— Lo siento, fue mi culpa. Lo entendí todo mal —explica a la gata que está sentada sobre la mesa donde Añil maneja una computadora portátil—. Pero no te preocupes, lo arreglaré lo más rápido que pueda.
— Lo siento, fue mi culpa. Lo entendí todo mal —explica a la gata que está sentada sobre la mesa donde Añil maneja una computadora portátil—. Pero no te preocupes, lo arreglaré lo más rápido que pueda.