https://ficrol.com/posts/48344 — Prev. con [Thomas]
No encuentra más respuesta que un abrazo tan repentino como firme, que le lleva a dejar caer el bastón de la impresión y a alzar un poco los brazos en un amago de corresponder, antes de encontrarse con las alas del dragón y desistir de su intento dejando caer los brazos laxos. Echa la cabeza atrás sintiéndose aprisionado, capturado por la fuerza de Thomas, y vuelve a invadirle el temor de acabar fracturado o partido en dos frente a la que rápidamente podría descontrolarse... como lo hizo antaño.
Pero no siente dolor ni opresión alguna, sólo está siendo contenido y sostenido por Thomas. De pronto, ya no está en peligro. Muy por el contrario, está protegido. Sus músculos se relajan y su espalda cruge al descontracturarse, sus dedos se extienden y sus piernas ceden todo el peso del cuerpo que sostienen a la fuerza del dragón que ama.
— Estoy aquí, soy tuyo —murmura, con los ojos cerrados, la capucha caída hacia atrás—. Te amo, lamento haberte dejado solo.
No encuentra más respuesta que un abrazo tan repentino como firme, que le lleva a dejar caer el bastón de la impresión y a alzar un poco los brazos en un amago de corresponder, antes de encontrarse con las alas del dragón y desistir de su intento dejando caer los brazos laxos. Echa la cabeza atrás sintiéndose aprisionado, capturado por la fuerza de Thomas, y vuelve a invadirle el temor de acabar fracturado o partido en dos frente a la que rápidamente podría descontrolarse... como lo hizo antaño.
Pero no siente dolor ni opresión alguna, sólo está siendo contenido y sostenido por Thomas. De pronto, ya no está en peligro. Muy por el contrario, está protegido. Sus músculos se relajan y su espalda cruge al descontracturarse, sus dedos se extienden y sus piernas ceden todo el peso del cuerpo que sostienen a la fuerza del dragón que ama.
— Estoy aquí, soy tuyo —murmura, con los ojos cerrados, la capucha caída hacia atrás—. Te amo, lamento haberte dejado solo.
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No encuentra más respuesta que un abrazo tan repentino como firme, que le lleva a dejar caer el bastón de la impresión y a alzar un poco los brazos en un amago de corresponder, antes de encontrarse con las alas del dragón y desistir de su intento dejando caer los brazos laxos. Echa la cabeza atrás sintiéndose aprisionado, capturado por la fuerza de Thomas, y vuelve a invadirle el temor de acabar fracturado o partido en dos frente a la que rápidamente podría descontrolarse... como lo hizo antaño.
Pero no siente dolor ni opresión alguna, sólo está siendo contenido y sostenido por Thomas. De pronto, ya no está en peligro. Muy por el contrario, está protegido. Sus músculos se relajan y su espalda cruge al descontracturarse, sus dedos se extienden y sus piernas ceden todo el peso del cuerpo que sostienen a la fuerza del dragón que ama.
— Estoy aquí, soy tuyo —murmura, con los ojos cerrados, la capucha caída hacia atrás—. Te amo, lamento haberte dejado solo.
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