— Puede quedarse —comenta al pasar, deteniéndose apenas para dejar sobre la mesa donde el preservador trabaja un emparedado de queso y salmón ahumado— Y tu también.
— Puede quedarse —comenta al pasar, deteniéndose apenas para dejar sobre la mesa donde el preservador trabaja un emparedado de queso y salmón ahumado— Y tu también.
— Lo siento, fue mi culpa. Lo entendí todo mal —explica a la gata que está sentada sobre la mesa donde Añil maneja una computadora portátil—. Pero no te preocupes, lo arreglaré lo más rápido que pueda.
Me encocora
Me shockea
2
2 turnos 0 maullidos
Patrocinados
Patrocinados