadiss no se apagaría, sino que el regreso de Xellos haría que su desconfianza aumentara, pero ahora sería más cauteloso. Ameria y Envy, por su parte se alegrarían de su regreso. Por parte de Xellos sabía que no habría mayores problemas, salvo que le dieran razones de peso. Y esperaba que eso no ocurriera.

    Guió a Xellos hacia el interior de la posada y después al comedor de la misma.

    ¡Chicos, mirad quién está de nuevo con nosotros!

    Exclamó exaltada. Sus labios sonreían de felicidad, sus ojos estaban llorosos por las viejas lágrimas derramadas, y su nariz ligeramente enrojecida.

    Antes de que digáis nada. Es Xellos. Lo he podido comprobar y no tengo dudas de que es él.

    Comentó apretando con emoción y cariño la mano de Xellos.



    .................................
    [Xellos]
    [ZELGADISS]
    Ameria
    [Envy3]
    Después de reencontrarse con Xellos y ponerse ambos al día sobre las cosas que habían sucedido durante la ausencia del Mazoku, Reena le agarró una mano y tiró de él hacia el interior de la posada. 💬 ¡Vamos, Xellos! Si la felicidad pudiera medirse en una escala del 1 al 10, aquella noche Reena habría roto la escala sobrepasando ese 10. 💬 Ame, Zel y Envy están dentro. Están pidiendo una mesa para cenar, ¡me muero de hambre! Y es que la felicidad inevitablemente había abierto el apetido de la hechicera. Aunque, para ser sinceros, lo que realmente ansiaba es que llegara el momento en que pudiera estar a solas y en privado con él. Quería pensar que, después de todo las cosas estarían tranquilas en el grupo. Reena sabía que la desconfianza de Zelgadiss no se apagaría, sino que el regreso de Xellos haría que su desconfianza aumentara, pero ahora sería más cauteloso. Ameria y Envy, por su parte se alegrarían de su regreso. Por parte de Xellos sabía que no habría mayores problemas, salvo que le dieran razones de peso. Y esperaba que eso no ocurriera. Guió a Xellos hacia el interior de la posada y después al comedor de la misma. 💬 ¡Chicos, mirad quién está de nuevo con nosotros! Exclamó exaltada. Sus labios sonreían de felicidad, sus ojos estaban llorosos por las viejas lágrimas derramadas, y su nariz ligeramente enrojecida. 💬 Antes de que digáis nada. Es Xellos. Lo he podido comprobar y no tengo dudas de que es él. Comentó apretando con emoción y cariño la mano de Xellos. ................................. [Xellos] [ZELGADISS] [AMERIA] [Envy3]
    Me shockea
    Me gusta
    3
    15 turnos 2 maullidos 1560 vistas
  • Después de los acontecimientos acaecidos en el Bosque Eldrenia, Reena, Ameria, Zelgadiss y Envy decidieron pasar un par de días en la ciudad de Netheria para descansar. El viaje estaba siendo duro, y lo ocurrido en Eldrenia les había abatido.

    Dos días más tarde retomaron su viaje dejando atrás Netheria. Por suerte para el grupo, esa nueva etapa del viaje fue bastante tranquila y sin incidentes reseñables.

    Solo unos días después, por fin llegaron a Valoria, una ciudad del Reino de Ralteague y ubicada muy cerca de la frontera del Reino de Saillune.

    Como ya era habitual, cuando encontraron una posada en la que alojarse, Reena se encargó de llevar a los caballos a los establos. Aquel se había convertido en su momento de estar sola un rato, y necesitaba aquellos instantes de soledad.

    El sol empezaba a esconderse en el oeste cuando Reena abandonó los establos para dirigirse hacia la posada.


    ...........................
    Rol con [XELLOS].

    Imágenes creadas por IA y editadas por mí. Si quieres usarlas, por favor, solo pídeme permiso. Gracias :)
    Después de los acontecimientos acaecidos en el Bosque Eldrenia, Reena, Ameria, Zelgadiss y Envy decidieron pasar un par de días en la ciudad de Netheria para descansar. El viaje estaba siendo duro, y lo ocurrido en Eldrenia les había abatido. Dos días más tarde retomaron su viaje dejando atrás Netheria. Por suerte para el grupo, esa nueva etapa del viaje fue bastante tranquila y sin incidentes reseñables. Solo unos días después, por fin llegaron a Valoria, una ciudad del Reino de Ralteague y ubicada muy cerca de la frontera del Reino de Saillune. Como ya era habitual, cuando encontraron una posada en la que alojarse, Reena se encargó de llevar a los caballos a los establos. Aquel se había convertido en su momento de estar sola un rato, y necesitaba aquellos instantes de soledad. El sol empezaba a esconderse en el oeste cuando Reena abandonó los establos para dirigirse hacia la posada. ........................... Rol con [XELLOS]. Imágenes creadas por IA y editadas por mí. Si quieres usarlas, por favor, solo pídeme permiso. Gracias :)
    Me shockea
    Me encocora
    9
    18 turnos 2 maullidos 1757 vistas
Ver más resultados
Patrocinados